Mi nombre es Vilma y esposa de Pedro, amiga íntima de Betty y su esposo Pablo. Durante mucho tiempo nuestras historias de adultos fueron contadas por la productora Hanna Barbera, fuente de entretención para una generación de adultos. Muchos dibujos han aparecido en la red de nuestras historias XXX no presentada en la TV abierta.
Hoy desaparecidos los escritores y protagonistas principales y desclasificados los archivos eróticos de nuestras andanzas podemos dar a luz finalmente que realmente sucedía en la ciudad de Piedra dura y mostrar sin tabúes como se inició y fue evolucionando.
Yo tenía 23 años y antes de casarme con Pedro era profesora asistente de la calle de deporte encargándome de las Porristas que animaban nuestro equipo de Futbol. Me tocaba entonces entrenar, hacer ejercicios con las chicas, darle masajes y hacer la coreografía. Ahí fue que conocí a la encantadora Betty, la lozanía de su juventud, su voz tímida y su mirada cuando nos conocimos me dio un pálpito, ese palpito que tiene toda mujer que algo nos atraía.
Piedradura era una ciudad pequeña minera, donde habitaban unas 3 mil familias. Aquel día después de los ejercicios ya se había ido todo el mundo pero Betty quiso ponerse al día de la coreografía y se quedó practicando, yo adentro ya había ordenado los casilleros y me comenzaba a duchar cuando entro Betty y se quitó su traje de piel quedando totalmente desnuda frente a mí, para mí era común ver las chicas desnudas como entrenadora y asistente, pero me palpitaba el corazón por ella, sus tetas en ciernes, paraditas, con sus pezones puntiagudos, su monte de venus era copioso, sus nalgas bien paraditas y cortantes como una Gillette la raja.
Trate de entablar una conversación, las dos nos bañábamos con una separación de apenas un metro de distancia, me refirió que tenía una ligera tensión muscular en su espalda y musculo. Me ofrecí a enjabonarla y darle unos masajes.
Si hay algo de Betty es que llama a la ingenuidad pero eso es solo una pantalla tal y como lo descubrí posteriormente.
Recorrer su espalda y darle unos masajes en su hombre fue fácil , comenzar oír sus suspiros de que bueno era fue quizás la carnada que esperaba, me acerque por su espalda puse mis senos y acerque mi pendejera tratando de disfrutar la abertura de su culo, luego mis manos se instalaron como si fuera un abrazo en sus tetas masajeándola , ella no hizo reparo así de espalda empinaba su trasero y tomaba mis caderas, mis besos hacían diana en su cuello y sabia en ese segundo que no había vuelta atrás, tomaba un riesgo mayúsculo, en aquella época era totalmente un tabú que dos mujeres hicieran el amor, pero la alarma del deseo pudo más, mis manos se instalaron en su pubis, abrí su mata de pelos y pude conseguir aquel premio del botón de su clítoris, sus gemidos cambiaron de tono mientras que se viro para darme el frente y así en ese baño me dio su primer beso acompañando de su lengua cuando yo la pajeaba y frotaba su sexo hasta que mi sexo termino tortilleando con mi muslo y mi pendejera el suyo.
Yo era un poco más alta que ella, ella me devolvió el favor y comenzó a mamar mis tetas, dos mujeres en celo en aquel colegio descubrían el amor de mujeres, me tomaba mi culo y me lo masajeaba, fue un baño tan largo que se agotó el agua de aquel animal que nos duchaba y que fue cómplice de aquel sexo salvaje.
-Vilma si cómeme mi toto, me encanta dale lengua, ábremelo, es tuyo, cógemelo
Con esas palabras me baje a su panocha y comencé abrirle su mata y darle lengua a su clítoris y chupárselo, rapida y furiosa como una sanguijuela en búsqueda de sangre, le di vida a su sexo, no pare hasta llegar a su concha a su entrada virginal quería ser la primera en desflorarla, normalmente era un hombre pero sentir que tener el poder de singarmela con mis dedos y lengua era una sensación diferente y única.
Así fue no tenía prisa mi lengua en su toto fue el amortizador de lo que hacían mis dedos en su raja que suavemente tocaban su puerta hasta que sentí que era tal la humedad que la pudieron ir penetrando hasta el fondo.
Betty me entrego su tesoro, mis dedos se multiplicaron, afloro un poco de sangre ligada con el agua, no sé si yo era un poco vampira pero el que ha desflorado una virgen sabe bien que no importa, mi lengua se encargó de entrar en su estrecha raja comérmela como un manjar mientras ella pegaba su sexo en mi boca y sus piernas comenzaron a temblar al ritmo de sus gemidos, me dio su orgasmo varias veces quedo casi en el suelo luego de venirse casi con risa , con un descaro en su mirada me hizo acostarme y me abrió mis piernas, me beso los pies, fue subiendo a mis muslos, me hizo desearla más y desesperarme cuando llego a mi monte salvaje que solo Pedro había follado.
Abrió mi flor de par en par, no tuvo contemplación, su puño era pequeño y me mamo como si fuera una gota en el desierto, extrajo todos los líquidos de mi pozo, entro sus dedos hasta lograr el puño entero y hacerme Fisting mientras subió a mis tetas y bordeo todo mi seno izquierdo y comenzó a mordisquear y lamer mis pezones.
Mi sexo se estiro por ella, hizo la labro de un macho pero sin prisa, si Pedro le tomaba menos de 5 minutos venirse, Betty cuadruplico el tiempo de follarme de acariciarme y de mamarme.
Le retumbe en sus oídos con mis gemidos y repase todo el lenguaje sucio del diccionario, me lleno de tantos besos, me venía una y otra vez y la maldita me robaba el beso para saber si estaba rígido, uno de los vestigios que en verdad la naturaleza permite descubrir el orgasmo verdadero de una mujer
Luego puso su cuerpo sobre mi cuerpo, sus tetas colgaban en mis labios mientras su frágil cuerpo recorría el mío de arriba abajo y hacia contacto nuestros dos sexos, nuestros dos clítoris, si el orgasmo provocaba mucha sensibilidad sentirla de nuevo era como una pomada para mí, me di vuelta y ahora ella era que estaba abajo y disfrutaba de la fruta de mis senos y de mi frote de muslo y raja con raja.
La vela se había apagado , el reloj de la arena se había agotado, lo cual indicaba que había pasado más de una hora, apenas nos secamos y nos pusimos nuestros vestidos por arriba, si hay algo que me encantaba de nuestra época dorada era que no llevaba ropa interior.
Nuestra casa no estaba lejos, la acompañe a su casa me presente frente a sus padres y de ahí fui a la mía, donde me esperaba mi madre (ya mi padre había muerto). Mi madre no pasaba mucho a Pedro quizás por ese celo de buscarme un partido mejor, alguien con más dinero. Pero el amor llama y además la tranca de Pedro era grande y jugosa. Él era un bueno de nadie, un muchacho grande, Mi madre nos permitía estar solos (quizás mejor sin quizás, yo sabía muy bien que a falta de sexo le gustaba observar, una especie de voyerismo) mientras Pedro veía su juego por TV para mí era fácil meter la mano y sacar su polla y entrarla en mi boca, aquella noche no era una excepción y más por lo cachonda y alegre que estaba. Con el rabillo de mis ojos vi como mi madre a la distancia se relamía de aquella vista que solo yo y Pedro podíamos hacerlo mientras pajeaba y lo mamaba quedaba quedaba en el sofá en posición de cuatro, aprovechando el para subirme un poco el vestido y meterme sus dedos en mi concha y luego de humedecerlo bien jugar con mi esfínter y darme deditos mientras ya al final jugaba con su verga en mi concha y finalmente se ponía arriba de mí.
-Abre esas piernas mi Vilma
Ábrete zorrita, de quien es esa concha?
-Tuya mi Pedro, cógelo …
Pedro trataba de estirar su orgasmo, eso lo sé por amor, pero era tan grande sus deseos que se vaciaba dentro de mí.
Dino que era mi cachorrito preferido le gustaba lamer mi sexo después que Pedro terminaba, quizás ese complemento perfecto de sentir su lengua explorándome me hacía venir fácilmente, pedro le fascinaba verlo y no faltaba de vez en cuando que se empalmaba su polla y Dino también le hacia el favor.
Mi madre mi putica madre prácticamente se pajeaba y se agarraba sus tetas mientras hacíamos el amor y cuando terminaba Pedro & Dino se iba a su cuarto como una santa.
A Pedro más calmado le tuve que contar mi experiencia lésbica, le dije que no era lesbiana más bien que me gustaba ambos sexos y que tener a Betty de cerca como amiga y alumna era algo increíble. Al principio le cayó mal la noticia pero luego acepto que le excitaba la idea de hacer un trio, pero que saliéramos a jugar bolos y que él iba a invitar a su mejor amigo Pablo, aquel amigo inseparable que a pesar de su baja estatura siempre me habría flirteado y en algunas ocasiones sin que Pedro lo supiera me había levantado la falda y magreado mis pumpies mientras que tomaba sus manos y hacia que yo le hiciera una paja rapida en vista que no tenía novia quizás aceptaba ese alarde de tenerlo como amigo.
Se acercaba el fin de semana e invite a Betty a jugar Bolos hice de chaperona frente a sus padres.
No me la sacaba de la cabeza y en verdad con el pretexto de ayudarla a cambiar en su casa nos trancamos por 15 minutos antes de salir y que Pedro nos buscara.
Quizás lo mejor de un rapidito es la adrenalina que te sube, nos besamos como si fuera la última vez que lo fuéramos hacer, sentir sus tetas en mi boca y acariciar su sexo rápidamente fue divina, esta vez mientras la mamaba mi lengua llego a ese culo tierno y virgen el chupe y probé su sabor prohibido . Betty me agarro tan fuerte que sentí ese orgasmo como si fuera mío propio.
Salimos de la habitación y con la aprobacion nos fuimos a jugar con Pedro y al llegar ahí estaba Pablo , a veces hay amores a primera vista, o existen sentimientos que hay que desarrollar, Betty le encanto la humildad de Pablo su caballerosidad , quizás lo opuesto a mi rustico príncipe Pedro .
No tuve en ese momento de decirle a Betty de hacer un trio o intercambio de pareja era muy extemporáneo todo, quizás en esos inicios me sentía muy egoísta y la quería para mi sola.
Aunque sabía bien que no pasaría mucho tiempo que Pablo la ligara a ella.
Pedro se abstenía de preguntarme de mi relación con Betty aunque él sabía muy bien de nuestros encuentros en el colegio.
Paso varios meses y al cumplir los 18 Betty le presento a Pablo a su familia como su novio, Pedro a su vez me desposo y se casó conmigo, quizás porque lo puse entre la espada y la pared.
Me explico en una de esas noches que me quedaba con Betty hacíamos el amor bestialmente, era ya casi una adición intercambiar los roles e intimidábamos 3 veces a la semana.
Llegaba más tarde y siempre encontraba a Pedro, para mí eso era lo normal y nunca me paso por la cabeza que Pedro se follaba a mi madre. Quien sedujo a quien no lo sé. La verdad es que ese día Betty tenía la menstruación y llegue más temprano, al abrir la puerta solo oí los gemidos de mi madre y las palabras/
-Siii carbrón cógeme como a mi hija
Dale ábreme ese culo , quiero sentir esa polla dentro de mi
Siii azótame dale ..
¡Mierda que rico !
Ahí estaba ella en cuatro y Pedro complaciéndola dándole por sus dos orificios
Sentí angustia y deseo que fuera yo.
Yo que le pegaba cuernos con Betty ahora sentía la necesidad que mi macho fuera mío y que la zorra de mi madre no me lo robaba.
Nunca Pedro me había cogido el culo, siempre pensé que esa verga era muy gorda para entrar en mi pequeño tesoro.
Con mi madre no fue así, el l puso mantequilla y su pene fue entrando con los gritos de maldito de mi madre que renegándolo en palabras hacia todo lo contrario empujándolo para adentro.
Pedro se portó como todo un Puto quizás con ese deseo penétrala lo hizo de forma brusca y en segundo aquel mástil grueso se perdió en mi vista, la enculo mientras le agarraba a sus tetas.
Dentro de mi encariñamiento deje que el suceso pasara como si fuera una novela, en la metía y sacaba rápidamente cambiando de orificios quizás en búsqueda de darle placer por los dos agujeros y saciar la lubricación de aquel ojete prohibido.
El baño de semen fue en su culo , su gemido fue alto
-¡Que rico mi puta mi zorra, no Vilma me ha dado su culo, eres la primera guarra que me lo da !
No sé si al oír esas palabras me enfurecí mas, pero en vez de llorar y botarlo decidí hacerme la pendeja y planear mi venganza y plantearle que nos casamos o rompemos, le dije claramente lo que había visto y que solo quedaba ese camino, además que mi virginidad anal se la iba dar en la noche de mi boda.
Hoy desaparecidos los escritores y protagonistas principales y desclasificados los archivos eróticos de nuestras andanzas podemos dar a luz finalmente que realmente sucedía en la ciudad de Piedra dura y mostrar sin tabúes como se inició y fue evolucionando.
Yo tenía 23 años y antes de casarme con Pedro era profesora asistente de la calle de deporte encargándome de las Porristas que animaban nuestro equipo de Futbol. Me tocaba entonces entrenar, hacer ejercicios con las chicas, darle masajes y hacer la coreografía. Ahí fue que conocí a la encantadora Betty, la lozanía de su juventud, su voz tímida y su mirada cuando nos conocimos me dio un pálpito, ese palpito que tiene toda mujer que algo nos atraía.
Piedradura era una ciudad pequeña minera, donde habitaban unas 3 mil familias. Aquel día después de los ejercicios ya se había ido todo el mundo pero Betty quiso ponerse al día de la coreografía y se quedó practicando, yo adentro ya había ordenado los casilleros y me comenzaba a duchar cuando entro Betty y se quitó su traje de piel quedando totalmente desnuda frente a mí, para mí era común ver las chicas desnudas como entrenadora y asistente, pero me palpitaba el corazón por ella, sus tetas en ciernes, paraditas, con sus pezones puntiagudos, su monte de venus era copioso, sus nalgas bien paraditas y cortantes como una Gillette la raja.
Trate de entablar una conversación, las dos nos bañábamos con una separación de apenas un metro de distancia, me refirió que tenía una ligera tensión muscular en su espalda y musculo. Me ofrecí a enjabonarla y darle unos masajes.
Si hay algo de Betty es que llama a la ingenuidad pero eso es solo una pantalla tal y como lo descubrí posteriormente.
Recorrer su espalda y darle unos masajes en su hombre fue fácil , comenzar oír sus suspiros de que bueno era fue quizás la carnada que esperaba, me acerque por su espalda puse mis senos y acerque mi pendejera tratando de disfrutar la abertura de su culo, luego mis manos se instalaron como si fuera un abrazo en sus tetas masajeándola , ella no hizo reparo así de espalda empinaba su trasero y tomaba mis caderas, mis besos hacían diana en su cuello y sabia en ese segundo que no había vuelta atrás, tomaba un riesgo mayúsculo, en aquella época era totalmente un tabú que dos mujeres hicieran el amor, pero la alarma del deseo pudo más, mis manos se instalaron en su pubis, abrí su mata de pelos y pude conseguir aquel premio del botón de su clítoris, sus gemidos cambiaron de tono mientras que se viro para darme el frente y así en ese baño me dio su primer beso acompañando de su lengua cuando yo la pajeaba y frotaba su sexo hasta que mi sexo termino tortilleando con mi muslo y mi pendejera el suyo.
Yo era un poco más alta que ella, ella me devolvió el favor y comenzó a mamar mis tetas, dos mujeres en celo en aquel colegio descubrían el amor de mujeres, me tomaba mi culo y me lo masajeaba, fue un baño tan largo que se agotó el agua de aquel animal que nos duchaba y que fue cómplice de aquel sexo salvaje.
-Vilma si cómeme mi toto, me encanta dale lengua, ábremelo, es tuyo, cógemelo
Con esas palabras me baje a su panocha y comencé abrirle su mata y darle lengua a su clítoris y chupárselo, rapida y furiosa como una sanguijuela en búsqueda de sangre, le di vida a su sexo, no pare hasta llegar a su concha a su entrada virginal quería ser la primera en desflorarla, normalmente era un hombre pero sentir que tener el poder de singarmela con mis dedos y lengua era una sensación diferente y única.
Así fue no tenía prisa mi lengua en su toto fue el amortizador de lo que hacían mis dedos en su raja que suavemente tocaban su puerta hasta que sentí que era tal la humedad que la pudieron ir penetrando hasta el fondo.
Betty me entrego su tesoro, mis dedos se multiplicaron, afloro un poco de sangre ligada con el agua, no sé si yo era un poco vampira pero el que ha desflorado una virgen sabe bien que no importa, mi lengua se encargó de entrar en su estrecha raja comérmela como un manjar mientras ella pegaba su sexo en mi boca y sus piernas comenzaron a temblar al ritmo de sus gemidos, me dio su orgasmo varias veces quedo casi en el suelo luego de venirse casi con risa , con un descaro en su mirada me hizo acostarme y me abrió mis piernas, me beso los pies, fue subiendo a mis muslos, me hizo desearla más y desesperarme cuando llego a mi monte salvaje que solo Pedro había follado.
Abrió mi flor de par en par, no tuvo contemplación, su puño era pequeño y me mamo como si fuera una gota en el desierto, extrajo todos los líquidos de mi pozo, entro sus dedos hasta lograr el puño entero y hacerme Fisting mientras subió a mis tetas y bordeo todo mi seno izquierdo y comenzó a mordisquear y lamer mis pezones.
Mi sexo se estiro por ella, hizo la labro de un macho pero sin prisa, si Pedro le tomaba menos de 5 minutos venirse, Betty cuadruplico el tiempo de follarme de acariciarme y de mamarme.
Le retumbe en sus oídos con mis gemidos y repase todo el lenguaje sucio del diccionario, me lleno de tantos besos, me venía una y otra vez y la maldita me robaba el beso para saber si estaba rígido, uno de los vestigios que en verdad la naturaleza permite descubrir el orgasmo verdadero de una mujer
Luego puso su cuerpo sobre mi cuerpo, sus tetas colgaban en mis labios mientras su frágil cuerpo recorría el mío de arriba abajo y hacia contacto nuestros dos sexos, nuestros dos clítoris, si el orgasmo provocaba mucha sensibilidad sentirla de nuevo era como una pomada para mí, me di vuelta y ahora ella era que estaba abajo y disfrutaba de la fruta de mis senos y de mi frote de muslo y raja con raja.
La vela se había apagado , el reloj de la arena se había agotado, lo cual indicaba que había pasado más de una hora, apenas nos secamos y nos pusimos nuestros vestidos por arriba, si hay algo que me encantaba de nuestra época dorada era que no llevaba ropa interior.
Nuestra casa no estaba lejos, la acompañe a su casa me presente frente a sus padres y de ahí fui a la mía, donde me esperaba mi madre (ya mi padre había muerto). Mi madre no pasaba mucho a Pedro quizás por ese celo de buscarme un partido mejor, alguien con más dinero. Pero el amor llama y además la tranca de Pedro era grande y jugosa. Él era un bueno de nadie, un muchacho grande, Mi madre nos permitía estar solos (quizás mejor sin quizás, yo sabía muy bien que a falta de sexo le gustaba observar, una especie de voyerismo) mientras Pedro veía su juego por TV para mí era fácil meter la mano y sacar su polla y entrarla en mi boca, aquella noche no era una excepción y más por lo cachonda y alegre que estaba. Con el rabillo de mis ojos vi como mi madre a la distancia se relamía de aquella vista que solo yo y Pedro podíamos hacerlo mientras pajeaba y lo mamaba quedaba quedaba en el sofá en posición de cuatro, aprovechando el para subirme un poco el vestido y meterme sus dedos en mi concha y luego de humedecerlo bien jugar con mi esfínter y darme deditos mientras ya al final jugaba con su verga en mi concha y finalmente se ponía arriba de mí.
-Abre esas piernas mi Vilma
Ábrete zorrita, de quien es esa concha?
-Tuya mi Pedro, cógelo …
Pedro trataba de estirar su orgasmo, eso lo sé por amor, pero era tan grande sus deseos que se vaciaba dentro de mí.
Dino que era mi cachorrito preferido le gustaba lamer mi sexo después que Pedro terminaba, quizás ese complemento perfecto de sentir su lengua explorándome me hacía venir fácilmente, pedro le fascinaba verlo y no faltaba de vez en cuando que se empalmaba su polla y Dino también le hacia el favor.
Mi madre mi putica madre prácticamente se pajeaba y se agarraba sus tetas mientras hacíamos el amor y cuando terminaba Pedro & Dino se iba a su cuarto como una santa.
A Pedro más calmado le tuve que contar mi experiencia lésbica, le dije que no era lesbiana más bien que me gustaba ambos sexos y que tener a Betty de cerca como amiga y alumna era algo increíble. Al principio le cayó mal la noticia pero luego acepto que le excitaba la idea de hacer un trio, pero que saliéramos a jugar bolos y que él iba a invitar a su mejor amigo Pablo, aquel amigo inseparable que a pesar de su baja estatura siempre me habría flirteado y en algunas ocasiones sin que Pedro lo supiera me había levantado la falda y magreado mis pumpies mientras que tomaba sus manos y hacia que yo le hiciera una paja rapida en vista que no tenía novia quizás aceptaba ese alarde de tenerlo como amigo.
Se acercaba el fin de semana e invite a Betty a jugar Bolos hice de chaperona frente a sus padres.
No me la sacaba de la cabeza y en verdad con el pretexto de ayudarla a cambiar en su casa nos trancamos por 15 minutos antes de salir y que Pedro nos buscara.
Quizás lo mejor de un rapidito es la adrenalina que te sube, nos besamos como si fuera la última vez que lo fuéramos hacer, sentir sus tetas en mi boca y acariciar su sexo rápidamente fue divina, esta vez mientras la mamaba mi lengua llego a ese culo tierno y virgen el chupe y probé su sabor prohibido . Betty me agarro tan fuerte que sentí ese orgasmo como si fuera mío propio.
Salimos de la habitación y con la aprobacion nos fuimos a jugar con Pedro y al llegar ahí estaba Pablo , a veces hay amores a primera vista, o existen sentimientos que hay que desarrollar, Betty le encanto la humildad de Pablo su caballerosidad , quizás lo opuesto a mi rustico príncipe Pedro .
No tuve en ese momento de decirle a Betty de hacer un trio o intercambio de pareja era muy extemporáneo todo, quizás en esos inicios me sentía muy egoísta y la quería para mi sola.
Aunque sabía bien que no pasaría mucho tiempo que Pablo la ligara a ella.
Pedro se abstenía de preguntarme de mi relación con Betty aunque él sabía muy bien de nuestros encuentros en el colegio.
Paso varios meses y al cumplir los 18 Betty le presento a Pablo a su familia como su novio, Pedro a su vez me desposo y se casó conmigo, quizás porque lo puse entre la espada y la pared.
Me explico en una de esas noches que me quedaba con Betty hacíamos el amor bestialmente, era ya casi una adición intercambiar los roles e intimidábamos 3 veces a la semana.
Llegaba más tarde y siempre encontraba a Pedro, para mí eso era lo normal y nunca me paso por la cabeza que Pedro se follaba a mi madre. Quien sedujo a quien no lo sé. La verdad es que ese día Betty tenía la menstruación y llegue más temprano, al abrir la puerta solo oí los gemidos de mi madre y las palabras/
-Siii carbrón cógeme como a mi hija
Dale ábreme ese culo , quiero sentir esa polla dentro de mi
Siii azótame dale ..
¡Mierda que rico !
Ahí estaba ella en cuatro y Pedro complaciéndola dándole por sus dos orificios
Sentí angustia y deseo que fuera yo.
Yo que le pegaba cuernos con Betty ahora sentía la necesidad que mi macho fuera mío y que la zorra de mi madre no me lo robaba.
Nunca Pedro me había cogido el culo, siempre pensé que esa verga era muy gorda para entrar en mi pequeño tesoro.
Con mi madre no fue así, el l puso mantequilla y su pene fue entrando con los gritos de maldito de mi madre que renegándolo en palabras hacia todo lo contrario empujándolo para adentro.
Pedro se portó como todo un Puto quizás con ese deseo penétrala lo hizo de forma brusca y en segundo aquel mástil grueso se perdió en mi vista, la enculo mientras le agarraba a sus tetas.
Dentro de mi encariñamiento deje que el suceso pasara como si fuera una novela, en la metía y sacaba rápidamente cambiando de orificios quizás en búsqueda de darle placer por los dos agujeros y saciar la lubricación de aquel ojete prohibido.
El baño de semen fue en su culo , su gemido fue alto
-¡Que rico mi puta mi zorra, no Vilma me ha dado su culo, eres la primera guarra que me lo da !
No sé si al oír esas palabras me enfurecí mas, pero en vez de llorar y botarlo decidí hacerme la pendeja y planear mi venganza y plantearle que nos casamos o rompemos, le dije claramente lo que había visto y que solo quedaba ese camino, además que mi virginidad anal se la iba dar en la noche de mi boda.