Las Historias de Clara - Capitulos 010 al 014

heranlu

Veterano
Registrado
Ago 31, 2007
Mensajes
6,155
Likes Recibidos
2,454
Puntos
113
 
 
 
-
Las Historias de Clara 10



Iba paseando con un centro comercial, cuando a lo lejos vi a Angela, ella había sido mi profesora unos años antes.

Me acerqué a saludarla, y me alegré, ella llevaba un conjunto negro, comenzando por un bolso y unos zapatos con unos tacones altísimos, luego una falda de este color que dejaba ver parte de sus piernas y una blusa con un bien escote. Estaba para comérsela, nos dimos un beso en la mejilla y ella comenzó a preguntarme por mi evolución académica, y yo por su evolución personal, estaba en otro instituto que no era el mío, me contó que estaba sin pareja, seguro que no era por falta de candidatos, decidí invitarla a tomar una cerveza.

Estuvimos conversando sobre cuando habíamos sido profesora y alumno y ella de repente me soltó una bomba:

-¿Me viste muchas veces el tanga?, me preguntó

Me quedé sorprendido, ella se rio y me contó que se daba cuenta de que la mirábamos, pero consideraba que eso contribuía a que prestáramos más atención en clase, quizá fuera esa información la que me animó a poner una de mis manos sobre su rodilla, ella me la apartó con una sonrisa, nos tomamos la cerveza y ella con una sonrisa pícara me dijo:

-Si te apetece otra nos la podemos tomar en mi casa.

Por supuesto acepté, fuimos al aparcamiento del centro comercial, abrió las puertas de su auto y yo me senté en el asiento del copiloto, durante el viaje no pude apartar mis ojos de las piernas de Angela que su falda no tapaba y de sus tetas que su escote dejaba ver generosamente.

Llegamos a su apartamento, entramos en el portal y cogimos el ascensor, allí no pude aguantarme más y la besé en la boca, para mi sorpresa ella aceptó mi beso y nos dimos un buen morreo, el ascensor llegó a su piso, nos separamos, abrimos el ascensor. después, ella con sus llaves abrió la puerta de su casa y entramos nada más cerrar la puerta la volví a besar apasionadamente.

Sin dejar de besarla la quité la blusa un maravilloso par de tetas, salió de su escondite, yo en señal de respeto a mi diosa me arrodillé y después de besárselas apasionadamente me metí unos de sus pezones en mi boca y comencé a chupárselo, era algo delicioso, así estuve un rato pero deseaba pasar a algo más, la baje la cremallera de su falda y esta cayó al suelo después le quite su diminuto tanga, quería contemplar ese trasero que tanto nos ponía a mí y a mis compañeros cuando entre clase y clase la veíamos desplazarse por los pasillos, la pedí que se girara y ante mi estaba un culo fantástico.

Me arrodillé y me puse a besarlo, mientras decía:

-Si me vieran mis antiguos compis del instituto todos me tendrían envidia.

Y acercando mi boca a los cachetes de su culo comencé a besárselos, después saque mi lengua y se los chupe, pero mi polla estaba durísima y tenía ganas de marcha, así que, con ella apoyada contra la pared, y mirando a esta, me coloqué un condón e introduje mi polla dentro de su coño, su coño era muy caliente, sentía que estaba alucinando.

-En Educación Sexual tendrías un sobresaliente, me dijo.

-En cambio, en tu asignatura me las veía mal para aprobar, pero te lo perdonábamos porque estabas muy buena, dije yo, y lo sigues estando.

Esta postura era un poco complicada y mi polla se me bajo un poco, ella al verlo dijo:

-Tranquilo mi amor.

Y para mi sorpresa se sacó mi polla de su coño, se dio la vuelta, quedándose frente a mí, y finalmente se arrodillo, mi polla quedó al lado de sus tetas, eran aún más impresionantes de lo que me había imaginado, y me dijo:

-Métela entre estas dos para ver si se anima.

Lo hice y ella apretó sus tetas contra mi polla, que al recibir este agradable abrazo se recuperó y se puso otra vez muy tieso, cuando esto ocurrió ella se puso de pie y en una postura muy acrobática acopló su coño a mi polla, estuvimos un poco en este postura, pero aunque los dos teníamos una buena forma física nos resultó cansado, así que lo dejamos y ella me condujo hasta la cama y se tumbó sobre ella, yo continuaba aún de pie y con un pie encima de la cama y otro en el cuerpo, volvía a meter mi polla dentro de su coño:

-Se ve que ya no eres un adolescente, sino que ya eres todo un hombre me dijo, y un hombre que folla muy bien.

Yo seguía complaciéndola y procurando hacerla sentir todo lo mejor que podía, sus gemidos me demostraban que estaba gozando, y yo haciendo realidad una de mis fantasías. Acerqué mi boca a la suya y nos besamos apasionadamente, yo dije:

-Gracias profe, por el rato que me estas dando.

-Tu sigue y no pares que me estas llevando al Paraíso, respondió ella.

Al cabo de un rato ella me dijo:

-Deja que la profe te cabalgue potrillo.

Las órdenes de una profe son sagradas, y yo me levanté, aunque sin dejar de tocarme la polla para evitar que se bajara mi erección, me tumbé sobre la cama ella se colocó de espaldas a mí, a la altura de mi polla y llevó su cómo hasta allí y acoplando mi polla con su coño, me la metió, y comenzó a cabalgarme, mi profe parecía dominar el ritmo exacto para volver loco a un tío.

Mientras yo contemplaba su divino trasero, ella subía y bajaba de mí, desde luego en esto también era una profesora excelente, sentí que me iba a venir, pero ella se dio cuenta y se descabalgó y espero un instante, después, me dijo:

-Vamos a repetir la primera postura, pero en plan más cómodo.

Se puso a cuatro patas, y yo me puse detrás de ella, y desde esa postura introduje, de nuevo mi polla en el interior de su coño, me sentí muy afortunado de tener mi polla dentro de su coño y así estuvimos otro rato hasta que no pude más, y la dije:

-Profe que me corro.

Salté quiero que te corras de una manera muy especial, no dentro de un tanga, levántate de la cama.

Lo hice y entonces ella se puso de rodillas enfrente de mí y me quitó el condón, cogió mi polla con la mano hasta que me hizo venirme y mi leche cayó sobre su cuerpo.

Después estuvimos un rato hablando, me dijo que no era virgen, tenía curiosidad por quien me había desvirgado, por supuesto no iba a decirle que follaba con mi madre, pero si le revelé que me encantaban las mujeres maduras, y desvirgarme lo había hecho una compañera de la universidad, ella seguía soltera, aunque me contó que tenía varios amigos y amigas especiales con los que hacía de todo, si me animaba, quizás algún día me invitaría a ir con alguna.

Esta conversación me puso a mil, desde luego me apetecía muchísimo, y mientras hablábamos ella llevó su mano a mi polla y comenzó a acariciarla, yo imitándola lleve mi mano a su coño y se lo acaricie, lo tenía depiladito, quizá esa tarde había salido de casa con la idea de volver acompañada, cuando vio que mi polla comenzaba a reaccionar me beso de forma apasionada y me pidió que me pusiera de pie, después ella se puso a cuatro patas y acercó su boca a mi polla y se la metió dentro y comenzó a hacerme una mamada absolutamente increíble que me hizo alucinar, se le notaba que sabía hacerlo muy bien.

Ella además de mamármela, con una de sus manos comenzó a acariciarse el coño, ver como lo hacía era muy cachondo, ella me ordenó volver a tumbarme en la cama y se colocó encima de mí, volviendo a acoplar mi polla con su coño, esto parecía ser la clave de la felicidad, pero esta vez en vez de cabalgarme se tumbó encima de mi su espalda se posó sobre mi pecho, tenía sus tetas al alcance de mis manos y no era algo que fuera a desperdiciar, llevé mis manos a sus tetas y me puse a acariciarlas, tenía unas tetas deliciosas.

Tenerla encima de mí no me resultaba pesado, todo lo contrario, era delicioso, y así estuvimos un buen rato hasta que ella me dijo:

-Estas siendo un alumno increíblemente aplicado así que te mereces un buen premio ¿Te apetece metérmela por el culo?

Me dieron ganas de pellizcarme para comprobar si lo que acaba de oír era real, pero desde luego no era algo que pudiera desperdiciar, así que muy gratamente sorprendido la respondí:

-Por supuesto profe.

Ella se puso a cuatro patas encima de la cama, yo recoloqué detrás de ella, como he dicho antes lo que me pedía el cuerpo era hacer una foto del primer plano de ese culo, pero como eso no era posible, me puse detrás de ella y se lo besé, así que me acaricie la polla para ponerla bien dura, y me puse un condón y, finalmente poniéndome detrás de ella procedía meter mi polla dentro de ese delicioso trasero, lo hice con miedo a despertarme porque todo hubiera sido un sueño, pero a medida que mi polla entraba en ese maravilloso agujero me daba cuenta de que todo era real no era un sueño, era una maravillosa realidad.

Y comencé a moverme en su interior, mi profesora soñada había hecho realidad uno de mi sueños y yo iba a agradecérselo dándola el máximo placer, mi polla comenzó a moverse por ese delicioso lugar, yo me movía en su interior y sus gemidos me demostraban que estaba consiguiendo que disfrutara lo cual me hizo muy feliz, notaba como ella tenía varios orgasmos, y aunque traté de retenerlo todo lo que pude, pero vi que me iba a correr y se lo avisé ella me pidió que me saliera y por supuesto la hice caso.

Cuando me quité de encima de ella, Angela se puso de rodillas, y me pido que me pusiera de pie a su lado, entonces agarró con una de sus manos mi polla y la meneó hasta que me corrí, mi semen fue parar a su cuerpo.

Después Angela me mandó que fuera al baño a limpiar mi polla, cuando volví me dijo:

-Has sido un buen alumno, estas aprobado, ¿Te conformas con esto, o quieres hacer un nuevo examen para subir nota?

Por supuesto que quería subir nota, jajaja, y así se lo dije.

Angela apretó mi cara con sus manos contra mi cara y me dio un beso en la boca, diciendo:

-Eres fabuloso mi amor.

Después me preguntó si me había lavado bien la polla, le dije que sí, acercó su cara al olio, olía a su gel de baño y dijo:

-Bien, parece que te la has lavado bien, pero voy a comprobarlo.

Y de rodillas ante mí se la metió en la boca:

-Sabe deliciosa mi amor, se nota que te la has lavado muy bien.

Continúo chupándomela, también en esto era maestra Angela su forma de mamarla era divina.

Ella sitió que me iba a venir y paró.

-No quiero que te corras tan rápido, dijo.

La verdad es que yo tampoco quería correrme rápidamente así que me pareció muy bien, le dije que se tumbara encima de la cama, quería rendir culto al cuerpo de mi diosa, primero la bese en la boca, y luego fui descendiendo, chupé esas tetas tan deliciosas, eran propias de una diosa y como tal me dispuse a rendirlas culto, después fui bajando por su vientre hasta llegar a sus muslos.

Seguí bajando por sus piernas hasta llegar a sus pies, nunca he tenido inclinaciones fetichistas, al menos en ese plano, pero sus pies me encantaron y se los chupe con devoción. Después introduje mi lengua en el interior de su coño, lo llevaba depilado, igual que cuando se lo veíamos en clase. En ese momento ella me dijo:

-Cariño me has puesto a mil, déjame que te folle.

Me hizo tumbarme encima de la cama, agarró mi polla para mantenerla en plena forma y una vez logrado esto me puso el condón y sentándose de rodillas sobre mi acopló mi polla con su coño y se puso a cabalgarme, tener, por segunda vez esa tarde a mi profe cabalgándome me pareció increíble, y de nuevo volví a tener esas tetas tan deliciosas moviéndose libremente, no pude contenerme las ganas de besarlas y acariciarlas, así que primero llevé mi boca hacia ellas y las se las besé, me sentía como un devoto adorando a una diosa, después sacando mi boca de ellas, fueron mis manos quienes las acariciaron, mientras follábamos, Angela por sorpresa me preguntó:

-Me dice que te gustamos las mujeres maduras, pero ¿Y las chicas de tu edad también te gustan?

Me entró curiosidad por su pregunta y mientras seguíamos follando me pregunto si me interesaría conocer a su sobrina, con ellas cabalgándome esta pregunta tenía su gracias, pero claro a la vez, ¿Quién le decía que no? Sobre todo, cuando uno tiene ganas de que ella siga cabalgándole, así que la dije que sí, pero que otro día que ella siguiera montándome.

Y eso fue lo que ella hizo seguía cabalgándome y la hacía de una manera increíble, sentía que estaba alucinando, hasta que sentí que me iba a venir y como no quería que esto terminara la pedí que parara.

Ella lo hizo y bajándose de mi me dijo:

-Bueno parece que hoy en vez de ser repetidor de curso vas a ser repetidor de agujeros.

Nunca había sido repetidor de curso, pero esa tarde quería volver a metérsela por el culo, así que acepté nuevamente ella se puso a cuatro patas y yo me puse detrás de ella y se la volvía meter por ese agujero tan soñado, nuevamente me ocupé de que ella disfrutara a tope, hasta que no pue más, pero no a la avise de esta manera mi leche se extendió por todo su culo, lo que me pareció delicioso.
-
 

heranlu

Veterano
Registrado
Ago 31, 2007
Mensajes
6,155
Likes Recibidos
2,454
Puntos
113
 
 
 
-
Las Historias de Clara 11


Mar me dio la dirección de su amiga Diana y me dijo que con ella también lo pasaría estupendamente, la llamé y quedamos, cuando llamé a su casa y entre ella me recibió con una blusa de quedaba ver que no llevaba nada debajo, y una minifalda negra cortita, era una mujer cercana a los sesenta, pero magníficamente conservada, pelirroja, me invitó a pasar y nos sentamos en el sofá, ella me dijo:

-Mi amiga Mar me ha dicho de ti que eres un joven muy ardiente, que además sabe lo que se hace con su herramienta.

Y sin dejarme reaccionar llevó su mano a mi polla y comenzó a acariciármela, esta se me puso dura y Diana al darse cuenta me pidió;

-Ponte de pie.

Lo hice y ella llevó su mano a mi bragueta y primero me acaricio la, después me desabrochó, y lo dejó caer, hizo lo mismo con mi short, mi polla se quedó al aire, completamente empalmada, ella al verla dijo:

-Desde luego Mar lleva razón, tienes una polla impresionante, a ver si sabes manejarla bien.

Pero lo que hizo en se momento fue agarrarla con una de sus manos, mientras con la otra me acariciaba mis testículos y el resto de la zona, así estuvo un rato hasta que se la metió en la boca y comenzó a chupármela, lo hacía con ganas y con una técnica muy depurada, ósea se la notaba que tenía mucha experiencia, pero al ver sus tetas, decidí que no quería ir tan rápido, la pedí que se pusiera de pie y la quité la blusa, confirmando mis impresiones de que no llevaba sujetador, y me parecieron tan apetitosas que se las chupe, ella comenzó a gemir y dijo:

-Que bien la chupas mi amor

Yo seguí chupándola, pero no me conformé con eso, llevé mi mano a su culo y se lo acaricié durante un rato, después busqué su cremallera y se la desabroché, la falda cayó al suelo, en ese momento ella estaba completamente desnuda y yo solo llevaba una camiseta, ella me hizo quitármela, los dos estábamos desnudos.

Ella se arrodilló de nuevo y comenzó, nuevamente a chupármela, aunque con una de sus manos se acariciaba una de sus tetas, esto me resultaba muy erótico, mi polla estaba a tope, mientras ella jugaba con esta con verdadera maestría, la verdad es que la muy zorra sabía chuparla divinamente, y siguió así hasta que vio que me iba a correr, en ese momento se la sacó de la boca y toda mi leche cayó sobre su cuerpo, yo pensaba que me había corrido muy deprisa, pero ella me dijo:

-Cariño eres de los machos que más han resistido mis mamadas.

En ese momento puso sus manos sobre sus tetas, que con las caricias de su dueña se pusieron aún más duras y al poco rato me dijo:

-Mi amor me ha contado mi amiga Mar que te encanta tener tu polla ente las tetas de una chica, aquí tienes las mías.

Y antes de que pudiera reaccionar, tenía mi polla dentro de ese rico nido que formaban sus pechos recibiendo una sensación muy agradable de calor, ante este estímulo mi polla se volvió a poner plenamente en forma, entonces ella se la sacó de este sitio, y me dijo:

-Mi amor creo que en mi cama estaremos mejor.

Me cogió de la mano me llevó a su cuarto y me ordenó tumbarme sobre la cama, todo ello con sus manos acariciando mi polla cuando estuve en la posición que ella me había pedio, vino hacia mí y se sentó de espaldas a mí, dejando u coño muy cercano a mi polla, y sin soltar esta fue acercando su coño hasta que nuestros miembros se juntaron, y ella hizo que mi polla entrara en el interior de su coño.

Comenzó a moverse, sabía llevar un ritmo delicioso, se la notaba que tenía mucha experiencia, e tuvo un rato en esa posición, hasta que decidió darse la vuelta, y siguió cabalgándome, pero en esos momentos tenía a sus dos maravillosas tetas encima de mí y no puede evitar la tentación de acariciar sus tetas, ella dijo:

-Mar lleva razón sabes cómo acariciarle las tetas a una mujer, tus caricas me vuelven loca.

En esta postura siguió cabalgándome durante un rato, había veces que yo sentía que me iba a correr, pero ella, como adivinando mis pensamientos paraba un momento y cuando me veía más calmado me volvía a cabalgar, al cabo de un rato dijo:

-Estoy cansada, cambiemos de postura.

Se tumbó en la cama, de lado y me pidió que me pusiera yo también de lado, detrás de ella y desde esta postura, se la metí, de nuevo en su coño, yo me puse a llevar el ritmo, ella me dijo:

-Lo haces muy bien, mi amor, sigue así.

Ahora era yo quien llevaba el ritmo, pero ella seguía manteniendo el control, así cuando sentía que me iba a venir me hacía parar, pero nuevamente se cansó de esta postura y me pidió sacársela.

Lo hice y ella se puso boca abajo, levantó sus piernas, por lo que su coño quedaba al aire, mientras sus pechos y su cara se pegaban a la cama, yo me puse de rodillas detrás de ella, y desde esta postura volvía a entrar en su paraíso del placer, desde luego Diana tenía un coño delicioso muy agradable de follar.

Mi polla empezó a cabalgarla, ahora sentía que era yo quien controlaba, completamente la situación, ella me dijo:

-Amor, tienes una polla divina, de las que pueden volver loca a cualquier mujer.

Ella sí que me estaba volviendo loco a mí de placer, adoraba a esa mujer y seguí penetrándola, comprendiendo porque me gustaban tanto las maduras, saben mucho más que las chicas de mi edad.

En ese momento sentí que no podía más y me corrí, mi leche inundó completamente su coño.

Ella se vino hacia mí, y me beso de manera apasionada, dándome las gracias por la tarde tan maravillosa que estaba pasando, después se arrodillo ante mí y colocó mi polla que en ese momento estaba muy arrugada entre sus tetas y las apretó, era como si sus tetas se hubieran transformado en un coño, ante este contacto mi polla se empezó a poner dura, ella al verlo se la metió en la boca y la puso aún más en forma.

Estuvo así un rato hasta que yo le pedí cambiar de postura ella se tumbó en la cama, yo primero le limpié su leche con un pañuelo de papel, después puse mi boca a la altura de su coño y comencé a lamérsele, aún tenía algo de sabor a mi semen, pero no me importó se lo seguí lamiendo, ella exclamó:

-Menuda lengua tienes, lo comes muy bien.

Seguí lamiéndoselo, ella gemía con muchas ganas, lo que me llevaba a seguir haciéndolo igual, noté, por sus gemidos y por la humedad de su coño que tuvo varios orgasmos, en ese momento me pareció oportuno pasar a la siguiente fase, me puse de pie y la pedí que se arrimara, con las piernas bien abiertas, al borde de la cama, de esta manera coloqué mi polla al lado de su coño, y después de ponerme un condón, la penetré.

Ella al recibir mi polla dentro de su coño siguió gimiendo, incluso más fuerte, la verdad es que su coño resultaba delicioso y estuve follándola en esta postura, hasta que ella me dijo:

-Esta postura debe de ser muy cansada, mejor túmbate en la cama también.

Me tumbé detrás de ella, y desde atrás volví a introducir mi polla dentro de su coño, ella seguía gozando a tope, al ver sus maravillosas tetas no pude evitar las ganas de acariciárselas, sin dejar de follarla, era algo alucinante, ella se echó un poco hacia delante y yo bajé mis manos de sus tetas y la dirigí hacia sus muslos, ella se giró un poco y me dijo:

-Se que soy una perra, fóllame como si lo fuera.

Se puso boca abajo a cuatro patas, acaricie su espalda, y se la bese, y en esta postura yo me convertí en su perro, y se la metí desde atrás, pensé en la enorme cantidad de posturas desde las que se puede follar, mientras ella seguía gimiendo, haciéndome sentir muy hombre.

La hice levantarse un poco y desde atrás agarré sus pechos y me puse a acariciarlos mientras llevé mi boca hasta su cuello y primero se lo lamí y después se lo cubrí con mis besos, ella me dijo:

-Eres fantástico, pocos de los tíos con los que he follado me han hecho.

Eso estimuló mi ego y seguí besándola el cuello con más pasión, sentí que la podía volver loca de placer, lo que a su vez me volvía a mi loco, seguí en esta postura un rato, sus gemidos eran cada vez más intensos, sentí como se volvió a correr varias veces, yo a pesar de intentar contenerme no puede evitar correrme, ella me pidió que me tumbará para quitarme el condón, cuando lo hizo sentí como una gran cantada de leche comenzó a fluir, pero no mucho porque ella, muy atenta lo recogía con su lengua y se lo tragaba.

-Tu semen resulta delicioso, mi amor me dijo, cuando terminó.

Me contó que era casada pero que con su marido no tenía suficiente y que poco a poco había profundizado en todos los aspectos de la sexualidad.

Yo le conté mi afición por las maduras, sin contarle lo de mi madre, mientras hablábamos ella comenzó a acariciar mi polla que reaccionó a sus caricias, y nuevamente se puso durísima, ella al verla dijo:

-Lleva razón Mar, también en que tu polla se recupera rápidamente de una follada.

Yo la respondí que el mérito era suyo, que era su sensualidad la que ponía mi polla rápidamente en forma, ella me agradeció el halago y luego acaricio mi polla, pero en esos momentos yo quería llevar la iniciativa, así que la tumbé sobre la cama y comencé a besarla por todo su cuerpo, sus tetas me habían impresionado y se las volví a besar con verdadera pasión, la cabo de un rato ella dijo:

-Eres maravilloso, mi amor, pero quiero ser yo durante un rato la que se ponga encima.

Cedí a sus deseos, me tumbé en la cama y ella se puso encima de mí y comenzó a cabalgarme, otra vez tenía ese maravilloso par de tetas encima de mí y nuevamente se las acaricié, sus tetas eran grandes y bien formadas, cuando puse mis manos sobre ellas, ella me dijo:

-Cariño sabes cómo tratar a una mujer

La verdad es que era fácil tratar a una mujer como ella, con sus movimientos me estaba volviendo loco de placer, ella sí que sabía cómo volver loco a un hombre, estuvimos un rato en esta postura, noté que ella se volvía a correr, en ese momento se salió, yo me pregunté si se había cansado de follar y me iba a dejar a medias, aquí me llevé una sorpresa cuando ella me dijo:

-Mi amor me encantaría que me lo hicieras por el culo, esto lo hago con pocos hombres, a mi marido no le gusta y a algunos de mis amantes tampoco, pero creo que tu sabrás como hacerme disfrutar por ahí.

Estaba alucinando ante su propuesta, Diana tenía un culo fantástico y en los momentos en que me la había follado estando detrás de ella la idea había rondado mi mente, sí que me apresuré a aceptar su oferta.

Ella se puso encima de la cama a cuatro patas, yo también me puse a cuatro patas detrás de ella, parecíamos un perro y una perra, llevé mi cara hacia ese trasero y con mis labios bese los cachetes de ese culo, después introduje una de mis dedos en su trasero, comprobé que no le hacía daño, parecía evidente que ese agujero no era virgen, así que poniéndome detrás de ella, acaricie su trasero con mis manos y después lo restregué con mi polla, para que se pusiera aún más dura, y cuando esto sucedió aproxime mi polla a su culo y le penetre, lo hice de golpe.

Ella no mostro ningún signo de dolor, al contrario, comenzó a gemir desde el primer momento de una manera muy intensa mientras me decía:

-Querido que bien lo haces, esto es delicioso.

Sus palabras me dieron ánimos para seguir taladrándola su trasero, era fantástico, su culo parecía haber sido hecho para recibir pollas, así que seguí moviéndome en su interior mientras ella gemía de una manera muy intensa, noté como se venía varias, veces y me decidí a llevar una de mis manos hacia su coño, cuando metí uno de mis dedos dentro vi que lo tenía muy mojado. Comencé a menear mi dedo, sus gemidos aumentaron, y ella me dijo:

-Cariño me estas volviendo local de placer

Pero la verdad es que yo también estaba disfrutando muchísimo, seguí masturbándola, no te como se venía y sus líquidos mojaron mis dedos, pero yo quería seguir dándole placer y continue con mis dedos moviéndose en su interior, mientras mi polla seguía moviéndose dentro de su culo.

Quería prolongar esta situación lo máximo posible, así que cuando veía que me iba a correr paraba un poco, y luego una vez calmado reproducía mi ataque, mis dedos notaban como ella se corría, y lo hizo varias veces, hasta que yo no pude más y me corrí dentro de su culo, ella dijo:

-Mi amor, es la mejor enculada que me han hecho en mi vida, desde hoy mi culo es tuyo para que lo utilices cuando tú quieras.

Le di las gracias y me salí, mi leche comenzó a correr por su culo, ver este espectáculo llevó a mi polla a ponerse de nuevo en forma, ella al verlo dijo:

-Cariño será mejor que te lleve al baño a limpiarte.

Y me llevó al baño, allí dijo:

-Querido déjame que me limpie el culo y después me ocuparé de tu polla.

Se metió en la ducha, aunque la mampara era translucida verla ducharse resultaba muy erótico, mi polla se puso otra vez en forma. Cuando ella terminó de lavarse abrió la mampara y me dijo:

-Querido déjame que te la limpie.

Fui donde ella estaba, y con el teléfono de la ducha, dirigió el agua caliente hacia mi polla, y después me la enjabonó, lo repitió otras dos veces hasta que la considero completamente limpia, en ese momento salió de la ducha y me hizo una señal para que yo hiciera lo mismo, mi polla con todo esto estaba durísima, y ver como se secaba con una toalla no ayudo precisamente a que se arrugara, después ella me secó a mí, mi polla, estaba durísima, ella dijo:

-Ya veo como la tienes y te mereces que rinda culto a ese miembro tan divino.

Y arrodillándose ante mí, me beso mi miembro y luego se lo introdujo en su boca dando comienzo a una mamada impresionante hasta que me corrí, mi leche fue a parar a su boca y ella se la tragó entera.
-
 

heranlu

Veterano
Registrado
Ago 31, 2007
Mensajes
6,155
Likes Recibidos
2,454
Puntos
113
 
 
 
-
Las Historias de Clara 12


saben que soy limpiadora en un centro público, normalmente allí se trabaja por las mañanas, mientras que por las tardes solamente solemos estar el personal encargado de la limpieza y los seguratas, durante mi trabajo llevo el uniforme consistente en unos pantalones y una blusa, son amplios y nada eróticos, a mí me toca limpiar una zona de despachos, entre ellos hay uno donde trabaja un chico que vino hace poco después de aprobar unas oposiciones que deben de ser bastante difíciles, se llama Chema.

Esa tarde estaba limpiando ese despacho, aprovechando que no había nadie, y por tanto es mucho más cómodo, tanto para mí, como para la gente que trabaja allí, pero esa tarde llegó Chema, me saludó y al preguntarle por el motivo de su presencia me dijo que al parecer tenía que hacer un trabajo con una cierta urgencia, por lo que además estar solo, sin que nadie le interrumpiera le venía muy bien, se sentó en su mesa y encendió su ordenador.

Yo continué limpiando, pero de repente tuve la impresión de que Chema apartaba su vista del ordenador y me miraba, quizás follar con jóvenes había estimulado mi ego y me hacía sentirme más deseada, eso pensé y traté de desterrar esa idea de mi mente, pero al cabo del rato volví a tener la misma impresión, así que no se si disculpándome o insinuándome le pregunté si le molestaba y prefería que volviera luego cuando el hubiera terminado su tarea, para mi sorpresa él ante mis palabras respondió con cierto nerviosismo, como si le hubiera pillado, así que el joven cerebrito me deseaba, no cuestión de dejar pasar la ocasión.

Le saqué la conversación de nuestras vidas, él tenía sobre la mesa el retrato de su mujer, que también trabajaba en el mismo edificio, era sexy y joven, se lo dije, el me confesó que el cuidado de su hijo, y el estrés de la vida diaria habían afectado a la pasión que sentían el uno por el otro. Yo aproveché la ocasión y arrimando mis tetas a su cabeza le abracé y dije:

–Pues Marian hace muy mal si no cuida a un chico como tú que además de inteligente es buena persona, cualquiera de las chicas de este sitio se lo puede quitar.

Y mientras lo decía rozaba con mis tetas su cabeza, me hice la despistada y seguí rozándosela, él no decía nada, yo seguí con mis tetas pegadas a su cabeza, me decidí a bajar mis manos hasta llegar a su polla, y se la toqué por encima del pantalón y dije:

–Vaya parece que encima tienes una polla de un buen tamaño, perdona si te parezco atrevida, pero me gustaría vértela.

Me arrodillé, el apartó un poco su silla de la mesa, yo le desabroché el cinturón y de un golpe comencé a bajarle a la vez los pantalones y el short, hasta que se los dejé a la altura de sus zapatos, su polla se quedó al aire, estaba dura y tenía buen tamaño, la cogí con mis manos y le dije:

Efectivamente Marian puede estar orgullosa de lo que tiene en casa y si ella no sabe apreciarlo las demás lo haremos por ella.

Le acaricié la polla un poquito para ponerla todavía más dura y luego la introduje en mi boca, el al sentirme dijo:

–Hace mucho que no me hacen una mamada.

–Pues es injusto que una polla tan rica como esta no disfrute de esos placeres, dije yo.

Volví a meter su polla en mi boca y se la seguí chupando.

–Para un momento, dijo él.

Lo hice se levantó de la mesa y en esta postura terminó de quitarse los pantalones y el short, y se volvió a sentar, yo me dispuse a agacharme para continuar con mi tarea, pero él dijo:

–No Clara, no es justo que yo esté aquí con la polla al aire y tu completamente vestida, quítate la blusa por lo menos.

–Pero seguro que Marian tiene mejores tetas que yo, protesté.

–Eso quiero comprobarlo personalmente dijo él.

Con miedo de que al lado de su veinteañera y sexy esposa yo pudiera parecer poca cosa, me quité la blusa de mi uniforme, debajo llevaba un sujetador negro, la verdad es que desde que follaba con chicos jóvenes me había acostumbrado a usar ropa interior sexy, una nunca sabe dónde y cuándo se la va a tener que quitar, Chema me hizo una señal para que me quitara el sujetador y por supuesto le complací, mis tetas quedaron al aire, el al verme dijo:

–Tienes unas tetas impresionantes, ya quisiera yo que mi mujer las tuviera como tú.

Y acercándose a mi comenzó a acariciármelas, y después se puso a chupármelas, eso me encantó y estuvimos así un rato, pero yo quería seguir chupándole la polla, así que le pedí que se volviera a sentar en la silla, y cuando lo hizo, me volvía arrodillar ante él y volviendo a meter su polla dentro de mi boca reanudé la mamada.

El gemía intensamente, yo llegué a tener miedo de que alguien nos oyera, pero afortunadamente no debía de haber nadie más en esa zona del edificio, yo se la chupaba con ganas él era un joven que estaba bastante bueno, era inteligente, y simpático, alguien que una esperara que para follar lo hiciera con chicas de su misma edad y condición y sin embargo allí estaba recibiendo la mamada de una cincuentona gorda.

–Joder hacía mucho que no me hacían una mamada así, dijo.

–Pues tu polla se merece que la mamen todos los días, le respondí, dejado un momento mi tarea.

Pero inmediatamente retorné a comerme ese chorizo tan sabroso, era una delicia chupársela, de repente noté como se corría, un río de leche llenó mi boca, creí que me iba a atragantar, pero me la tragué con ansia, no estaba dispuesta a dejar que se desperdiciara ni una gota. Y después me dediqué a limpiarle la polla hasta dejársela bien limpia, él se levantó de su silla y se dirigió a un sofá que había en su despacho y me hizo una señal para que me sentará en sus rodillas, me besó en la boca dulcemente y después se lanzó sobre mis tetas y me las chupó como un niño hambriento a su madre, y dijo:

–Tienes unas tetas espectaculares, mucho más grandes que las de Mariam.

En ese momento pensé las tetas de Mariam no es que fueran pequeñas, pero tampoco es que fueran enormes, supongo que las podríamos calificar como de tamaño mediano, el siguió chupándomelas, parecía alucinado, hasta que pareció reaccionar me pido que me levantara y me pidió:

–¿Podría meter mi polla entre tus tetas? A Mariam no le gusta hacerlo porque dice que no le da el tamaño.

–Pues si ella no quiere yo me ofrezco voluntaria, le respondí.

Me arrodillé ante él y Chema puso su polla entre mis tetas, se notaba que era un chico joven y su polla se puso en forma enseguida, él se volvió a sentar en el sofá y me llamó, cuando me acerqué me pidió que me sentara de espaldas a él.

–¿Pero no te resultaré pesada?, le pregunté.

Pero el insistió, yo me acerqué y me puse detrás de

El, en ese momento Chema me bajo el pantalón y el tanga, y después me los quitó, me quedé completamente desnuda ante él, me hizo ponerme encima de su polla que lucía en todo su esplendor, no llevaba condones, pero en esos momentos pese a saber que si una es un poco puta debe usarlos para evitar problemas, no me importó la idea de tener esa polla dentro de mi coño me hacía sentirme ansiosa.

Chema me pidió que bajara y él me ayudo a acoplar nuestros sexos de manera que al descender yo su polla se introdujo en el interior de mi coño, y me hizo sentir divinamente, comencé a subir y bajar, él una vez acoplados nuestros cuerpos comenzó a acariciarme las tetas, mientras decía:

–Tienes unas tetas increíbles, me encanta acariciarlas.

Yo estaba perpleja, me lo estaba haciendo con el marido de una chica que además de muy inteligente, que sin duda lo era, parecía tener un cuerpo muy bonito, aunque eso si sus tetas eran de mediano tamaño, más pequeñas que mis tetazas, pero yo suponía que debían de ser muy bonitas.

Él sin dejar de acariciarme los pechos acercó su boca a mi cuello y comenzó a darme besitos, todo ello me ponía a mil y me hizo tener varios orgasmos, mientras yo seguía cabalgando esa polla, quería demostrarle a su dueño que las chicas de la limpieza quizá seamos menos listas que las chicas con las que ellos se relacionan, pero desde luego sabemos cómo volver loco a un tío, en un momento determinado Chema me pidió:

–Cariño date la vuelta.

Me salí de su polla, me giré y con su ayuda volvía a conectar mi coño con su polla, el aprovechó que mis tetas estaban al alcance de su boca para meterse uno de mis pezones en ella. Mientras llevaba sus manos a mi culo, para a la vez darme más estabilidad y poder tocarlos a gusto.

Supongo que esto lo habrás hecho con Marian, o con alguna otra de tus compañeras de oficina, le dije.

–Para nada amor, dijo él, tú eres la primera mujer con la que lo hago aquí.

Mientras yo seguía cabalgando su polla, no cabe duda de que era un follador extraordinario, capaz de volver loca a cualquier mujer, seguro que muchas de las chicas de la oficina se morían de ganas de estar con él. Hasta que gritó:

–Me corro.

–Tranquilo cariño, dije yo, al contrario que tu mujer mi cuerpo ya no puede hacer niños.

Y él se corrió dentro de mi dejando un verdadero río de esperma dentro de mi coño, me levanté un momento.

Como en mi carrito de limpieza llevaba un rollo de papel de limpiar, con él quité la leche que había en mi cuerpo, cuando esto sucedió él me dijo:

–Ha sido un polvo fantástico, como hacía mucho que no le echaba, muchas gracias, pero creo que debo de rendir homenaje a tu coño que tanto placer me ha dado.

Me pidió que me sentara en el sofá con las piernas bien abiertas, se arrodilló ante mí, yo en ese momento le dije:

–Seguro que el coño de Marian es mucho más bonito que el mío.

–Cariño tu coño me ha hecho gozar más en una tarde que el de mi mujer en un mes.

Arrimó su cabeza a mi coño y sacando su lengua la introdujo en el interior de mi sexo. Si les oposiciones hubieran sido sobre comer coños también las hubiera aprobado, su lengua comenzó a hacer verdaderas diabluras dentro de mi coño, sabía como volver loca a una mujer, yo me dejaba hacer, tratando de reprimir mis gemidos por si alguien pasaba por el pasillo no oyera mis gemidos, me hizo tener varios orgasmos, desde luego Chemita sabía como hacía gozar a una mujer, no entendía como la suya no estaba siempre dispuesta a que le comieran el coño, cuando me hube corrido tres veces le dije:

–Cariño no sabes cuantos orgasmos me has provocado, lo comes muy bien.

–Muchas gracias, dijo él, no sabes como me animan tus palabras hacia muchísimo tiempo que no saboreaba un coño tan delicioso.

Él me dijo:

–Mi polla se ha vuelto a poner dura, ¿Echamos otro?

–Cariño, yo no puedo negarte nada, le contesté. Pero deja que te la terminé de poner dura.

–Por mi encantado dijo él.

Le pedí que se pusiera de pie, yo me arrodillé, ese hombre me había demostrado ser un verdadero dios follando y comiéndome el coño, yo quería rendirle culto por lo que me había hecho. Cogí su polla que estaba dura, pero quería endurecerla un poco más y me la metí entre mis tetas, y me las apreté, Chema al sentirlo dijo:

–Esto es alucinante, Marian tiene las tetas más pequeñas que tu y acogen peor mi polla y además, como ella las tiene más pequeñas, no lo hace tan bien.

Apreté mis tetazas contra esa polla tan divina, miré desde mi posición de rodillas la cara de Chema y pude comprobar como estaba gozando. Así que cuando comprobé que su polla estaba aun más dura me la metí en la boca y comencé una mamada.

–Joder menudas mamadas haces, consigues que uno alucine, dijo Chema.

Sus palabras me animaron a continuar haciéndolo, el apretaba mi cabeza contra su cuerpo, era un hombre fantástico, hasta que me apartó, yo saqué su polla de mi boca y él dijo:

–Que le hagas a uno una mamada hasta el final es delicioso, pero ahora prefiero que volvamos a follar.

Fue hacia una mesa auxiliar que tenía en el despacho llena de papeles, y los apartó dejándolos encima del sofá, después se subió encima de la mesa y se tumbó sobe ella, yo estaba un poco preocupada porque la mesa era un poco estrecha, tenía miedo de que él se cayera, pero lo cierto es que tenía un macho con una buena polla, pidiendo que le montara, y no era cuestión de desperdiciarlo, así que no sé cómo lo hice, pero me encontré encima de la mesa, en cuclillas, con una buena polla a mi lado.

Me coloqué encima de él, pero de espaldas, apoyé mis manos sobre la mesa y en una postura que nunca hubiera imaginado acoplé su polla con mi coño, y comencé a moverme.

–Joder esta postura nunca me la hubiera imaginado, le dije.

–Yo tampoco, respondió él, pero estar aquí contigo hace volar mi imaginación, Estoy pasándolo como hacía mucho que no lo pasaba.

Yo estaba encantada de tener un chico joven e inteligente con una polla fantástica, así que procuraba moverme a un ritmo adecuado, quería que cuando él estuviera con su sexy, joven e inteligente mujer pensara en mi y sus gemidos me hacían ver que lo estaba consiguiendo.

Seguí moviéndome, los gemidos de mi acompañante aumentaban, sentí que debía de parar un momento, para que no se corriera tan rápido, y luego reanude la follada, mientras egoístamente yo estaba disfrutando de numerosos orgasmos que me hacían sentirme una mujer muy afortunada. Hasta que él aumentando la intensidad de sus gemidos dijo:

–No puedo más, voy a correrme.

–Hazlo, mi amor, dije yo.

Y él con un movimiento espasmódico se corrió, deje que su leche regara bien mi coño y solo cuando hubo terminado me baje de la mesa, el continuaba tumbado, de pie de agaché y me puse a dar besitos, y a pesar de la tarde que llevaba su polla se puso de nuevo dura, en esos momentos él me dijo:

–¿Puedo pedirte algo muy especial?, según me dicen algunos de mis compañeros muchas putas se niegan a hacerlo.

–Tu pide por esa boquita, dije yo.

–Quiero metértela por el culo, me pido él.

–Si ese es tu deseo mi amor.

Le acaricie su polla y le pedí que se levantara, se le notaba que era un chico que iba al gimnasio y se puso de pie en el suelo rápidamente y con mucha habilidad, me puse encima del sofá a cuatro patas, él se acercó por detrás, estaba de pie, pero su altura era la adecuada para que su polla entrara en mi culo en esta posición, note como se acercaba a mí por detrás y casi con timidez, metí su polla en mi agujero trasero.

Le animé a hacerlo de una forma mucho más dura y él me hizo caso comenzó a atacar mi trasero con verdadera furia, haciéndome gozar de una manera increíble, tuve una sucesión de orgasmos muy seguidos, pese a toda la actividad que había tenido esa tarde su polla continuaba dura, y no tuvo ninguna dificultad en correrse y llenar mi culo con su leche, cuando se salió, yo me limpié el coño, después me vestí, el hizo lo mismo y después continué mis labores de limpieza.

-
 

heranlu

Veterano
Registrado
Ago 31, 2007
Mensajes
6,155
Likes Recibidos
2,454
Puntos
113
 
 
 
-
Las Historias de Clara 13



en uno de mis anteriores relatos conté como mi hijo se lo hacía con su tía, mi cuñada, y en dos de ellos como yo me lo hacía con el hijo de mi cuñada, mi sobrino y como había notado que en él se despertaban sentimientos incestuosos hacia su madre. Cuando, poco antes de follar un día, lo comenté con mi hijo este me dijo:

–Pues estaría muy bien que los dos lo hicieran, de hecho, deberíamos intentar extender lo que hacemos nosotros a todas las madres y todos los hijos que conocemos, así haríamos que fueran más felices, ¿Qué te parece si la próxima vez que va a ver a la tía la comienzo a lanzar indirectas para irla metiendo poco a poco esta idea en la cabeza?

–Si tú crees que puede hacerlo hazlo, mi amor, dije yo, pero debes de tener mucho cuidado de que nuestro secreto no salga a la luz y eso nos perjudique mucho.

Después de esta conversación, como otras veces volvimos a follar con mucha pasión. Y mi hijo llevó adelante su idea como nos cuenta en este relato:

Esa tarde había quedado con mi tía porque ella iba a estar sola en casa, cuando llamé al timbre de la puerta de su chalet, vi que se abrió, mi tía me estaba esperando detrás de la puerta de manera que no se la pudiera ver desde fuera, nada más entrar yo cerró la puerta, entonces me di cuenta de que solamente llevaba una camisa rosita, totalmente desabotonada, de manera que dejaba ver completamente su ropa interior, era un conjunto de lencería blanco muy sexy, como para que uno no se quedará extrañado al saber que mi primo se hacía pajas con esas prendas.

No me dio tiempo a reaccionar, se echó sobre mí y me acaricio el pecho mientras me decía:

–Gracias por venir sobrinito, y con voz insinuante añadió, vamos a pasarlo muy bien.

Rápidamente se puso de rodillas ante mí, y sin perder tiempo me bajo los pantalones y los shorts, mi polla se quedó al aire, ella al verla dijo:

–No sabes las ganas que tenía yo de volver a contemplar esta maravilla de la naturaleza.

Y cogiéndola con su mano la empezó a acariciar, hasta tenerla bien dura, y después se la metió en su boca y comenzó una mamada sensacional, desde que había estado la última vez con ella me lo había hecho con varias mujeres maduras, pero sentir la boca de mi tía sobre mi polla me pareció algo fantástico, recordé la primera vez que lo habíamos hecho cerca de la piscina, eso hacía que mi tía fuera algo especial para mí.

Me la estuvo chupando un rato hasta que dijo:

–Cariño no está bien que te atienda en la puerta, ¿No preferirías que pasáramos al salón?

Hubiera follado con ella en cualquier lugar, pero llevaba razón el salón era un sitio más apropiado para que una tía y su sobrino se demostraran su amor jajaja.

Fuimos dela mano hasta allí y una vez que llegamos, primero la besa apasionadamente y después la empujé hasta el sofá, allí le saqué ese par de maravillosas tetas que tiene del sujetador y se las deje al aire, tras ello me fui hacia ella y abriendo mi boca me puse a chupárselas, ella empezó a gemir, sin dejar de hacérselo, llevé una de mis manos a sus braguitas y la acaricie el coño por encima de ellas, después deslicé mi mano por debajo de ellas y volví a acariciar su coño, mi tía gemía en esos momentos de una manera muy intensa, quería llevarla hasta el orgasmo. Estuvimos en esta postura hasta que se corrió. Cuando lo hizo me dijo:

–Gracias sobrino, tienes una polla divina y sabes utilizarla muy bien.

–Es cosa de familia, dije yo.

–No lo dirás por tu tío, él la tiene normalita y bueno no es que folle mal, si hubiera sido así no me hubiera casado con él, pero tú lo haces mucho mejor que él.

–Pues no sé cómo lo hará, pero el que tiene una buena tranca es tu hijo, ¿No te has fijado en ello?

–No la verdad él es aún un niño, respondió ella.

–De niño nada, ya tiene 18 años, y el otro día nos encontramos en el baño de la discoteca, y cuando bailó pegado con una chica se ve que se calentó y se le notaba un bulto de un buen tamaño.

Esto era mentira, pero quería despertar la curiosidad de mi tía por su hijo y que empezara a verle como algo sexual.

–Bueno ya está bien de chachara, dijo ella, nosotros a lo nuestro.

Se arrodilló ante mí, y volvió a meterse mi polla en su boca y continuo con la mamada que le había hecho interrumpir antes, como ya he dicho mi tía era una mamadora de primera, su boca hacia maravillas con mi polla, hasta que vio que me iba a venir se la sacó de su boca, y la cogió con su mano, y me la meneó hasta que me corrí, procuro que toda mi leche fuera a parar a su cara, y con voz picarona me dijo:

–Dicen que es bueno para el cutis.

Yo estaba alucinado con la mamada, y sabía que debía de agradecerle lo que acababa de hacer por mí, la hice sentarse en el sofá y me arrodillé ante ella, como un devoto ante su diosa, primero besé esas tetas tan divinas que tiene y después fui bajando por su vientre hasta que llegué a su coño, mientras mis manos no dejaban de acariciar sus muslos, introduje mi lengua en su coño, tenía un sabor delicioso, oírla gemir aumentaba mi excitación, busqué llegar a cada milímetro de su coño, mientras ella apretaba mi cabeza contra su sexo y decía:

–Cariño me estas volviendo loca de gusto.

La verdad es que era eso lo que pretendía, y oírla aumentaba mi deseo, tenía una tía adorable, seguí atacando su coño hasta que ella estalló en un orgasmo muy fuerte, como me demostraron su grito de placer y la cantidad de líquido que salió de su coño.

Tras ello me pidió que me pusiera a su lado, me beso en la boca con cariño y pasión y me dijo:

–Muchas gracias, mi amor me has hecho muy feliz.

Luego llevó su mano a mi polla, que se había vuelto a poner dura, me la acaricio un poco y llevándose sus manos a sus tetas me dijo:

–Deja que tu pajarito se caliente en mi nido.

Se tumbó en el sofá y yo puse mi polla entre sus tetas, ella las apretó con sus manos y yo comencé a moverla como si fuera un coño, la sensación que experimenté fue deliciosa, mi tía tenía unas tetas que además de bellísimas, con su calor mi polla se puso a tope de nuevo.

–Tía quiero follarte de una vez, le dije.

Por mi encantada, cariño.

Al parecer tenía muy medido el sofá, pues se puso en una postura en que su coño quedó a la altura de mi polla de rodillas, una postura un poco complicada, pero para una hembra como ella lo que haga falta, saqué del bolsillo de mi pantalón un paquete de condones, y me puse uno, después me puse de rodillas y no sé cómo, llevé mi polla a la entrada de su coño y la penetré, ella se puso a gemir yo también estaba gozando mucho, pero debía de mezclar el placer con los negocios y la pregunté:

–Dime tiita, ¿Te lo haces con alguno de los amigos de mi primo? Seguro que muchos de ellos te desean.

–No cariño, solo follo contigo, además de con tu tío, y los amigos de mi hijo son aún muy niños.

Yo seguía con mi follada, mi tía seguía gimiendo, pero yo continué diciéndole:

–De niños nada yo a los 18 ya llevaba años haciéndome pajas pensando en ti, seguro que a mi primo le encanta el sexo.

Mi tía en ese momento me contó lo de que sospechaba que su hijo la espiaba cuando follaba con mi tío. Yo le dije que era algo normal, y le dije que era mucho mejor que un jovencito como él se estrenara con una mujer madura como ella a que lo hiciera con alguna puta, o con alguna chica inexperta, y le volvía decir lo de que la polla de su hijo era grande.

Después seguimos follando mi polla se movía dentro de su delicioso coño, notaba como ella estaba disfrutando de una serie de orgasmos, yo no quería correrme, prefería que mi polla siguiera disfrutando de ese maravilloso coño, ella me dijo:

–Cariño cambiemos de postura.

Me hizo sentarme en el sofá, ella se levantó y se colocó delante de mí, tenía un culo delicioso, buscó una postura apropiada y puso su coño encima de mi polla y luego lo fue bajando hasta que este esté se tragó mi miembro, otra vez mi polla volvía a estar en el paraíso, llevé mis manos hacia delante y acaricié sus tetas, sus gemidos aumentaron, ahora era ella quien llevaba el control, y lo hacía divinamente, estaba sometiendo a mi polla a un ritmo divino, ella seguía teniendo orgasmos y a mí me tenía controlado buscaba mi máximo placer, pero frenaba cuando veía que me iba a correr, mi tía era una puta maravillosa. De nuevo una idea brotó de su cabeza y dijo:

–Volvamos a cambiar de postura.

Me pidió que me pusiera en el sofá de lado y ella se puso delante de mí, de manera de mi polla entro en contacto con su culo, ella se movió un poco de manera que su coño se colocó al lado de mi polla, y a continuación, se la metió en el interior de su sexo y siguió moviéndose de una manera muy placentera, nuestros gemidos de placer se mezclaban en la habitación, en esos momentos sentí que no podía más, se lo dije y me corrí dentro de su coño, aunque fuera con un condón de por medio, creo que la dije algo parecido a:

–Te adoro tiita.

Ella me sonrió, tiene una sonrisa muy sexy. Y luego añadió:

–Yo a ti también sobrino, pero sobre todo adoro a tu polla, levántate.

Siguiendo sus indicaciones yo me puse de pie, ella se sentó en el sofá llevó sus manos hasta mi polla y dijo:

–Vaya, veo que el soldadito está agotado después de la batalla tan intensa que ha tenido, debemos reanimarle.

Ella me quitó el condón, cogió mi polla con su mano y se puso a acariciarla, y ante los mimos de mi tía mi polla reaccionó, y mi tía dijo:

–Veo que el soldadito, tiene ganas de seguir peleando.

Viendo a mi tía así desnuda y sonriendo ¿Qué polla no se iba a poner dura?, la mía desde luego se puso, ella se levantó del sofá y me hizo una seña para que me sentara yo, ella se arrodilló ante mí, me besó un poco la polla y me colocó el condón, después dijo:

–Deja que la tía te cabalgue.

Por su puesto la hice caso, ella se puso se puso de pie en el sofá, se situó de espaldas a mí y se agachó, encajó su coño con mi polla y en esta postura comenzó a cabalgarme, la muy zorra sabía cómo llevar el ritmo, mientras follábamos en esta postura, sin dejar de hacerlo, pensé que era un buen momento para reanudar el ataqué, y la pregunté por la sexualidad de su hijo, ella me confesó que algunas veces entraba en su ordenador y que había visto que visitaba paginas porno, sobre todo de mujeres maduras.

–Natural dije yo, a los chicos jóvenes nos suelen gustar las mujeres maduras, soñamos que sean ellas quien nos inicien.

Mi tía me confesó que sospechaba que su hijo la espiaba cuando follaba con su marido, en este puto tuve la impresión de que a ella lejos de molestarle esto la excitaba, era algo que debíamos de aprovechar.

Ella seguía moviéndose encima de mí, no pude contenerme y llevé mis manos hacia sus tetas, ella intensificó su ritmo, me di cuenta de que estaba teniendo varios orgasmos, la verdad es que mi tío tenía una inmensa suerte de tener a una hembra como ella en la cama todas las noches, aunque ello le supusiera llevar cuernos. Ella sabía muy bien cómo evitar que me corriera, y yo no tenía ganas de hacerlo.

Al cabo de un rato mi tía me volvió a pedir que cambiáramos de postura, yo me tumbé en el sofá, y ella se puso encima de mi apoyando sus manos en el sofá, volvió a follarme marcando un ritmo delicioso, yo en esta postura lo tenía más fácil para acariciar aquellas tetas que tanto me gustaban.

Pero era inevitable que me corriera y así se lo anuncié mi tía se sacó mi polla de su coño, y me pidió que me pusiera de pie, ella se volvió a sentar en el sofá, me acaricio la polla, después me quitó el condón, y se metió mi polla en su boca, comenzando de nuevo a mamármela, mi polla no pudo aguantar mucho tiempo este ataqué y me corrí en el interior de su boca, ella se lo tragó todo y dijo:

–Esto es delicioso, más que una tarta.

Descansamos un momento, y nos besamos apasionadamente, no me importaba que mi tía tuviera su boca llena de mi leche, al meter mi lengua dentro de ella sentía un sabor delicioso, alguna vez con mis dedos había probado mi leche, pero hacerlo dentro de la boca de mi tía le daba un sabor muy especial, mi polla se recuperó rápidamente y yo le dije:

–Tiita, echamos otro polvo, me despiertas tantas ganas que estaría follando contigo hasta que mi polla no pudiera más.

–Cariño mi coño es completamente tuyo.

Después llevó su mano a mi polla y la acarició, ante el contacto de su mano mi miembro reaccionó, quería estar dentro del coño de mi tía. Cuando la vi muy dura la hice una nueva petición:

–Túmbate, quiero ser yo ahora quien se ponga encima.

–Si ese es tu deseo mi amor, dijo mi tía.

Ella se tumbó sobre el sofá y abrió sus piernas sin dejar de acariciar mi polla, yo con mi mano acogí el paquete de condones, y me puse otro, después me tumbé sobre mi tía en el sofá, y con mi mano coloqué mi polla en la entrada de su coño y la introduje en su interior, nuevamente mí tía volvió a gemir, lo que aumentaba su excitación, después de un primer momento, llevó su mano a mi pecho y comenzó a acariciármelo.

Tener a una mujer como mi tía debajo de mi me hacía sentirme muy hombre, desde luego había tenido fantasías con muchas mujeres maduras, entre ellas la mujer con la que estaba en esos momentos, pero siempre había pensado que se trataría de fantasías que nunca podría llevar a cabo en la vida real, y allí estaba yo, follándome a una mujer como ella, procuré marcar un buen ritmo, ella gemía de una manera muy intensa lo que me llevaba a pensar que estaba consiguiendo hacerla muy feliz, seguí moviéndome, y entonces una idea brotó de mi cabeza y la pedí:

–¿Tiita podría llamarte mama?

–Cariño llámame como quieras, pero fóllame, dijo ella.

Y comencé a llamarla mama mientras mi polla seguía jugando con su coño, hasta que de repente ella dijo:

–Mi niño, ¿No te apetecería follar el culo de tu mami?

Ella había entrado en el juego, no le podía decir que no y de otro lado follarme ese culo tan divino que tenía hubiera sido un sacrilegio, así que acepté, ella se puso a cuatro patas y yo poniéndome detrás de ella introduje mi polla en su interior, ella comenzó a gritar de placer, me parecía algo increíble, mientras decía:

–Sigue mi niño rómpele el culo a tu mami.

Y yo como un hijo obediente, jajaja se lo rompía me movía en su interior ella estaba disfrutando mucho hasta que tuvo un orgasmo impresiónate, poco después era yo quien me corría llenado su culo con mi leche, ella me beso y me dijo:

–Muchas gracias mi niño, por la tarde que me has hecho pasar.

Cuando salía de su chalet yo tuve la impresión de que había logrado despertar deseos incestuosos en ella.

-
 

heranlu

Veterano
Registrado
Ago 31, 2007
Mensajes
6,155
Likes Recibidos
2,454
Puntos
113
 
 
 
-
Las Historias de Clara 14



Una tarde volví a casa, pensaba que no había nadie, así que usé mi llave para entrar y me dirigí al salón, la primera de las habitaciones de la casa y allí me llevé una gran sorpresa.

En el salón delante de una cortina se encontraba mi niño, se había bajado sus pantalones y su short dejando su polla al aire, y para mi sorpresa vi que el tamaño de su aparato demostraba que ya no era un pequeñín, sino que ya era un hombre. Estaba tan absorto en lo que veía que no se dio cuenta de mi presencia.

Esta visión me llevó a acercarme a él con cuidado, cuando lo hice un poco pude darme cuenta del motivo de su actitud, en el piso del otro lado de la calle, que hay enfrente del nuestro en un balcón sin cortinas se veía a una mujer desnuda, debía de ser de mi edad, con unas tetas enormes, al verla me pareció muy de puta, debía de darse cuenta de que muchos de los vecinos la teníamos a la vista. Pero mi vista y mi cabeza se empezaron a centrar en mi hijo pequeño que se estaba meneando su polla.

Esta situación me comenzó a poner cachonda así que de forma muy cautelosa me acerqué a él hasta ponerme a su lado y llevé una de mis manos a su polla, fie en ese momento cuando él se mostró sorprendido, y un poco avergonzando, yo aprovechando su sorpresa me adueñé de su polla y comencé a acariciarla con una me mis manos, él debía de esperar un castigo, así que cuando le dije:

–Ven.

Él no opuso resistencia, sino que muy sumisamente me dejo que con su polla cogida de mi mano le llevará hasta su habitación, nos sentamos juntos en la cama, y sin dejar de acariciarle la polla le dije:

–Así que ver a esa zorra desnuda te ha puesto muy cachondo.

MI hijo seguía avergonzado, comprendí que era el momento de mostrarme comprensiva y le dije:

–Cariño, no pasa nada es normal, esto demuestra que eres un hombre, seguro que más de una chica habrá puesto sus manos en tu polla como hago yo ahora.

Le seguía acariciando la polla, el con vergüenza me dijo que no que era completamente virgen, que nunca había hecho nada con ninguna chica.

–¿De verdad cariño?, dije yo, pues si es así deja que mami sea la primera.

Sin dejar de acariciarle la polla me arrodillé ante él y comencé a chuparle la polla, pensar que era la polla de mi chiquitín, y que yo era la primera mujer que la tenía en el interior de su boca me pareció muy excitante.

Él, aunque de dejaba hacer, comenzó a protestar de forma muy poco firme.

–Pero mamá ¿Qué me haces? Eres mi madre, y ¿qué pasará si se entera papá?

Dejé de chupársela un momento y le dije:

–Cariño no me mires como tu madre, sino como una mujer que al ver tu polla dura se ha puesto muy caliente y te desea, y respecto a papa, tranquilo mi amor no se enterará.

Volví a chupar sus gemidos demostraban que estaba disfrutado y que aceptaba que su madre le iba a desvirgar. Seguí chupándosela y supongo que por lo caliente que le había puesto la zorra de la ventana, su juventud y su inexperiencia se corrió en mi boca que se vio inundada por una gran cantada de semen, me lo tragué todo, pensar que era la primera leche que mi hijo descargaba sobre una mujer hacía que este líquido tuviera un sabor muy especial.

Por su inexperiencia él pensó que lo había hecho mal y se disculpó, puse mi mejor de las sonrisas y le dije:

–No pasa nada mi amor me estás demostrando ser un macho joven y potente, dotado además de una buena polla, muchas mujeres querrán follar contigo.

Yo seré tu novio y solo lo hare contigo, dijo él.

–De eso nada cariño, les respondí con la mejor de mis sonrisas, un macho como tu debe ser disfrutado por muchas chicas, hasta que encuentres la adecuada para hacerme abuela, pero para eso no tengas prisa.

´Él llevó sus manos a mis tetas y se puso a acariciármelas, en ese momento me di cuenta de que tenía a mi hijo con los pantalones y el short bajados mientras yo estaba completamente vestida, así que me desabroché poco a poco mi blusa, notaba como mi hijo se fijaba en mis tetas, después me la quité, por suerte ese día llevaba un sujetador azul que creo es bastante sexy, y también me lo quité, mis tetas quedaron al aire, y en esos momentos le dije a mi hijo:

–¿Cariño, te gustaría meter tu polla entre las tetas de mama?, Aún recuerdo como de bebe te gustaba chupármelas.

Mi hijo se quitó del todo sus pantalones y su short para estar más cómodo, después hizo lo mismo con la camiseta y se quedó completamente desnudo al verle así un descubrimiento saltó ante mí, mi hijo ya no era pequeño, tenía ante mí a todo un hombre, y muy atractivo, cuantas de mis amigas se le querían tirar, y yo las iba a ayudar, jajaja, pero eso sería otro día, ahora me tocaba a mi disfrutar de él. Y ante mi surgió una sorpresa, mi hijo me pidió:

–Mama, en las pelis porno que veo los chicos les comen el coño a las chicas, ¿Podría hacerte yo lo mismo a ti?

Su idea me encantó, así que me quité la falda rápidamente, en esos momentos solo llevaba puesto un tanga taparrabos, me disponía a quitármelo cuando mi hijo vino hacia mí y me tumbó sobre la cama, puso su cabeza a la altura de mi coño, me apartó el tanga y me dijo:

–Mamita es la primera vez que le hago esto a una mujer guíame.

–Por supuesto cariño, las madres estamos para guiar a los hijos, le respondí, mama te guiara para que aprendas.

Él introdujo su lengua en el interior de mi coño, se le notaba que no metía cuando decía que era su primera vez, pero era mi niño y yo era su primera mujer todo lo cual le daba un gusto muy especial a la situación, así que le fui indicando como hacerlo y él me demostraba ser una alumno aplicado.

Su lengua comenzó a explorar el coño que le había dado la vida, y yo comencé a gemir, creo que si hubiera sido necesario hubiera fingido, pero no lo era su lengua comenzó a proporcionarme un gran placer, no me cupo duda de que cuando aprendiera lo iba a hacer tan bien como su hermano, yo le iba indicando como hacerlo él me iba proporcionando cada vez más placer hasta que me hizo correrme, sin duda muchos me lo habían hecho mejor, pero el que fuera mi pequeño me daba una sensación especial, le adoré aún más desde ese momento.

En ese momento me fije en su polla estaba durísima, y entonces tome la decisión, era el momento de que mi niño se convirtiera definitivamente en hombre, que metiera su miembro dentro del coño de una mujer, ¿Y quién mejor que su madre que tanto le quería y le quiere?

Llevé mi mano hacia su polla y se la acaricié y le dije:

–Cariño es hora de que tu polla comience a comportarse como la de un hombre y para mi será maravilloso ser yo la primera mujer que reciba tu leche, sin duda después vendrán otras, muchas otras, pero los dos sabremos que yo fui quien te hizo hombre, así que si tú quieres follaremos.

–Mamá, te quiero más que a nadie en el mundo, dijo mi hijo, y ya que hemos empezado a hacer cositas me encantaría que tú me iniciaras y me explicarás como puedo hacer feliz a una mujer, me sería divino meter mi polla dentro de tu coño, ¿Pero no deberíamos usar gomas?

–Cariño, dije yo, desde luego para follar con muchas chicas debes de hacerlo, mama te comprara los paquetes y cuando te hagan falta tu pídemelos, será nuestro secreto, pero dado que es tu primera vez, quiero que tu leche inunde mi coño.

Él aceptó mi idea, le pedía que se tumbara sobre la cama, mientras yo con mis manos me ocupaba de que su polla siguiera plenamente dura, me puse encima de él, la cosa era diferente a cuando me lo había hecho con su hermano mayor, este no era virgen sino que sabía que se lo había hecho con otras chicas, en cambio mi hijo me iba a entregar a mí su primera leche fruto de sus relaciones con una mujer, quería hacerlo muy bien que para él fuera algo muy especial cuyo recuerdo le durara toda la vida, sin soltar su polla fui bajando mi coño hasta entrar en contacto con ella, en el momento en que nuestros sexos conectaron mi hijo dijo, en medio de grandes gemidos:

–Mami esto es delicioso, nunca pensé que se pudiera gozar tanto, es mucho mejor que hacerse pajas.

–Ya no tendrás que hacértelas mi amor, mami te dará todo el placer que puedas necesitar.

Pero no era solo el placer que lo le daba, sino el placer que el me estaba dando a mí, sentir que una polla, entra por primera vez en un coño y que este coño es el tuyo le da un morbo muy especial al asunto, estaba sintiendo algo diferente a cuando lo hacía con su hermano.

Él está muy excitado, se le notaba su inexperiencia, yo intentaba que no se corriera demasiado rápido, pero, pese al polvo anterior, su polla rápidamente soltó todo su semen llenando mi coño, para su corrida había sido algo muy especial, el sintió que se había corrido demasiado pronto y parecía sentirse avergonzado, pero yo le bese en la boca y llevé sus labios sobre mis pezones para que el me los chupara y le dije:

–Cariño me ha gustado mucho, no debes preocuparte por nada, mami te enseñará poco a poco como puedes lograr resistir más para hacer gozar a una mujer.

Después le aparté de mis pezones y le di un beso en la boca. A continuación, llevé mi mano a su polla que rápidamente se puso en forma, yo le dije:

–Cariño es maravilloso como ha reaccionado, parece que tu polla esta otra vez en forma, pero esta vez lo haremos con más calma.

Le pedí que me chupara los pechos y él lo hizo, me recordaba cuando de pequeño le daba de mamar, pero a la vez la situación era muy diferente, sus lamidas me encantaban, se le notaba que le hacía falta práctica, pero yo me iba a ocupar de que la tuviera, estuvo así un rato hasta que yo me sentí muy caliente y le ordené tumbarse en la cama, volví a acariciar su polla, para volver a ponerla a tope, me volví a colocar encima de él y le pedí que siguiera acariciando mis tetas y él lo hizo.

–Lo haces muy bien mi amor, le dije.

Después me ocupa de llevar mi coño hasta su polla y la introduje dentro de mí, y volvía marcar un ritmo para nuestra follada, el comenzó a gemir.

–Mamita me encanta, me decía mientras acariciaba mis tetas.

Sentir gemir a mi pequeñín era algo delicioso, solo con eso mi excitación aumentaba, estaba convirtiendo a mi hijo en hombre. Me sentía muy mujer y muy madre, comencé a experimentar orgasmos, mientras mi hijo, esta vez si aguantaba, y sin dejar de acariciar mis pechos y mi vientre me decía:

–Mama, esto es maravilloso, mucho mejor que hacerme pajas, quiero disfrutar mucho de esto.

–Lo disfrutaras mi amor, mama te ayudara a conseguir mujeres que lo hagan contigo.

Lo dije sin pensarlo, luego me di cuenta de que acababa de cerrar con mi pequeñín un pacto parecido al que tenía con su hermano, con la diferencia de que mi hijo mayor ya estaba experimentado cunado lo acordamos, en cambio mi hijo mejor era su primera experiencia.

Pero dejando estos pensamientos aparte, el asunto era que estaba gozando muchísimo con mi pequeño, y tenía la seguridad de que el iba a ser un gran follador, seguía teniendo una serie de orgasmos, mientras los gemidos de mi hijo se intensificaban, hasta que me dijo:

–Mama, no puedo más me corro.

Y sentí como un río de leche inundaba mi coño, el parecía feliz cuando me bajé de encima de él el me beso en la boca y me dijo:

–Mamita esto ha sido fantástico, quiero que lo hagamos muchas veces.

–Cariño, le dije yo, lo has hecho muy bien, mejor que tu padre, vas a hacer felices a muchas mujeres.

Nos besamos dulcemente, el parecía entusiasmado y en ese momento me contó como alguno de sus amigos había ido de putas para desvirgarse y no todas las experiencias en este sentido habían sido positivas, otros lo habían hecho con alguna compañera facilona y finalmente otros eran aún vírgenes, en broma le dije:

–Bueno pues tráetelos a casa y yo los desvirgare, jajaja.

–¿Pero si follas con ellos no querías dejar de follar conmigo? Me preguntó tomándose en serio mis palabras.

–Cariño tu siempre serás mi nene, siempre serás para mi muy especial y tu felicidad estará por encima de todo.

El asunto era que parece que nuestra conversación le había excitado su polla estaba otra vez dura, menuda vitalidad, yo al notarlo se la acaricie, una vez más, él me dijo:

–Mama, tengo ganas de seguir follando, pero me gustaría ponerme encima esta vez.

–Por lo que veo mi bebe es ya un hombre, le dije, por mi encantada de que lo hagas, así mami te guiara sobre el ritmo que debes de llevar para hacer feliz a una mujer.

Le seguí acariciando su polla, luego me tumbé encima de la cama con las piernas bien abiertas, él se puso encima de mi cogí su polla con mi mano y la puse a la entrada de mi coño y le dije:

–Empuja sin miedo, mi niño.

Él lo hizo y de un golpe su polla entró en mi coño y comenzó a cabalgarme, lo hacía con ganas y con un poco de rabia, parecía querer mostrarme que era ya un macho capaz de follar a una mujer.

Y parece que de los polvos que acabábamos de echar él se había hecho con la idea del ritmo que debía de llevar para hacer feliz a una mujer, mientras yo con mis manos acariciaba su pecho, que comenzaba a estar peludo, o le tumbaba encima mío y nos besábamos apasionadamente, cuando vio que se iba a correr yo le pedí que lo hiciera sobre mi cara, él se salió de mi coño y se situó, de rodilla encima de mi cara, se la acarició un poco hasta que una abundante cantidad de su semen salió de su polla y se estrelló sobre mi cara.

Me restregué su semen, calcule el tiempo que faltaba para que mi hijo mayor volviera a casa, y vi que era suficiente, acaricie de nuevo la polla de mi hijo y vi que reaccionaba, así que le propuse:

–¿Quieres hacerlo en el culo de mama?

Él se sorprendió, me dijo que a sus amigos que había ido de putas, estas se habían negado a hacerlo, pero yo le dije:

–Pues contigo mami va a ser más puta que las putas de verdad.

Me aseguré de que su polla se pusiera bien dura y me puse a cuatro patas, le dije que se pusiera detrás de mí, lo hizo se puso de rodillas y sentí como su polla entraba dentro de mi culo, él dijo:

–Esto es delicioso mami.

–Disfrútalo mi niño.

Y él se movió en el interior de mi culo, otra vez se le notaba su falta de experiencia, pero yo le marqué el ritmo que debía de llevar y él lo siguió dándome mucho placer, lo que me llevo a correrme varias veces, hasta que el lo hizo y me llenó el culo con su leche, él me dijo:

–Mami esto es increíble, seguro que yo he disfrutado mucho más que mis amigos.

-
 

heranlu

Veterano
Registrado
Ago 31, 2007
Mensajes
6,155
Likes Recibidos
2,454
Puntos
113
 
 
 
-
Las Historias de Clara 15


Después de desvirgar a mi hijo menor me encontré ante una gran duda, ¿Debía contárselo a mi hijo mayor, con el que además de follar compartíamos todas nuestras aventuras?, Decidí no hacerlo, al menos en un primer momento, quería evitar celos entre ellos, y no deseaba que mi pequeño supiera lo que hacía con su hermano, al menos hasta que nuestra relación no estuviera más consolidada, pero esto tuvo una consecuencia, cuando mi hijo mayor me pidió que comenzara a tener relaciones con mujeres, la primera la madre del amigo con la que él follaba, no me sentí con suficiente fuerza para decirle que no:

–Oye so cabrón ¿Tu idea no será que terminemos haciendo un trio las dos contigo?

Él se rio y me respondió:

–No te digo que no, pero hacerlo con mujeres a ti te dará un nuevo campo para experimentar e igual si tú te lo haces con tu cuñada te será más fácil convencerla de que se lo haga con su hijo.

¿Qué no haría una madre por su hijo?, jajaja, el asunto es que de esta manera me implicó en un campo que nunca había pensado experimentar, me contó su plan, lado que Mar, la madre de su amigo le había confesado que su vida sexual había comenzado cuando su marido la dejó, y que follaba tanto con hombres como con mujeres, aunque no con su hijo, le diría que yo era una amiga de su madre a la que acababa de dejar su marido, ý él me habría propuesto que yo fuera a verla para que ella me aconsejara, ya más adelante veríamos que hacíamos con ella.

No muy convencida acepté, mi hijo me dio su teléfono y yo la llamé tratando de poner voz apenada, y creo que lo conseguí, ella me contesto y quedamos para la tarde del día siguiente en su casa.

Me puse una falda azul cortita, con unas medias negras y una blusa de flores, además de una cazadora y me encaminé a su casa, cuando ella me abrió la puerta en encontré con una mujer muy sexy, llevaba puesta una camiseta de tirantes y unas braguitas de color azul, pese a estar en el mes de noviembre en la casa hacía mucho calor, debía de tener muy fuerte la calefacción. Tras darnos un beso en la mejilla, me invitó a sentarme en el sofá y a quitarme la cazadora, y luego comenzó a contarme su experiencia, como tras dejarla su exmarido había entrado en una etapa de reflexión, de la que salió tras animarse a tener sexo y decidió tenerlo con todo el que pudiera, tanto hombres como mujeres.

Tras decir esto acercó su boca a la mía y nos dimos un beso en la boca muy profundo.

–A mí no me gustan las mujeres, protesté.

Ya verás como cambias de opinión, dijo volviéndome a besar.

Y la verdad es que sentir su lengua contra la mía me estaba dando mucho placer sin que pudiera sentir gran diferencia a cuando lo hacía con un tío. Ella debí de notar que me tenía en el bote y con ironía dijo:

–Si quieres paro.

Pero yo no tenía ganas de que parara, lo estaba pasando igual de bien que con un tío, y estaba empezando a sentir curiosidad, ella interpretó mi silencio como una muestra de que deseaba que siguiera y nos seguimos besando hasta que llevó una de sus manos a mi culo y comenzó a acariciármelo, y lo hacía muy bien, estaba gozando más de lo que lo hacía con muchos tíos, en un momento dado me anime y yo también comencé a acariciarle el culo, ella siguió animada y me quitó la falda dejándome con un pequeño tanga, después dirigió sus manos hacia mis tetas primero me las tocó por encima de la blusa, y después me alzó esta y se puso a acariciarme las tetas.

–Menudas tetas tienes, me dijo.

La verdad es que sus caricias me estaban gustando, se notaba que sabía como acariciar y lo que apetece que te acaricien, nos volvimos a besar de una manera intensa, ella me quitó el tanga y me dijo:

–Vamos al sofá.

Pero antes de hacerlo me quitó el tanga y la blusa y me dejó desnuda. Después me hizo tumbarme en ese mueble, ella se desnudó también, comprendí que a mi hijo le gustara, tenía un cuerpo espectacular.

Una vez tumbadas en el sofá nos volvimos a besar me hizo tumbarme, y poniéndose a un lado de rodillas, llevó una de sus manos a mis tetas y dijo:

–No me extraña que Iván este loco por estas tetas.

Aclaro a los posibles lectores que Iván es mi hijo mayor, pero Mar esto no lo sabía pensaba que simplemente éramos amigos, mientras acariciaba mis tetas con una de sus manos, llevó la otra hasta mi coño y estuvo acariciándome un rato, después introdujo uno de sus dedos en él y comenzó a moverlo, entonces me preguntó:

–¿Quieres que pare?

No, no quería estaba gozando y así se lo hice saber con mis gestos, ella se dio cuenta de que ya era suya, se movió y supo su cabeza a la altura de mi coño, volvió a meter su dedo dentro y sacando su lengua comenzó a lamerme la parte superior de mi coño, era muy placentero, en ese momento estaba gozando con ella más que con muchos de los tíos con los que había estado.

Ella era consciente de que me había conquistado, así que siguió con su penetración y yo no pude resistirme mucho, de esta manera tuve mi primer orgasmo con una mujer. Cuando su dedo notó que me corría, lo sacó y metió su lengua plenamente en mi interior tragándose todo mi líquido, en ese momento, admití mi derrota y le dije:

–Muchas gracias, esto es mucho mejor de lo que he experimentado con muchos tíos.

Ella se rio y dijo:

–Ya te había dicho que te iba a gustar, pero ahora te toca a ti hacérmelo.

Se tumbó en el sofá con las piernas bien abiertas, me animó a acercar mi cabeza a su coño.

–Nunca lo he hecho, dije, con miedo de no estar a la altura

–Cariño me encanta ser yo quien te desvirgue lésbicamente, dijo ella.

Yo tímidamente acerque mi lengua a su coño y la introduje en su interior, me encantó su sabor, me habían chupado el coño muchas veces, ahora estaba del otro lado, así que pensando en lo que me gusta pase mi lengua por toda la superficie entreteniéndome en los puntos que a mi más me gusta que me toquen, ella me dijo:

–Lo estás haciendo muy bien cariño, vas a ser una buena comecoños.

Sus palabras me animaron a seguir, estaba riquísimo, estaba descubriendo una nueva forma de dar y recibir placer. Y lo hice hasta que ella dijo:

–Me corro.

Por primera vez en mi vida había conseguido que una mujer se corriera, quería saborear su coño en ese momento y cuando sentí como sus líquidos bajaban por su coño me puse a lamerlos, eran deliciosos, en ese momento tuve claro que mi faceta lésbica acababa de comenzar.

Ella se recuperó al momento, y me pido que fuera yo quien me tumbara en la cama, me besó apasionadamente y me dijo:

–¿Lo has disfrutado?, ya te había dicho que ibas a gozar mucho, si te apetece te presentare a algunas amigas que a veces nos reunimos para disfrutar.

Creo que en la expresión de mi cara vio la aprobación a su idea, llevó una de sus manos a mi coño y me lo acaricio, después introdujo un dedo en él y comenzó a realizarme una especie de masturbación que me encantó, mientras con su boca fue bajando por mi cuello, mis tetas y mi vientre, hasta llegar a mi coño y, sin sacar su dedo de dentro de él, comenzó a besármelo.

Se te nota que disfrutas, me dijo, ya verás como lo vamos a pasar con otras chicas del grupo.

Mientras me decía esto su dedo seguía atacando mi coño, era mucho más pequeño que una polla de un tío normal, pero sin embargo proporcionaba tanto o más placer que ellas, con esto no tardé en correrme.

–Eres muy sensual, dijo ella, las dos juntas, o por separado vamos a vivir grandes aventuras, quizá comenzando por tu vecinito Iván.

Mar no sabía que en realidad Iván era mi hijo y nuestro acuerdo era no contárselo hasta que no la hubiéramos metido en nuestro juego, mientras yo debía, y me apetecía, meterme en el suyo.

Llevé mi mano hasta su coño y me puse a acariciarlo, ella al sentir mis dedos comenzó a gemir, yo me animé y la introduje uno de ellos en el interior de su coño, su tacto me encantó, por un momento me lo saqué y lo introduje en mi boca, el sabor de sus flujos, me encanto su sabor.

En ese momento ella me pidió que me tumbara en la cama con las piernas bien abiertas, ella se puso encima de mí y rozó su coño contra el mío, fue una sensación increíblemente maravillosa, en ese momento me di cuenta de que había descubierto una nueva manera de dar y obtener placer, el sexo con mujeres había llegado a mi vida para quedarse. Mientras nos rozábamos los coños nuestros labios se juntaron en un beso que me supo a gloria. El calor que se daban nuestros coños hizo que me corriera nuevamente.

Me pidió que me girara y cuando lo hice, con sus manos acaricio mi culo, y me dijo:

–Otra de las cosas que le encantan a Iván.

Se puso a lamerme los cachetes de mi trasero, estaba descubriendo otra fuente de placer mientras gozaba de una manera increíble. Después par mi sorpresa volvió a introducir uno de sus dedos en mi coño, pero con la otra mano metió uno de sus dedos en mi culo, de esta manera me estaba follando, con sus dedos, por mis dos agujeros a la vez, era la primera vez en mi vida que me hacían eso, y ella sabía cómo hacerlo, volvió a hacer que me corriera. Después ella dijo:

–Te voy a presentar a un amigo.

¿Íbamos a hacer ya mismo un trio con algún chico? Ella fue hasta su mesilla de noche, abrió uno de los cajones y de allí sacó un objeto de goma con forma de una polla de un buen tamaño, y me comentó:

Este fue mi primer amor después de que mi marido me dejara, tras unos meses deprimida, un día curioseando entre en una tienda de productos eróticos y allí vi uno, me animé a probarlo y me hizo olvidarme de mi marido, y quizá no te vendría mal comprarte uno tú, pero luego me di cuenta de que me faltaba trato humano y me fui animando a probar cosas nuevas en el sexo.

Mientras decía esto con el aparato en la mano fue viniendo hasta la cama donde yo la esperaba tumbada, nunca había probado un pene artificial, pero al parecer ese era el día de experimentar cosas nuevas, ella se puso sentada a mi lado con su amigo en la mano, llevó su otra mano a mi coño y me lo acarició, después me abrió el coño, con nuestra actividad de esa tarde lo tenía muy mojado, así que no la costó nada arrimar su aparato a la entrada del mismo y me lo metió, era de mayor tamaño que la polla de mi marido, de mis hijos, o de cualquier otra polla que hubiera probado, me produjo un placer indescriptible, comencé a gemir de una manera muy intensa mientras ella me decía:

–¿Verdad que te gusta?

Creo que en la expresión de mi cara se podía ver que sí, me estaba haciendo disfrutar muchísimo, ella sabía cómo manejarlo, me estaba volviendo loca de placer y insistió:

Ya me había dado cuenta de que tienes espíritu de putilla, de mujer con muchas ganas de disfrutar del sexo en todas sus vertientes ya verás que bien lo vamos a pasar.

Y mientras decía esto su consolador seguía dentro de mi coño moviéndose a un ritmo perfecto para darme el máximo de placer posible, hasta que finalmente exploté en medio de un orgasmo increíble. Tras ello ella me sacó el aparato de mi coño, yo la pedí que acercara su boca a la mía y nos volvimos a fundir en un beso increíble, lo que me estaba pasando desbordaba todas mis expectativas. Después fue ella la que me dijo:

–Ahora te toca a ti.

Y con sus manos cogió el consolador y lo puso en mis manos. Comprendí que su idea era que fuera yo la que la penetrara con el aparato, iba a ser la primera vez que hiciera algo así, aunque de joven me hubiera metido en el coño alguna zanahoria e incluso algún pepino no muy grande, estaba nerviosa, pero ella me dijo:

–Cariño si pensara que me puedes hacer daño no te lo propondría, si lo hago es porque sé que me vas a hacer disfrutar muchísimo.

Animada por su confianza cogí el juguete con mis manos, y lo acerqué a su coño, ella sonrió y dijo:

–Métemelo, cariño, métemelo.

Animada por sus palabras conduje el aparato hasta la entrada de su coño y se lo introduje. Ella al sentirlo comenzó a gemir y me dijo:

–Muy bien, mi amor, sigue adelante,

Y yo utilizando el aparato comencé a moverlo en el interior de su coño, en ese momento comprendí a los hombres y su sensación de poder cuando meten su polla dentro de una mujer, como mujer que había recibido varias pollas en mi vida creo que no me fue difícil encontrar el ritmo apropiado para que mi amiga gozará de la manera más intensa posible.

Sus gemidos me hacían ver que lo estaba logrando, comencé a mover el aparato con una de mis manos, mientras con la otra me pue a acariciar sus tetas, la verdad es que eran deliciosas, no me extraña que a mi hijo le volvieran loco, de esta manera ella empezó a gemir de una manera cada vez más intensa hasta que noté como un gran orgasmo sacudía su cuerpo. Ella me abrazó y me dijo:

–Cariño lo has hecho muy bien, esto lo tenemos que repetir más veces, aunque igual deberías comprarte uno para ti, para que pudieras gozar cuando te apeteciera, aunque no tuvieras compañía.

Mar se había creído las mentiras de mi hijo y se pensaba que yo era una recién separada solitaria, jajaja, yo la bese en la boca y la dije:

–Prefiero hacerlo contigo

–Lo haremos y te presentare a otras amigas.

–¿Alguna que no conozca Iván?, la pregunté.

–Por supuesto dijo ella, pero ahora hagamos una de las cosas más deliciosas que pueden hacer dos mujeres., me dijo.

Y me pidió que me tumbará sobre la cama con el coño bien abierto, lo hice, ella se tumbó encima de mi en posición invertida, de manera de el coño de cada una quedó al alcance de la boca de la otra, ella introdujo su lengua dentro del mío y yo hice lo mismo con la mía en el suyo y comenzamos a lamernos, era algo increíble comer un coño mientras sentías como la lengua de tu compañera te come el tuyo es de las mejores cosas que puede sentir una mujer.

Yo sentía que estaba alucinando, ella sabía donde atacar mi coño para hacerme gozar y creo que lo que me estaba haciendo sentir me ayudaba a buscar lo que debía de hacer yo para hacerla sentir lo mismo, el asunto es que no tarde en correrme, pero no la deje moverse de arriba y seguí atacando su coño con mi lengua hasta que la oí gemir de una manera tan intensa que me demostraron que estaba teniendo un orgasmo, esto me hizo sentirme satisfecha.

Después ella si me movió, se colocó a mi lado y nos volvimos a fundir en un beso muy apasionado. Tras ello las dos dimos por terminado nuestro encuentro, nos vestimos, las dos sabíamos que íbamos a repetir. Yo estaba preocupada por como reaccionaría cuando descubriera el engaño a que mi hijo y yo la habíamos sometido.

Mientras volvía a casa pensaba en lo sucedido, había descubierto el sexo con mujeres que no sustituía al sexo con jóvenes que parecía haberse convertido en mi especialidad, pero le complementaba.

-
 
Arriba Pie