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Las Aventuras de Carina – Capítulo 01
Resulta que desde pequeña siempre fui muy curiosa pero mis padres veían muchas cosas mal por sus creencias religiosas, otras las veían normal o no prestaban atención.
De los primeros recuerdos que tengo es cuando me bañaba con mis padres, en ocasiones con los dos o sino con uno de ellos, sobre todo con mi padre porque mi madre se encargaba del quehacer de la casa y bañarme implicaba también vestirme.
Mi padre siempre se bañaba conmigo en ropa interior y yo también, recuerdo que él me sobaba el cuerpo y cuando debía lavarme mis partes me decía “te toca a ti” mi madre me había enseñado aunque en ocasiones creo que él lo hacía, yo solo lo hacía y me detenía mucho a mirar su bulto porque era muy diferente a lo que yo tenía, él lo notaba y se volteaba para quitármelo de la vista. Para vestirme era muy normal el proceso.
Hubo un día que nos fuimos de paseo a una finca con mi tío Carlos que es el hermano mayor de mi padre, su esposa e hijo y también mi abuelo Pedro con mi abuela. Al otro día llegarían mis dos tíos gemelos que eran 1 año menor que mi padre. Era un paseo de familia y lo hacíamos muchas veces. Mi primo Julián y yo éramos los mimados, él tenía 7 en esos tiempos, yo 5 años.
Cuando nos íbamos a dormir habían suficientes habitaciones para todos, era muy grande el lugar así que yo tenía mi propia habitación, mis padres en otra y así sucesivamente.
Los cuartos eran grandes y oscuros porque eran de madera. Yo estaba durmiendo y siento que la puerta se abre, me cubro porque me daba miedo que fuera algún monstruo, siento que se sube a mi cama alguien muy grande, yo solo cerraba fuerte mis ojos, se mete debajo de las cobijas por mis piernas, podía sentir su respiración sobre mis dedos, subiendo poco a poco por mis piernas, me acomoda para quedar boca arriba con mis ojos aún cerrados, me separa las piernas con mucha fuerza ya que estaba apretándolas, siento algo que algo me roza como pelos de barba cortos, eso me hizo erizar, sus manos van sobre mis piernitas y eran tan grandes que me daban la vuelta completa sus dedos agarrando fuerte mis piernas, siento una aspiración intensa en mi entrepierna, la nariz se entierra en mi pequeña vaginita y seguía la respiración fuerte, sigue subiendo por mi vientre, y esa barba me hacia cosillas en la panza por lo cuál suelto risitas pero me hacia la dormida para que no me hiciera nada malo.
Sus besos comienzan a esparcirse por todo mi torso, sus manos me agarran de la cintura, puedo sentir más su peso sobre mis piernas aunque las había abierto bastante para él meterse en medio mío.
Me sube el blusón y me lo quita con una mano mientras me sigue besando, yo solamente me seguía dejando por miedo a la oscuridad también, siento que me da besos en el cuello y en mis pezones planos, siento esa lengua rasposa, gruesa y muy mojada hacer presión y succión en mis tetillas de niña virgen, se sentía tan rico pero a la vez tenía miedo porque nunca había hecho eso, además yo seguía “dormida”.
Cada vez su peso está más en mi y puedo sentir una piernas gruesas, muy gruesas encima de mí, con una sola piernas me podría tapar todo el cuerpo y era peluda, podía sentir sus bellos con mis manos abiertas hacia cada lado, me besa el cuello, me manosea toda y besa mis labios, se sentía raro, eran unos labios gruesos, fuertes y muy húmedos con ganas de entrar en ti, siento su lengua entrando en mi boquita y me succiona a mis labios también como si quisiera sacar jugos de ellos.
La noche se hacía eterna, este hombre se tomaba su tiempo para satisfacerse conmigo, me tenía a su merced y sin oposición mía, puedo sentir que baja nuevamente, abre mis piernas me quita mis calzones, pone su cara justo en mi raja y huele fuerte, sus pelos me Dan cosquillas haciéndome soltar risitas, pero me interrumpe poniendo un dedo en mi boca.
Un corrientaso recorre mi cuerpo entero y siento un frío por toda mi pelvis que eriza mi piel, me dio un vacío fuerte en el estómago y una gran ansiedad de querer sentir más, era porque me metió la lengua a mi Vagina, ese corrientaso me hizo hasta gemir un poco, él seguía, se ayudaba abriendo los labios con sus dedos, parecía que me iba a partir en dos mi órgano.
Él se dedicaba buen tiempo a chupar, lamer y succionar suave y fuerte mi Vagina, la verdad nunca había sentido eso y era delicioso aunque tenía algo de miedo, estaba fría, temblorosa y muy ansiosa, mi cuerpo quería tenerlo ahí toda la vida pero no sé podía.
Comienzo a sentir más rico cuando me toca mi clítoris y lo chupa de una manera extraordinaria, le daba lengua y lo dejaba muy mojado, era exquisito.
Vuelvo a sentir el corrientaso cuando levanta mis piernas y pasa su lengua por mi ano, apreto fuerte y suelto risitas, dando como reacción un pequeño mordisco.
Así transcurrió durante buen rato, se sentía rico pero veces era brusco el trato sobre todo cuando me hacía presión con un dedo y lo metía y sacaba hasta cierta parte, al parecer no me había roto todavía, cuando me metía la lengua gruesa se sentía rico, era una humedad dentro de mi que al tiempo me generaba calor y placer además de sentir su respiración fuerte en mis labios vaginales lampiña.
Después de un buen rato siento que sale de mis piernas y se ubica a un lado mío, me besa, mete un dedo a mi boca y siento que la abre, mete su lengua para después acomodarse y acercar hacia mis labios algo semiduro que logran el contacto con mi boquita, me abre con sus dedos un poco más la cavidad y siento un olor a sudor combinado con algo de loción, no olía tan mal pero también sentía ese olor característico de orines sin ser exagerado el olor, así que ya tenía más abierta la boca y con su dedos me saca algo de saliva, humedece lo que me estaba metiendo y logro sentir una gota que salía de él, era un líquido baboso, con sabor algo salado, no me gustó pero tenía que seguir “dormida”.
Era su verga la que me estaba metiendo, su glande estaba entrando pero no podía más porque yo no cedía con mis labios, toma una de mis manos y la lleva hasta sus bolas… bolotas, eran unos testículos muy grandes, se sentían bastante pesados y en mi manos se los masajeaba, en ese momento sentí raro, y algo de miedo pero siendo sincera es delicioso tener unos testículos de esos tamaños en mis manitas, no sentía pelos.
Me hace subir hasta algo más duro y venoso, se sentían unas venas gruesas, mi mano no alcanzaba a rodear su tronco, él comienza a masturbarse con mi manito, escucho algo de respiración fuerte, gemidos y siento su glande en mi boca… suelta varios corros y caen dentro de mí, en ese momento ya no aguanté así que trato de botarlo pero él me cierra la boca y por inercia trago todo esos chorros… fue un sabor raro, sentía algo viscoso, que entró caliente pero rápido se puso temperatura ambiente, yo sigo haciéndome la dormida, siento que el hombre se baja de la cama y se va del cuarto.
Las Aventuras de Carina – Capítulo 02
Después de tener la visita del intruso misterioso yo logré dormir y me desperté al otro día a jugar con Julián en la piscina que teníamos, mis tíos gemelos Zack y Joan habían llegado al rato, nos saludamos y fueron donde mis padres a conversar.
Mientras jugábamos nosotros se acerca mi tío Carlos dirigiéndose a su hijo, él es alto, buen cuerpo y calvo.
Carlos: Julián, te pusiste protector solar?
Julián: no papi, no lo encontré.
Carlos: Ven, sal de la piscina yo te pongo.
Mi primo se sale y se dirige donde su padre, yo sigo jugando con unas muñecas en la parte baja de la piscina.
Carlos: siempre debes ponerte el protector, el sol a esta hora es muy fuerte.
Fijo mi mirada hacia ellos y veo cuando mi tío le mete la mano a la cola de mi primo, le soba el protector y apreta fuerte sus nalguitas, mi primo no decía nada, era como si fuera parte del proceso pero luego mi tío saca la mano se echa más protector y escupe sus dedos e introduce otra vez pero en toda la dirección de su rayita, podía verse encima del traje de baño que abría las nalguitas y presionaba en círculos a mi primo, él solo se acomodaba como si le pasarán corrientasos, su padre seguía moviendo en círculos mientras con la otra mano lo sostenía fuerte de su vientre para que no se cayera por la fuerza con la que ejercía en él, podría afirmar que en ese momento soltaba un gemido y en ese instante mi tío me mira y se asusta sacando rápidamente la mano de la cola de mi primo pero era evidente que en su dedo índice tenía algo de heces, estuvo bastante adentro. Le da una nalga da y Julián sale corriendo hacia mi para seguir jugando, como estaba sentado con sus piernas abiertas se le podía marcar una gran masa ahí, yo seguí jugando y mi tío se fue a lavar y volvió al rato.
Carlos se queda ahí con su celular después de un rato se quita la pijama y queda en traje de baño, ese que le dicen la “tanga narizona” y desde ahí entendí el motivo de ese nombre, se le veía increíble su entrepierna, era algo como de modelos pero con doble tamaño, yo seguía jugando y estaba en el borde de la piscina, tenía flotadores igual, mi tío comienza a jugar con mi primo con una pelota, hacían peleitas, lo cargaba, aguantaban respiración y cantidad de cosas
Carlos: Ven Carina, juega con nosotros.
Carina: me da miedo ir allá, es muy hondo.
Julián: mi papi te puede cargar, yo ya sé nadar.
Carlos: Ven te cargo.
Se dirige a mi y yo me suelto en sus brazos, mi inocencia era exagerada, me agarró de su cuello y me lleva a una parte más Honda, cada vez me aferro más a él, tenía algo de miedo pero no había notado que sus manos estaban sobando mis nalgas bajo el agua.
Carlos: amarra tus piernas en mi torso para que te sientas más segura.
Eso hice, mis piernas trataron de rodear lo pero era muy ancho, parecía una garrapata pegada a él, mi primo seguía jugando en ocasiones con nosotros y se aferraba también de mi tío para reponer energías en el nadado, yo seguía asustada pero sentía sus dedos rozar mis nalgas.
Carlos: que bonito traje de baño tienes sobrinita, te vez hermosa.
Carina: gracias tío…
Carlos: estás más grande y hermosa, siempre lo has sido.
Carina: gracias.
Ya mis piernas no aguantaban así que las quito de su torso y quedan estiradas sobre su cuerpo rosando justamente en su entrepierna que al parecer ya estaba a mil, sentía algo duro y justo a la altura de su ombligo, con los años supe que sí a un hombre le llega la verga a su ombligo es un Dios, él me acerca a la orilla, yo estaba frente a frente con él.
Carlos: Julián, ven juguemos a aguantar respiración.
Julian: síiiii, yo quiero!
Mi primo queda sostenido sobre el hombro de mi tío a un lado de nosotros, yo estaba contra la pared de la piscina y aplastada por mi tío, nos explica las reglas pero me sobaba su verga contra mis pies, a la vez me manoseaba las nalguitas yo ya estaba algo intrigada y nerviosa.
Carina: tío, qué es eso tan duro?
Carlos: Julián, ve juga aparte que voy a hablar con tu primita.
Mi primo entiende y se va a jugar más retirado de nosotros, se le notaba cierta malicia a mi tío y Julián hizo una cara de complicidad con algo de culpa a la vez
Carlos: debes hacer menos preguntas y dejar que yo te cargue cuando quiera… lo que viste con mi hijo cuando le huntaba la crema tampoco debes decirlo a nadie, queda claro?
Carina: si tío, no me regañes.
En ese momento me sentí tan intimidada que quería irme de ahí, quería llorar, pero siento que sus dedos hacen a un lado mi traje de baño y rosa mi colita, me apreta las nalgas, me las abre y mete los dedos para hacer presión en mi ano, movía sus dedos de forma circular tratando de entrar, yo estaba asustada, lo miro a los ojos y su mirada era diferente, algo fuerte, desafiante, dominante y parecía que me quería comer con ella.
Carina: tío, ya no quiero jugar.
Carlos: tú juegas hasta que yo te Diga, sino te voy a pegar, tu padre siempre me ha dado permiso y te dice que me hagas caso, les diré que eres desobediente y que dices groserías, quieres eso!?
Carina: pero yo no digo groserías, no quiero jugar.
Carlos: OK, voy donde tus padres.
Me lleva hasta la piscina baja, me deja ahí y sale hacia donde mis padres, cuando me bajó pude ver que se verga ya se salía del traje de baño, él toma su toalla y se tapa.
Carina: tío!!!! Juguemos mejor, sí quiero jugar.
Me sentí asustada pero no quería que me regañaran, me tío se devolvió, se sentó en el borde de la piscina dando la espalda a la casa, sus piernas estaban abiertas y lograba verse esa gran masa de carne preñadora, pero en esos tiempos lo veía con algo de adrenalina, me daban nervios y mariposas en el estómago.
Carlos: jugaremos luego y no quiero que nadie sepa lo que te dije ni la forma en que jugamos, vale?
Carina: sí tío.
Carlos: Julián, ven hijo, debemos salir ya, vamos a saludar a tus tíos, vamos Carina.
Se salen de la piscina y comienzan a cambiarse delante de mí, Julian lo hacia con total naturalidad para no mojar la casa y mi tío mira hacia todas partes, se baja la tanga narizona y puedo ver la verga más hermosa del mundo, salió disparada hacia su torso, era dura, gruesa, venosa y dos hermosas bolas colgadas de él, su color era oscurita y con un glande algo rojizo, la verdad me dio mucho miedo en ese momento, pero seguía sintiendo esa adrenalina dentro de mi, algo me decía que quería tocarlo, olerlo, y jugar con él, por otra parte sabía que estaba mal. Él se pela el glande, se más turba unos segundos para que yo mirara y se voltea hacia su hijo, Julián lo mira y me mira después como asustado, solo duró unos segundos y mi tío se puso la toalla, nos mira a los dos suelta una risa pícara y se mete a la casa después.
A mis 5 años no entendía mucho lo que pasaba pero no tenía idea de lo que estaba por pasar. Nos metimos a la casa, nos cambiamos, almorzamos, hicimos actividades en familia y todos a dormir..
Esa noche vuelvo a tener a mi visitante, pero esta vez quería saber quién era, pienso que es mi tío así que tenía que descubrirlo para tratar de saber un poco más de sus juegos que me daban algo de mariposas en el estomago.
Ando en mi cama, vuelve y entra, Realiza lo mismo, se quita la ropa, me besa los pies, soba mis piernas y chupa mi vaginita, para ser sincera se sentía rico, a esa edad tenía algo de miedo pero me daba gusto sentir esa lengua grueso en mi gallito, dentro de mi. De un momento a otro me “despierto” y trato de sentarme.
Carina: quién eres?
Intruso: sssshhhhh (silencio)
Carina: no quiero hacer esto.
Me tapa la boca y me quita la ropa, yo estaba ya sentada y hacía algo de fuerza para oponerme pero era imposible ante los brazos de un hombre grande y mayor, con la oscuridad no podía definir su rostro.
Quería gritar pero tenía miedo, hasta tamblaba, siento sus dedos tratando de entrar en mi concita mientras otra me manoseaba el cuerpo, yo seguía sentada en posición de yoga, cruzo mis manos como si estuviera enojada e indispuesta a lo que me hacían, no sirvió de nada, me fuerza a quitar las manos, al contrario me abre las manos para que lo abrace y poder cargarme y ponerme encima de él acostados, en ese momento paso mis manos sobre su cabeza y descubro que no es calvo, lo cual es la primera prueba de que no era mi tío Carlos, mi tío es calvo, en ese momento quedo fría porque ahora sí que no sabía quién se aprovechaba de mí y mi inocencia
Continuará
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Las Aventuras de Carina – Capítulo 01
Resulta que desde pequeña siempre fui muy curiosa pero mis padres veían muchas cosas mal por sus creencias religiosas, otras las veían normal o no prestaban atención.
De los primeros recuerdos que tengo es cuando me bañaba con mis padres, en ocasiones con los dos o sino con uno de ellos, sobre todo con mi padre porque mi madre se encargaba del quehacer de la casa y bañarme implicaba también vestirme.
Mi padre siempre se bañaba conmigo en ropa interior y yo también, recuerdo que él me sobaba el cuerpo y cuando debía lavarme mis partes me decía “te toca a ti” mi madre me había enseñado aunque en ocasiones creo que él lo hacía, yo solo lo hacía y me detenía mucho a mirar su bulto porque era muy diferente a lo que yo tenía, él lo notaba y se volteaba para quitármelo de la vista. Para vestirme era muy normal el proceso.
Hubo un día que nos fuimos de paseo a una finca con mi tío Carlos que es el hermano mayor de mi padre, su esposa e hijo y también mi abuelo Pedro con mi abuela. Al otro día llegarían mis dos tíos gemelos que eran 1 año menor que mi padre. Era un paseo de familia y lo hacíamos muchas veces. Mi primo Julián y yo éramos los mimados, él tenía 7 en esos tiempos, yo 5 años.
Cuando nos íbamos a dormir habían suficientes habitaciones para todos, era muy grande el lugar así que yo tenía mi propia habitación, mis padres en otra y así sucesivamente.
Los cuartos eran grandes y oscuros porque eran de madera. Yo estaba durmiendo y siento que la puerta se abre, me cubro porque me daba miedo que fuera algún monstruo, siento que se sube a mi cama alguien muy grande, yo solo cerraba fuerte mis ojos, se mete debajo de las cobijas por mis piernas, podía sentir su respiración sobre mis dedos, subiendo poco a poco por mis piernas, me acomoda para quedar boca arriba con mis ojos aún cerrados, me separa las piernas con mucha fuerza ya que estaba apretándolas, siento algo que algo me roza como pelos de barba cortos, eso me hizo erizar, sus manos van sobre mis piernitas y eran tan grandes que me daban la vuelta completa sus dedos agarrando fuerte mis piernas, siento una aspiración intensa en mi entrepierna, la nariz se entierra en mi pequeña vaginita y seguía la respiración fuerte, sigue subiendo por mi vientre, y esa barba me hacia cosillas en la panza por lo cuál suelto risitas pero me hacia la dormida para que no me hiciera nada malo.
Sus besos comienzan a esparcirse por todo mi torso, sus manos me agarran de la cintura, puedo sentir más su peso sobre mis piernas aunque las había abierto bastante para él meterse en medio mío.
Me sube el blusón y me lo quita con una mano mientras me sigue besando, yo solamente me seguía dejando por miedo a la oscuridad también, siento que me da besos en el cuello y en mis pezones planos, siento esa lengua rasposa, gruesa y muy mojada hacer presión y succión en mis tetillas de niña virgen, se sentía tan rico pero a la vez tenía miedo porque nunca había hecho eso, además yo seguía “dormida”.
Cada vez su peso está más en mi y puedo sentir una piernas gruesas, muy gruesas encima de mí, con una sola piernas me podría tapar todo el cuerpo y era peluda, podía sentir sus bellos con mis manos abiertas hacia cada lado, me besa el cuello, me manosea toda y besa mis labios, se sentía raro, eran unos labios gruesos, fuertes y muy húmedos con ganas de entrar en ti, siento su lengua entrando en mi boquita y me succiona a mis labios también como si quisiera sacar jugos de ellos.
La noche se hacía eterna, este hombre se tomaba su tiempo para satisfacerse conmigo, me tenía a su merced y sin oposición mía, puedo sentir que baja nuevamente, abre mis piernas me quita mis calzones, pone su cara justo en mi raja y huele fuerte, sus pelos me Dan cosquillas haciéndome soltar risitas, pero me interrumpe poniendo un dedo en mi boca.
Un corrientaso recorre mi cuerpo entero y siento un frío por toda mi pelvis que eriza mi piel, me dio un vacío fuerte en el estómago y una gran ansiedad de querer sentir más, era porque me metió la lengua a mi Vagina, ese corrientaso me hizo hasta gemir un poco, él seguía, se ayudaba abriendo los labios con sus dedos, parecía que me iba a partir en dos mi órgano.
Él se dedicaba buen tiempo a chupar, lamer y succionar suave y fuerte mi Vagina, la verdad nunca había sentido eso y era delicioso aunque tenía algo de miedo, estaba fría, temblorosa y muy ansiosa, mi cuerpo quería tenerlo ahí toda la vida pero no sé podía.
Comienzo a sentir más rico cuando me toca mi clítoris y lo chupa de una manera extraordinaria, le daba lengua y lo dejaba muy mojado, era exquisito.
Vuelvo a sentir el corrientaso cuando levanta mis piernas y pasa su lengua por mi ano, apreto fuerte y suelto risitas, dando como reacción un pequeño mordisco.
Así transcurrió durante buen rato, se sentía rico pero veces era brusco el trato sobre todo cuando me hacía presión con un dedo y lo metía y sacaba hasta cierta parte, al parecer no me había roto todavía, cuando me metía la lengua gruesa se sentía rico, era una humedad dentro de mi que al tiempo me generaba calor y placer además de sentir su respiración fuerte en mis labios vaginales lampiña.
Después de un buen rato siento que sale de mis piernas y se ubica a un lado mío, me besa, mete un dedo a mi boca y siento que la abre, mete su lengua para después acomodarse y acercar hacia mis labios algo semiduro que logran el contacto con mi boquita, me abre con sus dedos un poco más la cavidad y siento un olor a sudor combinado con algo de loción, no olía tan mal pero también sentía ese olor característico de orines sin ser exagerado el olor, así que ya tenía más abierta la boca y con su dedos me saca algo de saliva, humedece lo que me estaba metiendo y logro sentir una gota que salía de él, era un líquido baboso, con sabor algo salado, no me gustó pero tenía que seguir “dormida”.
Era su verga la que me estaba metiendo, su glande estaba entrando pero no podía más porque yo no cedía con mis labios, toma una de mis manos y la lleva hasta sus bolas… bolotas, eran unos testículos muy grandes, se sentían bastante pesados y en mi manos se los masajeaba, en ese momento sentí raro, y algo de miedo pero siendo sincera es delicioso tener unos testículos de esos tamaños en mis manitas, no sentía pelos.
Me hace subir hasta algo más duro y venoso, se sentían unas venas gruesas, mi mano no alcanzaba a rodear su tronco, él comienza a masturbarse con mi manito, escucho algo de respiración fuerte, gemidos y siento su glande en mi boca… suelta varios corros y caen dentro de mí, en ese momento ya no aguanté así que trato de botarlo pero él me cierra la boca y por inercia trago todo esos chorros… fue un sabor raro, sentía algo viscoso, que entró caliente pero rápido se puso temperatura ambiente, yo sigo haciéndome la dormida, siento que el hombre se baja de la cama y se va del cuarto.
Las Aventuras de Carina – Capítulo 02
Después de tener la visita del intruso misterioso yo logré dormir y me desperté al otro día a jugar con Julián en la piscina que teníamos, mis tíos gemelos Zack y Joan habían llegado al rato, nos saludamos y fueron donde mis padres a conversar.
Mientras jugábamos nosotros se acerca mi tío Carlos dirigiéndose a su hijo, él es alto, buen cuerpo y calvo.
Carlos: Julián, te pusiste protector solar?
Julián: no papi, no lo encontré.
Carlos: Ven, sal de la piscina yo te pongo.
Mi primo se sale y se dirige donde su padre, yo sigo jugando con unas muñecas en la parte baja de la piscina.
Carlos: siempre debes ponerte el protector, el sol a esta hora es muy fuerte.
Fijo mi mirada hacia ellos y veo cuando mi tío le mete la mano a la cola de mi primo, le soba el protector y apreta fuerte sus nalguitas, mi primo no decía nada, era como si fuera parte del proceso pero luego mi tío saca la mano se echa más protector y escupe sus dedos e introduce otra vez pero en toda la dirección de su rayita, podía verse encima del traje de baño que abría las nalguitas y presionaba en círculos a mi primo, él solo se acomodaba como si le pasarán corrientasos, su padre seguía moviendo en círculos mientras con la otra mano lo sostenía fuerte de su vientre para que no se cayera por la fuerza con la que ejercía en él, podría afirmar que en ese momento soltaba un gemido y en ese instante mi tío me mira y se asusta sacando rápidamente la mano de la cola de mi primo pero era evidente que en su dedo índice tenía algo de heces, estuvo bastante adentro. Le da una nalga da y Julián sale corriendo hacia mi para seguir jugando, como estaba sentado con sus piernas abiertas se le podía marcar una gran masa ahí, yo seguí jugando y mi tío se fue a lavar y volvió al rato.
Carlos se queda ahí con su celular después de un rato se quita la pijama y queda en traje de baño, ese que le dicen la “tanga narizona” y desde ahí entendí el motivo de ese nombre, se le veía increíble su entrepierna, era algo como de modelos pero con doble tamaño, yo seguía jugando y estaba en el borde de la piscina, tenía flotadores igual, mi tío comienza a jugar con mi primo con una pelota, hacían peleitas, lo cargaba, aguantaban respiración y cantidad de cosas
Carlos: Ven Carina, juega con nosotros.
Carina: me da miedo ir allá, es muy hondo.
Julián: mi papi te puede cargar, yo ya sé nadar.
Carlos: Ven te cargo.
Se dirige a mi y yo me suelto en sus brazos, mi inocencia era exagerada, me agarró de su cuello y me lleva a una parte más Honda, cada vez me aferro más a él, tenía algo de miedo pero no había notado que sus manos estaban sobando mis nalgas bajo el agua.
Carlos: amarra tus piernas en mi torso para que te sientas más segura.
Eso hice, mis piernas trataron de rodear lo pero era muy ancho, parecía una garrapata pegada a él, mi primo seguía jugando en ocasiones con nosotros y se aferraba también de mi tío para reponer energías en el nadado, yo seguía asustada pero sentía sus dedos rozar mis nalgas.
Carlos: que bonito traje de baño tienes sobrinita, te vez hermosa.
Carina: gracias tío…
Carlos: estás más grande y hermosa, siempre lo has sido.
Carina: gracias.
Ya mis piernas no aguantaban así que las quito de su torso y quedan estiradas sobre su cuerpo rosando justamente en su entrepierna que al parecer ya estaba a mil, sentía algo duro y justo a la altura de su ombligo, con los años supe que sí a un hombre le llega la verga a su ombligo es un Dios, él me acerca a la orilla, yo estaba frente a frente con él.
Carlos: Julián, ven juguemos a aguantar respiración.
Julian: síiiii, yo quiero!
Mi primo queda sostenido sobre el hombro de mi tío a un lado de nosotros, yo estaba contra la pared de la piscina y aplastada por mi tío, nos explica las reglas pero me sobaba su verga contra mis pies, a la vez me manoseaba las nalguitas yo ya estaba algo intrigada y nerviosa.
Carina: tío, qué es eso tan duro?
Carlos: Julián, ve juga aparte que voy a hablar con tu primita.
Mi primo entiende y se va a jugar más retirado de nosotros, se le notaba cierta malicia a mi tío y Julián hizo una cara de complicidad con algo de culpa a la vez
Carlos: debes hacer menos preguntas y dejar que yo te cargue cuando quiera… lo que viste con mi hijo cuando le huntaba la crema tampoco debes decirlo a nadie, queda claro?
Carina: si tío, no me regañes.
En ese momento me sentí tan intimidada que quería irme de ahí, quería llorar, pero siento que sus dedos hacen a un lado mi traje de baño y rosa mi colita, me apreta las nalgas, me las abre y mete los dedos para hacer presión en mi ano, movía sus dedos de forma circular tratando de entrar, yo estaba asustada, lo miro a los ojos y su mirada era diferente, algo fuerte, desafiante, dominante y parecía que me quería comer con ella.
Carina: tío, ya no quiero jugar.
Carlos: tú juegas hasta que yo te Diga, sino te voy a pegar, tu padre siempre me ha dado permiso y te dice que me hagas caso, les diré que eres desobediente y que dices groserías, quieres eso!?
Carina: pero yo no digo groserías, no quiero jugar.
Carlos: OK, voy donde tus padres.
Me lleva hasta la piscina baja, me deja ahí y sale hacia donde mis padres, cuando me bajó pude ver que se verga ya se salía del traje de baño, él toma su toalla y se tapa.
Carina: tío!!!! Juguemos mejor, sí quiero jugar.
Me sentí asustada pero no quería que me regañaran, me tío se devolvió, se sentó en el borde de la piscina dando la espalda a la casa, sus piernas estaban abiertas y lograba verse esa gran masa de carne preñadora, pero en esos tiempos lo veía con algo de adrenalina, me daban nervios y mariposas en el estómago.
Carlos: jugaremos luego y no quiero que nadie sepa lo que te dije ni la forma en que jugamos, vale?
Carina: sí tío.
Carlos: Julián, ven hijo, debemos salir ya, vamos a saludar a tus tíos, vamos Carina.
Se salen de la piscina y comienzan a cambiarse delante de mí, Julian lo hacia con total naturalidad para no mojar la casa y mi tío mira hacia todas partes, se baja la tanga narizona y puedo ver la verga más hermosa del mundo, salió disparada hacia su torso, era dura, gruesa, venosa y dos hermosas bolas colgadas de él, su color era oscurita y con un glande algo rojizo, la verdad me dio mucho miedo en ese momento, pero seguía sintiendo esa adrenalina dentro de mi, algo me decía que quería tocarlo, olerlo, y jugar con él, por otra parte sabía que estaba mal. Él se pela el glande, se más turba unos segundos para que yo mirara y se voltea hacia su hijo, Julián lo mira y me mira después como asustado, solo duró unos segundos y mi tío se puso la toalla, nos mira a los dos suelta una risa pícara y se mete a la casa después.
A mis 5 años no entendía mucho lo que pasaba pero no tenía idea de lo que estaba por pasar. Nos metimos a la casa, nos cambiamos, almorzamos, hicimos actividades en familia y todos a dormir..
Esa noche vuelvo a tener a mi visitante, pero esta vez quería saber quién era, pienso que es mi tío así que tenía que descubrirlo para tratar de saber un poco más de sus juegos que me daban algo de mariposas en el estomago.
Ando en mi cama, vuelve y entra, Realiza lo mismo, se quita la ropa, me besa los pies, soba mis piernas y chupa mi vaginita, para ser sincera se sentía rico, a esa edad tenía algo de miedo pero me daba gusto sentir esa lengua grueso en mi gallito, dentro de mi. De un momento a otro me “despierto” y trato de sentarme.
Carina: quién eres?
Intruso: sssshhhhh (silencio)
Carina: no quiero hacer esto.
Me tapa la boca y me quita la ropa, yo estaba ya sentada y hacía algo de fuerza para oponerme pero era imposible ante los brazos de un hombre grande y mayor, con la oscuridad no podía definir su rostro.
Quería gritar pero tenía miedo, hasta tamblaba, siento sus dedos tratando de entrar en mi concita mientras otra me manoseaba el cuerpo, yo seguía sentada en posición de yoga, cruzo mis manos como si estuviera enojada e indispuesta a lo que me hacían, no sirvió de nada, me fuerza a quitar las manos, al contrario me abre las manos para que lo abrace y poder cargarme y ponerme encima de él acostados, en ese momento paso mis manos sobre su cabeza y descubro que no es calvo, lo cual es la primera prueba de que no era mi tío Carlos, mi tío es calvo, en ese momento quedo fría porque ahora sí que no sabía quién se aprovechaba de mí y mi inocencia
Continuará
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