Los Cuidados de una Madre - Capítulos 001 al 004

heranlu

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Los Cuidados de una Madre - Capítulo 001



-Menuda putada, tanto esfuerzo para esa mierda de nota- Murmullaba entre dientes mientras abría la puerta de casa.

Suspender aquella asignatura me había dejado bastante tocado, le había dedicado mucho esfuerzo pero fue en vano. El siguiente cuadrimestre la aprobé con buena nota y comprendí que de nada servía estudiar si previamente no entendía los fundamentos, pero aquel día estaba verdaderamente hundido.

Al entrar en casa me encontré la comida caliente y la mesa puesta tan solo para mí, como cada tarde, pero esta vez me fui directo a la ducha.

-Soy yo mamá. Ya comeré más tarde, ahora no tengo hambre. Dije mientras entraba al baño.

-¿Qué te pasa? ¿Te encuentras mal?- Contesto mi madre desde su cuarto donde tumbada en la cama veía la televisión como cada tarde.

No contesté. Me quite la ropa y entre en la ducha, durante un rato deje que al agua cállese en mi cabeza esperando que arrastrase la frustración que sentía aquella tarde.

Tras cinco minutos bajo el agua salí de la ducha, me seque y enrolle la toalla entorno a mi cintura antes de abandonar el cuarto de baño en dirección al lavadero para depositar la ropa sucia.

-¿Qué te pasa hijo?- Volvió a preguntar mi madre desde su habitación.

Tras depositar la ropa en la lavadora me dirigí hasta su habitación deteniéndome por un momento en la entrada. Allí estaba ella tumbada en la cama y vistiendo un escotado camisón de verano mientras se distraía con aquel estúpido programa de chafardeo. A pesar de estar algo rellenita seguía siendo preciosa a sus casi 50 años.

Giro su cabeza hacia mí y mirándome a los ojos volvió a preguntar:

-¿Que te ocurre? ¿Estas enfermo?

Yo avance hacia la cama y me deje caer pesadamente de espadas, junto a ella, haciendo que toda la cama se tambalease por algunos segundos.

-Estoy bien mamá, pero no me siento bien. ¡una mierda de 3,5! Qué asco, tanto esfuerzo para nada.

-Bueno tranquilo, has aprobado el resto, no te tienes que poner así por una. Ya la aprobarás el próximo cuadrimestre hijo- Me dijo mientras clavaba un codo en la cama y se giraba quedando su bello rostro a escasos centímetros de mi cara.

-No le entiendes, me he esforzado, le he dedicado más horas que al resto y aun así he suspendido. ¿Qué más puedo hacer? Me siento derrotado.

-No te tienes que torturar así hijo, en la vida vas a tener que afrontar muchos reveses y debes saber sobrellevarlos para no sufrir. Verás como dentro de seis meses cuando pienses en ello te darás cuenta de que no era para tanto- Y mientras decía esto me acariciaba el pecho para consolarme.

-No sé, a veces me gustaría seguir siendo un niño…no mejor un bebe y no tener ninguna preocupación.

-Jajaja, nene para mí siempre seguirás siendo mi bebe.

-Lo digo en serio, ojala mi única preocupación fuese que me dieran el pecho y no tener que pensar en nada más ni tener responsabilidades de ningún tipo.

-Ay mi bebeee, que quiere que su mami le dé tética jajaja- dijo mientras plantaba un beso en mi frente.

-No me importaría la verdad.

-De eso hace casi 20 años niño, pero si tú quieres tu mami te da teta jajaja-

Y diciendo esto aparto su camisón para sacar uno de sus pechos y plantármelo en plena cara mientras burlonamente me decía:

-Ea ea mi nene, toma tu teta jajaja.

-¡Mamáaa!-Dije al principio sorprendido y con tono de reproche.

-¿No querías teta? Pues toma teta- Me dijo guiñándome el ojo.

En casa no éramos especialmente recatados ni nos escondíamos demasiado, así que no era la primera vez que veía las tetas de mi madre, pero de aquello a que me plantase las tetas en plena cara había una gran diferencia. Eran unos pechos grandes y blancos con la aureola y los pezones rosados, alguna vena asomaba tímidamente bajo la piel con un color azulado indicando que sin duda habían cumplido perfectamente con su objetivo de alimentarme tanto tiempo atrás.

Evidentemente no eran unos pechos duros y tampoco habían conseguido desafiar la ley de la gravedad, pero a mi parecer y al de las muchas miradas que atraían cuando vestían escote continuaban siendo unas tetas deliciosas.

-Que payasa eres mama- y en un primer gesto di un beso a aquel pecho que se me ofrecía pensando que la broma iba a terminar y lo retiraría en breve.

-Vamos.. ¿A qué estas esperando? Aprovéchate bebe, que hoy no has comido nada- Y mientras decía este tomo su teta para llevarla hasta mi boca depositando su pezón sobre mis labios.

Separe mis labios permitiendo que aquel delicioso pezón se adentrase en mi boca para ser recibido por mi lengua que salía a su encuentro. En un primer momento comencé a recorrer tímidamente la aureola con mi lengua para lamer el pezón a continuación y terminar por cerrar mis labios entorno aquel delicado garbanzo del que succionaba suavemente como si fuese el más frágil de los recipientes.

-¿Te gusta?

-Sí, claro.

-No tengas cuidado, no vas a romperla hijo. – Me dijo mientras los dedos de su mano me acariciaban enredaban en mi pelo.

Mi boca se abrió entonces de par en par para cerrarse entorno de aquella teta intentando abarcar lo máximo posible. Comencé a succionar con más fuerza alternado las lamidas con pequeños mordiscos y chupetones, realmente parecía que estaba hambriento y que únicamente aquel pecho podía saciar mi apetito.

Lance mi mano derecha en busca de su otra teta y sacándola del camisón comencé a amasarla y apretarla entre mis dedos mientras mi boca seguía devorando la primera. Los pezones de mi madre comenzaron a endurecerse bajo los cuidados de mi lengua el izquierdo y el derecho de mi dedo pulgar con el que lo oprimía mientras el resto de mi mano intentaba abarcar todo lo posible.

-Si tienes hambre cariño-

-Sí, tengo hambre y no quiero hacer otra cosa hoy que no sea mamar de tus pechos mamá.

Y diciendo esto me lance a comerme la otra teta , los pechos de mi madre se alternaban en mi boca mientras mis manos los amasaban estrujándolos y mi lengua los saboreaba dejándolos mojados y escurridizos por mi propia saliva.

Mi polla totalmente erecta asomaba ya entre la toalla que se había aflojado de mi cintura, mi madre acariciaba mi pelo con una mano y con la otra mi pecho, tome esta con la mía y la baje hasta depositarla sobre mi miembro para después volver hasta sus maravillosas tetas.

En un primer momento simplemente dejo la mano allí puesta mientras yo lamia y lamia desesperado y ella me tranquilizaba con su suave voz.

-Ssss mi niño, olvida los problemas y tranquilízate. Mamá siempre va estar aquí para ti, simplemente sácalo todo y relájate cariño.

Su mano comenzó a deslizarse con suavidad alternando las acaricias entre mi polla y mis testículos. Sentir aquello mientras lamia las tetas de mamá me estaba proporcionando un placer infinito. Su mano termino por rodear mi miembro y comenzó a deslizarse muy lentamente arriba y abajo masturbándome con una suavidad infinita.

El sabor de aquellos dulces pechos, el delicioso olor su cuerpo y el tacto de sus magníficas tetas junto a las caricias que mi madre saturaban totalmente mis sentidos y consiguieron sumergirme por completo en un estado que era mezcla de paz y excitación. Sin duda ya no me importaba para nada aquel suspenso.

Allí no había nada que ocultar, nada que demostrar a nadie. El amor de mi madre era y sería siempre incondicional, estaba allí totalmente para mí y yo para ella era lo más importante del mundo

-Te quiero mamá- Dije mirándola a sus tiernos ojos mientras separaba mi boca de aquellas tetas y aprovechaba para tomar aire por un instante antes de volver a zambullirme entre sus pechos.

-Lo sé nene, lo sé. Sáciate cuanto quieras cariño.

-Ummm, me encantan tus tetas mamá, me quedaría así para siempre.

Su mano apretaba mi polla subiendo y bajando despacio por ella mientras su pulgar humedecía mi capullo restregando las primeras gotas de líquido pre seminal que hacían presagiar lo que estaba por venir.

-Ahhh, mamá si sigues tocándome me voy a correr.

-Hazlo cariño, deja que salga todo, mamá hará que te sientas mejor.

Mi madre acelero ligeramente el ritmo de su mano y tras algunas sacudidas más las contracciones comenzaron a recorrer mis huevos y polla. Me estaba corriendo de una forma bestial mientras chupaba como un desesperado aquellos durísimos pezones como si los quisiese arrancar de aquellas poderosas tetas.

-Ummmm…me corroooo mamiiii.

-Siii nene, correte para mamá.

Los chorros de semen comenzaron a brotar de mi polla, cierta cantidad cayó sobre la mano de mi madre, algunos chorros mancharon la toalla y otros su camisón.

Cuando termino mi descarga mi madre siguió acariciando suavemente mi miembro con su mano mientras yo seguía lamiendo aquellas tetas de forma cada vez más suave a la vez que las besaba. Finalmente retire mi boca y mirándola a los ojos le dije:

-Mamá te quiero.

-Y yo a ti cariño. ¿Estas más tranquilo ahora?

-Sí, creo que me has dejado mucho más relajado. Gracias, eres la mejor.

-Me alegra que estés más relajado. Deberías ir a ponerte el pijama y a comer algo, tienes la comida aun esperándote en la mesa nene.

-Ok, pero lo he manchado todo- Dije bajando los ojos algo avergonzado.

-No te preocupes ya lo limpio yo, anda ves- Y diciendo me esto me cogió de la barbilla y me dio un pequeño piquito en los labios.

-Has conseguido que abrirme el apetito, eres la mejor- y diciendo esto me levante de la cama y emprendí el camino de mi habitación para en fundarme el pijama.

-Claro que si hijo, que aproveche me dijo guiñándome el ojo.

Durante la media hora que emplee en ponerme el pijama y comer debía tener la sonrisa de oreja a oreja más bobalicona del mundo. Hacía apenas un rato estaba realmente hundido y ahora me considera el tipo más afortunado del mundo recordando lo que había pasado hace unos minutos y pensando que no me iba a ver nunca más en otra igual, pero como estaba a punto de comprobar aquello solo había sido el principio.
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heranlu

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Los Cuidados de una Madre - Capítulo 002


Cuando termine de comer recogí la mesa y puse en marcha el lavavajillas. Mi madre continuaba en su habitación y no había dado señales de vida durante la última media hora, así que decidí acercarme hasta su habitación.

Los intrascendentes parloteos que aquel odioso programa emitía llegaban hasta mis oídos a través del pasillo. Tres o cuatro pasos antes de llegar a la puerta el instinto me hizo ralentizar el avance para aproximarme finalmente hasta el marco de modo sigiloso, aquel presentimiento me premio con lo a mis ojos pudieron ver a continuación.

Mi madre se hallaba tumbada boca arriba, respirando agitadamente con los ojos cerrados y un gesto de placer en el que se mordisqueaba el labio inferior. Sus bragas estaban tiradas a un lado y mantenía sus piernas abiertas y ligeramente flexionadas, mientras con su mano derecha pellizcaba el pezón de una de sus tetas que estaba totalmente fuera del camisón y con la izquierda acariciaba su entrepierna.

tolla que me cubría hacía apenas media hora y que había quedado olvidada en la cama, yacía ahora doblada varias veces bajo los muslos y el culo de mi madre mientras ella hundía sus dedos en el ensortijado vello de su coñito acariciando su vibrante clítoris con rápidos movimientos. Para mi aquella visión era divina, su coño se veía muy mojado y sus hinchados labios entreabiertos dejaban escapar la humedad interior empapando los pocos pelos que se encontraban alrededor de su raja.

Durante algunos segundos contemple atónito la escena mientras pensaba en lo jilipollas que era. –¿acaso eres tonto? Es una mujer, además de tu madre. ¿Pensabas que después de comerle las tetas y hacerte la paja que te ha hecho ella no iba a estar excitada también? Pero que idiota eres macho, ¿Cómo no la has tocado antes? ¿Cómo la has dejado así?

Mi polla ya estaba a tope bajo el pijama y yo decidido a entrar a saco y lanzarme a comerme aquel delicioso coño cuando mi madre abrió los ojos y me encontró allí plantado como un pasmarote.

-AYYY!!! NIÑO QUE SUSTO!!!- ¿QUÉ HACES PLANTADO EN LA PUERTA?- Grito a la vez que pegaba un bote en la cama cerrando las piernas e intentando taparse lo mejor posible, mientras su cara tomaba un color cada vez más encarnado.

-Yo.., lo siento mamá, ha sido sin querer, perdona.- Dije tomando el camino de la cama para sentarme a su lado.

-No importa hijo, perdona tú, debería haber cerrado la puerta. Qué vergüenza por Dios- Tapándose la cara con las manos.

-No no mamá, ¿Vergüenza por qué? No debes tener vergüenza, no tengas vergüenza conmigo por favor.- Mientras decía esto intentaba apartar sus manos de su cara y acariciarla la mejilla.

-Perdóname hijo, me he puesto muy tonta antes- Con una lágrima deslizándose por su mejilla que mi pulgar enjuaga.-Y ahora me has visto como no me tenías que haber visto.

-¿Por qué mamá? ¿Por qué no te tenía que haber visto? Para mí lo que he visto es totalmente precioso, daría lo que fuese por poder seguir contemplando lo bonita que estabas. He sido un tonto antes pensando que tú no tendrías tus necesidades-Aparté su mano para besar las lágrimas que corrían por su mejilla.

-Nene, pero que dices. Yo antes solo quería que estuvieses bien, que olvidases lo que te apenaba, haría o que fuese por ti cariño, pero no he podido evitar ponerme tan tonta y yo debería saber controlarme.

-No mamá, tú tienes tanto derecho como lo pueda tener yo, eres una mujer preciosa y es normal que sientas. Perdóname no haber pensado en ti antes

-Hijo, tú a mí no me debes nada de verdad, tú no tienes por qué pensar en mí.

-Verdaderamente me apetece pensar en ti, me apetece verte tan preciosa como estabas hace unos minutos- La bese tiernamente en la comisura de sus labios y ella poco a poco se fue calmando.

-¿Cómo quieres verme hijo?

-Quiero verte justo como estabas cuando he llegado a la habitación mamá, quiero poder ver lo preciosa que eres allí donde no te he visto nunca mami.

-¿Hijo de verdad quieres eso? ¿Qué vergüenza!

-Es lo único que deseo hacer ahora mismo- Y mientras decía esto la empuje ligeramente para volver a tumbarla en la cama desde la posición sentada en que nos encontrábamos.

-Pero nene.

-Ssssss, no mamá, déjame verte por favor-

Volví a darle un piquito en los labios para bajar por su torso deteniéndome por un momento en sus pechos los cuales bese apartando a un lado el camisón antes de seguir descendiendo por su vientre para finalmente llegar hasta sus piernas las cuales mantenía cerradas. Su camisón estaba bajado cubriéndole hasta medio muslo, lo tome y fui subiéndolo poco a poco mientras mis labios besaban la piel descubierta, al descubrir su pubis apareció un sedoso pelo negro oscuro, no muy espeso pero si largo, no se extendía más allá de donde se debía extender, pero el bello que había no estaba recortado en modo alguno. Mi nariz y mis labios se deslizaron rozando aquel vello, sintiendo su delicada caricia en mi piel y experimentando ella un pequeño escalofrió, finalmente termine por depositar su camisón justo por encima de su ombligo y comencé a besar su vientre desnudo mientras mis dedos juagaban con el bello de su pubis.

-Me haces cosquillas nene- Dijo mientras su vientre se contraía experimentando pequeños sobresaltos con mis caricias.

-Eres preciosa mamá.

-No es verdad, estoy vieja y gorda.

-Yo te encuentro deliciosa.

Mi mano bajo por sus piernas hasta sus rodillas para luego emprender el camino de subida adentrándose por el interior de sus piernas obligándola a abrir sus piernas y permitiéndome ver aquel tesoro en todo su esplendor. Rápidamente llego hasta mi nariz la fragancia embriagadora que desprendía el coño de mamá haciendo que mi corazón se desbocara.

-¿En serio?- Doblo ligeramente sus rodillas y se abrió más para regalarme con el espectáculo de aquel coño maduro totalmente expuesto para mí.

-Totalmente en serio, eres preciosa mamá. No sabes lo erótica y sexy que estás ahora mismo-

Comencé a besar sus piernas desde la rodilla y descendiendo por el interior de sus muslos llegue a sus ingles para detenerme y aspirar profundamente aquel aroma. Retire la cabeza para poder para admirar el delicioso coño de mamá mientras mi mano se deslizo hasta poder acariciar sus labios húmedos y carnosos con las yemas de mis temblorosos dedos.

-¿Te gusta lo que ves nene?- El ánimo de mi madre parecía recuperarse y su voz se animaba por momento.

-No solo me gusta lo que veo, también me encanta el tacto que tiene.

Mi pulgar comenzó a deslizarse entre los pliegues de los labios del coñito de mamá de tal forma con un leve aumento de la presión basto para que este se sumergiese en lo que parecía una piscina de aguas termales. EL calor y la humedad que pude sentir en mis dedos me proporcionaron una sensación muy placentera y aumentaron mis ganas de seguir explorando.

-Nene a mí también me gusta cómo se siente- decía mi madre mordiendo se el labio inferior.

Yo con los dedos pulgar e índice de mi mano izquierda separaba los labios de su coño dejándolo abierto y mostrándome su jugoso y húmedo interior mientras que los dedos de la derecha se adentraban en su interior.

-Estas muy mojada mamá, que tonto no haberme dado cuanta antes.

El lento mete y saca de mis dedos provocaban que un hilillo de líquido espeso destilase de su coñito deslizándose por su perineo y por sus muslos en dirección a las sabanas.

-Mmmm, si cariño, siempre he mojado mucho y hoy estoy realmente chorreando. Sentir como me comías las tetas y acariciarte hasta que te has descargado me ha puesto muy mala.

Comencé a aumentar el ritmo del mete y saca de mis dedos, mi pulgar acariciaba su abultado clítoris y los pliegues que lo cubrían mientras mis dedos entraban y salían chapoteando literalmente en su encharcado coño.

-Ayyy neneee me matas de gustoo…la toalla… pon bien la toalla que lo mancho todo mmm. Y levantando su culo ella misma coloco la toalla de forma que absorbiese todos aquellos jugos que su chocho era capaz de destilar.

Mi boca se hacía agua viendo lo mucho que mamá mojaba y ya no puede resistir más el deseo lanzándome sobre ella con mi boca abierta para sorber los voluminosos labios y hundir mi lengua en su raja para saborear su coño. Comencé a comerle el coño desde abajo hacia arriba recogiendo con mi lengua todos los jugos que era capaz de beber y restregando mi nariz por su raja en el camino hasta su clítoris el cual terminaba por sorber y estirar hasta que se despegaba de mis labios para volver a zambullirme tan profundamente como la longitud de mi lengua permitía en su interior.

-Joder mamá que rica estas mmmm, me encanta tu sabor, me encanta tu olor, me bebería tu coño hasta dejarlo seco.. ummm.

-Aghh… te digo yo…. Que no…se seca neneee- Contesto jadeando mientras mordisqueaba su labio inferior y acariciaba sus tetas desparramadas fuera del camisón.

Con mis manos separaba sus piernas y las empujaba hacia atrás para abrirla al máximo y adéntrame tanto como fuera posible en su interior con mi lengua que cada vez se movía más y más rápido intentando llevar a la boca tanto como fuera posible.

-Nene, neneeee, ay nene que me corro, ayyy neneeee que me corroooo.

Note las contracciones de su coño en mi boca mientras un torrente de fluido manaba de su interior mojando toda mi cara, sus vientre se contaría con cada oleada de placer provocando que el líquido escapase de su vagina con presión pulsante, sus muslos intentaban cerrarse descontrolados pero mi cabeza y mi cara pegada a su coño se lo impedían.

Poco a poco sus espasmos de placer fueron cesando y recupero el control de si misma, mientras con mi lengua le daba unos últimos lametones en el coño para después emprender un camino de besos ascendente por su cuerpo pasando por su vientre y pechos antes de tumbarme de costado a su lado.

Su respiración agitada imprimía un movimiento de sube y baja a sus temblorosos pechos, giro su cara mucho más relajada hacia mi y con una gran sonrisa en su rostro me dijo.

-¿Ves como no eres capaz de dejar a mamá seca?- y acercando su cara a la mía nuestras bocas abiertas se encontraron comenzando un largo y húmedo beso en el que nuestras leguas luchaban entre si.

-Ha sido espectacular mamá, me ha encantado.

-Diría que si cariño, o al menos eso parece por el bulto que estas marcando- Y diciendo esto su mano se metió bajo el pijama rodeando mi polla que estaba totalmente tiesa.

Yo me tire nuevamente a lamer sus labios, y morder su cuello mientras mis manos hacia presa de sus tetazas apretándola y pellizcando sus pezones.

-Ayy me haces daño, más suave nene.

-Quiero estas dentro tuyo mamá- Le dije separándome por un momento y mirándola a los ojos.

-¿Lo deseas mucho?- Me contesto con brillo especial en su mirada.

-Es todo cuanto deseo por favor.

Volvió a besarme con la boca abierta mientras me empujaba para tumbarme de espaldas en la cama e incorporándose levanto una pierna para situarse a horcajadas sobre mí.

-Mamá también lo desea cariño. ¡Fuera pantalón!- ordeno.

Como un resorte lleve mis manos hasta el pantalón del pijama para, levantado el culo, deshacerme de el a la menor brevedad posible. Al bajar el pantalón mi polla quedo liberada golpeando la entrepierna de mi madre. Ella por su parte tomo su camisón y levantando los brazos se deshizo de este dejando totalmente liberadas sus espléndidas tetazas. Entonces mirándome fijamente a los ojos y con una bonita sonrisa bajo su mano hasta mi polla y tomándola comenzó a restregarla a lo largo de su chorreante raja humedeciendo el glande para finalmente apuntarla a su interior y comenzar un lento descenso.

Fue una sensación indescriptible sentir como su coño engullía mi polla rodeándola con su humedad y calor haciéndome sentir en el mismísimo cielo. Ella cerró los ojos mientras descendía sobre mí concentrándose al máximo en sentir mi miembro atravesándola hasta terminar sentada sobre él y clavada al máximo.

-Bufff que caliente estás mamá.

-Mmmm que bien se siente cariño, no sé como has podido ponerme así.

Diciendo esto se reclino hacia atrás apoyándose con sus manos en mis piernas y comenzó a agitar sus caderas batiendo mi polla en el interior de su coño mientras sus tetas, con los pezones totalmente erectos, caían a ambos lados. En aquella postura podía ver perfectamente como mi polla se deslizaba en su interior y como por el tronco bajaba un fluido ligeramente blanquecino que lubricaba a la perfección y empapándome hasta los huevos.

-Dame tus tetas, las quiero- Dije incorporándome y alargando las manos para intentar tomarlas.

-Las manos quietas nene, aquí manda mamá- Y diciendo esto se incorporó hacia adelante poniendo una mano en mi pecho para cargar con todo su peso y hacerme caer en la cama.

-Si quieres las tetas de mamá debes intentar cogerlas con la boca jaja.

Se inclinó hacia delante quedando sus tetas colgando frente a mi cara y comenzó a mover sus caderas en un inicialmente lento mete y saca que hacía que sus pechos se bamboleasen a escasos centímetros de mi rostro. Las tetas de mamá me vuelven loco así que cada vez que estas se acercaban alargaba mi lengua al máximo para intentar lamer y sorber todo lo que podía ates de que volviesen a escapar de mi boca.

Mi madre fue aumentado el ritmo de la follada, sus lustrosas tetas brillaban empapadas por mi saliva y su cara de placer y vicio mordiéndose los labios mientras emitía gemiditos de placer cada vez que se clavaba mi polla me estaban volviendo loco y no podría aguantar mucho más, así que se lo hice saber.

-Aghhh…joder mamá si sigues así me corro.

-Mmmm, no nene, no puedes correrte dentro de mami, hoy no..- y desclavándose mi polla se tumbó nuevamente a mi lado dejando mi polla totalmente embadurnada con por sus fluidos.

-Buff, me has puesto muy burro no podía controlarme estaba a punto. Y girándome hacia ella la bese en los labios.

-Tranquilo respira y relájate, quizás sea mejor que seas tú quien folle a mamá-dijo guiñándome un ojo- Seguro que controlas más nene-

Se tumbó de espaldas abriéndose de piernas y con un gesto de su cabeza me invito a que me situase encima de ella. Rápidamente acudí entre sus piernas, no pude resistir el lanzarme por unos segundos a por su coño y darle un par de lametones antes de incorporarme para coger mi polla y restregarla unas cuantas a lo largo de su raja como si fuese una brocha que esparce pintura.

-Ufffff, me encanta como se siente al restregarte la polla mamá-

-Ummmm ¿Estas esperando algo para meterla?

Y separando los labios de su coño con las manos me invito a clavarme en su interior a lo que respondí apuntando con mi polla y dejando caer mi cuerpo de forma que su coño comenzó a acogerme de nuevo en su interior clavándome hasta los huevos justo a la vez que mi boca llegaba hasta la suya y entrelazándose nuestras lenguas en un intercambio de saliva.

-Aghhh como me la clavas cariño ayyy aprieta fuerte mmm-

Mi madre me rodeo con sus piernas apretándome fuertemente contra ella en un intento de que me clavase tan profundamente como fuera posible mientras comenzaba un mete y saca que esta vez sí podía controlar.

Yo me recostaba con todo mi peso sobre sobre ella aplastando sus ricas tetazas y mi boca se apodero de su cuello mientras ella me abrazaba con fuerza y gemía al sentir cada una de mis embestidas.

-Siii nene follate a tu mami aaahhh, vuelves a estar dentro de mi cariño, mi coño te pertenece cielo ummm, haz todo lo que quieras con el ohhhh.

-Te quierooo, quiero follarte mil veces mamá, solo quiero estar dentro tuyo ufff.

Mi respiración se agitaba por momentos, comencé a entrar y a salir de mi madre con movimientos cada vez más rápidos y fuertes, mis huevos golpeaban sus nalgas con cada embestida emitiendo un característico sonido chop chop chop.

-Ayyy que gustooo, así cariñooo, mmm así rápido no te paressss dame rápido aghhh dame rápido que me corro vida, ayyyy dame que me corro, dame que me corroooo..

Fue como un calambrazo que sacudió todo su cuerpo, me detuve clavando mi polla tan profundamente en su coño como me era posible mientras sentía como este se contraía apretándome en una serie de intensos espasmos y notaba como oleadas de líquido eran expulsadas de su interior empapando mis huevos. Sus brazos se aferraban con tal fuerza a mi cuerpo que parecía que íbamos a fundirnos en unos solo. Fue entonces cuando note que ya no podía aguantar más y que mi corrida era inevitable.

-Me voy a correr mamáaa, me voy a correr….

-Salte nene, salte, córrete sobre mamá.

Separo sus piernas liberándome de aquel abrazo que me aferraba y rápidamente salí de su interior justo en el momento en que mi polla expulsaba un primer chorro de semen que fue a parar a su vientre, tomando mi miembro con la mano lleve el capullo hasta su pubis y termine de correrme abundantemente sobre este.

-Joder mamá, creo que no me había corrido así en mi vida.

Mi madre con una sonrisa y mirándome tiernamente a los ojos llevo su mano derecha hasta su pubis y comenzó a restregar mí en su vello como si de una mascarilla se tratase, yo me tumbe nuevamente junto a ella en la cama y busque su boca para besarla primero y luego continuar con interminables piquitos en sus labios que ella recibía gustosamente mientras con mis manos volvía a acariciar sus pechos.

-Mi nene se ha vuelto a correr para mí. Perdóname cariño, te prometo que el mes que viene podrás correrte dentro de mamá.

-No sabes cómo me gustaría mamá.

-No solo a ti cariño, no solo a ti….

Yacimos el uno junto al otro buena parte de lo que quedaba de tarde entre mil besos y arrumacos
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heranlu

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Los Cuidados de una Madre - Capítulo 003


Tras aquella gloriosa tarde junto a mi madre di por hecho que estaría dispuesta a satisfacer mis deseos cada vez que se me antojase. El cuadrimestre había terminado y tenía toda una semana libre hasta el comienzo de las clases en la universidad, así que daba por hecho que durante aquella semana disfrutaría de mis pequeñas vacaciones y de mi gran madre a mi antojo, pero estaba muy equivocado tal y como pude comprobar al día siguiente.

No me desperté hasta pasadas las diez de la mañana y lo hice tal y como los hacen la mayoría de los hombres jóvenes, es decir con la polla apuntando al techo. A sabiendas de que a aquellas horas en casa solo podía estar mi madre salí de mi cuarto totalmente desnudo y confiado. Recorrí el pasillo y al llegar a la puerta de la cocina la encontré preparando algo sobre la encimera ataviada con uno de sus camisones de estar por casa.

No lo pensé un segundo, me abalance sobre ella rodeándola con mis brazos y agarrando sus tetas con mis manos mientras apoyaba la polla contra su culo y la besaba en el cuello. Ella dio un respingo mientras yo le decía en la oreja:

-Ven aquí mamá que me he levantado hoy muy revoltoso.

-¿Pero qué haces?- me dijo dándome un codazo y dándose la vuelta- ¿No ves que estoy haciendo cosas?-Me espeto mirándome con gesto serio a la cara.

Mi polla quedo apoyada justo sobre su vientre y mis manos se dirigieron nuevamente a sus pechos intentando sacarlos del camisón.

-Venga mamá ya seguirás luego que ahora tengo ganas de follarte- Dije pensando que aquello formaba parte del juego, pero…

PLAS!

Un pitido en el oído me dejo bien claro que el bofetón había sido tremendo.

-He dicho que no ¿no me entiendes?- Dijo esto mirando a mi estupefacto rostro con gran enfado y a continuación se dio la vuelta para continuar con sus quehaceres.

Me quede por unos instantes allí plantado como un pasmarote mientras mi erección se venía abajo por segundos. Una mezcla de sensaciones invadía mi mente, la culpabilidad por haberme propasado se mezclaba con indignación e ira ante la actitud, tan diferente al día anterior, de mi madre.

Me di la vuelta y enfadado me dirigí al baño para cerrar con un portazo una vez dentro.

–Pero que se ha pensado esta, ayer se corrió en mi boca y ahora me parte la cara la muy… Estos eran mis pensamientos mientras me introducía en la ducha y abría los grifos del agua en intento de calmar el estado en que me encontraba.

Estuve por unos minutos bajo el agua intentando serenarme y aclarar aquel barullo de sentimientos cuando la puerta del baño se abrió.

-Nene, ¿estás bien?

-Joder mamá déjame en paz.

-Lo siento cariño, no quería golpearte, perdóname. Es que… es que no puede ser nene.

- ¿No puede ser? Pues ayer bien que fue joder- Conteste enfadado y dándole la espalda bajo el agua levante mis brazos para apoyarme contra la pared de la ducha a la vez que dejaba caer mi cabeza en señal de derrota.

-No te pongas así nene, no me entiendes, no es que no quiera…

-¿Es que qué? Mamá.

Mi madre abrió la mampara de la ducha y entro tras de mi para abrazarme y dejar caer su cabeza contra mi espada. El agua de la ducha comenzó a mojarla empapando su camisón como no podía ser de otro modo.

-Nene nada me apetece más que sentirte, nada deseo más que sentir como me llenas, pero es tan arriesgado.

¿Arriesgado porque Mamá?

-Cariño yo soy todavía fértil, toda la noche llevo dándole vueltas, es muy arriesgado podríamos tener un disgusto

-Tendremos cuidado Mamá, hay mil formas de …

-No va a funcionar nene, me conozco y sé que no funcionará. Sé que si lo hacemos no voy a poder controlarme y tarde o temprano voy a querer que te corras dentro de mí. Lo que puede pasar tarde o temprano pasará y yo no voy a ser lo suficientemente fuerte para evitarlo si damos pie, lo sé.

-Pero Mamá, pondremos medios

- No cariño debes esperar. Cuando nos excitamos perdemos la razón y el control no es posible y créeme que no hay nada que desee más que sentirte dentro de mi nuevamente- Mi madre me abrazaba y acariciaba el pecho mientras intentaba convencerme entre sollozos que se veían ahogados baja el ruido del agua que golpeaba nuestros cuerpos.

-¿Esperar? ¿Esperar a que? ¿Cómo vamos a poder resistir?

-Tenemos que esperar a mi próximo ciclo cariño, volveré a tomar la píldora, serán unas semanas. Entonces seré toda tuya.

Me sentía como un idiota, hacia tan solo unos minutos la ira me consumía pensando que mi madre me rechazaba cuando en realidad acababa de confesarme, llorando en mi espalda, lo mucho que me deseaba.

-Mamá perdóname, he sido un estúpido por tratarse así- Dije girándome para abrazarla.

-No importa hijo, no importa, debí haberte explicado-

Mamá se separó ligeramente de mí y poniéndose de puntillas me dio un pico en los labios seguidamente quedarse mirándome con una bonita sonrisa mientras trataba de enjugarse las lágrimas con la mano en un gesto que era del todo inútil baja el agua.

-No llores por favor mamá… ¡Pero mira cómo te has puesto! Estas completamente empapada.

El camisón de mi madre estaba totalmente empapado provocando que la fina tela se volviese traslucida y se pegase totalmente a su cuerpo mostrando todos sus encantos. Sus preciosos y generosos pechos desafiaban la tela con sus erizados pezones, más abajo una mancha de color oscura mostraba donde se hallaba el delicioso sexo de mi madre.

Para mí en aquel momento era la mujer más bonita y sexi del mundo con lo que mi pene no pudo reaccionar de otra forma que no fuese con una tremenda erección en forma de saludo al voluptuoso cuerpo de mi madre.

-No pasa nada nene, es solo ropa. Pero mira como estas tú otra vez-Dijo rodeando mi miembro erecto con su pequeña mano.

-No te preocupes Mamá, ya me las apañare como pueda aunque seguro que voy a pasar más de un calentón soñando con tenerte en unas semanas.

-¿Harás eso por mi hijo? ¿Esperaras por tu madre?

-Claro que sí Mamá, me portare bien, te lo prometo.

No tenía ni idea de cómo iba a poder aguantar tantos días. Estaba prometiendo aquello a mi madre mientras estaba desnudo en la ducha, totalmente empalmado, ante los encantos de aquella preciosa mujer madura que para rematar la faena sujetaba mi polla con su manita mientras no dejaba de mirarme con amoroso gesto a los ojos. Desde luego no las tenía todas conmigo.

-Gracias mi vida, te garantizo que si esperas Mama te recompensará-

Entonces su mirada descendió nuevamente en dirección a mi miembro y comenzó a acariciarlo suavemente mientras se mordía su labio inferior en un gesto que me pareció de lo más sexi y levantando nuevamente sus ojos en dirección delos míos pronunció las palabras que yo estaba deseando escuchar.

-Sería muy injusto dejarte así hoy ¿verdad cariño?

-No sé si sería injusto Mamá pero esto no sé yo si se me baja hoy.

-No te preocupes nene que yo me encargo de que hoy se baje, pero recuerda que después tendremos que esperar.

-Prometido Mami.

A continuación deslizo su mano a lo largo de toda mi polla antes de soltarla suavemente para salir de la ducha por unos instantes y volver a continuación con un pequeño taburete de plástico.

-Hazme sitio cariño.

Mi madre situó aquel pequeño taburete en la ducha y se sentó, levanto la vista hacia mí y alargando su mano me tomo nuevamente por mi miembro para estirar atrayéndome en su dirección.

-Ven con Mami- Me dijo con una sonrisa.

Mi madre comenzó a acariciar mi polla con una mano mientras con la otra acariciaba los testículos que guardaban el tesoro que momentos antes había confesado desear tanto. Alargue mi mano en dirección a su rosto y apartando su mojado pelo comencé a acariciar su preciosa carita mientras no dejaba de sonreírme.

-Veras como te va a gustar-

Soltó mi polla por un momento y desabrochando los botones superiores de su camisón libero sus tetazas que colgaban de forma imponente con aquellos deliciosos pezones, que tanto me gustaba chupar, hinchados ante la morbosa situación.

-Te gustan las tetas de Mamá ¿verdad cielo?- Me pregunto mirándome a los ojos.

-Sabes que me muero por ellas.

-Son tuyas cariño. Coge el gel de ducha y deja caer un buen chorro justo aquí nene.

Mi madre dijo esto a la vez que sujetaba sus tetas apretándolas y subiéndolas ofreciéndome una vista impresionante. No dude un momento y cumplí las ordenes de mi amada madre al instante dejando caer un buen chorro de gel que ella esparció generosamente por sus mojadas tetas levantado algo de espuma y haciéndolas brillar de una forma que uno no querría hacer otra cosa que deslizarse por ellas.

-Ahora trae aquí esa preciosa polla que tienes mi niño que mamá se va a ocupar de ella.

Aquello era un sueño. Separe mis piernas de forma que mi altura menguase hasta terminar situando mi polla justo al altura de aquella dos tetazas y mi madre tomándola con una de sus manos comenzó a restregar mi polla por sus pechos recreándose en un principio con sus grandes pezones contra los que restregaba mi glande totalmente hinchado.

-¿Te gusta cariño?

-Me vuelves loco Mamá.

Entonces soltando mi polla tomo sus tetas y las acerco rodeando mi miembro con ellas comenzando así la mejor cubana que os podías imaginar. Mi polla se deslizaba suavemente entre sus pechos perfectamente lubricados por el gel de ducha a pesar de que mi madre ejercía una considerable presión con sus manos. Definitivamente era la combinación de presión y suavidad perfecta.

-Joder Mamá que gustazo estar entre tus tetas, se sienten tan suaves.

-Son totalmente tuyas nene, disfrútalas a tu antojo.

Los movimientos de mi madre se hacían intensos por momentos castigando mi polla cuyo glande aparecía y desaparecía entre sus pechos alternativamente. No se por cuantos minutos estuve disfrutando de los maravillosos cuidados que mi madre me estaba proporcionando pero sabía que no iba a poder aguantar mucho más sin córreme y se lo hice saber.

-Mmm Mamá creo que voy correrme, esto es delicioso…aghhh.

-Correte para Mami cariño, correte pero no quiero que se pierda ni una gota nunca más de tu preciosa leche.

Mi madre dijo esto y soltando sus tetas se hizo con la alcachofa de la ducha con una mano y con mi polla con la otra de forma que al agua se llevase cualquier rastro de gel de mi miembro.

-¿Qué haces Mamá?

No necesite respuesta. Con un movimiento bruco mi madre se deshizo de la alcachofa de la ducha y del taburete para abalanzarse sobre mi polla con desesperación y abriendo su boca engullirla por completo.

-Dios Mamá…. Aghh.

No daba crédito a lo que veía, la boca de mi madre devoraba mi polla por completo haciendo tope sus labios contra mi pubis donde aguato por unos momentos antes de tener que retirarse para coger aire.

Cogió mi polla nuevamente con su mano y mientras me la machacaba mi miro a los ojos con cara de salida me dijo.

-Ya te he dicho que no quiero que se pierda ni una gota de tu leche.

Acto seguido comenzó a mamármela de forma intensa alternando lamidas con profundas envestidas que hacían adentrarse mi polla hasta hacer tope en su garganta.

-Aghh no puedo más, esto es demasiado… me corro…me corro.

Sujete la cabeza de mi madre con las manos y comencé a descargar de forma intensa numerosos chorros de semen en su boca mientras ella me miraba con una indescriptible cara mujer totalmente salida y extasiada.

Mi polla no salió en ningún momento de su boca aún después de descargar la última gota de leche, no hasta que ella termino de tragarlo todo y limpiar mi polla recorriendo mi glande con su lengua y sin que en ningún momento dejásemos de mantener el contacto visual.

Finalmente sus labios liberaron mi polla ya en estado semiflacido y mi madre se incorpora para abrazarnos y fundirnos en un apasionado beso.
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heranlu

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Los Cuidados de una Madre - Capítulo 004


Tres semanas en las que mi impaciencia fue en aumento día tras día. Aquello había sido como entrar al paraíso y conocer todo lo bueno podía ofrecerte para que acto seguido te echasen a patadas.

La primera semana fue la peor ya que al disponer de tanto tiempo libre era difícil no pensar en mi madre y el sexo con ella, luego las clases comenzaron nuevamente y con ello la rutina que hizo algo más llevadera la larga espera. Las mañanas se pasaban rápido en la universidad y conseguían tener mi mente ocupada hasta llegar a casa a las tres de la tarde, allí me esperaba como siempre mi madre con la mesa dispuesta solamente para mí. Aquellas primeras horas de la tarde eran las más difíciles de llevar ya que eran las que ambos pasábamos en soledad con lo que la tentación era mayor. A partir de las 6 o 7 de la tarde la paulatina llegada del resto de miembros de la familia hacia cualquier tipo de contacto imposible con lo que la tentación disminuía y resultaba mucho más fácil para mí concentrarme en el estudio.

Un día de la segunda semana de clases al llegar a casa mi madre me esperaba como siempre con todo dispuesto para mi comida, pero esta vez a diferencia de lo que acostumbraba se sentó a la mesa conmigo.

-¿Pasa algo Mamá?- Pregunte mirando a su bonita cara en la que se dibujaba una sonrisa.

- Sí nene, hoy me ha bajado la regla- Me contesto separándose ligeramente su silla y abriendo sus piernas me mostro unas bragas, para nada sexis, señal inequívoca de que tenía el periodo ya que de otra forma no acostumbraba a vestir ropa interior en casa.

-¡Genial Mamá! Esto… y ahora… ¿Cuánto más tendremos que esperar?

- He comenzado ya con la píldora y en cuanto termine con el periodo seré toda tuya cariño.

-¿Y cuánto va a ser eso? Pregunte con vergüenza.

-Jajaja eres un crio. Otros tres o cuatro días- Contesto guiñándome un ojo.

Aquellos últimos días fueron los peores. Saber que la recompensa estaba tan cercana disparó mi libido por las nubes y no veía el momento de poseer a mi Madre. Pasaron los días y como no podía ser de otro modo no fueron tres sino cuatro los días para mí mayor desesperación.

Aquella última mañana en la universidad fue una mañana pérdida para mí. No pude concentrarme en toda la mañana y no me entere absolutamente de nada en ninguna de las clases.

Cuando, por fin, llegue a casa abrí la puerta y entre a toda prisa. La comida estaba servida como siempre pero no la hice ningún caso. Me deshice de todos mis bártulos en mi habitación y avance por el pasillo en busca de mi progenitora y mi anhelada recompensa.

-Hola Mamá, ya estoy en casa.

Por el pasillo me llegaba la voz de mi madre que parecía tener una conversación.

-¿Qué demonios?- Pensé

-Estoy en mi habitación cariño.

-Llegue a su habitación y la encontré asomada en la ventana ligeramente inclinada hacia delante y con los codos apoyados en el pequeño alfeizar.

Aquella ventana daba al patio de luces del edificio y era evidente que mi madre estaba de cháchara con alguna vecina.

-Joder, ahora está de parloteo- Me dije a mi mismo frunciendo el ceño.

-Hola Mamá- Dije acercándome a la ventana y dándole un beso en la mejilla.

Mientras con el rabillo del ojo miraba por la ventana en busca de la inoportuna vecina y mi mano se deslizaba por su trasero introduciéndose bajo el camisón de mi madre para palpar su desnudo culo.

- Eureka- pensé- no hay bragas, todo está dispuesto- Y ella reacciono con un pequeño respingo al contacto de mi mano.

- Ehhh ¿qué tal el colegio cariño?- Me pregunto con disimulo

-Hace mucho que ya no voy al colegio, pero bueno… bien.

-Bueno tú ya me entiendes tonto. Estoy aquí de charla con Dolores

-Ya veo- Dije mirando hacia abajo por la ventana en busca de aquella bruja y con el mejor tono de voz que pude fingir la saludé - Buenas tardes señora Dolores.

-Buenas tardes guapo. ¿Cómo van lo estudios hijo?

-Bien, los estudios bien, gracias.

-Cariño ¿porque no vas comiendo mientras yo termino de charlar con Dolores?

-Ok, pero no tardes ¿vale?

- Hasta luego señora Dolores.

-Adiós bonico.

Me aparte al interior de la habitación mientras mi madre volvía inclinarse hacia adelante apoyándose en el marco de la ventana para seguir con su conversación. La estuve mirando por unos segundos hasta que finalmente decidí sentarme justo detrás de ella y al borde de la cama. Aquella tarde no tenía ningún interés en la comida y no pensaba salir de aquella habitación, quería que tuviese bien presente que estaba allí esperándola.

-Hay que ver Carmela que grande esta tu niño y lo apañao que es con sus estudios y to- La voz de Dolores subía por el patio de luces.

-¿Carmela? Se llama Carmen joer, ya se lo podía aprender veinte años después- Pensé.

-Si la verdad que parece mentira lo rápido que pasa el tiempo. Estamos muy orgullosos de él, es muy buen estudiante aunque si me escucha seguro que se enfada. No le gusta nada que presumamos de él.

En efecto odiaba aquella clase de conversaciones. A mí solo me recordaban todos mis defectos en contraposición a aquellas alabanzas.

-Ea chiquilla, los hijos que se avergüenzan de sus padres. Ojala mi hijos hubiesen querido estudiar pero los libros no les entraban ni a golpes.

-Pero son muy buenos chicos mujer.

-Sí, eso sí. Bueno como te iba diciendo hay que ver lo guarro que son algunos ¿Has visto como estaba el portal esta mañana? Se conoce que han bajado la basura goteando y lo han puesto to perdido.

-¿Que me dice? ¡Qué gente más cochina!

-Sí, pero anda que lo van a limpiar… no lo limpia una servidora…

Bla bla bla… Aquella conversación ya me estaba poniendo de los nervios e impacientando sobre manera así que decidí pasar a la acción y allí sentado lance las manos en busca del culo de mi madre que se hallaba a apenas medio metro por delante de mí.

Su culo se contrajo y endureció ante el contacto por sorpresa de mis manos y echando una mano hacia atrás intento apartarme pero ante mi insistencia tuvo que desistir para que los movimientos no nos delatasen ante su interlocutora.

-¿Qué te pasa chiquilla?

-Nada Dolores, he sentido como un pinchazo.

- Huy, a ver si va a ser un mosquito tigre de esos que tienen mu malas pulgas. Ea, como desde que salió este nuevo alcalde el ayuntamiento ya ni fumiga ni na. Pero que yo ya lo dije ¿eh? que si…

Pero que tía más plasta- Pensé mientras levantaba el camisón de mi madre dejando al descubierto su imponente culo para comenzar a sobarlo con mis manos.

En un principio contrajo el culo en señal de incomodidad por la situación, pero pronto se relajó a sabiendas que desde aquella posición era imposible que nadie se percatase de lo que estaba sucediendo. Mis caricias se fueron haciendo cada vez más atrevidas e intensas y comencé sujetando ambos cachetes con las manos separaba y juntaba estos provocando un bonito temblor en el culo de Mamá.

Inclinándome hacia delante y bese suavemente ambos cachetes a la vez que aspiraba el delicioso y dulce aroma de la piel materna. Su piel se erizo ante el delicado contacto de mis labios y dio un pequeño suspiro.

-Mmm ayyy.

-Ay sí hija, que calor que hace tienes toda razón no sé a dónde vamos a llegar a este paso…

La cotorra de la vecina seguía lo suyo, pero mi madre me confirmo que definitivamente estaba dejando de prestarle atención separando levemente sus piernas que hasta ahora se habían mantenido juntas. Aquello fue toda una invitación y no dude en arrodillarme de inmediato para poder deleitarme ante aquella gloriosa visión.

Hundí mi cara en su culo apretándolo con fuerza para aspirar todo su aroma y ella me recibió abriendo algo más sus piernas. Retire mi cara a fin de admirar aquel tesoro que tenía ante mí y fue entonces cuando me di cuenta de que allí había algo extraño.

La postura de mi madre me dejaba ahora ver los labios de su apetitoso coño apareciendo entre sus piernas, pero algo no cuadraba… concretamente faltaba algo… ¡SUS PELOS!. Abrí los ojos tanto como pude para cerciorarme de que estaba en lo cierto y en efecto el coño de Mamá no presentaba ni rastro de pelo.

Estaba totalmente sorprendido, se había rasurado el coño por completo para ofrecérmelo. Aquel era un nuevo regalo que mi madre me hacía y yo cada vez estaba más loco por disfrutarlo a conciencia. Separe los cachetes de su culo y abalanzándome sobre ella sacando mi lengua comencé a deslizarla desde la parte trasera de sus labios mayores hasta llegar al sonrosado orificio de su ano. Luego mordisque varias veces aquel precioso culo antes de introducir una de mis manos entres sus piernas y comenzar a acariciar su pelado coño hundiendo mis dedos entre sus labios vaginales para descubrir lo muy mojada y caliente que ya se encontraba.

-Ufff.

-¿Qué te pasa Carmela?

-El mosquito Dolores, creo que me ha picado de verdad y me está comenzando a escocer. Ufff

- No si ya te lo he dicho yo que iba a ser eso. Es mejor que te eches algo.

-Sí, ahora le diré a mi hijo que me deje una pomada muy buena que el tiene.

Tenía que explorar mejor aquel pedazo coño que mi madre me ofrecía, ahora sin un solo pelo, y no encontré mejor forma de hacerlo que sentarme en el suelo y obligándola a abrir sus piernas en un ángulo de no menos de sesenta grados pase mi cabeza por entre sus muslos teniendo ahora un perfecto acceso por debajo y a la parte delantera a su jugoso sexo.

Sus labios destacaban ahora mucho más y el olor que su conejo despedía me estaba volviendo completamente loco. Comencé a lamer aquella maravillosa fruta madura que se me ofrecía deslizando mi lengua se entre sus labios vaginales y recolectando para mí todo aquel maravilloso néctar que aquella flor destilaba. Mis manos separaron los labios de su sonrosado sexo que se abrió jugoso apareciendo ante mí un clítoris totalmente hinchado que comencé a lamer y succionar entre mis labios.

-¿Por dónde íbamos nena? Ah sí, la derrama del tejado. Pues como te decía a ver quién es el guapo que paga ahora la derrama que la última vez fuimos los cuatro tontos de siempre los que tuvimos que pagar la parte de los morosos y esta vez si que….

Aquella mujer hablaba ya completamente sola, nadie le prestaba ya la menor atención.

Me dispuse a lamer el clítoris de Mamá de forma frenética mientras apoyaba mi cara contra su pubis y comencé lo que primero fue un lento mete y saca con dos dedos en su coñito pero que poco fue creciendo en intensidad y velocidad… tres dedos… cuatro dedos. Se podía escuchar un perfecto sonido de chapoteo en el inundado coño de mi madre cada vez que mis dedos entraban y salían de su interior a gran velocidad, una gran cantidad de flujo se deslizaba por mi brazo y por sus muslos y yo intentaba recoger tanto como me era posible con mi lengua.

Una de las manos de mi madre descendió en busca de mi cabeza apretándola contra su coño que se contraía por momentos apretando los dedos de mi mano.

Estaba deseoso de volver a saborear una de las abundantes corridas de mi progenitora y no dude en aumentar el ritmo de la masturbación que la estaba propinado. La cara de mi madre debía ya ser todo un poema por aquel entonces ya que la vecina pareció darse cuenta de que algo no estaba bien.

-¿Te encuentras bien Carmela? Tienes una cara mu rara, te noto como ausenta.

-Ayy noo… que va mujer… si tiene… toda mi atención.

-Bueno pues como te decía, la derrama…

La intensidad del mete y saca junto a los lengüetazos que propinaba a mi madre se hicierón ya insostenibles para ella y un temblor comenzó a invadir todo si cuerpo, su vientre comenzó a contraerse y los espasmos de su coño apretaban fuertemente los dedos de mi mano… las piernas de Mamá parecían flojear por momentos.

-Ayy se derramaaa- dijo en una especie de gruñido.

-Se derrama no, la derrama “la derrama”- dijo la vieja que no tenía ni idea de lo que realmente estaba sucediendo.

-Sii, si derrama, si se derramaaaa.

Contesto mi madre sin control de sí misma y entre numerosas convulsiones comenzaron a salir chorros de líquido a presión de su coño mientras yo inútilmente intentaba recoger todo lo posible en mi boca. Tuve que emplear toda mi fuerza para sostener a Mamá que entre espasmos se inclinó hacia delante apoyando su cuerpo contra la ventana a fin de evitar la caída. Literalmente acababa de mearse de gusto encima de mí.

-Nena, ¿qué te pasa? ¿Te encuentras mal?- Exclamo asustada la vecina.

-Ayyy…un mareo…un mareo Dolores. Nene, nene ven que me estoy poniendo muy mala. Dijo mi madre llamándome.

Al cabo de unos segundos aparecí como un resorte en la ventana sujetando a mi madre ante los atónitos ojos de Dolores que no se si llegaría a percatarse de me encontraba totalmente empapado.

Niño, ¡tu madre! Que la va a dar algo.

-No se preocupe Dolores. Es una bajada de tensión, le pasa a veces, no es nada-

-No te preocupe Dolores, no es nada en seguida se me pasa, me tomo una coca cola y ya.-Consiguió balbucear mi madre.

¿Seguro?

-Seguro, seguro Dolores no es nada. Venga hasta luego- dije abrazando a mi madre y adentrándola en la habitación para dejarnos caer los dos en la cama.

-Bueno si tú lo dices me quedo más tranquila- Se oyó decir por último a Dolores desde abajo.

Allí tumbados en la cama nos quedamos los dos mirándonos el uno al otro con una estúpida sonrisa durante unos segundos tras los cuales bese a mi madre dulcemente antes de preguntar:

-¿Pero que ha sido eso Mamá? Mira como lo has puesto todo… jaja.

- Ay nene, ¿pero tú estás loco? ¿Cómo se te ha ocurrido hacerme eso mientras esa bruja me estaba hablando?

-Jajaja pues yo diría que te ha gustado.

-Ay, no sé, me ha dado una sensación muy rara me he puesto cachondísima y no me podía controlar.

-Ya lo he visto jaja, ¿Y esto?- Pregunte llevando mi mano hasta su depilado coño.

-¿Te gusta? Esta mañana he ido a depilarme toda para ti.

-Me encanta y pienso disfrutarlo mucho- Conteste acariciando su clítoris con las yemas de los dedos.

-No temas, es todo tuyo. Anda levántate y cierra la ventana no sea que la chafardera esa este pendiente.

Me levante y cerré la ventana procurando no pisotear demasiado el charco de líquido que Mamá había dejado en el suelo. Ella se incorporó y sentándose justo al borde de la cama, tal y como yo lo había hecho unos minutos antes, alargo sus manos para tomar las mías y me atrajo hacia ella.

-Mira cómo te he puesto cariño.

-Puedes ponerme así siempre que quieras Mamá, me ha encantado.

-¿La espera ha merecido la pena?- Pregunto mirándome tiernamente a los ojos.

-Totalmente.

-Pues debes terminar de cobrarte tu premio cariño

Mamá desabrocho mis pantalones y bajo tanto estos como los calzoncillos al unísono para liberar mi miembro que salto como un resorte hacia delante mientras yo me deshice de mi empapada camiseta.

Tomo mi polla con sus manos y la acaricio suavemente mirándome a los ojos.

-Parece que está muy excitada- Bajando la mirada y prestándole, ahora, toda su atención mientras su dedo pulgar acariciaba mi glande restregando las gotas de líquido que ya asomaban.

-¿Cómo no va a estarlo?

Mamá sujeto mi verga rodeándola por la base con sus dedos pulgar e índice y abriendo su boca avanzo suavemente haciendo que la mitad de mi miembro desapareciese entre sus labios, luego comenzó a retroceder mojándolo con su saliva y al llegar al glande sus labios succionaron con fuerza mientras su lengua acariciaba en busca de cualquier gota de líquido allí presente.

-No aguantare demasiado Mamá-

Levanto la mirada hacia mi rostro y apretando con fuerza la base de mi polla succiono con fuerza mi capullo a la vez que retiraba su boca emitiendo un característico sonido.

-Pues será mejor que vayamos al grano ¿verdad cariño?- Me dijo con una sonrisa mientras sujetaba mi ensalivada polla.

Acto seguido soltó mi verga para quitarse el camisón por la cabeza, quedando así completamente desnuda, se levantó y dándose la vuelta se subió de rodillas a la cama, se inclinó hacia delante, sus grandes tetas colgaron, agacho su cabeza hasta que esta se apoyó en el colchón y separando sus piernas empino su culazo tanto como le fue posible.

-Vamosss, ¿a qué esperas? , fóllame, ¡fóllame ya!

Llevo sus manos atrás y sujetando ambas nalgas abrió su culo ofreciéndose. El panorama era impresionante, tanto su culo como su coño se mostraban totalmente abiertos ante mí. Los carnosos labios vaginales se veían hinchados, inmediatamente avance con mi enhiesta polla y comencé a restregar el glande entre ellos notando como el calor y la humedad envolvían mi capullo.

-Hazlo ya nene. ¡Clávale a Mamá esa polla hasta el fondo!-

Meses antes jamás hubiese llegado a imaginar que mi madre fuese tan caliente, estaba realmente salida y decidió no esperar más… Echando su cuerpo hacia atrás se enterró mi aparato hasta que su culo hizo de tope.

-Ummmm lo necesitaba- dijo mordiéndose el labio a la vez que contrajo sus músculos vaginales entorno a mi polla proporcionándome un placer extremo.

Me mantuve unos segundos disfrutando de aquel primer puyazo antes de sacar la polla de su caliente coño. Esta vez quería ser yo quien embistiese a mi madre, repetí la operación tres o cuatro veces clavándome en cada ocasión tan profundamente como me era posible y aguantando por unos instantes en los que Mamá apretaba su sexo alrededor del mío antes de proceder a sacarla.

-Aghhh como te clavas nene…umm

-Bufff como me aprietas…harás que me corra en segundos ufff.

-¿Y no es eso lo que queremos?

Sus palabras encendieron en mí una mecha que iba a quemar rápido sin duda. Comencé a follármela bestialmente y a toda velocidad, nuestros cuerpos chocaban cada vez que me clavaba en su interior emitiendo el clásico sonido que todos imagináis.

-Aggghhh sííí asííí fóllame fuerte nene, fóllate a la guarra de tu madre que esta loca por la que llenes de leche ummm- Dijo entre gemidos mientras soltaba las manos de su culo y las llevaba hasta la cama para sujetarse retorciendo las sabanas. Mis manos tomaron la posición que las suyas habían dejado libre en su culo a fin magrearlo con fuerza y mientras continuaba fallándola a destajo mi pulgar derecho llego a penetrarla analmente sin que ella pusiese pega alguna.

-Joderrr Mamá uffff, que coño tienes, como te lo voy a llenar ummm., jamás soñé que fueses tan putita

-Llénameloo aghh…llénamelo hasta que rebose con tu leche hijo, si soy, soy tu putita…

Levante la pierna derecha situando el pie sobre la cama en busca de un punto de apoyo para mis últimas embestidas y me dispuse a descargar toda la leche que mis huevos retenían a duras penas.

-Mmmm ya viene Mamá, ya vieneee… me voy a correrrr

Sííí..síííí… córrete ya cabrón… reviéntame con tu polla ummm…

-Lo hagooo…lo hagooo… me corrooooo- En una última embestida utilice todo mi peso y fuerza para clavarme tan profundamente como pude en el coño de mi madre donde los chorros de semen comenzaron a brotar de forma incontrolada por mi polla.

-Agghhh… aghhh-

Gemía mi madre mientras comenzó experimentar fuertes espasmos en su coño corriéndose junto a mí

Creo que aquel fue el orgasmo más bestial que nunca he sentido, me corrí más abundantemente de lo que hubiera nunca imaginado. Mama jadeaba profundamente, recuperándose de la corrida, cuando echándome hacia delante agarre su pelo con una mano y una de sus tetas con la otra para estirar suavemente y traerla hacia mí.

Ella acompaño mi movimiento incorporándose lentamente y girando su cara hacia atrás en busca de mi boca que se abalanzaba sobre ella. Nos besamos apasionadamente, casi casi mordiéndonos, mientras mi polla perdía volumen en su interior y mis manos magreaban sus tetas a placer. Finalmente dejando cargar todo mi peso sobre ella ambos caímos a la cama donde respiramos por unos minutos antes de separarnos y abandonar mi flácido pene su coño inundado por la mezcla de nuestros fluidos.

-Buahhhh, ¡ha sido bestial Mamá!.

-Mira como me has dejado el coño nene- dio ella llevando su mano hasta él y recogiendo parte de la mezcla de semen y flujo que se derramaba por sus labios se llevó los dedos a la boca para lamerlos lentamente.

-Llevaba muchos días aguantando Mamá creo que te he llenado a full jajaja.

-No pienso dejar escapar una gota de tu leche cabroncete, tienes a tu madre loca- Contento mientras repetía varias veces la misma operación saboreando aquella formidable corrida.

-Toda mi leche es para ti Mamá. ¿Vas a ser mi putita verdad?

-Tu putita no, seré tu Gran Puta hijo, soy tuya-

Se incorporó y dirigiéndose en dirección a mí flácida polla, abrió su boca para devorarla por completo y limpiarla de cualquier resto de flujo o semen.

Mientras tanto yo puse mis brazos tras la cabeza y tumbado boca arriba mirando al techo me dispuse a disfrutar de los mimos de mi amada madre hasta que la buena mujer consiguió, en su empeño, que mi amiguito volviese a estar en plena forma…

Pero esa…, esa es ya otra historia.

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