Las Historias de Clara - Capitulos 001 al 009

heranlu

Veterano
Registrado
Ago 31, 2007
Mensajes
6,155
Likes Recibidos
2,454
Puntos
113
 
 
 

Las Historias de Clara 1


La historia que quiero contarles comenzó hace un par de meses, cuando aún tenía 53 años jajaja, era comienzos del mes de agosto, y hacia un calor terrible, mis cuñados viven en un chalet con piscina y me habían invitado a pasar la tarde con ellos, después les surgió un imprevisto y debieron irse pero un poco avergonzados por la situación me dijeron que me quedara, que podía usar su casa, y su piscina como si fuera la mía, así que en una de las habitaciones me cambie, me puse un traje de baño normalito y me dispuse a tomar el sol, pero no estaba sola, conmigo se había quedado mi sobrino un joven de 18 años, al que se veía bien potable jajaja, y sentía como me miraba.

En realidad entre nosotros había un secreto desde hacía un tiempo, no lo recuerdo exactamente, un día habíamos quedado toda la familia en casa de mis suegros para celebrar el cumpleaños de mi suegra con una comida familiar, mi marido y yo llegamos y mientras él se quedó con su familia yo me subí a descansar un poco, estuve un momento viendo cosas en mi móvil y me puse a cambiarme de ropa, en el momento es que estaba completamente desnuda la puerta se abrió y el apareció, yo me tapé rápidamente como puede y el también avergonzado volvió a cerrar la puerta y me dijo que le había enviado su abuela para decirme que la comida ya estaba lista que bajara.

De momento no le di más importancia, me vestí y bajé, pero al observar la mirada de mi sobrino sentí que me miraba de otra forma, durante la comida a mi sobrino se le cayó un tenedor, no parecía nada raro se agachó a cogerle. Pero cuando se le cayó una segunda vez comencé a pensar que no era normal, y no sé si por morbo, pero el caso es que me abrí bien de piernas por si él podía verme que viera lo máximo posible.

Fue el principio de un juego entre los dos, cuando coincidíamos en reuniones familiares yo notaba como el me abrazaba de una manera que no me parecía la propia de entre parientes, sino que sentía que era como un hombre y una mujer que se desean.

Cuando veía que me miraba yo procuraba que el viera el máximo trozo de mis muslos posible y si eran mis bragas mejor, lo mismo hacia con mi escote y el yo sentía que jugaba a verme lo máximo posible, e incluso una vez le puse como si fuera de broma mis manos en su culo y se lo acaricié.

Recordaba todo ello y me empecé a fijar en su polla que me pareció no debía de tener mal tamaño, me decidí a dar un paso más en nuestro juego, le llamé y le pedí que se me acercara, él lo hizo, le dije que quería darme el protector solar, el aceptó yo se lo eche del bote en su mano y el comenzó a untármelo por mi espalda, luego le pedí que me lo hicieran por delante al lado de mis tetas, un poco ruborizado lo hijo, y después por mis muslos, note como su bulto, debajo de su short de baño, había aumentado de volumen.

Me tocaba a mi dárselo, primero por la espalda, a él se le notaba que estaba disfrutando, le pedí que se diera la vuelta se lo hice primero por las piernas y luego por el pecho, su polla seguía a tope, en esos momentos yo también me estaba calentando, llevaba un tiempo enfadada con mi marido y mi coño pedía leche, haciéndome la inocente le pregunté si tenía novia, él se ruborizó y me dijo que no yo le dije que era un chico muy guapo, se volvió a ruborizar, entonces me decidí a coger el toro por los cuernos y le pregunté directamente por ese día en que había comenzado todo, el seguía ruborizado me dijo que apenas había visto nada, entonces yo le dije:

-¿Te hubiera gustado ver más?

Y me quité el bañador quedándome completamente desnuda, luego le volví a preguntar:

-¿Te gusta lo que ves?

Noté como el miraba hipnotizado mis tetas y mi coño, no lo llevo depilado, pero me gusta cuidarlo, después me giré, para que él pudiera ver mi culo y cuando me volví, él tenía sus manos sobre su polla, acariciándosela por encima del bañador, en esos momentos le dije:

-Sobrino la tía te lo está enseñando todo, ¿Tu no le vas a enseñar nada a ella?

Él estaba tremendamente excitado, como yo, jajaja, dudó un poco que hacer, pero finalmente se quitó el bañador y dejó su polla al aire, bien dura, y desde luego con un buen tamaño, como yo pensaba que tendría.

-La tienes muy grande y gorda sobrino, le dije, más grande que la de mi marido, en realidad no creo que haya tanta diferencia, pero si una tiene cierta experiencia con los hombres sabe que les gusta que les digas que la tienen grande.

MI sobrino vino hacia mí y se puso a tocarme las tetas.

-¿Te gustan las tetas de tu tía le pregunté?

La verdad es que sus lengüetazos sobre mis pezones eran una buena respuesta a esta pregunta, después de lamérmelos se introdujo uno de mis pezones en su boca, con verdadera ansia, me recordaba a cuando de bebe mamada de las tetas de la mujer de mi cuñado. Pero ahora eran las mías las que mamaba y el muy cabrón me estaba dando un placer increíble, mi marido hacía mucho tiempo que no me lo hacía así.

Mi coño se estaba humedeciendo y tenía ganas de hacerle una cosa, así que le dije:

-Ahora me toca a mi hacerte feliz.

Me arrodille ante él, le di unos besitos en su polla y después la introduje en mi boca y mi sobrino empezó a lanzar unos gemidos tan intensos que me dio miedo que nos oyeran en los chalet de alrededor, yo hacía tiempo que no se la chupaba a mi marido, más por desidia que por otra cosa y tener a mi disposición ese pedazo de carne grande y fresca me puso a mí, así que me la tragué y empecé a comérmela con verdadera ansia, el seguía gimiendo y no tardó en correrse, se le notaba avergonzado, e dijo:

-Perdona tía por no haberme aguantado más, es que era la primera vez que una mujer me la comía, y además tú me gustan tanto que no lo he podido resistir.

Mientras él decía esto, yo continuaba arrodillada, el hecho de que fuera virgen, al menos bucalmente, hizo que tuviera más deseos de tragarme toda esa leche, que estaba deliciosa, para mí era como si catar esa polla me hubiera quitado treinta años de encima.

-No te preocupes cariño, al final le contesté, chupar tu polla y beberse tu leche ha sido para tu tía una experiencia deliciosa, bueno no ha sido, está siendo, cariño, porque esto no está haciendo más que empezar.

Levantándome le bese en la boca, juntándola con la mía, que estaba llena de su leche y que de esta manera volvió, parcialmente, a él. El contacto de nuestros cuerpos hizo que su polla se volviera a poner durísima y la notaba contra mi vientre, en esos momentos le pregunté:

-Dime sobrino ¿Eres virgen?

El pareció avergonzado, me confesó que, sí que había salido con algunas chicas y que había habido toqueteos con ellas, pero que no había llegado a follar con ninguna, aunque sí que varias le habían hecho pajas, igual que él a ellas.

-Bueno, le dije, pues la tía tendrá el privilegio de hacerlo, le dije, eso sí, si como hacen los bocazas de tus primos, puedes decir que te ha iniciado una mujer vieja, pero nunca tu tía.

Yo algunas veces oía como mis hijos conversando con sus amigos hablaban de lo que hacían con las chicas, de una manera que me daban ganas de darles cuatro pescozones, aunque también debo reconocer que pensar que mis hijos resultaban atractivos a las chicas me encantaba.

Aclarado esto con mi sobrino, le ordené que se tumbara sobre el césped con las piernas juntas, le acaricié un poco su polla que se puso muy dura, y colocándome encima de él me introduje su polla en el interior de mi coño, él comenzó a gemir de una manera muy intensa, me daba miedo de que alguno de los vecinos de los chalés de al lado le oyeran, mientras decía:

-Tía esto es divino, nunca me hubiera imaginado que mi primera vez fuera tan fantástica ¿Puedo tocarte las tetas?

-Por supuesto mi amor, son todas tuyas.

Y llevé con una de mis manos la suya sobre mis tetas el que comenzó a amasarlas, lo hacía con verdaderas ganas, como si yo fuera la única mujer del mundo que tuviera tetas, sus caricias me resultaban muy placenteras, mientras me decía:

-Tía muchas gracias por el placer que me estas dando,

-Mi amor tú también me estás haciendo gozar a mí y que me entregues tu virginidad es un gran regalo para mí.

Mientras conversábamos en este tono yo seguía haciendo que su polla se moviera en el interior de mi coño, mientras el acariciaba mis tetas de una manera deliciosa, para los dos estaba siendo la culminación de un sueño, en esos momentos sentí que él se venía regándome el coño con su leche, por cierto, muy abundante, en esos momentos el me dío de nuevo las gracias.

-Gracias, tía por haberme desvirgado, ya estaba pensando en hacerlo con alguna profesional, o con alguna de mis compañeras de la uni facilonas, pero es mucho mejor que mi primera vez haya sido contigo.

-Para mi sobrino, esto también ha sido delicioso, desde hace mucho tiempo solo he follado con tu tío y últimamente se ha vuelto algo monótono, creme lo haces muy bien, vas a gustar mucho a las chicas a las que folles.

En esos momentos estábamos los dos desnudos y nuestros cuerpos cerca y los dos manchados por el abundante semen que había salido de su polla, afortunadamente teníamos a piscina al lado así que le propuse meternos en ella desnudos, mi sobrino aceptó, los dos nos metimos en el agua y estuvimos nadando un momento, pero de nuevo nos acercamos, mi sobrino me rodeó con sus brazos y me beso de manera apasionada, le devolví el beso y el llevó sus manos a mi culo y comenzó a acariciármelo mientras decía:

-Tía te adoro.

-Yo a ti también mi amor, le respondí.

-¿Alguna vez has follado dentro de la piscina?

-No mi amor, tuve que confesarle

-¿Me dejas que te lo haga?, me preguntó.

Nunca había pensado en hacerlo en la piscina, ciertamente allí ve una a tíos macizos a los que apetece quitarles el bañador, pero follar allí, nunca se me había dado la oportunidad y en esos momentos se me había dado.

Llevé una de mis manos hacia la polla de mi sobrino, y para mi sorpresa, pese a estar en el agua, estaba durísima, así que la cogí y se la meneé mientras le decía:

-Lo que me he pedido yo, por no haber sido más espabilada estos años.

Dado que él es más alto que yo, le mantuve abrazado y llevé mis piernas a rodear su cuerpo, el manteniéndome en brazos me apoyo contra la pared de la piscina y me besó y después movió mi cuerpo hasta colocar su polla a la entrada de mi coño y empujó, sentir su polla dentro del agua era divino, nos dábamos unos morreos impresionantes mientras su polla jugaba con mi coño.

Parece que mi sobrino había abandonado cualquier trauma relacionado con la primera vez y se movía como un verdadero macho en el interior de mi coño, me provocó varios orgasmos y pese a haberse corrido anteriormente volvió a hacerlo, sentí como su leche inundaba mi coño, afortunadamente estábamos en una piscina, así que bastó que él se saliera para que con un poco de ayuda de nuestra parte nuestros sexos se quedaran limpios.

Salimos de la piscina, afortunadamente mis cuñados aún tardarían en llegar, así que le sugerí a mi sobrino que tomáramos el sol los dos desnudos.

Tumbados en la toalla y sexualmente más calmados, o al menos eso pensaba yo, podíamos gozar del sol y conversar, pero aunque comenzamos hablando del instituto, mi sobrino lo acababa de terminar y al mes siguiente iba a ir a la universidad, la situación fue derribando hacia el sexo:

-¿Tía te gusta que te coman el coño?

-Claro, le respondí, me encanta.

-¿Y el tío te lo hace?, me volvió a preguntar.

La verdad es que no era de las cosas preferidas de mi marido, aunque si me empeñaba al final me lo terminaba haciendo, así se lo expliqué y el me pidió:

-Tía enséñame a comerlo, así te o puedo comer a ti, y si tú me dejas tener otras chicas a alguna de ellas que me guste mucho.

La petición de mi sobrino me encantó, por supuesto acepté ser su profesora y me abrí bien de piernas, le pedí que metiera su cabeza entre ellas y sacando su lengua de la boca se pusiera a lamer mi coño. Al principio sus lametones eran torpes, pero no cabe duda de que le ponía ganas, le fui asesorando sobre cómo hacerlo y poco a poco fue mejorando y me estaba haciendo gozar hasta que terminé por correrme, creí necesario dejar clara la naturaleza de nuestra relación:

-Cariño tú y yo haremos cositas, de vez en cuando, si a los dos nos apetece, pero yo quiero a tu tío y seguiré con él y respecto a ti, tienes que follar con amigas, compañeras de universidad, seguro que encontraras a más de una facilona e incluso alguna profe si se te pone a tiro.

Mi sobrino volvió a acariciarme las tetas y de repente me dijo:

-¿Tía le haces alguna vez una cubanita al tío? ¿Sabes lo que es?

-Claro que lo se cariño, a tu tío de joven le encantaba meter su polla entre mis tetas y mover su polla entre ellas, mientras yo me las apretaba, como si fuera un coño, la verdad es que se ponía muy caliente y más de una vez se corría de esta manera y me dejaba mis tetas llenas de su semen.

-¿A mí también me lo harías, tía?, me preguntó.

-Por supuesto cariño, le contesté, ven aquí y métemela entre ellas.

Y mi sobrino como un rayo se colocó encima de mis tetas y puso su polla entre ellas, yo me las apreté y el comenzó a mover su pene como si estuviera dentro de mi coño, mientras decía:

-Tía esto es delicioso, me encanta, gracias por haberme dejado hacerlo.

Mientras yo seguía con mis tetas apretadas tener una polla joven y vigorosa entre ellas me pareció algo increíble. Sus gemidos de placer me hacían ver que él estaba gozando mucho y me hacían sentir que estaba rejuveneciendo, mientras recordaba mis aventuras cuando tenía la edad de mi sobrino, primero con diferentes enamorados y luego con su tío, mientras el seguía follando mis tetas y furto de sus movimientos se corrió entre ellas, pese a que llevaba ya varias corridas esa tarde su polla desparramo sobre mis tetas una abundante cantidad de leche, que llenó mis tetas, parecía que había estado dando de mamar en vez de recibir leche, jajaja.

Me hubiera encantado seguir haciendo cosas con mi sobrino esa tarde en la piscina, pero ya llevábamos un tiempo y existía el peligro de que sus padres regresaran y nos pillaran con las manos en la masa, así que debíamos, por precaución poner fin a nuestro encuentro, le convencía de que era el momento de lavarnos, nos fuimos los dos a la ducha que había en la piscina, él se puso debajo del agua, ver como le caía el agua sobre su cuerpo me calentó, así que me ofrecí voluntaria para limpiarle la polla, esta al sentir mi mano de puso dura otra vez, así que la ofrecí una sesión con mi mano, se notaba que él estaba caliente y otra vez se corrió, le limpie la leche.

Luego fui yo la que se duchó, debía de limpiarme de la cantidad de leche que mi cuerpo había recibido esa tarde, él me miraba mientras lo hacía, me da que esa noche se masturbó pensando en mí, yo no pude evitar hacerlo mientras me duchaba, después nos pusimos los bañadores.

Poco después llegaron mis cuñados, los dos estábamos tranquilos como si no hubiera pasado nada, pero si había pasado, de hecho, era el principio de algo.
 
Última edición:

heranlu

Veterano
Registrado
Ago 31, 2007
Mensajes
6,155
Likes Recibidos
2,454
Puntos
113
 
 
 

Las Historias de Clara 2



Había pasado una semana desde mi encuentro con mi sobrino, seguía siendo agosto y el calor apretaba, mis cuñados, en parte para presumir de chale, nos invitaron ese fin de semana a una barbacoa, después de comer nos pusimos todos en la piscina a tomar el sol, por la familia de mis cuñados estaba el matrimonio y mi adorado sobrino, por mi familia, mi marido, mis dos hijos, mi hija y yo.

Estábamos todos en traje de baño, parecía una reunión familiar normalita, pero, quizá porque el ladrón piense que todos son de su condición, tuve la sensación de que mi hijo mayor, Iván de 21 años miraba de una manera especial a mi cuñada, que dicho sea de paso llevaba un bikini pequeñísimo, que dejaba ver la mayoría de sus impresionantes tetas. Esa tarde no paso nada, pero al volver a casa busqué la forma de quedarme a solas con mi hijo y le pregunté:

–¿Ver a tu tía en bikini te ha calentado?

Entre mi hijo y yo siempre ha existido mucha confianza, incluido las cosas del sexo, llevaba varios años comprándole los condones, la verdad es que es muy guapo, y por el ritmo al que me los pedía parecía que tenía mucho éxito con las chicas y de hecho me contaba lo que hacía con alguna de sus amigas, yo le animaba a disfrutar, aunque advirtiéndole de que tuviera cuidado, no era cuestión de que dejara a ninguna embarazada y eso nos complicara la vida a todos, comenzando por él.

Ante mi pregunta él se quedó pensativo, anteriormente mi hijo me había confesado que le atraían las madres de algunos de sus amigos, yo ahí le paraba los pies con el argumento de que podía tener problemas si intentaba seducir a mujeres mayores que él y además costarle la amistad con su amigos, pero después de lo corrido con mi sobrino yo sabía que no tenía autoridad para recriminarle nada si mi hijo se decidía seducir a alguna de ellas, tras un de reflexión mi hijo me respondió, un poco avergonzado:

–Lo siento mama, pero es que la tía Luisa, con ese bikini que llevaba, estaba espectacular, la verdad no he podido evitar pensar en follar con ella, pero te prometo que no hare nada con ella, además es mi tía sería incesto y eso está mal.

Vaya parece que en ese momento mi hijo era el adulto de la familia y yo la adolescente con las hormonas revueltas jajaja, tras un momento le respondí:

–Cariño, no sé si es que me estoy haciendo vieja, ya soy una cincuentona y quizá eso me está empezando a hacer ver la vida de otra manera, si te apetece hacerlo con la tía Luisa, inténtalo, no te quedes con la duda de que hubiera pasado si lo hubieras intentado, si sale mal y hay problemas tu madre te ayudará a salir de ellos. Y lo mismo te digo respecto a las madres de tus amigos, cuéntame cuando quieras intentar algo y tu madre te ayudará.

Y diciendo esto le abracé, tuve la impresión de que nuestra relación madre hijo se había hecho más estrecha.

Quedaba buscar las circunstancias para que este encuentro entre la tía y el sobrino tuviera lugar. Pero tampoco era tan complicado cuando yo tenía un espía en casa de mis cuñados, me refiero a mi sobrino, al que no me costó mucho convencer de que nuestra relación se consolidaría si pillábamos a su madre haciéndolo con su primo.

Por lo que me contó la mejor hora para que esto sucediera era por las mañanas, mi cuñado estaba trabajando, en esos momentos en casa solo estaban mi cuñada y mi sobrino, así que le dije a mi hijo, que estaba de vacaciones que quedara con su primo por la mañana para charlar en la piscina.

Siguiendo mis instrucciones, mi sobrino poco antes de la llegada de mi hijo, le dijo a mi cuñada que le había salido una entrevista de trabajo, después aprovechando que mi cuñada se hallaba en la otra parte de la casa hizo como que salía, pero disimuladamente fue a su cuarto que estaba situado en el piso superior de la casa.

Yo había dicho a mi hijo que me las apañaría para que su primo no estuviera en casa, la verdad no le di muchos detalles y él no me los pidió, el asunto es que se presentó en casa de mi cuñada cuando estaba, eso creían ellos, ella sola, ella le recibió, llevaba el bikini, dad el calor que hacía era normal, le contó que su primo había tenido que salir, pero que podía esperarle en casa y usar la piscina. En esos momentos ella podía acompañarle, podía cambiarse en el baño que había en la planta baja del chalé.

Mi hijo lo hizo y los dos se encaminaron a la piscina donde hacia una semana mi sobrino y yo habíamos tenido nuestro encuentro, en esos momentos, según lo convenido mi sobrino me avisó y yo que estaba en las cercanías fui al chale, mi sobrino me abrió antes de que llamara y me condujo al piso de arriba desde cuya habitación se veía la piscina y a la parejita.

Poco después mi hijo me contaría lo sucedido, y lo cuento tal y como él me lo contó:

Llegamos a la piscina y nos pusimos a tomar el sol, le dije a mi tía que estaba estupenda que el tía debía de estar muy feliz con ella, ella se rio y dijo que ya estaba vieja, que no creía que inspirara deseos, yo la desafié a que si de verdad creía eso se quitara el sujetador y dejara sus tetas al aire, mi tía dudo un momento y se lo quitó, sus dos tetas impresionantes quedaron libres ante mis ojos, le dije que tenía un par de buenas tetas, ella se rio y me dio las gracias por el cumplido, yo le dije que no era ningún cumplido y para demostrárselo me quite el bañador y deje mi polla al aire.

Supongo que mi hijo y mi cuñada creían que estaba solos pero no era así, desde una de las ventanas de la habitación del piso de arriba se podía ver perfectamente la piscina y lo que ellos hacían, aunque no se escuchara lo que decían, y allí estábamos mi sobrino y yo mirando el espectáculo, pero dejo seguir contando a mi hijo.

Cuando mi tía me vio la polla me dijo:

–Menudo pollón tienes sobrino, cuantas mujeres desearan metérselo en el coño, me dijo

–Está muy dura porque tus tetas la ponen así dije yo

–Pero si las tengo feas y viejas, dijo ella

Ante las palabras de mi tía yo me lancé a acariciarlas, temí que ella me contestara con un tortazo, pero ante mi sorpresa ella se dejó, estuvo un poco pasiva y luego ante mi sorpresa comenzó a acariciarme la polla que se puso durísima.

Me quedé todavía más sorprendido cuando mi tía se agachó ante mí y se puso a chuparme la polla, y debo de reconocer que mi tía la chupa muy bien, mejor que cualquiera de las chicas de mi edad que me la habían chupado con anterioridad, yo apreté su cabeza contra mí, ella seguía chupándomela de manera magistral y no tardó mucho en lograr que me corriera.

Pero antes de que lo hiciera ella con un gesto me indicó que la soltase su cabeza y sacó mi polla de su boca, aunque la meneo lo poquito que la faltaba para que me corriera, y dada la posición que tenía, toda mi leche fua a parar a su cuerpo, especialmente a sus tetas, verlas manchadas de semen les daba un aspecto muy erótico. En esos momentos sentía una gran envidia de su marido que sin duda disfrutaba de ello con una cierta frecuencia.

Yo sentía que estaba en deuda con ella, así que la empuje hasta que quedó tumbada sobre la hierba, nos dimos un beso, tenía ganas de besarla y no me importó que su boca estuviera impregnada con el sabor de mi polla.

Después la abrí bien de piernas y aproximé mi boca a su coño, en ese primer plano me encanto, mi tía tiene un coñito precioso, con pelo, pero muy cuidado, se nota que se lo prepara para que se lo miren con frecuencia, y luego introduje mi lengua en su interior, ella comenzó a gemir, mientras decía:

–Que delicia sobrino, nunca me lo habían comido así de bien.

Eso me excitó y me llevó a comérselo con más ganas, sentí como se venía en mi boca, sus jugos me encantaron, seguí chupándoselo, hasta que se corrió otra vez. Y entonces ella tomando la iniciativa me dijo:

–Sobrino me lo has comido muy bien, pero creo que ha llegado el momento de que te de tu premio supremo, túmbate tú ahora sobre la hierba, con las piernas muy juntas.

Lo hice mi tía me acaricio mi polla un momento para asegurarse de que estaba dura, y pudo comprobar que estaba durísima, así que se arrodilló encima de mí y dirigió su coño lasta las cercanías de mi polla, y la introdujo en el interior de este. El coño de la tía era el más caliente de los que yo he probado, y ella comenzó a jugar con mi miembro moviendo su coño a un ritmo que me provocaba muchísimo placer, era la hembra más caliente que yo había probado.

Encima yo veía esas esplendidas tetas moviéndose encima de mí, su visión me resultaba muy excitante, así que llevé mis manos hacia ella y las comencé a acariciar, mi tía dijo:

–Me encantas lo que me haces cariño, sigue tocándomelas.

Pero yo quería algo más, y levantando un poco mi cara aproximé mi boca a las tetas de mi tía y comencé a besarlas, ella dijo:

–Que delicia sobrino, al cabrón de mi marido nunca se le ocurre hacer esto.

Yo seguía tocándoselas y de otro lado mi polla experimentaba el calor de su coño que la rodeaba, nunca pensé que se pudiera gozar tanto con una mujer.

Mi cuñada y mi hijo estaban follando despreocupados, pensando que nadie los observaba, no se les ocurría pensar que desde la planta superior del chale donde estaba su piscina, y donde vivía ella, dos pares de ojos y la cámara de un teléfono móvil les estaban observando.

Mi idea era simplemente observarles, pero lo cierto es que el espectáculo me estaba poniendo muy caliente, hasta el punto de que no puede evitarlo, sin darme cuenta de que mi sobrino estaba presente, me subí el vestido que llevaba puesto, me bajé las bragas que llevaba puestas y me puse a meterme mis dedos en el coño, estaba muy húmeda, me masturbaba con rabia y me corrí varias veces pero no era suficiente, hasta que de repente sentí como una mano acariciaba mi culo, en esos momentos me di cuentas de que mi sobrino estaba a mi lado.

Mientras no podía dejar de mirar como la zorra de mi cuñada cabalgaba sobre la polla de mi hijo y de como este no dejaba de estrujarle las tetas como si fueran las ubres de una vaca lechera, dejemos que sea mi hijo quien siga contándolo.

Mi tía me seguía cabalgando con mucha pasión, yo seguía sobrando ese maravilloso par de tetas que tenía, me parecía una verdadera diosa, la dije, de forma espontánea sin ningún tipo de reflexión:

–Tía te adoro

Ella por sus gestos se la notaba que estaba teniendo varios orgasmos, seguía cabalgando sobre mí, en el entorno de la piscina con tanto frescor me parecía estar en el paraíso, al final sentí como iba a venir, y le pedí que se saliera, pero ella dijo que no me preocupara ya no estaba apta para da para luz, así que podíamos seguir follando con plena libertad.

Mientras la parejita seguía follando en la piscina, mi sobrino, después de sobar un rato mi culo, restregó su polla contra mi culo, se ve que sin que yo me diera cuenta se había bajado los pantalones, y además de ver el mismo espectáculo caliente que yo, estaba viendo como yo me masturbaba, quizá todo junto explicaba que tuviera su polla más tiesa que el palo de una bandera.

Por todo ello tras meter sus dedos en mi coño, para comprobar que yo estaba cliente, introdujo su polla en mi coño y comenzó a moverse como si yo fuera la única mujer sobre la tierra, yo entre la visión de mis ojos y los movimientos de la polla de mi sobrino dentro de mí, me sentía en una nube, era increíble lo que estaba disfrutando, mientras mi sobrino me seguía follando.

Mientras mi hijo estaba llegando al límite con mi cuñada, según sus palabras: Yo estaba intentado aguantar todo lo que podía, no quería que nuestro polvo se terminara, pero finalmente no pude aguantarme y me corrí, mi tía al sentir como me venía me dijo:

–Pero cariño ¿Qué tenías ahí dentro, un río?

Y es que de mi polla había salido un verdadero torrente de semen que llenó todo su coño, después ella se levantó sonriente, ella tiene una sonrisa preciosa y se dirigió a la ducha que hay al lado de la piscina, allí abrió el grifo y el agua comenzó a deslizarse por su cuerpo mientras ella se tocaba con sus manos para limpiar su cuerpo, verla así me resultó muy excitante y sin poder evitarlo fui hacia ella y sin mediar palabra, me metí con ella y fueron mis manos las que acariciaban su cuerpo.

En el piso de arriba mi sobrino seguía jugando con su polla en el interior de mi coño, la verdad es que esta combinación de mi vista y el tacto que sentía en mi coño era extremadamente placentera, mi sobrino había aprendido muy rápidamente y me estaba llevando al éxtasis, adoraba a ese chico, e por su parte por sus jadeos se le notaba que estaba a punto de correrse y así lo hizo llenándome el coño con su leche.

Fuimos un momento al baño a limpiarnos, cuando volvimos la parejita estaba otra vez sobre el césped follando, pero de otro lado yo ya tenía suficiente para responder en caso de que mi cuñada descubriera lo que yo hacía con su hijo, así que había llegado el momento de irnos, salí yo primera, había quedado con mi sobrino volver a vernos en un bar a una cierta distancia de su casa.

Mientras mi cuñada y mi hijo seguían a lo suyo, como me contó mi hijo, ducharme con mi tía y que ella acariciara mi cuerpo hizo que mi polla se pusiera dura de nuevo, así que le dije:

–Tía vamos al césped otra vez.

Ella se tumbó en el césped y yo me puse encima de ella e introduje mi polla, otra vez en su coño, mi tía comenzó a jadear mientras me decía:

–Cariño que feliz me estás haciendo, hace años que no tenía una sesión de sexo como esta, me estás haciendo sentirme una jovencita, te adoro.

Las palabras de mi tía me estaban haciendo sentir muy bien así que seguí follandomela, quería que ella disfrutase a tope. Al fina me corrí de nuevo, y me salió, otra vez, una gran cantidad de leche.

Cuando mi tía se levantó, en un momento determinado se puso de espaldas a mí y pude contemplar un trasero divino, y visto que ese día todo parecía posible, la dije:

–Tía tienes un culo increíble.

Ella me echo una de sus sonrisas maravillosas, yo me levanté, la rodeé con mis brazos y la besé apasionadamente mientras bajaba mis manos hasta que estas tocaron su culo, me encantó acariciarlo, y muy animado por todo lo que estaba sucediendo, la pregunté:

–¿Me dejas que te lo folle?

Ella me sonrió se puso a cuatro patas y me dijo:

–Es todo tuyo cariño.

Animado por sus palabras me acerqué a ella por detrás e introduje mi polla en su culo, y comencé a bombearla, mientras ella con sus gemidos me demostraba que había acertado con mi petición, fue el último acto de un encuentro maravilloso.

Mientras tanto yo llegaba al bar donde había quedado con mi sobrino y nos pusimos a hablar de lo sucedido, aunque era mejor que nadie se enterase de nuestra aventura, en el caso de que quien lo hiciese fuera su madre tendríamos con que hacerla callar, de otro lado el me reconoció que espiarlos le había dado mucho morbo, quizá era algo que debíamos tener en cuenta para hacer cosas juntos

Mientras hablábamos yo sentí como los dedos del pie de mi sobrino se ponían en mis piernas y poco a poco iban subiendo hasta alcanzar la altura de mis bragas y comenzó a acariciármelas con su extremidad inferior, de otro lado estábamos en un lugar público, vimos que los baños estaban en el piso inferior y eso nos animó a ir al servicio a los dos, y allí dimos rienda suelta a nuestros deseos.
 

heranlu

Veterano
Registrado
Ago 31, 2007
Mensajes
6,155
Likes Recibidos
2,454
Puntos
113
 
 
 
Las Historias de Clara 3



viendo la escena de como follaba mi cuñada con mi hijo comencé a fijarme en su polla, y en su cuerpo en general, y comencé a tener fantasías con él, y yo soy una mujer a la que no la gusta que las fantasías se queden solo en eso.

Una tarde mi hijo y yo estábamos solos en casa, como era el mes de agosto y hacía mucho calor, yo llevaba una bata de andar por casa muy corta y escotada, mientras hablábamos de cosas banales procuraba que la bata se deslizara por mis muslos lo más arriba posible, dejando ver cada vez más y de otro lado intentaba que mi escote se abriera, note como mi hijo se empezaba a finar en mí.

Decidí preguntarle por sus aventuras, siempre hemos tenido mucha confianza y me empezó a contar lo de mi cuñada, y también a hablarme de sus deseos de tener aventuras con las madres de sus amigos en esos momentos le interrumpí y con la voz más sensual que pude le dije:

–Mi amor, eso será otro día, pero hoy quiero que sea conmigo.

Y llevé mi mano hasta su polla que abultaba sobre unos pantalones cortos, después se los quité y los mismo hice con su short, me arrodillé delante de mi hijo y le dije:

–No me extraña que tu tía y otras mujeres maduras estén loquitas por esta polla pero hoy va a ser para mí.

Y arrodillándome delante de él llevé mi boca hasta ese lindo miembro, lo recorrí con mi lengua, mi hijo comenzó a jadear mientras decía:

–Pero mamá ¿Qué me haces?

Pero se le veía que estaba rendido que quería hacerlo conmigo.

Después de lengüetearle la polla me pareció que era el momento de metérmela en mi boca, sus jadeos se hicieron más intensos, mientras yo seguía chupándosela, la verdad es que el hecho de que fuera la de mi hijo le daba mucho más morbo al asunto, su polla me resultaba muy especial y seguí chupándosela, en esos momentos recordé algo que a su padre le encanta, aunque le da vergüenza reconocerlo, e introduje uno de mis dedos en el interior de su culo.

Mi hijo se hizo el despistado como si nada hubiera cambiado siguió disfrutando de mis mamadas, mientras yo seguía sintiendo algo muy especial, de alguna manera era como volver a follar con mi marido cuando era más joven y tenía más vigor, mi boca seguía jugando con su polla, hasta que el jadeo mucho más fuerte y dijo:

–Mama que me corro.

E inmediatamente un torrente de semen salo de su polla, intenté tragármelo todo, pero no pude evitar que una parte se escapara de mi boca y regara mi cuerpo.

–Mama, ha sido estupendo, dijo él, pero somos madre e hijo, ¿No te parece que lo que estamos haciendo está mal?

–Cariño, le contesté yo, estaría mal si eso afecta a nuestras vidas, pero, aunque yo folle contigo seguiré haciéndolo con tu padre, y tú, además de con tu tía, lo harás con otras maduras, yo te ayudare, hasta que encontremos una buena chica que me haga abuela, jajaja, este será nuestro secreto.

Mientras le decía esto con mis manos acariciaba su polla que se recuperaba, en esos momentos él me dijo:

–Está bien mama, este será nuestro secreto, pero quiero pedirte una cosa, déjame chuparte las tetas igual que cuando era niño, no lo recuerdo, pero me apetece.

–Claro que, si cariño, le dije yo, mama no te puede negar nada.

Me desabroche la bata, el me la tiró al suelo, no llevaba sujetador por lo que me quede con una tanga de color rojo, mi hijo al ver mis tetas al natural se quedó como hipnotizado:

–Me encantan mama, me dijo

–¿Más que las de tu tía?, dije yo dibujando una sonrisa en mi cara que indicaba a mi hijo que estaba bromeando.

–Mucho más, dijo él.

–Jajaja, lo que sois capaces de decir los tíos por echar un polvo dije yo, y añadí, venga chúpamelas.

Él muy obediente llevó su boca a mis pezones y comenzó a besármelos, después me dio unos pequeños mordiscos y se introdujo uno de ellos en su boca.

–Amor lo haces muy bien, dije yo.

Él estuvo chupando mis pezones un rato, hasta que llevó una de sus manos a mi tanga y tocó mi coño por encima de él, le notó húmedo, después metió su mano por debajo de este y con un movimiento rápido me dejó desnuda, yo a él le tenía desnudo de cintura para abajo, pero quería verle completamente desnudo, así que le subí la camiseta que llevaba y se la quité, había visto el pecho de mi hijo desnudo muchas veces, pero verle a él completamente desnudo me pareció un dios.

En ese momento él también me miro completamente desnuda, era la primera vez que veía, o al menos eso creo, mi coño, yo lo llevo peludo, pero en estos momentos en que mi actividad sexual estoy dudando sobre afeitármelo. Como decía sentí que él miraba mi coño peludo, y me dijo:

–Mama me dejas comerte el coño, me apetece mucho, además quiero que me ayudes a mejorar mi técnica.

–Por supuesto cariño, dije yo, las madres estamos para educar a nuestros hijos, también en el terreno sexual.

Me senté en el sofá con las piernas bien abiertas, mi hijo se arrodilló ante mí y acercó su cabeza a mi coño, y después introdujo su lengua en mi interior, a su padre no era algo que le agradara mucho, bueno de jóvenes si lo hacíamos, aunque para ello me obligaba a llevarle bien depilado, pero de casados el perdió el interés por hacerlo, y yo por afeitármelo.

Sentir la lengua de mi hijo dentro de mí me hizo recordar mis tiempos de joven, pero era algo muy especial, el me demostraba que bueno, aunque se pudiera mejorar algo, era un buen comedor de coños, desde luego se lo podría dejar a alguna de mis amigas, jajaja. Agarré su cabeza y la aplasté contra mi coño, el siguió comiéndomelo, el muy cabron me hizo correrme tres veces, hasta que decidí que se había ganado el premio mayor, bueno el segundo mayor y apartándole su cabeza de mi coño le pregunté:

–Cariño, ¿Cómo vas de condones?

Él se quedó un poco sorprendido y dijo:

–Bien, me quedan unos cuantos.

–Pues dado que yo te los compro es justo que yo pruebe alguno, le dije:

El desnudo se fue a su cuarto y volvió con el paquete.

–Si tú quieres mama, vamos a usar más de uno, me dijo.

–Claro que quería, le hice tumbarse en el suelo, después me tumbé a su lado y sacando mi lengua de la boca comencé a lamérsela y a darle besitos en la polla, el comenzó a jadear y su polla se puso durísima, lo que aproveché para colocarle el condón y se la meneé un poco mientras le decía:

–¿Así que esto es lo que ven las mujeres antes de que te las folles? No me extraña que se vuelvan locas.

Me puse de rodillas encima de mi hijo y enchufé su polla con mi coño, y me la fui introduciendo despacito al principio, sentir la polla de mi hijo dentro de mí me proporcionó algo especial que no había sentido ni con su padre, ni con ningún otro hombre, era un calor y una sensación muy especial.

–El por su parte comenzó a jalear s ve que mi niño estaba gozando, el me dio:

–Mama esto es increíble, estoy disfrutando contigo más que con ninguna otra chica.

–Mi amor me encanta que me digas eso, pero el asunto es que disfrutes a tope con cada mujer que estes.

Yo seguía jugando con la polla de mi hijo, quería que fuera verdad que conmigo disfrutaba más que con ninguna, el llevó sus manos a mis tetas.

–Tienes las mejores tetas que he visto mama.

Las palabras de mi hijo me regalaban el oído, y aunque supiera que eran fruto de un momento de placer hacían sentirme feliz, seguí moviendo su polla dentro de mi coño para darle todo el placer del mundo hasta que mi hijo gritó:

–Me corrooo mamá.

Y noté como su leche salía de su polla, aunque fuera dentro de un condón, en esos momentos, yo había tenido varios orgasmos, me salí y le besé dulcemente en la boca, mientras le decía:

–Mi amor me has hecho muy feliz.

Después con mi mano le quité el condón, aunque tenía ganas de una cosa muy especial e hice que su leche cayera en mi cuerpo. Y después me lo restregué, quería que el semen de mi hijo pasara a formar parte de mi cuerpo, en esos momentos dije:

–Es una buena inversión lo que gasto en tus condones.

En esos momentos mi niño me hizo una nueva petición:

–Mama quiero tener mi polla entre tus tetas, ¿Me dejarías?

–Por supuesto mi amor, le respondí

Me tumbé en el suelo y mi hijo se puso encima de mí, y a continuación puso su polla arrugada entre mis tetas. Yo aprovechando que, en parte por los kilos que tengo demás mis tetas las apreté de manera que la polla de mi hijo se quedó entre ellas como si se tratara de un coño, el comenzó a moverse como si de uno se tratara hasta que su polla recuperó todo su vigor, en esos momentos mi hijo me pidió:

–Mama quiero que volvamos a follar, pero esta vez quiero ser yo quien me ponga encima, quiero que veas que soy un hombre y hacer que me veas como a todo un macho.

Por supuesto le dije que sí, me tumbé en el suelo y me abrí bien de piernas mi hijo se puso el condón, después introdujo dos de sus dedos en mi coño y los meneo en mi interior un rato, y vio que yo estaba muy húmeda, me restregó su polla por la zona de mi coño, para endurecer aún más su polla y cuando a sintió a punto introdujo su polla dentro de mi coño mientras me decía:

–Adoro tu coño mama, me encanta es tan caliente, más que ningún otro de los que he probado.

Se movía dentro de mí con mucha pasión se le notaba que era un macho buen follador de los que pueden volver loca a una mujer, me di cuenta de que iba a querer repetir, aunque supiera que no era para mí, sino que iba a ser una de tantas que disfrutara de esa polla.

Acordonándome de lo que él me había ello, levante mis manos y le acaricié le pecho, tenía un hijo tan bello, mientras pensaba esto sentía su polla moverse en mi interior, tuve varios orgasmos seguidos, el hecho de que él me llamara mama mientras follábamos le daba morbo al asunto a la vez que parecía una nueva forma de demostrar el amor entre una madre y un hijo.

Al cabo de un rato él me dijo, nuevamente:

–Mama, me corro.

–Hazlo, cariño, dije yo, pero echa tu leche encima de mi barriga.

Sentí como, aunque fuera dentro de un condón, mi hijo se corrió dentro de mí, después se salió, y al quitarse el condón su semen, que, pese a llevar ya varias corridas continuaba siendo muy abundante, cayó sobre mi barriga, yo le pedí que me lo restregará por ella, y él lo hizo. Tras ello nos volvimos a besar, él me dijo:

–Mama te adoro, seré solo tuyo.

Le insistí en cómo debía de ser nuestra relación era fabuloso lo que en esos momentos estábamos experimentando, pero eso no nos debía evitar tener contacto con otras personas que, sin duda nos iban a hacer pasar ratos maravillosos y le volví a recordar lo de que debía hacerme abuela.

En esos momentos mi hijo me volvió a sorprender con otra petición:

–¿Mama me das tu culo?

Por supuesto no le iba a negar nada a mi príncipe, así que le dije:

–Por supuesto cariño es todo tuyo, ¿lo has hecho alguna vez por ahí?

El me confesó que poquitas veces, con alguna amiga muy calentona.

–Pues hoy tu amiga calentona seré yo, le dije:

Me puse a cuatro patas y él se colocó detrás de mí, primero me acaricio el culo y me dijo:

–Mama, tienes el mejor culo que he visto.

Después comenzó a darme besitos en él, y después me restregó la polla para ponerla bien dura, y por último se puso detrás de mí, y me la metió muy despacito, parecía que tenía miedo de hacerme daño.

–Tranquilo cariño, no soy virgen tampoco por ahí, le dije.

Parece que mis palabras le animaron a follarme de una manera más decidida, comenzó a moverse con más fuerza, como con rabia, era un ritmo que me encantaba, pero deseaba que mientras hiciera otra cosa y le pedí:

–Cariño, sigue así, pero me encantaría que además metieras tus dedos dentro de mi coño.

Él me hizo caso y sentí como sus dedos se movían en mi interior, en esos momentos sus dedos me masturbaban, mientras su polla me sodomizaba, mi mente se fue a una de mis fantasías nunca realizadas, hacerlo con dos tíos a la vez. Pero la realidad no era menos agradable, mi hijo me estaba volviendo loca, me corrí varias veces, el con sus dedos dentro de mí lo notaba.

En un momento dado sin sacármela del culo, después de una de mis corridas, llevó sus dedos a la boca y los chupo, gimió y dijo:

–Esta delicioso, mama.

Siguió atacando mi culo, hasta que no pudo más y se corrió, mi culo se llenó de su leche, hubiera seguido follando con él, pero se nos estaba haciendo tarde, sus hermanos podían llegar en cualquier momento y poco a poco fueron llegando, así como mi marido, preparé la cena, y nos pusimos a cenar, durante la misma mis fantasías se dispararon, me imaginaba a mi haciéndolo con mi otro hijo, o con los dos juntos, o a mi hija haciéndolo con sus hermanos, ¿Y por qué no con su padre?

Pero algo me devolvió a la realidad, sentí como un pie poco a poco se deslizaba a lo largo de mis muslos hasta alcanzar mis bragas, mientras pensaba esto veía como mi hijo, mayor con el que acababa de follar me sonreía de una manera especial.

Y no se si fue un sentimiento de culpa, pero esa noche cuando estaba en la cama con mi marido, me lance sobre él y follamos de una manera muy intensa


-
 

heranlu

Veterano
Registrado
Ago 31, 2007
Mensajes
6,155
Likes Recibidos
2,454
Puntos
113
 
 
 
-
Las Historias de Clara 4



unos días después mi hijo y yo llegábamos de hacer unas compras y llamamos al ascensor en esos momentos llegó mi vecina Sandra, es una mujer más o menos de mi edad, somos vecinas desde hace muchos años, y nuestros hijos siempre han jugado juntos.

Quizá fuera por los calores del mes de agosto, pero Sandra, que, por otro lado, vestida de una manera muy elegante, llevaba una falda que apenas le tapaba medio muslo y un escote muy generoso que dejaba ver una amplia porción de sus tetas, la verdad es que mi vecina tiene unas tetas grandísimas, yo sospecho que se ha operado, y una figura que me da envidia, supongo que debe de ir al gimnasio, y tiene unos labios que parecen estar hechos para chupar pollas.

El ascensor llegó y subimos los tres, me di cuenta de que mi hijo no quitaba los ojos de encima a los pechos y los labios de mi vecina, mientras manteníamos una conversación muy normalita, cuando llegamos a nuestro piso, nuestros apartamentos están uno enfrente de otro, nos despedimos y vi como mi hijo se giraba para contemplar el culo de Sandra que entraba en su casa, en la mía estaban mi marido y mi hija, así que no pudimos hacer nada.

Pero busqué la manera de hablar con él a solas, fue a la hora de la siesta cuando me levanté con la excusa de ir al servicio fui al cuarto de mi hijo mayor y le pregunté directamente, con voz muy baja:

–¿Te gusta Sandra?

Mi hijo se quedó sorprendido por la pregunta, en un principio lo intentó negar, pero finalmente lo reconoció y yo le dije:

–Te prometí que te iba a ayudar a hacerlo con todas las mujeres maduras que te apeteciera y voy a cumplir mi promesa.

Y mientras decía esto le acaricie la polla con mi mano. Al día siguiente, conversando por el móvil, le dije a mi hijo que mantenía mi promesa, pero con una condición, yo debía ver lo que hacían escondida, mi hijo aceptó la idea, quedaba preparar el terreno y buscar la ocasión.

Lo primero fue al día siguiente, fui a ver a mi vecina en un momento en que sabía que ella estaba sola, y hablando de los chicos, ella tiene uno que debe de rondar los treinta, bien guapo y con mucho éxito con las chicas, le comente una supuesta anécdota, inventada que según mi mentira me había ocurrido en mi casa, según me inventé jajaja, mi hijo Iván un día a la que salía de la duchas se le había caído la toalla que llevaba puesta y su polla había quedado al aire, y según le conté, esto no es mentira del todo jajaja, la polla de mi hijo era de casi veinte centímetros.

Noté como lo que le había contado la perturbaba un poco, aunque trató de disimular y me dijo que a ella le había pasado algo muy parecido con el suyo, ella tiene la parejita y el chico es más o menos de la edad de mi Iván, me dijo que no le diera importancia.

Unos días después mi hijo mayor, y yo nos quedamos solos en casa, mi marido y mis otros hijos querían disfrutar de los últimos días de agosto en una piscina de un amigo, pero a mi ese señor me caía mal e Iván dijo que se quedaba conmigo, esperamos un rato a que se fueran y llamé a Sandra, le dije que me había ido con mi marido y mis otros hijos a la piscina y que Iván se había quedado solo en casa, que estaba intentando llamarle por el móvil y que me salía que estaba apagado.

Me dijo que iría a ver si todo estaba bien, y así lo hizo, al llamar a mi casa la abrió mi hijo, solo estaba cubierto por la toalla de baño, mi hijo la mandó pasar y cerró la puerta de casa, ella le contó lo que había pasado y mi hijo, que previamente había apagado el móvil, confirmo que si que se había quedado sin batería y no se había dado cuenta, ella me llamó a mí, tenía puesto el móvil en silencio para que ella no lo escuchara y no la respondí, ella me dejó en wasap, aquí si la respondí y la di las gracias.

Una vez que ya había confirmado que mi hijo estaba bien se suponía que su estancia en mi casa había terminado, pero aquí comenzaban las habilidades de mi hijo, primero la dio las gracias con un beso en la mejilla y un abrazo, Sandra llevaba un vestido corto de estar por casa en ese tiempo de calor y mi hijo la dijo que se la veía muy sexy, y antes de que mi vecina pudiera reaccionar la rodeó entre sus brazos y la besó en la boca, ella se dejó, mi hijo la empujo un poco hacía el salón y la tumbó en el sofá, al lazarla el vestido vio que no llevaba bragas, se intentó disculpar:

–Estaba sola en casa, y con estos calores y cuando ha llamado tu madre no me he dado cuenta de ponérmelas.

Mi hijo se río, beso los muslos de Sandra y fue subiendo poco a poco hasta alcanzar su coño e introdujo su lengua en él, ella comenzó a gemir.

Lo que sin duda ignoraba Sandra es que yo estaba observando la escena, habíamos instalado una cámara de manera disimulada que yo podía contemplar desde mi móvil.

Iván seguía comiéndole el coño a Sandra, que no tardó en tener un orgasmo, entonces mi hijo, tras dejarle bien limpio el coño, se apartó y la dijo:

–Siento no tener más experiencia en esto, seguro que Alberto, tu marido te lo hace mucho mejor.

Alberto lleva años sin hacérmelo, loque me acabas de hacer supone para mi revivir experiencias de hace muchos años, gracias cari, y añadió, ahora me toca a mi darte las gracias.

Se agachó, le quitó la toalla y le dijo a mi hijo:

–Menudo chorizo tienes, me lo voy a comer enterito.

Y se lo metió en la boca, la verdad es que desde que nos conocimos, viendo sus labios que ella resaltaba con sus lápices, siempre había tenido la imagen de Sandra chupando pollas, y en esos momentos mi visión se estaba confirmando, Sandra le estaba haciendo una mamada deliciosa a mi hijo, que gemida de manera que sus jadeos llegaban a mi dormitorio, desde donde yo seguía la escena, no tuve más remedio que llevar mis manos a mi coño.

Mi hijo apretaba la cabeza de nuestra vecina contra su cuerpo, y ella seguía comiéndole el chorizo, la verdad es que debía de tener mucha gana por el ansia en que lo hacía, jaja, efectivamente Sandra era una buena comedora de chorizos, mi hijo estaba en la gloria y se le notaban los esfuerzos que hacía para no correrse, pero no pudo evitarlo y finalmente se le veía como se corría, Sandra por su parte se estaba tragando toda la leche de mi hijo, aunque no pudo evitar que una pequeña parte se saliera de su boca y fuera a parar a sus labios a los que daba una nota aún más sexy.

Tras esto los dos se tumbaron en el suelo, y mi hijo comenzó otra vez a acariciarle las tetas, ella tardó un poco en reaccionar, pero llevó su mano al aparato de mi hijo y se lo comenzó a acariciar, mi hijo la beso, ella seguía con sus manos sobre su polla y esta poco a poco comenzó a reaccionar, Sandra le preguntó:

–¿Has follado con muchas tías?

Con algunas, pero pocas, respondió el mentiroso de mi hijo, jajaja, pero a la que siempre he deseado es a ti, añadió.

–Pues vas a follar conmigo, pero como se lo cuentes a alguien te la corto, le advirtió Sandra.

–Será nuestro secreto dijo mi hijo.

Sandra acarició la polla de mi hijo un poco más, hasta ponérsela bien dura, mi hijo llevó su mano hasta su pantalón y de allí sacó un condón y se lo dio a Sandra para que se lo pusiera, pero esta lo rechazó porque con Alberto tomaba otras medidas anticonceptivas, así que mi hijo se lo puso él solito, en esos momentos Sandra le volvió a agarrar la polla y con mi hijo tumbado en el suelo, se colocó encima e introdujo la polla de mi hijo en el interior de su coño, mientras ella sentada sobre él le cabalgaba como una jinete a su caballo.

Contemplando la escena yo me puse a tope, primero me acaricié los pezones, pero pronto esto resultó insuficiente, y finalmente tuve que apartarme la bata que llevaba puesta, e introducir los dedos de una de mis manos en el coño, mientras que con la otra intentaba taparme mi boca, para que mis posibles gemidos no descubrieran a nuestra vecina mi presencia.

Mientras ella seguía cabalgando sobre mi hijo que acariciaba sus tetas, la verdad es que Sandra tenía unas tetas increíbles, no me extraña que las manos de mi hijo las estrujaran con ansia, y ella también estaba gozando a tope sus gemidos hicieron que fuera innecesario para mí los auriculares de la cam para escucharlos, ya que podía oírlos a viva voz. Entre ellos Sandra decía cosas como:

–Menuda polla tienes cabrón, vaya rato que me estás haciendo pasar, no gozaba tanto desde antes de casarme.

Mi hijo seguía aguantando los envites de la vecina intentando no correrse, pero en su cara se le notaba que estaba alucinando de placer, y pese a sus intentos al final se corrió, cuando Sandra lo notó se tumbó encima de él, le beso en la boca y le dijo:

–Muchas gracias, mi amor esto ha sido fantástico

–Cariño espero que con uno no te conformes, dijo mi hijo

Mi amor, dijo ella, si tú quieres follaremos hasta que no te quede una sola gota de leche.

Ella primero sacó a mi hijo el condón de su polla, y restregó sus dedos sobre los restos del esperma de mi hijo, y llevándoselos a la boca dijo:

–Esta leche sí que es rica.

Y tumbándose al lado de mi hijo comenzó a lamerle la polla dejándosela bien limpia de cualquier resto de semen.

Después los dos se quedaron tumbados el uno junto al otro, mi hijo la preguntó:

–¿Le habías puesto antes los cuernos a tu marido?

–Del todo no, dijo Sandra, he enseñado las bragas aposta muchas veces y alguna vez he masturbado a algún compañero de trabajo, pero dejar que me la metieran eres el primero.

–Espero que lo repitamos, dijo mi hijo.

Por supuesto cariño, pero como te he dicho antes debes de ser muy discreto, si Alberto o tu madre se enteran de esto nos matan.

–Mi hijo dibujó una sonrisa en su cara, y es que su madre, o sea yo, se estaba enterando, jajaja.

Iván cogió una de las manos de Sandra y la llevó hasta su polla, ella se dio cuenta de sus deseos y comenzó a acariciársela y la polla de mi hijo reaccionó rápidamente.

–Oye que rápido te recuperas, dijo Sandra

Mi hijo se puso encima de ella, primero la dio un beso en la boca, como hacen los amantes, después fue bajando por su cuello hasta llegar a sus tetas, ahí se entretuvo bastante, la verdad es que las tetas de mi vecina son increíbles, pero poco a poco fue bajando hasta su vientre y después su coño, ahí se entretuvo un rato, hasta que fue Sandra la que le suplicó:

–Por favor cariño, follame.

–De acuerdo, dijo mi hijo, pero antes quiero que me la tengas entre tus tetas.

Y sin pedirla permiso acercó su polla a las tetas de ella y la introdujo entre ellas, como si se tratara de un coño, ella cogió sus dos manos y se las apretó y mi hijo comenzó a mover su polla como si fuera un coño.

Así estuvieron un rato hasta que mi hijo vio que su polla se había puesto muy dura, en ese momento se salió de las tetas de Sandra, alargó su mano hasta coger de nuevo el paquete de condones, se puso uno y colocando sus piernas entre las piernas de mi vecina introdujo su polla en el coño de esta que comenzó a gemir, mientras besaba a mi hijo y después bajo sus manos hasta acariciar su trasero, mientras mi hijo, con mucha rabia marcaba un ritmo que a su acompañante parecía encantarle y comenzó a decirle palabras fuertes:

–Fóllame cabrón

Mi hijo muy obediente siguió marcándola un ritmo que a ella parecía encantarle, y así estuvieron durante un buen rato hasta que mi hijo dijo:

–¡Sandra me corrooo!

Y el gesto de su cara daba a entender que estaba diciendo la verdad, cuando hubo terminado mi hijo se bajó de ella y se quitó el condón y sacó de sus bolsillos un pañuelo de papel, mi vecina le limpio la polla y le dijo:

–Cuanta leche tienes en tu interior pareces una vaca lechera.

–Es que tu provocas que sea así, Sandrita, dijo mi hijo.

Ellos se besaron de nuevo, entonces mi vecina dijo:

–Estaría contigo toda la tarde, pero puede llegar alguien a tu casa, o a la mía, es mejor que me vaya, ya encontraremos la manera de repetirlo.

Y diciendo esto se vistió, beso a mi hijo por última vez y los dos se encaminaron a la puerta, al llegar a ella, antes de que mi hijo abriera, Sandra le beso de nuevo y le dijo:

–Recuerda lo que hemos hablado tu guardarás silencio y repetiremos.

Mi hijo abrió la puerta y ella se fue, entonces mi hijo vino a mi habitación, el aún estaba desnudo, a mí me encontró con el coño al aire, se acercó a mi primero me besó, luego me puso sus manos en las tetas, y me dijo:

–¿Has disfrutado?

Era inútil negar la realidad, desde luego había disfrutado bastante, y así se lo dije, mi hijo siguió acariciándome y me tumbó en la cama, yo viendo sus intenciones le pregunté:

–¿Después de lo que has hecho con la vecina aún te queda leche para tu madre?

–Para ti siempre tendré leche –me contestó.

Siguió acariciándome las tetas, en esos momentos me di cuenta de que se había traído el paquete de condones, me abrió las piernas, se subió encima de mí y, después de ponerse el condón, introdujo su polla en mi interior.

Yo estaba muy caliente con lo que había visto y haberme sobado el coño con mis dedos no había sido bastante para calmar mi calentura, así que tener la polla de mi hijo dentro de mí era toda una bendición, de otro lado él, como si lo que había ocurrido un momento antes con Sandra no hubiera existido me embestida con unas ganas increíbles, su polla se movía en mi interior como si le fuera la vida en ello, y mientras lo hacía yo no dejaba de recordar lo que había visto, mi hijo era todo un semental, y yo le había parido y criado, me sentía orgullosa de él.

Estuvimos un rato, supongo que lo anterior hizo que tardara más en correrse, aunque esto solo hizo que yo pudiera gozar de él más tiempo, pero finalmente se corrió.

Después nos lavamos, nos vestimos y nos pusimos a ver la televisión, como harían una madre y un hijo normal, en un momento determinado mi hijo me preguntó:

–¿Te lo haces también con Iker?

Iker es el hermano de Iván, mi hijo pequeño, hace unos meses cumplió los 18, y por tanto la mayoría de edad, la verdad es que hasta ese momento no lo había hecho, pero la idea comenzó a dar vueltas en mi cabeza.

Al rato llegó mi marido con mis hijos, la verdad no pude evitar mirar a mi hijo de otra manera, me di cuenta de que ya no era un niño, sino ya un hombre y muy atractivo, seguro que tenía mucho éxito entre las chicas.

-
 

heranlu

Veterano
Registrado
Ago 31, 2007
Mensajes
6,155
Likes Recibidos
2,454
Puntos
113
 
 
 
-
Las Historias de Clara 5



Pocos días después al quedarnos solos, mi hijo Iván y yo en un descanso de nuestra follada me preguntó:

–¿Te gustó verme follar por la cam?

La pregunta era bastante tonta, dado que él me había encontrado, cuando termino, con mis dedos en el coño, pero me limité a decirle que me había encantado, en esos momentos mi hijo, demostrando ser tan pervertido como su madre me propuso algo increíble, que me follara a uno de sus amigos, mientras el me veía por la cam, y dado que dentro de pocos días iba a ser mi cumpleaños ese sería su verdadero regalo.

Yo un poco mosqueada le pregunté si no sería que a la vez el deseaba tirarse a la madre de su amigo, el me confesó que sí, pero que también tenía curiosidad por ver cómo se veía un polvo de verdad por la cam, lo que no estemos las madres dispuestas a hacer por nuestros hijos, acepté, y seguimos follando.

En los días siguientes lo planeamos todo, mi hijo le ofreció a su amigo una sudadera, pero él tenía que venir a recogerla a casa, se suponía que mi hijo no estaba en casa, la verdad es que estaba escondido en su habitación, y colocamos la cam en un lugar estratégico de mi alcoba matrimonial, y entre los dos elegimos la forma de seducir a su amigo, según me contó mi hijo, este era un chico muy tímido, pero se le notaba que se volvía loco por los muslos y los escotes de las tías, por todo ello elegimos la ropa que yo debía de usar, un conjunto de lencería transparente, un vestido rosa muy corto y unas medias blancas, parece que su amigo era algo fetichista.

Todo ello completado con unos zapatos blancos con unos tacones muy altos que estilizaban mi figura.

Cuando sonó el telefonillo, mi hijo se fue a su cuarto y yo a contestar, por el tono de su voz me di cuenta de que estaba algo nervioso, parecía cierto lo de que era muy tímido, le abrí la puerta de la calle y esperé en la puerta su llegada cuando llamó le abrí, me preguntó si era la madre de Iván, le dije que, si y le hice pasar, yo iba delante y notaba como su mirada se clavaba en mi culo.

Llegamos a mi habitación, donde estaba la sudadera y le pedí que se sentara un momento en la cama, le empecé a preguntar por mi hijo, si él sabía si tenía novia o amigas y cosas por el estilo y luego derive el tema a que, si la tenía él, en esos momentos me di cuenta de que sus ojos se posaban en mi escote muy generoso, le dije que él debía de tener mucho éxito entre las chicas, el parecía nervioso, yo me hice la melosa y le dije que seguro que todas las chicas de su edad querían tener sexo con él.

En esos momentos acerque mis labios a los suyos y le bese, en un primer momento sus labios permanecieron cerrados, pero poco apoco se fueron abriendo y nuestras bocas se juntaron, yo le pregunté si le gustaban mis tetas, el no dijo nada se le notaba que si pero su timidez le podía.

Yo cogí una de sus manos y la llevé hasta mis tetas, mientras seguía besándole, poco a poco su mano se fue agarrando a mi tetas y comenzó a acariciármelas por encima del vestido, yo con mi mano libre, la lleve hasta su polla, que en esos momentos sobresalía dentro de su pantalón y comencé a acariciársela, desde luego no era pequeña precisamente, mi hijo me había dicho que él creía que era virgen, si era verdad yo me iba a ocupar de que dejara de serlo.

En esos momentos pensé en mi hijo viéndome por la cam, y era una idea que me excitaba.

Todo ello hizo que me decidiera a liberar su polla le desabroché el pantalón y diciéndole que se alza un poco se lo baje, lo mismo hice con su short, y ante mi quedó una polla de un buen tamaño, la posibilidad de que esa polla no la hubiera catado nunca ninguna mujer, me pareció algo alucinante, era algo con lo que yo iba a acabar, me levanté de la cama y me arrodillé, e introduje su polla en mi boca,

Era un buen pollón que casi no me cogía, y comencé a mover mi boca, la idea de ser la primera mujer que se tragará esa polla me resultaba alucinante así que me puse a chupársela con muchas ganas, y él rápidamente se corrió, creyó que tenía que disculparse.

–Lo siento, es que es mi primera vez y no estoy acostumbrado.

Le sonreí y le dije:

–Tranquilo cariño, le dije, esto solo demuestra que te gusto y te ha gustado lo que te he hecho.

Y continuando de rodillas, volví a chupársela, primero con mi lengua limpié todos los restos de su semen, no todos los días tiene una la oportunidad de comerse la leche de un chico virgen, me la tragué todita. Luego comencé a darle besitos, su polla estaba otra vez durísima, desde luego los jovencitos se recuperan rápido.

Nuevamente introduje el pollon dentro de mi boca, y comencé a chuparlo, el parecía menos nervioso que anteriormente y más dispuesto a gozar, dejó de cortarse por gemir y sus gemidos se fueron haciendo cada vez más fuertes, me daba que a mi hijo no le hacían falta los cascos para escucharlos, jajaja, yo también más calmada se la seguía chupando procurando que no se corriera, era, muy posiblemente la primera mujer de su vida, y quería que el gozara al máximo de esta experiencia, así que cuando veía que se iba a correr, paraba y cuando estaba con más calma reanudaba el ritmo, mi coño estaba que parecía una fuente.

Finalmente decidí que ya se había prolongado lo suficiente y le hice terminar, como en la anterior mamada, me tragué toda la leche, no todos los días ordeña una a un macho que no ha sido ordeñado por otra mujer.

Mi hizo una señal para que me levantase y el se puso de pie, me besó nuevamente, vaya ya estaba tomando la iniciativa y eso me gustaba, luego se puso detrás de mí, su polla rozaba contra mi culo, me besó en el cuello, era delicioso, después llevo sus manos a la zona de mis tetas, y moviendo las hombreras de mi vestido, las dejo al aire, en ese momento me dijo con voz muy melosa:

–Mami tienes unas tetas preciosas.

Me sorprendió un poco, pero en esos momentos y solo pensaba en follar, así que no le di importancia si por mamarme las tetas me llamaba mami, bienvenido sea, y estuvo un rato acariciándome las tetas, me volví con sus labios besaba mi cuello, me lo estaba haciendo pasar divinamente, al rato el empujo mi vestido al suelo dejándome con un conjunto de lencería y diminuto, yo me volví y le quité la camisa, le tenía completamente desnudo frente a mí, se le notaba que iba al gimnasio, le acaricie el pecho, el me pidió:

–Mami vámonos a la cama.

Mientras estábamos así, ¿Él pensaba en su madre? La verdad es que me daba igual quien estaba disfrutando de sus caricas era yo.

El me quitó el vestido y me dejo con mi conjunto interior pequeñito y trasparente, no le fue difícil volver a dejar mis tetas al aire, parecía que le gustaban y me las volvió a acariciar, yo estaba calentísima, así que le hice tumbarse en la cama con las dos piernas juntas, me aparté un poco el tanga hacia un lado e introduje su polla en mi interior, montándole, su polla ya más calmada, aguanto bien estar dentro de mi coño yo comencé a llevar un ritmo que sé que a los hombres les gusta y el gemía de manera intensa.

Mientras le montaba, el comenzó a acariciarme las tetas, parece que le tenían impresionado, y eso por supuesto era algo que me encantaba, y pensar que mi hijo me estaría viendo a través de la cam, aumentaba mi excitación quisiera que me viera tan puta que no pudiera evitar las ganas de cascársela.

Cabalgaba a su amigo y la verdad estaba disfrutando muchísimo, estaba descubriendo que follar con jovencitos debería de ser una actividad que todas las mujeres cincuentonas deberíamos de realizar todas las semanas, mientras el gemía y acariciaba mis tetas y a pesar de mis intentos para evitarlos él se corrió y llenó mi coño con su semen, en esos momentos más tranquilos yo sentí el impulso de hacer de madre y le dije:

–Cariño, esta vez te he dejado que te lo hagas en mi coño por ser nuestra primera vez, pero nunca debes de olvidar que, si follas con varias mujeres que sean un poco putas, como yo, jajaja, debes de usar condón.

Y le besé en la boca y el me lo aceptó, sus manos volvieron a acariciar mis tetas que al parecer para él se habían vuelto algo muy apetitoso, mientras yo llevé mi mano a su polla y se la acaricié para hacerla recuperar la forma, y esta reaccionó rápidamente y se volvió a poner durísima, estaba claro que íbamos a volver a follar, entonces él me pidió:

–Mami, ahora quiero ponerme yo encima.

–Como tú quieras mi amor le dije.

Y me tumbé en la cama con las piernas bien abiertas. A él se le notaba nervioso;

–Va a ser la primera vez que voy a montar a una mujer, me dijo, lo de antes no vale porque eras tú la que llevaba el ritmo.

–Me alegro de ser yo quien te estrene mi amor, le respondí.

Él se situó entre mis piernas y cogido su polla y la introdujo en el interior de mi coño y comenzó a moverse, sin duda de una manera un poco torpe, pero se le notaba que tenía ganas de disfrutar, mientras metía mis pezones entre sus labios, aunque parezca contradictorio todo ello me proporcionaba un pacer muy especial, tuve claro que quería seguir desvirgando jóvenes.

Me vine varias veces antes de que él sintiese que estaba a punto de correrse, en esos momentos paró y me preguntó:

–¿Te puedo pedir algo muy especial?

–Por supuesto mi amor, le respondí.

–Quiero correrme encima de tus tetas, me pidió.

–Soy toda tuya le dije.

Y sacando su polla de mi coño se puso encima de mí, yo se la chupé un poco hasta que vi que se iba a venir y me retiré y todo su semen cayó sobre mis tetas.

Después de esto nos sentamos a descansar, tumbados uno al lado del otro y cogidos de la mano, yo le pregunté porque no tenía novia, el un poco nervioso me contestó que era muy tímido y que además las chicas de su edad no le interesaban, que prefería a las mujeres más maduras.

–¿Te gustan las amigas de tu madre?, le pregunté, su nerviosismo aumentó.

Parecía que la idea de unir las palabras sexo y madre le ponían nervioso, yo al notarlo, desvié el tema y le dije:

–Pues aquí tienes una viejecita a la que le encantas.

Nos besamos dulcemente y entonces el me volvió a preguntar:

–¿te puedo pedir, otra vez, algo especial?

–Mi amor, ya has visto que estoy aquí para complacerte, pídeme lo que quieras.

–Me gustaría metértela por el culo, lo veo en las pelis porno, pero mis amigos dicen que es algo a lo que las mujeres soléis negaros.

–Cariño, me has ofrecido tu virginidad, no te puedo negar nada.

Y le besé apasionadamente, después llevé mi mano a su polla y se la acaricié, y una vez más, su polla comenzó a crecer, cuando me pareció que ya estaba bastante dura me puse a cuatro patas, encima de la cama, y lo primero le pedí es que besara los cachetes de mi culo y que me pasará a lengua por ellos, lo hizo, noté que ponía mucho amor en ello y eso me gusto, después le pedí, que metiera uno de sus dedos dentro de mi culo, en esos momentos le dije:

–¿Ves cómo cabe bien? Porque mi marido y algún otro, con sus pollas me lo han adaptado lo suficiente, así que estate tranquilo no me vas a hacer daño.

Dije esto para tranquilizarle, lo siguiente que le pedí fue que me restregara su polla contra mi culo para que se pusiera más dura aún, lo hizo y con ella preparada le había llegado el momento de penetrarme, le animé a hacerlo y le fui indicando el ritmo, primero, aproximar su polla a mi culo enchufarla, y luego meterla de golpe y luego moverla a buen ritmo como si fuera un coño.

Como un chico aplicado así lo hizo, y yo sentí como entraba en el interior de mi culo y se empezaba a mover con muchas ganas, lo hacía muy bien, como si fuera un experto y consiguió que gimiera como una cerda, desde luego si el chico vencía su timidez podría llegar a hacer maravillas con las mujeres.

Los movimientos que hacía en el interior de mi culo me encantaban, me estaban haciendo alucinar, me hicieron tener, otra vez varios orgasmos, mientras el intentaba no correrse, se le notaba que quería prolongar el momento, y yo encantada, en un momento determinado le pedí que introdujera sus dedos en el interior de mi coño y que me masturbara con ellos, otra vez volvía sentir esa sensación tan agradable de mezcla de inexperiencia y pasión, yo seguía teniendo órganos finalmente él dijo:

–No puedo más

Y se corrió en el interior de mi culo, otra vez mi cuerpo se cubrió con su leche, lo cual me encantaba,

–¿Repetiremos?, me preguntó.

–Si tú quieres mi amor, le respondí.

Pero eso sería otro día, el ya no podía más y yo quería hacer otras cosas antes que mis otros hijos volvieran a casa, él se vistió, yo me puse una bata y le acompañe a la puerta intercambiamos los teléfonos para quedar otro día, después se fue.

En cuanto se fue me quité la bata y me fui hasta la habitación de mi hijo, quería saber si a él le había gustado el espectáculo, la respuesta la tuve nada más abrir la puerta, mi hijo me esperaba desnudo, con su polla al aire, bien dura, en cuanto llegué él se abalanzó sobre mí, me tumbó en la cama, me abrió las piernas, introdujo su polla en el interior de mi coño y comenzó a cabalgarme como si en ello le fuera la vida, mientras me decía:

–Que puta eres, mira cómo me has puesto.

Siguió follándome como si nunca hubiera follado, hasta que se corrió dentro de mí.

–Veo que has disfrutado con el espectáculo, le dije, ¿me traerás a más amigos?

–So zorra, varias veces he tenido la tentación de ir a donde estabais y unirme a la follada.

–Igual debería de animarte le contesté

Pero eso sería otro día debíamos vestirnos antes de que los demás de la casa llegaran, y así lo hicimos, nos sobraba algo de tiempo, y le dije a mi hijo de quitar la cam que muy disimuladamente habíamos instalado en mi habitación de matrimonio para que él pudiera ver lo que hacía con su amigo, pero mi hijo me respondió:

–¿Es necesario mami? Me ha encantado verte follar y me encantaría seguir viéndote.

Ósea que mi hijo sentía curiosidad por verme follar con su padre, la verdad es que era algo que me resultaba muy morboso, esa noche, pese a la paliza que me había dado el chico esa tarde cuando mi marido y yo nos acostamos me pude muy melosa, pero le pedí hacerlo con la luz encendida, mi marido me puso muchas pegas, los chicos podían despertarse y al ver luz en nuestro cuarto venir a ver qué pasaba.

A sus lógicos argumentos yo respondía con mis insinuaciones de perra en celo y claro mi marido terminó aceptando todas mis peticiones y tuvimos una noche muy apasionada, hacia mucho que no me la metía por todos mis agujeros, yo pensando en que mi hijo me estaba viendo mes sentía todavía más excitada y no tuve ningún problema en que mi marido me la metiera todo lo que le apeteciera y por donde a el le apeteciera, alguna vez mientras lo hacia no podía evitar hacer gestos o echar miradas sabiendo que mi hijo estaba al otro lado mirando y quizá menándosela, mi marido casi agotado dijo:

–Parece que la proximidad de tu cumpleaños te ha aumentado la libido

Estuvimos hasta que mi marido terminó completamente agotado, y se durmió.

Yo decidí seguir un poco más con el espectáculo y comencé a masturbarme, la verdad es que me sentía una autentica ninfómana.
-
 

heranlu

Veterano
Registrado
Ago 31, 2007
Mensajes
6,155
Likes Recibidos
2,454
Puntos
113
 
 
 
-
Las Historias de Clara 6



Después de mi aventura con el amigo de mi hijo, se produjo un hecho natural, pero que anteriormente me hubiera deprimido, había cumplido 54 años, pero lo de follar jóvenes parece que me daba ánimos me hacía sentirme más joven, era como una recarga de ánimo.

Un día volvía a mi casa de hacer unas compras con mi hija Adriana, cuando nos encontramos con Adolfo, el hijo de mi vecina Sandra, a quién los que hayan leído mis anteriores relatos conocen por su aventura con mi hijo Iván, a la que subíamos en el ascensor no pude dejar de fijarme como el chico miraba a mi hija:

Mi hija Adriana es de mi estatura, pero ella utiliza tacones más altos por lo que parece más alta que yo, yo la gano en cuanto a tetas y aquí tenemos nuestro fantasma, creo que ella me reprocha en secreto que no la haya hecho con unas tetas como las mías, y yo la reprocho que no las tenga, lo que si tiene es una figura esplendida, unas piernas largas, que siempre recalca con unas faldas cortas, no creo que a los chicos les cueste verla el tanga jajaja, si a esto añadimos que tiene una sonrisa preciosa, seguro que rompe muchos corazones y anima muchas pollas jajaja.

En esta ocasión llevaba una falda caqui que apenas tapaba la mitad de sus piernas, el vecinito no dejaba de mirarla, y yo no pude dejar de mirar su bulto rendía un homenaje a mi hija.

Cuando llegamos a nuestro piso nos bajamos y el entró en su apartamento y nosotras en el nuestro al cerrar la puerta le dije a mi hija:

-¿Te has dado cuenta cómo te miraba Adolfo?, si no estoy yo te viola en el ascensor

Ella se rio con esa sonrisa tan alegre que tiene y me dijo:

-Jajaja por mi te lo regalo, no le quiero para nada.

Pues no esta tan mal dije yo, si yo tuviera tu edad y no tuviera novio no estaría mal, ya fuera como ligue ocasional.

-Es un niñato mama, me dijo mi hija, a mí los niños no me interesan.

Ahí quedó nuestra conversación, pero el asunto era que, si a mi hija los chicos algunos años más jóvenes que ella no le interesaban, yo había descubierto que los chicos que podían ser mis hijos me ponían mucho, y se despertó en mi el deseo de hacerlo con él, teniendo unas de mis aparentes conversaciones inocentes con Sandra, mi vecina, supe que el chico iba a estar solo dos días después por la tarde, yo también iba a estarlo, así que me dispuse a pasar al ataque.

Me puse unas bragas rosadas muy sexys, y encima, dejé mis tetas al aire, una bata de andar por casa y cruzando el pasillo me planté en la puerta del apartamento de mis vecinos y llamé al timbre, y esperé que me abriera la puerta, procuré mostrar una parte muy generosa de mi escoté y una sonrisa muy amplia, cuando el me abrió note como sus ojos se iban hacia mi escote, le sonreí y le dije:

-Hola supongo que tu madre no está en casa, veras es que se me ha terminado la sal y por no vestirme para salir a comprar otra si me dieras un poco te estaría muy agradecida, y mientras decía esto último intentaba poner la voz más picarona que podía.

El no dejaba de mirar mis tetas, yo procuré moverlas para que viera más y le pregunté:

-¿Crees que mi hija es sexy?

Él se quedó sorprendido por mi pregunta, yo añadí:

-Veras para las madres sus hijas son las más guapas, pero me encantaría conocer otras opiniones, ella tiene unas piernas muy bonitas, y con la falda tan corta que llevaba el otro día, en cambio mira mis piernas, viejas.

Mientras decía esto me abría la bata mostrando casi la totalidad de mi muslo, hasta las bragas, tras ello le pregunté:

-¿Crees que mis piernas podrían gustar a alguien?, seguro que no.

-Las tienes bonitas Clara, me contestó muy nervioso.

Supe que le tenía en mis manos, así que me puse muy insinuante y le dije:

-Veo que tu bulto te está aumentado ¿De verdad te gustan mis piernas?

El seguía nervioso y yo di el último paso, me agaché ante él y antes de que pudiera reaccionar le había bajado los pantalones y el short dejando al descubierto una polla durísima.

-Menuda herramienta tienes cariño, ¿he sido yo la que te la he puesto así, o ha sido el recuerdo de mi hija?, dije, bueno da igual sea por una o por otra te lo quiero agradecer.

Y llevé su polla a mi boca, era una polla grande, o a mí todas las pollas de los chicos jóvenes me lo parecen, el caso es que primero la di besitos y después lametones con mi lengua y finalmente me la introduje en mi boca, el tras un momento de desconcierto comenzó a gemir, mientras decía:

-Clara ¿Qué me haces? Esto es delicioso.

Sus palabras me pusieron aún más caliente, por lo que seguí chupándole su polla con más ansias, le notaba muy excitado y eso reforzaba mi ego, quería hacerle que se corriera, así que se la chupe con más intensidad y no me costó mucho que se corriera, aunque en el último momento me la saqué de la boca y deje que su semen bañara mi cara.

Me restregué su semen en mi cara y le dije:

-¿Qué te parece si seguimos nuestra conversación en tu cuarto?

El aceptó mi idea y me llevó de la mano a su habitación, allí me quité la bata, quedándome solo con el tanga, me dijo:

-Eres muy sexy

Y después con sus manos me bajo el tanga dejándome completamente desnuda, por su parte, él se había subido los pantalones y el short para poder andar, y después de dejarme desnuda se los quitó, solo llevaba una camiseta, que yo alcé quedando al descubierto, un pecho que me encantó, y se la terminó de quitar en ese momento los dos ya estábamos completamente desnudos, su polla se había recuperado de los efectos de la mamada y estaba, otra vez, completamente tiesa.

El me pidió hacerlo de una forma concreta, y yo complaciéndole me puse a cuatro patas, encima de la cama, él se puso detrás de mí, yo le pregunté:

-¿Tienes condones?

Él abrió la mesilla de noche, sacó un paquete, y dijo:

-Al menos estos no se me van a caducar.

Me di cuenta de que se estaba poniendo uno y poco después noté como su polla entraba dentro de mi coño y se empezó a mover dentro de él, poco después se echó encima de mí y con sus manos me tocó las tetas y comenzó a amasármelas, mientras sus labios se posaron en mi cuello y comenzó a besarme desde luego sabía lo que se hacía, me estaba poniendo a mil, mientras me decía:

-Tus tetas me encantan.

Mientras su polla seguía jugando con mi coño, proporcionándome un placer inmenso, que me hizo venirme varias veces mientras él seguía cabalgándome, montándome como si fuera una perra, finalmente no pudo aguantarse y se volvió a correr, cuando se quitó el condón una gran cantidad de semen salió de él, me acerqué y le besé en la boca mientras le decía:

-Gracias, mi amor, me has hecho pasarlo muy bien, aunque yo no sea Adriana, jajaja, esto lo tenemos que repetir.

-¿Te quieres ir ya?, me preguntó

-No, claro que no, le respondí.

Él se lanzó, de nuevo sobre mis tetas y se puso a chupármelas, como si fuera un bebe hambriento, yo por mi parte llevé mi mano a su polla, ante mi tratamiento manual esta reaccionó y se volvió a poner muy dura, cuando la encontré preparada le dije:

-Cariño ¿Te quedan condones?

-Por supuesto, dijo él, y si no los tuviera con tal de seguir follando contigo me iría a comprarlos a cualquier sitio.

Y cogiendo uno del paquete me lo pasó, yo se lo puse, su polla estaba lista otra vez, me puse encima de él, llevé su polla ante mi coño, la introduje dentro de mí, y me puse a cabalgarlo, ser yo quien llevaba el ritmo me parecía estupendo, él gemía, yo quería volverle loco de placer y tenía la impresión de estar consiguiéndolo ,y yo también lo estaba pasando increíblemente bien, lo único que lamentaba es que mi hijo no estuviera mirando a través de una cam, parecía que me estaba haciendo adicta a los jóvenes, y a mirar y ser mirada mientras lo hacía, mientras él se puso a acariciar y luego a chupar mis tetas, sus labios e incluso algunos mordisquitos que me daban me volvían loca de placer.

Yo intentaba que él no se corriera rápido quería prolongar este momento tan maravilloso, cuando notaba que el se ponía demasiado caliente reducía el ritmo, sus gemidos me encantaban y me ponían aún más caliente, finalmente el se corrió, esta vez le ayude a limpiarse, me encantaba ese aparato y la cantidad de leche que era capaz de soltar.

De nuevo hicimos un pequeño parón, yo aproveche la ocasión para preguntarle si tenía novia, me confesó que sí, que tenía una novia que se llamaba Alicia, y que follaba con ella de vez en cuando, pero me recalcó que conmigo lo estaba pasando mucho mejor de lo que lo pasaba con ella, que mis tetas eran más grandes y bonitas, al parecer la chica era planita, y que yo la chupaba mejor que ella.

Le agradecí el cumplido con un beso en su boca, lo que parece que el interpretó como una señal de reanudación de nuestra actividad, yo en ese momento le pregunté y la chupaba el coño, el me miró un poco avergonzado, me confesó que no sabía hacerlo, yo me ofrecí a enseñárselo en ese momento y el aceptó, me tumbé en la cama con las piernas, y le indiqué como debía de meter su lengua en mi coño, mi alumno al principio me demostró que efectivamente, era su primera vez, pero no si porque yo soy buena enseñando, jajaja, o porque él es bueno aprendiendo, pero pronto comenzó a hacerme maravillas con su lengua, y cuando me vine se tragó todo lo que salió de mi coño y después dijo:

-Esto esta riquísimo, gracias por dejarme catarlo

Sentí la necesidad de volver a besarle, su polla había recuperado otra vez su forma, que maravillosos que son los jovencitos, así que tocaba volver a follar, nuevamente él quería llevar el control y me pidió ponerse encima, pero esta vez quería ver mi cara mientras lo hacíamos, así que me tumbé encima de la cama con las piernas bien abiertas, él se puso encima de mí, y poniéndose entre mis piernas, llevó su polla hasta la entrada de mi coño y me la metió.

De nuevo el llevaba el ritmo, arecía querer demostrarme que era un hombre y no un niño, a mi verle encima me resultaba excitante, su pecho joven me encantaba, me hacía sentirme más joven, el por su parte parecía enamorado de mis tetas a las que acariciaba con muchas ganas, la verdad es que Sandra también tenía unas buenas tetas, y de ellas había mamado mi jovencito, la verdad es que entre su polla y sus manos me estaba volviendo a hacerme sentir en el séptimo cielo.

Finalmente él me dijo que no podía más y que se iba a correr, yo antes me había corrido varias veces, pero elme expresó una fantasía muy especial, quería correrse entre mis tetas, si me cuesta negarles algo a los jovencitos a los que follo, después de lo que estaba disfrutando aún más, así que él se puso encima de mis tetas, se quitó el condón, su polla seguía dura, se tumbó encima de mis tetas, e introdujo su polla entre ellas, yo llevé una de mis manos a cada teta y las apreté, mis tetas se convirtieron en una especie de coño, el frotó su polla contra ellas, como si me estuviera follando por algún agujero hasta que se corrió.

Su leche inundó mis tetas, que parecía que acababan de dar de mamar a un bebe, pero en realidad la leche era de él, yo me la restregué, él me beso, yo le pregunté si a su Alicia le hacía lo mismo, me contó que esta tenía las tetas pequeñas, y que nunca podría hacer eso tan bien como yo lo hacía.

Posiblemente no fuera más que un halagó, pero me encantó, pensar que en algo era superior a una veinteañera me resultaba muy excitante, le volví a besar y le pregunté si no tenía algún deseo especial para terminar nuestro encuentro, y una vez más, esa tarde mi jovencito me sorprendió:

-Me encantaría metértela por el culo

-¿Tu novia no te lo hace?, le pregunté

-No dice que no lo quiere probar

-Estas chicas jóvenes no saben lo que se pierden, dije yo.

Y poniéndome a cuatro patas añadí:

-Soy toda tuya.

Note como él se acariciaba la polla para ponérsela más dura, y una vez que esto sucedió, aunque continuó acariciándosela con una mano, con la otra fue hasta el paquete de condones, ese día les estaba dando mucho uso, jajaja, después, sin dejar de tocarse la polla se arrodilló detrás de mí e introdujo su polla en mi culo, se le notaba que muchas práctica no tenía, parecía que se movía con miedo de hacerme daño.

Tuve que ser yo quien tomara el control y le guie sobre el ritmo a seguir, pero era un buen alumno y rápidamente aprendió y comenzó a moverse a un ritmo delicioso, sus jadeos me demostraban que estaba gozando mucho, y yo por mi parte también estaba disfrutando muchísimo, me vinieron varios orgasmos.

El en un momento determinado dejó de estar de rodillas y se abalanzó sobre mí, rodeó mi cuerpo con sus manos, las llevó hasta mis tetas y se puso a acariciarlas, mientras pasaba su lengua por mi cuello y posteriormente paso a darme pequeños mordiscos que me resultaron muy excitantes, no deseaba que aquello terminara, por eso cuando sentía que se iba venir le ordenaba parar.

Pero al final no fue posible prolongarlo y terminó por correrse dentro de mi culo, aunque fuera a través de un condón, de buenas ganas hubiera continuado follando con él hasta dar fin al paquete de condones, pero me fijé en la hora llevábamos mucho rato y en cualquier momento Sandra podía volver y pillarnos, y aunque en algún momento las dos tendríamos que tener una conversación sobre lo que hacíamos cada una con el hijo de la otra no me pareció que aún fuera el momento, así que lo hablé con el que estuvo de acuerdo y dimos por concluida, por ese día, nuestro encuentro de pasión.

Me vestí y me dispuse a salir de casa de Sandra, Adolfo me despidió con un último beso apasionado y me dio las gracias por todo lo que le había enseñado esa tarde, aunque los dos estábamos de acuerdo en que nuestro encuentro se debería de repetir,

Salí de casa y me disponía a entrar en la mía cuando la puerta del ascensor se abrió y de él salió Sandra con su marido, no sé si al verme sospechó algo de lo que acababa de suceder, pero el caso es que me preguntó:

-¿De dónde vienes?

Yo le conté que me había quedado sin sal y que por no vestirme, que no llevaba mucha ropa era algo que se veía a simple vista, había ido a su casa para ver si estaba ella para que me dejara un poco de sal, que me había recibido su hijo y que me había contado que sus padres habían salido y por eso estaba él solo en casa, y que al preguntarle yo si tenía sal en casa, no había sabido decirme donde la guardaba su madre.

Sandra entro en su casa momento que yo aproveché para abrirme un poco más la bata, quería calentarle un poco, Sandra volvió con un paquete de sal y dijo:

-Estos chicos jóvenes no se donde tienen la cabeza.

-
 

heranlu

Veterano
Registrado
Ago 31, 2007
Mensajes
6,155
Likes Recibidos
2,454
Puntos
113
 
 
 
-
Las Historias de Clara 7


Los que hayan leído mis anteriores relatos saben que, desde hace un tiempo, tampoco tanto tengo relaciones sexuales con mi hijo mayor, además de otros chicos de su edad, le prometí ayudarle a tener relaciones con mujeres mayores sui le apetecía y lo estoy cumpliendo. El por su parte me pidió que me lo hiciera con uno de sus amigos, y lo hice por supuesto, la cosa resultó satisfactoria, pero me chocó que durante las mismas el chico me llamara varias veces mama.

Lo hable con mi hijo después de follar y entre los dos decidimos que al menos había que conocer a esa señora, pese a las reticencias del amigo de mi hijo, al final consiguió averiguar que era una señora cincuentona, como yo, divorciada y con unas buenas tetas.

A mi hijo le picó la curiosidad por follar con ella y yo por supuesto me comprometí a ayudarle, ideamos un plan yo debía de atraer a su amigo a casa, y tenerle entretenido, lo cual además de fácil me parecía muy agradable, y a la vez, lo más difícil, con el móvil apagado, pero por supuesto lo logré.

Por su parte mi hijo debía de ir a por la madre de su amigo que se llama Mar, esta es la historia de lo que les pasó, según me lo contó mi hijo:

Llegué a casa de la madre de mi amigo y esta, como yo esperaba me contestó por el telefonillo que su hijo no estaba, le dije que tenía que entregarle una cosa y me dijo que subiera, lo hice y me abrió la puerta una mujer muy sexy, llevaba un vestido muy sexy que dejaba al descubierto una parte muy importante de sus tetas y de sus piernas, le di lo que llevaba para su hijo, unos apuntes de clase y me preguntó si quería tomar algo, le dije que una cerveza y me invitó a que me sentara en el salón.

Al poco rato volvió y me trajo la cerveza y ella se sentó conmigo mientras me tomaba otra, me dio las gracias por ser amigo de su hijo, al parecer tuvo miedo cuando entró en la universidad de que con su timidez no hiciera amigos, pero al final no había sido así y se consideraba agradecida con nosotros, me pregunto por novias y si sabía si su hijo salía con alguna chica, aquí me puse un poco nervioso, no le podía decir que su hijo se estaba follando a mi madre en ese momento, respecto a mí, decidí probar suerte y le conté que las chicas de mi edad no me interesaban, que prefería a las mujeres de su edad, ella puso cara de interés y dijo:

–¿Pues sabes una cosa? El sexo me interesa mucho y lo hago con hombres, algunas veces varios a la vez y mujeres también, por favor eso no se lo digas a mi hijo, pero con un chico de la edad de mi hijo, nunca lo he hecho.

Eso me animó a atacar me lancé contra ella y la besé apasionadamente, ella me lo devolvió y dijo:

–Para ser tan joven besas muy bien. Pero mejor besémonos de pie

Por supuesto hice caso a su sugerencia, nos volvimos a besar apasionadamente y antes de que me diera cuenta la tenía arrodillada ante mí, lo que me proporcionaba un primer plano de sus tetas que me parecieron aún más impresionantes, y rápidamente, sin darme tiempo a reaccionar me bajó los pantalones y el short dejando mi polla al aire, cuando la vio exclamó:

–Esto es una buena polla y todo lo demás son tonterías

Y se lanzó a chupármela con una gran ansia, se la notaba que era experta, además de estar hambrienta, su boca se tragó mi polla y comenzó a moverse de una manera divina, no obstante, cuando me iba a correr paró y me dijo:

–Jovencito mejor sigamos en la cama.

Y de la mano me llevó a su habitación, una vez allí me hizo sentarme en la cama, puso una música muy sexy, mi madre dice que es de una peli llamada “Nueve semanas y media”, allí con un baile erótico se quitó el vestido, llevaba un conjunto de lencería amarillo, se bajó las copas del sujetador dejando al descubierto dos tetas impresionantes:

–¿Te gustan?, me dijo

Por supuesto que me gustaban y así se lo hice saber con un movimiento de cabeza, ella se arrodilló ante mí y se introdujo mi polla entre sus tetas y comenzó a moverlas, apretándoselas con las manos, con todo ello mi polla se puso a mil, yo temía que me iba a correr, pero al cabo de un rato ella paro y dijo:

–Jovencito ya hemos calentado mucho a tu polla, ahora toca que tu calientes a mi coño.

Y se tumbó en la cama con las piernas bien abiertas, su coño estaba completamente depilado, se la notaba que se lo cuidaba mucho, me arrodillé al lado de la cama, y agachando mi cabeza, metí mi lengua en su interior, sus gemidos me demostraron que estaba acertando, entre ellos dijo:

–Que bien lo comes so cerdo, se nota que lo haces con frecuencia.

Seguí comiéndoselo y ella gimiendo a tope, noté como la venían varios orgasmos, que yo me tragué y ellas se mostraba encantada de que lo hiciera, hasta que se corrió por tercera vez y dijo:

–Nunca me imaginé que un jovencito comiera tan bien el coño, está visto que tendré que meter a alguno, entre ellos tú, en mi lista de amigos y amigas especiales.

–¿Te lo haces con mujeres también?, le pregunté

–Por supuesto amor, dijo ella, ¿Tu madre tiene pareja?

La contesté que sí, que seguía casada con mi padre, aunque no la conté nada de lo que hacía con ella, aunque la idea de un dúo lésbico de mi madre con esa mujer comenzó a rondar en mis fantasías.

–Lástima, dijo ella, podíamos ser muy buenas amigas, pero dejemos de hablar y sigamos con lo nuestro, túmbate sobre la cama.

Lo hice, ella abrió la mesilla sacó un paquete de condones y añadió:

–Me da que mi hijo me está cogiendo condones, ¿tendrá ya alguna amiguita?, Ojalá no debe seguir siéndolo virgen mucho más, ¿Tú sabes si está con alguna chica?

Por supuesto no le iba a decir que estaba con mi madre, así que le dije que no ella, sacó el condón del paquete y me lo puso en la polla, que al sentir su mano sobre ella se puso aún más dura, después se puso encima de mi e introdujo mi polla dentro de su coño, era un coño muy calentito y la muy zorra se notaba que estaba acostumbrada meter pollas en él, sabía moverse muy bien, además tener esas pedazo tetas encima de mi resultaba increíble, no pude contenerme las ganas y comencé a acariciárselas. Ella me decía:

–Que bien las sobas amor, me encanta como lo haces.

Sus palabras aumentaban mi excitación y continue acariciándoselas, mientras ella gemía sin parar y marcaba un ritmo delicioso, mi polla estaba llegando al límite, y no pude aguantarlo más, por lo que me corrí, ella al notarlo me dijo:

–Lo haces muy bien amor, decididamente si tú quieres vas a ser uno más de mis novios, eso si mi hijo no puede enterarse de esto, que iba a pensar de mí.

Le prometí que no, ella se bajó de mi aproximo su cuerpo a mi polla y me dijo:

–Normalmente no hago lo que voy a hacer con los tíos que follo, pero tu estas siendo muy especial.

Y mientras decía esto me quitó el condón y sacando su lengua comenzó a lamer los restos de mi semen, me la dejó bien limpia, pero lo que no había previsto es que ante su lengua mi polla recuperara su dureza, al verlo exclamó:

–Caramba, ya te has recuperado, pocos de mis amantes lo hacen

–Si, tu lengua la ha hecho ponerse dura de nuevo, dije yo.

–Pues sigamos follando, dijo ella, pero ahora déjame a mí ponerme más cómoda.

Y diciendo esto se puso a cuatro patas encima de la cama.

–¿Quieres que te la meta por el culo?; dije yo impresionado

–¿Sabes hacerlo?, Dijo ella con cara de asombro

–Por supuesto la respondí.

–Ya veremos, me contestó, pero de momento el asunto es que me la metas desde atrás en el coño.

Me dio el paquete de condones, se le veía que estaba segura de que yo sabía cómo utilizarlo, y la demostré que sí, primero besé con delicadeza los cachetes de su culo, después restregué mi polque misa él y finalmente introduje, en posición de rodillas, mi polla dentro de su coño y comencé a moverme al ritmo que he aprendido con mi madre sus gemidos me demostraron que estaba acertando, mientras que la visión del primer plano de su culo hicieron que mis ganas de penetrar en su agujero trasero aumentaran, mi polla se encontraba otra vez en la gloria y yo procuraba utilizar todo lo aprendido con mi madre y las otras maduras que últimamente pasaban por mi polla.

Ella no cesaba de decirme:

–Eres fantástico, debes tener más experiencia que muchos de los otros que han pasado por esta habitación.

Sus halagos hicieron que mi excitación aumentara, me contuve hasta sentí como se venía de nuevo, y poco después me corrí yo también, me salí y me tumbe a su lado, ella abandonó su postura de cuatro patas y se tumbó a mi lado, nos besamos de nuevo, me preguntó si su hijo me había contado cosas de ella, lo primero que me advirtió es que él desconocía su actividad sexual, esta debía de seguir siendo parte de nuestro secreto.

Luego me explicó que era divorciada, además de mi amigo tenía una hija llamada Lidia, me señaló una foto de la habitación y se parecía mucho a su hija, ¿Sería igual de puta?, era divorciada su marido la dejo por otra mujer más joven y como una especie de prueba comenzó a hacerlo con los amigos de su marido y luego a probar muchas cosas que surgían. Pero después añadió.

–Ya hemos descansado bastante, vamos a seguir con lo nuestro.

Me volvió a pedir que me tumbara en la cama, yo pensaba que quería repetir nuestro primer polvo, pero me lleve una sorpresa, cuando se puso de rodillas, pero de espaldas a mí, lo que, aunque me quitaba la visión de sus tetas, me permitía tener un primer plano de su culo, que resultaba alucinante.

Me volvió a poner otro condón, y bajando acopló mi polla a su maravilloso coño, y comenzó a subir y bajar, yo no podía dejar de pensar en o tonto que debía de ser el padre de mi amigo para desperdiciar semejante manjar, lleve mis manos hacia su trasero y comencé a acariciárselo, mientras ella subía y bajaba a un ritmo delicioso, sabía lo que se hacía, mi polla estaba a punto de estallar, pro entonces ella paraba en muchas cosas me recordaba, follando a mi adorable mama, de repente la oí decir:

–Sigue así mi niño.

–¿Se lo haría también con su hijo?

Seguimos follando hasta que no pude aguantar más y de nuevo me corrí, ella se salió y que quitó el condón en esos momentos cogió su tanga y me limpio con él la polla.

–Así cuando lo lavé pensaré en ti, me dijo.

No pude aguantarme las ganas de preguntarle si se lo hacía con mi amigo, puso cara de horror.

–¿Acaso te lo haces tu con tu madre?, me preguntó.

La expresión de su cara hizo que me abstuviera de confesarle que sí, referí decirle que no, aunque la idea de que ella y su hijo lo hicieran se me paso con la cabeza e hizo que mi polla se recuperara, cuando ella lo vio, se quedó asombrada y olvido por completo de que estábamos hablando.

–Ya la tienes otra vez pidiendo guerra, jajaja, me dijo, nunca me había pasado con ningún hombre, pero por mí que no quedé.

Se tumbó en la cama y me propuso una nueva postura, ella se tumbó en el borde de la cama de manera que su coño quedará así y me pidió que me pusiera un condón y que me la follara de pie. Nunca lo había probado de esta manera, ni siquiera con mi madre, aunque en nuestra próxima follada desde luego lo íbamos a probar.

Una vez que tenía el condón colocado me acerqué a su coño y se la introduje, ella comenzó a gemir con gran intensidad, yo quería volverla loca de placer, y parecía que iba por el buen camino dados sus gemidos.

Era una mujer extraordinaria, y quería que formara parte de mi vida, y si se dejaba, y seguro que la convencería de la de mi madre, la seguí penetrando, mientras ella seguía gimiendo, note como se corría, ese era mi deseo, pero mientras mi polla aguantara, quería que lo hiciera muchas veces, y seguí entrando y saliendo de ella, aguantándome las ganas de correrme, pero ante una diosa como ella quería que mi corrida durara todo lo posible, pero mi aguante tenía un límite y terminé por correrme, cuando me salí ella me pidió que me tumbará a su lado para quitarme el condón, antes de hacerlo me beso y me dijo:

–Eres de los machos más potentes que he probado nunca.

Después me quitó el condón y nos volvimos a besar, viendo la cantidad de semen que me había salido añadió:

–Menuda cantidad de semen debes de producir, con la cantidad de leche que has soltado esta tarde se podría alimentar una familia, jajaja.

Yo le di las gracias por sus halagos, y la volvía besar en la boca, la dije que, si repetiríamos, ella me dijo que por supuesto, que siempre que yo deseara ella sería mía, pero, me volvió a insistir, que no debía de contarle nada de lo que hacíamos a su hijo, no estaba muy seguro de cumplir esta parte, en mi mente se estaba empezando a desarrollar la idea de que mi amigo disfrutara de su ardiente madre.

Ella se volvió a poner a cuatro patas y me dijo:

–Te has ganado el premio supremo, puedes hacérmelo por el culo, si quieres.

Claro que quería, llevé mi mano a mi polla para que la acariciara y la pusiera dura de nuevo, y mi polla ante el premio que le acababan de ofrecer reaccionó y se puso otra vez durísima, ella me pidió que me pusiera un condón, la verdad es que los farmacéuticos le deberían de estar agradecidos a esta señora y no me extrañaría que entre ls que se la follan hubiera farmacéuticos o farmacéuticas, una vez que lo tenía puesto, me puse detrás de ella, tenía un primer plano de ese objetivo tan maravilloso, así que fui arrimando mi polla a él, y se la metí de golpe, la facilidad con las que entro me demostró que estaba acostumbrada a ello.

Así que me puse a moverme en su interior, si había tenido otras experiencias por ahí yo debía de demostrarle que lo podía hacer igual o mejor que los otros, quería volverla loca de placer, sus gemidos, una vez más esa tarde parecían demostrarme que iba por el buen camino, sentí que se corría varias veces, en un momento dado introduje, como había hecho con mi madre y alguna otra, mis dedos en su coño, le tenía que parecía una charca, así que me decidí a masturbarla, ella me daba las gracias mientras seguía gimiendo intensamente hasta que finalmente me corrí, solo sentí que mi leche fuera a parar a un condón me hubiera encantado que regase su culo.

En ese momento ella miró el reloj que había sobre la mesilla y dijo:

–Por desgracia me parece que tenemos que terminar mi hija no tardará en venir y ella no sabe la clase de madre que tiene.

Llevaba razón, pero me hubiera encantado conocerla, en la foto, como ya he dicho se la veía cierto parecido con su madre y aunque siempre me habían atraído las mujeres mayores, no descartaba hacerlo con las chicas de mi edad, cosa que mi madre me insistía, siempre después de que folláramos.

Pero de momento era sólo una idea en mi cabeza, me vestí ella me acompañó hasta la puerta, venía completamente desnuda.

–Me voy a duchar, me dijo, la próxima vez lo haremos juntos.

Y me volvió a besar, se colocó en la puerta en una posición donde no se la podía ver desde el exterior, salí y cerró la puerta, bajé en el ascensor, al salir del portal me crucé con una chica más o menos de mi edad que llevaba una falda cortísima y muy ajustada, la reconocí rápido era Lidia, la hermana de mi amigo, tenía un culo fantástico, pero no era el momento de decirla nada.
-
 

heranlu

Veterano
Registrado
Ago 31, 2007
Mensajes
6,155
Likes Recibidos
2,454
Puntos
113
 
 
 
-
Las Historias de Clara 8


La respuesta llegó unos días después estando mi hijo solo en casa mi vecina Sandra llamó, dejo que mi hijo continúe la historia:

Ese día estando yo solo en casa llamaron a la puerta, vi por la mirilla que era Sandra, hacia pocos días que habíamos follado, llevaba una bata de andar por casa que dejaba al descubierto la mitad de sus muslos, la abrí, ella entró y lo primero que me soltó fue:

–Creo que la zorra de tu madre se está follando a mi hijo Adolfo.

Entre mi madre y yo no hay secretos, de hecho, a los dos nos pone contarnos el uno el otro nuestras aventuras sexuales antes de follar, por tanto, yo sabía que ella llevaba razón, pero no era cuestión de contárselo, al menos de momento, así que la dije que me diera más detalles y nos sentamos en el sofá del salón ella me contó cómo había pillado a mi madre, mientras me lo contaba mis manos fueron hacia sus muslos y comencé a acariciárselos, cuando terminó su relato la dije:

–Mujer lo que me cuentas no significa nada, y añadí, pero ya que estas aquí, me parece un buen momento para que me chupes la polla.

Y rápidamente me bajé los pantalones y el short dejando mi polla al aire, ella al verlo no lo dudó se arrodilló ante mí, y abriendo su boca comenzó a mamarme la polla, lo hacía fantásticamente bien, solo lamentaba que mi madre no estuviera al otro lado de la cam viéndolo todo, pero bueno el asunto es que la tenía chupándomela, y así estuvo hasta que me hizo venirme, cuando lo logró se tragó toda mi leche, yo le dije:

–La chupas de maravilla, que suerte tiene tu marido que seguro que se la chupas todos los días

–Jajaja, se rio ella, para nada mi amor a mi marido solo se la chupo de vez en cuando, además tú la tienes más grande, resistes más y sueltas más leche, la tuya me gusta más.

Fui a la cocina la raje un vaso de agua para que se tragara todo mi semen y después la bese en la boca, la desaté el nudo del cinturón de su bata y esta se abrió, la muy zorra no llevaba nada debajo, llevé mi boca hacia uno de sus pezones y comencé a chupárselos, llevé uno de mis dedos a su coño y pude comprobar que estaba muy húmeda, así que le dije:

–¿Echamos uno rapidito?

–Bueno si es rápido, no quiero que mi marido se mosqueé, está a punto de volver de trabajar.

La quité la bata, dejándola completamente desnuda, la verdad es que tiene un cuerpo fantástico, la dije:

–Espera un momento.

Y fui a mi habitación a por un paquete de condones, me volví a su lado y ella comprendiendo mis deseos me acaricio la polla, hasta ponerla bien dura y después cuando la tuvo a punto me puso un condón.

Yo la pedí que se sentara en el sofá con las piernas bien abiertas, moví un poco mi altura para ponerla a la de su coño y la penetré nada más entrar mi pola en el interior de su coño ella comenzó a gemir mientras me decía:

–Joder que bien follas me lo haces mejor que el cabrón de mi marido, tienes una polla fantástica.

Yo me seguí moviendo en el interior de su coño, así que a la muy zorra le gustaba sentir mi polla en su interior, pero la parecía mal que mi madre lo hiciera con su hijo. Yo seguí con mi metesaca, los polvos que habíamos echado con anterioridad me estaban enseñando como darla mucho más placer así que seguí entrando y saliendo de ella, notaba como los orgasmos la venían, mientras me decía:

–Eres fantástico mi amor no debía de haber esperado tanto para follarte, si el primer día que me di cuenta de que me mirabas las tetas te hubiera seducido los dos habríamos gozado mucho más.

Sin duda llevaba razón, pero como en el caso de mi madre no valía la pena pensar en lo que podía haber sido y era necesario centrarse en lo que podía ser, seguí entrando y saliendo de ella hasta que mi polla no pudo más y me corrí, ella fue al baño a limpiarse, y cuando lo estaba haciendo sonó su móvil. Oí como contestaba, Si Querido varias veces y colgó, cuando lo hizo volvió a entrar en el salón y me dijo:

–Era mi marido, me ha dicho que se va a retrasar un poco, nos da tiempo a echar otro, ¿Te apetece?

Claro que me apetecía, pero en este caso ella puso la condición, quería ser la que estuviera encima, así que me tumbé en el suelo y ella se puso a chupármela mientras me decía:

–Que polla más maravillosa tienes.

Cuando la puso a punto, me puso el condón, y se arrodilló encima de mi polla y a continuación agarró mi polla hasta conducirla a la entrada de su coño y la introdujo en su interior mientras decía:

–Esto esta divino mi príncipe

Yo desde el suelo acariciaba sus espectaculares tetas que con sus movimientos se volvían más sexys, no sabía que estaba haciendo su marido, mi vecino, pero desde luego le estaba muy agradecido por su retraso, desde luego la muy puta sabía cómo moverse, mi vecino, o algún otro la debían de haber enseñado muy bien, por más que intenté aguantarme me corrí, ella se salió y me dijo:

Hoy tenía pensado echar uno con mi marido, pero después de lo que estamos haciendo que se aguante y se espere a otro día.

La bese en la boca, sin duda lo que estábamos haciendo había calmado sus inquietudes de lo que pudiera estar haciendo mi madre con su hijo, la verdad es que podía animarse a hacerlo ella también. Pero ya que teníamos tiempo pensé que era una buena ocasión para hacerle un completo y le pregunté:

–Dime mi amor ¿Hace mucho que tu marido no te da por el culo?

–Mucho, desde que lo hago contigo no me apetece hacerlo por ahí con él

–Pues entonces no se a que estamos esperando, dijo mi hijo.

Sandra se apoyó en la pared, con las manos hacia atrás y a media altura, yo me acerqué a ella por detrás y le dije:

–Tienes un culo fabuloso.

Y poniéndome un condón introduje mi polla en el culo de mi adorada vecina, mientras mis manos acariciaban sus tetas, la verdad es que esta buenísima, cualquier excusa es buena para follársela.

Su culo me recibió con alegría y yo comencé a mover mi polla en su interior, mientras con mis manos acariciaba sus preciosas tetas, ella gruñía de una manera muy intensa y se corrió varias veces, yo aguanté todo lo que pude hasta que me corrí, su coño se llenó con mi semen, no sé si había calmado sus temores, pero otras cosas si, después se puso la bata y volvió a su casa.

De esta manera mi hijo, al menos de momento había calmado a nuestra vecina, pocos días después yo volvía de trabajar, había dejado el coche en el aparcamiento de la comunidad y me disponía a subir a mi casa cuando alguien me llamó, era nuestro vecino, el marido de Angela, le esperé y comencé con él una conversación normalita entre vecinos, que como estábamos, etc., hasta que de pronto elme preguntó:

–¿Has notado tu algo raro en mi mujer?

Me hice la sorprendida y le pregunté a que se debía su pregunta, me respondió que la notaba algo extraña últimamente, pero que lo que le había hecho saltar todas las alarmas había sido que hacía unos días la había llamado para decirle que se retrasaría en volver a casa y que su mujer al responderle parecía que estaba jadeante, como solía estar después de follar, comprendí que era el día que había estado con mi hijo, y para calmarle respondí:

–Mira Tomás eres un hombre muy guapo y pareces tener una buena polla, seguro que Sandra está muy satisfecha contigo en todos los aspectos, seguro que ella nunca te pondría los cuernos.

Por supuesto todo era una mentira piadosa, no es que Tomás fuera feo, pero tampoco era Míster Universo, y su polla no es que pareciera ser pequeña, pero tampoco era ningún pollón, pero mis palabras afectaron a su ego y me preguntó:

–De verdad ¿Te parezco tan atractivo?

Me di cuenta de que para calmar sus temores tendría que sacrificarme y le dije:

–Por supuesto, si no fuera porque sé que eres un hombre fiel, te la chuparía aquí y ahora.

–Pues hagámoslo, me dijo a él, yo siempre he tenido ganas de hacerlo contigo, y si nunca había dado ese paso era por miedo a que me rechazaras y me montaras un escándalo.

Y cogiéndome de la mano nos fuimos hacía su coche, en el camino morreamos varias veces como me estaba dando cuenta que era normal en él no es que besara mal, pero tampoco demasiado bien, mucho peor que mi hijo, así que no era extraño que mi vecina viniera a que mi hijo se la follase.

Cuando llegamos a donde estaba su coche él se apoyó en él, yo me arrodillé le baje los pantalones y los calzoncillos, dejando su polla descubierta, tamaño mediano, se la bese un poquito y haciendo una pequeña pausa le pregunté:

–¿Sandra no te la chupa?

–Algunas veces, dijo él, pero últimamente cuando lo hace siento que piensa en otra persona, no se poque.

Yo volví a la tarea y me dispuse a hacerle una mamada, primero se la besé y luego me la metí en la boca, el empezó a gemir y apretó mi cabeza contra su cuerpo, mi boca siguió jugando con su polla y no me costó nada que se corriera cierta cantidad de leche salió de su miembro, pero en cantidad muy inferior a la que estaba acostumbrada con mi hijo o con otro de mis yogurines.

No quería tragármelo, así que cogiendo uno de los pañuelos de papel que guardaba en mi bolso los escupí allí.

–No me cogía en la boca y tuve que soltarlo todo, le volví a mentir.

–Lo comprendo dijo él.

Tras pensarlo un momento me preguntó:

–¿Tú crees que estoy lo suficiente bueno para follar con una mujer como tú?

–Vi que mi sacrificio tendría que ser completo y le dije:

–Por supuesto mi amor.

Yo llevaba un pantaloncito corto, y una blusa muy escotada que resaltaba mis tetas, aunque era septiembre el tiempo estaba siendo anormalmente bueno, abrí la puerta de su coche, primero me quité la blusa y mis tetas se quedaron al aire, me había acostumbrado a no llevar sujetador, sobre todo si mi marido no estaba presente, después hice lo mismo con los pantaloncitos. Me quedé solamente con un tanga diminuto de color amarillo, que rápidamente también me quité.

Al ver mi desnudo la polla de Tomás recuperó su vigor, yo me tumbe en el asiento, él al verme dijo:

–Estas buenísima, no sabes la envidia que he tenido de tu marido todos estos años.

Me supuse que era pura palabrería para follar, pero decidí que era mejor que se creyese que me lo había tragado, así que abrí bien mis piernas, pero antes de hacer nada le pregunté:

–Tienes condones.

De vez en cuando le quito uno a mi hijo, para eso soy yo quien se los pago, me dijo.

Se colocó en el asiento de atrás de su auto, encima de mi e introdujo su polla en mi interior, y si me hizo gozar, incluso tuve varios orgasmos, lo que ocurre es que después de que una se lo ha hecho con yogurines los hombres de tu edad parecen poca cosa, mientras el seguía encima de mi moviéndose a un cierto ritmo mientras me decía:

–Que buena estas Clara y que bien follas, lo haces mejor que mi mujer.

Yo, por la cam, había visto follar a su mujer con mi hijo y había visto que Sandra follaba muy bien, pero no era cuestión de decirle que era con él con el que mi vecina no lo hacía divinamente, así que me calle, jajaja.

Mientras el se seguía moviendo dentro de mí y así estuvo un rato, en ese momento decidí proponerle un cambio de postura, él aceptó y se quedó debajo de mi encima del asiento, en ese momento caí en la cuenta de que era la primera vez que follaba con un tío en el asiento de un coche, lo cual hizo que el asunto me diera morbo, de otro lado al tenerme encima el comenzó a acariciar mis tetas, con verdadera ansia, mientras de nuevo me decía:

–Que buena estas Clara.

Lo cierto era que la situación me estaba excitando mucho, y él estaba cada vez más excitado, hasta que se corrió, como encima de los asientos del coche había un paquete de pañuelos de papel cogí uno con mi mano y quitándole el condón, procedía a limpiarle con él la polla, en ese momento me pidió:

–Por favor, no le cuentes nada de esto a mi mujer.

–Por supuesto dije yo, sabes que tengo mucho aprecio a Sandra, nunca la haría daño, este será nuestro secreto, y le guiñe un ojo.

Su polla estaba flácida, y me dio pena así que probe a acariciársela, quería comprobar su vigor, desde luego me costó mucho más ponerla en forma que cuando lo hacía con los yogurines, pero, por supuesto jajaja, lo conseguí.

Fue en ese momento cuando el llevó su mano a mi culo y dijo:

–Menudo culo tan maravilloso que tienes Clara, y añadió, ¿Tu marido te la mete mucho por ahí?

Le respondí que sí, que lo hacíamos con cierta frecuencia.

–Que envidia me da tu marido, me contestó, antes Sandra y yo lo hacíamos con cierta frecuencia, pero últimamente está muy remisa.

Era justo lo que le había contado su mujer a mi hijo, comprendí que debía de sacrificarme del todo así que le dije:

–Pues si te apetece el mío, lo tienes a tu disposición.

Parece que oír mis palabras le abrieron el cielo, así que me dijo:

–Hagámoslo, por favor.

Me puse a cuatro patas en el asiento del coche, el volvió a sacar otro condón y se lo puso y poniéndose de rodillas detrás me mí, se colocó el condón me la metió, mi culo estaba acostumbrado a pollas mayores, pero aun así gocé, mientras el entraba y salía de mi hasta que se corrió.

-
 

heranlu

Veterano
Registrado
Ago 31, 2007
Mensajes
6,155
Likes Recibidos
2,454
Puntos
113
 
 
 
-
Las Historias de Clara 9


Los que hayan leído mi primer relato saben que mi sobrino fue la primera persona con la que practiqué tanto el incesto como como el sexo con jovencitos, después los dos conjuntamente vimos como su madre, mi cuñada se lo hacía con mi hijo, nos seguíamos viendo de vez en cuando, hasta que un día mi cuñada me mostró su preocupación, estaba convencida de que su hijo la miraba de una manera que no era la propia de una madre y un hijo, y sospechaba que alguna vez la espiaba cuando ella follaba con mi hermano.

Debía conversar con él por dos motivos de un lado saber si estas miradas, ¿De verdad miraba a su madre con ganas? Y en segundo lugar ¿Espiaba a sus padres mientras follaban? Conversé con é por el móvil y quedamos en vernos un día que no hubiera nadie en casa.

Era el mes de octubre cuando me presenté en su casa, él me había llamado para contarme que sus padres no estarían en casa y que por tanto sería solo para nosotros, me vestí sin ropa interior con una blusa azul oscuro que dejaba al descubierto un amplio canalillo, y una falda de color blanco muy ajustada.

Llamé y mi abrió mi sobrino, solo llevaba unas bermudas a media y el pecho descubierto, me dijo hola, tía, y me mando pasar, nada más cerrar la puerta me rodeó con sus brazos y bajándolos acaricio mi culo, mientras me decía:

—Que buena estas, tía nos dimos un beso muy caliente y para mi sorpresa en vez de llevarme a su habitación me condujo a la de sus padres.

—¿Qué quería decir con esto? Cuando se lo pregunté se excusó:

—La cama es más grande que la mía, tía.

Pero su nerviosismo me hizo pensar que quizá la idea de mi cuñada no fuera del todo descabellada. Pero decidí que de momento lo que nos convenía a los dos era tener un poco de sexo, y me arrodillé ante él, le bajé las bermudas, y me encontré con que no llevaba nada debajo su polla, que ya estaba muy dura quedó al descubierto, ya había comprobado la primera vez que follamos que la tenía de un buen tamaño.

Me arrodillé delante de él, le agarré la polla con una mano y comencé a acariciársela, eso hizo que se pusiera aún más dura y después me la metí en la boca, dispuesta a comerme ese enorme y sabroso trozo de chorizo, y comencé a mover mi boca como si fuera un coño que se está tragando una buena polla.

En esta postura estuvimos un buen rato, sus gemidos me hacían sentir que había descubierto el sitio donde más podía hacerle gozar, mientras sus gemidos subían de intensidad, estuvimos así un rato, después mi sobrino me apartó la cabeza de su miembro dijo:

—No tía, de momento prefiero no correrme, quiero gozar mucho contigo.

Me alcé y en ese momento mi sobrino me volvió a besar, llevó una de sus manos a una de mis tetas y me la acaricio, después me fue desabrochando la blusa, hasta dejarla desabrochada del todo, después me quitó la camisa que cayó al suelo y me dijo:

—Tía, tienes las mejores tetas que he visto en mi vida.

Y siguió acariciándomelas, y me volvió a besar, después llevó su mano a la cremallera de mi vestido y me la desabrochó, esta calló al suelo dejándome completamente desnuda, llevó sus manos a mi trasero y me dijo:

—Tienes un culo fantástico.

—Gracias, mi amor, dije yo

Para mi sorpresa él me empujo sobre la cama, me quedé tumbada sobre ella, él abrió mis piernas y metiendo su lengua en el interior de mi coño comenzó a hacerme una deliciosa lamida de coño, desde luego, desde nuestro primer encuentro había mejorado muchísimo, ¿Viendo follar a sus padres?, más adelante había que buscar la respuesta, pero en ese momento una nueva petición de mi sobrino vino a alterar mis pensamientos, y es que el me pidió:

—Tía ¿Puedo meter mi polla entre tus tetas?

—Claro que si mi amor, le respondí.

Él se tumbó encima de la cama y ahora fui yo la que se puso encima de él acoplando su polla entre mis tetas y comencé a moverla como si se tratara de un coño, parece que para él esto fue muy agradable sus gemidos se fueron incrementando mientras decía:

—Muchas gracias, tía, sigue así.

Y seguimos hasta que él dijo:

—Tía voy a correrme.

Pero a la que fui a sacar su polla de entre mis tetas él me detuvo y me dijo:

—No tía, porfa, quiero correrme entre tus tetas.

Y soltó toda su leche sobre ellas, llenándome mi canalillo con su semen.

—Eso es fantástico, tía me dijo.

—Muchas gracias, mi amor, dije yo, ¿Pero te puedo contar un secreto?, Cuando tus padres eran novios un día les pillé haciendo lo que nosotros ahora y también tu madre tenía la polla de tu padre entre sus tetas.

El pareció un poco avergonzado, lo que confirmaba las suposiciones de mi cuñada de que su hijo les espiaba a ella y a su marido cuando follaban, mi sobrino trató de justificarse con que había sido para prender nuevas cosas y hacerlas conmigo, pero mis sospechas de que deseara hacerlo con su madre aumentaron.

Pero no era cuestión de desperdiciar un buen polvo por unos putos celos así que comencé a acariciarle la polla que se puso rápidamente en forma de nuevo, mi sobrino se calentó y me preguntó:

—¿Tiita echamos otro polvo?

—Por supuesto mi amor, fue mi respuesta

—Gracias, tía, me dijo.

Y comenzó a besarme de nuevo por la boca y en las tetas, lo cual me puso muy caliente, le pedí que se tumbara sobre la cama, me puse encima de él, su polla estaba nuevamente en plena forma, le pregunté donde estaban los condones y me indicó uno de los bolsillos de sus bermudas, que estaban tiradas en el suelo, fruto de la pasión fui hacia ellas y coge uno de los condones, y se lo puse y después poniéndome encima de él le monté.

Él se puso a acariciarme las tetas, y hacia con ansia, yo le pregunté:

—¿Te gustan más mis tetas que las de tu madre?

—Las de mi madre son preciosas, tía, pero las tuyas lo son aún más me contestó.

¿Esto quería decir que se fijaba en las tetas de su madre? En la postura en que estábamos yo marcaba el ritmo y sabía el que a él más le gustaba, procuraba darle el máximo placer, pero a la vez quería que no se corriera hasta que no hubiera más remedio, sabía que él estaba disfrutando a tope, mientras me decía:

—Tía te adoro.

—Y, yo a ti, mi rey le respondí.

El mientras, seguía acariciando mis tetas lo hacía con mucha ternura, era un chico adorable, finalmente vi que no podía evitar que me corriera, así que le cabalgué hasta que soltó toda su leche en el interior de mi coño, aunque dentro de su condón, antes de quitárselo le dije:

—Sabes, me gustaría tener tu semen en una de mis prendas para sentirlo cuando este caliente.

—Puedes hacerlo tía, me respondió

—¿Y qué hago?, le pregunté, ¿Voy por la calle con ellas llenas de leche?

—Tía mi madre tiene algunos tangas preciosos que no se pone nunca y que no echaría de menos.

Acepté su propuesta, fui a recoger mi tanga y lo acerqué a su polla, al quitarle el condón una buena cantidad de semen fue a parar a mi prenda interior. Después utilicé esta misma prenda para limpiar por completo su polla, que al sentir el contacto de mi tanga se puso otra vez en forma, desde luego mi sobrino se recuperaba muy bien de sus corridas, tras ello mi sobrino se levantó y fue hasta uno de los cajones.

—¿Te puedo elegir yo el tanga?, me preguntó.

—Por supuesto mi niño, le respondí.

—Él se fue hasta la cómoda de la habitación y abrió uno de los cajones de él extrajo un precioso tanga de tipo leopardo, que apenas taparía el coño de mi cuñada y el mío tampoco, jajaja.

—Mama, nunca se lo pone, dijo mi sobrino.

¿Y cómo lo sabía él? Contra más hablaba con mi sobrino más claro tenía que deseaba hacérselo con su madre, los temores de mi cuñada se estaban confirmando, aunque quizá debía de planteárselo desde otro punto de vista y disfrutar de la ocasión, traté de disimular mis pensamientos y le contesté:

—Me encanta mi amor, desde luego le usaré, aunque espero que tu madre no se dé cuenta y te culpe.

—Claro que no, dijo el he observado que los que hay en este cajón nunca se los pone.

Le besé en su boca, maravillas de la juventud, su polla estaba otra vez pidiendo guerra, el comenzó a sobarme las tetas y a chupármelas mientras lo hacía se le escapó:

—Son deliciosas mami.

Quizá mi sobrino estaba follando conmigo pensando en su madre, pero el asunto era que follaba conmigo, le acaricie la polla, que se puso aún más dura, él se dejaba hacer, hasta que en un momento dado me dijo:

—Tíita ¿Follamos de nuevo?, pero esta vez quisiera ser yo quien se pusiera encima.

Me encantaba que mi sobrino y mis demás yogurines ejercieran de machitos así que le dije:

—Claro cariño, un hombre debe de gozar en todas las posturas.

Me tumbé en la cama con las piernas bien abiertas, él me pidió que le dejara poner su polla entre mis tetas, yo acepté y comencé a moverlas, estaba descubriendo que a los tíos eso les encanta, y mi sobrino parecía sentirse en la gloria mientras se lo hacía, hasta que dijo:

—Tía, ya está bastante dura, es hora de que vaya a su agujero natural.

Yo no deje de acariciársela mientras el buscaba los condones, tras colocárselo, se tumbó encima de mí y dijo:

—Voy a metértela tía.

E introdujo su polla dentro de mi coño que le recibió con gran alegría, y comenzó a moverse a un ritmo que me encantaba, pronto me puse a gemir, él me dijo:

—¿Estas disfrutando mami?

Decidí seguirle el juego y le dije:

—Si mi niño, a mami le gusta tener la polla de su bebe en su interior, sigue haciéndome gozar.

El comenzó a moverse dentro de mi coño de una manera agitada, entrando y saliendo mientras me decía mami, con tal de follar me daba igual que dijera, quería sentir su polla dentro de mí. Y él se movía con verdadera furia, haciéndome disfrutar a tope. Pero a la que pensé que era una pena que mi sobrino no disfrutara de su madre, igual que hacia mi hijo conmigo, y tuve claro que íbamos a llevarlos a hacerlo.

En ese momento sentí que se corría, parecía que mi sobrino tenía una verdadera fábrica de leche en su interior, aunque terminara dentro de un condón, y decidí hacer algo arriesgado, le dije a mi sobrino que quería que permaneciera con los ojos cerrados hasta que le limpiara la polla, el tomándoselo como un juego aceptó, me excusé diciéndole que tenía que ir al baño, y el esperó, pero a la que volvía del allí, me arrimé al luchar donde estaban los tangas de mi cuñada, cogí uno de ellos, y fui donde estaba mi sobrino y le dije:

—Te voy a limpiar la polla, otra vez con mi tanga.

Pero en realidad era otro de los tangas de mi cuñada, le limpie la polla, y luego guardé tanto mi tanga con el de mi cuñada, lleno de semen en mi bolso, entonces lleve lengua hasta la polla de mi sobrino y volví a chupársela, la verdad es que tiene una polla digna de un dios, esta al sentir mi boca comenzó a crecer, como si lo que estaba ocurriendo esa tarde no hiciera ninguna mella en él. Él estaba disfrutando, pero me pidió:

—Tía me dejas que te la meta por el culo.

—Cariño, soy todo tuya y no puedo negarte nada, le respondí

Y me puse a cuatro patas, él me dijo:

—Tía tienes un culo fantástico.

—¿Mejor que el de tu madre?

—Mejor el tuyo es el mejor del mundo, además no creo que ella le deja a mi padre meter su polla en él.

Decididamente parecía que mi sobrino espiaba a sus padres mientras lo hacían, pensaba hablarlo con mi hijo sobre que podíamos hacer al respecto, pero eso sería más adelante en esos momentos el asunto es que los dos gozáramos de una buena enculada de su polla sobre mi trasero, el rozó con su polla mi culo, hasta que se le puso bien dura, después se puso un condón y de golpe me la metió en el culo, de las otras veces que lo habíamos hecho había aprendido que eso no me dolía, y que me daba mucho placer y el ritmo para hacerlo, mientras lo hacía de su boca salieron unas palabras:

—Me encanta tu culo mami

—¿Te gustaría que yo fuera tu madre le pregunté?

Él pareció reaccionar, demostrándome que había sido una reacción inconsciente.

—Tía tu estas mejor, ojalá fueras ella

—¿Pero si ella te dejara que te la follaras y te ofreciera su culo como yo, te gustaría?, le pregunté

—Me gustas más tú me respondió.

Mientras su polla seguía trabajando mi culo, creo que gracias a mis enseñanzas mi sobrino se había vuelto un maestro del enculamiento, hizo que me vinieran varios orgasmos hasta que finalmente me dijo:

—Tía, no puedo más.

Y se corrió en el interior de mi culo, lo que salió de su polla era un verdadero río de leche que se desparramó por mi culo y por mis muslos, le besé y le dije:

—Eres un tesoro, volverías loca a cualquier mujer, y de forma insinuante añadí, incluso tu madre si te viera desnudo, o follara contigo, se olvidaría de que es tu madre y solo pensaría en gozar.

No podíamos quedarnos más, mi hermano y mi cuñada podían volver en cualquier momento, y aunque hubiera encontrado morboso que me hubieran pillado follando con su hijo, no me sentía preparada para ello, al menos aún, así que me fui a duchar y después a vestirme, mi adorado sobrino me acompañó ante la puerta, y antes de abrir me besó en la boca, después nos despedimos, los dos sabíamos que íbamos a repetir.

Mientras me alejaba mi mente empezaba a maquinar lo que podríamos hacer para que mi adorado sobrino gozase de su madre, cuando antes de follar con mi hijo le conté todo lo sucedido los dos estuvimos de acuerdo en diseñar un plan para que mi sobrino y su madre gozaran como nosotros.



-
 
Arriba Pie