LA HUMILLACIÓN DEL HIJO VOYEUR

tantomorbo

Virgen
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LA HUMILLACIÓN DEL HIJO VOYEUR.

Alma es una madre de 40 años divorciada con un hijo que ésta en la adolescencia, Jacobo tiene 21 años y tiene problemas de aislamiento social y había sufrido discriminación y objeto de prejuicios, se habían trasladado a una nueva localidad y alquilado un chalet en una zona cercana al núcleo urbano, su hijo empezó a estudiar diseño grafico.

Jacobo empezó a tener problemas con algunos chicos de la localidad, pero hizo amistad con Teo un chico 3 años mayor que él, aunque su amistad tan solo era una fachada, lo que Teo consiguió fue atemorizar y aprovecharse de las bondades y abnegación de Teo, empezó a ir por su casa y cuando Teo vio a Alma enseguida emprendió una obsesión con ella, de igual forma, ella a pesar de que no lo relaciono, también sufrió una extraña sensación de captación.

Alma no era la típica mujer atractiva que hacía que los hombres se girasen para mirarla, pero si desataba el suficiente morbo en personas a las que les atraían las mujeres de esa edad, pelo corto, 1.65 de altura, unos 70 kg de peso, un poco regordeta, pero con un buen culo y unas buenas tetas, todavía erguidas para su edad, no solía vestir muy provocativa, más bien un poco anticuada.

Enseguida Jacobo asedió a Teo a preguntas sobre su madre y así supo que se había divorciado hace unos 6 meses traumáticamente por las infidelidades de su marido.

- A ver si folla un poquito - le dijo Jacobo - desde que se divorcio tiene un carácter que cualquiera la aguanta.

- Tú madre es una buena jaca - le contestó Teo - ¿Te la imaginas follando?

- ¡Pues no me importaría verla hacerlo! - le contestó sorprendiéndolo Jacobo - a veces se masturba, la oigo gemir y me tengo que hacer una paja.

- ¡Si me la follo, te dejare que lo escuches y lo veas! - le dijo Teo a modo de broma, pero urdiendo un plan para hacerlo.

Aquella noche, cenando su madre también acosó inconscientemente a su hijo a preguntas sobre su amigo, cuando se fueron a dormir, la habitación de la madre quedaba totalmente opuesta y apartada con la de su hijo, Jacobo se quedo un rato viendo una serie, al ir a dormir pasó sin hacer ruido por la habitación de Alma y escucho como se estaba masturbando, él se hizo una paja en silencio.

El siguiente fin de semana Teo se quedo a dormir en casa de Jacobo, aquella noche fue muy lluviosa y cuando acabaron de cenar Alma recogió la cocina, Teo no perdió ni un detalle de cómo se movía ella, incluso le hizo algún gesto obsceno a su hijo. Cuando acabo se fue a cambiar y al volver provoco la mirada de Teo y su propio hijo, llevaba una bata que dejaba ver un camisón sin sujetador y vieron como sus tetas se movían al hacer el gesto de sentarse, sus pies cubiertos por una zapatillas dejaban ver sus sensuales dedos con sus uñas perfectamente pintadas.

Era muy temprano y la fuerte lluvia y el viento azotaban el chalet, en estos casos tenían muy mala cobertura de internet y televisión, Jacobo propuso jugar con una botella a reto o verdad, lo habían jugado a menudo anteriormente, tuvieron que explicarle a Teo como se hacía, según quedaba la botella uno podía preguntar a otro en público o hacerlo en privado al oído al otro y tenía que contestar de la misma manera, optaron por hacerlo de manera atrevida. Lanzaron la botella y las primeras preguntas se las hicieron madre e hijo respectivamente, en una de las preguntas Jacobo le pregunto a su madre si le gustaba Teo y ella hizo un gesto dubitativo totalmente avergonzada, la botella giro y le dio la oportunidad de preguntar Teo a Alma.

- ¡Una pregunta en privado! - dijo Teo, Alma le acerco la cara y él le susurro al oído - ¿Cómo te portas en la cama?

- ¡bufffff! - suspiro ella - ¡Eres un descarado! - pero acerco la cara al oído de Teo - ¡Supongo que soy una mujer normal!

Volvieron a girar la botella y esta vez le toco a Alma preguntar a Teo.

- ¿Cómo te crees que soy en la cama? - le pregunto Alma a Teo al oído, pero al acercarse le puso la mano en la pierna, Teo sujeto la mano de Alma con la suya descaradamente y la miro con una sonrisa morbosa y se acerco a su oído.

- Creo que ahora eres una reprimida - le susurró él al oído - pero que alguien te tiene que sacar lo putita y guarra que llevas dentro.

Alma quedo paralizada por el descaro que le demostraba aquel chico, se miraron fijamente unos segundos desafiándose, ella apartó la mirada avergonzada.

- Unas preguntas más y me voy a dormir - dijo Alma.

- ¡Venga mama! - se quejo Jacobo - ahora que lo empezamos a pasar bien.

Lanzaron unas veces más la botella y Alma le pregunto varias cosas a su hijo y la botella le dio otra vez la oportunidad a Teo que ya iba a por todas.

- ¿Sexo anal? - le pregunto al oído Teo descarado, ella rápidamente soltó un No rotundo y sonoro.

La botella le volvió a dar la oportunidad a Teo y no perdió la ocasión.

- ¿Te gusta chuparla? - le dijo al oído desafiante.

Alma le hizo un gesto afirmativo con la cabeza, tenía la cara desencajada y se mostró avergonzada, la botella esta vez le dio el turno a Alma.

- ¿La tienes muy grande? - le preguntó Alma deslenguada.

Teo vio la oportunidad de la noche y se bajo el pantalón deportivo por debajo de la mesa y saco su erecto miembro, cogió la mano de Alma y la puso encima de su polla, ella hizo un gesto de asombro, miro a su hijo que quedaba al lado de ella y no podía ver lo que pasaba, Teo soltó su mano y la mano de Alma empezó a moverse y a descapullarlo. Jacobo se levanto un momento y se excuso para ir al lavabo.

- ¡Éstas loco! - le dijo Alma enfurecida - no puedes venir a acosarme en mi casa.

- ¡No te estoy acosando! - le susurró él convencido - Mira como tengo el rabo… ¡Hazme una paja!

- ¡Déjame! - le dijo Alma sollozando - ¡te lo suplico!

- ¡Enséñame las tetas y hazme una paja! - le murmullo Teo - ¡Y te dejo!

Alma lo miro desafiante, pero se bajo la bata y el camisón y sus imponentes tetas quedaron a la vista de Teo que alargo su mano y las empezó a manosear, ella soltó un suspiro y los pezones se le pusieron durísimos mientras le hizo un gesto para moviese su mano y ella le hizo una paja por debajo de la mesa, escucharon como Jacobo volvía del lavabo y Alma se puso bien el camisón y se tapo con la bata.

Jacobo entro en la cocina y Alma aprovecho para levantarse y se puso a recoger la mesa con la respiración agitada y Teo se metió la polla otra vez en el pantalón.

- Voy a preparar la play y jugamos una partida - dijo Jacobo y se fue al comedor dejando a su madre y a su amigo solos en la cocina y empezó a conectar cables a la televisión.

Teo se acerco a Alma y la arrincono contra la pared, ella forcejeo con él, pero enseguida se dio cuenta que la fuerza de sus brazos se imponía con claridad.

- ¡Déjame por favor! - le suplico Alma - ¡Hemos ido muy lejos! … no puede pasar

- Seguro que tienes el chochito bien húmedo - le dijo él haciendo un gesto para levantarle la bata.

Un grito de Jacobo desde el comedor le anuncio que estaba preparado para jugar la partida, Teo se separo de Alma dedicándole una sonrisa socarrona, ella se separó de él se fue al comedor seguida por Teo que se sentó al lado de Jacobo y empezaron una partida en la play, Alma se fue a la puerta de entrada y se fumo un cigarro en la entrada del garaje resguardada de la lluvia, estuvo pensativa, no entendía bien lo que había pasado y no podía asegurar que el amigo de su hijo se hubiese propasado o que ella misma lo hubiese consentido, pero una cosa era cierta, estaba muy cachonda y su coño muy húmedo.

Entro en casa y fue al comedor, ya habían acabado la partida y se iban a dormir, Jacobo se despidió de su madre con un beso, mientras Teo descarado se magreaba el paquete mirándola morbosamente.
 
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