Jugando con mi madre

roman74

Pajillero
Registrado
Ene 9, 2008
Mensajes
2,925
Likes Recibidos
60
Puntos
48
 
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]Soy Javier, un estudiante de 19 años de Derecho en Madrid. Mi madre es viuda, puesto que mi padre falleció cuando yo solo tenia 7 años. Ella tiene 41 años y es una mujer muy atractiva, se pasa el dÃ*a cuidándose en salones de estética y siempre va vestida a la ultima moda más juvenil para su edad. Se llama Sara. Describirla no es fácil, pero os puedo decir que es altita, morena, con pelo largo y rizado, y una tez muy morena. Tiene unos pechos bastante grandes y, lo más importante, muy firmes, misterio que no logro entender para su edad.

Mi relación con ella es de lo más natural, jugando un papel dual de madre y de amiga, a la cual le confieso absolutamente todos mis secretos. Su vida sentimental es confusa, ya que no le gusta desarrollar largas experiencias de pareja, optando por contactos esporádicos cuando tiene ganas de sexo. AsÃ* me lo reconoció en varias ocasiones cuando hablamos del tema, ya os dije que la confianza entre nosotros es amplia para hablar de cualquier cosa, por muy intima que sea. En base a esa confianza, la he visto desnuda muchas veces por casa, y reconozco que siempre me provoca bastante excitación cuando la veo, puesto que nunca he descartado el tener relaciones con ella, aunque jamás hemos hablado de ese tema.

El pasado sábado estábamos cenando y le confesé que a un compañero mÃ*o le encantaba, que me decÃ*a la suerte que tenia de tener una madre que estuviese tan buena. Ella se reÃ*a y me preguntaba que tal estaba ese chico y yo le decÃ*a que como se le ocurrÃ*a pensar en eso, que no querÃ*a que ningún compañero mÃ*o me pasase por la cara el haberse acostado con mi propia madre. La conversación transcurrió entre risas y comentarios al uso, ella iba vestida con una falda negra larga y una blusa blanca y todavÃ*a estaba maquillada, pues acababa de venir de pasear por la calle.

Después de cenar nos fuimos a ver la tele y, mientras veÃ*amos un programa de cotilleo me dijo que habÃ*a estado comprando ropa y que me la iba a enseñar a ver si a mÃ* me gustaba. Sin mas se fue para su habitación y allÃ* estuvo como diez o quince minutos sin salir mientras yo seguÃ*a mirando la tele. Al cabo de ese tiempo salió con un precioso y escotado traje de fiesta y se dio un par de paseos por el salón preguntándome si me gustaba, a lo que le dije que estaba preciosa, mientras volvÃ*a a la habitación, para volver a pasearse con un traje chaqueta más tradicional, a lo cual volvÃ* a decirle lo mismo. Después del pase me dijo que ya no habÃ*a comprado nada mas, salvo un par de detalles de lencerÃ*a, que si querÃ*a me los enseñaba también. Yo, evidentemente, le dije que si, que estaba deseando vérselos, y en broma le comente que iba a llamar a mi compañero para que diese su opinión. Ella se sonrió y me dijo que me esperara un rato.

Yo estaba impaciente y en esto apareció con un tanga y un sujetador hasta el ombligo, tipo top, completamente transparente. Al verla asÃ*, no pude evitar una erección, de la que ella se percato pero no dijo nada. Se dio un par de paseos por el salón y finalmente se sentó en mi regazo. Al sentarse notó claramente mi duro pene en sus nalgas y me dijo socarronamente: "Uy, uy, uy, que se ha excitado mi chico". Yo, pese a la confianza que nos une, me quede muy cortado, y ella se sonrió y me dijo: "Bueno, no hay porque avergonzarse, ¿O acaso no tenemos confianza para afrontar cualquier situación?". Yo le dije: "Ya lo se mama, pero reconoce que eres mi madre y me siento incomodo". Ella se levanto y me dijo: "No te preocupes, hombre, que no me molesta". Diciendo eso se dirigió a su habitación, y como a los cinco minutos regreso con la ropa que tenia antes puesta.

Se sentó a mi lado y me pregunto si hacia mucho que no estaba con una chica, a lo cual le respondÃ* que como un año o algo asÃ*. La notaba como con ganas de decirme algo, inquieta, pero no decÃ*a nada. Seguimos viendo la televisión y al cabo de un rato me dijo: "Te propongo un juego divertido, que imagino que te gustara". Yo le dije: "Tu dirás, por mi no hay problema en jugar a lo que sea". Ella me respondió: "Por lo que veo ya hace que no estas con una mujer y yo, para serte franca, también ya hace que no estoy con un hombre, asÃ* que si te apetece podemos crear un juego morboso en el que disfrutemos sexualmente los dos, porque creo que entre tu y yo tenemos confianza suficiente para lo que sea, ¿Me equivoco?".

Yo no sabia que decirle, asÃ* que opte por contestarle: "No se mama, somos madre e hijo, no sé sÃ* será lo correcto". Ella me miro a los ojos y me dijo: "En cuanto me viste en ropa interior te pusiste como un semental, asÃ* que supongo que de algún modo mi cuerpo te excita, sino ya me dirás a que venia esa reacción". Yo, sin creerme muy bien lo que me estaba pasando le dije: "Si mama, tienes razón, pero...". "Pero que" me dijo ella, "Mira, te propongo que nos vayamos a mi habitación, nos metamos en la cama vestidos y apaguemos todas las luces hasta la oscuridad total; cada uno le irá pidiendo al otro, alternativamente, que se quite una prenda de ropa y que se la entregue o bien que haga algo que el otro desee, y asÃ* hasta que se rompa el hielo definitivamente, ¿Te parece?". Yo estaba excitadÃ*simo y me dije para mis adentros que era mi oportunidad y que no debÃ*a desperdiciarla con lo que le dije: "Vale, dejemos dar rienda suelta a nuestra imaginación".

Con la misma, nos fuimos a su habitación, cerrando bien la persiana para que no entrase nada de luz y nos metimos en la cama vestidos sin los zapatos, apagamos la luz y todo se quedo a oscuras y en silencio. A los dos minutos, me dice mi madre: "Javi, quÃ*tate los pantalones y damelos, por favor". Yo hice lo que me pidió y espere pacientemente mientras oÃ*a como mi madre los tiraba al suelo. "Ahora te toca a ti", me dijo. "Vale mama, quÃ*tate las medias y damelas". Cuando las recibÃ* las coloque debajo de mi almohada, sintiendo el calor que traÃ*anâ€�. "QuÃ*tate los calzoncillos y damelos". A lo que le respondÃ*: "No los llevo puestos, mama". "Pues entonces dame tu camisa". Se la di y sentÃ* como también caÃ*a al suelo, mientras yo estaba completamente desnudo.

Ahora me tocaba a mÃ*. "QuÃ*tate tu ropa interior, mama". "No llevo hijo". Eso me puso a cien, con lo que le dije al momento: "Pues tu camisa". Se la quito y me la dio. Ahora le tocaba a ella. "Como me imagino que ya estas desnudo, acarÃ*ciate el pene suavemente". Estaba a mil y eso aun me ponÃ*a más. "QuÃ*tate la falda y damela, mama". "Ya no tenemos ropa, hijo, ahora nos pediremos cosas que nos apetezcan, ¿estas relajado?. "Si mama, y muy excitado". "Vale, pues ahora me toca a mÃ*â€� y me dijo: "AcarÃ*ciame los muslos muy suavemente". Mis manos se fueron a sus piernas y comencé a sentir sus carnes en mi piel mientras mi miembro ya estaba a punto de estallar. Mientras la acariciaba sus muslos, hice mi petición: "Me gustarÃ*a tocarte los pechos". "Son todos tuyos, hijo, gózalos". Mis manos subieron por su piel hasta sus pechos y comencé a magrearlos con mucha dulzura y, aunque mi petición no contemplaba besárselos, no pude contenerme y comencé a pasarles mi lengua, a lo que ella no dijo nada. Se movÃ*a con excitación pero no decÃ*a nada. "Creo que me toca a mi Javi, quiero que te pongas encima de mÃ* y dejemos el turno de peticiones, ahora los deseos ya son libres, el hielo ya esta roto".

Me puse encima de ella y note como su entrepierna ardÃ*a y ella pasivamente, se dejaba hacer. Como tenia ciertas dudas le pregunte: "¿Quieres sentir mi polla, mama?", y ella me respondió jadeante "¿Tu que crees?". Con la misma se la fui introduciendo poco a poco dentro de sus entrañas mientras ella movÃ*a alocadamente sus caderas. No habÃ*an pasado ni cinco segundos cuando me corrÃ* dentro de ella, mientras notaba como me la estrujaba cariñosamente. Me salÃ* y me tumbe al lado, preguntándome ella si estaba bien, y le dije que si, que necesitaba descansar un rato, a lo que ella respondió con un silencio.

Al poco tiempo volvÃ*a a tener mi polla en erección y le dije que querÃ*a encender la luz, respondiéndome con un "Enciéndela cariño, a mÃ* también me apetece". Al encender la luz ella se sonrió y me comenzó a acariciar mi pene muy lentamente, yo no podÃ*a quitar la vista de sus magnÃ*ficos pechos y ella me decÃ*a "Ya se desde hace mucho tiempo que te ponen mucho mis tetas, ahora es tu momento, aprovéchalo". La imagen era esplendorosa y mis manos y mi boca se dirigieron hacia ellas no dando abasto. Ella me preguntaba mientras le devoraba sus partes superiores: "Dime una cosa, ¿Cuántas veces te masturbaste pensando en mis tetas?", "Muchas mama, siempre he deseado vivir este momento, pero nunca pensé que llegarÃ*a". Retire cuidadosamente su mano de mi pene y se lo acerque a sus pechos, frotándolo contra ellos. "Súbete un poco mas, quiero darte placer con mi boca, hijo". "Esta bien mama, pero déjame correrme por tus tetas, ha sido mi fantasÃ*a durante mucho tiempo y ahora puedo hacerla realidad". Ella se sonrió y asintió con su cabeza. Yo me puse en posición de hacer un 69 y asÃ* lo hicimos. Notaba como mi pene se lo engullÃ*a mientras mi lengua recorrÃ*a sus partes mas intimas. Le proporcionaba tanto placer que llegaba a soltar mi pene de su boca por momentos para coger aire. Yo estaba en la gloria cuando decidÃ* lamerle el culo, cosa que le provoco bastante mas excitación, moviendo sus cadenas compulsivamente, por lo que opte por meterle dos dedos por detrás. En cuanto entraron mis dedos comencé a correrme y ella apunto mi miembro hacia sus pechos, tal y como le habÃ*a pedido.

Notaba mi semen entre sus pechos y mis piernas y me incorpore retirando mis dedos de su culo y acostándome a su lado. Ella me miraba sonriente y cansada, con toda mi leche por sus firmes tetas, mientras me decÃ*a "AcarÃ*ciame la piel, hijo, acarÃ*ciame suavemente". Yo comencé a acariciarle por sus piernas y sus tetas, mojando mis dedos en el semen y llevándoselos a la boca. Ella los lamÃ*a con gusto mirando fijamente para mÃ* con cara de morbo. Cuando termine me dijo que me proponÃ*a algo que nos iba a gustar a los dos, que cada uno se masturbase enfrente del otro, a lo que acepte.

Ella abrió sus piernas y comenzó a meterse los dedos y masajearse, sintiendo gran placer, a juzgar por la forma de sus pezones. Mientras se movÃ*a sus pechos saltaban sigilosamente, la imagen era irrepetible. Yo, por mi parte, comencé a mover mi pene con rapidez y eso aun le daba a ella mas ritmo en sus masajes Ã*ntimos. Cuando estaba a punto de correrme la advertÃ* y me dijo que lo hiciese dentro de ella, con lo que se sentó a horcajadas encima de mÃ* y comenzó una nueva penetración que duro poco tiempo, puesto que ella se levanto rápido y se puso a cuatro patas contra mÃ*, diciéndome "Ahora por detrás, mi amor". La penetre por el culo mientras mis dedos atendÃ*an sus partes delanteras, envueltas en sudor.

En uno de esos masajes en su clÃ*toris, se corrió abundantemente y yo hice lo propio dentro de su culo. La bese por la espalda y en sus nalgas y nos volvimos a acostar. Al poco rato nos levantamos y ella se dio una ducha y luego yo me di otra.

Fuimos a ver la tele nuevamente y no decÃ*amos nada el uno al otro. Yo me preguntaba lo que pasarÃ*a a partir de ahora, pero no me querÃ*a auto responder. Mi excitación continuaba, aunque ya con un cierto dolor. Para romper el silencio le dije: "Gracias mama, me ha gustado mucho, espero que a ti también". Ella me respondió que se trataba de un juego para pasar el rato y que seria mejor olvidarlo hasta que jugásemos otra vez, a lo cual yo asentÃ* con cierta complicidad en la doble intención con la que me lo dijo.
[/FONT]
 

koldo444

Virgen
Registrado
Feb 13, 2013
Mensajes
11
Likes Recibidos
0
Puntos
0
es la misma fantasia que tuve le otro dia.. k riko
 

456qwe

Pajillero
Registrado
Jul 23, 2007
Mensajes
131
Likes Recibidos
0
Puntos
38
 
Que lindos juegos de madre e hijo mis camaradas. No lo creen. Ha ha ha. :thumbsup:
 

cyrus666

Pajillero
Registrado
Ene 23, 2008
Mensajes
753
Likes Recibidos
126
Puntos
43
INCREIBLE!!, una madre nunca deja solo a un hijo con necesidad!!
 
Arriba Pie