La fascista, el liberal y el democristiano (escena teatral con mucha sátira)

El Manso Embravecido

Estrella Porno
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(En los diálogos aparecerán como LF, EL y EDC)


LF: ¿Qué es más importante, la defensa de la democracia o la defensa de la propiedad privada?


EL y EDC: La defensa de la propiedad privada, por supuesto.


LF: Entonces, si el sufragio universal pusiera en peligro este privilegio de clase, ¿estaríamos legitimados para dar un Golpe de Estado?


EL y EDC: Claro que sí.


EL: Yo defiendo el sufragio universal siempre y cuando no ponga en riesgo la propiedad privada, el derecho de herencia y la libre empresa.


EDC: Y yo defiendo el sufragio universal siempre y cuando no se ponga en riesgo la libertad religiosa, de conciencia y de culto de los cristianos. Las demás religiones hay que prohibirlas, por no adaptarse a nuestra forma democrática occidental de vida.


La fascista estaba sentada en un trono, descalza. El liberal y el democristiano estaban de rodillas ante sus pies y se los iban lamiendo, desde la planta hasta los tobillos, sin olvidarse de sus diez deditos.


El liberal prefirió quedarse con el pie izquierdo (por aquello de que son el ala izquierda de la derecha), y el democristiano, con el derecho.


LF: Yo no soy feminista, soy femenina, y si queréis gobernar, tendréis que aceptar mis condiciones.


El Y EDC: ¿Y cuáles son esas condiciones? Porque nosotros no somos extremistas, somos moderados.


LF: Son unas condiciones que ningún moderado, sea liberal o cristiano, debería rechazar. Por ejemplo, prohibir a los socialdemócratas, comunistas y anarcosindicalistas, por ateos. Prohibir el ecologismo, que atenta contra los humildes intereses de nuestras multinacionales. Prohibir las asociaciones de gays y lesbianas, que atentan contra la familia tradicional de peineta y mantilla. Y lo más importante, prohibir las asociaciones feministas, que atentan contra la mujer florero y amante de su casa.


EL Y EDC: ¿Dónde hay que firmar?


EL: Me parecen prohibiciones muy sensatas, porque son ideologías que atentan contra la libertad.


EDC: La mujer debe ser femenina, como la Isabel Preysler, pero no feminista, como la Rosa Luxemburgo.


LF: Debemos recuperar al machirulo, al machoman, que es una especie que está en extinción. La mujer prefiere a un gorila a su lado, sentirse protegida, para que la lleve en colo en caso de haber charcos de agua en la acera. Los metrosexuales nos roban el maquillaje, compiten con nosotras. Y con respecto a la cultura, los fascistas no estamos en contra de ella. A la tauromaquia, a la cultura de la violencia, la estamos subvencionando de lo lindo.


EDC: No se podría decir mejor. Pero estas medidas hay que introducirlas en la sociedad, poco a poco, con mucha vaselina, para que la gente no se dé cuenta de que se la estamos metiendo doblada.


EL: Eso, eso. Mucha vaselina. ¡Pan y circo!, como en el antiguo Imperio Romano.


LF: Bueno, pan el justo. Que tampoco se nos vaya a aburguesar el populacho, que después no hay quien quiera ir al frente de batalla.


La fascista iba vestida de dómina. Con un látigo de púas les arreaba unos buenos latigazos en la espalda a aquellos vendepatrias.


LF: Nos vamos a llevar muy bien, como en los buenos tiempos de los años 30 del siglo XX.


La fascista se coloca un arnés con una polla de 25 cm de larga por 14 cm de perímetro y ordena al liberal y al democristiano ponerse a cuatro patas, en paralelo. Ella se coloca detrás de sus culos fofos y llenos de estrías y cartucheras en las caderas (son unos guarros de derechas muy descuidados con sus cuerpos), y comienza a sodomizar al liberal. Le pega unos caderazos que casi lo tira de bruces. El democristiano se ríe del liberal y dice “Vaya maricones que estáis hechos los liberales”.


LF: Cállate, hipócrita, que tú serás el siguiente y te voy a reventar el colon, por santurrón.


Efectivamente, a los diez minutos, la fascista cambia de trasero. El esfínter anal del democristiano, para sorpresa de la fascista, estaba más ensanchado de lo que esperaba. Se nota que su jefe supremo se lo taladra con asiduidad.


LF: Ya me cansé de follar vuestros culos. Cuando me incorporéis a vuestros gobiernos me pondré las botas follándome a vuestros pueblos. Pero ahora quiero que montéis un 69. Que os comáis la polla mutuamente y cuando descarguéis la lefa, os la tragáis. Cada uno debe saborear el esperma del otro. El pacto entre liberales y democristianos con la supervisión y corrección de vuestra Ama, el fascismo, será una bendición de Cristo Rey para los intereses de la nobleza y la burguesía. Al populacho servil habrá que soltarle algunos chavos para que cumpla contento y diligente su función de Guardia Pretoriana.
 
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