las sorpresas de mi esposa (bisex)

luka73

Virgen
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Feb 11, 2008
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Hola a todos la siguiente historia me pasó hace tres meses atrás con mi esposa Ana y su compañera Martha y su esposo óscar y yo Juan Yo dormía cuando mi esposa Ana entró a casa. No era muy tarde, como las 8:30 pm de la noche viernes pero aquel día estaba cansado por mi trabajo y no la esperé como de costumbre. Cuando se metió en la cama me desperté y la abracé, siempre me gusta dormir con una mano en sus pechos desnudos. Ella enseguida quiso entablar conversación y consiguió despejarme de mi amodorramiento, estaba muy excitada. Qué tal te fue, y no tardó en contarme, resumidamente, que había ido a dejar en coche a una compañera del trabajo de nombre Martha la dejo en casa de ella, que se le acercó acariciándole la mano, que le dijo si nunca lo había hecho el amor con otra mujer, que ella le dijo que no pero que tenía su esposo óscar , a lo que ella le contestó que a todos los tipos le gusta mirar a dos mujeres cómo se lo hacen, que ella también tenía su marido óscar y eso le fascinaba era una fantasía de toda mujer. Mi primera reacción ante lo que me estaba contando fue de enojo, le dije que la había bolaceado y que hacerlo con una chica es lo mismo que con otro hombre, y que tal si yo hubiera hecho lo mismo. Mi reacción fue contundente y Ana me encogió la cabeza y me dijo “que gustaría o encantaría” hacérselo con Martha. Unos días después, de hacer el amor, en un estado de paz y amor conmigo y con Ana, le dije si estada tan e excitada la idea de coger con Martha, a lo que me contestó el otro día que su fantasía suya nada mas de hacérselo con mujer mientras yo miraba, nada más, solo mirar. Rápidamente esta historia se convirtió en la fantasía estrella de nuestras vidas relaciones en lo sexuales, pues he de decir que Ana era muy puta en cuanto a fantasías se refería. Luego agregó otra cosa más picante que ella quería verme a mí haciéndolo con otro hombre. No le presté atención por el momento. Poco a poco, comenzamos a hablar del tema después de coger, hasta que un viernes por la tarde yo Juan con mi esposa Ana lo hablamos seriamente y accedí a que ella cogiese con su amiga Martha delante de mí. Ella preparó la cena para el sábado siguiente, cena para cuatro personas, pues el esposo de Martha también las quería ver la faena entre dos mujeres. Ana buscó un libro de comida estimulante y preparó una mesa lo más sugerente que uno se pueda imaginar. Mientras yo la ayudaba a afeitar su vagina, mientras Ana me hablaba de lo sabroso era comerse la vulva, el flujo goteando por tu barbilla, el olor, el sabor, la suavidad de los labios vaginales rozando tus propios labios y la lengua, hundirte dentro de la vulva de Martha. Ella se mojaba más y más, yo apenas le pasaba suavemente dos dedito dentro en la vagina o le daba un pequeño lametón, ella se estremecía y quería más, pero yo le decía que no le estaba preparando para mí, sino para su amiga. Mientras la bañaba, le hablaba de la piel de una mujer, del tacto de los pechos, de cómo se siente tener la boca llena de esta caterva tan peculiar a la que yo no podía dejar de manosear durante toda la noche. La vestí con una camiseta mía, que por su estatura 1.65 metros le cubría a medio muslos, y debajo tan sólo un tanga trasparente que dejaba ver su vulva. La camiseta no tenía mangas, por lo que constantemente se veía media teta, y según el ángulo o el movimiento de sus brazos se divisaba el pezón. Cuando llegaron, ambos salimos a recibirlos, y ambas se saludaron ya muy excitadas, llegando la mano de su amiga Martha conversaron acariciar las nalgas de Ana. Tratamos de entablar una conversación relacionado, pero se respiraba la aureola de excitación, y cuando decidimos sentarnos a la mesa lo sugerente de la comida se convirtió en el monotrema. Ana y su amiga Martha se sentaron al lado, más juntas que lo normal. Por los gestos de Ana se percibían roces por debajo de la mesa, pero el centro de atención eran sus pechos, los tres esperábamos los movimientos que nos hacían ver por completo sus pechos. Ana se sentía centro de atención y no podía disimular su excitación. De todos A mí me hubiera gustado aguantar más la tensión, pero su amiga Martha no pudo resistir mas y bruscamente metió la mano rápidamente por las mangas y agarró su pecho derecho. Ana se dio vuelta y comenzaron a besarse locamente. El esposo óscar y yo Juan las observábamos, yo me levanté y saqué una colchoneta que coloqué delante del sofá. Ana se puso de pie en el colchoneta, a la vez que el esposo óscar y yo nos sentamos en el sofá para disfrutar del espectáculo que se nos iba a ofrecer ellas. Su amiga Martha comenzó a acariciar sus piernas, levantando suavemente la camisa, se le notaba muy ansiosa y cuando vio la tanga sexy no pudo evitar morderlo y bajarlo con los dientes. Le despojó de la camiseta y comenzó a besar sus lindos pechos de pezones grandes y rosados. Ana apenas me miraba, tan sólo cruzamos un par de veces la mirada, pero yo sabía que estaba muy excitada por mi presencia, le gustaba ser el centro de atención de los tres. Cuando su amiga Martha quiso tumbarla en la colchoneta no se dejó, y la comenzó a despojar de la ropa. Jamás la vi tan excitada. Comenzó a tocar y pasar su lengua como una loca por todo el cuerpo de Martha, especialmente por los pechos, que eran grandes y morenos. Ya desde hacía rato mi compañero de sofá se manoseaba con su pene fuera, algo mas grande como unos 20 cm que el mío que era 17 cm pero mas grueso de mi. Creo que fue en este punto que yo decidí sacar mi verga fuera y comenzar a masturbarme. Fue muy excitante ver cómo Ana le quitaba las bragas a su amiga, Martha y antes de hundir su cabeza en la concha, me miró muy caliente y comenzó a comérsela. Su amiga Martha se dejó, mientras miraba cómo nos masturbábamos. Ana no levantaba la cabeza, estaba muy embalada en sus nuevas sensaciones, pará ella y no paraba de masturbarse, tan sólo dejó su que hacer y nos miró cuando después de un rato su amiga Martha nos Dijo: que quería que nos cambiásemos de mano. Yo me quedé un instante inmóvil, pero cuando vi a Ana con toda su boca y cuello mojado de flujo, observando la verga de óscar y esperándome, alargué mi mano y empecé la masturbación pene, estaba muy duro óscar hizo lo propio con mi pene y comenzamos a masturbarnos mutuamente, aunque resultaba algo incómodo hacerlo entre los dos a la vez. Era la primera vez que un hombre que no fuera mi médico me agarrara la verga. Lo más grave fue que el tema me gustó. Ellas nos miraron unos instantes, mientras Ana manoseaba con una mano la vulva y con la otra un muslo de arriba a abajo. Su amiga Martha tomó la cabeza de Ana y la regresó a su vulva, mientras nos miraba. Pronto su esposo óscar dejó mi verga, se arrodilló frente a mí y comenzó a chúpame. Yo me quedé estupefacto, pero entré rápidamente en éxtasis, muy el muy especial hijo de puta lo hacía más que bien y se notaba que no era su primera ni segunda vez, y tercera ves. El muy puta de su esposa Martha rápidamente nos quitó la vista de encima y comenzó a tocar por todos lados a Ana, la cuál estaba en un estado tal de excitación que tardó en darse cuenta lo que estaba ocurriendo en el sofá. Mientras óscar parecía disfrutar mucho con mi verga, yo disfrutaba su chupada viendo cómo ambas se restregaban, masturbándose la una con la otra, se manoseaban por todos lados y se besaban. Ya no podría aguanté más cuando ambas juntaron sus conchas en forma de tijeras y comenzaron a restregarse forma salvaje y gemir. Avisé óscar que me venia, pero el no despegó sus labios en mi pene y le acabé dentro su boca. Ambas mujeres nos miraba, yo me sentí muy raro, pero muy inhumano. Luego su amiga Martha le dijo a Ana que quería lamerla, así que mi esposa se acomodó boca arriba y mirándome a mí me dijo que ahora me tocaba a mí, yo dudé un rato y Ana rápidamente me dijo que no iba a dejar al óscar así,….. No? Ella Estaba excitadísima y me dijo, Ana “andarte, quiero verte con la verga de él en tu boca… por favor A mí después de la acabada se me bajó un poco la excitación y seguía dudando, y Ana rápidamente dijo: yo la quiero, alargando la mano hacia el pene óscar, el cuál se acercó y comenzó a hacerle un tronco de antología. Verla con otra verga en la boca hizo que comenzase a ponerme erecto otra vez. Ana estaba disfrutando mucho de la lamida que le hacía su amiga y eso la desconcentraba de su labor. Acabó masturbándolo y a mi me excitaba ver cómo su mano pajeaba a esa verga tan larga. Ana me miraba mucho, y con una gran mirada lasciva me dijo que continuase yo, solo muy excitado me levanté, me acerqué y cerrando mis ojos por primera vez me metí una verga en la boca, a escasos centímetros de ella. Me agradó el tacto del pene en mi boca, no me agradó el olor ni el sabor, y aunque no conseguía tener una buena cadencia, poco a poco le fui tomando la mano. Escuché cómo Ana se corría otra vez. Yo me sentía incómodo por la postura, así que lo senté en el sofá y le continué lamiendo. Ana comenzó a alabarme, yo estaba muy excitado pero pegué un salto cuando noté una mano tratando de llegar a mi culo y a mi ano. Me di la vuelta y dije que no estaba dispuesto a entregar eso, Martha la esposa de óscar me dijo que tranquilo, que sólo ella iba a estimularme el ano nada más, yo accedí y continué chupando la verga de su esposo, el cuál tenía muchísimo aguante. Comencé a disfrutar esos dedos Martha que jugaban en mi ano, me gustó cuando sentí una lengua húmeda tratando de penetrarme y pronto deseé que un dedo lo hiciese, y así fue. Dos dedos dentro de mí La esposa del óscar se le notaba con mucha experiencia y yo estaba disfrutando mucho esa sensación nueva, dentro mí que casi acabo otra vez, pero me aguanté un poco. El que se sí acabó sin avisar fue óscar, yo me retiré cuando sentí el primer chorro de semen estrellarse contra mi garganta y el resto se estampó fuera de mi cara. Ana corrió a besarme y lamer el semen de óscar. Yo estaba excitadísimo y sólo quería que los dedos de su amiga me penetrasen más profundo. Oscar se levantó así que me pude recostar bien sobre el sofá y disfrutar de mi recién descubierto de mi punto P, el cuál lo sentía cada vez más cerca. Óscar se acomodó igual que yo y Ana comenzó a hacer lo mismo, así estuvimos un ratito descasado hasta que yo no podía más con las ganas y le dije a la amiga de esposa Ana que quería penetrarla. Martha me dijo que podía hacerlo, pero que antes tenía que penetrar a su esposo, óscar luego óscar me penetrarme a mi, y si me quedaban sin fuerzas, yo después las penetrarla a Martha. Yo me quedé estupefacto otra vez, y vi que a Ana también se le estaba bajando la gana, pero su amiga rápidamente la cogió y empezó a manosearla otra vez, mi esposa comenzó a excitarse así que yo me acomodé detrás del óscar porque sabía que si no hacia las cosas iba quedar así nada mas la cosa. Él gritaba un poco de dolor así que paré, pero comenzó a envestirme con su culo diciéndome que no parase. Yo continué un buen rato hasta que me vine dentro ano cayendo sobre el me derrumbado sobre el. Al rato Me voltee para cumplir la otra parte del trato. Que era penétrame analmente. Ana me unto gel lubricante anal en mi ano con dos dedos me lubricando bien mi ano para el verga óscar no me lastimara que era una locomotora. El óscar se me hizo poner de espalda con mis piernas sobre su hombro. Sin deme cuenta que siquiera me diera recuento, ya la tenía adentro verga de 20 cm dentro mi ano y lo más asombroso es que me gustaba muchísimo. Me estada cogiendo pene de una forma rápida y dentro de mi después un rato me penetrada lentamente avece era lo contrario rápido fuerte y despacio Me cogió por 45 minutos y acabó dentro de mí. Sin sacarla siguió penetrando mas hasta que yo acabe otra vez, lo que para mi era un súper record mas. Estaba hecho polvo, pero yo deseaba era probar el concha de la amiga de esposa Ana, pero a ella se la veía algo celosa que yo quisiese coger a su amiga Martha. Ésta reaccionó rápido, puso a Ana y en cuatro con su pecho en el colchón y comenzó a lamerle el culo, cosa que a Ana le esta gustando con locura. Así me quedó libre el camino de la concha de su compañera de trabajo, que estaba también a cuatro patas. Yo me acomodé debajo de sus piernas para lamerla bien y que me cayese todo su flujo en mi boca, cosa que me encanta. Lo disfruté mucho. El esposo de la Martha yacía en el sofá mirándonos. Luego me levanté y comencé a coger a su esposa Martha. Ésta se apartó de Ana y le dijo Ana que esposo óscar podría continuase él, así quedamos los cuatro follando, intercambiando pareja. Ana disfrutaba de una buena lamida ahora boca arriba, y su amiga Martha ahora me lamía mi verga con muchas ganas me vine dentro de ella. fue fantastico
 
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