La Esposa del Pastor 001

heranlu

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Voy a una congregación Bautista desde hace ya un tiempo atrás. No me había fijado, pero esta mañana en el servicio de domingo no sé por qué noté que la esposa del pastor es muy atractiva. No sé qué tenía esa mañana diferente a todos esos domingos de meses anteriores.

Alicia, que es como se llama, es una mujer no muy delgada, pero tampoco gruesa, de compleción Blanca, cabellos negros y unos ojos verdes maravillosos.

Durante el servicio la estuve mirando hasta que ella se dio cuenta, y así por varios semanas sin dirigirle la palabra más allá de un buenos días o dios le bendiga, la miraba. Al pasar los días su falda hasta loa tobillo se fue subiendo hasta debajo de la rodilla y sus a abultadas blusas manga larga perdieron las mangas y se ajustaron al cuerpo sin ser atrevidas.

Ella no se mezclaba mucho con los fieles de este grupo religioso y su marido era un tipo carismático pero Celoso, digo celoso porque no dejaba sola a su mujer mucho tiempo dentro del recinto, y cada vez que algún tipo se le acercaba, si se demoraban, el pastor la llamaba.

Un domingo de esos donde no cabe un alma más en el templo, Alicia a los pocos minutos de haber empezado el servicio me indicó que la siguiera, se acercó al pastor y le dijo algo, a lo que él asintió, luego supe que le dijo que se sentía mal y que se iba a acostar un rato en la oficina de su marido.

Yo esperé unos minutos, y me levanté en un momento que todos se pusieron de pie, y caminé hacia el pasillo de los baños, por donde había salido Alicia, ni el pastor ni nadie se percataron de que salí del salón.

Miré en el baño de mujeres y no había nadie, luego un saloncito de estudio y también estaba vacío, solo quedaba una puerta que daba a la calle puerta trasera del templo y la de la oficina del que espero pronto le salgan cachos.

Abrí la puerta, y allí estaba Alicia parada en la mitad de la oficina, había un sofá grande, un escritorio de esos pesados de madera sólida, y una mesita de centro.

Me acerqué a Alicia, y sin mediar palabra la cogí de la cintura y la besé en esos labios, que hacía rato quería tener entre los míos.

Alicia se dejó, y devolvió el sensual gesto, su respiración se aceleró un poco, en el circuito cerrado de cámaras veíamos a su marido gesticulando.

Bajé mis manos a sus nalgas y las apreté contra mí, ella debía sentir mi ya dura erección. Allí mismo de pie, le empecé a quitar su blusa, la subí por sus brazos y quedó en un brassier que no me esperaba, de encaje sedoso y rojos, media copa, sus senos se veían divinos (esta palabra la usa mucho una amiga mía, si lees está historia sabrás que es por ti haha).

Los acaricié y pasé mis labios suavemente sobre ese sensible lugar entre la seda y la piel de sus senos. Temblaba un poco, pero suspiraba mientras mis labios seguían besando sus bellos senos, fui liberándolos de esa sedosa prisión, al quedar sin sostén estos se mantuvieron erguidos, con los rosados pezones apuntando un poco hacia arriba, perfectos para ser chupados y lamidos.

Todavía de pie, seguí bajando a su abdomen, fui soltando su falda la cual se desprendió totalmente de su cuerpo, descubrí nuevamente sorprendido, una tanguita roja con ligueros morados qué sostenían sus medias negras.

Alicia llevaba tiempo preparándose sin yo saberlo, seguí bajando, y corriendo su tanga hacia un lado encontré uno labios delicados, totalmente depilados, un olor dulce a vainilla permeo mi olfato, y me invitó a saborear ese manjar que se me ofrecía en la casa del señor.

El sexo de Alicia sabía a ángeles, la lamí y besé su sexo hasta qué sentí que temblaba y se iba a venir en cualquier momento. Aceleré mi oral hasta que poniendo sus manos detrás de mi cabeza se vino fuertemente.

Todavía de pie y yo vestido, sin mediar palabra me jaló hacia el sofá, parado frente a ella se sentó y me bajó los pantalones y mis boxers, cogió mi miembro entre sus manos y lamió el glande, puso su lengua en el hoyito y luego se la metió a la boca, no tenía mucha practica, pero la calentura hacía de la mamada una delicia.

A sus espaldas el televisor mostraba al pastor todavía vociferando, me vine en su boca mientras el pastor cantaba aleluya.

Levanté a Alicia y la llevé al escritorio, la puse boca abajo y me le empecé a comer esas nalgas y ese culo que virgen debía tener, mi miembro ya se estaba parando de vuelta, seguí jugando con ella le metí despacio un dedo en su ano, hasta que sentí que yo ya estaba listo, la puse boca arriba y al borde del escritorio. Levanté sus piernas y de un solo viaje penetré ese probable mal utilizado coño. Le di y le di, mientras ella veía al nuevo becerro de cuernos en el tv a mis espaldas, Alicia se vino deliciosa mientras los feligreses cantaban alabanzas al Señor. El servicio se estaba acabando, Alicia y yo nos vestimos rápidamente y salimos de la oficina, me dio un beso, unas Gracias, la única palabra que salió de sus labios y se fue al gran salón, yo salí por la puerta de la calle. Otro día disfrutaré se ese culo.
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Alicia, estaba en mis pensamientos, hacia 8 días de nuestro silencioso encuentro.

El pastor seguía predicando y Alicia y yo solo nos mirábamos durante el servicio, al cual yo no fallaba en asistir.

El servicio de este domingo empezó como todos los servicios, solo que hoy Alicia estaba de voluntaria recogiendo el diezmo. Pasaba por cada fila recogiendo, cuando llego a mí, me pasó un papelito y siguió. Me quede mirando su trasero, hasta que llegó al final de la fila y se perdió de vista.

Desenvolví la nota y la leí cuidando que mis vecinos de fila no pudieran leerla. La nota decía que su marido después del servicio debía ir a hacer una visita a la prisión y a ella no podía llevarla así que me esperaba en su oficina cuando el pastorcito se fuera y no quedara nadie.

Terminó el servicio y en la puerta el pastor y su mujer se despedían de los feligreses yo salí también le di la mano a la señora le di la mano al pastor y salí como si me fuera para mi casa cruce la calle me senté en la parada del bus y esperé a que todo el mundo se fuera.

Por momentos Alicia cruzaba la mirada hacia mí nos mirábamos, esperábamos, hoy estaba vestida extrañamente, con un pantalón negro ajustado a sus caderas una blusa de media manga con el pelo suelto y esos ojos verdes divinos y vivarachos que me volvían loco.

Estos días que pasaron, me hacían preguntarme, como esta mujer tan sensual podía reprimirse y no expresar su sensualidad, sería yo el primer cacho del pastor?, tenía sus aventuras con otros? No sabía que pensar. El pastor salió en su auto y unos minutos después me dirigí a la puerta trasera del templo.

Entre y abrí la puerta de la oficina lo primero que vi fue a Alicia sentada en el escritorio y me sorprendí de ver que en el sofá a mi derecha estaba sentada la esposa del tesorero del templo, Rocío, otra mujer un poco alejada del resto de los feligreses, que estaba pasando? Por qué estaba Rocío ahí? bueno ya lo sabría.

Cerré con llave la puerta detrás mío, y me acerqué a Alicia, me indicó con un gesto que me quedara callado, pensé otra vez vamos con el silencio, la tomé de las manos y bajándola del escritorio agarre su bello rostro y lo besé. Pase mis manos por su trasero, su cintura, su entrepierna, esta mujer estaba caliente.

Me indicó me quitara mi ropa, la vez pasada solo me había quitado los pantalones, quedé desnudo frente a ambas mujeres. Me sentó en el escritorio y le indico a Rocío que se acercara, la cogió entre sus brazos y la beso dulcemente en los labios, la puso frente a mí, la agacho entre en mis piernas y cogiendo mi semierecto miembro se lo puso en los labios, Rocío comenzó a comerme, a succionar y lamer, solo con su boca sus manos las tenía Alicia agarradas Alicia en la espalda de Rocío.

Parece Rocío era una chica sumisa en su aparente relación con la mujer del pastor. Alicia detrás de Rocío le empezó a quitar la ropa mientras esta me seguía felando, ya desnuda, Alicia la tomo del cabello y la apretujo contra mi miembro, casi hasta que la ahogaba, su saliva salía por las comisuras delos labios y su rostro se ponía rojo, pero no cesaba de mamar.

Alicia se arrodilló detrás de Rocío y le tomo los senos, los cuales apretaba, y le pellizcaba los pezones. Rocío gemía y seguía mamando, ya yo estaba como un roble viendo como una dominaba a la otra, creo ni el pastor ni el tesorero sabían de los gustos de sus mujeres. O sí?

Sin dejar de chupar mi verga, digo verga porque miembro era cuando estaba flácido y caído, levanto las caderas de Rocío quedando esta como en cuatro alto, las largas piernas estiradas e interminables y doblada sobre mi verga. Alicia le soltó una palmada en la nalga a Rocío, fuerte, le dejo marcado los cinco dedos y luego le dio otra en la otra nalga, y así le dio como 5 o 6 palmadas. Se arrodillo detrás de su amiga y empezó a darle besitos en el rojo de sus marcadas nalgas, le acariciaba los senos y paso a lamer el culito de Rocío el cual yo todavía no podía ver. Rocío se movía como una culebrita, no soltaba mi rabo, y apretaba su culo contra la cara de Alicia quine se la comía, y ya le estaba metiendo un par de dedos en su culo y vagina.

De repente Alicia se paró, todavía vestida, tomo a Rocío y la jalo para ponerla sobre el escritorio, me cogió de la mano y cogiéndome por la verga me indico enculara a su amiga, me puse detrás de ella, y poniendo mi verga a la entra del culo que estaba ya conociendo me empujo duramente lo cual permitió a mi falo entrar de una en ese culito apretado, Rocío pego un grito tenaz, luego supe era su primera enculada, Alicia me mantuvo apretado contra el culo de la esposa del tesorero, y me ordeno suavemente en mi oído , casi un susurro que le diera duro a su amiga. Así que empecé a darle, la sacaba casi toda y Alicia me empujaba de una, le di así un buen rato, Alicia se fue al otro lado del escritorio y empezó a besar a Rocío, se abrazaban mientras yo le daba.

Que rica estaba Rocío, su espalda blanca como la leche, sin una sola peca, la Señora del tesorero ya estaba lista para recibir mi depósito en especie, me vine fuertemente y le llene el culo, el semen se desbordo y corría por las piernas de Rocío. Caí sobre su espalda y al momento se la saque. Alicia volteo a Rocío y empezó a lamerle el coño y el culo, comiéndose mi venida y los fluidos de Rocío. La lamio hasta que Rocío se pudo venir mientras yo desde el sofá observaba.

Me levanté del sofá me puse detrás de Alicia y le fui quitando esos pantalones esta vez Alicia tenía un liguero negro con media velada negra, y un panti de encaje negro con orificios para coño y culo. Le quite su blusa y tenía un brassier también negro de pezón abierto. Estaba muy sexy. Nadie hubiese pensado o visto lo que tenía esta pecadora debajo de su ropa.

Roció se levantó del escritorio y estando ambas paradas se besaron se acariciaron, yo alrededor tocaba de todo, yo quería ese culito de Alicia desde la vez anterior. Me agache a lamer a Alicia, bese sus labios vaginales y subía a su ojete, cuando ya la tenía bien lubricada, me senté en el sofá y la senté a ella encima de mi verga, y deje que ella solita se la fuera metiendo en el culo, ya estando empalada Roció se acercó y le lamia el coño y le metía los dedos mientras yo bombeaba ese maravilloso y sagrado culo de la señora del pastor.

Por un rato seguí culeando a Alicia, trataba de no correrme, la saque y puse a las dos sobre el escritorio, y empecé a alternar entre las dos, tenías dos culos hermosos a mi disposición. Termine corriéndome en ambos, un poco para cada una.

Todavía no habíamos hablado, sonó el celular de Alicia y era el marido cornudo avisándole que ya estaba en camino a recogerla, nos vestimos, nos besamos y quedamos en vernos otro día. Salí por la puerta de atrás mientras su marido parqueaba al frente.
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Tres semanas, un lunes, después de nuestro encuentro con Rocí, me encontré con Alicia, en el parqueadero de un centro comercial, estaba sola y cargaba unas bolsas, me acerque y me ofrecí a ayudarle con ellas hasta su automóvil. A diferencia de las dos ocasiones que estuve con ella, hablamos, le pregunté por su marido, y sus dos hijas de 18 y 21 años. Me dijo que el pastor había viajado con el tesorero a buscar donaciones en otra ciudad y regresaría el próximo sábado.

La invité a tomar un café y charlar y muy cautelosamente accedió. Nos sentamos en un Starbucks a hablar, le pregunté por qué no decía mucho cuando estuvimos disfrutando del sexo, y me contó que así trataba de no crear mucho vínculo.

Le dije que no tenía que preocuparse, yo solo quería experimentar y darle placer, mi esposa aunque algo abierta a nuevas ideas no tenía idea de mi relación solo sexual con ella.

Le pregunte sobre Rocío, y me contó que su relación con ella, fue el resultado del mutuo conocimiento de la falta de sexo en casa con sus maridos.

Me avente y le pregunte si quería divertirse un rato antes de irse a casa, sus ojos brillaron, estaba ávida de recuperar tiempo perdido. Le dije me siguiera en su auto y me fui a un lado de la ciudad donde no hubiese peligro de que nos vieran. Parqueamos, y la tome de la mano y camine por una avenida de pequeños negocios y cuando ella se dio cuenta, estábamos en una tienda de sexo. Se pegó a mí y miramos lo que vendían, le dije que escogiera algunas cosas, terminamos comprando, un arnés, un vibrador de bolsillo, y uno largo, unas esposas y lubricante saborizado.

Pagué y nos metimos a un cuarto pequeñito donde se puede ver porno de 20 minutos. Una sola silla así que se sentó en mis piernas. Empezó el corto y en pocos minutos nos besábamos, mi verga se puso dura, así que aprovechamos me la saque, se subió la falda y el panti a un lado y se sentó, siendo penetrada en su coño, que rico, viendo un porno en un sex shop con la mujer del pastor. Saque el vibrador de bolsillo y mientras subía y bajaba se lo puse en el clítoris, a los pocos minutos ambos nos vinimos, nos vestimos y riendo nos fuimos a los autos. Le pregunte cuando la podría ver de nuevo, me dijo que sus hijas tenían planes esta semana la mayor salí hoy y regresaba el miércoles, y la menor hasta el jueves. Así que quedamos para mañana martes. Esta pastora tenía una libido reprimida.

Amaneció, el llame a confirmar nuestro encuentro, me dio la dirección de su casa, y quedamos para las 4 pm.

Llegue a las cuatro, la casa en una calle sin salida y al fondo, y espaciada de otras casas. Parque algo lejos y camine, para llamar la atención. No alcance a tocar cuando la puerta se abrió y entre. Alicia estaba, esperando, estaba vestida como una dominatriz, de negro, botas con tacón de estileto, un top pegado acentuando sus senos, me dio un beso y me invito a sentar en el sofá, note una bolsa del sex shop, Alicia había ido a comprar ese atuendo, recuerdo que ayer lo miro varias veces.

Me dije a mi mismo, que le seguiré la corriente. Menos mal sus hijas Angélica y Piadosa se habían ido temprano, no me imagino la escena donde vieran así a su madre. Hahaa.

Me ofreció un traguito de whisky y luego, poniéndose en carácter, me ordeno ir a su alcoba, desnudarme y bañarme. Como mandoncita la pastora esta vez, creo quería ser mandona al ser sumisa con su marido.

Llegué a la alcoba me desnude y me metí a la ducha me bañé salí me sequé y entre de vuelta a la alcoba. Sobre la cama había una tanga para hombre de cuero con taches plateados. Me dijo Alicia que me la pusiera me quedaba algo pequeña era como un hilo dental atrás y un frente donde dé a vaina cabía mi miembro y testículos.

Me ordenaron acostarme en el piso y Alicia se sentó en mi cara y con su panti de orificios me ordeno le lamiera el coño, que obligación tan deliciosa. Lamí, chupe y mordí, Alicia quería correrse, solo me permitía usar mi boca, mis manos quietas. Llego el momento de correrse y esta mujer, que de templo para adentro es recatada, aquí es una aventurera sexual, se vino, sobre mi cara, chorros de orgasmo inundaron mi boca y nariz, me ahogaba y Alicia no me dejaba de presionar. Al fin se levantó y bajo a comerme, que rico, Su piadosa boca, y serpentina lengua hacían maravillas.

La pastora dominante me amarró a la cama boca bajo y siguió dándome sexo oral, me arranco la tanga narizona, y me lamio desde el cuello hasta los pies, subió y me comió el culo, jugaba con el ojete y metía su lengua, alternando con un dedo o dos, esto lo sentía, ya que no podía ver tenía una pesada almohada sobre mi cabeza, y además le seguía el juego.

Sentí como se bajó de la cama y por varios minutos no se a donde fue si es que se fue.

Sentí el peso de su cuerpo sobre la cama, sentí cómo acariciaba mis piernas, me tocaba las nalgas, sentí cómo introducía uno de sus dedos en mi culo. Deslizó sus manos sobre mi espalda y sentí algo duro a la entrada de mi ano,

Te empujó suavemente y sentí como algo penetraba caí en cuenta qué Alicia estaba metiéndome el falo en el arnés que habíamos comprado el día que estuvimos en la tienda del sexo.

Gemí de dolor y me queje un poco me dijo tranquilo déjame disfrutar tu culo, me lo metía espacio y me los sacaba rápido, Alicia estaba disfrutando de mi cuerpo y de su sexualidad. Al poco tiempo se retiró, me quitó los amarres y nos fuimos a dar una ducha.

Nos duchamos juntos nos acariciamos metimos nuestros dedos por todos nuestros orificios me la comí un rato y luego nos secamos y nos metimos en la cama.

La empecé acariciar de vuelta en pocos minutos el frío de la ducha había desaparecido dándole entrada nuevamente al calor y placer del sexo por venir.

Quería comerme a Alicia en cuatro, la coloque en posición y me lo comí su sexo y su culito hermoso y casi santo, ella jugaba con mi miembro mientras me la comía, ya erecto y tieso me puse detrás y penetre su dulce coño, y empecé a darle deliciosamente. Ambos hacíamos ruidos de placer y Alicia gemía y me pedía amas duro dame más duro, lo cual producía en sus nalgas el sonido de unos aplausos a nuestra faena.

Por el rabillo del ojo, note un movimiento hacia donde está la puerta de la alcoba y alcance a ver un pie que se escurrió escondiéndose, alguien estaba allí. Seguí dándole a Alicia y pendiente de la puerta, en un momento dado logre ver a una chica, no sé quién era, debía se runa de las ovejitas del pastor y la pastora, cual no sé. Ella no se dio cuenta que la vi estaba con los ojos cerrados masturbándose con la mano entre el pantalón y su piel. Volvió y corrió hacia atrás. Deje de mirar y me concentre en llenar de semen ese coño hermoso de Alicia, metí la mano por debajo y le di dedo duro a su clítoris hasta que casi al mismo tiempo nos venimos ruidosamente y caímos a la cama. La que fuera que estaba observándonos, debía estar viendo mis huevos sobre la cama y mi verga embutida en el coño de Alicia.

Nos dormimos un rato y desperté con la lengua de Alicia en mi verga, en vez alta le dije –Alicia quiero comerme ese culo tuyo, pónmela dura y traviesa. (Esperaba que quien fuera que nos observaba hace un rato regresara si es que no estaba esperando allí afuerita).

Alicia se puso boca arriba y le puse unas medias de seda tapándoles los ojos, le subí las piernas sobre mis hombros y metí mi verga en su coño, le di un momento para lubricarme y lograr que sus fluidos bajaran a su culo. Ya la luz detrás de la puerta creaba una sombra en el piso al lado de la cama, la chica estaba espiando.

Puse mi verga en el ano de Alicia y de un solo trancazo de la metí, la tenía doblada casi en forma de V, la imagen de mi verga entrando y saliendo del culo de Alicia debía ser un espectáculo aterrador o divino para quien estaba mirando. Seguimos hasta que solo yo me corrí dentro de ella, le saque y me dijo que estaba cansada. Que nos viéramos otro día, me beso, nos bañamos nuevamente me vestí y 30 minutos después salí de la alcoba despidiéndome en voz alta, por si acaso la espía estaba por allí. Salí a la calle y mirando a ambos lados vi a la chica escondía detrás de un árbol al frente, no dije nada, camine hasta mi auto y me fui.

Continuará.
 

vlzqz

Virgen
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Jul 20, 2024
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Que hermosa experiencia, ya quisiera estar así con mi pastora
 
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