Locas peticiones 2

panzer626

Virgen
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Parte 1: http://javichuparadise.com/foros/relatos-eroticos/1114988-locas-peticiones.html#post7016768

LOCAS PETICIONES 2
Debo reconocer que en más de una ocasión me aproveché del hecho de ser mujer para meterme en situaciones morbosas sin esperar ninguna consecuencia, ya que después de todo, quién iba a pensar siquiera que una chica de 16 iba a tener fantasías tan brutales como las mías y menos aún creerían que tenía las capacidades para llevarlas a cabo. Luego de la cogida de la última vez me había quedado el gustito por lo perverso y extremo, esa sensación de vulnerabilidad y sometimiento hacía que mi vagina se mantuviese húmeda gran parte del día y quisiese repetir el plato cuantas veces fuese posible. Esta vez era mi turno de pagar, por lo que me puse a buscar otra chica y ahí empezó mi problema. Sabrán ustedes que para las mujeres (sobre todo para las que somos planas) el tema de las tetas es algo serio, nunca vamos a querer que nuestro novio coja con una chica con las tetas más grandes. En mi caso el tema estaba jodido. No iba a llevarle a alguna de mis amigas puesto que (a todas luces por mucho) mis tetas eran las más pequeñas; tenía que ser una chica que las tuviera igual o más chicas incluso.

Tengo una amiga que tiene una hermana, ella viene a jugar videojuegos conmigo a veces, lo malo (y bueno) es que es menor que yo. Se llama Teresa, es una lolita de 14 años, algo nerd para mi gusto, mide 1,40, tiene el pelo más lago que el mío y siempre usa coletas. Es todavía menos desarrollada que yo, pero en sus formas se adivina el pedazo de hembra que va a ser a mi edad. Es bastante bonita y juguetona. Lo malo es que al ser tan niña no sé si me haga caso en este tema.
Esta situación me obligó a usar mi astucia y empecé de a poco a fabricar situaciones donde ambas nos quedásemos con la menor ropa posible. Debía ganarme su confianza al nivel de que pudiera abrir sus piernas para mi novio.
Una tarde hacía un calor del demonio. Tere llegó a mi casa a eso de las 14:00 para jugar Play como tantas otras veces en las que me quedaba sola hasta tarde y fue ahí cuando vi mi oportunidad. Ella usaba unas calzas y una camiseta cortita con tiras y sin sostén, por lo que al moverse de un lado a otro podía ver sus tetitas balancearse bajo la tela mientras me ponía esa sonrisa ilegal que fue la que me había hecho obsesionarme con aquella niña. Yo derechamente le abrí la puerta en topless.

Pese a lo similar de nuestros cuerpos, mis facciones me hacían valer mis añitos de superioridad, eso hacía que Teresita me admirase como su heroína y me considerara como la alfa de nuestra amistad y considerase cada una de mis peticiones como una orden. Desde el “¿puedes subirle el volumen a esa canción?”, cosa que, aunque se lo decía como si le pidiera un favor, ella jamás se negaba a absolutamente nada. Fue así cuando hace un tiempo le empecé a pedir que se pasara del colegio directo a mi casa porque me gustaba verla en uniforme. Como ya no había clases, le decía que viniese a mi casa temprano pero que como haría calor, fuese con poquita.
La salude de beso cerca de los labios, le tomé la mano y nos fuimos a mi habitación a jugar Play un rato. Apenas entramos me quité el short que traía puesto y me quedé usando un calzoncito blanco con algunos encajes. Le pregunté a mi pequeña amiguita si le molestaba pero dijo que no. Pasados unos minutos le dije que podía quitarse la ropa si quería. Me miró con ojitos pícaros y se quitó la calza. Teresita estaba en tanga y camiseta en mi cama. Lo que partió como mi desafío personal de marcarme como la dominante, terminó con las ganas de conocer qué tanto han hecho catorce años de desarrollo entre las piernas de esa niña.

De a poco empecé a seducirla, pegándome a su espalda mientras le abrazo bajo la ropa masajeando su abdomen con mis dedos deslizándose peligrosamente cerca de la tela de sus braguitas mientras que le digo al oído lo linda que es.
Ella, coqueta por naturaleza, se dejaba querer permitiendo en este punto a mis manos recorrer por donde se me antojase, dando a entender que estaba aceptando cualquier orden que le diese. Le dije que quería tomarle fotos y ella accedió.

Me alegré. Le haría la sesión de fotos más pornográfica que pudiera, empezando por pedirle poses (copiadas de las redes sociales) miradas lascivas y por supuesto, más piel. Quisiera presumir sobre que le quité la ropa o que tuvimos un contacto todavía más lésbico, pero fue ella misma quién se quitó la ropa; su inexperiencia y nerviosismo me hacía temblar los labios (todos) y con movimientos nerviosos, consciente que terminaría desnuda de todos modos, fue primero el calzoncito el que abandonó su posición mientras esa adolescente estaba frente a mí, cayendo hasta sus tobillos y quedando ante mis ojos ese lugar de carne tierna. Ahí descubrí, entre sus poses y mis ganas de tocarle ese culo pequeñito, que mi amiga era hiperlaxa como una bailarina de ballet que recorrió, mostrando cuanto y de qué maneras puede abrir las piernas, con su respectiva sesión de fotos algunos rincones de mi casa y patio. Luego de eso se quitó la camiseta dejando al aire unas tetitas tan pequeñas como hermosas, y aunque me dejó hacer menos fotos, todas estas fueron totalmente a mi gusto. Incluso la subí a la balanza que tengo en el baño marcando unos sexys 37 kilos con 1,43 de altura.

Fueron alrededor de 120 imágenes las que me regaló esa pequeña colegiala, testimonio de su primera tarde lésbico-sumisa. Tomé fotos a detalle de cada parte de su cuerpo y puedo decir sin equivocarme que Teresita tenía la vagina más pequeña de lo que podía imaginar. Su carne mostraba humedad pero mucho menos desarrollo. Le mostré algunos de los videos protagonizados por mi novio y yo, unas fotografías y el video donde mi novio y su amigo me rompían la entrepierna con sus miembros, video que empezaba con un trío de dos tipos atléticos y una jovencita a ser dos bestias que violaban a una menor delante de la cámara sin preocuparse de su integridad.
Teresita estuvo alrededor de cuatro horas desnuda frente a mí, aceptando cada una de mis órdenes, viendo en video a su amiga de 16 años coger salvajemente, siendo sumisa casi hasta la humillación para finalizar con mi versión de cómo es ser penetrada por ambos agujeros al mismo tiempo.

Esa tarde vi caliente a la pequeña Teresa. Estaba con la cara roja y ocasionalmente presionaba uno de sus puños sobre su vagina, primero contra, luego subiendo despacio para bajar haciendo la mayor presión posible. Que ternura, se estaba masturbando delante de mí aunque disimuladamente.
Entonces se lo pedí directamente. Le dije si quería perder su virginidad en un trío con mi novio y yo. Ella dijo que sí.
 

xarx

Pajillero
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Por ahí ;)
Suuuuuuuuuuuuuuuu ptm!! Buenísimo, corto pero muy bueno.

De verdad me dejas ansioso por leer la continuación.
 
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