Este relato me sucedió cuando conocÃ* a una jovencita por la calle la cual parecÃ*a que buscaba una dirección y me ofrecÃ* a ayudarla.
Me encontraba de vacaciones y salÃ* a comprar un periódico en la mañana, cuando vi a una chica que parecÃ*a que buscaba una dirección.
La observé un momento ya que tenÃ*a un cuerpo muy bien formado y se notaba que recién estaba saliendo al mundo laboral. Llevaba un vestido que le quedaba un poco mas alto de las rodillas y llevaba medias de nylon y unos zapatos color negro.
Al verla desorientada le pregunté si podÃ*a ayudarla, respondiéndome con una sonrisa angelical, y mostrándome un papel donde le habÃ*an anotado una dirección. Vi que quedaba cerca aunque no recordaba que hubiese alguna empresa por ahÃ*. Caminamos un poco mientras ella me contaba que era de la zona de selva, y que habÃ*a llegado a Lima para trabajar de secretaria o recepcionista.
Al llegar a la dirección vimos que era un terreno baldÃ*o y que ahÃ* no funcionaba ninguna empresa. Ella me miraba como para que le diera una explicación, y al preguntarle donde le habÃ*an dado ese dato me dijo que en una agencia de empleos de Lima. AhÃ* caÃ* en cuenta que se trataba de esas agencias ficticias, donde cobran por ofrecer colocar a los jóvenes en un empleo y luego los dejan a su suerte.
Le expliqué lo que sucedÃ*a y se puso a llorar diciéndome que hace un mes habÃ*a llegado de su tierra y que no conseguÃ*a empleo. Además el dinero que habÃ*a traÃ*do se le habÃ*a acabado y no tenia ni para el pasaje de autobús. Viendo la situación me compadecÃ* de ella, pero por otro lado pensé que podrÃ*a sacar provecho de ella.
Le dije que se calmara y que si deseaba me acompañara a mi departamento que quedaba cerca. Ella secó las lagrimas que caÃ*an de sus mejillas y accedió a seguirme. Se notaba que era inocente e incauta, ya que una chica de la ciudad nunca habrÃ*a accedido a entrar a un departamento con un hombre.
Llegamos al edificio donde vivo y le dije que tenÃ*amos que ir hasta el cuarto piso por las escaleras. AhÃ* te puedes arreglar un poco el maquillaje le sugerÃ*. Ella empezó a subir delante mÃ*o y yo aproveché para tratar de mirar debajo de su vestido. Ya que este era de vuelo de rato en rato me mostraba el encaje de sus medias de nylon color carne, dándome cuenta que tenia unas piernas hermosas.
Al llegar a mi departamento mi verga estaba parada de imaginar a esa chiquilla desnuda. DebÃ*a actuar bien y elaborar un plan para ver hasta donde podÃ*a llegar con ella. La invité a sentar en la sala y para darle confianza le pedÃ* que me contara un poco de ella.
Me comentó que habÃ*a estudiado secretariado en su tierra y que habÃ*a venido a la capital para tentar suerte ya que por allá no habÃ*a muchas oportunidades de surgir. Le servÃ* una copa de crema de mandarina diciéndole que eso le ayudarÃ*a para que se relaje.
Ella la aceptó y bebió de un sorbo provocándole tos ya que era muy fuerte. su rostro se puso colorado y se rió diciéndome que no pensaba que estarÃ*a tan fuerte.
Le pregunté si deseaba más y me dijo que si, ya que estaba muy agradable. A la tercera copa ya parecÃ*amos amigos de tiempo y al reÃ*rse me mostraba unos dientes blancos y perfectos enmarcados por unos labios gordezuelos y sensuales. Para mis adentros yo pensaba que se sentirÃ*a colocar mi verga en su boca.
Luego su rostro cambio a serio nuevamente y me dijo que no sabia como conseguirÃ*a dinero para mantenerse. Mientras ella pensaba se me ocurrió proponerle algo y se lo dije asÃ*; mira aqui en la ciudad es muy difÃ*cil conseguir empleo y le conté que yo era aficionado a la fotografÃ*a, y que si ella aceptaba le podrÃ*a tomar unas fotos a cambio de dinero, y que seria casi como un trabajo extra que le permitirÃ*a subsistir mientras conseguÃ*a el trabajo de secretaria que tanto deseaba.
A ella se le iluminaron sus ojos y me tomó de la mano para agradecerme el favor, sin saber que clase de fotos querÃ*a tomarle y que luego querÃ*a comérmela desnuda. Al parecer cayó en cuenta que habÃ*a aceptado muy rápido y me preguntó como seria las fotos. Le respondÃ* que las fotos eran para mi archivo pe
rsonal y que nadie las verÃ*a, y que me gustarÃ*a sacárselas posando en forma sensual. Mirándome a los ojos me pregunto, desnuda?.
y muy tranquilamente le dije que si.
Ella estaba entre la espada y la pared asÃ* que me dijo que lo aria aunque se morÃ*a de vergüenza. Le respondÃ* que no debÃ*a tenerla, ya que a varias chicas les habÃ*a tomado fotos y eso les habÃ*a permitido ganarse un dinero. Le servÃ* otra copa de crema para que se sintiera mas desinhibida y luego de beberla me respondió que lo harÃ*a.
Le pedÃ* que me acompañara a mi habitación ya que ahÃ* serian las tomas. Saqué la cámara digital que tenia en una cómoda y le pedÃ* que se sentara en la cama. Ella se sentó con las piernas cruzadas, y al mostrarme su mejor sonrisa di el primer click.
Tomé varias fotos para que se sintiera cómoda, y parecÃ*a que lo disfrutaba ya que se acomodaba de diferentes manera como se lo iba indicando. En cada foto yo le recordaba lo bonita que se veÃ*a. En un momento le dije que sentada como estaba separara las piernas. Ella se puso seria y poco a poco empezó a separarlas mostrándome un lindo calzón con blonditas. Que delicia sentÃ* de verla asÃ*, y me acerqué a ella para indicarle como debÃ*a ponerse y aprovechaba para agarrar sus piernas mientras la acomodaba.
El rubor en su rostro se hacia manifiesto pero no rechistaba cuando daba mis indicaciones. Le pedÃ* que se echara en la cama con las piernas separadas y me acerque para según yo, acomodarle el calzón. Pase mis dedos por el centro para que se notara bien su rayita a través del calzón y mi dedo presionó en el centro para ello.
Mi verga en este punto estaba como un poste pero disfrutaba haciendo esto mas lento. Ahora mientras tomo las fotos quiero que te vayas quitando el vestido, le pedÃ*. Ella se arrodilló encima de la cama y se fue bajando el cierre trasero del vestido hasta quedar sin el. Ahora el sujetador le pedÃ*, y ella se lo desabrochó mostrándome las tetas mas lindas que he visto en mi vida. Eran paraditas y con unas aureolas grandes, coronadas por unos pezones en punta.
Ahora échate en la cama y sácate el calzón le ordené. Ella me dijo tÃ*midamente, el calzón también?. Si, le respondÃ* muy seguro y ella se echo y se lo sacó dejándome ver una concha peludita.
Tomé unos acercamientos y con una mano abrÃ*a sus labios vaginales para poder apreciar a plenitud sus atributos. Ganas no me faltaban por lamerla pero me contuve sin saber como. Le pedÃ* que se pusiera boca abajo y de la misma forma separe sus nalgas para poder apreciar su ano.
Para que no se arrepintiera de lo que estaba haciendo le decÃ*a que con ese dinero podrÃ*a comprarse ropa muy bonita. Mis manos agarraban sus nalgas redondas y la tersura de su piel me hacÃ*an caer en cuenta lo jovencita que era. Ahora debÃ*a hacer algo para que aceptara que me revolcara con ella, asÃ* que le dije que la sesión de fotos habÃ*a acabado y me senté a su lado en la cama. Le pregunté que le habÃ*a parecido mostrarse desnuda y me respondió que todo el tiempo habÃ*a estado nerviosa ya que nunca lo habÃ*a hecho.
Mirándola a los ojos le dije que era muy bonita y que si podÃ*a besarla. Ella asintió con la cabeza y primero la besé tiernamente para luego chuparle los labios. Ella suspiro por la intensidad de mi beso, y cuando separe mi boca de la de ella le dije que verla desnuda me habÃ*a excitado terriblemente. Ella me dijo que se habÃ*a dado cuenta ya que lo habÃ*a notado a través del buzo. quieres ver como me has puesto le pregunté, y sin esperar a que me respondiera me pare de la cama y me bajé el buzo dejándole ver mi verga parada.
Ella se quedo mirándola y le pedÃ* que la agarrara. Estiro su brazo y con su mano la rodeo completamente. Esta caliente opinó, y tomando su mano le hice que me la corra un poco. Me acerqué a la altura de su cara y acerqué mi verga hasta casi tocar sus boca. Ella paso su lengua por sus labios y empujé en su boca para que entrara. La chupaba muy despacio haciéndome delirar de placer y con mis manos agarraba sus suaves tetas, amasándolas lentamente.
Me terminé de sacar la ropa y asÃ* desnudo me acosté a su lado en la cama. Nos empezamos a besar y bajé hasta su concha para lamerla tal como lo habÃ*a estado deseando desde que me la encontré. Ella abrÃ*a sus piernas para sentirme
mas y al mismo tiempo que la lamÃ*a, con unos de mis dedos le acariciaba el ano introduciéndolo.
Ella jadeaba por el placer que sentÃ*a mientras yo la chupaba desde los dedos de sus pies hasta llegar a sus tetas. HabÃ*a llegado el momento de que mi verga pruebe esa concha deliciosa y se la enterré de un solo envión metiendola hasta la base.
Empecé a moverme metiendo y sacando hasta que eyacule dentro de ella.
Descansamos un momento mientras nos besábamos para continuar luego culeando toda la mañana. Le metÃ* tres polvos hasta que quedé agotado. Nos bañamos juntos en medio de caricias y besos notando después las marcas que tenia en el cuerpo de lo que la habÃ*a chupado. Me dijo que eso seria un recuerdo de lo que paso esa mañana.
Nos vestimos y le pagué con un billete de 100 dólares. Le di mi teléfono para que me llame si necesitaba algo y nos despedimos con un beso. Luego de un tiempo me volvió a llamar asÃ* que invité a un amigo mÃ*o para hacer una pequeña fiesta con ella como plato principal, pero eso se los contaré en otra oportunidad.
Me encontraba de vacaciones y salÃ* a comprar un periódico en la mañana, cuando vi a una chica que parecÃ*a que buscaba una dirección.
La observé un momento ya que tenÃ*a un cuerpo muy bien formado y se notaba que recién estaba saliendo al mundo laboral. Llevaba un vestido que le quedaba un poco mas alto de las rodillas y llevaba medias de nylon y unos zapatos color negro.
Al verla desorientada le pregunté si podÃ*a ayudarla, respondiéndome con una sonrisa angelical, y mostrándome un papel donde le habÃ*an anotado una dirección. Vi que quedaba cerca aunque no recordaba que hubiese alguna empresa por ahÃ*. Caminamos un poco mientras ella me contaba que era de la zona de selva, y que habÃ*a llegado a Lima para trabajar de secretaria o recepcionista.
Al llegar a la dirección vimos que era un terreno baldÃ*o y que ahÃ* no funcionaba ninguna empresa. Ella me miraba como para que le diera una explicación, y al preguntarle donde le habÃ*an dado ese dato me dijo que en una agencia de empleos de Lima. AhÃ* caÃ* en cuenta que se trataba de esas agencias ficticias, donde cobran por ofrecer colocar a los jóvenes en un empleo y luego los dejan a su suerte.
Le expliqué lo que sucedÃ*a y se puso a llorar diciéndome que hace un mes habÃ*a llegado de su tierra y que no conseguÃ*a empleo. Además el dinero que habÃ*a traÃ*do se le habÃ*a acabado y no tenia ni para el pasaje de autobús. Viendo la situación me compadecÃ* de ella, pero por otro lado pensé que podrÃ*a sacar provecho de ella.
Le dije que se calmara y que si deseaba me acompañara a mi departamento que quedaba cerca. Ella secó las lagrimas que caÃ*an de sus mejillas y accedió a seguirme. Se notaba que era inocente e incauta, ya que una chica de la ciudad nunca habrÃ*a accedido a entrar a un departamento con un hombre.
Llegamos al edificio donde vivo y le dije que tenÃ*amos que ir hasta el cuarto piso por las escaleras. AhÃ* te puedes arreglar un poco el maquillaje le sugerÃ*. Ella empezó a subir delante mÃ*o y yo aproveché para tratar de mirar debajo de su vestido. Ya que este era de vuelo de rato en rato me mostraba el encaje de sus medias de nylon color carne, dándome cuenta que tenia unas piernas hermosas.
Al llegar a mi departamento mi verga estaba parada de imaginar a esa chiquilla desnuda. DebÃ*a actuar bien y elaborar un plan para ver hasta donde podÃ*a llegar con ella. La invité a sentar en la sala y para darle confianza le pedÃ* que me contara un poco de ella.
Me comentó que habÃ*a estudiado secretariado en su tierra y que habÃ*a venido a la capital para tentar suerte ya que por allá no habÃ*a muchas oportunidades de surgir. Le servÃ* una copa de crema de mandarina diciéndole que eso le ayudarÃ*a para que se relaje.
Ella la aceptó y bebió de un sorbo provocándole tos ya que era muy fuerte. su rostro se puso colorado y se rió diciéndome que no pensaba que estarÃ*a tan fuerte.
Le pregunté si deseaba más y me dijo que si, ya que estaba muy agradable. A la tercera copa ya parecÃ*amos amigos de tiempo y al reÃ*rse me mostraba unos dientes blancos y perfectos enmarcados por unos labios gordezuelos y sensuales. Para mis adentros yo pensaba que se sentirÃ*a colocar mi verga en su boca.
Luego su rostro cambio a serio nuevamente y me dijo que no sabia como conseguirÃ*a dinero para mantenerse. Mientras ella pensaba se me ocurrió proponerle algo y se lo dije asÃ*; mira aqui en la ciudad es muy difÃ*cil conseguir empleo y le conté que yo era aficionado a la fotografÃ*a, y que si ella aceptaba le podrÃ*a tomar unas fotos a cambio de dinero, y que seria casi como un trabajo extra que le permitirÃ*a subsistir mientras conseguÃ*a el trabajo de secretaria que tanto deseaba.
A ella se le iluminaron sus ojos y me tomó de la mano para agradecerme el favor, sin saber que clase de fotos querÃ*a tomarle y que luego querÃ*a comérmela desnuda. Al parecer cayó en cuenta que habÃ*a aceptado muy rápido y me preguntó como seria las fotos. Le respondÃ* que las fotos eran para mi archivo pe
rsonal y que nadie las verÃ*a, y que me gustarÃ*a sacárselas posando en forma sensual. Mirándome a los ojos me pregunto, desnuda?.
y muy tranquilamente le dije que si.
Ella estaba entre la espada y la pared asÃ* que me dijo que lo aria aunque se morÃ*a de vergüenza. Le respondÃ* que no debÃ*a tenerla, ya que a varias chicas les habÃ*a tomado fotos y eso les habÃ*a permitido ganarse un dinero. Le servÃ* otra copa de crema para que se sintiera mas desinhibida y luego de beberla me respondió que lo harÃ*a.
Le pedÃ* que me acompañara a mi habitación ya que ahÃ* serian las tomas. Saqué la cámara digital que tenia en una cómoda y le pedÃ* que se sentara en la cama. Ella se sentó con las piernas cruzadas, y al mostrarme su mejor sonrisa di el primer click.
Tomé varias fotos para que se sintiera cómoda, y parecÃ*a que lo disfrutaba ya que se acomodaba de diferentes manera como se lo iba indicando. En cada foto yo le recordaba lo bonita que se veÃ*a. En un momento le dije que sentada como estaba separara las piernas. Ella se puso seria y poco a poco empezó a separarlas mostrándome un lindo calzón con blonditas. Que delicia sentÃ* de verla asÃ*, y me acerqué a ella para indicarle como debÃ*a ponerse y aprovechaba para agarrar sus piernas mientras la acomodaba.
El rubor en su rostro se hacia manifiesto pero no rechistaba cuando daba mis indicaciones. Le pedÃ* que se echara en la cama con las piernas separadas y me acerque para según yo, acomodarle el calzón. Pase mis dedos por el centro para que se notara bien su rayita a través del calzón y mi dedo presionó en el centro para ello.
Mi verga en este punto estaba como un poste pero disfrutaba haciendo esto mas lento. Ahora mientras tomo las fotos quiero que te vayas quitando el vestido, le pedÃ*. Ella se arrodilló encima de la cama y se fue bajando el cierre trasero del vestido hasta quedar sin el. Ahora el sujetador le pedÃ*, y ella se lo desabrochó mostrándome las tetas mas lindas que he visto en mi vida. Eran paraditas y con unas aureolas grandes, coronadas por unos pezones en punta.
Ahora échate en la cama y sácate el calzón le ordené. Ella me dijo tÃ*midamente, el calzón también?. Si, le respondÃ* muy seguro y ella se echo y se lo sacó dejándome ver una concha peludita.
Tomé unos acercamientos y con una mano abrÃ*a sus labios vaginales para poder apreciar a plenitud sus atributos. Ganas no me faltaban por lamerla pero me contuve sin saber como. Le pedÃ* que se pusiera boca abajo y de la misma forma separe sus nalgas para poder apreciar su ano.
Para que no se arrepintiera de lo que estaba haciendo le decÃ*a que con ese dinero podrÃ*a comprarse ropa muy bonita. Mis manos agarraban sus nalgas redondas y la tersura de su piel me hacÃ*an caer en cuenta lo jovencita que era. Ahora debÃ*a hacer algo para que aceptara que me revolcara con ella, asÃ* que le dije que la sesión de fotos habÃ*a acabado y me senté a su lado en la cama. Le pregunté que le habÃ*a parecido mostrarse desnuda y me respondió que todo el tiempo habÃ*a estado nerviosa ya que nunca lo habÃ*a hecho.
Mirándola a los ojos le dije que era muy bonita y que si podÃ*a besarla. Ella asintió con la cabeza y primero la besé tiernamente para luego chuparle los labios. Ella suspiro por la intensidad de mi beso, y cuando separe mi boca de la de ella le dije que verla desnuda me habÃ*a excitado terriblemente. Ella me dijo que se habÃ*a dado cuenta ya que lo habÃ*a notado a través del buzo. quieres ver como me has puesto le pregunté, y sin esperar a que me respondiera me pare de la cama y me bajé el buzo dejándole ver mi verga parada.
Ella se quedo mirándola y le pedÃ* que la agarrara. Estiro su brazo y con su mano la rodeo completamente. Esta caliente opinó, y tomando su mano le hice que me la corra un poco. Me acerqué a la altura de su cara y acerqué mi verga hasta casi tocar sus boca. Ella paso su lengua por sus labios y empujé en su boca para que entrara. La chupaba muy despacio haciéndome delirar de placer y con mis manos agarraba sus suaves tetas, amasándolas lentamente.
Me terminé de sacar la ropa y asÃ* desnudo me acosté a su lado en la cama. Nos empezamos a besar y bajé hasta su concha para lamerla tal como lo habÃ*a estado deseando desde que me la encontré. Ella abrÃ*a sus piernas para sentirme
mas y al mismo tiempo que la lamÃ*a, con unos de mis dedos le acariciaba el ano introduciéndolo.
Ella jadeaba por el placer que sentÃ*a mientras yo la chupaba desde los dedos de sus pies hasta llegar a sus tetas. HabÃ*a llegado el momento de que mi verga pruebe esa concha deliciosa y se la enterré de un solo envión metiendola hasta la base.
Empecé a moverme metiendo y sacando hasta que eyacule dentro de ella.
Descansamos un momento mientras nos besábamos para continuar luego culeando toda la mañana. Le metÃ* tres polvos hasta que quedé agotado. Nos bañamos juntos en medio de caricias y besos notando después las marcas que tenia en el cuerpo de lo que la habÃ*a chupado. Me dijo que eso seria un recuerdo de lo que paso esa mañana.
Nos vestimos y le pagué con un billete de 100 dólares. Le di mi teléfono para que me llame si necesitaba algo y nos despedimos con un beso. Luego de un tiempo me volvió a llamar asÃ* que invité a un amigo mÃ*o para hacer una pequeña fiesta con ella como plato principal, pero eso se los contaré en otra oportunidad.