Las calientes vivencias de la nieta de Doña Juanita Capítulo 8

yesod2006

Pajillero
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Primero que nada, debo hacer notar que este relato no es mío, es de Adalberto 1979, el cual debido a que dicho relato quedó inconcluso por el autor original, el escribió a partir del capítulo 3 una versión que es aceptable...los capítulos hasta el número 7 los pueden encontrar en su perfil.

Este es el número 8 espero les guste...tiene algunas faltas de ortografía pequeñas y un estilo sui géneris pero muy bueno...


Capítulo 8 “El Maestro”
Eran cerca de las 12 del medio día, el maestro algo explicaba, pero Karen no ponía atención, su mente estaba en otro lado, estaba preocupada porque don Pedro el frutero y el gordo pervertido de la tienda la habían visto llegar de la mano de su nuevo novio, la cara de ambos era coraje a rabiar, estaba asustada, no sabía cómo reaccionaría ante ellos, sabía que su relación era prohibida, pero aun así les debía algo de fidelidad, había olvidado todo de tanta emoción que sintió con su nuevo novio y no se acordó que la verían llegar, ahora no sabía qué hacer.
¿Señorita Karen?
La voz del maestro la sacó del trance, volteo a ver al pizarrón donde el maestro escribía algo que se supone ella debía copiar
No esta poniendo atención, no está copiando esto y vendrá en el examen, se quedará después de clases en castigo
No profe por favor, ya lo copio
No señorita, ya lleva muchas, hoy se queda en retención de castigo
Karen apretó sus manos de impotencia, no esperaba eso, esperaba tener la tarde libre para “contentar” a don pedro, total el gordo de la tienda no era tanto problema, ella sentía más compromiso hacía el frutero, pero ahora no podría.
El timbre de salida sonó, los niños se levantaron como disparados por un resorte y a pesar de las indicaciones del maestro de no correr, salieron como una estampida de búfalos, Karen astutamente intentó salir escondida entre la multitud, pero el maestro estaba muy atento a ella y la detuvo en la puerta
¿A dónde va señorita? Hoy se queda
Pero profe por favor, es que tengo muchas cosas que hacer
No, hoy se queda
Por favor, de verdad, hoy no, mañana si quiere, pero hoy no puedo
Lo siento, eso debió pensarlo antes de andar tan distraída, usted nunca trae tareas completas, reprueba muchos exámenes, ¿qué quiere de su vida, si no puede con la escuela elemental?
Puedo demostrarle que puedo poner atención y mejorar mis calificaciones
Mmm no, no lo creo, se quedará y como se porte será el tiempo que estará conmigo ¿me oyó?
Si profe
Karen resignada se quedó esperando hasta que salieron todos, espero a que el maestro guardara sus cosas en su maletín y salieron juntos al salón de retención, entraron y él se sentó en el escritorio, estaban solos, no había más alumnos, al parecer la única indisciplinada era Karen.
El profesor sacó una hoja de papel en blanco y escribió unos problemas de multiplicación y división, se le llevó a Karen que impaciente movía sus hermosas piernas.
Señorita quiero que copié estos problemas y los resuelva, cuando los haya terminado me habla para revisarlo
Si profe
Karen abrió su libreta y copio los problemas, empezó a resolverlos, puso abajo la tabla de multiplicar, pues no era la nerd que propiamente se las sabía al derecho y al revés; las tenía ocultas bajo la libreta de matemáticas, disimuladamente la moví para ver las tablas y luego las ocultaba.
El maestro en todo momento se percató de la trampa que ella hacía, la verdad no le importaba, estaba más concentrado en mirarle las piernas torneadas, como las movía de forma inquieta y en algunas ocasiones las separaba dejando ver su infantil pantaleta.
Una erección se formó dentro de su pantalón, sus manos temblaban, sujetaba un libro que fingía leer, pero en realidad miraba con deseo a esa niña, la había deseado desde hacía mucho, dentro de él sentía que era una huerca muy tonta y fácil podría “abusar” de ella, muchas noches se masturbó pensando en cómo la frotaría sobre su verga, como se la metería por la boca y le puntearía la raja hasta eyacular, él no imaginaba que esa niña era muy caliente y ya se había tragado varias vergas por todos sus hoyos.
Su pene estaba en máxima erección y su mente se nublaba perdiéndose en lujuria, discretamente bajo una mano y se masturbó por encima del pantalón sin dejar de ver las piernas que ella inocentemente abría, regalándole imágenes de su entrepierna; no pudo más, su calentura era demasiada, temblando en excitación se levantó y caminó a Karen que seguía concentrada en sus problemas, ya era cerca de la una y esa área permanecería solitaria por un buen rato.
Señorita Karen ¡cómo va con sus operaciones?
Bien creo yo
A ver ¿qué está haciendo?
Estoy dividiendo, pero no me acuerdo 4 multiplicado por qué da nueve

El maestro se acercó, lo hizo con la intensión de pegar su erecto pene al hombro de ella, Karen inmediatamente lo sintió, su mirada quedó fija al frente mientras pensaba que pasaba, ella sentía la indiscreta erección de su maestro que según miraba su libreta para que estaba ella haciendo
Muy bien, va muy bien—se iba a retirar cuando Karen lo detuvo
Profe
¿Qué?
– No se vaya, quiero que vea como lo estoy haciendo y usted me dice si voy bien, no soy buena en matemáticas y quiero mejorar—el maestro sintió un chispazo en su pene
Está bien, aquí me quedo a su lado
Se volvió a pegar, para él el hecho de haberle frotado la verga en el hombro unos segundos era suficiente, pero la niña lo había invitado a que se quedara con ella y mirara como trabajaba.
El pene adulto regresó al hombro infantil, Karen discretamente movió el hombro para acariciarlo, lo hiso de forma circular, ese movimiento también fue percibido por el excitado maestro, no imaginó que ella fuera a hacer eso
Muy bien Karen aaahhh
No pudo evitar gemir cuando ella volvió a mover su hombro, el maestro de forma involuntaria la sujeto del cuello, Karen lo puso firme para que el hombre pudiera hacer palanca y mover su cadera; el maestro lentamente movía su cadera de adelante a atrás, cuando pegaba el pene al hombro lo hacía fuerte
– Profe así no estoy cómoda
– ¿Qué?
El maestro se asustó y se separó de ella soltándola del cuello, la miró con cara de susto, pensó que ella se había incomodado con el rozamiento
He estado sentada todo el día en estos asientos y ya me duelen mis nalgas
¿te duelen?
Si las tengo hinchadas, mire
Karen se levantó y se puso de lado al maestro, le tomó una mano y casi eyacula el pobre, cuando Karen la llevo a su caliente nalga
Aaahhh
¿Si las siente? Como están de calientes e hinchadas
Si… si, ya lo sentí, lo siento, tenía que dejarte en retención
Bueno, acepte el castigo, lo merecía, pero ya me dolieron—Karen hiso una pausa para hablar, quería ver la cara de su maestro—profe ¿y si me siento en sus piernas?
¿qué? ¿en las mías?
Si, así descanso tantito
Pero y ¿si alguien entra?
¿tiene llave la puerta?
Si—contesto el maestro pálido y tembloroso
Ok
Karen caminó hacia la puerta y contoneo su culo, sabía que el maestro la miraba, llegó a la puerta y volteo a verlo, puso su dedito en sus labios en señal de silencio y con cara de coqueta cerró la puerta con llave, el pobre hombre sintió sus piernas temblar, estaba demasiado excitado para estar tranquilo, todo lo contrario, Karen estaba de lo más natural.
Karen caminó nuevamente de forma coqueta, incluso llevó su meñique a sus dientes y sexy como niña nalgona que era miro a su maestro, llegó al escritorio y desde allí le hiso una señal con el dedo índice de que se acercara
Aquí profe, aquí estaré más cómoda
El maestro sólo asintió y camino al escritorio y a mitad de camino Karen lo detiene
profe mi libreta
El profesor volteo al pupitre y vio la libreta de Karen, pues sí, no debía ser tan obvio, se regresó y la tomó, la dejo frente a ella y se sentó en su silla de profesor; Karen lo vio de forma coqueta y se acercó a él, lentamente se puso frente al profesor y se subió rozando cuanto pudo sus nalgas en el desvalido hombre.
¿No peso? —preguntó Karen de forma inocente
No mi amor, nada
¿Cómo me llamó?
Perdón
No, si me gustó, sígame diciendo así
¿te gusta que te diga mi amor?
Sólo cuando se siente así—Karen meno sus nalgas sobre el bulto del maestro— ¿a usted le gusta?
Si mucho
¿qué más le gustaría hacer? —pregunto Karen sin dejar de menearse sobre el pene de su maestro
Muchas cosas
¿cómo qué? —pregunto Karen casi al instante
Cosas que no podrías contarle a nadie
Mhmm la puerta… está cerrada—dijo Karen con la voz entrecortada, mientras volteaba a ver su maestro con esa mirada nublada cuando una hembra está excitada
Esa fue la pauta que armó al maestro a avanzar, con más confianza bajo las manos y las puso en el borde de la falda, para después subirlas, palpó por primera vez los carnosos muslos de la niña, Karen se recargó completamente sobre el pecho de su maestro y abrió sus piernas, el tipo no necesito que le dijera, llevo sus manos a la entrepierna, las dos al mismo tiempo, apretó las ingles al mismo tiempo
Aaahhh
Karen ya no pudo evitar gemir, por primera vez pensó que no era tan malo quedarse en retención de castigo, sintió como su profesor desplazo la pantaleta y con sus dedos palpó la rajita de ella
Aaahhh profe, si ahí, así
El maestro sintió en sus dedos toda la humedad de la rajita de Karen, estaba toda encharcada, metió sin problemas un dedo, palpo el pequeño cérvix por el que algún día saldrían bebés, metió el dedo de la otra mano y sin saber porque jaló los dedos en dirección contraria abriendo a lo ancho la rajita infantil de Karen
Aaahhh profe ¿qué me hace?... siento rico
Ya no pudo más, la levantó y la sentó en el escritorio, de un empujón la acostó sobre este y metió la cabeza bajo la falda, la pantaleta ya estaba a torada en una ingle dejando total acceso a ella
Aaahhh
Karen casi grita cuando sintió la lengua de su maestro penetrar su rajita, sintió tanto placer que solo pudo sujetarlo de los cabellos y jalarlo a que metiera más lengua dentro de ella, el maestro se deleitó con ese manjar, le chupó los labios, el clítoris, lengüeteo como lo había visto en una película porno, Karen ya tenía los ojos en blanco, en ese momento estaba toda entregada a él.
Karen vibró soltando muchos jugos que fueron ingeridos por su profesor, que sintió los espasmos dentro de esa rajita y chupo todo su orgasmo, se levantó y con el dorso de su mano limpió el exceso de moco vaginal.
¿te gusto Karen?, Si…
Karen aún seguía ida, pero con toda la pesantes de su relajación post orgasmo se sentó en el escritorio, de un brinco bajo y se hincó entre las piernas del maestro, que atento la miraba, Karen con destreza bajo el cierre y metió su mano palpando la dura carne, la sacó y sin pedir permiso la metió a su boca
Aaahhh
Ahora fue el quien gimió de placer, veía incrédulo como ella subía ya bajaba su cabeza mientras succionaba el pene, lo sacaba sólo para masturbarlo y exprimirle el líquido pre seminal; se cansó de mamar y se puso de pie, bajo con ambas manos su pantaleta, lo hiso muy rápido, la verdad no quería perder tiempo, no sabía cuánto tiempo estarían solos.
Karen en falda y sin pantaleta, se subió a su maestro y tomó su pene y lo apuntó a su encharcada rajita, lo volteo a ver y poniendo la cara de la mayor puta que pudo
Métame la verga y cójame como hombre
El maestro puso cara seria, la agarró de ambas caderas y la bajó sobre su verga.
Aaahhh… si así profe, cójame fuerte, pórtese como hombre conmigo
El maestro con ojos vidriosos la bajo hasta donde le entró, la subió y la volvió a bajar, así lo hiso hasta que de forma incrédula para él sus huevos chocaron en el culo de esa cría nalgona, que ya gemía de placer
Si así profe así
Karen apoyo ambos pies en la silla del maestro para darle chace de cogérsela a la velocidad que él quisiera; la niña estaba en la gloria y acercó su cara a la del maestro y lo besó metiéndole lengua mientras él de forma obscena se movía de arriba abajo al mismo tiempo que guiaba las caderas de la ella
Ya me canse—dijo Karen toda agitada—empíneme en el escritorio y sígame cogiendo

El maestro se levantó con ella ensartada y ya en el aire se la sacó y la giró, era tan pequeña que no tuvo problemas para hacerlo, las piernas de ella quedaron volando, apuntó el pene a la rajita y lo metió
Aaahhh aaahhh—Karen gemía siendo penetrada
Puf
El maestro bufaba de tanto placer, levanto la falda y la atoró en su espalda y vio el hermoso y redondo culo de Karen, esta de un color oscuro, casi prieto, pero se antojaba tanto besarlo; desde arriba escupió y la saliva cayó en centro de este, con su dedo esparció la viscosa secreción y metió un dedo
Aaahhh profe
Estaba sin mucha resistencia, metió otro
Aaahhh… si profe
“¿cabría un tercer?”—pensó el pervertido hombre
Aaahhh si profe en mi culo que rico siento, ¿quiere?
¿Qué?
Metérmela por donde me sale la caca
Si
Lo dijo casi en un susurro celestial, escupió más en el prieto hoyo y blandeó su pene y lo apuntó en el culo de ella
Aaaayyyy– Dio un grito Karen—páseme mi calzón
El hombre se agachó y le dio el calzón a Karen, ella solita lo metió a su boca para que sus gritos no llegarán muy lejos, el maestro estaba demasiado excitado, iba a pasar, iba a encular a esa nalgona niña de sus fantasías
Mmgmgmhgmh
Karen solo pudo hacer sonidos guturales cuando sintió como la gruesa carne se desplazó dentro de ella, el maestro tenía la boca abierta, pero le temblaba la quijada, estaba desencajado, sus ojos brillaron como si un fuego infernal se prendiera dentro de ellos
Mmmmggghh…Mmmmggghh…Mmmggghhh

Karen gimió una y otra vez con su pantaleta dentro de ella, el maestro ya no era tierno, estaba bombeando como si quisiera sacarle la verga por la boca, tenía una mano en la cadera y otra en el hombro.
Karen vuelta loca pensaba quien de todos se la había enculado mejor, sus pensamientos no dudaron, el gordo calvo pervertido había sido el mejor, era tosco, insensible a sus gritos de dolor, gruñía como cerdo y sudaba peor, sus manos enormes y gordas podían asfixiarla hasta la muerte
Mmmmggghhh
Fue el quejido que lanzó cuando el maestro le metió la verga lo más profundo que pudo y vació mucha leche dentro de ella
Aaahhh Karen mi amor, siento delicioso aaahhh
Karen sintió como el hombre se seguía sacudiendo a cada disparo de semen que le daba a ella, sintió como las manos de él fueron aflojándose en su cuerpo y poco a poco se fue separando hasta sacarla toda, ella aún con los ojos cerrados y su pantaleta en la boca escuchó como rechinó la silla cuando él se desplomó en ella.
A Karen también le temblaban las piernas, pero ella debía ser más fuerte, como pudo se bajó del escritorio, se hincó frente a su desfallecido maestro y metió la verga en su boca, estaba semi aguada, en el punto donde no hay erección, pero tampoco está flácida
Aaahhh…¡Karen!
El maestro asombrado vio como ella con el mayor escrúpulo limpio el pene y los huevos, lo guardó y subió el cierre, como si con eso cerrara el ciclo de la cópula
Eres increíble Karen, creo que te dejaré castigada a diario
¿si? Jijiji—contesto ella mordiéndose un meñique—pero no todos los días profe, porque si no mi abuela puede sospechar, ¿de acuerdo?
Bueno está bien, será cuando tú quieras, pero… ¿Quién es el afortunado?
¿De qué?
De cogerte, obvio no soy el primero
El maestro la miró con atención, Karen miro al techo, ahí estaba otra vez la pregunta, no podían solo cogérsela, tenían que saber quién más estaba
Profe, eso no se pregunta, si quiere me quedo en detención y la pasamos bien, pero de lo otro no se habla

Karen levanto el índice en señal de decir no, el maestro rio y asintió
Está bien, pero debemos repetir seguido eh
Si, por cierto, profe esto no será gratis
Ah claro que no, te pondré un diez
No solo me pondrá diez, habrá plata
¿Cuánto?
¿Cuánto cree que valgo?
Karen contestó eso porque no tenía ni maldita idea de cuánto se debía cobrar, pero puso cara seria cuando lo dijo, su mano se apoyó en su cintura en señal de reto
Bueno—el maestro se levantó y le dio la mitad de lo que normalmente pagaba por putas en la zona roja—toma
esto ¿así está bien?
Karen tomó los billetes y los contó, lo volteo a ver, no quería que viera la emoción en sus ojos
Si, con esto estará bien
Está bien, ya te puedes ir, levantamos castigo
Gracias profe
Se acercó a besarlo y le metió lengua, el maestro correspondió con sus manos bajo la falda
Ponte tu pantaleta
Se la regalo, es suya, será un recuerdo de nuestra primera vez
El maestro sonriendo tomó la prenda y la vio, era sencilla, humilde, vieja y algo descolorida, pero representaba el mayor placer que había sentido en su vida, ya no iría de putas, ya tenía una en la escuela, nueva y más barata, cuando
Karen salió del salón la llevo a su nariz e inhalo, suspiró cuando sintió la fragancia de esa niña.
Karen salió y se paró en el puesto de fruta, miró al muy serio Don Pedro.
Hola — saludo a Don pedro
Tenemos que hablar—dijo el en tono molesto
Mañana—contesto Karen con la mayor tranquilidad
No, será hoy
No, será mañana o nunca
Karen lo dijo también en un tono serio y retante, estaba perdiendo el miedo, sabía que ellos perdían más al no tener su “amistad”, Don Pedro También lo sabía
Por favor Karen, tenemos que hablar—el tono del frutero bajo considerablemente
Ya dije que no, será mañana y si no quiere hablarme nunca más pues bueno…
Se dio la vuelta y se fue contoneando ese culo de infarto, Don Pedro casi grita de miedo, viendo cómo se alejaba, si hubieran estado solos hubiera corriendo y se le hubiera hincado a suplicarle que no lo dejara, pero había más gente, tuvo que aguantarse y esperar a mañana.
*****
Don Jorge miraba el plato a medio comer, jugaba con la cuchara dentro de este, tenía ya días que Karen no venía con él, la extrañaba como nunca había extrañado a alguien, su mujer lo sacó del trance
¿Qué pasa Jorge? ¿La extrañas, verdad?
¿a quién? — espetó el viejo no queriendo hablar del tema
Pues quien, a Karen
Don Jorge, sin mover la cara, levantó la vista, la vio a través de sus largas y semi canosas cejas que tenía
Sí, no te hagas, te dije que no te encariñaras y ahora mírate, estas ido, todo triste, andas todo agüitado por esa escuincla y no me digas que no, porque cuando esta ella te cambia el brillo en los ojos
Don Jorge no contestó, su mujer tenía razón, sí que extrañaba esa escuincla, más las cogidas que se daban, estaba a punto de decir que si la extrañaba mucho, cuando se escucharon toquidos en la puerta, la vieja se levantó a abrir y regreso con una sonrisa, Don Jorge extrañado la vio,
te hablan en la sala
¿quién?
Pues ve a ver
El viejo casi grita de emoción cuando vio parada en la sala a Karen, que le brindaba una sonrisa amable

¡Karen!
¡Don Jorge!
Corrieron los dos y se abrazaron, el viejo la cargó y la sostuvo de las nalgas por encima de la falda, por poco y la besa frente a su esposa que los miraba.
¿Por qué no habías venido? —preguntó el viejo
Tuve muchas cosas en la escuela
La esposa de Don Jorge los veía desde el marco de la cocina, estaba recargada en él con sus brazos cruzados, tenía una sonrisa de malévola complicidad viendo como su esposo sostenía de sus nalgas a la nalgona niña, sabía que si se quedaba los interrumpiría y su esposo se pondría de malas, así que habló
Bueno Jorge, los dejo solos para que se pongan al “corriente” entre ustedes, han de tener mucho que “platicar”, regreso ya noche
La mujer arrastró las palabras de “corriente” y “platicar”, ella sabía que abusaría de esa niña puta a su antojo, a ella no le importaba eso, para eso eran las mujeres de esa familia, para ser las putas de cualquiera, si serían de cualquiera ¿por qué no de su esposo?
Don Jorge aún tenía cargada a Karen cuando vio cómo su esposa tomó su bolso y salió, no sin antes brindarle una sonrisa a su viejo esposo
Bueno, “al fin solos”— dijo el viejo acariciando las nalgas de Karen– ¿qué quieres hacer?
Karen lo miró con ojos de emoción de estar nuevamente con él, con un tono bajito y muy sensual, casi le susurró
Coger…
Una hora después
Karen empinada en la cama, totalmente desnuda, toda sudada y babeada recibía verga del eufórico Don Jorge, la ropa estaba regada por toda la recámara, la escalera y la sala, desesperados empezaron a desnudarse y empezaron a coger desde la planta baja.
Karen recordaba cómo hincada abrió la bragueta del pantalón del viejo y sacó el erecto miembro de él, lo masturbo sensualmente y bajo todo el prepucio, vio el esmegma acumulado, Don Jorge no era propiamente los que se bañaran a diario, eso no le importó y con el mayor placer y deseo limpió con su lengua esa costra blanca en el surco balanoprepucial, saboreando la fragancia fermentada.

Don Jorge fascinado miraba como esa escuincla nalgona era capaz de darle tanto placer, la tomó de la cabeza con ambas manos y le metió el pene hasta lo más profundo que pudo, quería verle los ojos lagrimeantes por la asfixia y la nauseas del arqueo reflejo.
La levantó y notando que no llevaba pantaleta, la ensartó en su verga, que se fue al fondo sin problemas.
Se le llevo en brazos ensartada y se le fue metiendo y sacando hasta que llegaron a la recámara, ahí durante cerca de una hora, se sació de ella con sus más bajos instintos ante los gemidos de Karen que lo incitaban a seguir y ser más tosco con ella, eyaculo gritando al mismo tiempo que lo hacía Karen, fue un orgasmo perfecto, simultaneo.
El viejo sin sacársela se dejó caer sobre ella y después se puso de lado, Karen gemía a cada movimiento de él, ella misma se zafó y se puso a mamársela
¿Se parará? —pregunto Karen desde la entrepierna del viejo, sonriéndole picará y masturbándolo
Sabes que sí, solo dale un ratito
Karen se soltó y se subió a abrazarlo, puso su pierna derecha a nivel de la aguada verga, recargo su cabeza en el brazo derecho de él y con su mano acarició el canoso pelo del pecho.
Don Jorge
Dime primor
¿Cómo debo llamarlo?
¿cómo?
Sí, ¿dedo decirle papá o… abuelo?
Don Jorge se quedó mirando el techo relamió sus labios
Entonces ya lo sabes ¿verdad?
Sí, ya sé que se cogió a mi abuela, a mi madre y ahora a mí, eso me gusta, no sé porque; ahora solo quiero saber ¿cómo quiere que lo llame, abuelo o papá?
Karen se subió en él y su pubis quedó sobre esa aguada verga, se pegó a la barbilla del viejo y la lamió, se movió lento y sensual sobre él viejo que seguía viendo el techo
Primero se cogió a mi abuela, lo hiso hasta que la embarazo y quien sabe cuánto tiempo más; nació mi mamá y cuando vio cómo se puso de buena también se la cogió hasta que la embarazó de mí, ahora me coge a mí y ni siquiera me ha bajado mi regla

Karen se movía como una serpiente sobre el viejo, el sudor de los dos favorecía eso, le hablaba en un tono sensual, quería que se excitara con ese hecho tanto como ella lo estaba
Cuando me baje usted me va a embarazar, me seguirá cogiendo toda embarazada y panzona, me mamará las tetas hasta que salga leche, me cogerá a cada rato hasta que me saque al huerco
Ella se seguía moviendo mientras hablaba, su cadera se movía sobre la verga del viejo, le susurraba en el oído, lamía su cuello y áspero rostro, le volvía a hablar al oído con las pupilas dilatadas de deseo
Eso lo sé, ese es mi destino, tener un hijo de usted, mi abuelo padre y la más seguro es que sea niña y cuando este mas “grandecita” quiero que le haga lo mismo que a mi abuela, a mi madre y a mí, se la traeré para que se la coja hasta que quede embarazada; usted embarazará a todas las mujeres de esta familia, le entregaremos a mi nieta y así hasta que su verga no pare más y cuando eso pase, se las traeré para que las dedee y les enseñe el placer de su lengua
La verga de Don Jorge se comenzó a erectar, se excitó con lo que la niña le decía, le estaba inundando la zona límbica de lascivia, la niña se seguía moviendo como una sanguijuela y estaba dando resultados, la tomó de las nalgas y la acomodó a penetrarla, fue uy brusco, Karen rio por eso, la enloquecía cuando era muy tosco con ella; el viejo desesperado la movía intentando penetrarla, la verga chocaba con el clítoris, se deslizaba sobre la vulva sin atorarse,
Karen tuvo que abrir más sus piernas para que el viejo pudiera atorar el glande en el introito, una vez atorado, la bajo fuertemente haciendo que la verga le entrara de nuevo
Aaahhh papa, abuelo… si… mi papi
Mi niña, mi puta
Si soy suya aaahhh
Karen gimió cuando sintió como era taladrada por la verga del viejo, este la sostenía de ambas nalgas para evitar que se moviera y esto permitiera que su cadera se moviera como pistón de arriba abajo, apretaba los dientes, su cabeza estaba muy elevada en excitación, estaba en el punto donde podría despedazarla con la verga y no le importaría.
Don Jorge enloquecido de deseo se movía como loco, recién había eyaculado así que podía acelerar y no terminaría tan rápido, Karen tenía su raja como un charco de agua, estaba más que loca de placer, gritaba tanto que los gritos pudieron haber sido oídos por alguien de afuera, pero eso a ninguno de los dos les importó.

El viejo se giró y quedo de lado, una pierna de Karen le rodeo la cintura y en esa posición, de lado uno frente a otro, se movieron como posesos, la verga entraba salía a una velocidad que nunca antes había tenido, los dos gemían por igual, pujaban, se besaban enroscando sus lenguas, nunca antes habían sentido tanta pasión.
Don Jorge se levantó y puso Karen boca abajo y escupió en el culo, la hora “sodomita” había llegado, Karen puso los ojos en blanco cuando el grueso tolete del viejo se abrió paso a través de su esfínter, ella pudo sentir como algo trono como rompiéndose, no pudo evitar gemir
Aaahhh
Don Jorge le estaba destrozando el culo una vez más, el dolor era insoportablemente placentero para ella, tanto que ella misma empujo hacía arriba para que entrara la parte más ancha de la verga de su abuelo padre
Aaahhh… la siento toda dentro papa
El viejo se desquició cuando escuchó “papá”, sacó su verga a la mitad solo para regresarla con la mayor fuerza que pudo
Ay
El grito de Karen fue desgarrador, pero eso no detuvo al viejo que repitió el movimiento hasta convertir los gritos en gemidos de placer
Aaahhh así abuelo, papa, esposo, amante, serás todo para mí
Karen tenía los ojos en blanco, la boca abierta, apretaba las sábanas con las manos, lo hacía fuerte para sostenerse, el viejo Don Jorge seguía empujándola como si quisiera sacarle la verga por la boca, no recordaba ninguno de los dos tanta brusquedad; el ritmo era intenso, Don Jorge se desquició y chupo el cuello de Karen en la parte posterior, lo hizo tan fuerte que marco su piel con su boca, el moretón quedo pintado, y eso solo hizo que Karen gimiera como loca
Aaahhh papi… papi…si
El viejo eyaculó muy intenso en su culo y bramó como toro cuando lo hizo, sentía que la vida se le salía por la verga y se depositaba en el reto infantil de Karen, que no se quedaba atrás en gemidos.
Mmmgggg…Karen…me arrancas el alma…aaahhh…que rico me vacío en tu culo…aaahhh
Con los ojos en blanco el viejo se siguió moviendo inyectando el semen lo más profundo que pudo, cayó sobre ella cuando sintió que el último chispazo salió de él.

El viejo se desacopló y se tiró a un lado de ella, respiraba agitado y traba de recuperar el aire y la luz en sus ojos, Karen con la vitalidad que su edad le daba se levantó y metió nuevamente la babosa verga en su boca.
Entonces—Karen repto sobre él hasta llegar a su rostro, le acercó el suyo para que respirara la fragancia sexual que tría– ¿cómo debo llamarlo?
Papá—dijo finalmente l viejo con una sonrisa en sus labios—llamame papá, pero solo cuando estemos solos
Muy bien…papá, así lo llamaré
Y ¿es en serio?
¿Qué?
Qué quieres que te preñe
¿Tú lo deseas? —Karen lo tuteó y lo miro con un brillo de deseo
Sí, con todas mis fuerzas, quiero verte panzona de mí y cogerte como no me cogí a tu madre ni a tu abuela
Jajaja por cierto papa ¿Quién coge mejor?
No sé, creo que tú, aunque tu madre no tocaba mal las rancheras eh
¿Y mi abuela?
Era caliente, pero le faltaba imaginación, tenía yo que hacer todo, ella se dejaba hacer de todo, pero no como tú, tu tomas la iniciativa y haces cosas que no espero y eso me pone cachondo a mas no poder
Karen se giró y se acostó a un lado de él, miro el techo y suspiró, pensaba cosas que podría hacer y otras que quería hacer y no sabía si podía, finalmente habló
Papá, ¿te gustaría estar con la abuela y conmigo al mismo tiempo?
¿Con tu abuela?
Si con las dos, creo que ella todavía te extraña
Pero, no sé, que tal si mi mujer se entera, es capaz de cortarme los huevos
Tu di sí y ya veremos
Si me da nostalgia cogerme ese culo arrugado de tu abuela, muy bien tu di cuando y ahí me las empino a las dos Jajaja
Jajaja si papá, será un trato
Se giró y nuevamente se puso sobre él, no sabía si el viejo aguantaría una tercera erección, pero lo besos podrían saber bien al intentarlo, como quiera le esperaban más aventuras a la pequeña, caliente y nalgona Karen…
Continuará
 
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