La violación secreta

Toulouse

Pajillero
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May 4, 2014
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España
Llegando de fiesta al piso, mi amigo y yo coincidimos con una vecina. Ya la vimos de lejos llegando al portal tambaleándose. Al llegar nosotros, seguía intentando introducir la llave en la cerradura. Pero era incapaz. El nivel de borrachera que traía, le impedía siquiera estar quieta.
La saludamos y estuvimos un rato viendo como iba. Ella intentó hablarnos pero solo pudo balbucear. No se la entendía nada. Ella sola se apartó unos pasos, y se quitó los tacones. Con gran esfuerzo porque realmente le era complicado coordinar sus movimientos. En ese gesto, la vimos una braga negra llena de transparencias. Se insinuaban unos labios bien depilados y finitos. Ella iba con un vestido con algo de vuelo y al sentarse en el suelo ni reparó en que al abrir las piernas nos enseñaría todo.
Mi amigo y yo nos pusimos muy cachondos. Además de esas vistas, al estar de pie y ella sentada. El escote era otra tentación. No muy grande pero tampoco sin nada. Digamos que tamaño ideal para una mano.
Abrimos la puerta y la ayudamos a entrar. Mi amigo, aprovechó para manosearla el culo. Ella apenas se enteró ni protestó. Cruzamos las miradas mi amigo y yo y vimos la oportunidad.
En lugar de dejarla en su casa, la llevamos a nuestro piso. Según entramos la llevamos hasta el sofá. Ella ni extrañó el piso.
Quedó tumbada bocabajo, a lo largo del sofá pero con las piernas por fuera. Estaba apoyada con sus caderas en el reposabrazos y cuerpo en los asientos. Ella quería hablar pero no se la entendía. Mi amigo, rápidamente, apartó el vestido hacia su cuerpo. Tenía un culo riquísimo. Nalgas redonditas y pequeñas veladas por la fantasía de encaje de la braga tipo culotte. Mi amigo tiró con fuerza hasta que se las dejó a la altura de las rodillas. Ya no quiso saber más. Fue directo a por los agujeros de la chica. Agarró con ahínco las nalgas de la chica y perdió su cabeza entre ellas. La chica en un primer momento no supo qué ocurría. Se intentaba mover pero no podía. Hasta que sintió la lengua y los dedos de mi compañero de piso por su cuerpo. Comenzó a quejarse y gritar. Yo cogí lo primero que encontré y se lo metí en la boca diciéndola: “Calla puta”. La amordacé con una camiseta y le dí un par de bofetadas. En esas, vi la cara de mi amigo asomar entre los glúteos de la chica y con mucho entusiasmo me dijo:

  • Está como una perra la hija de puta
  • ¿Si?
  • Puffff… tiene el coño chorreando y aun no la he metido nada. Solo comérselo
  • ¿Y está sabroso?
  • jajajajaja. ¡Escucha! (Le da un par de cachetes en el culo a lo que ella responde gritando enmudecida con la camiseta que tiene en la boca) Y ahora verás…. ¡Prueba! (Me ofrece un dedo que previamente ha pasado por la entrepierna de ella)
  • Mmmm… Si que está deliciosa. -Respondí yo-
Mi compañero, se levanta de donde estaba, va a su cuarto y aparece con una pastilla. Muy decidido, me pide ayuda para dar la vuelta a la chica. “¡Sujétala ahí un poco!” Él se echa sobre ella con medio cuerpo para inmobilizarla. En una de sus manos lleva la pastilla y con la otra mano. Le quita la camiseta y la tapa la nariz. “¡Vamos zorra! Tómate el caramelito.” La dice, mientras intenta que abra la boca. Ella se resiste y se retuerce en el sofá. Yo no lo veo, pero escucho un tortazo. un escupitajo y la chica gruñendo.
Acto seguido, todo va bajando de intensidad hasta que queda la calma absoluta de la noche. Mi amigo entonces se da la vuelta y me dice que todo solucionado. Que es momento de disfrutar. Se empieza a quitar ropa hasta quedarse desnudo con el rabo bien duro.
Se acerca de nuevo a la cara de la chica, le abre la boca con la mano y le mete la polla en la boca. Despacio hasta que consigue acomodarla por completo dentro de su garganta. Me mira, y me dice: “Pues tiene buenas tragaderas. Tiene que comerla de lujo” Y comienza a follarle la boca mientras ella está profundamente dormida. Yo me voy al otro lado del sofá y me recreo viéndola el coño. Todavía rebosante de humedad. Lo acaricio con un dedo y un escalofrío recorre mi cuerpo. Con una leve presión, mi dedo se pierde en las profundidades de su cuerpo. Por dentro, aun está más húmeda y desprende un calor ardiente. Me recreo en la sensación de su interior. Mucha humedad, calor ardiente y sensación de estrechez. Por fuera tiene la piel bastante blanquita, tersa, suave, sin ningún pelo. Unos labios perfectos que terminan en un ano que parece un asterisco en el centro de sus nalgas. Imposible no empalmarse con esas vistas tan de cerca.
La sujeto los tobillos con mis manos, uno con cada, y me los coloco por mis hombros. Tiene unas piernas finas y torneadas también sin pelo. Sus pies son preciosos. Muy apetecibles de ver y de tacto relativamente suave. No lleva pedicura pero no la necesita, se ven que son pies cuidados.
El momento de introducir mi polla en su coño es muy excitante. Al estar dormida, tiene el coño especialmente estrecho. Así que meterla es como desvirgarla. No es sencillo y cada centímetro que la entra, noto en la punta de la polla como se abren sus entrañas. Está caliente pero no tanto como al principio. También hay algo menos de humedad. Pero las sensaciones son muy placenteras. Esto sumado al morbo del momento que lo es todo.
Mi amigo, se aparta de su cara e intenta sacarle las tetas por encima del sujetador y el escote. Pero no salen mucho porque no son muy grandes. Se las manosea, las chupa y me dice que me de prisa que él ya está a punto mientras se masturba a una mano.
Me pregunta por el coño de ella, se lo explico y me da un empujón para probarlo él. Sin miramientos mete su polla hasta el fondo y le da duras embestidas. Todo el cuerpo de ella, se mueve y vibra al ritmo que marca mi amigo. 4 o 5 embestidas. La sujeta por las piernas en alto y me pide que la sujete yo. Que ponga las piernas de ella por encima de su cabeza. (de ella)
Él usa sus dedos con el culo de la chica. Le veo el movimiento de brazo de agitarlo al follarlo. Él solo asiente con la cabeza, y la inclina hacia los lados en gesto de duda. Usa una mano para mantener abierto el ano de ella, y con la otra mano sujetándose el tronco de la polla, empuja hacia dentro. Ahora va con más calma que antes. No consigue que entre su polla por el culo con tanta facilidad como por el coño. Además, no deja de resoplar por el exceso de placer que siente. Según la folla, ella suelta pequeños gemidos apenas inaudibles.
Con toda la polla enterrada en el culo de ella, me mira con sonrisa malvada y empieza a sacudir sus caderas. Hacia delante y hacia atrás. “¡Uff locoo! ¡Que gusto romper un culo a pollazos!” Yo le miro con cierta envidia. Hasta que me doy cuenta de que la chica, se está moviendo un poco. Le hago señas a mi amigo. Él la mira, mira el reloj y me dice: “Hay que darse prisa”. En ese momento, aumenta el ritmo de sus caderas y los golpes son más secos. Empieza a tener la respiración agitada hasta que se le desgarra de la garganta un quejido. Entra en convulsiones y veo como se le ponen los ojos en blanco. Estaba teniendo uno de sus mejores orgasmos. Fatigado y agotado, mira hacia abajo y saca su polla del culo de ella lentamente. Y asombrado comenta: “¡Joder, no le sale ni la leche! Si que se la he metido al fondo” Unos segundos de silencio, y comienza rápidamente a vestirse. De mientras, me dice que le ponga las bragas a la tía.
En esto que la chica comienza a despertarse muy desorientada. Mi amigo me dice que la coja por los hombros y él la lleva por los pies. Que tenemos que sacarla y dejarla en el rellano. Junto a la otra puerta, que es en el lado que vive ella. Así cuando se termine de despertar, pensará que no pudo entrar en casa porque se equivocó de planta.
Tal cual lo pensamos lo hicimos. Allí la dejamos, sin hacer ruido. Nos volvimos a nuestro piso cuidadosamente y como si nunca hubiera ocurrido nada. Este es el pequeño y morboso secreto que tenemos entre mi amigo y yo.


Espero sus comentarios y opiniones!! Y si quieren un relato de fantasía similar, lo hablamos por privado ;)
 
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