La Oficial Bonnie, mi madre y Jerry su Hijo - Parte 1 y 2

heranlu

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La Oficial Bonnie, mi madre y Jerry su Hijo - Parte 1


La oficial de las que les voy a contar se llama Bonnie, una madre soltera pelinegra, poseedora de un gran estado físico, un par de tetas enormes, unos muslos grandes y gruesos, y un culo gigantesco. Bonnie había servido desde muy joven en el cuerpo de policía, y era considerada como la mejor agente de su ciudad debido a su gran desempeño a la hora de capturar criminales, así como el gran valor que demostraba a la hora de enfrentar los interminables peligros de la ciudad. Fue gracias a ese gran sentido del deber que esta mujer tenía que fue condecorada, en más de una ocasión, con la medalla al valor (la más alta condecoración que puede recibir un oficial al servicio de la ley). Sin embargo, pese a que Bonnie parecía ser la oficial perfecta, tenía un secreto muy turbio, y es que se sentía atraída sexualmente hacia Jerry, su único hijo varón.

El deseo sexual de Bonnie por su propio hijo despertó un día en el que, por accidente, lo vio desnudo mientras se bañaba, y descubrió que este tenía una verga inmensa, comparable a la de un africano. Desde ese día, la oficial no pudo quitarse esa imagen de su cabeza, y constantemente fantaseaba con tener relaciones sexuales con su propio hijo, al mismo tiempo que se masturbaba pensando en la enorme verga de este. Pese al inmenso deseo que ella sentía hacia su hijo, Bonnie era capaz de esconderle sus verdaderos sentimientos, y Jerry jamás se dio cuenta de los oscuros deseos de su madre… hasta ahora.

Todo comenzó una mañana como cualquier otra, en la que Bonnie se despertaba, se ponía su uniforme (el cual era tan ajustado que le ayudaba a resaltar sus enromes atributos femeninos) y bajo hasta la sala para prepararse su desayuno, pero, para su sorpresa, Jerry ya tenía todo listo para comer.

“¡buenos días, mama!” exclamo el joven (quien tenía 20 años)

“¡pero que sorpresa!” exclamo la oficial (de 38 años) con gran alegría “¡no debiste haberte molestado!”

“¡es lo mínimo que se merece una gran oficial como lo eres tu!” exclamo Jerry, y le dio un cálido abrazo a su madre

Al terminar de desayunar, los dos se prepararon para seguir con sus rutinas diarias.

“¿a qué hora regresaras hoy?” pregunto Jerry

“posiblemente de noche, ya que me toca hacer doble turno y tú, ¿qué harás hoy?”

“me reúno con unos amigos para pasear y para pasarla bien”

“perfecto ¡nos veremos entonces!”

“¡espera, mama! olvidas tu billetera” dijo Jerry, mientras sostenía el objeto en su mano

“¿serias tan amable… de metérmela… en el bolsillo trasero del pantalón?” pregunto Bonnie, tratando de disimular la excitación que le provocaba la situación

“¡Por supuesto!” exclamo Jerry quien, inocentemente, acato la orden, sin percatarse de la cara de excitación que puso su madre al sentir como su mano le rozaba levemente el culo

Al salir de su casa, Bonnie se subió a su patrulla y se fue conduciendo hasta un callejón solitario por el cual casi no pasaban peatones. Una vez allí, la oficial se bajó los pantalones y se empezó a masturbar, pensando en la situación que había vivido con su hijo y como este casi le toco ligeramente el trasero.

“¡soy la peor madre del mundo!” pensó ella, con tristeza y con excitación, a la vez que se daba placer a sí misma “¡soy una puta asquerosa! Sé que no debería sentirme así por mi propio hijo, pero mi deseo hacia él es tan grande que hace que mi instinto materno y mi sentido del deber desaparezcan, y que mi cuerpo sea controlado únicamente por la lujuria. No sé cuánto tiempo podré seguir reprimiendo este deseo… ¿Qué pensara mi hijo al enterarse de lo golfa que es su madre? ¡De seguro me odiara si sabe lo que siento por él!”

Una vez que fue capaz de calmar su culpa y su lujuria por lo ocurrido, Bonnie continúo con su patrullaje de rutina.

Durante el resto de la tarde, Bonnie estuvo recorriendo las calles de la ciudad, y lo único que hizo fue poner alguna que otra multa de tránsito y llamarle la atención a algún que otro transeúnte por ensuciar espacio público. Parecía que iba a ser un día de lo más tranquilo para la milf policía, hasta que recibió un mensaje por la radio de su patrulla, el cual le informaba que un ciudadano anónimo había reportado a un joven misterioso que parecía estar vendiendo sustancias ilícitas. Tras recibir el mensaje, la mujer condujo inmediatamente hasta la dirección que le dijeron, y rápidamente pudo identificar al sospechoso en una esquina. Pese a que Bonnie no le pudo ver la cara al joven debido a que este usaba una capucha para esconder su rostro, no le quedo ni la más mínima duda de que si estaba vendiendo pastillas de metanfetaminas, ya que varias personas estaban

“¡ALTO, POLICIA!” grito Bonnie, mientras bajaba de su patrulla y enseñaba su placa

Al ver a la oficial, todos los compradores huyeron y el vendedor intento escapar, pero la persiguió a este último. Tras una breve persecución entre los callejones de la ciudad, Bonnie pudo derribar al sospechoso y colocarle más esposas.

“¡así te quería agarrar, escoria!” exclamo la oficial, pero, al levantarle la capucha al sospechoso para poder verle la cara, se llevó una enorme sorpresa “¿¡JERRY!?”

“hola… mama” dijo el joven, avergonzado

Luego del shock de descubrir que su hijo era un vendedor de drogas, Bonnie lo requiso, le quito toda la mercancía que llevaba encima, y lo subió esposado al asiento trasero de la patrulla.

“no lo entiendo” dice Bonnie, molesta “¿Por qué lo hiciste?”

“es que me ofrecieron muchísimo dinero… y bueno… termine accediendo” dijo el joven, asustado

“¡te he dicho una y mil veces que el dinero fácil nunca trae cosas buenas!”

“¡lo sé, y lo siento, no volverá a pasar!”

“y claro que no volverá a pasar, porque te tendrás que hacer responsable de lo que hiciste ¿tienes idea de la enorme cantidad de pastillas que llevabas encima? Te darán de 8 meses a un año de prisión”

“¡no, mama, por favor, no quiero ir a la cárcel!” exclamo el joven, aterrado “¡por favor, haz la vista gorda y déjame ir! Hazlo por mi ¡soy tu único hijo!”

“lo lamento, Jerry, pero no puedo hacer eso ¡la ley aplica para todos, hasta para mi propio hijo!”

“¡por favor, te lo suplico, hare lo que quieras!”

Al escuchar esa última frase tan desesperada de su hijo, los instintos primitivos y deseos lujuriosos de Bonnie nublaron por completo su sentido del deber, y se le ocurrió una macabra idea.

Un rato después, Bonnie detuvo su patrullero en el mismo callejón donde se había masturbado ese mismo día.

“¿Dónde estamos?” pregunto Jerry “¿no vas a entregarme?… ¿o acaso me dejaras ir?”

Bonnie, ignorando por completo las preguntas de su hijo, se bajó de la patrulla, abrió el baúl de la misma, saco una colcha que tenía, la coloco sobre el suelo, y luego hizo que Jerry bajara del vehículo.

“¡creo que este es el mejor lugar!” exclamo la oficial, mientras miraba a sus alrededores “¡nadie me podrá molestar!”

“¿molestar para qué?”

“¡para esto!” exclamo la oficial, quien agarro con fuerza a su hijo de los hombros y le dio un apasionado beso

Al estar siendo besado en contra de su voluntad, Jerry trato de librarse de su madre, pero fue incapaz de hacerlo, no solo porque aún tenía las manos esposadas tras la espalda, sino también porque Bonnie era mucho más fuerte que él. Finalmente, y tras un largo y apasionado beso, ambos separaron sus bocas.

“¿PERO QUE CARAJOS, MAMÁ?” gritó el joven, y su madre le metió una cachetada inmediatamente

“¡ni se te ocurra gritar! Ahora yo mando aquí” exclamo ella, mientras agarraba a su hijo del cuello “vas a hacer todo lo que diga cuando lo diga ¿está claro? Ahora date la vuelta”

Jerry, con excitación y miedo, acato la orden de su madre y se puso mirando la pared del callejón, y esta le bajo los pantalones, le apoyo las tetas contra la espalda, y lo comenzó a ahorcar con la mano derecha mientras que le hacia una paja con la izquierda.

“parece que no te requise bien, porque aún tenías una tremenda arma entre los pantalones” dijo Bonnie, mientras le pasaba la lengua por el cuello al jovencito

“¡oh, mierda!” suspiro Jerry, al sentir todo lo que le estaba haciendo su madre “¡esto está muy mal!”

“si esta tan mal ¿Por qué están más duro que una piedra? ¡Ahora abre la boca!” ordeno la oficial, su hijo acato la orden, y esta le escupió dentro de la boca

Tras recibir tantos estímulos en tantas zonas distintas del cuerpo, Jerry termino eyaculando contra la pared del callejón, y su madre lo empujo para lamer aquella mancha de semen.

“fue muy poco ¡quiero más!” exclamo la milf, quien se arrodillo frente a su hijo, y se la comenzó a chupar con muchísimo ímpetu

La mamada que Jerry recibió por parte de su madre fue tan intensa que hizo que todo su cuerpo se estremeciera, tanto de la excitación que le provocaba ese acto sexual como de lo perturbador que le parecía que su propia progenitora le estuviese dando sexo oral. Por su parte, Bonnie no solo se limitó a mamarle la verga a Jerry, sino que también la lamio, la cacheteo, y hasta la escupió varias veces. Luego de saciar su hambre de verga, la milf, hizo que su hijo le diera la espalda, e introdujo violentamente su lengua dentro del culo del mismo

“¡PUTA MADRE!” grito Jerry, entre gemidos de placer culposo

“¡cállate, imbécil!” ordeno Bonnie, quien amordazo a su hijo utilizando su propio cinturón, y prosiguió lamiéndole el ano

Después de un rato, la mujer se quitó los pantalones, hizo que su hijo se arrodillara frente a ella, le quito el cinturón de la boca, le agarro la nuca, y le estampo la cara de este contra su entrepierna.

“¡chúpalo!” ordeno la milf, y luego gimió al sentir la lengua de su hijo en su coño “hazlo lento y suave ¡tomate todo el tiempo que quieras para explorar el lugar por el que naciste!”

Luego de un buen rato recibiendo sexo oral por parte de su hijo, Bonnie hizo que este apoyara su espalda contra la pared, y luego se dio la vuelta, dándole una visión perfecta de sus gigantescas nalgas.

“¡aquí viene el culo de mami!” exclamo ella, y se inclinó hacia delante con mucha violencia, dejando la cabeza de su hijo atrapada entre sus nalgas y la pared del callejón

“¡mama… yo… no respiro!” exclamo Jerry, quien tenía la cara completamente metida entre las nalgas del culo de su madre

“si quieres que te deje respirar, tendrás que darme un beso negro” exclamo ella, mientras agitaba su trasero “¡así que será mejor que te pongas a lamer!”

Sin más opción, Jerry metió su lengua dentro del ano de su madre, y esta sintió un placer tan grande que tuvo que morderse un dudo para evitar gritar apasionadamente.

“¡sigue… SIGUE!” dijo la oficial, completamente perdida en el placer “¡no dejes ni un solo lugar de mi culo sin explorar con tu lengua, sucio traficante de mierda!”

Tras disfrutar de un intenso beso negro, Bonnie libero la cabeza de su hijo de su culo, hizo que este se acostara sobre la tela, se colocó encima de él, e introdujo el gigantesco pene de Jerry dentro de su coño. Al momento de la penetración, madre e hijo pegaron un gran gemido de placer.

“¡que rico!” exclamo Bonnie, mientras cabalgaba con furia la verga de su hijo

“¡mama… debemos parar…!” exclamo Jerry quien, a pesar de que disfrutaba el sexo, sabía que era incorrecto

“¡ya no hay vuelta atrás!” exclamo ella, mientras se abría la camisa, dejando al descubierto sus enormes tetas “¡en vez de decir estupideces, mejor usa tu boca para chuparme las tetas!”

Jerry acato las ordenes de su madre, y ambos quedaron inmersos en un estado completamente animalístico, en donde los lazos de sangre ya no valían nada y solo importaba el placer sexual. Luego, la mujer se sacó la verga de su hijo del coño, se la introdujo en el culo, y continúo cabalgando.

“¡DIOS MIO!” grito Jerry “¡ES DEMASIADO APRETADO!”

“¡LAMEME AQUÍ!” grito Bonnie, mientras colocaba la cabeza de su hijo debajo de su axila, y este comenzó a pasarle la lengua “¡MAS, LAME MAS FUERTE!”

Finalmente, y luego de haber soportado un montón de actos sexuales forzados e increíblemente lascivos, el pene de Jerry estaba a punto de explotar.

“¡mama… ya no aguanto!”

“¡ESO ES TODO MIO!” grito la madre, quien se sacó la verga de Jerry del culo y se la introdujo dentro de la boca

Al ya no poder aguantar más, Jerry libero, con las pocas fuerzas que le quedaban, una gigantesca carga de semen dentro de la boca de su madre, y esta se la trago toda como si nada. Al terminar el acto sexual incestuoso, la madre se acostó al lado del hijo, quien apenas se podía mover. Tras recuperar el aliento, Bonnie le quito las esposas a su hijo, lo subió a su patrulla, y se fue manejando.

En el camino de regreso a su casa, Bonnie no pudo dejar de pensar en lo que había hecho.

“finalmente ha ocurrido ¡he violado a mi propio hijo!” pensó ella, con cierta preocupación “¡de seguro me odia! No sé qué pase ahora entre nosotros, pero sé que no puedo dar marcha atrás. Bueno… que sea lo que Dios quiera y, si quiere odiarme, lo entenderé”

Al llegar a su casa, Bonnie se cargó a Jerry en los brazos, lo llevo a la habitación de este, y lo acostó sobre la cama.

“si tu no dices nada, yo no diré nada” le susurro Bonnie al oído “y no quiero que vuelvas a vender drogas ¿entendido?”

“¡Por supuesto!”

“ahora descansa, que yo debo regresar al patrullaje”

Pese al montón de sentimientos encontrados que rondaban dentro de su cabeza por todo lo que había hecho, y con la insoportable intriga de lo que podría pasar con la relación de su hijo, la oficial se sube a su patrullero, y se va a cumplir con su trabajo.
 

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La Oficial Bonnie, mi madre y Jerry su Hijo - Parte 2



Han pasado 3 días desde lo ocurrido en aquel sucio callejón y, desde entonces, ni Bonnie ni Jerry se habían pronunciado al respecto. Ambos actuaban con de manera distante, y evitaban hablar entre ellos o darse cualquier gesto de cariño.

Bonnie, en su momento, se había sentido realizada y satisfecha al cumplir su tan ansiada fantasía sexual de tener sexo con su propio hijo, pero, ahora, era incapaz de soportar la indiferencia de este, pues añoraba la época en la que ambos tenían una relación cordial y cariñosa.

Finalmente, la oficial no pudo aguantar más la situación, por lo que se armó de valor y fue a confrontar a su hijo, quien estaba en su habitación.

“¿puedo pasar?” pregunto la milf

“¡adelante, mama!” exclamo Jerry, y su madre ingreso al cuarto

“tenemos… que hablar”

“¿de qué?”

“tú sabes perfectamente de que” dijo ella, entre lágrimas “escucha, sé que actué como una puerca asquerosa, que usé las influencias de mi trabajo y mi superioridad física para someterte sexualmente en contra de tu voluntad. Yo, en su momento, anhele cumplir mi fantasía más que nada en el mundo, pero ahora lo que más deseo es recuperar tu amor y que volvamos a ser la familia tan unida que fuimos. Es por eso que te ruego que me perdones, aunque entenderé si no puedes hacerlo… ¿Quién podría perdonar a una madre después de lo que te hice hacer?”

Al ver a su madre llorar, Jerry se acercó a ella, y le acaricio el rostro.

“me parece sumamente valiente lo que hiciste, madre” dice Jerry, con muchos nervios “fuiste mucho más valiente que yo al hablar primero, porque yo también te quería decir algo”

“¿Qué cosa querías decirme?”

“¿quieres… ser mi… amante?” pregunto avergonzado el joven, y la oficial se quedó sorprendida

“¿amante?… ¿acaso no quedaste con un trauma por todo lo que te hice hacer?”

“bueno… al inicio si me resulto perturbador que mi madre me forzara a tener sexo con ella pero, después de que tú te fueras y me dejaras acostado en la cama, me di cuenta de lo mucho que había disfrutado todo lo ocurrido. La verdad es que, cada vez que pienso en lo que paso en aquel callejón, mi corazón se agita y mi verga se entumece”

“¿y por qué no me dijiste nada desde entonces? Pensé que me odiabas”

“¡para nada, yo jamás te odiaría! Al contrario ¡ahora te amo más que nunca, mama! Lo que pasa es que no encontraba el valor para expresar mis sentimientos por ti” exclamo el joven, mientras le agarraba las manos a Bonnie “sé que sonara muy bizarro lo que voy a decir, pero ese día no solo ultrajaste mi cuerpo, sino también mi corazón, y no te puedo sacar ni de mi verga ni de mi mente. Es por eso que te pido que, por favor, aceptes ser mi “madre con derechos””

“¿estás seguro de esto? ¿Realmente quieres tener una relación amorosa con una mujer que no solo te abusó sexualmente, sino que también es tu propia madre?”

“¡es lo que más deseo en el mundo!”

“¡ay, mi amor, claro que si quiero!” exclamo Bonnie, con gran alegría, y abrazo a su hijo “¡me acabas de hacer la madre más feliz de todo el mundo!”

“¡y tú me acabas de hacer el hombre más feliz del universo!” exclamo Jerry, y beso apasionadamente a su madre

“escúchame… no quiero arruinar el momento… pero toda esta situación me puso cachonda… así que…”

“¡pienso igual!” exclamo Jerry, y él y Bonnie se rieron “ponte tu uniforme de policía y búscame en el sótano de la casa en diez minutos. Tengo una sorpresa para darte”

“¿Qué sorpresa?”

“¡ya lo veras!”

Unos minutos después, Bonnie se reunió con su hijo en la entrada del sótano, vistiendo su uniforme policial.

“¡te vez muy sexy con tu ropa de policía!” exclamo Jerry, excitado

“¡gracias, amor!” exclamo la milf, y beso a su hijo “¿y que sorpresa me querías mostrar?”

“sígueme” dijo Jerry, quien agarro a su madre de la mano, y ambos bajaron por las escaleras

Al llegar al sótano, Bonnie se sorprendió al ver una piscina inflable, varios bidones de aceite para masaje, y un bolso lleno de juguetes sexuales.

“te presento nuestro nido de los pecados” dice Jerry “aquí, podremos satisfacer nuestros impuros deseos todo lo que queramos sin ser molestados”.

“¡no lo puedo creer!” exclamo emocionada la oficial “pero… ¿de dónde sacaste el dinero para comprar todo esto?”

“me sobro algo de dinero de la venta de drogas. De todos modos, no tienes de que preocuparte, no he vuelto a vender pastillas desde lo que ocurrió aquel día. Pero dime ¿te gusta?”

“¡me encanta, es perfecto!” exclamo ella, y luego agarro a su hijo del cuello “ahora abre la boca para que mami te de su recompensa”.

Jerry acato la orden de su madre, y esta le escupió dentro de la boca.

“¿te gusta?”.

“¡me fascina!” exclamo el joven, mientras acariciaba levemente la entrepierna de Bonnie

“te recuerdo que manosear a una oficial de la ley es un delito muy grave” dijo ella, excitada “¡voy a tener que castigarte!”

“¡y yo acepto el castigo con gusto!”

“¡pues entonces deberás desnudarme con la boca!”

Jerry acato la orden de su madre con mucho gusto y, a medida que le sacaba la ropa, también aprovechaba para besar, lamer, y hasta morder su cuerpo voluptuoso. Al cabo de unos pocos minutos, Bonnie quedo completamente desnuda, dejándose puesta únicamente su gorra de policía. Luego, la oficial comenzó a desnudar a su propio hijo y, al igual que este hizo con ella, aprovecho cada instancia que se le presento para poder saborear su cuerpo.

Una vez que los dos estuvieron completamente desnudos, se metieron a la piscina inflable, Jerry abrió uno de los bidones de aceite para masaje, derramo todo aquel liquido resbaloso sobre el cuerpo de su madre, y ambos empezaron a besarse. El aceite iba cubriendo cada centímetro de los cuerpos de los dos amantes a medida que estos se manoseaban mutuamente.

“¡no te olvides de estas!” exclamo Bonnie quien, con un amoroso abrazo, metió la cabeza de su hijo entre sus gigantescas tetas.

“¡jamás lo haría!” exclamo Jerry, mientras chupaba y lamia los pechos de su madre

Tras estimular las tetas de su madre a chupones, Jerry metió su verga entre ellas, y Bonnie le hizo una paja rusa con sus pechos perfectamente aceitados.

Luego, Jerry se colocó encima de su madre, y ambos empezaron a hacer el 69.

“¡me encanta escuchar cómo se ahoga con mi verga!” pensó Jerry, mientras le chupaba el coño a su madre

“¡su lengua es súper tierna!” pensó Bonnie, mientras le mamaba la verga a su hijo “¡lo amo con locura!”

Finalmente, ambos acabaron al unísono, y ambos se bebieron los fluidos corporales de sus respectivos amantes.

“¡delicioso!” exclamaron los dos al mismo tiempo, y se besaron.

Luego, Bonnie le puso un condón a Jerry, y saco unas pelas anales del bolso en donde tenía guardado todos los juguetes sexuales.

“¿son para mí? ¡Que romántico!” exclamo la oficial, con alegría

La mujer se empezó a meter todas las perlas una por una dentro del culo y, una vez que se las metió a todas, su hijo se colocó encima de ella y penetro su coño con su enorme verga. La cogida entre madre e hijo fue tan intensa que la piscina de goma en la que estaban metidos se estremeció, y varias gotas del aceite de masaje cayeron afuera de esta.

Al cabo de un buen rato, ambos se separaron, y Jerry le saco las perlas anales a su madre de un solo y fulminante tirón, haciendo que esta pegase un inmenso grito de placer.

“mama… ¿estás bien?” preguntó el joven, preocupado

“¡no te angusties, tu madre está muy bien!” exclamo ella, y luego le dio un beso en la mejilla “mi grito no fue de dolor ¡fue de un profundo placer!”

“¿sabes?… me pregunto cuanto castigo será capaz de soportar tu culo” dijo Jerry, excitado.

“¡pues vamos a averiguarlo!” exclamo la oficial, quien estaba súper emocionada por la idea, y se colocó en cuatro.

Antes de empezar con todo lo que tenía planeado, Jerry embadurno con abundante aceite el culo de su madre, se quitó el condón que tenía puesto, y le penetro violentamente el ano con su pito.

“¡Si, papi!” grito Bonnie, quien estaba enloquecida por el placer “Castiga a esta puta por haberte violado ¡Desquita todo tu furia, tu placer, y tu amor en el ano de mami!”

Luego de varios minutos cogiendo el culo de su madre con todas sus fuerzas, Jerry hizo que esta se acostara del lado derecho, le saco la verga del ano, y le metió uno de sus dedos. De madera progresiva, Jerry fue introduciendo cada vez más dedos dentro del culo de su madre, hasta que termino por meterle la mano completa.

“¡Mierda, mierda, mierda!” gritaba Bonnie, mientras se le caían las lagrimas

“¿quieres que pare?” le pregunto preocupado Jerry

“¡No, y si lo haces me voy a enojar mucho! ¡quiero que metas y saques tu mano de mi culo!” ordeno Bonnie, y su hijo la obedeció

Tras varios minutos de tortura anal, Jerry saco su mano de la cavidad de su madre, y esta suspiro alegremente.

“creo que nos pasamos” dijo Jerry, quien se quedó sorprendido por la inmensa resistencia de su madre “¿realmente estas bien?”

“si, mi culo aguanta… aunque no me vendría mal un besito para que se recupere más rápido” dijo Bonnie, y Jerry le sonrió

Jerry se acostó boca arriba sobre la superficie de la piscina, su madre se sentó en su cara, y este comenzó a darle un amoroso beso negro. Mientras su hijo le lamia el culo, Bonnie aprovecho para sacar un vibrador del bolso y comenzó a masturbar su clítoris con él. Al cabo de unos minutos, Bonnie tuvo un gran orgasmo, y luego se acostó al lado de su hijo.

“mama… estoy a punto de acabar…” dijo Jerry, quien ya no podía aguantar mas

“¡acaba donde quieras!”

Jerry, tomándole la palabra a su madre, acabo sobre la cara de esta, manchándole la boca, el pelo, y hasta la gorra de policía. En cuanto termino de liberar su semen, Jerry se acostó al lado de su madre, y ambos se abrazaron tiernamente.

“¡me acabas de hacer la mujer más feliz del universo, Jerry!” exclamo Bonnie, con gran alegría “¡gracias por dejarme amarte como madre y como amante al mismo tiempo!”

“¡Gracias a ti por darme uno de los mejores días de mi vida!” exclamo el joven, y le dio un romántico beso a su madre

Algunos días después, Bonnie se encontraba en la estación de policía fichando archivos, hasta que es llamada por el comisario, quien le pide hablar a solas en su oficina.

“¿quería hablar conmigo, jefe?” pregunto Bonnie

“si, Bonnie, te llame porque necesito darte una importante noticia” dijo el comisario, el cual era un hombre de avanzada edad “¿sabes que yo ya me jubilo la semana que viene?”

“si, señor, todos en la estación lo saben, hasta le estamos preparando una fiesta de despedida. La verdad, lo voy a echar de menos, señor ¡Ha dejado un legado imborrable en la historia del cuerpo policial!”

“si, lo he hecho, y quiero que ese legado continúe. Es por eso que he decidido que tu tomaras mi lugar cuando yo me haya retirado”

“¡señor… está seguro…!” exclamo Bonnie, sorprendida “¿realmente quiere que yo sea la nueva comisaría?”

“¿y por qué no? Tú has sido mi subordinada más leal, tienes años de experiencia, y has cumplido tu deber con valor y responsabilidad. Tienes más madera de policía en un solo pelo que muchos oficiales en todo el cuerpo, y es por eso que eres la candidata ideal para ocupar este puesto”

“¡es un gran honor, señor!” exclamo Bonnie, contenta, mientras estrechaba la mano de su jefe “¡le juro que no lo voy a decepcionar!”

Tras la reunión con su jefe, Bonnie regreso a su trabajo con gran alegría, y ansiosa por ver que nuevas aventuras le esperarían en el nuevo puesto que iba a ocupar.

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