Las calientes vivencias de la nieta de Doña Juanita Capítulo 9

yesod2006

Pajillero
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Va el último capítulo que al parecer se ha hecho de esta saga...disfrutenlo...

Capítulo 9 “Los celos del frutero y la muerte de Anselmo”

Karen iba saliendo de la escuela, caminaba hacia la salida, iba tranquila, por alguna razón ya casi nada le estresaba, había aprendido a hacer cosas y sobre todo a aprovechar esos conocimientos, su profesor casi le rogó que se quedara en castigo ese día, pero Karen le dio un contundente e irrevocable “no”, el maestro le dijo que le daría más dinero, ella estuvo tentada a decirle si, pero tenía cosas que hacer ese día, sin embargo se apiadó un poco de él y vigilando que nadie viera se bajó rápidamente su pantaleta y le dio diciéndole

“tenga este recuerdo para que se acuerde de mí, pero mañana me lo devuelve, porque no tengo muchos calzones”

Así que Karen iba tranquila y segura, iba sin calzones, sonreía recordando como de reojo vio a su profesor llevarse la vieja pantaleta a su nariz, erguida caminó, caminó sin pantaleta, el viento cómplice quería levantar su falda y ella nada hacía por evitarlo, era como si ambos cómplices quisieran dar un espectáculo con esas nalgas que dios le había dado.

Algunos alumnos la veían con deseo, el conserje apareció antes de que ella saliera, no dijo nada, sólo se le quedó mirando, Karen coqueta le sonrió y le guiño un ojo, como diciéndole “luego nos vemos”, el viejo conserje sonrió también, agacho su mirada y continuo con su actividad de limpiar.

Finalmente salió Karen, se dirigió con Don Pedro, el frutero, quien estaba atento a la salida, vigilaba el lugar por el que ella saldría, cuando la vio su corazón se aceleró, estaba perdiendo la razón por esa niña nalgona, Karen tranquila se acercó
Hola Don Pedro
Hola Karen ¿tienes hambre? ¿Quieres fruta?
Si tengo hambre, deme un vaso con sandía
Pidió Karen con decisión, el frutero sin dudar saco uno y se lo dio, ella llevó un trozo de sandía fresca a su boca, al masticar el agua dulce inundó su boca, casi tiene un orgasmo gastronómico con esa sandía tan deliciosa
¿Ahora si podremos hablar?—dijo el frutero en un tono muy, pero muy amable y sumiso
Si, lo espero donde ya sabe
Karen se dio la vuelta y caminó hacia la vieja construcción, al girar la falda traviesamente se elevó y reveló las nalgas desnudas de Karen, el frutero brinco al verlo y sintió ganas de cerrar su negocio inmediatamente y correr tras ella, pero era la hora pico, la hora de la mayor venta, así que se quedó a vender sin dejar de pensar en esas hermosas nalgas.

Karen estaba sentada en un block, jugaba con un palo a dibujar cosas en el suelo c lleno de tierra, de repente su nostalgia le ganó y escribió “Arturo y Karen”, dibujó un corazón rodeando los nombres, se quedó mirando lo escrito y pensó si podría existir algo más entre ellos dos, era su novio, al menos su novio oficial, obviamente tenía que serle fiel, cosa que no había podido ser, era demasiado puta y le fascinaba comerse las vergas de sus amigos adultos y ahora que había descubierto quien era su papa-abuelo, menos quería dejar su vicio, su rajita se mojó solo de pensar que estarían los tres juntos, ella, su abuela y Don Jorge; imaginó estar en verdad embarazada de su abuelo-padre y ser cogida por él mientras este le masajeaba su enorme panza.

Borró el nombre de Arturo y escribió el de “Jorge”, mirando ese corazón que rodeaba el “Jorge y Karen” bajo su manita y tocó su rajita desnuda, sintió la humedad y el calorcito que emanaba cuando estaba excitada, gimió quedito cuando su dedito tocó el clítoris, cerró sus hermosos ojitos cafés y movió su dedo de un lado a otro, lo hiso cada vez más rápido, estaba llegando a su orgasmo mientras gemía quedito, abrió su boca y de repente escuchó ruidos en las escaleras, nerviosa se puso de pie, acomodó su falda y con su pie borró su corazón de amor, se asomó por las escaleras y sonrió cuando vio a Don Pedro subir con la manta en su brazo.
– Hola Don Pedro, pensé que no venía, ya me iba a ir—mintió Karen
– No mi preciosa, tenía que verte, pero tenía que vender, sino de que como
– Y bueno aquí estamos, ¿de qué quiere hablar?
Don Pedro puso la manta el suelo y se acercó a ella, quedó muy cerca y la miró serio

¿Quién ese escuincle baboso con el que llegaste el otro día?
Es Arturo
Si eso lo sé, lo conozco, pero ¿qué es tuyo?
Que le importa
Mira Karen no juegues conmigo, que soy capaz de meterle mi cuchillo en la panza si pretende robarme tu cariño

Karen sintió un escalofrío, no imaginó esa reacción del frutero, pero vio su mirada de coraje y lo creyó capaz de destripar al pobre de Arturo, que no tendría nada de oportunidad, tenía que calmar las cosas

Mire Don Pedro, ya le había dicho, podemos venir y jugar, pero mi vida es mi vida, usted no me va a impedir hacer lo que yo quiera y no vuelva a amenazar con usar su cuchillo, porque sería la última vez que me ve
Pero Karen yo te quiero
yo también, pero haré mi vida, y le digo algo, Arturo es mi novio y así quiero que siga, le seré infiel a mi novio con usted, me escaparé para venir aquí y que usted me haga suya, pero él seguirá siendo mi novio, esa es la oferta, ¿la toma o la deja?

El frutero vio la mirada decidida de Karen, estaba tan segura que sintió un frio y calor en su rostro, sentía que la perdía, pero ahora ella le decía que engañaría a su novio con él y que se seguiría viendo, no era lo que él esperaba, él estaba dispuesto a dejar su familia e irse con ella a otro lugar, pero ella no tenía los mismos planes, se tendría que resignar de momento.
Karen yo te quiero, y te quiero bien, vámonos pa´ otra tierra, vámonos juntos
No Don Pedro, tampoco dejaré que abandone su familia, no seré yo la que deje huérfanos a sus hijos, las cosas son como son, ¿la quiere así o no?
Karen puso su mano en la cintura y arqueó su ceja, Don Pedro no tuvo más que aceptar, sabía que ella hablaba en serio, ella llevaba ventaja sobre él
Perdóname Karen, te quiero demasiado, pero ni modo aceptaré, pero prométeme que no me dejarás de ver
Se lo prometo, le prometo que haré todo para seguirlo viendo, pero recuerde a nadie debemos decirle, si alguien se entera ya no vendré mas
Ahora era Karen la que pedía discreción, ella ya tenía novio y tenía que rendirle cuentas, Don Pedro asintió y se acercó más a ella, la tomó de las manos y Karen dócilmente se las cedió, las llevó a su boca y las besó en los dorsos, soltó las manos para abrazarla y se inclinó ladeando su cabeza, busco la boca de Karen y ella se inclinó igual para permitir el beso, sus bocas se juntaron, él le metió la lengua y Karen la recibió, el beso se volvió apasionado, Karen tenía los brazos abajo, como si no quisiera abrasarlo, como si quisiera hacer que él la contentara, el frutero llevó sus manos bajo la falda de Karen y la sujeto de esas nalgotas que tenía, eso fue suficiente para ganarse el perdón de ella, lo abrazó con todas sus fuerzas y gimió dentro de la boca de Don Pedro
– Aaahhh don Pedro, como lo quiero aaahhh
Volvió gemir cuando sintió que una de las manos del frutero se fue a su raja, sintió como el frutero la cargó y la llevó a donde había dejado la manta, la bajo y quedaron de nuevo los dos parados de frente, sus bocas nunca se separaron.
Karen sintió como él sin dejar de besarla, se agachó y extendió la manta en el suelo, después sintió como él la sujetó de las caderas y la volteo, la bajo hasta dejarla en cuatro patas, levanto su falda, ella escuchó el ruido de la cremallera de él bajando y después sintió algo que hurgaba su raja, cerró sus ojitos cuando sintió como la verga del frutero se abrió paso una vez más en su rajita
? Aaahhh don pedro
Gimió Karen con toda la verga del hombre dentro de ella, abrió su boca al sentir como él se la sacó casi toda, para regresarla con fuerza
Aaahhh si así
Era como si él quisiera castigarla y ella implorara por ese castigo, la sujeto fuerte de ambas caderas y el mete y saca inició
Mi princesa aaahhh no vuelvas a decirme que me dejas
No don Pedro aaahhh… no mi amor, siempre cogeré con usted, cada que podamos vendremos aquí y me la meterá por donde quiera aaahhh
¡Plaf!
El chasquido de la mano del frutero sobre la nalgota de Karen retumbó en todo el lugar
Ay si así ay aaahhh— dijo gimiendo de placer la nalgona Karen
El frutero la nalgueó a Karen en repetidas ocasiones, sus nalgas estaban rojas, fueron castigadas por igual, Karen gemía, se retorcía, tenía el entrecejo fruncido, abría su boca, era un castigo demasiado placentero para ella, su raja escurría jugos, lubricaban la verga del frutero que desquiciado la cogía mientras la nalgueaba.
Ahora si mi niña, te la meteré por el culo
Si, hágalo don Pedro, pártame en dos aaahhh ay aaahhh
Karen gritó cuando el frutero solo con saliva como lubricante, la enculó, no esperó a que se dilatara ni acostumbrará.
La embestida fue continua y brutal, Karen tenía un culo ya muy dilatado, pero aun así sintió dolor, pero no se quitó, dejó que el hombre saciara sus más bajos instintos con ella.
La bombeó por 20 minutos, por alguna razón en ese momento Don Pedro tenía un gran control de su clímax, estaban todos sudados los dos, ya habían cambiado de posición en muchas ocasiones, ahora la tenía sentada de espaldas a él y solo la levantaba de las nalgas, Karen tenía fuertes muslos, se impulsaba a hacía arriba y se dejaba caer.
Ya mi niña… me llega…me llega…aaahhh
Karen movió sus caderas en círculos, haciendo que el rostro del frutero se desencajara al sentir como su semen salía a borbotones, inyectándolo todo en el recto infantil de esa niña puta y nalgona.
Si don pedro siento su leche en mi cola aaahhh que rico aaahhh
La niña gimió como una puta adulta, nadie podría decir que era solo una niña, se comportaba como la más puta del mundo
Aaahhh
El frutero volvió a gemir al ver como Karen se giró sobre si misma sin sacar la verga de su culo, el semen sirvió como lubricante para permitir que pudiera rotar sobre el perverso hombre; se dejó caer sobre él y se acurrucó en su pecho sudado, la verga salió culo, Karen solo dio un pequeño gemido, don pedro acaricio la espalda que esta toda sudada, lo hiso de forma cariñosa, la perversión fue bajando lo mismo que la erección, ahora solo había amor y cariño entre los dos.
Mi niña, no sabes cuánto te quiero
Y yo usted
¿De verdad?
Si don Pedro, de verdad
Se subió un poquito y lo beso, sus bocas se juntaron derrochando amor, se separaron sol para mirarse a los ojos, ella le sonrió cariñosamente y volvió a recargarse en el pecho; lo minutos pasaron y los dos solo se acariciaron, era un momento especial para ambos, finalmente Karen reaccionó
Don pedro ya es tarde, tengo que irme
Si mi niña, yo también, ya no voy a encontrar el carrito, luego de que vivo
Se levantaron, colocaron su ropa y salieron tomados de la mano, ya en la planta baja d la construcción se soltaron y cada quien se fue por su rumbo, no siquiera voltearon a verse, ambos tenían la certeza del amor del uno al otro.
Karen iba caminando, le dolían un poco las nalgas y caderas, esta vez el frutero si se había excedido un “poquito” con ella, Karen sonreía al sentir como la leche se escurría un poquito de su culo, corría viento que secaba casi al instante la leche, ella imaginaba que cualquiera que la vería directo a su culo apreciaría una verdadera obra de arte de leche esparcida y seca por su culo; iba disfrutando del aire bajo su desnudo culo, cuando escuchó como alguien la llamaba
Hola Karen
Volteo a donde venía el saludo y reconoció al viejo Anselmo, el amigo de su abuelo padre, que se la había cogido en un trio, su mirada era directo a las nalgas de la niña, ella se detuvo y lo saludó
Hola don Anselmo
Hola preciosa, ¿a dónde tan solita?
A casa de mi abuela ¿y usted?
También pa´mi casa, nomás que te vi y dije: tengo que saludar a esa preciosura
Gracias—dijo Karen sonrojándose
Oye bonita y cuando nos juntamos con don Jorge pa’ convivir
Jijiji ¿quiere jugar otra vez?
Pos claro
¿y tiene la plata?
Ya casi la junto, falta poquito
Karen se quedó pensando y vio una oportunidad ahí, sus planes empresariales podían mejorar si quitaba al intermediario
Bueno y para que quiere a Don Jorge, ¿Por qué no me pregunta a mí? —miraba estudiando la reacción de viejo
Bueno, yo pensé que…
Pues si quiere dígame a mí y nos quitamos a don Jorge, ¿o quiere que esté presente? Como son tan amigos—la voz de Karen fue de reto
No, yo no lo quiero, solo no quiero problema con él
Si usted no le dice, yo menos, ¿trae el dinero?
No todo
¿Cuánto trae?
El hombre le enseño a Karen un billete, ese donde el muralista posa tranquilo, como burlándose de que todo mundo lo codicia, pero poco les dura
Con eso está bien, ¿quiere o no quiere? —dijo Karen con un brillo de ambición en sus ojos
Sí, sí quiero, pero dónde
Lléveme pa´l monte pues y ahí me coge, nadie nos verá
La verga de don Anselmo brinco, era un hombre maduro y ya no se le paraba tan fácilmente, pero Karen tenía un efecto mágico en el viejo, recobraba bríos como cuando joven
Está bien pues, ven sígueme
Caminaron uno al lado del otro, se fueron adentrando entre los matorrales hasta que el camino se perdió de vista, el viejo volteo para todos lados y vio que estaban rodeados de follaje, nadie los vería ahí, incluso no los escucharían, volteo a ver a Karen que ya había dejado su mochila en el suelo
¿Será aquí?
Si—dijo el viejo relamiéndose los labios
Pero no se va a desmayar ¿verdad?
No mi´jita, te voy a saborear mucho y ahora sí, solitos tú y yo
Se acercó a la pasiva Karen que sonriendo lo esperó, la abrazo y metió su lengua directo en la boca, tenía mal aliento, pero no importaba mucho había cobrado y se estaba convirtiendo en la empresaria que había soñado
El viejo bajo sus manos y las metió bajo su falda, era desesperado, gimió cuando palpó las nalgas desnudas, al parecer eso les excitaba mucho, sería algo que tenía que recordar.
La apretó contra él y sintió la verga dura
Chúpame el pito
Le ordenó mientras la bajaba a dejarla hincada y se desabrochaba el pantalón frente a ella, Karen sonrió, lo había llamado pito, normalmente don Jorge le llamaba verga, eso le gustaba más, pero la de don Anselmo no era tan grande, era pequeña, entonces bien podía ser comparado con un pequeño pitito
¿Quiere que le chupe el pito?
Pregunto Karen mirándolo desde abajo, el viejo perdido en lujuria asintió, Karen sonriente lo masturbó, lo hiso más como un acto de higiene que de excitación, si la boca del viejo olía mal, el pito olía peor; lo metió a su boca con algo de asco, solo rogaba porque la excitación le ganara al asco, lo mamó y sintió las gotas pre seminales que salían del viejo.
Que rico me la chupas
Karen concentrada a ojos cerrados ignoró el comentario, estaba concentrada y no quería perder la concentración o saldría corriendo a vomitar, bajo una de sus manitas y solita se metió deditos hasta lograr humedecer su rajita, eso la relajó más.
Ahora si ven mami, serás mía de nuevo
La levantó y la hiso sostenerse de un árbol, se posicionó atrás de ella, levantó y falda y le acomodó la verga, o mejor dicho el pito, en su raja
Aaahhh
Karen gimió al sentirse penetrada, se estaba excitando, el viejo no era muy alto, más bien bajito, eso facilitaba las cosas, empezó a moverse de adelante a atrás, lo hacía rápido, Karen sonrió, ya se estaba excitando más.
Si así Don Anselmo, hágame sentir rico.
El viejo no se hiso esperar, la sujeto fuerte de ambas caderas y aceleró, se movía como si quisiera prender fuego en la raja infantil de Karen, desde donde estaba veía como rebotaban las nalgas al ser impactadas por su pelvis; enloquecido se la sacó y apunto a su culo, el pito entró sin problemas

Aaahhh Don Anselmo
El pito resbaló lubricado por los jugos de Karen, entró toda de golpe, ella sonrió recordando como don pedro el frutero se la había cogido por el culo un buen rato y eso ayudo a esta nueva penetración, su culo estaba muy aguado
Aaahhh
Si así, deme más así… ay… si… así… siento rico
Karen lo incitaba a que se la cogiera más fuerte, el viejo obediente lo hiso y aceleró, Karen se sintió en su punto máximo y adivinó que el viejo estaría más o menos igual, de repente bajo la velocidad, respiró como si agarrara aire y regresó a sus embates en Karen, ella feliz abrió su boquita al ser enculada a la velocidad que le gustaba, el viejo volvió a bajar la velocidad, pero ahora descansó menos, estaba demasiado excitado para detenerse, cogerse a esa niña nalgona era un acto que lo llevaba al cielo
Aaahhh
Gemía ante los movimientos desquiciados del viejo, y chorreando jugos sintió como apretó sus caderas de forma muy fuerte y empujo casi gritando, su eyaculación inició
Ay aaahhh
Su cara fue más de angustia que de placer
Aaaaayyyyy
Karen volteo a verlo y se asustó cuando vio la cara desencajada del viejo, estaba pálida como una hoja de papel, se agarró el pecho con ambas manos, volteo a verla con ojos de miedo
Karen me da… aaaay… me duele mucho el pecho aaahhgg
Cayó hacia un lado, su verga aún soltaba chorros de semen mientras caía, estaba teniendo un infarto al mismo tiempo que su pene eyaculaba el último orgasmo de su vida; Era como un soldado en acto heroico, que mientras cae sigue disparando tratando de abatir al último enemigo.
Karen se llevó las manos a la boca para no gritar, estaba asustada viendo todo, pero no sabía qué hacer, vio como el viejo quedó de costado, con los ojos abiertos, mirando al árbol donde hacía un rato se cogía a una niña de infarto y literal, esta cogida le había provocado un infarto fulminante.
Esa niña lo había llevado al cielo del placer y después al cielo de verdad, si es que un hombre que se coge a una niña de ocho años se le permite entrar al cielo.

Karen quería gritar, llorar, correr, todo al mismo tiempo, el viejo seguía tendido de lado, una mano de él seguía tocando su pecho, la otra estaba bajo su cuerpo, su pene de fuera soltaba las últimas gotas de su vida.
Karen sólo lo miraba, seguía con las manos en su boca, se dio cuenta de que ya no podía hacer más, buscó su mochila, se la puso y se disponía a irse, pero se detuvo ¿y si alguien adivinaba que estuvo con ella? Podría ir a la cárcel, tenía que ser cuidadosa al salir del monte, miró a todos lados y no encontró algo que la fuera a delatar; caminó y algo nuevamente la detuvo, ahora tenía otra pregunta, ¿y si el viejo no le dio todo el dinero?
Karen volteo a todos lados y la maleza los cubría, nadie sabía que ella estaba ahí, se regresó lento y con algo de miedo, cuando llegó se puso en cuclillas frente al cuerpo sin vida de don Anselmo, lentamente acercó su manita y palpó por encima la bolsa derecha del viejo, sintió billetes, metió la mano y sacó tres billetes de los grandes.
“Maldito viejo”
Pensó, sabiendo que le había mentido, que traía más dinero, pero solo le dio un billete de los cuatro que traía, su miedo se volvió coraje, tomó la mano que estaba en su pecho y la coloco sobre su pene.
“Que piensen que se jalaba su pitito”
Lo hiso más como una venganza que como una estrategia de escape, se levantó guardando los billetes en su mochila y se dirigió al sendero por donde había entrado.
Llegó cerca del camino, se detuvo detrás de un arbusto y espero a que nadie pasara, salió como un rayo y caminó tranquila, su adrenalina ya estaba bajando y ya no se sentía tan apresurada, pensaba en el pobre y mentiroso de don Anselmo, pero no era culpa de ella, el viejo tenía la sangre llena de colesterol por su mala dieta, los pulmones llenos de humo de tanto fumar y su cuerpo tenía nada de condición física, eso le había quitado la vida, no ella.
Karen no sabía nada de colesterol, triglicéridos ni lipoproteínas, pero si sabía que comer mucha grasa tapaba arterias, que fumar tapaba los pulmones y que no hacer ejercicio era malo.
Por inercia caminó a la casa de don Jorge, su padre abuelo; llegó y tocó, don Jorge abrió y su mirada se abrillanto cuando vio quien era
Hola Karen
Hola pap… perdón don Jorge
Pasa, estoy solo
¿Está solo?
Si, anda pasa
Karen pasó, aun se sentía nerviosa, nunca antes había visto un muerto y ahora había presenciado como se le iba la vida a un hombre, dejó su mochila en el suelo de la sala, se sentó fatigada, sus manos comenzaron a temblar
Don Jorge, deme agua por favor
Llámame papá, estamos solos y deja te traigo el agua
Regresó con un vaso con agua de la llave, Karen la bebió y le supo a gloria, dejó el vaso sobre la mesa, quería decirle a su papá lo que le había pasado, pero tenía miedo de como fuera a reaccionar, ¿cómo le diría que su mejor amigo murió? Pero sobre todo ¿cómo le diría que ella le había cobrado dejándolo fuera del negocio? Junto sus manitas y miró la nada
¿Qué pasa Karen? Te veo rara, parece que viste un muerto
Karen brincó ante las palabras de su papá, lo miró con sus hermosos cafés y grandes ojos; Don Jorge se rio de su propio chiste y sacó de la bolsa de su camisa un cigarro y lo encendió, Karen lo vio asustada
No haga eso
¿Por qué? —preguntó el viejo desconcertado mientras se sentaba en el sillón frente a ella
Porque es malo y le va a hacer daño; y ya es mejor que se cuide, ya no coma grasa, deje el alcohol y deje de fumar
Jajaja ¿y ahora?
¿quiere morir?—la voz de Karen se empezó a quebrar– ¿qué acaso no se quiere coger a nuestras hijas? ¿cómo lo hará si no está sano?
Karen empezó a hacer pucheros, sus ojos se empezaron a llenar de lágrimas, don Jorge sí que se desconcertó, no esperaba eso, apagó el cigarro en el cenicero de la mesa de centro.
Karen lo vio y se levantó casi corriendo y se subió en el besándolo apasionadamente
Cuídese, ya no está tan joven, no quiero que muera, quiero que dure muchos años—lo seguía besando mientras hablaba—acuérdese, usted se va a coger a todas las hembras de esta familia y tiene que estar muy sanito para que lo haga

Don Jorge se excitó con las palabras de la niña esta, se sentía querido por ella, su esposa nunca le cuestionaba su exceso de alcohol, sal, grasa y falta de ejercicio, ahora Karen lo quería cuidar con el fin de que tuviera mucho placer en la vida, eso sí lo emocionó.
Karen lo abrazaba y besaba, lo lamia, su piel sabía a sal y sudor fermentado, pero a ella no le molestaba eso, le gustaba, se sentía en casa cuando olía su cuello fermentado.
Ella sintió la erección que se desarrollaba dentro, también se excitó, tanto que mojo el pantalón de su papá abuelo, pero recordó lo que acababa de vivir con el viejo Anselmo y tuvo miedo
No papi
¿Por qué? —preguntó de forma retórica su papá, porque se desabrochó el pantalón y saco su verga
Porque estabas fumando, no te vaya a pasar algo… aaahhh—el viejo besó su cuello al mismo tiempo que su mano palpaba la rajita infantil
Jajaja no pasa nada, te deseo como hembra y te voy a coger
Karen cedió, sus palabras la derritieron, se aflojó toda dejándose llevar por su papá abuelo, vibró cuando sintió como él tomó su verga y la llevo a su rajita, la apuntó en el introito y la sentó bajándola hasta que los huevos tocaron su culo, estaba toda empalada en él
Aaahhh papá, te amo
El viejo se prendió y a partir de ahí Karen fue un vil muñeco encima de él, la levantaba y bajaba a voluntad, la movía de adelante a atrás, Karen era un mar de agua en su raja, su boca abierta emitía los gemidos más hermosos del mundo, aun traía la ropa de su escuela, la falda cubría la penetración, el viejo se había desquiciado y no esperó a subir.
Aaahhh
Karen gemía, estaba nublada de deseo, no recordaba una excitación más grande que esta, de repente la puerta de la casa se oyó crujir, era la esposa de Don Jorge, los dos se quedaron quietos, Karen toda ensartada, todo fue tan rápido que no les dio tiempo de nada.
Hola Jorge, ¿dónde est…?
La mujer calló cuando los vio en la sala, la escena era muy evidente, Karen sentada de frente a él, los dos muy sudados, la falda caía por todos lados, cubría lo que era obvio, además los dos quietos como estatuas viéndola directamente a ella

Ah, perdón veo que estaban “platicando”— dijo tratando de no sonar tonta mientras se dirigía a la cocina—Jorge ¿quieres algo de tomar? ¿Refresco? ¿Cerveza?
Una cerveza estaría bien—contestó tranquilo y ahora seguro don Jorge
Karen le dio un golpe en el hombro, recién la había dicho que debía cuidarse, lo miró a los ojos con ojos de furia, don Jorge rio enternecido
Mujer, mejor tráeme un vaso con agua, tengo mucha sed
Si, ya te la llevo
Karen sonrió satisfecha, se iba a levantar, pero él la detuvo, una porque así si se vería su verga parada y llena de jugos y otra porque sabía que su mujer no le recriminaría nada
Te tu vaso con agua, los dejo solos, me voy a visitar a mi comadre
Pasó a un lado de ellos y Karen desconcertada vio cómo se esposa salió por la misma puerta que entró, no dijo ni una cosa de la cogidota que se estaban dando, se encogió de hombros indiferente y esperó a que su papá se bebiera el vaso de agua
Ya, listo– Dijo él poniendo el vaso en la mesita de centro
La danza comenzó de nuevo, Karen se inquietó de nuevo sobre la verga de su papá de forma muy intensa y sintió como él terminaba inundándola de leche
Papá esto estuvo muy rico, pero ¿por qué tu esposa no dijo algo? Nos sorprendió cogiendo, qué bueno que no me quite la ropa—esto último lo dijo par así misma
No sé, creo que le vale madre, mientras me la coja a ella no dice nada
Karen lo vio enojada, era celosa y territorial, apretó sus labios con ira
No me agrada que digas eso
Está bien, no lo diré—dijo don Jorge riendo con ternura
Me tengo que ir
¿Tan pronto?
Sí, pero te espero en la noche en mi casa
¿Segura?
Si, recuerda que ya quedamos en algo, llega a eso de las nueve, estará abierto, entra y nos buscas en el cuarto
¿y si alguien me ve?
Que importa, que sepan que te coges a alguien en esa casa, lo que no sabrán es que nos cogerás a las dos por igual, te vamos a dar mucho placer y tú a nosotras
La verga de Don Jorge brincó dentro del pantalón solo de imaginar, nunca había estado con dos mujeres, ahora estaría con una mujer y una niña, la cosa sería adivinar cuál de ellas dos sería realmente la mujer y cual niña; sonrió como un lobo pensando en eso.
Karen salió de la casa, solo acomodó su ropa, su raja escurría leche de nuevo, pero que importaba, era la leche de su papá y esa noche lo disfrutaría mucho más.

Continuará...??? Tal vez...
 
M

Miembro eliminado 191735

Guest
Efectivamente, hace ya unos días, que salió publicado en otra web este noveno capítulo por adalberto 1979 y dedicado a PV

saludos
 

xarx

Pajillero
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Por ahí ;)
Tiene más tiempo. Hace meses leí este noveno capítulo, cuando todavía existía la vieja plataforma de SST. Y sigo esperando el decimo con ansias.
 
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