Las Vivencias con su Suegra - Capítulos 001 al 006

heranlu

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Las Vivencias con su Suegra - Capítulos 001


Me llamo Marco y lo que voy a relatar ocurrió en los años 90 cuando tuve que desplazarme a otra ciudad para cursar mis estudios universitarios, en esas fechas yo tenía 20 años y salía con dos amigos, Carlos y Juanmi, ambos muy marchosos y uno de ellos, Carlos, un ligón empedernido. Conocimos a dos chicas de 17 años, Paula y Olaya, las dos eran muy guapas y simpáticas, pero solo las teníamos como amigas, sin más interés en ese momento.

Un día que paseábamos con ellas vimos que Paula se acercaba a una mujer de unos treinta que era un auténtico bombón, la MILF con la que todo universitario sueña, Paula nos llamó y nos acercamos, cuando nos la presentó como su madre nos quedamos sorprendidos, se llamaba Raquel, tenía 35 años, era alta, rubia, llevaba una minifalda vaquera muy corta y una blusa con un generoso escote que dejaba ver un canalillo extraordinario entre dos tetas bastante voluminosas. Esa tarde toda la conversación se centró en hacer preguntas a Paula sobre su madre, nos dijo que se casó con 17 años porque estaba embarazada de ella y que después de tener a su hermana Marga, que ahora tenía 15, su padre las abandonó, por lo que la madre llevaba más de 14 años sin pareja, aunque solía salir todos los viernes con una amiga para ir a bailar a una discoteca muy céntrica a la que nunca habíamos entrado.

El viernes siguiente mis amigos y yo decidimos ir a la discoteca para ver a Raquel, los tres habíamos quedado impresionados por esa mujer. Cuando entramos vimos que la discoteca estaba muy animada pero todo el personal era muy madurito, no menos de 40 años, dimos un vistazo y vimos que Raquel estaba en una mesa con su amiga, nosotros nos fuimos a la barra, pedimos tres copas y nos quedamos observando a Raquel, que estuvo bailando varias canciones con su amiga en la pista hasta que pusieron lentas y volvió a su mesa. Poco después se acercó un hombre y la sacó a bailar, ella aceptó y vimos como nada más salir el hombre la apretaba contra su cuerpo y ella se pegaba sin problema, bajando él la mano por la espalda hasta llegar al culo, a lo que ella no puso impedimento. Cuando acabó la canción volvió a su asiento, y poco después otro hombre la sacó a bailar y repitió la misma operación, se apretaba contra ella y pasaba su mano por espalda y culo sin dudarlo, ella sonreía y no se oponía. Carlos nos miró, dijo que ahora le tocaba a él y salió decidido hacia la pista, cuando acabó la canción cogió a Raquel de la mano y volvió a sacarla a la pista, Juanmi y yo estábamos sorprendidos y expectantes. En el momento que empezaron a bailar vimos como Carlos bromeaba y ella reía sin parar, aprovechando Carlos la situación para apretarse contra ella y pasar sus manos de forma descarada por espalda y culo, al acabar la canción no se separaron y continuaron bailando la siguiente, vimos como Carlos acercaba sus labios al cuello de Raquel y la besaba, ella reía sin parar y las manos apretaban con fuerza su culo empujándola hacia delante, por lo que Carlos se frotaba contra ella sin parar, Juanmi y yo no podíamos creerlo. Al acabar la canción Carlos cogió de la mano a Raquel y la llevó a la barra donde estábamos nosotros, ella nos dio dos besos y la invitamos a una copa, nuestro amigo se la llevó a un sillón y allí estuvieron toda la noche besándose y metiéndose mano sin parar. Cuando iban a cerrar la discoteca su amiga se había ido, y ella nos dijo que fuéramos a un local que hay a las afueras de la ciudad en el que podíamos seguir tomando unas copas. Al salir, y ya con luz, vimos que Raquel llevaba un vestido ligero muy corto y con botones delante, sus piernas eran largas y estilizadas y sus pechos, al igual que la vez anterior, se veían imponentes debido al gran escote que tenía. Fuimos al coche y Juami y yo nos montamos delante, dejando el asiento de atrás para Carlos y Raquel, quienes no tardaron ni un minuto en seguir besándose, él no tardó mucho en comenzar a desabotonar el vestido, dejando a la vista un sujetador blanco de encaje que era incapaz de retener esas tremendas tetas, Juanmi estaba girado hacia atrás observando la escena y yo no paraba de mirar por el retrovisor. Carlos nos miró divertido y sin más intentó liberar las tetas sin conseguirlo, ella se separó un momento y se sacó el sujetador tirándoselo a Juanmi riendo y guiñándole un ojo, al instante Raquel desabrochó la cremallera del pantalón de Carlos, sacó su polla y se inclinó para metérsela en la boca, la mamada era como nunca habíamos visto otra antes, ni en las películas porno, la mano de Raquel subía y bajaba por la polla de Carlos al tiempo que con lengua acariciaba el capullo para después introducirlo en la boca y succionarlo con los labios una y otra vez, su destreza para mover la lengua y chupar era única. Juanmi al girarse, casi sin darse cuenta, puso su mano sobre la rodilla de Raquel, ésta se giró y le sonrió, por lo que él lo tomó como una invitación y comenzó a mover su mano por la pierna introduciéndola en el interior de sus muslos, el vestido se había subido, así que no tuvo mucha dificultad en llegar a la braguita y tocar por fuera el coño que se notaba totalmente húmedo, ella abrió un poco las piernas por lo que Juanmi retiró un poco la braguita e introdujo sus dedos acariciando el coño abiertamente, tocaba el clítoris y metía los dedos lo más profundo que podía, esto provocaba en Raquel un placer que le hacía gemir de forma cada vez más acelerada.

RAQUEL.- Ummm, si, quítame la braga por favor, rápido.

Diciendo esto levantó su culo para facilitar que se la quitara. Juanmi lo intentaba pero no podía sacarla.

JUANMI.- No puedo, levántate más.

Raquel no paraba de gemir y subía sus caderas un poco, pero al estar mamando la polla de Carlos no podía moverse mucho más.

RAQUEL.- ¡¡Rómpela joder, quítamela ya!!

Juanmi tiró fuerte de ella rasgándola y pasándomela a mí, era una braguita diminuta de encaje blanco que estaba empapada de sus flujos. Ahora Juanmi comenzó a pajear a Raquel sin parar, ella seguía comiendo la polla de Carlos como una verdadera maestra pero mantenía las piernas muy abiertas para que mi amigo pudiese hacer su labor con facilidad. De vez en cuando giraba la cabeza para decirle a Juanmi que no parase.

RAQUEL.- ¡Así, asi, tócame no pares! ¡Como me gusta! Así cariño, así.

Carlos la cogió por el pelo y empujó su cabeza hacia abajo para que no dejase de chupar.

CARLOS.- Sigue chupando, estoy a punto de correrme.

Raquel miró hacia arriba, sonrió y volvió a tragarse la polla subiendo y bajando su cabeza con rapidez.

CARLOS.- ¡Voy a correrme ya!

RAQUEL.- Espera cariño, espera un segundo.

Raquel envolvió con sus labios el capullo succionándolo al tiempo que con la lengua masajeaba repetidamente el frenillo.

CARLOS.- ¡¡¡Me corro, me corro!!!

Raquel recibía la leche en su boca pero seguía succionando la polla sin parar, y Carlos continuaba sujetándola del pelo y empujando hacia abajo para que ella no se la sacase de la boca.

CARLOS.- ¡¡JODER!! Nunca me habían hecho una mamada así.

Raquel se incorporó riéndose y le dijo a Juanmi.

RAQUEL.- Tu no pares, sigue tocándome que yo también quiero correrme, así, tócame bien.

Juanmi acariciaba su clítoris e introducía dos dedos en el coño.

RAQUEL.- Así cariño. ¡Que bien! No pares. Ummmm, me gusta mucho, sigue.

Como veía que allí todos se divertían menos yo, paré en un camino junto a la carretera, bajé del coche y entré en la parte trasera.

MARCO.- Ahora me toca a mí.

Raquel me miró mordiéndose el labio y con claros síntomas de que estaba a punto de correrse.

RAQUEL.- ¿Quieres que te la chupe a ti también?

MARCO.- Prefiero follarte. ¿Te importa?

RAQUEL.- No cariño, me gusta correrme con una buena polla dentro, métemela por favor, pero pronto, estoy a punto de correrme, ¡¡Fóllame ya venga!!

Rápidamente me baje el pantalón y saque mi polla que ya estaba empalmada, cogí a Raquel por las caderas y la giré poniéndola boca abajo de forma que su culo quedaba orientado hacia mí, sin esperar más me puse detrás y metí mi polla en su coño, no tuve ninguna dificultad porque estaba completamente empapada, la agarré fuerte por las caderas y comencé a follarla con ganas.

RAQUEL.- Aggg, Siiii, ¡¡¡Como me gusta!!! Métemela bien, sigue, sigue, con fuerza.

Esto me animó y entonces la cogí con más fuerza, empujando sus caderas hacia atrás al tiempo que la embestía de forma salvaje clavando mi polla lo más adentro posible.

RAQUEL.- ¡Dios! Siiii, ¡¡¡Dame fuerte!!! ¡¡¡Dame fuerte!!!

Juanmi mientras había pasado al asiento de atrás ocupando el lugar de Carlos, se había sacado la polla y estaba cogiendo la cabeza de Raquel para que se la metiese en la boca.

RAQUEL.- Ummm, Espera un poco por favor, déjame que me corra antes.

JUANMI.- No puedo esperar, necesito que me la chupes ya.

Raquel le miró sonriendo y sin dudar ni un segundo se metió la polla en la boca comenzando un sube y baja que hacía que ésta desapareciese por momentos en su interior.

JUANMI.- Así, chúpamela bien.

Raquel seguía mamando la polla de Juami mientras yo la embestía una y otra vez empujando con toda mis fuerzas.

RAQUEL.- Así, sigue, no pares, clávamela bien cariño, Ummmm, ¡Como me gusta! Voy a correrme, voy a correrme.

Intentó incorporarse pero Juanmi seguía empujando su cabeza hacia abajo.

RAQUEL.- Espera cariño, déjame que me corra a gusto y ahora sigo. No aguanto más.

Juanmi soltó su cabeza y ella se giró hacia mí.

RAQUEL.- ¡¡¡Clávamela a fondo!!! Castígame fuerte cariño.

Instintivamente le di un azote en el culo con fuerza.

RAQUEL.- SIIII, así, con fuerza, dame duro por favor.

Repetí el azote más fuerte una y otra vez.

RAQUEL.- SIIIII, ¡¡¡COMO ME GUSTA!!! ¡Me corro! ¡Me corro!

Se dejó caer sobre Juanmi, por lo que éste aprovecho y volvió a coger su cabeza orientándola hacia su polla. Raquel se rió y se lanzó sobre ella tragándosela con avidez, su cabeza subía y bajaba sin parar devorándola una y otra vez.

JUANMI.- Joder, me voy a correr ya.

RAQUEL.- Hazlo, venga, córrete en mi boca cariño ¿Quieres que me trague tu leche?

JUANMI.- Siii, me voy ya.

Raquel cerró sus labios alrededor del capullo, como había hecho antes con Carlos, y chupó repetidamente hasta tragarse toda la leche que lanzaba Juanmi en su boca. Cuando acabó se incorporó y nos miró a los tres sonriente.

RAQUEL.- Os gusta follarme ¿Verdad cabrones? No pensabais que ibais a tener una tía para los tres hoy. ¡¡Como me gusta comeros la polla y que me folleis!! En esa discoteca solo hay babosos que lo único que quieren es sobarme, llevo años yendo todos los viernes y siempre es lo mismo, me soban todo lo que pueden mientras bailan, y cuando me voy con alguno no sabe echar un buen polvo, no sabéis la alegría que me habéis dado hoy.

CARLOS.- Pues a nosotros nos tienes siempre que quieras, esto no nos había pasado nunca, yo creía que esto solo ocurría en los clubs de putas.

RAQUEL.- Jajaja, pues ahora yo seré vuestra PUTA particular. ¿Os gusta la idea?

Nos miramos sorprendidos y asentimos los tres a la vez.

RAQUEL.- No os he visto nunca, ¿Sois de aquí?

Nos dimos cuenta que no nos había conocido, no sabía que éramos los amigos de su hija.

CARLOS.- No somos de aquí pero estudiamos en la Universidad, así que estaremos unos años.

RAQUEL.- Estupendo, en ese caso el viernes os espero en la discoteca pero ahora llevadme a mi casa que mañana tengo que trabajar.

El día siguiente quedamos con Paula, estuvimos toda la tarde de copas pero no la dijimos que la noche anterior habíamos estado con su madre, la preguntamos donde trabajaba y nos dijo que en una tienda de lencería en el centro.

Estuvimos toda la semana esperando impacientes que llegase el viernes para poder volver a verla, aunque realmente no estábamos convencidos de que ella acudiera a la cita. Por fin llegó el día y fuimos a la discoteca, cuando entramos dimos un vistazo rápido y allí estaba, se encontraba bailando en la pista rodeada de babosos como ella decía, estaba espectacular, llevaba unas botas negras altas por encima de las rodillas, una minifalda de cuadros negros y blancos y una camiseta blanca que se ajustaba tanto a sus tetas que marcaba los pezones. Cuando nos vio acercarnos sonrió y nos dio un par de besos, agarrando de la mano a Carlos para sacarle a bailar mientras Juanmi y yo nos fuimos a la barra a pedir unas copas. Poco después empezaron a poner las canciones lentas, así que los dos siguieron bailando en la pista sobándose sin parar, Carlos no paraba de acariciar su culo por encima de la minifalda. Juanmi sacó a bailar a su amiga para ver si tenía la misma suerte, pero cuando bajo las manos hacia el culo ella se las quitó y le dijo que no había nada que hacer. Así estuvimos un par de horas hasta que Raquel nos dijo que nos íbamos ya, fuimos al coche y al montarnos como la otra vez ella le dijo a Juanmi que no perdiera el tiempo y se subiera detrás también, nada más hacerlo Raquel llevó una mano a la bragueta de mis amigos y sonriendo dijo.

RAQUEL.- ¡¡¡Pollas fuera!!! Jajaja.

Los dos, que ya estaban empalmados, no perdieron tiempo y se la sacaron de inmediato, Raquel cogió una con cada mano y empezó a pajearles mientras yo arrancaba para ir rápido a algún descampado donde poder aparcar y participar en la fiesta. Durante el trayecto, y mientras Carlos besaba a Raquel, Juanmi le subió la camiseta dejando a la vista el sujetadora blanco y semitransparente que dejaba ver sus pezones hinchados por la excitación, después soltó los corchetes y tiró del sujetador hacia arriba, con lo que las tetas quedaron colgando y los pezones, del tamaño de un garbanzo y con la aureola pequeña y rosada, al alcance de la boca de Juanmi, que no tardo ni un minuto en meterlos en su boca y morderlos.

RAQUEL.- Ummmm, siiii, muérdelos bien, me gusta como lo haces.

Ella se recogió el pelo, bajo la cabeza y se metió la polla de Carlos en la boca, ahora Juanmi pellizcaba y retorcía con fuerza los pezones, lo que excitaba mucho a Raquel y hacía que gimiese sin parar.

RAQUEL.- Ummm, más fuerte cariño, apriétalos más fuerte, asíiii, si, sigue así por Dios.

Juanmi la giró de forma que quedó en cuatro, con la cabeza sobre la polla de Carlos y el culo orientado hacia él, rápidamente se puso detrás, subió la minifalda, apartó la braga y acercó su polla al coño de Raquel metiéndola de golpe, la agarró por las caderas y comenzó a empujar una y otra vez.

RAQUEL.- Sigue con mis tetas por favor, retuerce mis pezones cariño, no los dejes.

Como Juanmi no podía fue Carlos quien con una mano retorcía los pezones y con la otra empujaba su cabeza para que se tragase mayor porción de polla.

RAQUEL.- Ummm, así cariño, apriétalos bien mientras yo saco toda tu leche.

Ya habíamos llegado al descampado, así que paré el coche y me di la vuelta para ver lo que estaba pasando. Raquel me vio y dijo.

RAQUEL.- Tenemos a nuestro amigo parado, vamos a darle trabajo, jajaja.

Levantó la cabeza, quitó a Juanmi de atrás y les dijo que salieran fuera del coche, una vez en el exterior se subió la minifalda hasta las caderas, se apoyo de frente contra el capó pegando sus tetas y la cabeza y abriendo bien sus largas piernas nos dijo.

RAQUEL.- Aquí tenéis a vuestra putita particular. ¿A ver quién es el primero que me va a follar?

Juanmi no perdió tiempo, se puso detrás y se la volvió a clavar como ya había hecho antes en el coche. Carlos, con la polla en la mano, se acercó poniéndosela frente a la cara.

RAQUEL.- ¡Como te gusta que te la chupe! Jajaja. Y tu ¿Qué haces ahí parado? Ven aquí, vuestra puta puede con los tres a la vez.

Tomó la polla de Carlos metiéndosela en la boca al tiempo que con la mano cogía la mía y empezaba a hacerme una paja.

CARLOS.- ¡Chúpamela bien puta!

RAQUEL.- Jajaja, así me gusta, eso es lo que soy para vosotros, folladme sin parar.

Juanmi estaba a punto de correrse, así que empezó a empujar con más fuerza penetrándola a tope.

RAQUEL.- Asíiii, dame fuerte cabrón, córrete bien.

Juanmi acabó y se retiró hacia atrás.

RAQUEL.- ¿A quién le toca follarme ahora? ¿Cuál de los dos quiere metérmela?

Carlos dijo que no, que prefería correrse en su boca, por lo que yo me puse detrás preparado para follármela.

RAQUEL.- ¿Alguna vez has follado el culo de una chica? ¿No te gustaría clavármela por detrás?

Yo nunca lo había hecho, ni siquiera lo había pensado, pero allí tirada sobre el capó del coche y vista desde atrás, tenía un culo espectacular, yo miraba sus glúteos abiertos que permitían ver el esfínter con claridad y sin pensarlo dos veces llevé mi polla a su entrada.

RAQUEL.- Así me gusta, vas a ver lo que es follarse un buen culo, pero no tengas prisa, primero tienes que dilatarlo, moja tus dedos en mi coño y mételos con cuidado en el culo.

Así lo hice, mojé mis dedos en el coño, que aún rebosaba leche de la corrida de Juanmi, y se los introduje despacio en el culo, ver como se dilataba el esfínter al paso de éstos era un autentico espectáculo, yo los metía y sacaba despacio y cada vez entraban mas fácilmente.

RAQUEL.- Ummmm, siiiii, muy bien, lo haces muy bien, ahora mete tu polla en mi coño y después clávamela en el culo hasta el fondo.

Inmediatamente obedecí sus órdenes, me puse detrás, metí la polla en su coño completamente húmedo y de ahí la llevé a la entrada de ese estupendo culo, presioné un poco hasta que conseguí meter el capullo, ahora veía como el esfínter anal se cerraba alrededor de él, presionándolo y dando una sensación de extremo placer que nunca antes había tenido.

RAQUEL.- Ohhh siiiii, ya casi lo tienes, ¡¡Que gusto!! Ahora empuja fuerte y clávamela entera, venga.

Empujé más y la polla se fue enterrando en su culo poco a poco.

RAQUEL.- Así no. ¡¡Fóllame duro!! ¡¡Fóllame muy duro!! ¡Clávamela hasta el fondo joder!

La cogí por las caderas y tirando de ellas hacia atrás di un golpe de cadera enterrando la polla hasta los huevos.

RAQUEL.- Agggg, SIIIII, sigue, sigue.

Inicié un movimiento continuo sacándola hasta el capullo y metiéndola hasta que su culo chocaba con mi pelvis, ella se había olvidado de Carlos y ahora solo estaba centrada en la follada que estaban dando a su culo.

RAQUEL.- ¡¡¡Que rico!!! Sigue por favor, sigue así, no pares, tírame del pelo, tírame del pelo, rápido.

Al tiempo que decía esto se pellizcaba con fuerza los pezones. Mientras, Carlos estaba con su polla erecta mirando y sin haberse corrido aún.

RAQUEL.- ¡¡¡Fóllame!!! ¡¡¡Fóllame fuerte cariño!!! Así me gusta, voy a correrme, voy a correrme.

Mi polla estaba taladrando literalmente su culo y ella disfrutaba como una autentica perra, entonces la cogí del pelo tirando hacía mi de forma que ella tenía que arquear su espalda para que no se lo arrancase, y con todas mis fuerzas seguí follando su culo una y otra vez sin pensar en si podía hacerle daño. De repente Raquel retorció con fuerza sus pezones y giró la cabeza mirándome.

RAQUEL.- Ya, Ya, me corro, me corro, no pares, sigue cabrón, sigue hasta correrte en mi culo, pero hazlo ya, no puedo más.

Seguí penetrándola con fuerza hasta que por fin vi que me iba a correr.

MARCO.- Joder, me corro, me corro, ha sido el mejor polvo de mi vida.

Raquel me miraba agotada y se reía sin parar.

RAQUEL.- Te dije que te iba a gustar, te has follado el mejor culo del mundo.

A continuación le hizo una buena mamada a Carlos para acabar la faena.

Así estuvimos hasta que acabó el curso en la Facultad y nos fuimos de vacaciones, saliendo con la hija de paseo los sábados y domingos y follándonos a la madre todos los viernes.



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heranlu

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Las Vivencias con su Suegra - Capítulos 002


El día de regreso fue un domingo, así que decidimos quedar con Paula y Olaya para poder sacar información a la primera de cómo estaba su madre, la cita fue en una terraza céntrica a la que llegamos nosotros primero. Cuando vimos que se acercaban a mí se me nubló la vista, Paula había sufrido un cambio radical, ya no era la niña de antes de verano, tenía el pelo rizado y muy largo y su piel morena destacaba especialmente ya que llevaba un vestido blanco hasta los pies, muy ceñido al cuerpo y con una abertura lateral que dejaba ver sus largas piernas a cada paso que daba, era tan ajustado que sus grandes pechos, aunque no tan grandes como los de su madre, sobresalían de una forma rotunda. Inmediatamente hice un hueco a mi lado para que se sentase junto a mí, cuando lo hizo y cruzó las piernas la raja casi llegaba hasta sus bragas, por arriba la cosa también estaba caliente, el vestido tenía botones en la parte delantera y ella llevaba cuatro abiertos, así que se le veía parte del sujetador, blanco de encaje, y un hermoso canalillo a cuyos lados sobresalían dos grandes tetas morenas. A partir de ese momento tuve claro que ésta iba a ser mi presa, por lo que me dediqué en cuerpo y alma a ella durante toda la tarde. Nos contó que había estado con su madre y hermana en la playa, que habían hecho nudismo y que había tenido un rollito de verano que había salido mal, posteriormente a mi me dijo que fue un ligue de verano con un chico de 30 años con el que había perdido su virginidad, pero que fue muy mal porque la hizo daño y no llegó a disfrutar, era un mal recuerdo para ella. El viernes siguiente fuimos a la discoteca y de nuevo estaba allí Raquel, por lo que retomamos nuestra relación de sexo semanal. Lo que cambió fue que yo comencé a salir con Paula, todos los sábados y domingos quedábamos, íbamos a bailar y yo intentaba follármela, algo que de momento no conseguía, cuando aparcaba el coche en su puerta por las noches para dejarla lo máximo que lograba era que me hiciese una paja.

En cuanto a Raquel, cada viernes bailábamos con ella en la discoteca y después nos íbamos a un descampado donde nos follábamos su coño y su culo, algo que a todos nos gustaba y por tanto íbamos rotando, y nos chupaba la polla con su maestría habitual, era una auténtica Diosa y Puta, como le gustaba que la llamáramos.

Después de un par de meses mis relaciones con Paula no avanzaban, cada día que intentaba follármela el resultado era negativo y en el sexo oral tampoco había avances. Un sábado por la noche la llevé al mismo descampado donde llevábamos a su madre, a ver si allí tenía más suerte. Paula llevaba un vestido amarillo cortito y con un pronunciado escote, me incliné sobre ella besándola, acaricié sus senos por encima del vestido aprovechando para soltar los botones y lo baje dejando el sujetador al descubierto, era blanco y sus pezones sobresalían por el borde, empujé hacia abajo y las tetas salieron por encima, sus pezones, al contrario que los de su madre, eran grandes y marrones, llevé mis labios a uno y empecé a chuparlo y morderlo, noté que empezaba a gemir, así que metí mi mano bajo su vestido subiéndola por el interior de sus muslos hasta llegar a braguita, ella instintivamente abrió las piernas dejándome mas espacio, lo que aproveché para tirar de la braga hacia abajo para sacársela, al notarlo levantó ligeramente el culo, di un tirón y se la quité, inmediatamente empecé a acariciar su clítoris y a meter mis dedos en su coño, estaba completamente empapada y me resultaba muy fácil penetrarla con ellos. Paula gemía sin parar.

PAULA.- Ummm, sigue, sigue, despacito por favor.

Continué haciéndole una paja mientras intentaba bajarme el pantalón y subirme encima para follármela.

PAULA.- Ummmm, me gusta, sigue así, tócame.

Cuando intenté follarmela me paró con sus manos.

PAULA.- ¡NOO! Por favor no, eso no.

Vi como cerraba las piernas con fuerza, así que le dije que estuviese tranquila y volví a mi asiento, ella se relajó y volvió a abrir las piernas, yo continué masajeando su clítoris y follando su coño con mis dedos.

MARCO.- ¿Así te gusta?

RAQUEL.- Si mi amor, perdóname pero no puedo ir más allá.

MARCO.- No te preocupes Paula, no hay porque follar, pero si podrías hacerme una mamada.

RAQUEL.- Joder Marco, es que…, bueno, lo intentaré.

Ante esa expectativa aumenté la velocidad de mi mano centrándome más en el clítoris, Paula se dejó caer en el asiento abriendo por completo las piernas, bajé mi cabeza y acerqué mi lengua a su coño, era la primera vez que lo hacía, Paula me miró y cogió mi pelo con sus manos apretándome contra su clítoris.

RAQUEL.- Ummm, así amor, así, que rico, no pares por favor.

Yo notaba como abría al máximo sus piernas para que mi boca llegase más adentro, mi lengua acariciaba su clítoris y mis dedos penetraban su coño una y otra vez.

RAQUEL.- ¡¡Dios!! Voy a correrme, voy a correrme, cómemelo bien, sigue amor, me corro, me corro.

En ese momento sus piernas se cerraron apretando con fuerza mis dedos que aún seguían dentro de su coño.

RAQUEL.- Para, para, no puedo más. ¡¡Que bueno!!

Me miró relajada y sonriendo.

MARCO.- Ahora te toca a ti cariño.

Ella hizo una mueca pero se incorporó del asiento acercándose al mío, yo le di dos sacudidas a mi polla y la puse orientada hacia arriba.

Paula se inclinó hacia adelante aproximando su boca a mi polla, yo cogí su cabeza y la bajé hasta que sus labios rozaron mi capullo, entonces recogí su pelo en una coleta para poder ver como me la chupaba, se la metió en su boca y empezó a subir y bajar, mi rabo desaparecía dentro de su boca pero no jugaba con su lengua ni presionaba el capullo con los labios, era evidente que no tenía ninguna experiencia, no tenía nada que ver con las comidas de polla que nos daba su madre. De vez en cuando Paula me miraba esperando mi aprobación.

PAULA.- ¿Te gusta así amor?

MARCO.- Sigue así, cómeme la polla, no pares.

Ella animada chupaba con más rapidez.

PAULA.- Cuando vayas a correrte avísame. ¿Vale?

MARCO.- Si, no te preocupes, sigue chupando, sigue.

A pesar de no ser una buena mamada yo ya estaba a punto de correrme, por lo que apreté su cabeza hacia abajo, ella se dio cuenta giró la cabeza y me miró sonriendo.

PAULA.- ¿Vas a correrte ya?

MARCO.- Si cariño, estoy a punto.

Sin que yo pudiera reaccionar Paula sacó la polla de su boca, se incorporó y continuó pajeándome hasta que me corrí.

MARCO.- Joder, así no, no apartes tu boca hasta que me haya corrido.

PAULA.- No, no me lo voy a tragar, sabe muy mal.

MARCO.- Pero así no se siente el mismo placer, joder. ¿Tú por qué sabes que tiene mal sabor?

PAULA.- Porque el chico de este verano me hacía tragarme su leche y sabía muy mal.

MARCO.- Vaya, a él si se la mamabas bien y te tragabas todo y a mí no.

PAULA.- Pues esto es lo que hay, si te gusta así vale, si no se acabó, no te la chupo más.

Esa noche la dejé en su portal y empecé a pensar en la forma de solucionar esto, finalmente tuve una idea que podía ser la solución. El martes siguiente quedé con ella y la pedí que me presentase a su madre, que nuestra relación iba en serio y quería conocerla. Paula se alegró mucho y me llevó a la tienda, cuando entramos y Raquel vio a Paula se alegró mucho pero al verme a mí se quedó blanca.

PAULA.- Hola mamá, quiero presentarte al chico con el que salgo, éste es Marco, mi novio. MARCO.- Hola Raquel, encantado de conocerte.

Me acerqué y le di dos besos, ella no era capaz de reaccionar.

MARCO.- Te veo sorprendida ¿No sabías que Paula tenía novio?

RAQUEL.- No, sabía que salía con unos amigos y que tenía interés por uno de ellos, pero no esperaba esto.

PAULA.- Pues éste es mi novio, ahora ya le conoces formalmente.

RAQUEL.- ¿Este es uno de los chicos que me presentaste aquella vez en la calle?

PAULA.- Si ¿No te acuerdas que me dijiste que eran muy majos?

RAQUEL.- ¿Eran tres verdad?

PAULA.- Si mamá.

Raquel me miraba sorprendida y era incapaz de reaccionar.

MARCO.- Viendo a la madre ya se de dónde ha salido la belleza de su hija.

PAULA.- Ves, es un encanto. Cuando cierres la tienda podemos ir a tomar un café los tres juntos.

Esperamos la hora de cierre y fuimos a una cafetería, en un momento que Paula fue al baño pude hablar con Raquel.

MARCO.- No te enfades, voy en serio con tu hija, me gusta mucho y quiero que esto salga bien.

RAQUEL.- Espero que sea verdad, no quiero que le hagas daño, ya se lo hicieron este verano.

MARCO.- No voy a hacerlo, pero tenemos un problema, en el tema sexo es muy cerrada, no quiere hacer nada y lo poco que hace lo hace mal.

RAQUEL.- Supongo que te ha contado que este verano estuvo saliendo con un chico 12 años mayor que ella, era un sinvergüenza, se la tiró, se lo contó a sus amigos del hotel y luego pasó de ella.

MARCO.- Ya se que tuvo una mala experiencia, pero eso no va conmigo, habla con ella y dile que cambie de actitud, no quiero que sea como tú y se tire a mis amigos, pero sí que haga solo conmigo lo mismo que haces tú. ¿De acuerdo?

RAQUEL.- Joder, es difícil, lo que hago yo no lo hacen todas las mujeres.

MARCO.- Pues ya sabes, enséñala a hacerlo, explícale lo que tiene que hacer.

RAQUEL.- Tu lo ves muy fácil. ¿Y si no lo hago?

MARCO.- Tu verás ¿Ella sabe todas las cosas que haces y con quién? Seguro que piensa que eres una madre estricta y formal, es mejor que no se entere de la realidad ¿Verdad?

RAQUEL.- Eres un cabrón.

MARCO.- No, quiero a tu hija, pero también quiero disfrutar del sexo, y ella también debe hacerlo.

RAQUEL.- Contigo no voy a volver a hacer nada.

MARCO.- Te equivocas, conmigo seguirás haciendo de todo hasta que tu hija sepa hacer lo mismo que tu, así que enséñala rápido.

Llegó Paula y dejamos de hablar.

El siguiente viernes Raquel no fue a la discoteca y mis amigos se enfadaron conmigo porque pensaban que habían perdido el chollo por mi culpa. Les dije que no se preocuparan y al día siguiente les llevé a la tienda de lencería a la hora de cerrar para comer, cuando entramos RAQUEL estaba a punto de cerrar, iba impresionante, llevaba de nuevo las botas negras por encima de las rodillas, una minifalda negra de tablas y una blusa blanca corta que dejaba su cintura al descubierto.

MARCO.- Hola Raquel ¿Qué pasó anoche? No fuiste a bailar.

RAQUEL.- ¿Tú me lo preguntas? Ya no puedo fiarme de vosotros.

CARLOS.- Nosotros seguimos siendo los mismos, nada ha cambiado, podemos seguir disfrutando como hasta ahora.

RAQUEL No, Marco sale con mi hija y ya no puedo estar con él.

MARCO.- Ya te dije que hasta que tu hija no haga lo mismo que tú nada iba a cambiar.

RAQUEL.- Ya, tu lo que quieres es follarte a la madre y a la hija.

MARCO.- No, te doy mi palabra, cuando Paula sepa hacer lo mismo que tu ya no te molestaré, pero vas a seguir follando con nosotros como hasta ahora.

Mientras hablábamos Carlos se había puesto detrás de Raquel, la estaba abrazando y tocando sus tetas por encima de la blusa, de un golpe tiró de la blusa y se la arrancó, dejándola con un pequeño sujetador que no tapaba la mínima parte de sus tetas. Ella nos dijo que pusiéramos el cartel de cerrado y diésemos la vuelta a la llave, cogió de la mano a Carlos y le llevó a los probadores diciéndonos que les siguiéramos. Allí se quitó la minifalda quedándose con un minúsculo tanga, el pequeño sujetador y las botas negras hasta las rodillas, estaba para un poster.

RAQUEL.- No sabéis cuanto me costó no ir ayer a la discoteca, tuve que hacerme dos pajas por la noche pensando en vosotros, ahora no perdáis tiempo porque quiero comeros la polla a los tres y que me llenéis de leche.

Nosotros ya estábamos con las pollas fuera, ella se puso de rodillas, cogió la de Carlos con una mano y la de Juanmi con la otra y empezó a pajearlos.

RAQUEL.- No sabéis la suerte que tenéis al haberme conocido.

Yo me acerqué, cogí su cabeza y metí mi polla en su boca.

MARCO.- Deja de hablar y cométela bien.

Raquel no paraba, chupaba mi polla tragándosela casi entera y movía ambas manos con rapidez frotando las dos pollas de mis amigos. Juanmi se apartó, se tumbó entre las piernas de ella y dijo que bajará, ella así lo hizo y se clavó el rabo de Juanmi en su coño.

RAQUEL.- ¡Así me gusta cabrón! Estaba deseando tener una polla dentro. ¿Echabais de menos a vuestra puta?

Yo estaba a punto de correrme, saqué la polla de su boca la orienté a su cara y solté toda la leche en sus ojos, nariz y boca. Raquel sacó su lengua y con ella relamió la leche que goteaba hasta sus labios metiéndola en la boca. Entonces se inclinó sobre Juanmi y le dijo a Carlos.

RAQUEL.- Prepárate que ahora quiero tu polla dentro.

Comenzó un rápido movimiento de caderas arriba y abajo que hizo que Juanmi no pudiera aguantar más corriéndose al instante. Entonces acercó un par de cojines, se tumbó encima bocabajo, puso el culo hacia arriba y mojando sus dedos en el coño los llevó a su esfínter anal metiéndolos una y otra vez para dilatarlo.

RAQUEL.- ¿A qué esperas? Mete esa polla en mi culo ya.

Yo me puse de rodillas junto a ella y con mis dedos empecé a acariciar su clítoris con movimientos suaves y rápidos. Mientras, Carlos se ponía detrás, colocaba la punta de su polla en el esfínter y presionaba con fuerza consiguiendo que prácticamente entrase de un golpe.

RAQUEL.- ¡¡Así cabrón!! Así me gusta, métemela hasta el fondo.

CARLOS.- Voy a romperte el culo ¡¡Puta!!

RAQUEL.- Eso es lo que quiero, dame fuerte, dame fuerte, ya sabes cómo me gusta.

Al tiempo que le acariciaba el clítoris con una mano, con la otra le di un fuerte azotazo en el culo.

RAQUEL.- Siiii, así, así, dame más fuerte, soy vuestra puta, dadme fuerte.

Carlos cogió sus caderas y se ayudo de ellas para clavársela más adentro, yo volví a azotar su culo repetidamente hasta que mis manos quedaron marcadas en él.

RAQUEL.- Ummmm, ¡¡Dios!! Como me gusta, dame más, quiero más.

Carlos dijo que se corría y se dejó caer sobre la espalda de ella.

RAQUEL.- Joder cabrones, me vais a dejar a medias, ¡¡Mierda!!

Inmediatamente me puse detrás, como los probadores de la tienda tenían un espejo grande la giré poniéndola de frente a él y cogí su pelo tirando con fuerza hacia atrás, al levantar ella la cara podía ver su rostro de placer y mi corrida anterior chorreando por sus ojos, nariz y boca, en ese momento clavé mi polla en su culo con fuerza y vi como sonreía y pasaba su lengua por los labios lamiendo el semen que aún se deslizaba desde su nariz, realmente tenía cara de puta viciosa. Agarré fuerte sus caderas empujando hacia atrás al tiempo que presionaba con todas mis fuerzas y embestía su culo con violencia.

RAQUEL.- Agggg. ¡¡Que bueno!! Tu si sabes follarme como me gusta, clávala, clávala entera, quiero que me destroces el culo.

MARCO.- Eres una pedazo de Puta, te follarías un equipo de futbol entero si lo tuvieses aquí.

RAQUEL.- Siiii, ahora soy tu puta y me follaría a quien tu quisieras, pero métemela hasta adentro, no pares.

MARCO.- Vamos ZORRA, empuja tu culo hacia atrás para que entre mejor mi polla.

Ella se apoyó sobre sus manos y subió el culo más arriba, Juanmi, que ya se había recuperado de su anterior corrida, se puso delante y metió su rabo en la boca de Raquel, ésta a duras penas podía chupársela ya que no paraba de jadear y mover su culo al encuentro de mi polla.

RAQUEL.- Ummmm, así me gusta, dos pollas tiernas para mí. ¡¡Folladme cabrones!!

Juanmi metía y sacaba la polla de su boca sin parar mientras sujetaba con fuera su cabeza.

JUANMI.- ¡Voy a correrme! Joder, no sé como lo hace esta tía pero consigue que me corra enseguida, la chupa como nadie.

Raquel succionaba el capullo de Juanmi tragando toda la leche que éste soltaba en su boca, cuando acabó me miró y me dijo.

RAQUEL.- Tu no pares hasta que me corra, me encanta tener esa polla dentro de mi culo, es la mejor que he probado en mucho tiempo. ¡¡Fóllame fuerte!!

Yo seguí castigando su culo sin parar hasta que finalmente se corrió.

RAQUEL.- ¡DIOS! ¡Me corroooo! Es la mejor follada que me han dado en mi vida, acaba pronto o no podré sentarme en mucho tiempo.

Descargué mi leche en su culo y me dejé caer a su lado quedando los dos tumbados en el suelo.

RAQUEL.- ¿Esto es lo que quieres de Paula? Lo tendrás, te lo acabas de ganar.

El viernes siguiente Raquel me dijo que el sábado probase de nuevo a tener sexo con Paula, y si ella no quería debía hacerla creer que estaba muy molesto, después, el domingo por la tarde, tenía que ir a su casa sobre las seis, ya que no iba a estar su hija pequeña. Antes tenía que tomarme un par de copas, derramarme un poco por el pantalón y la camisa y fingir que estaba borracho.

Así lo hice, a la hora indicada llegué a la puerta, llamé y me abrió Paula, me preguntó qué hacía allí, yo no respondí e intenté entrar dando un traspié, ella me cogió pero no me dejaba entrar, entonces apareció Raquel y dijo que me llevase al sofá.

RAQUEL.- Paula, no ves que se encuentra mal, llévale al sofá y quítale la ropa que está empapada.

Así lo hizo, me llevó al sofá me desabrochó la camisa y me la quitó.

RAQUEL.- Quítale también el pantalón hija, parece mentira que seas así de pava. ¿Te da vergüenza quitarle el pantalón o qué?

PAULA.- No, es que no me parece bien.

RAQUEL.- ¿Qué es lo que no te parece bien? ¿No le has visto desnudo aún? ¿No os habéis acostado ya?

Yo, aunque fingía estar mal y tenía los ojos semicerrados, miraba de reojo para ver la escena.

PAULA.- Bueno, eso no, aún no.

RAQUEL.- Pero ¿Cuántos años tienes? ¿Tu crees que va a haber algún chico que te aguante así?

PAULA.- Joder mamá, no es tan fácil, después de lo de este verano me cuesta hacerlo otra vez.

RAQUEL.- Al menos le harás sexo oral.

PAULA.- ¡Mamá! Vaya pregunta, lo intento pero creo que no está muy satisfecho con lo que hago, además quiere que me lo trague.

RAQUEL.- Pero hija ¡Tan pava eres! A tu edad yo ya era experta en sexo y te había tenido a ti, es normal que quiera que te lo tragues, es como si te come el coño a ti y cuando vas a correrte se quita y te deja a medias.

PAULA.- No es lo mismo, yo se lo acabo con la mano.

RAQUEL.- ¡Que tonta eres! Se lo vas a hacer ahora mismo aquí para que yo vea cómo lo haces.

PAULA.- ¿Qué dices? Estás loca.

Para sorpresa mía y de Paula, Raquel se puso de rodillas delante de mí, saco mi polla del calzoncillo y empezó a sacudírmela.

PAULA.- Pero mamá ¿Qué haces, estás loca?

RAQUEL.- Cállate y ven aquí conmigo.

Raquel agarró a Paula de la mano y tiró de ella hasta ponerla a su lado.

RAQUEL.- Venga, métetela en la boca para que yo vea si sabes hacerlo o no.

PAULA.- ¡¡Pero mamá!!

RAQUEL.- Ni mamá ni leches. ¡Venga!

Paula se inclinó, cogió mi polla y siguió sacudiéndomela como hacia su madre, después se la metió en la boca y empezó a chupármela.

RAQUEL.- No, así no, tienes que jugar con tu lengua, recorrer el frenillo y después cerrar los labios envolviendo con fuerza el capullo, después y sin dejar de mover la lengua, tienes que meterla y sacarla de la boca, pero siempre succionando con los labios.

Paula probaba pero no era capaz de hacerlo bien, Raquel la quitó y dijo.

RAQUEL.- Déjame a mí, pero mira bien y aprende rápido.

Raquel inició una mamada como la que nos hacia los viernes, sus labios envolvían mi polla y su cabeza subía y bajaba sin parar, de vez en cuando la sacaba y jugaba con su lengua chupando y lamiendo el capullo para después volver a tragársela entera de nuevo.

RAQUEL.- Venga, te toca, chúpasela bien y no se te ocurra retirarte cuando vaya a correrse.

PAULA.- Joder mamá, esto no está bien.

RAQUEL.- ¡Chúpasela como te he dicho y cállate ya!

Paula volvió a comerme la polla, esta vez siguiendo las instrucciones de su madre pero sin utilizar la lengua igual.

PAULA.- ¿Así está bien?

Miraba a su madre esperando su aprobación.

RAQUEL.- Nooo, mira otra vez como lo hago.

Raquel volvió a meterse mi rabo en la boca chupándolo como una verdadera profesional, al ver que yo me tensaba se dio cuenta que estaba punto de correrme, por lo que se retiró y dijo a su hija que continuara ella.

Cuando iba a correrme se lo dije para ver cómo reaccionaba, hizo un amago de retirarse pero Raquel rápidamente puso su mano encima de la cabeza de Paula y la obligó a seguir mamándomela.

RAQUEL.- Trágatelo todo, no se te ocurra perder ni una gota.

Paula continúo chupando, incluso cuando yo descargué el primer chorro de semen en su boca, hizo como que le daban nauseas pero aún así no se retiró, instintivamente yo cogí su cabeza y empuje para que siguiese comiéndomela, ella así lo hizo, continuo tragándose todas las descargas de leche que yo iba soltando.

MARCO.- Siii, ¡Que bien! Me gusta como lo haces, no pares.

Paula miró a su madre y sonrió.

PAULA.- Le ha gustado mamá, le ha gustado. ¿Has oído?

RAQUEL.- Si hija, pero sigue chupando, tienes que tragarte hasta la última gota de leche.

Paula se la sacó, pasó la lengua por toda mi polla y volvió a chuparla con fuerza succionando para no perder ni una gotita, después se incorporó y me beso en la boca metiendo su lengua y pasando parte del semen a la mía.

PAULA.- ¿Te ha gustado mi amor?

MARCO.- Ha sido bestial.

Paula miró a su madre sonriendo y la dio un abrazo.

PAULA.- Gracias mamá, si no es por ti podría haber perdido a este chicarrón.

Cuando se fue al baño para lavarse la boca Raquel se acercó y me dijo al oído.

RAQUEL.- Se acabó, yo ya no tengo nada que hacer contigo.

MARCO.- Te equivocas, aún no me he follado el coño y el culo de tu hija, aún te quedan lecciones que dar.

Raquel me miró y movió la cabeza incrédula.

RAQUEL.- ¿También eso voy a tener que enseñarle?

MARCO.- Tu verás, si ella no lo hace por si sola tendrás que dar un empujoncito, ya te dije, tiene que hacer todo lo que tu haces.

Los días siguientes Paula me hizo unas mamadas de campeonato, estaba claro que su madre la estaba incentivando. El grado de confianza entre Raquel y yo fue aumentando, hasta el punto de contarme datos de su vida que nadie sabía. Poco antes de dejarla su marido, cuando tenía 22 años, dos hijas y estaba en paro, el sinvergüenza la dijo que iba a dejarla por otra a no ser que se acostase también con un amigo, ella, ante el miedo a que la abandonara aceptó, follando con ambos durante una larga temporada, en ese momento fue cuando se dio cuenta que disfrutaba mucho follando con dos hombres. Poco después y a pesar de todo, él la abandonó.
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heranlu

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Las Vivencias con su Suegra - Capítulos 003


Todo seguía igual, mi novia me hacía unas mamadas de campeonato tragándose toda mi leche pero aún no había conseguido follármela, uno de los viernes que mis amigos y yo quedamos con Raquel hablé con ella del problema que teníamos y le dije que tenía que hacer algo para convencerla de que dejase de poner excusas, Raquel me dijo que le diese unos días más y en compensación el próximo viernes nos daría una sorpresa.

El viernes siguiente los tres esperábamos con curiosidad la sorpresa prometida, fuimos a la discoteca como siempre y allí estaba Raquel con su amiga. Como era costumbre, Carlos se acercó a bailar mientras Juanmi y yo nos íbamos a la barra, Raquel nos llamó y nos dijo que fuéramos con ellos, al aproximarnos vimos que ella llevaba una minifalda y blusa provocativas, pero lo que nos sorprendió es que su amiga, que siempre iba muy recatada, esta vez llevaba zapatos de tacón alto, medias negras y un vestido negro de hilo muy ajustado y con un gran escote por el que aparecían sus tetas, no tan grandes como las de Raquel pero sí bastante generosas.

RAQUEL.- Aunque ya conocéis a Silvia, esta es vuestra sorpresa.

Los tres nos miramos sin entender nada, Silvia era guapa pero siempre fue cortante y distante con nosotros.

RAQUEL.- No me miréis así, Silvia ha decidido cambiar de actitud, ya se ha cansado de esperar el hombre de su vida, se ha dado cuenta que todos los que vienen aquí solo buscan los mismo, sobarnos todo lo que pueden, echarnos un mal polvo y luego olvidarse de nosotras. La he contado todo lo que hacemos y dice que se apunta, solo pide mucha discreción, no quiere que nadie pueda enterarse, ni siquiera imaginárselo. ¿Os comprometéis a ser muy muy discretos?

Nosotros nos miramos y dijimos que si inmediatamente.

RAQUEL.- Pues no se qué hacemos perdiendo el tiempo aquí, empecemos la fiesta ya.

Cuando salíamos de la discoteca Raquel me dijo que éste era mi regalo para compensarme por mi paciencia con su hija, ella cogió de la cintura a mis amigos y Silvia me cogió a mí. Puse mi mano en su cintura y fui bajándola despacio hasta llegar a su culo, ella me miró sonriendo.

SILVIA.- ¿Te gusta lo que tocas?

MARCO.- Me encanta, lo tienes muy duro, seguro que haces gimnasia.

SILVIA.- Pues sí, todos los días una hora de Gym. Por cierto, Raquel me ha dicho que eres el novio de su hija, también me ha dicho que tienes la mejor polla de los tres y la utilizas muy bien. ¿Es cierto?

MARCO.- Joder, no sabía que os contabais todo, pero sí, soy el novio de Paula, en cuanto a mi polla, eso es Raquel quien debe juzgarlo.

SILVIA.- Hasta hace unos días no me contaba nada de vosotros, yo sabía que tenía una vida sexual muy activa, pero no tanto, se había tirado a varios tíos de la discoteca pero nunca pude imaginar que se follaba a tres jovencitos a la vez. Hace unos días le conté que estaba harta de la vida que llevaba y quería un cambio, que necesitaba darme alguna alegría, y ella me contó lo vuestro, me dijo que lo probase y aquí estoy, aunque me da miedo que alguien se enteré, por favor sed discretos.

MARCO.- No te preocupes, llevamos un año con Raquel y nadie sabe nada.

Nos subimos en el coche, Silvia conmigo delante y los demás detrás, nada más sentarse Raquel ya estaba tocando la polla a mis amigos y sacándosela del pantalón, Carlos atacó sus tetas inmediatamente y Juanmi separó sus piernas para poder acceder al coño, Raquel las abrió dejando que pudiese trabajar con facilidad. Silvia me miró sorprendida.

SILVIA.- ¿Siempre es así? No pierde el tiempo.

MARCO.- Siempre, lo de esperar no va con ella.

Silvia giraba su cabeza y no perdía detalle de lo que pasaba en los asientos traseros. Mientras conducía puse mi mano sobre su pierna y fui subiéndola por el interior de sus muslos. Ella me miró, abrió las piernas y subió su vestido hacia arriba dejando ver unas medias que acababan en un encaje a mitad de sus muslos y sujetas por un liguero negro, el coño estaba a la vista porque no llevaba braguita.

SILVIA.- ¿Te gusta? Está esperando que te lo folles.

No respondí, aceleré para llegar lo antes posible a nuestro descampado de siempre. Durante el trayecto Raquel había empezado a hacerle una mamada a Juanmi mientras Carlos pajeaba su coño con una mano y con la otra acariciaba las tetas de Silvia por encima del vestido, ésta se dejaba hacer sin poner ninguna objeción. Cuando llegamos al destino Carlos ya había desabrochado el vestido de Silvia y había sacado sus tetas del sujetador. Yo recliné su asiento y empecé a morder sus pezones y a meter la mano entre sus piernas para acariciar su clítoris, Carlos se inclinó hacia delante para poder besarla y tocar la teta que estaba libre. Silvia se movía para poder facilitarnos el trabajo. Sus tetas eran redondas y duras con una areola pequeña y marrón, yo la chupaba y succionaba y de vez en cuando mordía su pezón, en ese momento ella daba un pequeño respingo y gemía pero se dejaba hacer. Raquel y Juanmi se bajaron del coche y se pusieron a follar en el capó, al quedar más espacio libre tumbamos el asiento de Silvia y Carlos aproximó la polla a su boca.

SILVIA.- Avísame cuando vayas a correrte.

CARLOS.- ¡No jodas! ¿No te lo tragas?

SILVIA.- No lo he hecho nunca, así que no.

Silvia se metió la polla de Carlos en la boca y empezó a chupársela, yo llevé mi cabeza entre sus piernas y comencé a comerle el coño, mi lengua pasaba una y otra vez por su clítoris y mis dedos exploraban su coño que ya estaba muy húmedo. Como la posición para mí era un poco incómoda baje del coche, abría la puerta de Silvia y la dije que girase un poco las piernas hacia la puerta, me puse de rodillas separé bien sus piernas y ahora si podía comerle el coño con facilidad, ella gemía sin parar a pesar de tener la polla de Carlos en la boca.

SILVIA.- Ummmm, siiii, ufffff que gusto, como me gusta.

Raquel, que ya había acabado de follar con Juanmi, se acercó a mí y me dijo al oído que la dejase a ella, yo me retiré y Raquel ocupó mi sitio comiendo el coño a Silvia, su lengua se movía con una facilidad asombrosa, la pasaba alrededor del clítoris y luego se lo chupaba con los labios, Silvia prácticamente saltaba en el asiento.

SILVIA.- Aggg, ¡Dios que rico! No pares por favor, no pares Marco.

Aún no se había dado cuenta que era su amiga quien le comía el coño con tanta destreza, al coger la cabeza para apretarla contra su coño se dio cuenta que era ella, así que miró hacia abajo.

SILVIA.- ¿Qué haces?

RAQUEL.- ¿No lo ves? Te estoy dando la mejor comida de coño de tu vida, tú déjame a mí y sigue comiendo el rabo a Carlos.

SILVIA.- Pero….

Raquel no la dejó hablar, metió la cabeza entre sus muslos y siguió moviendo la lengua y metiéndole los dedos sin parar. Silvia, que notó como el calor subía de nuevo por su vientre, se dejó caer en el asiento y siguió mamando la polla con autentica avidez. Silvia cada vez gemía más fuerte, era auténticamente escandalosa, y Juanmi y yo nos mirábamos con sorpresa.

CARLOS.- Voy a correrme, voy a correrme ya, joder trágatelo por favor.

SILVIA.- No, en la boca no.

RAQUEL.- O te tragas toda su leche o te dejo a medias.

SILVIA.- No por favor, no lo he hecho nunca.

RAQUEL.- Tampoco te había comido el coño una tía. ¿Te lo vas a tragar?

SILVIA.- Uffff, siii, pero sigue, no pares por favor, sigue comiéndomelo así.

Carlos agarró con fuerza su cabeza y comenzó a follarle la boca sin parar, ella hacía todo lo posible para respirar y aguantar las embestidas, de repente Carlos se corrió e inundó su garganta de leche, Silvia tragaba y tragaba sin parar mientras Raquel seguía follando su coño con la lengua y los dedos.

RAQUEL.- ¿Te gusta Zorra?

SILVIA.- Uffffff, mucho, sigue, por favor sigue.

RAQUEL.- ¿No quieres que te follen? ¿No necesitas que te metan una buena polla en el coño?

SILVIA.- Siiii, también quiero que me follen, también, pero sigue.

RAQUEL.- ¿Te vas a correr ya?

SILVIA.- Siii, ya, me corro ya. Me corrooo. ¡¡Que bueno!! ¡¡Que bueno!!

Gimiendo sin parar y saltando prácticamente en el asiento tuvo una corrida escandalosa.

RAQUEL.- ¿Te ha gustado tu primera experiencia?

SILVIA.- Siii, hacía mucho tiempo que no me corría como hoy, creo que nunca.

RAQUEL.- ¿Y tragarte la corrida de Carlos ha sido tan duro?

SILVIA.- La verdad que no, aunque entre la leche que soltaba y su polla entrando y saliendo en mi boca, casi me ahoga.

RAQUEL.- Ésta es tu noche de nuevas experiencias, ahora vas a probar algo más, el otro día me dijiste que nunca te la habían metido en el culo, hoy te lo va a follar Marco, ya verás que bien lo hace.

SILVIA.- Noooo, eso no, el culo no se toca.

RAQUEL.- Tú vas a hacer lo que yo te diga, y ahora vas a poner el culo para que Marco te lo folle.

SILVIA.- Joder, me da miedo, me va a doler.

RAQUEL.- Si quieres seguir disfrutando con nosotros tendrás que hacerlo si o si, y a mí ya me lo han follado los tres, yo soy su Puta ¿Soy vuestra Puta o no?

Los tres dijimos que si, Silvia pasaba su mirada de uno a otro de nosotros y no sabía que decir.

RAQUEL.- Si lo prefieres, puedes ver como me follan el culo los tres y tu miras, pero entonces olvídate de todos nosotros para siempre, yo incluida.

Silvia se movía nerviosa y parecía que estaba a punto de llorar.

SILVIA.- Joder, eres una hija de puta, sabes que tu eres mi única amiga.

RAQUEL.- Prepara el culo, si quieres disfrutar con nosotros tienes que hacer los mismo que yo, yo seré su Puta y tu su Zorra. ¿Vale?

SILVIA.- Vale.

Los tres estábamos sorprendidos, Raquel era una autentica Zorra manipuladora, ahora ya no tenía duda de que muy pronto me follaría a su hija.

Raquel cogió a Silvia de la mano y la llevó al capó delantero del coche, la puso frente a él y la dijo que apoyase las manos, pegase el pecho y sacase el culo hacia afuera. Después se acercó a mí y me dijo al oído.

RAQUEL.- Este es tu premio, folla su culo virgen como si fuese el mío, clávasela bien duro, pero primero tienes que lubricarla bien, yo te la he dejado muy caliente, tiene que estar completamente empapada.

Me quité los pantalones y los calzoncillos y cuando me acercaba a Silvia, Raquel me paró, se puso de rodillas y se metió mi polla en la boca mamándomela como solo ella sabía. Silvia se giró y se quedó mirando como mi polla entraba y salía en la boca de Raquel y crecía sin parar.

RAQUEL.- Ahora la tienes a punto.

Me puse detrás de Silvia y entonces tuve una visión espectacular, ella estaba inclinada hacia adelante con las manos apoyadas en el capó, sus piernas, largas y estilizadas, estaban cubiertas hasta la mitad de los muslos por unas medias negras sujetas por un liguero de encaje, y en medio un atractivo culo redondo y duro. Lleve mi mano a su coño, como había dicho Raquel estaba totalmente empapada, sus flujos aún chorreaban por su coño, aún así seguí pajeándola, ella abría más las piernas facilitando que mis dedos llegasen más adentro, cuando los tuve bien mojados los lleve a su orificio anal y metí uno despacio, ella dio un respingo pero se dejo hacer, después metí otro, se dejó caer un poco y ahora mis dedos entraban con facilidad. Me aproximé a su oído y le dije.

MARCO.- ¿Te duele? Si te hago daño dímelo.

SILVIA.- No, tu sigue.

Ahora movía su culo acompasadamente con las penetraciones de mis dedos. Ya era el momento de follármela, metí mi polla en su coño un par de veces para lubricarla bien y la llevé a su culo, la apoyé contra el esfínter y comencé a presionar despacio, ella era incapaz de relajarse, por lo que me era imposible penetrarla.

MARCO.- Relájate, abre bien las piernas y no aprietes el culo.

SILVIA.- Lo intentó, de verdad.

Volví a meter mi polla en su coño y empecé a follárselo despacio mientras pajeaba su clítoris, ella se relajó y comenzó a gemir.

SILVIA.- Ummmm, me gusta, así me gusta, fóllame así.

Cuando vi que estaba relajada, seguí acariciando su clítoris, saqué la polla y rápidamente se la coloqué en el esfínter apretando con fuerza, vi como el capullo entraba con facilidad, dejé de empujar y la dije que se relajase.

MARCO.- Ya ha entrado, no aprietes, déjame que me mueva despacio.

SILVIA.- Vale, pero despacio por favor, hasta ahora no me ha dolido.

MARCO.- No te preocupes, verás como te gusta, solo tienes que relajarte y disfrutar.

Volví a empujar y noté como el esfínter iba cediendo y mi polla entraba poco a poco, de repente noté como una mano quitaba la mía y ocupaba mi lugar pajeando el coño de Silvia, miré a mi lado y allí estaba Raquel de rodillas acelerando el movimiento de sus dedos en el coño y consiguiendo de nuevo que ésta gimiese como una loca.

RAQUEL.- Vamos, fóllatela con fuerza, clávasela entera.

Yo empujé con más fuerza y se la metí casi entera, ahora entraba y salía sin ninguna dificultad.

RAQUEL.- ¿Te gusta como lo hace? ¿A que ahora te gusta que te follen el culo?

SILVIA.- Siii, me gusta.

RAQUEL.- ¿Quieres que pare?

SILVIA.- No por favor, que siga.

RAQUEL.- Pues dile que eres su Zorra y que te la meta entera.

SILVIA.- Soy tu zorra, métemela.

RAQUEL.- No, a mi no, díselo a Marco, dile que te folle duro.

SILVIA.- Soy tu Zorra, Marco, follame duro, follame muy duro por favor.

MARCO.- ¿Quieres que te rompa el culo? Zorra.

SILVIA.- Siii, rómpemelo, haz lo que quieras pero no pares. ¡Fóllame por favor!

Raquel levantó la cabeza y me miró sonriendo.

RAQUEL.- Ya has oído, rómpela el culo, clávasela hasta los huevos a esta Zorra, ha ido toda la vida de estrecha y resulta que es una calentorra como todas, ahora tiene que saber lo que es bueno.

La cogí del pelo, la empujé contra el capó hasta que tuvo su cabeza apoyada en éste y comencé a dar golpes de cadera enterrando mi polla en su culo una y otra vez. Raquel movía sus dedos sin parar en el coño de Silvia y ésta no dejaba de gemir.

SILVIA.- ¡Dios! Me vas a romper, me vas a destrozar el culo, pero me gusta, que bien se siente tu polla dentro. ¡Fóllame! ¡Fóllame fuerte! No pares.

MARCO.- ¿Te gusta que te follen el culo Zorra?

SILVIA.- ¡Me encanta! ¡Me encanta! Soy tu Zorra.

RAQUEL.- No, eres la Zorra de los tres, dilo.

SILVIA.- Siii, soy la Zorra de los tres, de quien queráis, pero ahora voy a correrme, me corroooo. ¡Dios! Que bueno.

Silvia temblaba mientras se corría con mi polla dentro de su culo, cuando acabó se quedó tirada sobre el capó, ahora era un cuerpo inerte al que yo clavaba la polla una y otra vez, mi rabo se enterraba literalmente en su culo, al fin me llegó el momento y me corrí derramado toda mi leche en su culo.

RAQUEL.- ¿Te ha gustado?

SILVIA.- Uffff, mucho, nunca pensé que se pudiera sentir esto, me temblaban las piernas y no podía mantenerme de pie.

RAQUEL.- Ahora te va a follar Juanmi.

SILVIA.- No creo que pueda, ya me he corrido dos veces, no lo había hecho nunca.

RAQUEL.- Pues hoy lo vas a hacer, falta Juanmi por probarte y no se va a quedar con las ganas.

Raquel miró a Juanmi y le dijo.

RAQUEL.- Es tuya, fóllatela bien.

Juanmi la tumbó de espaldas sobre el capó, separó bien sus piernas y clavó su polla en el coño que se le ofrecía bien abierto, sus movimientos de cadera eran fuertes y taladraban una y otra vez el coño de Silvia, lo que hacía que ésta gimiese nuevamente. Mientras, Raquel se puso en cuatro y nos pidió a Carlos y a mi que nos la follásemos, Carlos se puso detrás y empezó a follar su culo con violencia, yo metí mi polla en su boca y ella inició una mamada espectacular, lo que había hecho con su amiga la había puesto muy caliente.

SILVIA.- Uffff, me gusta, follame, no pares, por Dios, follame sin parar.

Raquel miraba y sonreía, sacó mi polla de la boca y me dijo.

RAQUEL.- Cuando estés a punto dímelo, quiero que te corras en la cara de esa Zorra, seguro que nunca nadie lo ha hecho.

Carlos siguió follando el culo de Raquel hasta que se corrió, entonces ocupé yo su lugar y continué follándomela sin parar.

RAQUEL.- Agggg, me corro, me encanta correrme con tu polla dentro, que rico, clávamela bien, me corrooo.

Yo seguí follando su culo hasta que note que iba a correrme, entonces la saqué y se lo dije a Raquel.

RAQUEL.- Ven, vamos a poner a prueba a Silvia otra vez.

Nos acercamos a Silvia, que aún estaba siendo follada por Juanmi en el capó, y Raquel cogió mi polla y la puso frente a su cara.

RAQUEL.- Mira bien Zorra, ahora Marco va a soltar toda su leche en tu cara, abre bien los ojos.

SILVIA.- No por favor.

Raquel hizo caso omiso, giró su cara y me dijo que me aproximase bien. Yo puse mi polla a escasos quince centímetros y solté mi descarga sobre su rostro, la leche salía y salpicaba sus ojos, nariz y boca. Raquel miraba complacida y, una vez que acabé de lanzar mi esperma, pasó un dedo por su cara recogiendo la leche y llevándola a los labios de Silvia.

RAQUEL.- Saca tu lengua y recoge la leche, no desperdicies ni una gota.

Silvia así lo hizo, entre gemidos porque se estaba corriéndose de nuevo, sacaba la lengua y recogía la leche llevándosela a la boca.

SILVIA.- Uffff, siiiii, me corro otra vez, me corrooo, esto es genial, siiiiii, que gusto.

JUANMI.- Yo voy a correrme también, ya me viene.

RAQUEL.- Córrete en su boca, hoy tiene que probar la leche de los tres. Silvia, ponte de rodillas.

Silvia se bajó del capó y se puso de rodillas, Juanmi metió su polla en la boca y ella comenzó a mamársela con ganas, al tiempo que la chupaba miraba hacia arriba para ver la cara de Juanmi.

SILVIA.- Córrete ya, córrete en mi boca, venga.

RAQUEL.- La Zorra está aprendiendo rápido.

JUANMI.- Ya voy, ya me corro.

Juanmi soltó su leche en la boca de Silvia y ésta tragaba y tragaba sin dejar que se perdiese ni una gota, cuando éste acabó, ella pasó su lengua por el capullo y polla de Juanmi chupándosela despacio hasta que se encogió en su boca.

RAQUEL.- Muy bien, has pasado la prueba, ya puedes unirte a nuestro grupo. ¿Quieres hacerlo?

SILVIA.- Siiii, nunca había disfrutado como hoy.

Cuando las llevábamos a sus casas Raquel me dijo que follarme el culo de Silvia había sido mi premio por mi paciencia con su hija, pero que no me preocupase porque en un par de semanas sería el culo de Paula el que me follaría, la cosa se planteaba bien y yo ya estaba deseando que eso ocurriese.

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heranlu

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Las Vivencias con su Suegra - Capítulos 004


Después de la participación de Silvia en nuestras fiestas la cosa se había animado más, ahora teníamos dos estupendas mujeres para follarnos los viernes, aunque yo seguía esperando que mi novia cediese por fin a mis ataques.

Pasadas dos semanas, el viernes, como siempre, mis amigos y yo fuimos a la discoteca y de ahí al descampado con Raquel y Silvia, ésta última ya estaba completamente integrada y era tan zorra como la primera, los tres nos las follábamos por turno sin piedad. Cuando nos íbamos a ir Raquel me dijo que el domingo fuese a su casa a comer porque lo tenía todo preparado, su hija pequeña se iba a casa de una amiga y estaríamos solos Paula, ella y yo, pero antes de comer debería llevar a Paula a tomar unos martinis para que se fuese animando.

El domingo a mediodía quedé con Paula en una cafetería, yo fui antes y estaba ansioso por que llegará ella, cuando entró por la puerta los camareros se giraron para mirarla, era una auténtica lolita, llevaba una faldita de tablas muy corta con cuadros rojos y blancos y una blusa blanca semitransparente debajo de la cual se veía un sujetador blanco de media copa del que sobresalían escandalosamente sus tetas, el pelo recogido en una coleta y unos zapatos de tacón altos. Cuando vió la cara con la que la miraba me dijo.

P.- ¡No babees!

M.- ¡Estás impresionante! Pero con esa minifalda se te va a ver todo.

P.- Pues debajo no llevo nada.

M.- No jodas, estás para matarte a polvos.

P.- Todo a su tiempo.

Después de tomar dos martinis Paula estaba bastante “contenta” así que decidimos ir a otro bar y tomar el último antes de ir a casa. En el momento que se sentó a mi lado metí la mano bajo la falda para comprobar si realmente iba sin ropa interior.

P.- Quieto, te van a ver.

Así era, había un camarero y un señor sentado en la mesa de enfrente que no quitaban ojo de las piernas de mi chica. A mí no me importó, al contrario, me excitaba que la mirasen, así que seguí avanzando con la mano a pesar de la presión que ella hacía para cerrar las piernas.

M.- No seas tonta, déjame un poco.

P.- No ves que nos están mirando.

M.- Es igual, venga, déjame que compruebe si llevas braguita o no.

Paula bajó la mirada ruborizada y abrió ligeramente las piernas, mi mano subió entre sus muslos hasta llegar al coñito, era verdad, no llevaba nada, cuando la miré se había sonrojado aún más por la vergüenza.

P.- Vámonos, nos están mirando todos.

Era cierto, tanto los camareros como el señor de la mesa tenían su vista puesta en la entrepierna de mi novia. Nos levantamos y nos fuimos a otro bar. Después, de camino a casa, mi mano no paraba de sobar su culo por encima de la falda todo el tiempo, ella me la quitaba de vez en cuando pero sin poner demasiado interés, estaba claro que el martini hacía su efecto.

M.- Joder, me tienes muy caliente.

P.- ¿Si? ¿Y en qué piensas?

M.- Bueno, en echarte un polvo, pero como tú no quieres, con una mamada me conformaría de momento.

P.- ¡Vamos!

Me cogió de la mano y me llevó a un portal, allí nos metimos en el descansillo debajo de la escalera y ella se puso en cuclillas, desabrochó mi pantalón, sacó mi polla y comenzó a hacerme una mamada. Estaba claro que había tenido una buena maestra, su lengua se movía con agilidad y pasaba de mi capullo a mis huevos de forma alternativa para después tragarse todo el rabo y cerrar con fuerza sus labios alrededor de mi glande. Al bajar mi cabeza para mirarla vi como tenía una mano bajo su falda y estaba pajeándose sin parar al tiempo que mi polla desparecía una y otra vez en su boca. Cogí su coleta y tiré del pelo hacia atrás para que dejase de chupármela.

M.- Tócate, me gusta ver como te tocas el coño.

P.- ¿Te gusta mirarme? ¿Eres un pervertido de esos que les gusta mirar a las chicas? Pues mírame bien.

Apoyó una mano en la pared y abrió todo lo que pudo las piernas para que yo tuviera más campo de visión, miró hacia arriba para observar como yo no quitaba la vista de su coño y sonriendo aceleró el movimiento de sus dedos.

P.- Ummm, mírame como me toco. ¿Te gusta?

M.- Siiiii, me gusta mucho, no pares.

P.- Ufff, voy a correrme ya, no puedo más, me corroooo.

Nada más acabar se lanzó sobre mi polla y continuó con la mamada, a los dos minutos yo estaba soltando mi leche en su boca.

P.- Si mi amor, córrete en mi boca, échame toda tu leche, a partir de ahora la quiero toda para mi.

Paula me miraba con cara de vicio y relamía con la lengua las pocas gotas de semen que habían rebosado por sus labios.

Después nos arreglamos la ropa y fuimos a su casa. Al llegar nos esperaba Raquel, iba con un pantalón de pijama corto y una camiseta que evidenciaba que no llevaba sujetador porque sus grandes tetas se movían libremente debajo, se acercó a mi y al darme dos besos me dijo.

R.- ¿Has hecho lo que te dije?

M.- Si, se ha tomado tres Martinis.

R.- Irá calentita entonces, me imagino.

M.- No sabes cuanto, ya me ha hecho una mamada por el camino. ¿Cómo sabías que se pondría así?

R.- Porque el hijo de puta que la desvirgó en verano lo hizo después de emborracharla con martinis, la encanta esa bebida. Ahora tienes que seguirme el rollo todo el tiempo, durante la comida y después.

M.- Ok, como tu digas.

Durante la comida Raquel abrió una botella de vino y la copa de Paula nunca estuvo vacía, se la llenábamos a cada momento. Cuando acabamos de comer Raquel le dijo a su hija.

R.- Ya sabes lo que te toca, ahora pones tú el postre.

P.- Si, si, pero tu te iras ya. ¿No?

R.- NO, yo me quedo aquí.

P.- ¡¡¡Pero mama!!!Déjanos solos por favor.

R.- No. ¡Empieza ya! Haz lo que te dije ayer.

Paula, que estaba ligeramente ebria, se levantó de la mesa y fue hacia el sofá, se sentó frente a mi mirándome fijamente a los ojos, abrió mucho las piernas y subió una encima del sofá, después se subió la minifalda hasta la cintura dejando su coño totalmente a la vista, llevo sus dedos a la boca y los chupo como si estuviera mamando una polla para a continuación bajarlos a su coño, los paso por encima de éste y comenzó a masturbarse frente a mi. Era un autentico espectáculo, mi novia me estaba dedicando una paja que me estaba poniendo a cien. Raquel se acerco a ella, desabrochó blusa y sujetador y liberó sus tetas que ahora se veían esplendidas moviéndose al mismo ritmo que su mano lo hacía en su entrepierna, yo no podía apartar mis ojos de mi novia, sus dedos acariciaban el clítoris mientras se pellizcaba los pezones con la otra mano y la respiración se le aceleraba.

P.- ¿Te gusta mirarme mi amor?

M.- Mucho, cariño.

P.- Ummmm, no dejes de mirarme hasta que me corra, me gusta que me mires.

M.- Si, continúa tocándote, no pares.

Paula se echó hacia atrás en el sofá moviendo más rápido su mano, al tiempo que se acariciaba el clítoris metía dos dedos en el coñito. Raquel se arrodillo junto a mí, desabrochó mi pantalón y sacó mi polla para masturbarme con su mano, después acercó su boca y comenzó a pasar su lengua por el glande, por ultimo cerro sus labios alrededor del capullo y comenzó a succionarlo con fuerza.

R.- Ya está preparada, fóllatela antes de que se corra.

Me puse de rodillas frente a Paula, agarré con fuerza sus piernas con mis manos y tire de ella hasta ponerla al borde del sofá, llevé mi polla a la entrada de su coño, la pase por encima varias veces sin llegar a penetrarla y muy despacio se la fui metiendo hasta tenerla entera dentro, por fin había conseguido lo que tanto deseaba.

P.- Aggggg, la siento dentro.

M.- ¿Te gusta así? ¿Te gusta que te folle?

P.- Si mi amor, no pares, fóllame por favor.

Sujetando sus piernas con fuerza, tiré de ellas hacia mi al tiempo que empuje mis caderas hacia delante clavando mi polla en su coño lo más profundo que pude.

P.- Uffffffff, me vas a romper.

M.- ¿Quieres que pare?

P.- No mi amor, no pares, quiero sentirte dentro, fóllame, métemela bien adentro.

Continué clavándosela una y otra vez mientras veía como ella seguía acariciándose el clítoris con el dedo, sus tetas se movían sin parar debido a mis penetraciones cada vez mas violentas, sus gemidos también iban en aumento.

P.- Uffffff, ¡Como me gusta! ¡¡Follame así!! Se siente tan rico, ummmmm.

Raquel, sentada en una silla junto a nosotros, no paraba de observarnos, la pregunté si Paula tomaba anticonceptivos, ya que me la estaba follando a pelo, ésta me miró sonriendo y me dijo al oído.

R.- ¡Que cabrón! A mi no me preguntaste si los utilizaba cuando me follaste. Córrete dentro de ella, que sienta como inundas su coño de leche, y no te preocupes que no se va a quedar embarazada.

Paula apretó con fuerza sus piernas diciendo que se corría.

P.- ¡Dios! Me corrooo. ¡¡Que gusto!!! Nunca había sentido algo así, que bueno.

M.- Yo estoy a punto, voy a correrme ya.

P.- Si mi amor, córrete ya, quiero sentir tu leche dentro, córrete.

Descargue todo mi semen dentro y me dejé caer sobre ella abrazándola, así estuvimos un buen rato hasta que Raquel nos cogió de la mano y nos llevó hacia su habitación diciendo.

R.- Esto no se ha acabado, ahora toca la ultima lección.

P.- Joder mamá, podrías irte y dejarnos solos.

R.- Nada de eso, hasta que no vea que cumples con lo que me has prometido, no.

P.- Pero esto es muy fuerte, déjanos a Marco y ami que hagamos lo que queramos.

R.- ¿Tu qué opinas Marco?

M.- Paula, deja hacer a tu madre, de momento no lo está haciendo nada mal.

P.- ¿Tú también te pones de su parte? Es que me da miedo lo que quiere.

R.- Mira hija, lo que quiero es que tu novio se folle tu único orificio virgen, la boca y el coño ya los tenias usados.

P.- Que cabrona eres, no deberías decir eso, soy tu hija.

M.- No te enfades cariño, deja que tu madre te inicie, quizás no sea mala idea.

Raquel me miraba y se reía. Hizo tumbarse a Paula en la cama separó sus piernas y me dijo.

M.- Ahora te toca a ti darle gusto, come su coñito.

Me tiré inmediatamente entre sus piernas y mi lengua comenzó a recorrer los pliegues de su coño, después rodeé su clítoris con mis labios y empecé a chuparlo despacio, Paula se retorcía de gusto. Cuando ya estuvo suficientemente excitada, Raquel me dijo que me quitase y dijo a su hija que se pusiera de lado.

R.- Ponte de lado, dobla la pierna izquierda y llévala hacia el pecho.

Paula así lo hizo.

R.- Ahora comienza a masturbarte despacio.

P.- Joder mamá, esto ya es demasiado.

R.- Cállate y empieza a tocarte el coño ya.

Paula empezó a pajearse, entonces Raquel me dijo que yo me sentara sobre la pierna que tenía estirada y muy pegado a su culo. Cuando lo hice, Raquel posó sus manos sobre los glúteos de su hija y los separó dejando su orificio anal a la vista y a escasos centímetros de mi polla. No me lo podía creer, ahí tenía, a mi disposición, un esfínter sonrosado, apretado y virgen, no podía quitar mi vista de él. Raquel aproximó sus labios a mi oído y me dijo muy bajito.

R.- ¿Te gusta verdad? Me comprometí contigo a que te lo ibas a follar y aquí lo tienes, pero no se te ocurra hacerle daño a mi hija el resto de tus días, y ya sabes que a partir de ahora tu y yo ya no haremos nada.

M.- No lo haré, la quiero.

R.- A que esperas entonces, fóllate ese culito virgen ya.

Sin esperar un minuto metí mis dedos en el coño de Paula y los mojé bien en sus flujos, los llevé a su ano y lo lubriqué bien por fuera, volví a repetirlo un par de veces más, después puse mi dedo pulgar en el esfínter, presione y vi como éste cedía y mi dedo penetraba por completo, no podía apartar mi vista de él, volví a mojar mis dedos en sus flujos y esta vez la penetré con los dedos índice y central, al principio Paula apretó sus glúteos, pero después cedió y se dejó hacer, por lo que ambos dedos entraban y salían con facilidad. Paula mientras seguía masturbándose y ya comenzaba a gemir con fuerza.

P.- Ummmm, me gusta, que bueno.

R.-Fóllatela ya o se va a correr y luego no vas a poder.

Raquel abrió los cachetes del culo de Paula con una mano y con la otra cogió mi polla y colocó el glande pegado al esfínter.

R.- Vamos, empuja. ¡Métesela ya!

Empujé mis caderas hacia delante y el esfínter se abrió lentamente envolviendo mi capullo, la vista era espectacular, seguí presionando y vi como mi polla iba enterrándose en el culo, Paula no se quejaba, al contrario, sus gemidos aumentaban y su respiración se aceleraba. Raquel, que estaba sentada a mi lado sin perder detalle, metió la mano bajo el pantalón de su pijama y comenzó a pajearse.

R.- Ya tiene el culo lubricado. ¡¡¡Fóllatela duro!!!

Agarré la pierna que Paula tenía recogida y, apoyándome en ella, comencé a empujar con fuerza mis caderas clavando mi polla en su culo repetidamente. La situación era muy excitante, ver a mi novia ahí tumbada gimiendo, mientras mi polla se enterraban en su culo, hacia que mis caderas se moviesen con mas rapidez, ahora la estaba follando de forma casi violenta y ella lo estaba disfrutando.

P.- Así mi amor, así. Aggggggg. ¡¡Como me gusta!! La noto dentro, no pares, sigue, sigue.

Yo aceleré aun más mis penetraciones, de vez en cuando paraba y pegaba mi pelvis a su culo empujando con fuerza y sin moverme para notar como mi polla había entrado en toda su profundidad. Raquel, tumbada al lado, seguía pajeándose mientras miraba fijamente como mi polla penetraba el culo de su hija.

R.- ¡¡Fóllatela duro!! No pares, me gusta ver como te la follas, sigue.

Llevé mi mano bajo su pantalón y quite la suya, al tocar su coño vi que estaba completamente empapada, metí mis dedos y continúe con la paja que ella había empezado, ahora tenía a mi suegra y a mi novia gimiendo y disfrutando a mi lado. Raquel subió su camiseta dejando a la vista sus grandes tetas, sus manos las amasaban y se detenían en los pezones pellizcándolos. Paula estaba fuera de si y me pedía que la penetrase mas fuerte, tenía la cara hundida en la almohada y con la mano que no se pajeaba agarraba con fuerza la sabana tirando de ella.

P.- ¡¡Me encanta!! Métemela hasta el fondo por favor, clávamela bien adentro.

Raquel la miraba excitada y me hizo un gesto con la mano. Inmediatamente lo entendí y propine un sonoro azotazo en el cachete de Paula.

P.- Ayyyyy, ufffff.

Al no quejarse, repetí de nuevo dándole una fuerte palmada y a continuación otra. Paula apretó con mas fuerza la sabana y levantó ligeramente el culo ofreciéndome una mejor vista de su esfínter sodomizado, volví a darle una nalgada y después otra, su culo estaba rojo y cada vez lo levantaba más, parecía una provocación para que continuara castigándolo.

P.- Así, así, fóllame fuerte, dame más, estoy a punto de correrme.

Raquel empezó a temblar fruto del tremendo orgasmo que estaba teniendo, apretaba con fuerza sus piernas sin dejar que mi mano saliese de su coño. Paula me avisó que también iba a correrse.

P.- Ya, me viene, métemela hasta el fondo y no te muevas mi amor.

Enterré mi polla en su culo y me quedé quieto.

P.- ¡¡Dios!! Ha sido genial, no hay nada mejor que esto. ¿Te has corrido tú también cariño?

M.- No mi amor, aun no.

P.- Hazlo ya, lléname el culo de leche.

Empecé a follarla de nuevo pero Raquel se incorporó y dijo.

R.- No, córrete en su cara, hoy tiene que probarlo todo.

Paula no se opuso, así que saqué mi polla de su culo y la dije que se pusiera de rodillas junto a la cama, yo me puse de pie y ella acercó su cara, ahora tenia el rostro de mi novia a escasos centímetros de mi capullo, y ésta abría y cerraba la boca y los ojos esperando que la salpicase en cualquier momento, Raquel cogió mi polla con su mano y empezó a sacudírmela, primero despacio y después cada vez mas rápido, yo estaba a punto de correrme.

R.- Vamos, córrete, llena esa carita de leche, que sienta lo que es recibir una buena corrida en la cara.

Continuó pajeándome has que por fin salió un chorro de leche de mi polla que fue a parar a los ojos de Paula, ésta a penas podía abrirlos.

R.- Ahora recoge con los dedos la leche y llévatelos a la boca. ¡Venga!

Paula, obediente y sonriendo, recogió mi semen con los dedos y se lo fue metiendo en la boca, cada vez que metía los dedos los chupaba de forma picarona como si estuviera mamando una polla.

R.- Chúpale la polla para que no se pierda ni una gota.

Mi novia se metió mi polla chupándola muy despacio, su lengua jugaba con mi frenillo y sus labios succionaban de forma maestra mi glande.

P.- ¿Te gusta como lo hago mi amor?

M.- Mucho, me encanta ver como me la comes.

Cuando acabamos, y mientras Paula iba al baño a limpiarse, Raquel me dijo que ella había cumplido lo prometido y a partir de ese momento yo ya no haría nada con ella, y por supuesto nunca debía contar a su hija lo que hacía los viernes con mis amigos.
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Las Vivencias con su Suegra - Capítulos 005


Habían pasado cuatro años desde que mi suegra me ayudó a tirarme a su hija. Yo ya había acabado la carrera, tenia trabajo en Madrid y me había casado con Paula que ahora estaba embarazada. Como era fin de semana, el viernes por la tarde vinieron a Madrid mi suegra Raquel y mi cuñada Marga, esta última tenía ya 20 añitos y, si bien no era un pibonazo como mi esposa y mi suegra, estaba muy apetecible, era más bajista que ellas pero lo compensaba con un culo redondo y prominente y unas tetas enormes. Después de cenar Paula dijo que sentía muy pesada por el embarazo y se fue a la cama, cuando acabó la película de la tele mi suegra y mi cuñada también dijeron que se iban a sus respectivas habitaciones a dormir, por lo que me quede yo solo en el salón viendo la tele, pasado un rato y después de hacer un barrido por todos los canales, sintonice una película porno, el embarazo de riesgo de mi esposa nos había obligado a suprimir nuestros encuentros sexuales, por lo que estaba bastante necesitado, así que saque mi polla y comencé a masturbarme viendo la peli, poco después vi como se abría la puerta y entraba mi suegra, hice amago de tapar mi polla y disimular, pero ella se acercó y me dijo.

RAQUEL.- No pares, sigue tocándotela, ya sabes que a mi no me importa, además, al no poder follar con Paula tienes que estar pasándolo muy mal.

MARCO.- No sabes cuanto, ni siquiera me hace pajas, me tiene muy abandonado.

RAQUEL.- Eso puedo solucionarlo yo. Bueno, si tú quieres.

MARCO.- ¿Qué si quiero? Ya estás tardando mucho.

Dicho esto cogió mi polla, la sacudió un par de veces y bajo su cabeza metiéndosela en la boca, su lengua se movía en mi frenillo y apretaba con fuerza sus labios alrededor del capullo, se retiro un poco sonriendo y mirando mi cara de placer dijo.

RAQUEL.- Ya no te acordabas como te la chupaba ¿Verdad?

MARCO.- Sigues siendo igual de Puta, chúpamela y no pares.

La cogí del pelo y empuje su cabeza hacia abajo para que se tragase mi polla entera, ella comenzó a hacerme una mamada de campeonato, ya no me acordaba de la habilidad que tenia para comerse una polla, su lengua subía y bajaba por el tronco hasta llegar a mis huevos para después tragársela entera. Era un verdadero espectáculo ver como su cabeza subía y bajaba reiteradamente, por un momento subí la cabeza y vi que la puerta estaba entreabierta y había una sombra, no podía ver si había alguien o no, así que me fui al extremo del sofá donde tenía más dificultad para vernos, la puerta se abrió un poco más, y entonces pude observar que allí estaba mi cuñada escondida en la penumbra, como no entraba ni cerraba la puerta tuve claro que le gustaba mirar, y decidí que tenía que darle un buen espectáculo, gire a mi suegra para que quedase de lado y así ella pudiese ver como su madre se tragaba una y otra vez mi rabo. Raquel no había visto a su hija y seguía comiéndome la polla sin parar, y yo intenté calentar a mi cuñada para ver cómo reaccionaba. Como en su día prometí a mi suegra que nunca contaría a nadie lo zorra que era, pensé que tirándola de la lengua podía ser ella quien se lo relatase a su hija mirona.

MARCO.- Vamos, cómeme bien la polla, demuestra lo zorra que eres. ¿Tienes algún hombre que te folle ahora?

RAQUEL.- Desde que acabasteis la universidad y os fuisteis tus amigos y tu nadie ha vuelto a follarme como lo hacíais vosotros.

MARCO.- Disfrutabas mucho con nuestras tres pollas, como tú decías, eras nuestra Puta.

RAQUEL.- Siiii, tú ya lo sabes, me encantaba ser la Puta de tus amigos y tuya, ahora os echo mucho de menos, no sabes cuánto me gustaría que me follaseis los tres otra vez.

MARCO.- Sigue chupándomela, cualquiera que te viera se pajearía solo con mirarte.

Yo miraba de reojo a la puerta y allí estaba mi cuñadita, llevaba una braguita blanca y una camiseta cortita de pijama que apenas tapaba sus tetas, su mano estaba metida bajo la braga y se notaba como sus dedos se movían dentro, no había duda de que se estaba masturbando viendo como su madre me hacia una mamada, aquello me excitó mucho, así que intenté calentarla más.

RAQUEL.- ¿Es que Paula no te la come como yo la enseñé? Con las clases que la di debería hacerte las mejores mamadas del mundo.

MARCO.- Si, lo hace bien, tuvo a la puta de su madre como maestra. ¿Todas las mujeres de tu familia sois igual de zorras? Alguna debería ver lo bien que lo haces para que aprenda.

RAQUEL.- Ya sabes que soy una buena maestra.

MARCO.- ¿Has enseñado también a Marga cómo se come una polla o como tienen que romperla el culo?

RAQUEL.- No, aún no, pero si es necesario también lo haré, quiero que mis hijas sepan dar placer a sus maridos, tienen que ser autenticas putas en la cama para ellos, no quiero que les pase lo que a mí, que llevo un montón de años sola porque el mío me abandonó por otra.

Yo miraba de reojo a la puerta y allí seguía Marga, sus dedos se movían con agilidad dentro de la braguita y con la otra mano se acariciaba las tetas apretándolas cada vez más. Raquel también había empezado a pajearse, mientras me hacía la mamada estaba tocándose el coño sin parar.

MARCO.- Sigue chupándomela, no pares. ¿Sigues siendo mi Puta?

RAQUEL.- Siiii, ya sabes que sí, siempre seré tu puta y la de tus amigos.

MARCO.- ¿Y harías todo lo que yo te dijera?

RAQUEL.- Si cariño, lo que tú me pidas,

MARCO.- ¿Le comerías el coño a Marga para enseñarle como se hace?

RAQUEL.- Siiii, se lo comería, pero preferiría ver como se lo comes tú, aún recuerdo como me lo comías a mí, y también como me follabas el culo, nunca he sentido tanto placer como con tu polla en mi culo.

Desde donde yo estaba se veía a Marga sufriendo pequeños espasmos y apretando sus piernas con fuerza, no había duda que estaba sintiendo un gran orgasmo, se retorcía los pezones y respiraba con dificultad, yo esperaba que se decidiese y entrase para así poder follarmela, pero no lo hizo, vi como se marchaba y cerraba un poco la puerta. Raquel continuó la mamada hasta que me corrí en su boca.

MARCO.- Me corro, te voy a soltar toda la leche que tengo acumulada de estos días.

RAQUEL.- Siiiii, dámela, quiero tragármela toda, hace mucho que no se corren en mi boca.

Mientras soltaba la descarga en su garganta metí uno de mis dedos en el culo de Raquel, en cuanto lo notó se movió para facilitarme la penetración, ella aceleró el movimiento de sus dedos en el clítoris y yo metí un nuevo dedo follando su culo con fuerza. Raquel estalló en un gran orgasmo y gimió sin parar hasta que terminó de correrse.

RAQUEL.- Uffff, ¡Dios! Ha sido estupendo, solo me ha faltado que me clavases la polla en el culo, pero ya tendremos tiempo. ¿Verdad?

MARCO.- Cuando mi Puta quiera.

Me sonrió y se marchó a su habitación, yo me quedé apagando la tele y después me fui hacia la mía. Al pasar por la puerta de Marga vi que estaba entreabierta, me acerqué, la abrí un poco más y pude verla tumbada en la cama, había dejado la persiana subida, así que con la luz de la calle podía observarla con todo detalle, estaba de espaldas a mí, con la braguita metida entre los cachetes de su prominente culo y con la camiseta subida dejando ver sus tetas, no podía apartar la vista de ella, hice un pequeño ruido para ver si estaba despierta, pero no dijo nada, lo que me animó a acercarme más para verla mejor, sus tetas eran enormes, a pesar de lo cual tenía una pequeña areola y un pezón del tamaño de un garbanzo, sin pensarlo llevé mi mano a su pierna y fui ascendiéndola por el contorno hasta alcanzar su culo, lo hice muy lenta y suavemente porque no quería que se despertase, a continuación introduje mi mano entre sus piernas y acaricié levemente el interior de sus muslos rozando la braguita, Marga mostró un pequeño escalofrío y aceleró su respiración, esperé algún movimiento de rechazo pero ella no emitió ninguna queja, esto me hizo temblar de excitación y nerviosismo, estaba claro que mi cuñada estaba dejándome hacer sin poner objeciones, por lo que aumenté mi osadía, me quité la ropa y me tumbé en la cama detrás de ella, poco a poco fui aproximándome a su cuerpo hasta que mi polla entró en contacto con su trasero, la apreté con fuerza contra su culo al tiempo que apoyé mi mano en su cintura y la deslicé poco a poco en dirección a su pubis. Marga seguía sin decir nada, pero noté como movía ligeramente su culo hacia atrás apretándose contra mi polla, de forma que ésta se ajustaba a la hendidura de su trasero. Inicié entonces un suave movimiento frotando mi polla contra su culo, al instante ella comenzó a moverse al mismo ritmo. Ahora ya, sin vacilación, introduje mi mano bajo su braguita acariciando su vello púbico y bajando un dedo en busca de su clítoris, yo lo acariciaba con suavidad y Marga había empezado a gemir, intenté meter mis dedos en su coño, pero como tenía alguna dificultad, di un fuerte tirón y arranqué sus braguitas, ella abrió inmediatamente las piernas facilitándome la labor, sin esperar un minuto llevé mi polla a la entrad de su coño y empecé a pasarlo por los bordes, mi cuñada ya sin disimulo separó las piernas para facilitarme el acceso.

MARGA.- ¡¡¡Métemela por favor, necesito sentirla dentro!!!

Con un movimiento de cadera se la clavé hasta lo más profundo y empecé un movimiento salvaje penetrando su coño una y otra vez, ella me agarraba de la cadera intentando frenarme, pero era imposible, mi polla taladraba su coño sin parar.

MARCO.- Desde que te he visto en la puerta mirándonos no he parado de pensar en follarte, cuando me hacía la mamada tu madre y cuando me corría en su boca, solo pensaba que era la tuya, me encantan tus tetas y tu culo, y ahora quiero correrme en tu coño.

B- Si. ¡¡¡Fóllame bien adentro, haz que me corra!!!

MARCO.- Si, me gusta follar tu coñito. ¿Te lo han follado muchas veces?

MARGA.- No, pocas, pero no hables, fóllame por favor.

Mi mano acariciaba su clítoris y se notaba que ya no podía mas, estaba a punto de correrse, deslicé mi otra mano dentro de su camiseta y agarré una de sus tetas, primero con suavidad para después apretar con fuerza su pezón, estaba casi seguro que le hacía daño, pero no me importaba, quería poseerla de una manera animal, que sintiera el sexo de una forma salvaje, follármela como seguro ninguno de sus novietes lo había hecho hasta ahora.

MARGA.- ¡¡¡¡DIOS!!!! Me voy a correr, fóllame con fuerza, así, ya, ya, ya, me voy, siiiiiiiii

Al decir esto me excitó más y empujé con fuerza hasta que acabé corriéndome en su coño.

MARCO.- Agggg, me corrooo, siiii.

MARGA.- Ha sido estupendo, pero ahora debes irte, podrían venir mi madre o mi hermana.

Al día siguiente mi cuñada no podía mirarme a la cara, cada vez que nos encontrábamos bajaba la vista, intentaba no hablar conmigo y me evitaba. El domingo por la mañana, mi esposa y mi suegra dijeron que querían ir a comprar ropa para el futuro bebé y querían que yo las acompañase, mi cuñada dijo que se quedaba en casa durmiendo. Cuando estábamos en el centro comercial dije que había olvidado la cartera y tenía que volver a casa, por lo que dejé a las dos comprando y yo regresé. Cuando entré por la puerta mi cuñada no me esperaba, estaba en la cocina preparándose el desayuno en braguitas y camiseta, abrí la puerta y me quedé mirando su estupendo trasero, ella se ruborizó e intentó salir para vestirse pero la sujeté por la muñeca y tiré de ella hacia mí pegando sus tetazas contra mi pecho y agarrando sus cachetes con mis manos, su culo era grande y duro.

MARGA.- ¡Déjame Marco!

Hice caso omiso y la apreté mas fuerte, podía notar como sus tetas se clavaban contra mí y su corazón latía acelerado.

MARGA.- Déjame, por favor.

En lugar de eso le di la vuelta, metí mi mano bajo la camiseta y la llevé a su pecho, como no llevaba sujetador la amasé con fuerza y después pellizqué su pezón, su respiración se agitaba cada vez más.

MARGA.- ¡¡¡ No por favor!!! Esto no está bien, suéltame.

MARCO.- Noooo, a ti te gusta, eres como la puta de tu madre, te encanta que te follen y voy a darte ese gusto, ya verás como disfrutas.

MARGA.- Suéltame o tendré que decírselo a Paula.

MARCO.- Hazlo, díselo y entonces yo le contaré lo puta que eres, sabrá como me pedías que te follase el viernes por la noche, también puedo decirle a tu madre que te masturbabas mientras la veías hacerme una mamada. ¿Ahora qué me dices? ¿Vas a dejar que te folle? Seguro que sí, lo estás deseando, las tres sois iguales, os encanta tener una polla dentro.

MARGA.- Lo del viernes fue un error, no deberíamos haberlo hecho, suéltame por favor.

Mientras hablábamos, yo había descendido mi mano hasta su entrepierna y la había metido en el interior de sus braguitas, mis dedos ya acariciaban su clítoris y uno de ellos penetraba su coñito.

MARGA.- ¡¡¡ NO!!! Déjame irme por favor.

MARCO.- No, vas a probar la misma polla que ha follado el culo de tu madre y de tu hermana.

La cogí de la mano y la llevé al salón echándola sobre el sofá, de un tirón arranqué sus braguitas y metí mi cabeza entre sus piernas, ella intentaba cerrarlas pero sin demasiada fuerza, mi lengua ya estaba acariciando su clítoris y dos de mis dedos penetraban su coño, sus gemidos empezaban a oírse con claridad.

MARGA.- Ummmm, ummm.

MARCO.- ¿Te gusta que te coma el coño?

MARGA.- Ummmm, siiii, pero esto no está bien, eres mi cuñado.

MARCO.- No te preocupes, déjate hacer, ya oíste ayer a tu madre, a ella se lo comí muy bien.

MARGA.- Siiii, sigue, cómemelo como a ella, quiero sentir lo mismo que ella.

Ahora sus manos se cerraban sobre mi cabeza agarrándome del pelo y apretándome contra su coñito.

MARGA.- Ummmm. ¡¡Que bueno!! Sigue.

Cuando vi que estaba cerca de correrse, me retiré y tiré de ella poniéndola de rodillas al borde del sofá, empujé su cara y pecho para que descansasen sobre él y metí un dedo en su coño, noté que estaba completamente húmeda, así que lo llené de sus flujos y de ahí lo llevé a su culo, presioné ligeramente y vi como su esfínter cedía permitiendo que mi dedo entrase completo.

MARGA.- Aggg. ¡Me haces daño!

MARCO.- ¿Es que nunca te han follado el culo tus amiguitos?

MARGA.- No, a ellos solo se la chupo y en alguna ocasión dejo que me follen. ¿Quieres que te haga una mamada a ti?

MARCO.- ¿No quieres probar lo mismo que tu madre y hermana? Ya la oíste, a ella le encanta tener mi polla dentro de su culo.

MARGA.- Siii, pero ten cuidado por favor, no me hagas daño.

MARCO.- No, te la voy a meter hasta romperte el culo, como hice con ellas.

MARGA.- Ufffff, no, me da miedo, y podrían darse cuenta si me haces daño.

Yo seguía lubricando mis dedos en su coño y metiéndolos después en su ano, poco a poco me resultaba más fácil, su esfínter estaba perfectamente lubricado y mis dedos entraban y salían con facilidad.

MARCO.- ¿Los notas? ¿Notas como te follo el culo con mis dedos?

MARGA.- Si, pero no notó ningún placer y me da miedo. ¿No prefieres que te la chupe?

MARCO.- Bueno, vamos a ver cómo me la comes.

Tal como estaba, giré su cabeza y metí mi polla en su boca, ella pasaba su lengua por mi glande y después se la metía en la boca, pero no tenía la experiencia de su madre ni de mi esposa, yo empujaba con fuerza para que se la metiera más adentro pero ella intentaba pararme, imprimí más rapidez a mis caderas penetrando su boca y, aunque ella intentaba mantener el ritmo, le era imposible, mi polla era demasiado grande para su pequeña boca. Pasado un rato aminoré mi empuje y Marga comenzó a hacerme una mamada más pausada, pero no era esto lo que yo quería, así que volví a inclinarla sobre el sofá y empecé a pajearla con un mano mientras con la otra lubricaba su ano, ella me pedía que lo hiciese con cuidado y yo así lo hice, mis dedos se empapaban en sus flujos para después abrir el esfínter anal entrando y saliendo suavemente, mis caricias en su clítoris estaban haciendo efecto, mi cuñada ya no paraba de gemir y mis dedos invasores ya no le molestaban, al contrario, levantaba su prominente culo en busca de ellos.

MARGA.- Ufffffffff, me gusta, así, así, ummmm, métemelos así.

Al tiempo que decía esto mecía su culo suavemente y separaba sus cachetes con la mano dejándome ver como mis dos dedos penetraban su esfínter sonrosado y prieto y se enterraban profundamente en su ano.

MARGA.- Asíiiii, que rico se siente, sigue un poco, sigue y después méteme la polla, la quiero dentro.

MARCO.- ¿Quieres que folle tu culito virgen? ¿No decías que esto no estaba bien y que te dejase? Seguro que estabas esperando que llegase para que te rompiera el culo. ¿Verdad?

MARGA.- Siiii, fóllamelo, quiero que lo llenes con ese rabo.

Mientras me hablaba había llevado su mano hacia la espalda y estaba cogiendo mi polla con la mano y sacudiéndomela arriba y abajo. Apreté su cabeza contra el sofá hundiéndola entre los cojines y le dije.

MARCO.- Estás completamente húmeda, prepárate para recibir mi polla dentro.

MARGA.- Si, por favor, hazlo ya.

Me levanté ligeramente, llevé mi capullo a la entrada de su culo y presioné con fuerza hasta que mi glande estuvo dentro, ella separaba sus cachetes con las manos y yo podía ver como su esfínter cedía y luego se cerraba alrededor de éste engulléndolo. ¡Que sensación! Su culo estaba prieto y mi polla se movía despacio para profundizar más en su interior.

MARGA.- Aggggg, la noto dentro, se siente tan prieta, sigue por favor.

MARCO.- ¿Quieres que te la clave entera?

MARGA.- Siii, quiero sentirla toda dentro, clávamela.

Vi que sus manos apretaban con fuerza un cojín, me incliné hacia adelante empujando su cabeza contra el sofá y di un golpe de cadera metiendo mi rabo hasta adentro, después empecé a moverme con rapidez consiguiendo que mi polla se enterrase por completo en su culo, estaba logrando clavársela en lo más profundo de su ser.

MARCO.- Ya la tienes toda dentro. ¿La notas?

MARGA.- Si, si, la noto dentro, si, follame, no pares.

MARCO.- ¿Te gusta que te folle? ¿Quieres que te rompa el culo?

MARGA.- No, no, por favor.

MARCO.- ¿No quieres que te folle?

MARGA.- Siiii, follame, pero no me rompas el culo.

MARCO.- A las putas como tu hay romperlas el culo bien. Porque tú eres una puta ¿Verdad?

MARGA.- Si, si, soy una puta, fóllame, fóllame.

MARCO.- NO, tu no eres una puta, eres MI PUTA, igual que tu madre. ¡Dilo!

MARGA.- Si, soy tu Puta, soy tu Puta, follame.

MARCO.- Dime que te rompa el culo.

MARGA.- No por favor, no me hagas daño.

MARCO.- Pídeme que te rompa el culo o paro.

MARGA.- Si, si, rómpemelo, rómpeme el culo por favor, pero no pares, fóllame bien.

Yo se la clavaba muy fuerte en sus entrañas y ella movía sus caderas sin parar, levantaba el culo y empujaba hacia atrás para ir al encuentro de mis caderas, ambos nos movíamos acompasadamente facilitando su camino de acceso. Sin duda se la había metido entera, notaba a cada empujón como mis huevos golpeaban violentamente contra su perineo, a pesar del posible dolor que estaba sufriendo, el placer que recibía le hacía reaccionar a esa tremenda polla que la invadía una y otra vez con más movimientos de su trasero. Solté su cabeza y llevé mi mano a sus tetas apretándolas, estrujándolas, las tocaba con violencia, pellizcaba sus pezones queriendo hacerla sufrir. Esto la excitaba aún más, estaba fuera de sí, había perdido el control.

MARGA.- ¡Clávamela, por Dios! ¡Rómpeme el culo! La quiero toda dentro. ¡Fóllame como a mi madre!

MARCO.- ¡¡Zorra!! La tienes toda dentro ya, no vas a poder sentarte en una semana por Puta.

MARGA.- Agggg. Da igual rómpemelo cabrón, rómpemelo. Ufffff, me gusta.

Marga apoyaba las manos en el sofá y empujaba con fuerza hacia atrás para que la penetrase aún más y así conseguir que mi polla entrase hasta el fondo de su culo recién desvirgado.

MARGA.- ¡Métemela más Cabrón! La quiero toda entera. Vamos, rómpeme el culo.

MARCO.- Eres más Puta que tu madre y tu hermana.

MARGA.- ¡COMO ME GUSTA! ¡SI SI SI FOLLAMEEEE! ¡METEMELA, MAS MAS MAAAASSS! ¡OH SI SI SI! ¡CLAVAMELA BIEN ADENTRO! SIIIIIIIIII

Oírla me excitaba mucho, así que di un nuevo golpe de cadera y se la clavé hasta el fondo, sin sacarla y agarrando fuerte sus caderas, continué empujando, su culo estaba sufriendo un castigo que jamás hubiese pensado que podría aguantar una mujer, y a mí me estaba produciendo un placer desconocido. Noté que ella estaba a punto de correrse, así que mis movimientos se fueron acelerando al tiempo que retorcía sus pezones con más fuerza.

MARGA.- ¡¡ME CORROO!! No puedo más, ya me viene. Aggggg, ¡Dios mío! Esto ha sido estupendo, no creo que pueda volver a repetirlo nunca.

MARCO.- Ahora me toca a mí. ¿Dónde quiere que me corra en tu boca o en tu cara?

MARGA.- No, en la boca no por favor, córrete en mi culo, llénamelo de leche.

MARCO.- Ok, pero tienes que prometerme que dejarás que me corra en tu cara otro día.

MARGA.- Siii, cuando quieras, pero ahora lléname el culo de leche.

Aceleré el ritmo hasta que me corrí expulsando mi leche en el interior de su culo dolorido, continué descargando hasta que salió la ultima gota, al sacar mi polla su esfínter se cerró de nuevo, aún así la leche salía de él y resbalaba por el interior de sus muslos.

MARCO.- Ha sido estupendo, veo que las tres tenéis un don especial para el sexo.

MARGA.- Ahora ya tienes tres Putas a tu disposición.

MARCO.- Si, y esta noche quiero que me hagas una buena mamada, quiero correrme en tu boca.

MARGA.- No vamos a poder, tendrá que ser en mi próximo viaje.

MARCO.- No, cuando se vayan tu madre y Paula a la cama tu te vas también, yo me quedaré viendo la televisión y vuelves después.

MARGA.- Pero podrían vernos.

MARCO.- No, espera diez minutos a que se hayan dormido.

Esa noche hicimos lo que habíamos previsto, las tres se fueron a la cama y quince minutos más tarde apareció Marga en el salón, yo ya tenía una película porno puesta.

MARCO.- Venga, ponte de rodillas delante de mi y hazme la mamada que me debes.

MARGA.- Joder, nos pueden ver.

MARCO.- Ponte de rodillas en el suelo y chúpamela ya.

Con mala cara y un poco nerviosa se arrodilló, sacó mi polla del calzoncillo y empezó a chupármela.

MARCO.- Quiero ver como se la chupas a tus amigos, hazme una buena mamada, quiero que me la dejes bien limpia.

Marga pasaba su lengua por mi capullo, recorría mi rabo hasta la base de los huevos y volvía a introducírselo en la boca, estaba claro que quería demostrarme lo buena que era en esto, quería competir con su madre. Mi polla, bastante grande para su pequeña boca, la llenaba por completo, ella se esmeraba y con suavidad pasaba su lengua por el orificio del capullo, a continuación se la metía entera y la relamía a fondo. ¡Como me gustaba verla! Ella, de vez en cuando miraba hacia arriba para ver mi cara de placer.

MARCO.- ¡¡¡Qué bien la chupas!!! Me gusta ¡SI!

Marga presionaba sus labios sobre mi capullo y movía dentro su lengua al tiempo que me pajeaba con la mano. Yo no podía apartar mi vista de ella, en un momento que lo hice miré hacia la puerta y vi que estaba ligeramente abierta y allí, en la penumbra, estaba mi suegra con las bragas ligeramente bajadas y la mano metida en su coño, al comprobar que la había visto sonrió, me lanzó un beso y siguió pajeándose sin parar. Como estaba a punto de correrme se lo dije a marga.

MARCO.- Voy a correrme ya, y como buena Puta quiero que te lo tragues todo.

Miré hacia la puerta y mi suegra estaba haciéndome un gesto, lo entendí al instante y cambie mis instrucciones para Marga.

MARCO.- No quiero correrme en tu boca, me voy a correr en tu cara, quiero que tengas los ojos abiertos y veas como lo hago. ¿Entendido?

MARGA.- ¿No quieres que me lo trague? Hasta ahora todos los chicos me han pedido correrse en mi boca.

MARCO.- Veo que eres muy puta, igualita que tu madre.

MARGA.- Si, como ella te dijo la otra noche, soy tu Puta, para lo que quieras.

Ella, a pesar de la conversación, seguía mamándomela sin parar. De repente noté que me llegaba el orgasmo, saqué la polla de su boca y la orienté a su rostro, me quedé tenso y al momento descargué un primer chorro de leche sobre su cara, ella intentó cerrar los ojos, pero la agarré fuerte del pelo y la dije que los abriese, la segunda descarga le cayó en un ojo y la última entró por el orifico de la nariz. Marga movía los párpados para poder abrir el ojo cubierto con mi corrida, también soltaba aire por la nariz para expulsar el semen que le había entrado en ella.

MARCO.- Ahora recoge la leche con el dedo y llévatela a la boca, que no se caiga ni una gota, trágatela toda.

Mi cuñada recogía la leche, se chupaba el dedo y se tragaba toda sin dudarlo, después miraba hacia arriba esperando mi aprobación. Su madre, desde la puerta, se reía al tiempo que se corría fruto de la paja que acaba de hacerse viendo a su hija.

MARGA.- ¿Te gusta como lo he hecho?

MARCO.- Mucho, has estado estupenda, eres una buena mamadora.

MARGA.- ¿Pero quién es mejor mi madre o yo? ¿Te la chupa mejor ella?

MARCO.- Las dos sois igual de putas y la chupáis muy bien, quizás habría que reunir a mis amigos y que ellos valoren quién es la mejor.

MARGA.- Esos amigos de los que hablaba mi madre y que se la follaban todos a la vez.

Raquel miraba desde la puerta y escuchaba sorprendida, acaba de darse cuenta que su hija había oído toda la conversación del viernes.

MARCO.- Esos amigos, como ya escuchaste a tu madre, ella era la Puta de los tres y nos la follábamos por turno.

MARGA.- No estaría mal, las dos podríamos dejaros secos a los tres, jajaja.

MARCO.- Seguro que sí. ¿Qué te ha parecido el polvo de esta noche? Ha estado bien. ¿Verdad? ¿Te ha gustado como te he follado el culo?

MARGA.- Me ha encantado, pero creo que me lo has roto, no sé si podré sentarme mañana.

MARCO.- Pues a partir de ahora ya sabes que siempre que quieras aquí me tendrás para repetirlo, a ti y a cualquiera de las mujeres de tu familia.

Marga se incorporó del suelo, donde aún estaba de rodillas, y en ese momento Raquel desapareció de la puerta, después nos fuimos todos a dormir.

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heranlu

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Las Vivencias con su Suegra - Capítulos 006

Desde la visita que hicieron a nuestra casa mi suegra Raquel y mi cuñada Marga, Raquel y yo habíamos recuperado nuestros encuentros sexuales, siempre que nos visitaba esperábamos cualquier oportunidad para estar a solas y follar o practicar sexo oral sin que mi esposa se enterase. Mi suegra se cuidaba mucho y seguía siendo la mujer atractiva y caliente que nos follábamos mis amigos y yo cuando estábamos en la Universidad, por lo que yo estaba deseando que viniera a visitarnos y le decía a Paula que invitase a su madre siempre que podía.

Durante una de las visitas que Raquel hizo a Madrid para vernos, coincidió que mi amigo Carlos tenía una reunión de trabajo también aquí, por lo que le dije que se quedara en casa el fin de semana y así podríamos salir a cenar y tomar unas copas, al principio dijo que no podía, pero cuando le comenté que estaba mi suegra en casa aceptó sin dudarlo. Por su lado, cuando se lo dije a mi suegra, sonrió y dijo que así podríamos recordar viejos tiempos.

El viernes por la tarde llegó Carlos a casa, saludó a mi esposa Paula y después dio dos besos a Raquel, ambos se abrazaron y vi como Carlos bajaba la mano a lo largo de la espalda de Raquel hasta tocar su culo y apretarlo con fuerza, Raquel me miró sonriendo y me guiñó un ojo, después se acercó a mí y me dijo que esta noche tenía que ayudarla porque quería follárselo.

Por la tarde salimos a tomar unos vinos, después tomamos una copa en casa y nos fuimos a la cama, pasado un rato, y cuando vi que Paula estaba dormida, me levanté sin hacer ruido y fui a la habitación de Carlos, abrí despacio la puerta y encontré una imagen espectacular, Carlos estaba tumbado en la cama y mi suegra, en ropa interior y de espaldas a la puerta, estaba sobre él haciéndole una fantástica mamada, desde mi posición se veía claramente como su cabeza subía y bajaba repetidamente, así que no dije nada y me quedé observándoles, mi suegra hacia su trabajo a conciencia y su boca se tragaba la polla una y otra vez, la escena me estaba poniendo muy caliente, así que saque mi polla y comencé masturbarme allí de pie. Carlos, que estaba a punto de correrse, cogió con sus manos la cabeza de mi suegra y la empujó hacia abajo para que se la chupara más a fondo, al mismo tiempo empezó a gemir y repetir una y otra vez.

CARLOS.- ¡Chúpamela zorra, chúpamela como lo hacías en la Universidad!

Mi suegra animada chupaba con más ganas, su tremendo culazo estaba casi pegado a mí, así que estiré la mano y la metí bajo su braga, ella se sorprendió y se giró hacia mi, pero al verme sonrió y dijo.

RAQUEL.- Otra vez os tengo a los dos, solo falta Juanmi para completar el equipo, no sabéis cuanto echo de menos las folladas que me dabais los tres.

Volvió a inclinarse sobre Carlos y siguió mamando sin parar.

CARLOS.- Ya voy a correrme, sigue, no pares.

RAQUEL.- Siiii, córrete en mi boca, vamos, ya sabes cuanto me gusta tragarme vuestra leche.

Carlos se corrió y Raquel se tragó todas las descargas que soltó en su boca sin desperdiciar ni una gota.

CARLOS.- Ahora te toca a ti Marco, clávasela en el culo como a ella le gusta.

Iba a dar un paso hacia adelante para follármela cuando mire hacia la puerta y vi que allí estaba Paula, se había levantado sin que nos diésemos cuenta y estaba en la puerta mirando la escena y escuchando los comentarios que habían hecho Carlos y Raquel, su cara era de autentica sorpresa e indignación. Empezó a gritar diciendo que no teníamos vergüenza, que nos habíamos follado a su madre mientras éramos novios, y que mi suegra se había comportando como una verdadera guarra tirándose a tres tíos, que la habíamos engañado y nunca podría perdonarnos. Después se fue a la habitación y cerró la puerta, yo intenté entrar pero no me dejó, me dijo que fuese a dormir al sofá o con la zorra de su madre. Mi suegra estaba llorando y Carlos no sabía qué hacer, por lo que ellos se fueron cada uno a su habitación y yo me fui a dormir al sofá.

Por la mañana nos levantamos pero Paula no salía de la habitación, así que Carlos y yo nos fuimos a desayunar a una cafetería, pasado un rato nos llamó mi suegra y nos dijo que había hablado con Paula y ya estaba más tranquila. Al parecer le había contado que ella era muy activa sexualmente y que cuando la abandonó su padre empezó a probar nuevas experiencias, que nos conoció y tuvo sexo con los tres, pero en el momento que yo empecé a salir con ella como novios lo había dejado. Esto no era cierto, pero a Paula le había valido y ya no estaba tan irritada con nosotros, así que por fin pudimos volver a casa. Cuando llegamos, Paula me dijo que fuésemos a la habitación, allí me echó la bronca y me dijo que lo que había hecho era imperdonable, pero que tendría que superarlo por el bien de todos.

Cuando todo estuvo tranquilo decidimos salir a tomar unos vermuts y unas tapas, bajamos a una cervecería y allí bebimos varias rondas, noté como Paula bebía muy rápido y pedía que rellenasen su copa inmediatamente, quizás por el nerviosismo de lo que había pasado, por lo que en poco tiempo había superado su límite de alcohol y estaba un poco borrachilla. De repente, y con gran sorpresa para todos, preguntó a su madre que sentía cuando estaba con tres hombres. Mi suegra nos miró sin saber qué decir, pero Paula volvió a insistir, por lo que Raquel dijo que no podía explicarlo, que esa sensación había que sentirla, el tener tres pollas diferentes, tres hombres distintos, cada uno con una forma de tocarla y follarla diferente, era tremendamente excitante, y a ella le encantaba. Paula preguntó entonces qué sintió la noche anterior mientras se la chupaba a Carlos y yo tocaba su culo. Mi suegra resopló y contestó con cierto miedo que a ella le encantaba chupar una polla, más aún si era la de un hombre como Carlos, más joven y que además estaba muy bueno, y el sentir una mano como la mía hurgando debajo de su braga la excitaba muchísimo y hacía que la mamase con más fuerza.

Miré a Paula y vi como sus pezones estaban en punta y destacaban claramente bajo su camiseta, sin lugar a duda estaba muy excitada con la conversación.

Ante la sorpresa de todos, mi mujer continuó con el interrogatorio, esta vez preguntó a Carlos por qué me había pedido a mí que se la metiera en el culo a su madre la noche anterior. Carlos respondió rápidamente que cuando estábamos en la universidad a su madre le encantaba que yo follara su culo mientras mamaba la polla de Juanmi o la suya, y que, además, quería que le dijésemos guarradas. Mi suegra y yo le miramos nerviosos, pero él continuó diciendo que como más disfrutaba Raquel era con dos pollas dentro, que cuando tenía una polla en el coño y otra en el culo se volvía loca. Estaba claro que Carlos estaba tan borracho como Paula y no le importaba contar todo.

En ese momento observé como Paula se removía en la silla, metía una mano entre sus piernas y las apretaba con fuerza. Después nos hizo una confesión, la noche anterior, cuando vio a su madre chupándosela a Carlos, se había excitado muchísimo, ya que antes de ser mi novia le había gustado Carlos y en alguna ocasión había soñado que se liaba con él. Carlos se rió y dijo que podía hacerlo cuando quisiera, y Paula contestó que no lo verían sus ojos.

Como la conversación iba por cauces muy peligrosos, mi suegra dijo que era tarde y teníamos que volver a casa.

Por la noche nos preparamos para salir a cenar, mi suegra iba con una minifalda de cuero y una blusa negra semitransparente con un gran escote que dejaba ver casi la mitad de sus tetas, Paula se puso una falda vaquera y una camiseta blanca que resaltaba también sus hermosas tetas.

Durante la cena bebimos una botella de vino y tomamos unos chupitos, más tarde volvimos a casa y nos pusimos unos cubatas, después de varias copas y cuando estábamos un poco bebidos, Carlos propuso entretenernos con un juego al que jugábamos en la universidad y que llamábamos “la moneda”, este juego consiste en poner una servilleta de papel sobre la boca de un vaso estrecho y colocar una moneda encima, a continuación cada uno va quemando con un cigarrillo la servilleta y cuando la moneda cae dentro del vaso, el que la ha tirado paga una prenda. Carlos dijo que para animarlo más era mejor que ganase quien tiraba la moneda, así todos quemaríamos antes la servilleta para ganar, los cuatro aceptamos y empezamos a jugar.

La primera en ganar fue mi suegra, y pidió que Carlos se quitase los pantalones, Paula la miró extrañada y preguntó si íbamos a pagar prendas de ese tipo que eran más para adolescentes que para nosotros, los tres nos miramos y respondimos que sí. Paula se encogió de hombros aceptando y mi amigo se quitó los pantalones y se quedó en bóxer.

A continuación ganó Carlos, y sin dudarlo pidió a Raquel que se quitase la blusa, ésta lo hizo dejándonos una vista maravillosa, ya que llevaba un sujetador de encaje negro y transparente que era incapaz de contener sus grandes tetas y dejaba ver sus rosados pezones. Paula no salía de su asombro.

La tercera partida volvió a ganarla Raquel, y su petición fue que su hija se quitase la camiseta para estar en igualdad de condiciones que ella y así conseguir que Carlos apartase la vista de sus tetas de una vez. Todos nos reímos y Paula se quitó la camiseta, a pesar de tener unas tetas un poco más pequeñas que su madre, son bastante grandes y sus pezones marrones que son enormes se marcaban perfectamente bajo el sujetador blanco.

Jugamos una nueva partida y ésta la ganó Paula, dio un salto en la silla aplaudiendo y pidió que Carlos se quitase la camisa, al hacerlo, se incorporó y todos vimos el tremendo bulto que tenía bajo su bóxer, estaba empalmado y su polla luchaba por salir. Paula no podía quitar la vista de su paquete.

En las siguientes partidas yo tuve que quitarme el pantalón y Raquel el sujetador, ahora teníamos a la vista un estupendo par de tetas. Después me tocó a mí quitarme la camisa y a mi suegra la falda, ésta se levantó insinuante y la fue bajando muy despacio mirándonos de forma provocativa, cuando se la quitó vimos que llevaba un tanga negro que apenas tapaba sus labios vaginales. Paula miraba sorprendida pero no dijo nada, yo aproveché para servir una nueva copa.

El siguiente en ganar fue Carlos, y su petición fue que Paula se quitase el sujetador. Ésta dio un buen trago a la copa y se lo quitó sin dudarlo dejando a la vista sus redondas tetas, sus enormes pezones en punta delataban que estaba tremendamente excitada.

CARLOS.- ¡Joder! ¡Qué suerte tienes Marco, vaya par de tetas tiene tu mujer! Tiene que ser un gusto disfrutarlas.

Paula, con dos copas de más, se rio, cogió sus tetas con las manos y las movió arriba y abajo. Mi suegra me miró sonriendo.

RAQUEL.- Esto va muy bien, a ver quién es el primero en desnudarse.

Jugamos de nuevo y ganó Paula, volvió a saltar en la silla riéndose y pidió que Carlos se quitase el bóxer. Éste, sin esperar un momento, se puso de pie y comenzó a bajarse el calzoncillo dejando a la vista su polla erecta que apuntaba hacia Raquel. Ella alargó la mano para tocarla, pero yo dije que aún no era el momento y tenía que esperar a que le mandasen esa prenda. Mi suegra protestó pero dejó su mano quieta.

La siguiente ronda fue para mí, y ordené a Paula que se quitase las bragas. Ella me miró dubitativa y me dijo que aún tenía la falda, a lo que Carlos respondió que dejase de perder el tiempo y se quitase la falda y las bragas ya, porque nosotros teníamos solo tres prendas y ellas cuatro. Paula dudó un momento, pero se incorporó y se sacó la falda dejando a la vista unas diminutas braguitas brasileñas, nos miró y después fue bajándose las braguitas poco a poco. Mi suegra me hizo una señal para que mirase a Carlos que, sin darse cuenta, había bajado la mano y estaba acariciándose la polla sin dejar de mirar a mi esposa, giré la vista y vi que Paula hacia descender lentamente las bragas por sus piernas mirando fijamente a Carlos, después las giró con un dedo y se las lanzó a éste, quien las recogió y las olió diciendo que estaba deseando probar lo que habían cubierto antes.

Volvimos a jugar y ganó Carlos, éste pidió a mi suegra que se quitase sus bragas al igual que lo había hecho anteriormente su hija. Ella se levantó, nos dio la espalda, se agachó de forma provocativa mostrándonos el culo y se las quitó lanzándoselas a Carlos también, a continuación subió un pie en la silla y separó las piernas, lo que nos permitió ver su coño claramente.

RAQUEL.- Como os he dicho antes, esto va muy bien.

La siguiente partida fue para mí, y era un compromiso, porque los tres estaban desnudos y tenía que pedir una prenda más fuerte. Por suerte, antes de que yo dijera nada, Carlos se me adelantó y separando las piernas se cogió la polla y dijo.

CARLOS.- ¿A cuál de vosotras le toca jugar con ésta?

Ambas se rieron y me miraron, estaba claro que ninguna iba a molestarse con lo que pidiera, el alcohol había hecho efecto y las dos estaban totalmente desinhibidas. Miré a ambas y dije.

MARCO.- Paula, tienes que calentar a Carlos pero sin usar las manos.

Mi mujer se levantó sonriente y se acercó a Carlos que estaba sentado en la silla, puso una pierna a cada lado de él y bajo de forma que su sexo quedó a escasos centímetros de la polla de éste, siguió bajando despacio hasta rozar el glande con su vulva, Carlos empujó sus caderas hacia arriba y su capullo casi entró en el coñito húmedo de Paula, pero Raquel grito y dijo que eso no estaba permitido, él no podía moverse, así que Paula se movió adelante y atrás frotando su vulva contra la verga que estaba intentando penetrarla. Carlos aprovechaba para morder los pezones de Paula y ésta se reía y se acercaba más a él para facilitarle el trabajo. Raquel dijo que ya había pasado un minuto y que volviese a su silla, Paula se levantó remolona y dijo que luego acabaría lo que había empezado.

Volvimos a jugar y gané yo de nuevo, vi como Paula me miraba pidiéndome que la eligiese a ella, pero esta vez dije a Raquel que tenía un minuto para hacer lo que quisiera con la polla de Carlos.

Mi suegra rápidamente se puso de rodillas frente a Carlos, cogió la polla y comenzó a pasar su lengua por ella para a continuación tragársela entera de un golpe, su cabeza subía y bajaba sin parar tragándosela una y otra vez. Miré de reojo a Paula y noté que se sentía defraudada, sin duda esperaba ser ella quien se comiese el rabo de mi amigo, observé que su brazo se movía ligeramente y pude ver que tenía la mano entre sus piernas y estaba tocándose el coño disimuladamente, me levanté despacio, me puse detrás de ella y acerqué mis labios a su oído.

MARCO.- ¿Te gusta ver como tu madre le hace una mamada?

Ella apartó rápidamente la mano de su coño.

MARCO.- No pares, sigue tocándote, me gusta ver como lo haces.

Cogí sus tetas con mis manos y comencé a amasarlas despacio, Paula se inclinó hacia atrás, separó las piernas y volvió a acariciarse el clítoris sin dejar de mirar como su madre se tragaba una y otra vez la polla de Carlos.

MARCO.- ¿Te gusta mirarles o prefieres que les diga que paren?

PAULA.- No por favor, déjales que sigan.

MARCO.- ¿Te gustaría estar en el lugar de tu madre y ser tu quien se la chupe?

Paula levantó la cabeza, me miró y se encogió de hombros como pidiéndome permiso, después me preguntó si no me importaba a mí que lo hiciera. Mi respuesta fue decir a mi suegra que ya había pasado el minuto y tenían que parar. Tanto Carlos como ella protestaron, pero dije que había que volver a jugar.

Jugamos de nuevo y ganó Carlos, su deseo fue que Raquel me la chupara a mí también, no quería que yo tuviera envidia. Mi suegra se puso de rodillas frente a mí, bajó mis calzoncillos, sacó mi polla y sin esperar un minuto la cogió con la mano frotándola un par de veces para a continuación tragársela de un golpe. Yo miraba hacia abajo y veía como su cabeza se movía con rapidez tragando mi rabo sin parar, ella paró un momento, me miró guiñándome un ojo y siguió chupándomela con autentica destreza. Miré hacia mi esposa y vi como Carlos ponía la mano sobre sus piernas, ella se dejó caer hacia adelante abriéndolas y él accedió a su coño y comenzó a pajearla, Paula cerró los ojos y aceleró su respiración. Yo paré a mi suegra y la dije que observase la escena, mi mujer no paraba de gemir y abría completamente las piernas para facilitar que mi amigo acariciase su clítoris. Finalmente mi suegra les interrumpió diciendo que había pasado el minuto. Carlos apartó rápido la mano y Paula cerró inmediatamente las piernas, no se habían dado cuenta que les estábamos mirando.

Nueva partida y esta vez ganó Raquel, su petición fue que su hija se tumbara en el sofá y chupara la polla de Carlos mientras yo comía su coño. Miré a Paula y vi que estaba sonriendo, por fin iba a tener la polla que tanto deseaba, inmediatamente se levantó y fue hacia el sofá, dudó cómo ponerse, pero Carlos la empujó tirándola sobre el asiento y diciendo que por fin iba a follarse esa boquita, puso una pierna a cada lado de Paula y aproximó la polla a su cara, ella abrió la boca ansiosa y Carlos se la puso sobre los labios, Paula la cogió con la mano y comenzó a chupar el glande, su lengua subía y bajaba por el tronco, le chupaba los huevos y después volvía hacia arriba, Carlos impaciente la cogió del pelo y la sujetó con fuerza al tiempo que se la metió en la boca diciendo.

CARLOS.- ¡Chúpamela ya joder! ¡Trágatela entera! Seguro que eres tan buena chupando como la zorra de tu madre.

Viendo esto yo me arrodillé, separé un poco las piernas de mi mujer, me metí en medio y comencé a pasar mi lengua por su coño, primero por los labios vaginales y después por su clítoris que sobresalí de su capuchón ya que estaba muy hinchado por la excitación, me paré en él y se lo chupé y apreté con los labios, después volví a pasar mi lengua a lo largo de su vulva y noté como estaba completamente empapada, sus flujos no paraban de llenar mi boca, instintivamente comenzó a mover sus caderas yendo al encuentro de mi lengua, mientras, Carlos no paraba de follar su boca y decir lo bien que se la estaba chupando, esto animaba a Paula que no paraba de mover su lengua alrededor del capullo mientras succionaba el glande y seguía mamando el rabo de mi amigo sin parar. Vi a mi suegra parada al lado mirando la escena, así que cogí su mano y tiré de ella para que se pusiera de rodillas junto a mí y ocupara mi lugar, pero me dijo que no con la cabeza, aún así tiré de ella y la puse entre las piernas de su hija, a continuación empujé su cabeza hacia abajo y la guié hacia el coño abierto y empapado, ella me miró dudando pero obedeció y empezó a comer el coño de Paula, primero despacio, después como una autentica maestra que hizo que Paula aumentase el movimiento de sus caderas. Carlos dijo que iba a correrse y sacó la polla de la boca de Paula intentando retirarse para correrse fuera, pero ella dijo que no lo hiciera, quería recibir toda su leche en la boca. Carlos me miró pidiendo permiso y yo se lo di, así que sonriendo diciendo.

CARLOS.- ¡Abre bien la boca que te la voy a llenar de leche!

PAULA.- Siiiii, dámela, quiero saber por qué le gustaba tanto a mi madre que os corrieseis en su boca.

CARLOS.- Porque tu madre era nuestra zorra y hacía todo lo que la pedíamos.

PAULA.- Venga, haz lo mismo conmigo, córrete ya en mi boca.

Carlos cogió a Paula por el pelo, tiró de su cabeza hacia arriba, metió la polla de un golpe en su boca y comenzó a follarla sin parar, mi esposa se movía al ritmo que él marcaba, aunque le costaba, ya que la comida de coño que le estaba dando su madre le dificultaba respirar y chupar, de repente mi amigo dijo que se corría y soltó la primera descarga en la garganta de Paula, ella hizo lo posible para no ahogarse y siguió chupando, después una segunda descarga, mi esposa no podía tragársela e intentaba separarse un poco para abrir la boca, la leche le salía ya por la comisura de sus labios y le resultaba difícil chupar, a pesar de ello mi amigo seguía taladrando su boca una y otra vez, finalmente Carlos se quedó quieto y apretó con fuerza su pubis contra la cabeza de Paula.

CARLOS.- Si eres tan Zorra como tu madre trágatela toda y límpiamela entera.

Paula, me miró preguntando.

PAULA.- ¿Quieres que sea tan zorra como ella?

Yo respondí que si y ella volvió a meterse la verga de Carlos en la boca, sus labios envolvían el glande y chupaba con gran habilidad, su cabeza subía y bajaba de forma frenética haciendo que mi amigo gimiera sin parar, cuando terminó de sacarle toda la leche él se retiró y Paula se quedó mirando como su madre seguía chupándola el clítoris, instintivamente cogió la cabeza de ésta apretándolo contra su pubis, mi suegra entonces metió dos dedos en el coño de su hija y aceleró el ritmo e intensidad de las lamidas, Paula movía sus caderas arriba y abajo aumentando el volumen y cantidad de sus gemidos y estallando finalmente en un gran orgasmo.

PAULA.- ¡Me corro! ¡Que bueno! Por Dios, no pares.

Raquel continuó moviendo la lengua en el coño de su hija hasta que ésta se relajó totalmente. Carlos me miró y me dijo que había sido todo un espectáculo y que tenía mucha suerte de tener una mujer y una suegra tan calientes, le respondí que incluso a mi me habían sorprendido, no acababa de entender como Paula, a la que me costó tanto tirarme cuando éramos novios, estaba ahora tan desinhibida y dispuesta a mantener sexo en público con su madre y con mi amigo.

Ambas se incorporaron y yo serví dos nuevas copas. Mientras bebíamos me acerqué a Paula abrazándola y preguntando que necesitaba después de ese orgasmo, ella me respondió sin dudarlo.

PAULA.- ¡Que me metan una buena polla!

MARCO.- ¿Cuál prefieres?

PAULA.- Si puedo elegir, las dos. Y quiero que me tratéis como lo hacíais con mi madre cuando os la follabais los tres.

Rápidamente pedí que se sentasen a la mesa para continuar jugando. La siguiente partida la gané yo y mi petición fue que Carlos se quedase en la silla con las manos detrás mientras Paula intentaba clavarse su polla sin utilizar las manos. Mi suegra me preguntó si de verdad iba a dejar que otro se follase a mi mujer, yo respondí que la decisión era de ella, no mía. En ese momento estaba tan cachondo que hubiese permitido que un equipo de futbol entero se follase a mi esposa.

Carlos separó la silla de la mesa y estiró los pies, su polla estaba nuevamente dura y apuntando al techo, Paula se levantó sonriente diciendo “Ahora voy a acabar lo que empecé antes”, puso sus piernas a ambos lados de mi amigo dándole la espalda y, con autentica cara de viciosa, mojó sus dedos en los labios y los bajó a su vulva pasándolos a lo largo un par de veces, a continuación separó los labios vaginales con sus dos manos para facilitar el acceso de esa polla que tanto deseaba, al hacerlo pudimos ver los hilillos de flujo que aún colgaban de su corrida anterior, después comenzó a bajar hasta que su vulva rozó el glande Carlos, ella se movía adelante y atrás para conseguir que la verga entrase en su coño, pero en todas las ocasiones se deslizaba entre sus glúteos sin conseguirlo. Al no lograrlo se separó un poco para ver cómo podía ponerse para meterse el rabo de una vez, entonces pude ver que por la polla de mi amigo resbalaban los flujos de Paula, solo con el rozamiento le había empapado completamente, estaba claro que mi esposa estaba cachondísima y loca por tener esa polla dentro. Entonces vi como Carlos hacia fuerza con su abdomen y conseguía separar el rabo de su tripa y lo dejaba vertical, Paula lo vio también y aprovechó para colocarse encima rápidamente, ahora el glande estaba justo en la entrada de su vulva, ella hizo un pequeño movimiento con sus caderas y finalmente se dejo caer incrustando esa deseada verga en su coño dando un grito de satisfacción.

P,- Siii. ¡Ya la tengo dentro!

Al instante comenzó a moverse arriba y abajo sin parar clavándose la polla repetidamente, mi suegra y yo mirábamos absortos la rapidez de sus movimientos y como se esforzaba para follarse a Carlos, de vez en cuando paraba y movía sus caderas de forma circular para conseguir que el pene entrase en toda su profundidad y se acomodase a su vagina, después volvía a repetir sus movimientos ascendentes y descendentes para que la polla entrase y saliese de su coño. Paula entonces me miró poniendo cara de autentica puta viciosa y me dijo.

PAULA.- ¿Te gusta como lo hago? ¿Soy tan zorra como mi madre?

Entonces lo entendí todo, esta era una competición con su madre y quería demostrarme que era mejor que ella, esto me dio una idea y la puse a prueba diciendo.

MARCO.- No, tu madre es capaz de follarse dos tíos a la vez.

Paula me miró y dijo que ella también podía hacerlo, pero mi suegra cortó la conversación diciendo que ya había pasado el minuto de la prueba. Mi esposa respondió que hasta que no consiguiese que Carlos se corriese en su coño no iba a dejarlo, por lo que inició un movimiento frenético subiendo y bajando y moviendo circularmente sus caderas, lo que hizo que mi amigo avisase que estaba a punto de correrse por segunda vez esta noche. Mi suegra y yo mirábamos sorprendidos y, todo hay que decirlo, tremendamente excitados. Cuando Carlos dijo que ya se había corrido, Paula se dejó caer sobre él clavándose la polla hasta adentro y moviendo las caderas circularmente.

PAULA.- ¿Te ha gustado? Ya noto tu semen caliente dentro de mi coño.

CARLOS.- Ufff, mucho, ha sido estupendo, solo me falta follarte el culo.

PAULA.- No te preocupes que antes de que acabe la noche podrás hacerlo, vais a tener que follarme los dos a la vez.

Mi suegra me miró moviendo la cabeza y diciendo que su hija estaba desbocada y esto podía acabar mal. Paula se levantó y entonces vimos que por la polla de Carlos resbalaban auténticos chorros de flujo vaginal de mi esposa, después se sentó en su silla y dijo que volviésemos a jugar.

La nueva ganadora fue Paula, y su deseo que nos la follásemos los dos a la vez, pero Raquel dijo que el que ganaba no podía participar en la prueba, por lo que la petición fue que, ya que su madre y yo no nos habíamos corrido aún, me la follase como yo quisiera.

Retiré los vasos de la mesa y pedí a Raquel que se apoyase sobre ella de frente, me puse detrás, separé sus piernas y me arrodillé entre ellas, aproximé mi boca y comencé a pasar mi lengua por su vulva, ella las abrió más y entonces metí mis dedos en su vagina mientras besaba su ano, mi suegra empezó a gemir y empujar sus caderas hacia atrás para que mi lengua penetrase su pequeño y cerrado esfínter, yo saqué mis dedos del coño y los llevé a su ano, presionando con ellos hasta que uno abrió el pequeño círculo y se incrustó dentro, al notarlo, mi suegra empujó con más fuerza hacia atrás para que el dedo invasor entrase en todo su profundidad, al instante metí otro dedo, ahora su esfínter estaba más dilatado y ambos dedos podían follar su culo con facilidad, así estuve un rato, acariciando su clítoris con una mano y follando su culo con la otra, entonces mi suegra, que no paraba de moverse atrás y adelante para clavarse bien mis dedos, me pidió que le metiera la polla en lugar de los dedos.

RAQUEL.- ¡Por Dios, follame ya, no esperes!

MARCO.- Pídemelo como tú sabes, dime lo que eres.

RAQUEL.- Soy tu Zorra ¡Clávame la polla en el culo ya!

Miré a mi esposa y vi que no apartaba la vista de nosotros, estaba escuchando las palabras de su madre con toda claridad. Entonces me incorporé, pasé mi verga por el coño de Raquel para lubricarla con sus flujos y apoyé el glande en el estrecho esfínter anal, presioné un poco y vi como el capullo se deslizaba dentro con facilidad, mi suegra dio un suspiro de satisfacción e intentó empujar hacia atrás para clavársela entera, pero sujeté con fuerza sus caderas y volví a repetir.

MARCO.- Pídemelo otra vez, quiero oírlo bien.

RAQUEL.- ¡Follame el culo ya, quiero sentir esa gran polla dentro! Soy tu Zorra, métemela entera ya.

Di un golpe de cadera y enterré mi verga en su culo, al hacerlo, mi suegra resbaló y quedo con su pecho apoyado en la mesa y agarrando los bordes con sus manos. Mis movimientos, cada vez más fuertes, hacían que ella resbalase por la mesa una y otra vez mientras mi polla taladraba sin misericordia su culo.

MARCO.- ¿Así te gusta Zorra?

RAQUEL.- Siiii, me encanta que me folles el culo, la noto entera dentro.

Miré a Paula y vi que tenía la mano entre las piernas y estaba acariciándose el coño, sus ojos no dejaban de mirar como mi polla entraba y salía del culo de su madre. Otra vez pedí a mi suegra que repitiese delante de su hija lo que era.

MARCO.- Repíteme lo que eres. ¡Venga!

RAQUEL.- ¡¡Soy tu Zorra!! Siempre he sido tu zorra y me encanta que me destroces el culo, no pares.

A la vez que yo empujaba mis caderas hacia adelante ella lo hacia atrás, por lo que mi polla se estaba empotrando literalmente en su culo, esto hizo que me excitase más y le pegase una cachetada en el glúteo, ella giró su cara sonriendo y me pidió más.

MARCO.- ¿Quieres más Zorra?

RAQUEL.- Siiii, dame más, pega a tu Zorra, dame más fuerte.

Volví a azotar su culo una y otra vez y ella gemía y miraba hacia atrás sonriendo y pidiéndome más.

RAQUEL.- Sigue, no pares, dame más fuerte.

Repetí mis cachetadas repartiéndolas en sus dos glúteos que ya estaban completamente rojos.

RAQUEL.- ¡¡Dame más fuerte!! Tu zorra quiere que la castigues, solo me falta otra polla para disfrutar del todo.

Al oír esto Carlos avanzó hacia ella, pero Paula al verlo dijo que no y que teníamos que parar porque ya había pasado el minuto, los celos por ver a Raquel así no la dejaban permitir que otro hombre estuviera con su madre. La miré y dije que, al igual que ella antes, yo no iba a parar hasta correrme en el culo de Raquel. Volví a dar una cachetada en el culo de su madre y después la cogí por la caderas y comencé un movimiento rápido penetrándola con fuerza sin parar hasta que ella se corrió y se dejó caer sobra la mesa, como yo no había acabado, seguí follando su culo inerte hasta que al final solté mi descarga de leche en sus entrañas.

RAQUEL.- Uffff, ha sido estupendo, creo que no podría volver a repetirlo.

Paula nos miraba enfadada y pidió que volviésemos a jugar, yo fui a lavarme y volví a la mesa.

Esta partida la ganó Raquel, y viendo como estaba su hija no dudó en pedir lo que ella deseaba.

RAQUEL.- Quiero que los dos os folléis a Paula, esta vez tenéis que follar su culo y su coño, primero uno y después el otro.

Paula la miró enfadada y dijo que no.

PAULA.- Nooo. Tienen que follarme los dos a la vez, quiero tener las dos pollas dentro al mismo tiempo, igual que las tuviste tu.

RAQUEL.- Ok, entonces que te follen los dos a la vez, vas a probarlo por primera vez.

Paula dio un largo sorbo de su copa y se levantó mirándome de forma picarona, se acercó a mí y me dijo al oído “Ahora voy a ser vuestra Zorra, quiero que me tratéis como tal”. Yo respondí que si así lo quería así lo haríamos. Carlos me miraba nervioso sin saber qué hacer, yo le dije que se comportase como lo había hecho siempre con mi suegra.

Fui al equipo de música y puse una canción lenta, después pedí a Paula que bailase conmigo, se acercó a mí y empezamos a bailar muy pegados, mi polla se puso dura al instante al rozarse contra su pubis, hice una señal a mi amigo y él se pegó a Paula por detrás, los tres estábamos bailando y tanto mis manos como las de Carlos ya estaban recorriendo el cuerpo de mi esposa, yo amasaba sus cachetes y Carlos acariciaba las tetas desde atrás, al mover mis manos rocé la polla de Carlos que estaba erecta y se apretaba contra el trasero de Paula, la cogí con la mano y la guié hacia su entrepierna, ella abrió inmediatamente las piernas y la coloqué entre ellas, después Paula las cerró dejándola pillada de forma que rozaba su vulva en cada movimiento, yo notaba como ella levantaba ligeramente el culo y lo echaba hacia atrás para que la punta de la verga se metiera entre los labios de su vagina, Carlos también lo notaba y empujaba para conseguirlo, al no hacerlo, Paula abrió las piernas y Carlos se agachó un poco para empujar a continuación hacia arriba de forma que ahora sí consiguió metérsela, mi esposa dio un respingo y se acomodó ligeramente, lo que hizo que la polla penetrara por completo en su coño empapado, me separé de ella y cogí su cabeza empujándola hacia abajo, ella se dio cuenta de lo que quería y se inclino para meterse mi pene en la boca, mientras me hacia una mamada, mi amigo la cogió por las caderas y comenzó a follar su coño desde atrás. Le pedí a mi amigo que la follase más fuerte, y esto hizo que Paula no pudiera controlar los movimientos y que mi polla entrase en algunas ocasiones hasta el fondo de su garganta, lo que provocó que ella tuviera que sacarla para poder respirar, a pesar de ello tiré de su pelo para impedir que dejase de mamármela, ella obediente siguió chupando sin parar. Mi suegra miraba la escena y sonreía a sabiendas de que yo estaba haciendo esto para castigarla y conseguir que ella pidiera que lo dejáramos porque no era capaz de follarnos a los dos.

MARCO.- ¿Te gusta tener dos pollas para ti?

PAULA.- Si, me encanta.

Le dije a mi amigo se tumbara en el sofá, después pedí a Paula que se sentara encima y de frente a él. Ella obediente se colocó encima, cogió la polla de Carlos con la mano y descendió hasta metérsela entera dentro. Mi amigo comenzó a moverse despacio y ella se acopló a su movimiento, entonces le dije a Paula que se levantara lo justo para sacar la verga, la cogí con la mano y lleve la punta del glande a la entrada del orificio anal de mi esposa, ella me miró de reojo y yo pedí que bajase con fuerza hasta clavársela, hizo un primer intento pero la verga resbaló entre los cachetes de mi esposa, volví a cogerla con mi mano y puse el capullo pegado al diminuto orificio anal, entonces ella bajó un poco y vi como el esfínter cedía y se abría ligeramente permitiendo que el glande desapareciera dentro de su ano. Ella lo notó y soltó un ligero gemido, después empezó a subir y bajar despacio de forma que la polla iba entrando un poco más en cada descenso.

MARCO.- Así, clávatela bien adentro.

Ella me miró y aceleró sus movimientos, la polla de mi amigo aparecía cuando subía y desaparecía dentro de su culo cada vez que ella bajaba.

MARCO.- Bien, ahora tienes el culo preparado. ¿Quieres que te follemos los dos a la vez?

PAULA.- Siii, necesito tener las dos pollas dentro, si por favor.

Pedí a Carlos que fuera a limpiarse, cuando volvió le dije que se tumbara de nuevo en el sofá y a mi esposa que se colocara igual que antes, ella se colocó encima y volvió a meter la verga en su coño.

MARCO.- Venga, ahora fóllatelo con ganas, quiero que te metas esa polla lo más profundo que puedas.

Paula estaba totalmente excitada y comenzó a subir y bajar frenéticamente clavándosela hasta adentro, entonces me puse detrás y la empuje hacia abajo de forma que su pecho se juntase con el de Carlos, cogí con la mano parte de los flujos que chorreaban de su coño y lubriqué mi polla con ellos, a continuación la llevé a la entrada de su ano y presioné ligeramente, ella emitió un quejido, pero yo volví a presionar mi capullo contra su esfínter con fuerza, ella se quejo nuevamente, esta vez mas fuerte.

MARCO.- ¿Te duele? ¿No querías que te follásemos como a tu madre? Mejor lo dejamos.

Paula estaba a punto de romper a llorar, pero hizo un esfuerzo y dijo.

PAULA.- Nooo. Yo también soy vuestra zorra. ¡¡Clávamela de una puta vez!!

Dicho esto, cogí su culo, lo subí un poco hacia arriba y pedí a mi amigo que dejase de presionar con su verga, pegué mi capullo a su esfínter y presioné despacio pero de forma continuada, ella llevó sus caderas hacia atrás y entonces vi como su estrecho orificio cedía y mi glande desaparecía dentro, me quede quieto para ver cómo reaccionaba mi esposa y al ver que no se quejaba di un golpe de cadera y conseguí que la mitad de mi polla se enterrase en su culo. Ella se encogió y emitió un leve quejido, pero me pidió que no parase. Entonces le di una cachetada con fuerza y agarré sus caderas para poder empujar con más fuerza, Carlos empezó a moverse también, ahora teníamos que acompasar nuestros movimientos para poder follar su coño y culo simultáneamente.

MARCO.- ¿Notas las dos pollas dentro?

PAULA.- Siiii, las noto.

MARCO.- Carlos ¿Has visto lo zorra que es? A ver si sabe moverse como su madre.

CARLOS.- ¡Muévete ya zorra!

Paula empezó a moverse, se deslizaba despacio adelante y atrás y nuestras pollas entraban y salían repetidamente de su coño y de su culo.

MARCO.- Vamos, si quieres ser nuestra Zorra tienes que moverte mejor.

Volví a azotar su culo una y otra vez y ella aumentó sus movimientos de forma que nuestras pollas penetraban rítmicamente. Entonces agarré con fuerza sus caderas y me incliné hacia adelante empujando repetidamente, su esfínter estaba dilatado y ahora podía ver como mi polla entraba un poco más clavándose más de la mitad en su culo.

MARCO.- ¿Te gusta tener dos pollas dentro zorra?

PAULA.- Siiii, me encanta.

MARCO.- Carlos ¿Has oído lo que ha dicho?

CARLOS.- Siiii, es tan puta como su madre.

PAULA.- Ummm, me encanta tener dos pollas dentro, se siente tan rico.

Mi suegra nos miraba sorprendida y excitada, estaba sentada en una silla junto a nosotros y no paraba de tocarse el coño.

RAQUEL.- ¡Joder! Me ha salido competencia, si sigue así va a ser tan puta como yo.

Carlos dijo que no aguantaba más y estaba a punto de correrse, Paula aumentó aun más sus movimientos y mi amigo descargó toda la leche en su coño, después se retiró y yo pude follar con más fuerza el culo de mi esposa, mis caderas golpeaban una y otra vez su trasero y mi mano no dejaba de azotar sus cachetes, ambos habíamos iniciado un ritmo salvaje.

MARCO.- ¿Te gusta que te folle así?

PAULA.- Mucho, me encanta, fóllame duro.

Vi a mi suegra que seguía masturbándose al lado, así que la dije que se pusiera delante de su hija con las piernas bien abiertas, al verla, Paula me miró dudando, yo cogí su cabeza y la bajé hasta el coño de su madre.

MARCO.- Si quieres ser nuestra zorra tienes que hacer todo lo que te digamos ¿Está claro?

Inmediatamente comenzó a pasar la lengua por la vulva de su madre, con los dedos separó el capuchón del clítoris y comenzó a lamerlo y succionarlo, mi suegra cogió la cabeza de su hija con las manos y la apretó con fuerza contra su coño. Yo mientras seguía azotando y taladrando el culo de mi mujer sin parar.

MARCO.- Asíii, come bien su coño, haz que se corra en tu boca, las dos sois igual de putas.

PAULA.- Si mi amor, quiero ser tu puta, dímelo.

MARCO.- Eres mi puta, ya lo sabes.

Me incliné hacia adelante para besarla, ella se giro y al hacerlo noté el sabor de los flujos de mi suegra en su boca. Después llevé mi mano a sus tetas y retorcí con fuerza sus pezones, ella gimió con ganas y empujó sus caderas hacia atrás al tiempo que yo la embestía de forma salvaje clavando mi polla hasta el fondo de su culo y dándole una nalgada que resonó en la habitación.

PAULA.- ¡Dios! ¡Que bueno! ¡¡¡Dame fuerte!!! Sigue.

Repetí la nalgada una vez, dos, su culo estaba ya enrojecido por los golpes.

MARCO.- Te voy a romper el culo ¡Puta!

PAULA.- Si mi amor, rómpemelo, rompe el culo de tu puta.

Mi esposa estaba sobre excitada, nunca la había visto de esa forma. De repente vi que empezaba a temblar y gemir sin parar, apenas podía respirar.

PAULA.- ¡Voy a correrme! ¡Voy a correrme! Uffff, ya, ya.

Paula apoyó su cabeza en el sofá, pero yo la dije que siguiese comiendo el coño de su madre, ella de mala gana se incorporó y siguió pasando su lengua por la vulva de Raquel que estaba tan cachonda que no paraba de acariciarse el clítoris. Mientras yo, que aún no me había corrido, continué penetrando violentamente el culo de Paula.

Raquel apretó con fuerza la cabeza de su hija contra su coño.

RAQUEL.- ¡Joder que bien lo haces! Como se nota que eres hija mía, estoy a punto de correrme.

Paula siguió chupando su clítoris y finalmente Raquel se corrió en la boca de su hija. Yo aceleré mis penetraciones y mi rabo se enterraba completamente en su culo, por fin note que me corría y se lo dije a Paula.

PAULA.- Córrete en mi culo mi amor, llénamelo con tu leche.

Sin esperar un minuto descargué toda mi leche en su interior, después los dos nos dejamos caer en el sofá abrazados. Miré a un lado y vi a Carlos sentado en la silla mirándonos, le pregunté si quería follar el culo de Raquel o de Paula, él rápidamente respondió que no, ya había tenido bastante por esa noche.

Nos incorporamos y fuimos a sentarnos a la mesa, bebimos nuestras copas y Paula nos hizo una pregunta.

PAULA.- ¿Por qué os gustaba llamar zorra a mi madre?

Los dos nos miramos y dijimos que se lo preguntase a ella, porque fue su madre quien nos dijo que iba a ser nuestra puta y que quería que la llamásemos así. Raquel tomó la iniciativa y dijo.

RAQUEL.- Cuando estaba con tu padre no permitía que me dijese esas cosas, pero cuando me dejó y empecé a salir con un tipo, éste me daba azotes en el culo y me llamaba puta mientras me follaba, entonces me di cuenta que me excitaba muchísimo cuando lo hacía, así que cuando empecé a follarme a tus amigos les dije que era su puta y que me llamasen así cuando quisieran. ¿A ti te molesta?

PAULA.- Nooo, al contrario, me pasa lo mismo que a ti, se me humedece el coño solo con que me llamen zorra, me gusta que lo hagan.

Los tres nos reímos y dijimos que a partir de ahora iba a tener el coño empapado muy a menudo.
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