LA HUMILLACIÓN DEL HIJO VOYEUR II

tantomorbo

Virgen
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LA HUMILLACIÓN DEL HIJO VOYEUR II

Había pasado una hora y toda la casa estaba en silencio, Teo se levanto de la cama y se dirigió a Jacobo.

- ¿Estas despierto?

- Si -contestó Jacobo

- Voy a hacerle una visita a tu mama - le anunció Teo - ¡Quédate aquí y no molestes!

Teo se fue en silencio Y Jacobo lo siguió también en silencio, vio como se metía en la habitación de su madre, dejo la puerta entreabierta y se metió en silencio en la cama sin hacer ruido. Alma estaba dormida y Jacobo se quedo en la puerta observando en silencio, Alma se despertó y encendió la luz y se encontró con la polla de Teo erecta a unos centímetros de su cara.

- ¿Éstas loco… Qué haces aquí? - susurró Alma alterada.

- ¡Cállate! - le contestó Teo en voz baja - Tu hijo ésta dormido.

- ¡Te lo suplico! - rogó Alma - me he equivocado y he ido muy lejos… ¡Para por favor!

- ¡Vuelve a enseñarme las tetas!

- ¡Te las enseño y te vas!

Jacobo se asomo y pudo ver como su madre estaba de espaldas y no podía verlo, en cambio Teo quedaba encarado hacía él de lado, podía ver como Teo le aparto las sabanas y el trasero y las plantas de los pies de su madre quedaron a la vista de Jacobo, su madre se bajo el camisón y sus tetas quedaron delante de Teo que no tardo en acariciarlas y magrearlas.

- ¡Venga ya esta! - susurró Alma - ¡Vete!

- ¡Mira como me tienes el rabo! - le susurró Teo

- ¡Ya ésta! - sentencio Alma - ¡Vete!

- ¿Quieres que grite? - le amenazo Teo mientras le daba golpes con la polla en la mejilla y la boca - y tu hijo venga y vea a su madre con las tetas al aire y con mi polla en tu cara.

- ¡Te la chupo un poco! - susurró Alma - ¡y te éstas callado!

Jacobo observaba atónito como su madre se entregaba a los deseos de su amigo y lo peor de todo es que él lo estaba también disfrutando, se saco la polla y empezó a hacerse una paja.

Teo se sentó en la cama con la espalda apoyada en el cabezal, Alma se puso de rodillas y agarró el tronco de la polla de Teo, se agacho y se la metió en la boca y empezó a chupársela. Teo se dio cuenta de que Jacobo los estaba observando y cerró los ojos y empezó a gemir placenteramente.

- ¡No hagas ruido! - le pidió Alma.

- ¿Te gusta chupármela gordita?

- ¡La tienes muy gruesa y dura! - le contestó Alma.

- ¡Cómo la chupas! - le dijo Teo complacido - ¡Que buena mamada!

- ¡Voy a parar ya! - anuncio Alma - ¡Ya ésta bien!

- Yo quiero que sigas chupándomela - le dijo Teo levantándole la cabeza y dándole un pico y después metiéndole la lengua en la boca a Alma - ¡Y tú no quieres quitártela de la boca!

Alma le hizo un gesto de aprobación y volvió a agacharse y a darle lametazos y metérsela en la boca.

- ¡Quítate las bragas!

Alma levanto la cabeza y le hizo un gesto negativo con la cabeza y Teo le dio un sonoro azote en el trasero, Alma soltó un gritito.

- ¡Eres un hijo de puta! - le susurró Alma mientras le ponía la mano en la boca a él para que no dijera nada y se quito las bragas, él las cogió con las manos y las olio.

Alma seguía chupándosela mientras la mano de él le masajeaba las nalgas y le llevo la mano a acariciarle el coño, le estiro de los pelos.

- ¡No me toques el coño! - le pidió ella con un gesto de enfado.

- ¿Porqué no quieres que te toque el chochito?

- ¡Estoy muy salida! - le confesó ella - ¡Me pongo muy caliente si me tocas el coño!

Teo hizo caso omiso y le empujo por la cabeza para que siguiera chupando mientras él le metía un dedo en él coño y empezó a moverlo, ella soltó un grito ahogado y le agarró le tronco de la polla con fuerza con la mano, él notó la excitación de ella y le subió la cabeza y la hizo sentarse encima de él.

- ¿Cuanto hace que no follas? - le susurró él al oído.

- Hace 6 meses que estoy divorciada y mi marido ya llevaba tiempo sin follarme - contestó ella sincera.

Jacobo observaba la escena en silencio, intensifico los movimientos de su paja y soltó un buen chorro de leche en un rincón, luego volvió a espiarlos otra vez con la polla erecta. ¿Sería capaz su madre de follarse a su amigo?

- ¡Vamos a follar un poquito! - le dijo él.

- ¡No puede ser! - le negó ella - ¡Esta mi hijo!

- ¡Quiero follarte!

- ¡Contrólate! - susurró ella.

- ¡Dime guarra! - le dijo él agarrándola y atrayéndola hacía él - ¿Tienes ganas de follar?e

- ¡Estoy muy caliente! - le dijo ella - ¡Te monto un poco y te follo yo!

Teo lanzo una sonrisa triunfadora y Alma guio con sus manos la polla hacía su coño, cuando bajo y notó el glande lanzo un suspiro.

- Tápame la boca con la mano - le pidió Alma

Teo obedeció y ella le paso las manos por los hombros y empujo su cadera hacía abajo y se clavo la punta de la polla en su coño, soltó un grito que quedo ahogado en la mano de él y ella volvió a empujar y s penetró media polla de él, soltó un suspiro enorme y se quedo mirándolo con los ojos y la boca abiertos.

- ¡No te ha entrado toda guarra!

- ¡La tienes muy gruesa y me duele! - susurró ella con voz ronca - ¡Ya te follo así!

Alma empezó a cabalgar a Teo lentamente y su coño engullía la mitad de la polla de él mientras lo miraba morbosamente.

- ¡Vaya polla que tienes cabrón! - le susurraba ella con la voz entrecortada.

Alma aceleraba más sus movimientos pero no profundizaba y empezó a gemir ligeramente, él le metió la bragas en la boca y con las manos le abrió las nalgas y apoyándose la penetro con fuerza y ella soltó un grito ahogado y sus piernas temblaron al sentir como aquella polla se abría paso en su coño, le hizo un gesto de pegarle con la mano en el pecho.

- ¡Tienes el chochito muy apretadito gordita! - se excusó él

- ¡No me la metas más! - le suplico ella quitándose las bragas de la boca - ¡Fóllame así!

Teo le subió las manos y las puso apoyándolas en el cabezal, le metió las bragas en la boca otra vez y la agarró de las tetas, ella hacía gestos de negación con la cabeza.

- ¡Agárrate guarra! - le anuncio él y apretó su polla profundamente - ¡quiero metértela entera!

Alma soltó un grito que esta vez ni las bragas pudieron mitigar y él rápidamente le tapo la boca con las manos y empezó a embestirla con fuerza, el cuerpo de Alma se agitaba y convulsionaba con cada penetración.

-¡No me folles así! - se quejo ella quitándose las bragas de la boca - ¡Nadie me la ha metido tan hondo como tú!

- ¡Cállate gordita y déjame follarte! - le susurraba él mientras la penetraba con fluidez.

Alma se apoyaba con las manos en el cabezal mientras sus tetas se movían encima de la cara de Teo, soltó un gritito y empezó a temblar.

- ¡Me corro! - le anuncio ella y empezó a temblar y se quedo apoyada encima de Teo un buen rato mientras él le magreaba y le apretaba las nalgas.

- ¡Vamos a seguir follando! - le dijo él.

- ¡No por favor! -le pidió ella - estoy muy cachonda y me vas a hacer gritar mucho.

- ¡Quiero seguir follándote!

- ¡Te lo suplico soy muy escandalosa cuando me follan bien! - se excusó - ¡Mi hijo puede oírnos!

Lo que no sabía Alma es que su hijo se acababa de correr otra vez haciéndose otra paja.

- ¡Te la chupo! - le dijo ella -¡Dejo que te corras en mi boca!

- ¡Pero me corro en tu boca! - le exigió

- A mi marido no se lo dejaba hacer, pero a ti te voy a dejar que te corras dentro.

Teo le hizo un gesto y le puso la mano en la cabeza y ella se agacho y empezó a hacerle una mamada, Jacobo aprovecho para ir a la cocina y volver con una fregona y pasarla por encima de donde se había corrido, cuando volvió a mirar Teo tenía las manos en la cabeza de su madre, la cara desencajada y empezó a gruñir y temblar y a soltar leche en la boca de Alma.

- ¡Mira como me trago la leche que te acabo de ordeñar! - dijo Alma que se relamió la boca y le enseño a Teo como jugaba con su esperma en la boca.

Teo se fue a la cama y Alma salió a fumarse un cigarro, Jacobo se hizo el dormido pero Teo lo despertó.

- ¡Te crees que tu madre es una santurrona que te lava la ropa! - le susurró Teo - ¡Es una hembra y necesita que la empotren!

Jacobo se quedo pensando, Teo tenía razón él veía a su madre como que solo follaba si su marido se lo pedía y depende que posturas no. Pero después de lo que había visto descubrió que su madre puta le gustaba más que su madre santurrona.

- ¡Tío explícame como te los has hecho con ella! - soltó Jacobo.

- ¡Tiene el chochito muy cerrado y apretado! - le contó Teo - y se ha quedado con unas ganas de seguir follando… ¡Mañana tienes que dejarnos solos!
 
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