La Edad de Inocencia - Capítulo 1/5 - La nueva prima en la familia.

Akarii

Virgen
Registrado
Sep 3, 2018
Mensajes
3
Likes Recibidos
1
Puntos
3
Antes de empezar, quiero decir que esta historia es completamente real, y me pasó a mí.
He cambiado los nombres reales por seguridad.
Actualmente la historia continúa en mi vida diaria, así que dividiré la historia completa en capítulos para detallar cada suceso desde el que inició todo. Sin más que añadir, empiezo:


Soy de una ciudad de clima frío, pero la mitad de mi familia son de otra, de clima caliente, muy caliente.
Una vez al año solemos ir a visitar esa mitad de la familia, ya que es bastante largo y el viaje es costoso.

Recuerdo que tenía unos 7 años cuando fuimos de viaje, y allá, conocí una pequeña , 4 años menor que yo.
Era prima mía, me dijeron. Samanta.
Paso mucho tiempo hasta que pude volver a verla, ya que los tiempos eran difíciles, y no era posible viajar, hasta que un día mi tía, la madre de Samanta, llamo por teléfono preguntando si podía llegar a quedarse unos días a mi casa, y mi madre accedió de inmediato, ya que habían pasado 3 años de no verlos.
Y yo, estaba emocionado, quería ver cómo había cambiado esa niña que conocí hace tanto.

El día llegó. Ví a mi tía bajar del auto con las maletas, y a su esposo detrás. Después, una niña totalmente diferente a la que conocí apareció, piel blanca, de cabello negro ondulado, adorable, tenía 6 años ya. Era alta para su edad, de mi tamaño, pero su cuerpo delgado si coincidía con sus años. Vestía una enagua cortita, dejando ver sus piernas delgadas de niña, tan blancas y llamativas que robaban la atención de cualquiera que la mirara.

¡Samanta!— pensé — Ha cambiado mucho desde que la conocí.

Era obvio, no me recordó, pero después de presentarme y invitarla a jugar conmigo, me gane su confianza.
Pasamos la tarde jugando, diciendo tonterías inocentes e intercambiando una que otra palabra, hasta que nos llamaron a la casa.
"Vengan", gritó mi tía.

Y ahí estaban mis padres y mis tíos, hablando en el sofá, unos frente a los otros, así que tomé asiento al lado de mi madre, y Samanta en el regazo de su padre, justo al frente mío.

Mientras ellos hablaban, yo estaba aburrido, y veía a Samanta observar la habitación una y otra vez, indicando que también lo estaba, pero gracias al frío de las 5 de la tarde, no pudimos quedarnos a jugar más tiempo.
En ese momento lamenté no poder jugar más con ella, pero de haber sabido lo que seguiría a continuación, jamás hubiera pensado eso.

Gracias al frío, la pequeña de 6 años subió sus piernas y las abrazó, posando su barbilla en sus rodillas, e inmediatamente se robó mi atención. Podía ver una parte de su calzon en medio de la ligera abertura que dejó sus pies, generándome una gran curiosidad hacia lo que escondía debajo.
Veía a la niña, sonriéndole, mientras los adultos hablaban, absortos de nosotros, ella, por su parte, devolviendome la sonrisa, y jugando con sus piernitas, abriendolas y cerrándolas un poco.
Debió notar que le estaba mirando ahí abajo, o eso pensé, cuando la ví abrir sus piernas sin separar sus rodillas, dejándome a completa vista su pequeño calzon azul, y sonriéndome de nuevo.

Sentí extraño mi pene, duro, como veces antes lo había tenido al despertar, pero esta vez por ella, sin saber por qué. Solo sabia que quería ver más, saber más, y tocar eso que me provocó esa reacción.

La niña me miró, notando mi pequeño bulto en mi pantalón, y sonriendo de nuevo. Miró hacia sus padres, y hacia los míos, comprobando que aún seguían absortos, y bajó una mano hacia su ropa interior, haciéndola hacia un lado, dejándome ver su pequeña vagina infantil, tan blanca como su piel, con una línea rosada un poco brillante, y su ano rosado y pequeñito.

No supe que hacer, era la primera vez que observaba una vagina, y solo quería acercarme y tocar, ver eso que tan duro me ponía mi pene, y descubrir el por qué.
Tuve que reacomodarme en el sofá para ocultar mi bulto en el pantalón.

La niña quitó su mano, miró a su madre y dijo:

—Mamá, ¿puedo ir a jugar con mi primo a la habitación?

Sonreí, y ansiosamente esperé que la dejara, cuando respondió:

—No, mira que tarde es, son las 8:30 PM, ya tienes que dormir

La niña me miró, noté la decepción en su rostro. Yo estaba igual.

—Oye Samanta, puedes dormir con tu primo si deseas, tiene una cama ideal para los dos, y te cuidará el la noche si tienes miedo— dijo mi madre.

—Ya oiste a tu madre, lleva a tu prima a dormir, que ya es tarde — Dijo mi tía.

Y yo, ansioso, obedecí.

Llegamos a mi cuarto, dónde estaba su maleta también, y me dijo:

—¡Cambiate! No dormirás con eso ¿o sí?

—Pero si me estás viendo— respondí.

—¡Tú ya me viste primero!— dijo la niña.

—Mmm bueno, bien.

Me fui quitando la ropa, al mismo tiempo que ella, hasta quedar ambos en ropa interior
Nos miramos de frente, quietos, sin saber que hacer más que comernos con la mirada. Tenía ya mi pene endurecido. No podía dejar de mirar su calzón, resistiendo las ganas de tocar y explorar eso que me ponía así. Y avancé.

—Samanta, ¿Puedo verte ahí abajo otra vez?

—¿Aquí?— preguntó, bajando su pequeño calzon, dejándome ver de nuevo su vagina.

—S-si, ahí...—respondi

—¡Yo también quiero verte!— exclamó la niña

—¿Mi pene?

—Noo, tú pajarito— dijo, señalando mi miembro, muy erecto ya.

—Se llama pene— afirmé.

—Mi mamá me dijo que los niños tienen pajarito y las niñas tienen nidito. —Señalo su vagina.

—¿Nidito?

—Sii, dice que cuando esté más grande, un niño meterá su pajarito en mi nidito y tendré un bebé, pero yo no quiero esperar — dijo, frustrada.

—¡Yo puedo hacerlo!— exclamé, emocionado, sin saber que hacer en realidad.

—¡Siiiiii!— la niña sonrío.

Me acerqué lentamente, y la abracé, hasta sentir mi pene rozar con su vagina, y me pegué a ella lo más que pude, hasta sentir sus pequeños pezones rozar mi pecho, y mi miembro cubrirse por su vagina.
Empezó a moverse, hacia delante y hacia atrás, lentamente. Sentí como su vagina empezaba a ponerse húmeda y resbalosa, sin saber yo en ese entonces que era eso, sin saber que una niña de 6 años ya soltaba líquido de lubricación.

Seguí su vaiven, pegándome fuerte a ella, y moviendo mi cintura a su ritmo, sintiendo su respirar agitado, y su entrepierna húmeda resbalar por el tronco de mi miembro.
Le oí soltar un pequeño gemido, mientras me clavaba sus pequeñas uñas en mi espalda, al mismo tiempo que sentí un cosquilleo en el pene, hasta que sentí una descarga que me hizo tensar los dedos de los pies.

Me miró sonriente, y me abrazó.


—¡Niños!— gritó mi tía desde fuera de la habitación.
—¿ya se acostaron?

—¡SI! —respondimos, nerviosos por tremendo susto.

Nos pusimos el pijama, recogimos la ropa, levantamos las cobijas, y nos acostamos, a "dormir".
 

Rubyxan

Virgen
Registrado
Jun 16, 2015
Mensajes
5
Likes Recibidos
0
Puntos
3
Mas mas mas mas por favor!! Excelente comienzo
 

pebelac

Virgen
Registrado
Mar 18, 2015
Mensajes
14
Likes Recibidos
8
Puntos
3
Buen inicio , esperamos pronto los otros capítulos .
 

Sexolo.

Virgen
Registrado
Nov 25, 2008
Mensajes
95
Likes Recibidos
12
Puntos
18
Ubicación
Barcelona
estoy buscando la continuacion de los demas capitulos y no los encuentro con ese nombre...
 

Akarii

Virgen
Registrado
Sep 3, 2018
Mensajes
3
Likes Recibidos
1
Puntos
3
Hola chicos! Actualmente estoy escribiendo la segunda parte! La subiré pronto!
 

Akarii

Virgen
Registrado
Sep 3, 2018
Mensajes
3
Likes Recibidos
1
Puntos
3
Hola! Soy yo el autor original. Pronto subiré la segunda parte
 
Arriba Pie