Los Tatuajes 002

heranlu

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Mi abuela

Al otro día hablo con mi madre y me cuenta lo que paso con mi hermana.

-Hola A, ayer le mostré el tatuaje a B y le pareció hermoso, lo tocaba, estaba fascinada, me dijo que todavía quiere hacerse uno, pero quiero que no la alientes a que se lo haga, es muy chica todavía, no peleen aunque se ponga insistente.

-yo no la quiero alentar, pero tengo miedo que vaya a algún lado que no conozco y se lo haga, puede ser peligroso, por algunas enfermedades

-tienes razón hijo, asústala puede ser peligroso y si no hay más remedio dile a Gustavo que le haga uno así se deja de joder

-bueno Ma, no te preocupes. ¿Le gustó de verdad?

-Sí, me decía que el rojo intenso era espectacular, hasta se agacho y lo besó, es terrible, me contó que ya tenía una idea para su tatuaje que lo dibujo con una amiga, debe ser Marisol, esa con la que anda todo el día. Por si te pregunta le dije que fue una amiga tuya la que me lo tatúo.

-Pero te dijo donde lo quería, si era chico o grande lo que tenía en mente.

-No, no me dijo donde, me conto de algo de una telaraña, de donde colgaba una araña. Pero no quería que fuera muy visible, no sé qué idea tenía. Es medio loca así que podes esperar cualquier cosa.

Mi madre me sembró la duda sobre mi hermana, no quería que nadie la tocase y menos con un tatuaje.

El tiempo pasó, y mi hermana ya estaba en casa todo el día, yo por la época del año tenía mayor trabajo así que no regresaba al mediodía a comer tan seguido como antes, pero el día anterior a que mi madre se fuese de vacaciones decido pasar por casa y compartir otro almuerzo con mamá, tal vez la viese tomado sol como era habitual en ella.

Llego a casa, entró y veo que adentro no estaban, camino por la cocina en dirección a unas de las ventanas que dan al jardín, donde ella toma sol, escucho hablar y me asomo a mirar, ahí las veo a las dos B y C recostadas en las reposeras tomado sol, una imagen del paraíso, creo que no notaron mi presencia, estaban las dos con sus culos apuntando a febo, él que con sus rayos las acariciaba. Hacían toples, podía adivinar sus tetas, aunque no las veía. Quede un rato fascinado con esa vista, mi madre con su pequeña tanga, y B con un bañador enterizo que llevaba enrollado en la cintura. Hago un ruido para hacer notar mi presencia, a lo que las dos reaccionan en sincronía, se levantan para para cubrirse sus tetas, segundo en los que aprovecho para contemplarlas. Las de mi madre tenían la firmeza de una gladiadora, brillosa y bronceada, sobresalían puntiagudos pezones oscuros y las de mi hermana delataban falta de sol, por su tamaño tenían un oscilante bamboleo pendular, daba ganar de amasarlas con la boca, un poema. Decido mostrarme en el jardín.

-Hola ¿Cómo están las dos perezosas?

-llego el experto en tatuajes (dijo B), le viste el culo a mamá como le quedo.

-si le vi el tatuaje, le quedo muy lindo

-si como no le vas a mirar este culo, hace juego con el tatuaje, jajaja

Mientras decía esto se ponía de cuclillas y tomaba a mi madre de la cintura para girarla y mostrarme el culo, tomó sus nalgas con las dos manos y las masajeaba mientras las separaba, yo estaba hipnotizado, mi hermana se reía y mi madre trataba de escapar de ese manoseo descarado, que por su cara le gustaba.

-vamos, vamos hija vamos a comer él debe tener hambre

Si era por mí hubiera muerto de inanición y con gusto, contemplando esa imagen. No podía alejar la vista de B, con su bañador enterizo mostraba todo su cuerpo, parecía que se le quería escapar por los costados, un cuerpo que no necesitaba envase.

Hablamos durante el almuerzo del viaje que emprendería mañana mi madre, que lugar visitaría, y luego nos da consejos de que no peleásemos en su ausencia. Mi hermana plantea sus ganas de tatuarse y que yo le pase el número de mi amiga que ya tenía todo planeado. Mi madre sale al cruce condenando sus ganas de tatuarse que era algo que tendría para toda su vida.

-vos, Ma, con ese beso en la cola no podes decir nada.

-pero quiero que estés segura yo ya soy grande

-estoy decidida, si no lo hago con ella, mi amiga conoce un amigo que sabe dónde puedo hacérmelo.

-bueno, que decida tu hermano, él es el experto, quiero que tomen la decisión juntos, y pienses que lo que me contaste es muy arriesgado, te puedes arrepentir toda la vida.

Mi duda me hace preguntar

-¿Qué es arriesgado?

-nada, hijo, me contó que se quiere hacer y creo que está mal, es una zona muy riesgosa.

-No le cuentes, Ma, ese era nuestro secreto

-tienes razón te lo prometí.

Quedé en shock, no sabía que había planeado, no podía demostrar interés, tendría que demostrar enojo, pero estaba intrigado.

El sábado quedamos solos en casa después de despedirnos de mis padres. Estuvimos un rato hablando pero no tocamos el tema de los tatuajes, ella a la noche salió con sus amigas, yo me quede en casa.

El domingo nos encontramos al mediodía, no sé a qué hora regresó, yo me levanté a esa hora, conversamos si íbamos a comer algo pero no llegamos a ningún acuerdo. Va a su habitación y sale con su bañador enterizo directo al jardín a tomar sol, yo al rato me cambio y decido acompañarla.

-Me tienes que pasar el teléfono de tu amiga, me quiero hacer el tatuaje.

-No, no quiero que te hagas cualquier cosa, es peligroso y queda para siempre.

-no es cualquier cosa.

-pero mamá dijo que era arriesgado, así que no confío, quiero saber que te quieres hacer y donde

-una telaraña y la arañita colgando de la tela, nada más.

- ¿y en qué lugar?

-en un lugar escondido

-si no me quieres decir, no me lo digas, yo no te doy el número de teléfono

-te cuento, pero si juras no reírte.

-lo juro

-mira quiero hacer una araña debajo de la línea del biquini, y que la raya de mi vagina sea la seda que le sale de la cola.

-¿y la telaraña?

-quiero que mi ano sea el centro de la telaraña, de donde crezca en círculos la trama de la tela alrededor de éste, parecería que crece con la seda que sale de la araña

-es una linda idea pero muy dolorosa, esa zona es muy sensible, y que va a decir tu novio, si tienes o cuando lo tengas o tu marido.

-nada, que va a decir, es un tatuaje no los va a picar la araña, jajaja

-estás loca

-por eso quiero que una mujer haga el trabajo

-no es cuestión de mujer, es que es una zona peligrosa no lo puede hacer cualquiera, y mi amiga no tiene la experiencia.

-¿y Gustavo?

-él tiene la misma experiencia que yo, pero ni loco te dejo en manos de él, eres mi hermana y no quiero que te vea ahí abajo.

-¿Qué tiene de malo si es un trabajo más?

-ni loco

-bueno entonces tienes que ser vos, no queda opción, si no te decides, el lunes voy con mi amiga, con él que me dijo y me lo hago.

Yo estaba en un sueño que más quería, tatué el culo de mi mamá, ahora me obligan a tatuar el de mi hermana, las vacaciones no podrían ser mejores.

Llega la noche y cuando comenzamos a cenar le comunico mi decisión.

-B, ya decidí, te voy a tatuar, no me queda otra opción

En eso se levanta y me da un beso de la alegría, revivió, casi saltaba, inmediatamente comienza a preguntar las veces que hice tatuajes parecidos y como era obvio las mentiras comenzaron a salir de mi boca. Luego le digo que me iba a tomar dos semanas de vacaciones y se lo iba a comunicar a Gustavo el lunes cuando vaya a buscar la máquina de tatuaje.

Llega el lunes y cumplo con lo prometido, retiro la máquina del negocio y me tomo las dos semanas, a Gustavo le dije que tenía que hacer un viaje por un tío que había fallecido, siempre es una buena excusa matar a alguien que no existe. Llego a casa y le comento mi plan a B.

-Hola B, ya traje la máquina y quiero que me escuches te voy a contar lo que hacemos en el negocio.

-si hermano, vos sos el experto

-mira, primero voy a tener que ver la zona, sacarle una foto y trabajar con el dibujo en la foto, no todos los agujeros son iguales en las mujeres, así que tienes que estar segura porque vas a estar desnuda mucho tiempo delante mío.

-sí, no hay problema

En ese instante se levanta y se baja el pantalón corto que llevaba y se saca la bombacha, quedé mudo, me temblaba el cuerpo, me estaba bajando la presión, atine a balbucear

-pero no hace falta ahora.

-bueno te tienes que acostumbrar, eres como un doctor

-como quieras, vamos a la habitación y te saco una foto

Ella camina delante de mí y no puedo alejar la vista de ese espectacular culo, como se tambaleaba, tentaba a morderlo, solo una musculosa arriba ocultaba sus enormes tetas. En la habitación se recuesta sobre la cama y queda abierta completamente esperando el flash de la cámara, yo no aguantaba más de la excitación, ella tampoco, la delataba el brillo de vagina. Saco unas fotos y le comento.

-mira que tienes que depilarte bien, la tinta necesita un lienzo limpio

-jajaja, como no pero me vas a tener que ayudar

En ese instante se escucha el timbre de la calle, se me bajó al instante, me acerco a la puerta con la bronca de mandar a la mierda a algún vendedor, y echo un vistazo por la mirilla, salgo corriendo a la cocina y tomo el pantalón corto de B y voy a su habitación y se lo tiro a mi hermana en la cara.

-¡vístete! es la abuela.

-¡justo ahora!, ve a abrir

Mi abuela, la Abu como la llamábamos, tenía 63 años, también el mismo espíritu de su hija, C, activa, linda flaca, para su edad estaba muy bien, muy pero muy bien, nosotros la veíamos como abuela, muchos cuando la veían seguro le dedicaban algunas pajas, hacia yoga desde hace años, era increíble. Voy corriendo a recibirla a la puerta.

-Hola Abu.

-Hola A, ¿Por qué tardaste tanto?

-estaba afuera

Mientras se acerca mi hermana, le aclara, con doble sentido.

-No Abu, hablábamos que teníamos que cortar el pasto

-Ha, que trabajadores mis nietitos, quería ver como estaban y si necesitan algo.

-estamos bien, algo aburridos

-bueno ahora les preparo algo de comer chicos

Nos sentamos los tres a comer y hablamos de muchos temas, sobre amigos, la universidad de mi hermana y mi trabajo. Luego B le pregunta.

-¿Abu te gustan los tatuajes?

-Si me encantan, yo tengo uno

-¿si, no lo vi nunca? ¿Dónde lo tienes? ¿Me lo puedes mostrar?

-No, me da vergüenza me lo hice cuando era muy chica en los setenta. Es medio loco

-Dale, Abu, dale, que “A” sabe de tatuajes es un profesional y puede dar su opinión de experto.

-No, ni loca menos….

-Pero dale Abu me voy a enojar

Yo me sumo al pedido caprichoso de mi hermana.

-Vamos Abu, no es tan grave

-Pero, chicos si tu mamá se entera me mata.

-No se va a enterar de nada (dice mi hermana)

-bueno, pero no le digan nada. Después vamos al jardín y se los muestro

Terminamos de comer y mi abuela lava los platos y nos acompaña al jardín para cumplir su promesa. Cuando llegamos nos previene casi como excusándose de un pecado.

-es atrás un poco más abajo de la espalda, quiso ser una broma de un novio que tuve un verano.

-bueno, bueno, date vueltas (dice mi hermana)

Se da vuelta se levanta la remera que llevaba y sobre el borde del jean que llevaba puesto se asomaba parte de una palabra. Mi hermana la reta

-¡no se ve nada!

-Bueno espera

Mi abuela se desabrocha el pantalón y se lo baja hasta la mitad de la cola, queda mostrando su bombacha que me sorprende, era muy pequeña, se puede ver la palabra “INSERT COIN”, el tatuaje seguía cubierto, esta vez por la tanga. A lo que mi hermana nos sorprende toma de su tanga y se la baja de golpe. Mi abuela quedo con el culo al aire ante nuestra mirada. Mi abuela grita.

-¡No, no, jajajajaja!

Pero seguía gustosa de mostrarlo, hasta arqueaba la espalda, mientras B le separaba sus nalgas con las dos manos, mostrando el tatuaje que tanto ocultaba. Sólo era una flecha que apuntaba a su ano, se detenía casi en el borde de éste, agujero que me sorprendió, a diferencia del de su descendencia éste era un verdadero agujero, no era un apretado guiño como el de mi hermana, ni una escarapela oscura como la de mi mamá, esto era un agujero con historia, hasta se podría escuchar el eco de un suspiro. Mi hermana también era cómplice de mi abuela y se reía, hasta que giró su cabeza de repente hacia mí, sonríe y me mira, entonces veo que se chupa el dedo índice, y casi al instante se lo mete hasta al fondo en el culo. Mi abuela sorprendida lo aprieta de golpe y mi hermana lo retira entre risas, yo pensaba que se iba a enojar, pero se sube la ropa se golpe y corre a mi hermana entre risa. Yo estaba petrificado en el jardín, B y Abu entran corriendo a la casa, luego sale mi hermana y me ve parado, inmóvil y cuando se acerca, le digo.

-¿estás loca? ¿El dedo?

-¿el dedo?, si acá está el dedo

Lo alza y cuando yo quería decir unas palabras me lo mete en la boca de golpe, reía pensando que eso me daría asco, pero para mí era un placer sentir un gusto amargo y salado a la vez, trate de disimular haciéndome el enojado. Cuando volvimos a la cocina la abuela como si nada nos contó la historia del tatuaje. Y mi hermana con sus indirectas le preguntaba.

-¿Abu jugaron mucho? ¿Entraron muchas monedas?

-jajaja, como eres, soy una máquina con más de sesenta años, que crees

-que todavía se puede jugar

-jajaja, como eres, ya estoy viejita

Siguió esa conversación de indirectas y fuimos cambiando de tema con normalidad, hasta que se fue a su casa casi a la noche. Dijo que iba a visitarnos en estos días para ver como seguíamos y nos despedimos.

A la noche no podía conciliar el sueño, pasaba por mi cabeza ese INSERT COIN y su flecha indicando el agujero, era un juego mágico que me encendía.

Me fui dando cuenta que los tatuajes estaban en nuestro ADN y ese código genético sólo me decía una cosa, que tengo en casa tres generaciones de putas.
 
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