Los Amores Desencontrados de una Familia 001

heranlu

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ndrés movió sus caderas más rápido, hundiendo por completo su verga en la concha mojada y caliente de Marta, la criada 42 años.


Era una rutina que él tenía desde hace años, cuando él había descubierto por primera vez el sexo, Marta se acercaba lentamente moviendo sus caderas, desabotonaba su blusa, se acostaba en su cama, con sus piernas abiertas permitiéndole cogerla, siempre estaba a punto con su concha muy mojada.


El hecho que Marta era una mujer madura tanto como para ser su madre no le molestaba, De hecho, a Andrés esto lo ponía muy caliente. Ella podría ser su madre. Él amaba a su madre Nancy deseando cambiar los lugares con Marta.

Andrés, sintió sus pelotas disparar su carga preciosa, a lo largo de su verga como una punzada. Él dio un empujón final de sus caderas y enterró su verga muy profunda en la concha de Marta.

Ella suspiró cuando sintío la caliente leche dentro de ella. Que un joven de 22 años, guapo, con una verga aceptable, como Andrés la cogiera, era un gran premio para Marta.

Principalmente por los seis a ochocientos pesos extra que ella ganaba de él por mes era todo el premio que ella necesitaba.

Andrés sacó su verga, cuidadoso, del interior de la concha de Marta.

Con el rabillo de su ojo, vio una sombra; alguien en su ventana…cuando giro su cabeza hacia la ventana la sombra ya se había ido.

Él caminó entonces, desnudo hacia el baño, y se metió bajo una ducha tibia, mientras se enjabonaba generosamente lavando sus pelotas y verga.
Después de que Marta había enderezado su ropa y la cama, ella continúo aseando el cuarto.

Andrés enjabonó y enjabonó su ahora flácida verga, él pensó de nuevo en su madre Nancy. Su bien formado cuerpo y sus pechos gloriosos siempre habían atormentado sus sueños eróticos.

¡El grito de su padre Pablo llamando "Nancy! Silvia!" lo lleva fuera de su ensueño.
Silvia, la hermana de 20 años de Andrés también fue regresada a la realidad por la llamada de su padre.

Ella retiró apresuradamente sus dedos mojados por sus flujos de dentro de sus bragas y a toda prisa fue a su baño para lavarse las manos y cambiar sus bragas negras, mojadas.


Ella había estado mirando furtivamente a Andrés cuando él estaba cogiendo con Marta. Los observo escondida tras la ventana de la alcoba que le dio una vista clara y larga de Andrés, y por mucho tiempo una verga gorda que se enterraba una y otra vez en la concha espesa de Marta.

La emoción real había sido cuando Andrés vio esa sombra en la ventana y se volvió hacia la ventana. La vista de la verga mojada por una mezcla su propia leche y los flujos de Marta y las pelotas cubiertas por una mata oscura de vellos, había hecho que los dedos de Silvia excavaran un poco más rápido en su aun concha virgen.

Cuando él había paseado desnudo hacia el baño, Silvia había mirado fijamente llena de lujuria como su verga colgaba de un lado hacia otro.

Apresurándose silenciosamente y rápidamente entro en su cuarto, ella se había echado sobre la cama y había abierto sus piernas para jugar con sus dedos, había empujado de nuevo bajo sus bragas negras para jugar salvajemente con su concha velluda. Sus dedos habían apretado y habían frotado el botón duro de su clítoris tanto como su mano libre había apretado sus pechos.

Ella había lloriqueado como una gata celo y tuvo la necesidad de un rápido alivio.
¡Ella recordaba con los ojos apretados cuando vio a Andrés enterrar de un golpe su verga dentro de la concha de Marta.


Pablo, Hombre de negocios de 50 años, adinerado, llamó a su esposa Nancy de 40 años de edad, y a su hija Silvia desde la sala familiar de su bungalow magnífico.

"¡Siéntate! Siéntate! " Él dijo con una sonrisa feliz, en su cara afeitada y limpia pareciendo juvenil. La sonrisa bailó en sus ojos castaños calurosos cuando él miraba a su esposa e hija.
Las mujeres se sentaron en posición opuesta a él, en el sofá.
Metiendo la mano en su bolsillo él arrancó una caja de terciopelo azul, estaba a punto de abrirla, cuando él se detuvo y dijo.

"Silvia, vení y quédate de pie delante mío y cerrá los ojos".

Silvia hizo como él le dijo, mientras cerraba sus ojos con una risita, a la vez que estiraba su vestido corto hacia abajo un poco.
Pablo miró el mini de su hija color bordo, el vestido apenas cubría sus bragas, con ojos no muy paternales. Silvia tenía una Figura pecadora; su verga endureció en aprobación.


Abriendo la caja saco una cadena de oro con un diamante , él dijo "inclínate un poco" , cuando ella hizo esto para él, dejo ver sus pechos bonitos, envueltos muy bien en un sostén rosa transparente de encaje, gracias al corte bajo desvergonzado del cuello de su blusa, dándole una vista clara de ellos.


Sus ojos se demoraron en los borde llenos de carne deliciosa y él lamió sus labios nerviosamente cuando por fin abrochó la cadena alrededor del cuello de Silvia.

Silvia sostuvo servicialmente su pelo para permitir a su padre colocarle el collar y cuando este termino ella abrió los ojos y aulló de asombro por tan magnifico regalo.

Ella besó la cara de su padre agitadamente, el tibio perfume de pétalos de rosa inundaron sus orificios nasales, agregando mas presión a la que ya sentía en su verga creciente.

Él cambió ligeramente, con su mano el ángulo de su verga dentro de sus pantalones del

traje.

"¡joder! Es una perra caliente esta pequeña ". Él pensó mientras Silvia alternaba entre mirar su collar y besar a su papá alegremente.

"Permítame verlo" dijo Nancy, su madre parada detrás de ella.
Dándose la vuelta de repente e inclinadosé hacia delante para mostrarle la cadena a su madre, su papa tuvo una panorámica completa de su buen culo.

Pablo miró fijamente el culo de su hija agitadamente con los ojos llenos de lujuria.

Él se resistió el impulso de acariciarlo; él miró casi jadeantemente como el borde del vestido subió y se cayó cuando ella brincó con alegría, Sus bragas rosas encendieron su libido, enviando una andanada de pura energía sexual a través de sus pelotas y a su verga.

Retrocediendo hacia su padre, Silvia, con su cara iluminada por la alegría, se sentó en su regazo, y meneó su culo contra él a tiempo que lo abrazó y besó con gratitud.


Gotas de sudor brotaron en la frente de Pablo cuando sus manos se posaron a descansar en el muslo de Silvia y otra en su cadera. Era una tortura. Él sentía como ella apretaba el culo y empujo su mano dentro de la mini hacia sus bragas rosas y apenas rozando su concha mirando extasiado sus tetas cerca de su boca.


Sólo su conciencia lo detuvo, quería violarla allí mismo sobre alfombra Persa…

Esa noche Pablo montó a su esposa Nancy, como nunca antes; con sus manos apretadas, le dio palmadas y tiró bien de ella en su redondo culo, su mente estaba llena con los pensamientos de Silvia y su mini y las bragas rosas…

Cuando él imaginó a su hija encima de él , tirando del vestido corto sobre sus caderas y apenas ocultando esas bragas rosas, su pasión aumentó; trayendo gemidos y gemidos de Nancy cuando ella tomó su ataque sexual con igual lujuria.

Él disparó, su carga en ebullición dentro de Nancy cuando imagino su verga dentro de la rosada concha de su hija…..

Pablo se quito de dentro de su esposa, estaba empapado en sudor y se dirigió hacia el baño, Nancy agarró un puñado de pañuelos descartables rápidamente y los apretó bien contra su chorreante concha.

Los jugos combinados de Pablo y sus flujos estaban goteando fuera de su vagina, mojándole las nalgas.

Nancy suspiró de placer.

Pablo realmente le había dado el entrenamiento que ella necesitaba.

Todo el día ella había sentido calor en el interior de su concha. Ella había sentido ese calor sobre todo cuando pensó en…. Andrés.

Todo había empezado hacia ya varios años durante unas vacaciones familiares en una playa famosa.


Cuando ella y Pablo sentados bajo un paraguas playero, mirando a los bañistas ir de acá para allá, ella había vagado lo que sus padres pensarían ridículamente, sobre todo de las muchachas con nada más que un hilo entre sus nalgas y un pedazo triangular pequeño de tela encima de sus conchas y dos otros triángulos con cordones que pretenden ser los sostenes, cubriendo sus tetas pequeñas.

Ella simplemente se lo había comentado a Pablo (el mirando muy ocupado a las muchachas) cuando Andrés aparecido paseándose a lo largo de la playa en un par de bermudas de algodón. Su pecho musculoso desnudo y la brisa marina que aprieta el frente de sus bermudas contra su ingle llena.

Nancy había retenido la respiración... que guapo era su hijo, espaldas anchas con una cintura delgada, brazos y piernas con los músculos bien marcados. Sus concha había empezado a mojar sus bragas al instante y ella encontró se encontró mirando fijamente el paquete evidentemente lleno en sus bermudas.
Viendo las miradas de seducción de algunas de las muchachas que pasaban, Nancy sintío una puñalada súbita de celos y con los ojos llenos de veneno, maldijo a las atrevidas mujeres que deseaban a su hijo.

Desde ese día, sus ojos dejaron de ver Andrés de forma maternal, siempre buscaban hurgar las entrepiernas de sus pantalones vaqueros, su pantalón de tenis, su pijama y moría por tocarlo.

Los abrazos familiares en las ocasiones especiales eran la única oportunidad que ella tenia para abrazarlo y sentir su cuerpo joven contra ella. En ocasiones le pareció sentir su verga latiendo cuando él la abrazaba y le pareció ver el calor lujurioso en sus ojos... ¿pero cómo su hijo guapo pudiera desearla?

Ella se paro desnuda frente al espejo de la puerta del armario y se inspeccionó; notó sus 40 años, las caderas anchas, nalgas grandes. La flojedad ligera en su estómago y pesadez de sus tetas, no se encontró poco atractiva. De hecho, ella vio que su cuerpo de 40 años agregaba algo sexy.

Acariciándose la concha afeitada, ella fantaseó que Andrés estaba de pie desnudo ante ella, con su verga parada y exigiendo ser besada….

"Nancy" Pablo dijo, mientras salía del baño, "ya puedes ducharte... " Nancy caminó hacia el baño, se quedo de pie bajo la ducha y pensando en Andrés…

Cuando Nancy fue caminado hacia el baño, Andrés , empujó su verga dentro de sus calzoncillos y se apuro en entrar a su cuarto.
¡Él había estado sediento y había ido a beber agua a la cocina, pero al pasar por la puerta de alcoba de padres él escucho a su madre gemir diciendo "SÍ! Hazlo rápido…. Ohhhh" Él se había detenido y cautelosamente intento abrir la puerta de la alcoba, encontrándola sin llave él la había abierto ligeramente y había visto a su padre entre las piernas levantadas de su madre, dándole algunas palmadas y empujando su caderas, había enterrado de un golpe toda su masculinidad en la concha de su esposa.

Andrés había sacado su verga dura y había comenzado a acariciarla de arriba abajo viendo como su padre se la cogia… Cuando el padre fue al baño, Andrés vio la Verga de su padre como un competidor por la concha de Nancy, ahora estaba mirado jadeante como Nancy se estudiaba delante del espejo.
Andrés se mordía los labios para detener su eyaculacion. Allí ante él, estaba el cuerpo que él exploró tan astutamente con sus manos en las ocasiones que su madre lo abrazaba. Estaba el culo encantador que él con disimulo había acariciado, los pechos que sus labios de bebé habían chupado, coronados por los pezones castaño oscuro de los que el bebió. Pero además de todo eso, estaba la "v" suave de su concha, limpia afeitada e invitando a ser poseída entre las columnas de sus muslos….


Quedando desnudo ahora en la cama blanca y fresca, Andrés imaginó a su madre caminando hacia su cuarto y encontrarlo allí.
Ella sonreiría y caminaría encima de su cama, se pondría a horcajadas sobre su dura verga y apuntaría su cabeza hacia su agujero mojado y despacio se insertaría su verga en ella. ¡Se sentaría sobre su culo en él, enterrándose la verga hasta lo huevos, su concha afeitada apretaría y entonces, ella diría

"Cogeme querido, dale tu verga a mamá! Rompe la concha de mamá " Y Andrés enviaría sus caderas de arriba abajo, mientras golpearía su verga dura dentro de la concha de su madre que lo montaría como si él fuera un caballo salvaje. Sus pechos rebotarían sin control alguno; con su respiración entrecortada, abriendo la boca por un poco de aire, cuando él apretaría sus caderas con sus manos y le daría la cogida de su vida al cuerpo sexy de ella.

Silvia ponía entretanto sobre la cama, la camisa de dormir, tendiéndose sobre ella y dejando recorrer con sus dedos delicados desde su estómago hacia la abertura de su concha. Los pensamientos de los eventos del día encendieron su mente.

Sentándose en el regazo de su padre ella había sentido la barra dura de su masculinidad contra sus muslos desnudos, incluso a través de sus pantalones, ella había sentido el calor de su verga.

Recordó las manos de él en sus muslos y sus dedos cerca de su concha. Sí, él había tocado su piel desnuda; sus dedos habían encontrado la manera de estar bajo el corto vestido y rozar el elástico de sus bragas rosas, cuando ellos hurgaron en su muslo.

Ella estaba segura de ello. Aunque había sido hecho tan suavemente y 'accidentalmente"... ella había visto algo en sus ojos, un calor que hizo que su cuerpo tiemble y su concha se moje, él no se había arriesgado a meter una mano dentro de su braga. Si él lo hubiera hecho, él habría encontrado su concha mojada y ella habría abierto la boca dejando escapar un gemido...

Cuando ella fue recibida en su regazo y cuando lo beso, ella había notado cómo él miró fijamente sus pechos y las perlas de sudor en su cara….
Saliendo de la sala, ella había agregado un balance sexy deliberadamente a sus caderas y volviéndose había visto a su padre lamerse los labios y como sus ojos seguían el balanceo caliente de su culo.

Andrés se despertó como le sucedía usualmente, con una tremenda erección. Se vistió con un pantalón corto deportivo y calzoncillos corrientes, tiró su camiseta favorita encima de su cabeza, y se calzo unas zapatillas también corrientes. Verificando su apariencia en el espejo, satisfecho con su imagen caminó hacia el vestíbulo y salió por la puerta de su dormitorio.


Cuando pasó frente al cuarto de Silvia, tuvo el impulso repentino de tocar a su puerta y despertarla.

Las cortinas dibujadas del cuarto de Silvia estaban abiertas, inundándolo de una luz matinal muy calida, cuando él abrió la puerta.
Acercándose a su cama, él vio que ella todavía dormía, estaba tendida de espaldas y con el pelo sobre la cara. Andrés la miro, y noto de nuevo cómo es de caliente y sexy su hermana. El pensamiento de ser como su novio se disparo tanto en su mente como en su verga, que creció dura y larga en sus calzoncillos. La camiseta que ella usaba para dormir solo le alcanzaba la cima de sus muslos, cubriendo su concha apenas...

Andrés acarició los muslos lisos de su hermana dormida, muy suavemente…

Inclinándose intentó vislumbrar algo entre sus piernas…



Con gesto muy suave, él le separo las piernas y levantó poco a poco su camiseta hacia la cintura. Él miraba su cara cuidadosamente para confirmar que ella no se despertase...

Logro su misión, él miró fijamente la braga de encaje blanca, que cubría la concha de Silvia. Podía ver algunos rizos pequeños de su pelo pubico escapar de la diminuta braga por sobre el elástico de la cintura y de las piernas. Lamiendo sus labios, Andrés se acerco y olfateó, él pensó que podría oler indefinidamente el aroma sexy de concha caliente y se acaricio su vara lujuriosamente por sobre la ropa.


Silvia se agito y se acomodo de lado, Andrés sentía su verga endurecer en su pantalón.

Ahora podía ver el culo firme de su hermana. Su respiración se agito más aun, cuando él vio que sus bragas estaban metidas en el hermoso canal del culo de Silvia, una línea de algodón blanco entre las redondas nalgas.

Silvia cambió de nuevo de posición al tiempo que abría los ojos. Andrés, estaba de pie, mirándola fijamente.

Ella se estiró y bostezó, le sonrió a él, había estado soñando con él…

Silvia vio la verga impresionante de su hermano que la sostenía en su mano y tirando de ella; extendiéndola con la mano, moviendo el prepucio de arriba abajo encima de la cabeza de su verga cuando ella acarició el tronco suavemente con sus dedos...

Andrés la miró fijamente y entonces empujó sus pantalones y calzoncillos por debajo de las rodillas...

Silvia se levantó y se arrodillo en la cama, se acercó para tomar la punta de la verga de Andrés en su boca, su lengua se extendió para lamer la gota de rocío que brillaba en la punta.

Andrés miró con los ojos muy abiertos, como Silvia tomaba el tronco palpitante y duro y lo hundía en su boca, empujo su verga dentro de la boca de su hermana.
Tomando su cabeza en sus manos, Andrés empezó a entrar y sacar su verga de la boca de Silvia. Él miró la cabellera negra de su hermana y vio como se perdía en la boca su verga. Los dedos de Silvia ahora jugaban con las pelotas velludas que se balanceaban en el aire bajo su verga.....

Él se vino demasiado rápido, empujando casi hasta la garganta de Silvia cuando ella se tragó toda su leche caliente...

Después de que él había terminado, soltó su cabeza y la vio sonriéndole…

"Buen día. Gracias por la bebida caliente", Andrés, casi de un solo movimiento se quito las zapatillas, la camiseta, y los pantolocitos junto con los calzoncillos… empujó a Silvia acostándola en la cama y movió su cuerpo desnudo entre sus piernas, su estómago se apretó contra la concha apenas tapada por las bragas blancas cuando él le quito su camiseta de dormir y tomó ambos su pecho que llenaban sus manos y los apretó.

Su boca chupo y lamió a su vez cada pezón duro… Subiendo su cuerpo, él acercó su boca a la de ella y por primera vez en su vida probó su propia leche mezclada con la saliva de su hermana.

Silvia lo empujó diciéndole "permítame cepillarme primero ' Andrés la soltó y la siguió con la mirada cuando ella caminó hacia el baño, mas bien siguió el candente movimiento de su culo. Vio sus dedos acomodar las bragas, quitándola del surco sus nalgas.
Andrés verificó la puerta rápidamente y entonces se echó de espaldas en la cama y esperó, su mente ya planeaba lo que él y Silvia harían luego.

Silvia surgió desnuda del baño, a Andrés le parecía perfecta la figura de su hermana y lamió sus labios. Éste era un sueño se hace realidad. Ciertamente esta muchacha ya había sido cogida antes, pensó equivocadamente.

Las imágenes de algún tipo gruñendo encima del cuerpo jadeante de Silvia, encendió su mente y desaparecieron cuando él miro sus pechos firmes, la delicada V de pelo negro esparcido entre sus piernas.
Cuando Silvia se extendió al lado de él, él se levantó, y se tendió entre sus piernas, apretando su verga roja contra la V velluda de su concha.
"Siempre he soñado con esto " dijo Silvia

"¡Reventa mi concha! Ponemé tu verga caliente en mi concha hambrienta"

Andrés fue a trabajar de nuevo sobre sus tetas, apretando y apretando, amamantándose de sus pezones.
"¿Querés la verga de tu hermano?" Él preguntó calurosamente

"¿Debo reventar tu culo también? "

"¿Querés que te llene con mi leche caliente?)

"¡SÍ SÍ! ¡' Silvia grito presa de un ataque descontrolado de lujuria, sus piernas se envolvieron alrededor de la cintura delgada y sus pies se pegaron a las nalgas de Andrés, cuando ella gimió.

"¡Cogeme duro! lléname con tu leche."

Ellos rodaron e hirvieron en una única pasión lujuriosa, los dedos de Silvia se hundieron en las nalgas de Andrés cuando ella movió su concha contra su verga caliente.

"Ponemela! " rogó ella a Andrés,

Pero Andrés no tenia ninguna prisa arrastró los besos hacia abajo en su cuerpo, él empujó su cara finalmente entre sus piernas abiertas y lamió los vellos de su concha… sus manos empujaron sus piernas abriéndolas al máximo cuando él empujó su cara contra la concha de Silvia...

Cuando Andrés se despertó, una hora después, Silvia estaba acurrucada sobre su pecho también dormida. Él bostezó y rascó su pelo pubico sintiendo los pelos todos pegado en una mezcla de su propia leche, sudor y sangre. Él sonrió cuando recordó la forma en que penetro a Silvia. Su verga ahora estaba flácida luego del desenfreno lujurioso llevado al máximo soportable junto a su hermana…


Él se desenredó de Silvia y caminó despacio al baño, desnudo.
Silvia se despertó cuando su hermano se levantó, sus ojos soñolientos miraron cuando él caminó al baño, su mirada se dirigió a sus nalgas duras y delgadas...

Su concha se sentía herida por los placenteros golpes que Andrés le había dado.

La verga le había estirado y había roto el himen virgen de su concha de una manera que ella nunca había imaginado antes.


Ella oyó el sonido de la salpicadura de la meada de Andrés en el inodoro y rápidamente salió de cama y fue al baño, Andrés se volvió y miro a Silvia cuando ella entró al baño, Silvia se acercó a él mirando fijamente su verga...

Silvia se arrodillo al lado del inodoro, consciente de que Andrés estaba mirándola confundido por sus acciones...

Silvia extendió la mano y le tomó la verga…


Andrés miro a Silvia preguntándose que estaba haciendo, ella había tomado su verga en su mano antes de que él hubiera tenido una oportunidad para sacudirla y lavarla...

Silvia llevo la verga a su boca, degustando el agridulce sabor que la sazonaba, chupo el prepucio de su hermano que le encapuchaba la verga...

Andrés abrió la boca, su carne de hombre endureció de repente cuando vio que Silvia chupaba y lamía su verga limpiándola...

Andrés vio la mano libre de Silvia entre sus piernas frotándose la ahora abierta concha, y la alzó de los hombros poniéndola de pies. Él la abrazó en un abrazo caliente y apretó sus labios a los de ella…


Ellos se chupaban hambrientamente, cuando Andrés movió a Silvia contra la pared y arrodillándose, lamió su concha para limpiarla...

Se bañaron juntos. Cada uno enjabono y lavo el otro…

Andrés prestó atención especial al culo de Silvia. Sus manos jabonosas se movieron entre las profundas nalgas para lavar y sondear su ano. Movió su mano entre las piernas, mientras la besaba desde atrás lavándole la concha con su mano suavemente enjabonada.

Silvia sentía desaparecer el mínimo dolor que minutas antes le había causa su desvirgamiento. Su concha ahora parecía a gusto y su sonrisa le dijo a Andrés que ella se sentía muy feliz por la cogida que le había dado.

Andrés se había arrodillado por detrás de Silvia, y amorosamente lamió su agujero.

Su lengua se hundió dentro de su culo y ella apretó su cara contra la pared de la ducha y suspirando, gimió…

"Esto se siente grande" después de eso Andrés se paró y besó a Silvia en la boca, llenándole de saliva la boca...

Para entonces él le había levantado suavemente una de sus rodillas y allí, con la ducha descargando una tibia lluvia sobre ellos, él empujo su verga desde atrás en su concha y la cogió hasta que él se viniera, llenándola nuevamente de su leche caliente haciéndola gemir de placer...

Pablo se había marchado para su oficina. Él no había visto a Andrés para trotar juntos como era de costumbre, pero no dio mayor importancia y mientras leía el periódico, solo se preguntó si Andrés estaba enfermo.


Una historia en la página local lo atrajo separándolo de sus pensamientos sobre Andrés.

Una corte local declaró culpable a un hombre 56 años por incesto después de que su hija de 25 años había confesado que sus dos hijos, eran de hecho suyos y no su marido.
La historia contaba además que el hijo del hombre también había confesado haber cogido con su hermana e insistió que él fuera el padre de los niños.
Al parecer el marido vio a su esposa teniendo sexo con su propio padre una noche y a la próxima mañana lo dijo a la policía...

Para Pablo era lógico que no se hubiera informado que el marido disfruto la muestra y que se masturbo al ver como su esposa tomaba la verga de su padre para meterla muy profundo en su concha.

Pablo estaba duro como una barra de hierro cuando pensó de nuevo en Silvia en tomarla sobre la cama y meterle su verga en la concha... Su frotó la verga y leyó la historia de nuevo...

Nancy estaba dejando simplemente su cuarto cuando vio a Andrés salir del cuarto de Silvia.

Ella no pensó nada más sobre él, hasta la hora del almuerzo cuando Silvia y Andrés parecían estar mirándose fijamente.

Su sospecha creció cuando ella oyó a Marta que se quejaba al cocinero por las sabanas de la cama de Silvia.
"...una sabana de cama sólo se puede ensuciar así cuando se tuvo sexo " Marta había dicho al cocinero, quien se había reído y había dicho que "…algún tipo habrá conseguido que le diera de comer a su concha...! "

Nancy se asusto…



¿Andrés y Silvia cogiendo juntos? Ella supo de inmediato que fue lo que pasó, pero nunca pensó que pasaría en su familia...

Cuando ella pensó mas detenidamente sobre el hecho se volvió a encolerizar...

Silvia había sido cogida por Andrés. Seguro que a Silvia le había gustado sentir la verga de Andrés dentro de su concha, quizás en su boca y seguro también lo había disfrutado...

Entonces su enojo se volvió celos...

"Por qué Silvia debe ser la única que puede tener a Andrés?" Ella tenía más derecho sobre él que Silvia... ella le había dado vida.

Esa tarde, ella envió al chofer a algún mandado y entonces dijo "Andrés, me olvide de algo. Saca el auto y por favor vení conmigo... "Andrés, inseguro de adonde iban, manejó calle abajo con su madre al lado.

Nancy, con el corazón latiendo aceleradamente y con la boca seca, había decidido tomar el asunto en sus propias manos con Andrés...

Ella llevaba una camisa de muselina delgada, dejando su sostén de encaje blanco muy claramente visible a través del tejido delgado...

Ella sintió una emoción como de alegría a través de su cuerpo maduro, cuando notó la manera que Andrés astutamente espió sus pechos cuando ellos dejaron la casa.

Ella intencionalmente, ajustó su escote para permitirle una vista más clara de sus pechos grandes y tentadores a Andrés, visible a través de su camisa.

"Dónde te llevo mamá?" Andrés preguntó cuando ellos se detuvieron en un semáforo.

Su verga latía en sus pantalones a la vista de las tetas de su madre...

Increíblemente, a pesar de haber cogido con Silvia más temprano esa mañana, él estaba muy caliente todavía... Él había planeado ir furtivamente al cuarto de Silvia después del almuerzo y darle otra cogida mas, pero la madre había encontrado cosas para hacer... que por cierto era una lista larga...

Nancy puso su mano de repente sobre el muslo de Andrés y lo miro, a la vez que la movió, directamente sobre la protuberancia en sus pantalones...

Andrés la miro y sonrió…

"Mamá. Estas segura de hacer esto? "Él apretó su mano aun mas contra la protuberancia en sus pantalones.

Nancy cabeceó y lamió sus labios.

Echando una mirada alrededor rápidamente, Andrés vio una calle lateral despoblada...

Una vez estacionado en una parte oscura del camino, Andrés extendió la mano audazmente y apretó los pechos llenos de su madre...

"Estamos seguro aquí? " Nancy preguntó.

Andrés desabotono uno a uno los botones del frente de su camisa y movió su mano dentro para tocar sus tetas.
Andrés asintió con la cabeza y jugueteo con la mano por encima del sostén y le apretó los pezones, las manos de Nancy acariciaban su verga a través del pantalón y lo beso en la boca.

Ella pensó de repente que los labios que ella estaba besando habían besado y habían gustado a Silvia... Ella no entendió por qué pero la encendió...

Andrés se desabrochó el cinturón, desabotonó sus pantalones, y abrió la cremallera, mientras alzando sus nalgas los bajo un poco, dejando al aire libre su monstruo palpitante y tomando a su madre por la parte de atrás del cuello, bajo su cabeza hasta su verga.

Nancy cooperó totalmente, ella vio muy poco de su verga en la oscuridad de la calle pero lo había sobado muy bien con las manos. Sus dedos fueron entre sus piernas para sentir las pelotas velludas llenas, cuando su boca se abrió y metió la verga de hombre dentro de ella.

Uso su boca simplemente como lo hacia con su padre. Ellos eran casi similares en el tamaño; Nancy podía decir después de años de comerse la verga de Pablo que Andrés era una copia del carbón de su padre.

Sus orificios nasales aspiraron el aroma sudado de sus pelotas y a ella le gusto los débiles latidos de la cabeza de su verga.

Su cabeza meneada de arriba abajo cuando Andrés gimió y movió sus manos encima de su cabeza para hundirle hasta la garganta su verga chorreante...

Los dedos de Nancy apretaron más profundamente entre sus piernas buscando tocarle el ano.

Andrés se movió un poco para permitir el libre acceso a los dedos de su madre hacia su ano.

Él sentía los dedos de su madre seguir su canal velludo hacia la apertura anal entre sus nalgas delgadas y duras. "¡Cielos! Marta nunca me tocó allí..."

Cuando la boca de su madre se ahogó con su verga en el interior, meneó su tronco gordo de arriba abajo. Él sentía el toque en su ano. Sus uñas largas y afiladas raspaban su piel sensible cuando ella forzó aun mas el dedo índice en el interior del ano...

El sentimiento era inimaginable; él entró en un orgasmo violento, mojado, caliente, su verga exploto en una ola después de otra de jugo blanco pegajoso en la boca de Nancy.

Nancy lo tragó todo, su saliva mezclada con el jugo agridulce y espeso de su bebé, de su hijo… y llenando su estómago de tan delicioso néctar...

Cuando ella arrancó su dedo suavemente del interior del culo de Andrés, alzó la cabeza mirándolo, Andrés la levanto contra él y chupó su boca, Nancy sintió escurrir los flujos de su concha cuando ella tragó toda la leche de su hijo... Andrés era tan caliente como lo era su padre Pablo. Era una mujer muy afortunada...

Pablo había gastado la mayor parte del día pensando sobre la historia del periódico que él había leído. Lo había tenido distraído todo el día. Cada vez que él leía y releía la noticia pensaba en lo afortunado del "bastardo", si le habrían dado una oportunidad él habría cogido con su hija Silvia, así como el padre de la noticia se había cogida a su hija...

Cómo habrá hecho él para darle una cogida a ella, se preguntó.

¿Él habría hecho que le chupe la verga?...

¿Habría Tragado su leche?...

¿Él habría tomado su virginidad?...

¿La tenía tomada por el culo cuando se la cogia?...

¿Él habría le hundido su verga en el culo?...
Cada pregunta atravesó en su mente como relámpagos; él imaginó a Silvia haciendo cada acto a la vez, chupándolo, tragando su leche, y tomando su verga en su concha y en su culo...

Cuando él estaba en camino a casa, su verga estaba dura como piedra y latiendo muy enojadamente en sus pantalones...

Él había oído cuando Nancy enviaba al chofer lejos y le pedía a Andrés que la acompañara 30 minutos después...

Sólo se sentó en el sofá de tela de la sala para tomar un descanso mientras miraba algún programa por la TV, bebiendo a sorbos una taza de té.

Silvia se unió y besándolo en la mejilla pregunto "Dónde están todos? "

"Andrés y Nancy están fuera y el cocinero ha salido durante unas horas" le contestó mientras sus ojos miraron como Silvia se sentaba con las piernas en cruz sobre la alfombra, apoyándose contra el sofá.

"Marta? " pregunto Silvia...

"Marta ha ido con el cocinero" Pablo comprendió de repente que él y Silvia estaban solos en la casa.

Continuará​
 
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