La Hija Mayor

heranlu

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Todavia recuerdo la primera vez. Jamas podré olvidar el día en que mi padre me convirtio en su hembra. Aquella tarde estaba muy nerviosa, auque sabia que iba a pasar, por momentos abordaba mi mente el remordimiento, y no era para menos, ya que habia iniciado una aventura con mi papi. El viejo, que no lo era tanto, tenia treinta y ocho años y era un semental de verdad, y yo a mis 19 , ya era una verdadera zorrita.

Todo comenzó dos semanas antes cuando llevé a mi novio Diego a comer a casa. Por lo regular, en la tarde mi padre no estaba y mis tres hermanas salian a divertirse con sus amigas de colegio, así que, despues de la comida, mientras mirabamos una pelicula, aproveché la oportunidad y me entregue a los placeres que solo un chico puede darte. Al principio no me gusto que fuera tan rapido, queria que mi chico me llevara suavemente. Beso tras beso, el calor fue en aumento y la seriedad con la que Dieguito me trataba, se convirtio en una avalancha de caricias que, sin pedir permiso, se atrevian a recorrerme de pies a cabeza.

Despues de todo el tiempo que ha pasado no me acuerdo como hicimos para subir a mi habitación; mi pequeño niño, que estaba hecho una fiera, me tiró a la cama, una vez tendida, solo sentí como mi falda subió a la cintura y mis bragas volaron, inconcientemente abri un poco las piernas mientras el bajaba lamiendo todo mi abdomen; inmediatamente después, el calor de su lengua invadió mi sexo y no pude mas que arquear la espalda ahogando un gemido de placer.

Estaba tan nerviosa y exitada. Era la primera vez que un chico me lamia el coño y de verdad que lo estaba disfrutando. Con cada lenguetazo, una extraña electricidad se apoderaba de mi, y en los momentos en que sus dedos me penetraban comenzaba a pensar en el siguiente paso, de verdad queria que Diego me hiciera mujer, aún era virgen y en ese instante necesitaba a alguien dentro de mi. Cerré los ojos y de pronto, no senti nada. Cuando reaccioné, mi pequeño se estaba vistiendo asustado. Pregunte extrañada lo que ocurria, la respuesta fue que no podia hacerlo, tenia miedo de dejarme embarazada por no traer condones y además ya era tarde, tenia que irse.

Senti tanto coraje, que no me quedo otra alternativa que resignarme y furiosa no pude mas que encerrarme en mi habitación. Cuando cerré la puerta, mis piernas se doblaron y caí al suelo. Solo pude llorar y mis lagrimas corrieron hasta el piso. Mientras tanto, mis dedos intentaron terminar lo que la lengua de mi novio no habia podido, pero la llegada intempestiva de mi padre que tocaba a mi puerta también me interrumpió:

- Estas bien cielo? - pregunto algo agitado.

- Si papi no te preocupes - fué mi respuesta y se se marchó.

Por la noche, cuando todos ya estaban dormidos, mi padre fue a mi recamara. Estoy segura de que esperó a que mis hermanas se quedaran dormidas, y me pidio que fuera con el a su habitación. Me extraño mucho que lo hiciera, ya que nunca era tan misterioso para hablarme. Una vez en ahí, se acomodó a la orilla de la cama y me pidió que me sentara junto a él, me abrazó tiernamente, y acercandose a mi oido me dijo en voz baja:

- Terminaste lo que hacias por la tarde mi niña? - pregunto.

Quedé sorprendida con lo que me decia, cuando reaccioné y me di cuenta de lo que me preguntaba, sentí un escalofrio que me recorrió toda, tuve muchisimo miedo. Aún envuelta por su abrazo, baje el rostro y respondi asustada:

- A que te refieres papi? -

- Tu bien sabes a que me refiero Mari, lo que paso por la tarde con tu novio Diego-

Estaba tan asustada, que no supe que contestar, tampoco me dí cuenta del tono suave de sus palabras, y de la manera tan dulce en que me miraba.

- Estoy muy apenada sabes? - respondi tiritando.

- No te preocupes Mariel, aunque estoy un poquito enojado, no temas, calmate y cuentame que paso - su respuesta me sorprendió todavía más, hubiera jurado que esa noche era la ultima que pasaba en casa.

- Pues nada papi, que se me hizo facil dejarme llevar por el momento y comence a besarme con Diego, pero… tu lo viste todo verdad? -

- Así es mi niña, estaba espiandote por la puerta, me di cuenta de todo, pero ¿al parecer tu jamas te enteraste que yo estaba en casa es cierto? - me pregunto de nuevo.

- Pues no, la verdad es que pense que estaba solita… -

- Y bien, ¿como quieres que resolvamos este asunto Mariel? -

Mi padre pocas veces me llama Mariel, por lo regular usa algun adjetivo para dirijirse a mi, y aunque estaba segura que estaba furioso, no habia rastro en el de que quisiera hacerme daño.

- Mira mi niña, te voy a proponer una forma de solucionar este problema, y espero que estes de acuerdo y no me desobedezcas, ¿esta bien? -

- Si Pá de acuerdo - respondi agachando la cabeza.

- Respondeme entonces a todo lo que yo te pregunte, si quedo satisfecho con las respuestas, nos olvidamos del asunto ¿vale? - me dijo mientras me tomaba de la barbilla.

- Vale - respondi inmediatamente.

- Bueno pues comencemos -

- Dime hija, ¿es la primera vez que tienes sexo con un chico? -

- Si papi la primera - respondi casi de inmediato.

- …y dime… ¿te gusto? -

Aquella respuesta me dejó elada, nunca me imagine que me iba a preguntar eso, pero mas valia que respondiera.

- Pues… no… no papi, no me gusto - contesté sin mirarlo.

- Vamos corazon, no me mientas, que no soy ningun tonto, ¿te gusto? - volvió a preguntar, sostuve el aliento y sin más ni más, le dije:

- Si papi, me encanto, es la cosa mas deliciosa que he sentido en mi vida -

- Lo vez hija, que facil es decir la verdad, ahora contesta todo lo que te pregunte con el mismo entusiamo. ¿Vale? -

Aquella respuesta cambió la forma en que me sentia, puede mirarlo a los ojos y me dio confianza para lo que vendria. Inexplicablemente, me apreto un poco mas hacia él, y acariciandome el brazo volvió a hablarme:

- Ahora dime, que fue lo que hiciste con Diego, sé especifica por favor… -

- Pues… solamente… me acaricio y me beso… yo… -

-…y que más? -

- …me acaricio las piernas… lamio mis pechos y… el coño un ratillo Pá…-

- ¿y terminaste mi niña? -

- ¿a que te refieres? - respondí mientras lo miraba extrañada, - ¿preguntas que si me he corrido? - terminé.

- Así es Mary, ¿te corriste? -

- …pues no Pá, no… es que no he podido correrme todavía…- volvi a bajar la cabeza

- ¡Como que no terminaste amor!, ¿sabes? eso esta mal… nunca debes de quedar así… caliente y… seguro debes estar mojadisima… pero no te preocupes…-

En aquel momento mi papa me asusto, todo lo que dijo me desconcertó tanto que comence atener miedo. Se levanto de un brinco y corrió hacia la puerta, le puso llave y me dijo:

- Quiero que termines aqui y ahora, si lo haces asunto olvidado -

Estaba elada, no podia creer lo que me pedia, cómo queria que lo hiciera delante de él, delante de mi propio padre.

- No puedes pedirme eso papá… me siento avergonzada…- respondi enojada.

- ¿¡Y como crees que me senti yo cuando te vi tirada en cama con el coño devorado por un extraño Mariel, como!? -

- Pues si pero entre padre e hija no se debe… -

- Basta Mariel, lo vas a hacer y se acabó… - gruño agitado.

No pude decir nada más, y accedi a lo que me pedia, pero antes le rogue que no me viera, peticion que nego rotundamente, accediendo solo a vendarme los ojos para aminorar la verguenza que sentia.

Yo no era ninguna tonta, sabia perfectamentebien que mi padre estaba a mil con la situación, el haberme visto cojiendo con mi novio lo habia puesto caliente y no le importaba que fuera con su hija masturbarse enfrente suyo la manera de apagar el deseo que lo inundaba. Además tenia razon, yo tambien estaba super caliente desde la tarde y necesitaba terminar, la verdad, el morbo que me daba hacerlo delante de mi pá me puso mas caliente.

Una vez que dije si, mi padre, saco de un cajon un pañuelo, se sentó tras de mi y me vendo suavemente, cuando termino, dejo caer delicadamente sus manos acariciando mi espalda, hecho que me encendió como nunca y me dió fuerza para empezar.

- ¿Estás listo Pá? - pregunté - pues vale -

En ese momento me tumbe en la cama, quede un poco levantada por las almohadas así, mientras con la mano libre me acariciaba una de mistetas, comencé a darme dedo en el coño, sorprendentemente, ya estaba mojada cuando comence a tocarme; en dos minutos, la braga comenzo a estorbar asi que sin pena de por medio me la quite y me entregue al placer.

Por un momento, me dio muchisimo miedo, la conciencia me remordió y quise detenerme, pense en mi madre y senti que la estaba traicionando, pero derrepente pense en mi padre, parecia ausente, con los ojos cerrados no podia darme cuenta de lo que pasaba en la habitación así que, tras el silencio, supuse que estaria masturbandose de lo lindo. Valorando esto, me dije que esto no podia ser tan malo, además, era mejor que fuera mi padre, asi no habria reproches, asi que trate de divertirlo un poco con mis movimientos, de vez en cuando abria un poco mis piernas dejando ver la humedad de mi vagina, llevandome los dedos a la boca para saborearme y lubricarme mas, creo que todo eso me provoco un orgasmo, pero aun no era suficiente, quería mas.

Cuando me dispuse a trabajar en el final, senti las manos de mi padre jalandome, momento seguido senti su lengua invadiendo mi concha. Por segunda vez en el día, era lamida por alguien, pero de una manera distinta, ahora era mas fuerte y delicioso, en un millon de años hubiera sentido eso con Diego.

Cuando reaccioné, me quite la venda y de inmediato intente retirarme, pero mi Pá estaba pegado a mi:

- ¿¡Pero papá que diablos haces!? - grite asustada.

- ¡No me hagas eso por favor! - repliqué.

- ¿Porqué caramelito, acaso no te gusta? - dijo mirandome a la cara mientras intentaba seguir lamiendo y yo le separaba la cabeza con mi mano derecha.

- No es eso… solo que… entre padre e hija no se debe hacer… - dije, seguramente estaba super roja de la verguenza

- Dime mi niña, ¿acaso no me quieres? - pregunto mientras me daba una fuerte lamida en el coño.

- Pues si papi pero… esto… no es…-

- Pues yo te amo hija… y esta es una forma de demostrartelo -

Aunque le pedi que se quitara, no me escucho, siguio laminendo como hipnotizado.

- No Pá… mmmmm… por favor para…. Ahhhhhhhhh… que no debemos… siiiiiii… -

No pude mas asi que me le entregue de lleno. Lo que hasta hacia unos segundos era un forcejeo para quitarlo de mi conejo, ahora era un frenesi para acercarlo y sentir su lengua.

- Más… más corazón… mmmmmmmmmm… papi,papi… metela… mete tu lungua en mi hoyito…ahhh -

Era delicioso, entraba y salia de mi, me exito muchisimo verlo retirarse y escupir una gran cantidad de saliva para lubricarme, nunca me habia sentido tan humeda. En aquel momento era una hembra devorada por su señor. Recuerdo que gemia y hacia ruidos, no paraba de jadear y de suplicar que las caricias fueran fuertes. Cuando llego el momento, no pude mas que arquear y solte el cuerpo en orgasmo tan tremendo como nunca lo habia sentido.

Todo habia terminado, no podia hablar, mi pá se acerco y me dijo:

- ¿Te gusto mi caramelito? - a lo que asentí con la cabeza.

- ¿Papito? - pregunté.

- ¿De verdad me amas tanto? -

- Si mi vida te amo con toda el alma - respondió.

- ¿Y esa es la unica manera en que puedes demostrarme tu amor? - pregunté con un tono inocente mientras lo miraba.

- Si mi niña, asi es… -

- Pues entonces quiero que me lo demuestres todos los dias… -

Sin mas preambulo se acerco y me besó. Al principio no conteste el cariño, pero segundos despues, mi lengua jugueteaba con la suya, nunca me habian besado asi. La saliva salia a chorros mientras jugabamos poco. Nos quedamos dormidos, estaba exahusta.

Al día siguiente amaneci en mi recamara, estaba desnuda con el aroma de la noche todavia presente. Baje nerviosa a la cocina, mi padre preparaba el desayuno, mientras mis tres hermanas, se apuraban para ir a la escuela. No pudimos mirarnos a los ojos, cuando por alguna razon nos veiamos, imaginaba su lengua alrrededor de mi conejito. Discretamente meti mi mano en mi braga bajo la mesa y no podia creerlo, aun estaba caliente y mojada, definitivamente, me habia enamorado de mi Pá.

A los quince minutos, cuando Annie, mi hermana mas pequeña cerro la puerta e indicó que la casa estaba libre se acercó para hablar.

-Pá - le dije - aún no entiendo como paso esto, jamas me hubiera imaginado que lo haria contigo, pero… si mamá estuviera aqui nos mataria, pero creo que desde el cielo quiso que tu hija fuera la que llenara un poco el hueco que dejó - continué tratando de explicar la situación.

- Mira Mariel - me dijo - no trates de justificar nada, lo que hicimos esta mal, y lo sabes, lo de ayer fue un malentendido que nos afectó a ambos. A mi porque soy un hombre que se calienta muy rápido y no piensa cuando necesitaba sexo urgentemente, y tú, porque… estabas a mil con lo de tu novio y … te viste acosada… - termino nervioso

- Pues mira papa - segui - ya no soy una niñita, yo sabia lo que hacia no voy a negar que me senti mal, que me remordio la conciencia, pero… - en ese momento me interrumpio.

- ¿Pero qué? Ahora me vas a decir que no me sienta mal, no puedo dejar de pensar en lo que te hice, acabo de echar a perder tu vida hija… ¿lo entiendes? - dijo desesperado.

Tenia razón, nuestras vidas habian cambiado, pero la verdad, yo lo habia disfrutado tanto… y no era casualidad que aún estuviera tan caliente. En ese momento lo entendi todo. Que mas daba, si estaba bien o no no era ya momento de reproches, yo deseaba a mi padre y estaba segura que el a mi tambien, asi que traté de convencerlo.

- Dime papá - continué - que fue lo que te hizo decidirte a masturbarte con tu hija, tu eres un hombre muy lindo, seguro alguna mujer se hubiera acostado contigo… - lo mire a los ojos - dime ¿porqué conmigo? -

- Pues no sé, todo paso tan rápido. Cuando te vi tirada en la cama con tu cara transformada por el placer, no pude evitar pensar en ti como mujer… y… y… yo… -

-Dime Pá ¿que te gusto de mi? -

- Pues no lo sé… yo… te digo que fue el momento - decia angustiado.

En ese instante supe que estaba dudando, si habria de pasar algo, ese era el momento. Decidida, me quite la camiseta que traia y las bragas también, quede desnuda frente aél y le dije:

- Dime ¿que te gusta de mi papi? , no tengas miedo -

Me miró y acercandose poco a poco decia:

- Pues tu pelo… tus ojos … tus tetas… tu conchita… eres una verdadera delicia caramelito -

Ya lo tenia, me evalance sobre él y le plante un beso casi tan caliente como con el que habiamos terminado la noche.

- Vamos papi, hazme tuya otra vez si, por favor, por favor… - supliqué vehementemente - …quiero ser tu hembra, lo de anoche no fue casualidad, y que importa que este mal, asi sera nuestro amor papito… verdad que si me vas a poseer papi… -

Ahora el sorprendido era él, no podia creer que su pequeña era una zorra golosa que queria mas. Sin hablar, me cargo, y me llevo a su habitación. Mientras me llevaba, nos fuimos besando como amantes de verdad.

- ¿Así que mi caramelito resultó ser una verdadera zorrita golosa? -

- Mira nena - me dijo al llegar a la recamara.

- Lo de anoche paso porque… - se quedo pensando.

- Paso porque asi lo quisiste no pá…- le respondi

- ¿O vas a negar que me deseas? - continué.

- Vamos corazon, no me mientas, que no soy ninguna tonta, ¿te gusto? -

Ante esta respuesta, me miro a los ojos, y con una sonrisa me volvio a besar. Desde ese momento entendimos ambos que seriamos amantes, que nuestra relacion habia cambiado para siempre.

- Ya no me digas caramelito ni esas cosas, sabes que no soy una niñita - continué - tengo diecinueve años asi que mejor dime “zorrita golosa”, no sabes como me prende que me hables así -

- Muy bien mi zorra, y tu ya no me llames papá en la intimidad quieres? Llamame Julio…-

- Vale - accedí.

- De ahora en adelante voy a hacerte mia y voy a enseñarte el sexo como se debe, quieres? - si Pá… digo Julio ja ja -

- Sabes anoche eras tu la que importaba, asi que me dedique a hacerte feliz, quieres hacerme ahora feliz? - preguntó misterioso.

Con la cabeza accedi a su petición, me puse de pie, mientras el se quitaba los pantalones, de inmediato entendi lo que queria. Sin quitarse los calzones se tendio en la cama esperándome. Estaba a mil, aunque habia visto como hacerlo, nunca habia visto un falo y mucho menos lamerlo, pero vaya que lo deseaba. No era nunguna novata, sabía cómo prender un hombre, asi que se me ocurrio subirme a la cama y masturbarme enfrente suyo.

Le quite la truza y su miembro salio de un brinquito un poco erecto. No me sorprendio, no era muy grande, pero tampoco diminuto, bastante regordete eso si. En aquel momento, toque mi concha, estaba ya bastante mojada así que tome algo de jugo para untarselo, ante esto su falo termino de ponerse duro. Una vez que quedo empapado de mi, me incline y di el primer lenguetazo. No era la primera vez que probaba el jugo de mi concha, asi que el sabor me animo para seguir lamiendo.

El glande estaba delicioso, al lamerlo pequeñas gotas de juguito salian y se mezclaban con mi saliva, recorde lo que Julio habia hecho anoche y escupi un poco, los hilos de saliva que quedaban colgando entre su capullo y mis labios lo ponian a mil, solamente sentia sus manos en mi pelo acercandome mas. Pronto, me pidio que lamiera sus bolas, accedi sin dudar, las maneje con cuidado para no lastimarlo. Esto lo puso mas caliente. Me apartó del falo para besarme.

De verdad que estaba disfrutandolo, con cada lenguetazo, sabia que mi Pá estaba disfrutando de lo lindo. Ahora era suya. Lo que mas me gustaba era devorar los fluidos que salian de la punta. Era tan lindo. Mi Pá me decia como hacerlo, pronto me daba instrucciones de que parte debia agarrar y que parte debia lamer. Aprendi a frotarlo como una verdaera puta.

- Igual que tu mami niña mia - me dijo para besarme otra vez.

- Sabes igual que élla y lo chupas igual mi niña…-

-…no, mejor… ahhhh - decia gimiendo sin parar - eres igual de zorra y golosa que tu madre -

Por una extraña razon, no sentia ningun remordimineto por lo que hacia, al contrario, parecia adivinar todo lo que le gustaba a mi Pá. Por lo pronto yo seguía chupando cuando senti la indicación para moverme y ponerme encima suyo, sin dejar se lamer, puso mi concha en su cara y nos entregamos el uno al otro en delicioso sesentaynueve.

- ¿Sabes putita…? - me dijo - tu coño esta hecho un mar, de verdad que mojas demasiado nunca habia visto a una mujer humedecerse tanto - replicó, - voy a beber de ti todo lo que pueda -

Esas palabras fueron suficientes para calentarme aún mas. Dispuesta, continue lamiendo y frotando aquel falo que se levantaba palpitante frente a mi boca, lo unico que podia sentir a ciencia cierta, eran las cargas de saliva que escupia mi Pá en mi raja.

- Vamos a corrernos los dos juntos amor, ¿quieres? - me dijo de pronto.

- Si pá - respondi - mmmm… creo que estoy llegando ahora lindo…ahhhh -

Subitamente, senti que el orgasmo llegaba, le avise, a lo que me froto enfurecido para que mi orgasmo fuera mayor, cuando terminé, di un grito que estoy segura hubiera causado estragos con mis hermanas en casa, despues, en la sensibilidad de mi conejito aún senti su lengua jugueteando, voltee y le vi la boca atascada de jugo.

- Te ves precioso con mi leche en tu boca papito -

- Ahora vas tu corazón - replicó.

Acto seguido me apliqué en su glande para que se corriera. No pasaron dos minutos cuando senti que me abrazo por las caderas, cerré los ojos y una fuente de leche estallo en mi cara. Inmediatamente abri la boca y deje que su jugo entrara libremente.

Aquello sabia raro, estaba caliente y la textura era suave, no me desagradaba. Cuando dejo de salir, escupi sobre el falo lo que habia caido dentro de mi boca, me avalancé de nuevo sobre aquel palpitante capullo rojo y lami de nuevo la leche. Después, jugue un poco con el nectar y lo bebi por partes, antes de terminar, mi pá se me acerco y me dio un beso delicioso, en el momento en que nuestros labios se tocaron, senti la viscosidad de nuestros jugos, me excite mucho, pero en el momento en que abrio la boca, pude sentir como mi leche se mesclaba con la suya haciendo un delicioso preparado que degustamos ambos sin titubear. Juntos compartimos nuestros jugos de placer, estoy segura que le encanto beber su semen de mi boca como a mi lamer sus labios probando la humedad de mi conchita.

En mi primera vez, habia decidido beber leche por el resto de mi vida, era delicioso, a mi Pá le encantaba, ahora que lo pienso, es el unico hombre que he conocido al que le gusta beber su semen de la boca de una mujer, y eso, en verdad es una de las cosas que mas me excitan en el mundo.

Los dias que siguieron fueron de altas temperaturas, durante cinco noches nos encerramos en su cuarto para enceñarme las artes del sexo. Me enseño como hacer sexo oral de tal manera que lamer el pene fuera lo mejor para mi pareja, me enseño también como recibir la lengua de mi hombre y lo que más le gustaba, se preocupo por que con cada felacion que le hacia, bebiera integra su leche asi como el bebia la mia.

También conoci una faceta de mi papa en la cama. Le encantaba que me pusietra ropa y atuendos sexys a la hora de cojer. Lo que mas le gustaba eran los ligueros y las pantimedias, se puso como loco la primera vez que me puse unas delante de el. Me acaricio toda, le agradaba sentir el naylon cubriendo mis piernas, ademas el jugueteo previo que incluia desnudarme, era exquisito, lo hacia suavemente, sintiendo cada prenda que arrancaba de mi. En pocas palabras la ropa le ayudaba a exitarse, y a descubrirme cada noche que me hacia suya. En fin, exploramos nuestros cuerpos como nunca antes. Creo que aquellas semanas nos conocimos como no lo habiamos hecho en nuestras vidas.

Cierto día se puso serio y me dijo:

- Sabes amor, ya es hora de que te conviertas en una mujer de verdad -

En aquel momento supe que los jugueteos se habian terminado y que lo que habia estado esperando se volveria realidad. Aquella noche, Julio mando a mis hermanas a casa de mi abuela, dijo que tenia que ir a una reunion de su trabajo y queria que yo fuese con él.

Despues de arreglarme, la noche empezó, para nada nos mirabamos como padre e hija.

Primero cenamos. En todo el día no habiamos tenido contacto, y creanme cuando les digo que ambos estuvimos a punto de dejar todo a un lado y entregarnos a la pasion.

Antes que nada, una disculpa por no haberme descrito antes. Soy blanca de piel suave, mis ojos son verdes y mido 157cm, la verdad tengo un cuerpo bonito, redondito y firme. Para la ocasion escogí un vestido azul rey de satin muy cortito, solamente era detenido por un delgado liston alrrededor de mi cuello, acompañado de unos tacones azules y unas pantimedias naturales. Con eso bastaba para ponerlo bajo mis manos. Pinte mis ojoz de azul muy claro, asimismo mis labios, sabia que esos colores lo ponian loco. Para rematar, coloque una esclava plateada en mi brazo superior derecho ademas de arreglar bien mi pelo corto, lasio, castaño claro. Pero el detalle mas importante lo habia logrado por la mañana. Desde que desperte, me dedique a afeitar mi vagina lo mejor que pude, y vaya que quedo bien, lo pude constatar con la paja que me hice al terminar, se sentia tan suave, pense de inmediato que no habria hombre que se resistiera a tan suculento manjar.

Una vez en su recamara, que dado el tiempo que pasaba en ella diré nuestra recamara, pregunté sonriendo: - Entonces Pá, ¿té gusto la cena? -

Sin hablar se me acercó y tomandome de la cintura me beso. Respondi el cariño y senti como se excitaba al tocarme sobre el atuendo. Levante la pierna y sin dudar senti sus dedos recorriendola. Me encanto la sensacion del naylon en mis pierna mientra era tocada. Pronto sus manos fueron al centro al tocar mi conejito que ya estaba empezando a lubricarse.

- Vaya que estas linda esta noche caramelo… - decia mientra se acercaba a mi raja.

- Pero vaya que has pensado en todo niña, mira que cortar las medias para liberar tu concha… y ademas te afeitaste mi niña! - me dijo sorprendido mientras me metia el dedo medio en la vagina.

Sin decir algo, me aparte y de un empujo, lo tire en la cama. Mientras le quitaba el pantalon, como pude me despoje de los tacones. Una vez que pude desnudarle las piernas, lo monte y le quite la camisa lo mas rapido que pude, lo acaricie y me acerque para besarlo. Tras dar un par de piquitos en sus labios, con mis dedos abri un poco su boca y comence a derramar el torrente de saliva que habia estado guardando mientras lo desnudaba. Amablemente me abrazo y empezo a beber todo lo que le di.

- Eso estuvo riquisimo zorrita… - me dijo mientras me limpiaba los labios - ahora me toca a mi -

Le di unos momentos mientras llenaba su boca, despues repitio la operacion conmigo, pero como pude juntar tambien una cantidad, ambos nos dimos de beber, mezclamos nuestros nectares y de un brinco, ya estabamos lamiendo nuestras partes deliciosamente. Mientras el sesentaynueve duro, me senti como en el cielo, pero lo mas importante estaba por suceder.

Julio me pidio que nos levantaramos y me tendió en la cama. Despues, puso su pene frente a mi boca y me ordeno que lo lubricara bien. Trate de trabajarlo lo mejor que pude, aparte de ensalivarlo, le di unas buenas caricias atrapandolo entre mis tetas. Despues, bajo un poco y puso la punta de su pene en mi concha. Era lo mas rico que habia sentido en mi vida. Para ese rato, el vestido estaba arremangado a mi cintura, mientras me miraba, no dejaba de frotar el glande a todo lo largo de mi vagina, yo estaba como una verdadera puta clamando por la penetración, una y otra vez lo frotaba mientras mi concha se ahogaba en jugo vaginal; cuando estaba jadeando con mas intensidad se detuvo y me dijo:

- ¿Esta lista caramelo? - asenti con la cabeza.

- La hora llego mi zorrita golo… -

En ese momento, senti el empujon. Tuve que gritar desesperadamente por el dolor que me llenó. Mientras tanto, mi Pá no se movio y permanecio impavido mirandome.

- ¿Estas bien caramelo? - pregunto otra vez.

- Si papi - contesté -…duele lindo… ahora si soy toda tuya Pá… te siento dentro de mi… somos uno papito…-

Cuando dije esto, empezo a moverse lentamente. Senti como entraba y salia aquel miembro regordete, el dolor que en un principio me habia atormentado, poco a poco se convirtio en un frenesi de placer que disfrutaba de verdad. Recuerdo que no dejaba de gemir, las sensaciones estaba elevadas al maximo, el ritmo con el que me follaba era delicioso y, para el momento que que los acelerones comenzaron bufaba de placer, lo mas que podia hacer era abrir bien las piernas. Pronto, freno un poco y se acerco.

- Eres una perra preciosa caramelo… - me beso.

Cuando termino de lamerme la cara, giramos y lo monte de lleno. Las sensaciones cambiaron, ahora yo controlaba su falo a mi gusto, brincaba, gemia y aceleraba el ritmo de la penetreción, en un santiamen, estaba lista para correrme.

- Papi… ¿ahhhhh puedo correrme ahora… mmm? - pregunte inocentemente.

- No linda espera - contesto.

De inmediato nos separamos, sepuso de pie y no pude soportar la tentacion de lamerle el pene, asi que me avalancé sobre el, me puse a cuatro patas sobre la cama y di el primer lenguetazo. Esta vez fue diferente, el sabor de aquel capullo era distinto, estaba empapado de mi y sabia que el sabor era de lo mas profundo de mi concha, me exito muchisimo pensar asi. Reaccioné y me di cuenta de lo que venia, mi Pá me aparto y se puso detras.

- Ahora si caramelo, comportate como la zorra golosa que eres - acto seguido, me penetro por detras. Senti sus manos en mi cintura sujetandome fuertemente, aventando mis nalgas contra el. Era delicioso. Sus bolas golpeteaban en mi clitoris haciendome aullar de placer.

- ¡Más papiiii…. Más…. Mmmmm ahhh ahhh, cogeme lindoo, cogeme…. Duro… duro! - Papi… me coorroooooooooooo - grite, no pude mas y me entregue a él.

Casi al mismo tiempo, me aviso que se corria e intento quitarse, pero lo tome de la muñeca derecha y lo jale hacia mi.

- No papi… - dije tiritando aun con el orgasmo - correte… mmmmmmm… dentro de mi… quiero… que me llenes… el vientre, quiero que explotes dentro mio -

En fracciones de segundo ocurrio todo, yo me corri mientras el vació la carga de semen del dia dentro de mi vientre. No lo se, hay quien dice que no se siente cuando se corren dentro de una, pero yo estoy segura que sentia el palpitar de los chorros de semen invadiendome, fue la noche mas maravillosa de mi vida.

Cuando terminé, ambos caimos en la cama sin separar el coito, nos abrazamos y bombeó un poco más hasta que su pene languideció, al sacarlo, lo busque para comermelo. Cuando lo tuve en mi mano, lo introduje completo en mi boca. El sabor era similar al de nuestras bocas la segunda vez, pero mas acentuado, lami todo, incluso, me sente y me comi todo lo que escurria de mi raja, egoistamente, no le deje probar, era mi noche y todo era mio.

- ¿Sabes Pá ? - le dije mientras me chupaba los dedos.

- Dime Mariel -

- De verdad me demostraste que me amas -

- ¿Porqué mi niña? -

- No te dio miedo correrte dentro mio - dije mientras lamia sus labios.

- ¿Pues no… y sabes por que? - lo mire extrañada.

- Porque mi zorrita no es ninguna tonta y no dejarias que te embarazara… - aseguró - Si me lo pediste fue porque sabes que ahora no es tu tiempo no ¿es verdad? -

- Ja ja ja si papi, no se te va nada -

Aquella noche me sentí feliz, mi papito me habia hecho mujer y pensaba que lo mejor estaba por venir, lo que no sabía es que habria mas sorpresas , antes de lo que yo esperaba. Pasaron dos meses y las cosas no cambiaron, teniamos sexo cuando queriamos y cada vez era mejor. Cierto día, durante una fuerte tormenta, la casa se quedo sin energia, y mi hermana Carolina con miedo se acercó a la habitación de Julio para pedirle dormir con él.

Aquel día habia visto una peli tres equis y estaba caliente, me levanté, me duché y fui con mi hombre. Me senti enojada cuando via a Carola acostada en la cama.

- ¡No seas ridicula Carolina, ya estas grande para caprichitos! ¿no? - grite enojada - tienes 14 años ya vete a tu cama… -

- ¿Y tú que haces aqui hermanita, también tienes miedo? - me preguntó.

Julio muerto de risa me miro, sin mas contesté: - Si, ya duermete, abreme espacio - quedé en la orilla, mientras que Cary en medio y mi Pá al otro lado, ¡al otro lado! Y yo tan caliente.

No podia dormir, pasaron las horas, cuando supuse que mi hermana se habia dormido, busque a Julio y… tambien estaba dormido. No pude más y con una almohada en mi rostro comencé a darme dedo, de pronto, senti los dedos jugueteando en mi vientre, reaccioné, destape mis ojos y… vaya sorpresa, Cary estaba volteada de frente hacia mi, mientras que Pá estaba manejando su mano para acriciarme no podia creerlo inmediatamente le pedi que no lo hiciera, se nego y fue mas alla, quito las cobijas y saco su falo. Una vez desnudo comenzo a a frotarlo con la mano de mi hermana, era el colmo, estaba sustada y no sabia que pasaría.​
 
Arriba Pie