Jonathan y su Abuela – Capítulos 01 al 04

heranlu

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Jonathan y su Abuela – Capítulos 01 al 04

Jonathan y su Abuela – Capítulo 01




Estudio la licenciatura de artes visuales en una de las pocas universidades públicas que aún existen, ya que la matrícula de universitarios en México es mayormente de escuelas privadas, afortunadamente yo fui aceptado en esta carrera, por supuesto que, no es que digamos muy demandada.

Alguien con una carrera así tiene oportunidades de salir adelante formando su propio negocio o su propia empresa, debido a que existe mucha mafia en este ramo de cultura, cuando es en el gobierno, los artistas son allegados o parientes de algún político o empresario.

Y las empresas importantes en estos ramos son aún más elitistas y explotadoras, algunas incluso tienen muchos becarios y en su interior en ocasiones ni si quiera apoyan económicamente a los mismos.

Pero yo tenía que salir adelante, aunque me endeudara iba a tener mi estudio de fotografía y video, eso era a lo que le tiraba, y lo iba a lograr, ya tenía dos cámaras y un celular con buena cámara, el celular fue un regalo, las cámaras me las gané con mis becas y vendiendo dulces y cigarros en las calles, soy ambicioso y no me importaba trabajas en las calles para salir adelante.

Mis viejos me apoyaban con los viáticos pero la situación económica hizo que tuviéramos que renunciar a la pequeña habitación que rentábamos cerca de mi facultad y mis padres optaran por pedirle el favor a mi abue que vivía a media hora en de la universidad, 30 minutos en automóvil claro.

Este gran cambio me hizo madurar más, para levantarme más temprano y que me alcanzara el tiempo para mis distintas actividades.

A todo esto debí decir que mi abuela con 54 años en aquel entonces se conservaba muy bien, todo lo contrario de mi madre, su hija, que había engordado bastante, pareciendo su hermana en vez de su hija, ya que mi abuela aparentaba menos años de los que en realidad tiene.

Morena, de grandes tetas, algo caídas debido al paso de los años, grandes nalgas, redondas, las cuales son su mayor atractivo, enormes masas de carne con apenas estrías, nada fofas o flácidas debido a que ya ha decidido hacer ejercicio.

Su chochazo gordito, jugoso, apretadito debido a la falta de mantenimiento por parte de mi abuelo, mucho más grande que ella, con 67 años cumplidos ya, gozando ahora de su pensión y trabajando a sus horas, casi perdido en el vicio del alcohol y las parrandas.

A los pocos meses de llegar a vivir con ellos comprobé que la menopausia de ella le había llegado un poco más tarde que a las demás mujeres, pero a ella aparte de que se le fue la regla y la fertilidad, su libido aumentó, entrando en un estado hormonal que hizo buscar macho que le dieran lo que necesitaba en su hambriento coñazo.

En consecuencia de este estado de calentura cambio su modo de vestir, no del todo ya que siempre vestía muy moderna para su edad, pero lo que antes hacía era de usar vestidos arriba de la rodilla y con poco escote, ahora lo más recatado que usaba eran faldas y vestidos a media pierna.

Ni que decir de los escotes, antes eran leves, ahora sus tetorras bailoteaban en los amplios escotes, casi saliendo de su encierro, ropa transparente arriba y abajo, bras de media copa que dejaban poco a la imaginación, se volvió asidua usuaria de las blusas semitransparentes y transparentes con estos bras debajo, y de igual manera adquirió de esos con tiras entre las mamas, casi todo lo que usaba era lencería y no ropa interior normal.

Antes no era de usar leggins, ahora para andar cómoda por casa eran uno de sus principales atuendos, y también transparentes que hacían marcar y translucir sus cacheteros y tangas al frente y sobre todo por detrás.

Sus hermosas y grandes nalgas ahora eran invadidas al medio por estás apretadas prendas, en los días de calor en casa solía usar de esos delgados shorts de licra y de algodón que debido a sus grandes masas de carne, más bien parecían de esas bragas normales, en todas estas prendas sus labios mayores se marcaban descaradamente.

Y así viví por meses, contemplando y sin poder tocar de lleno toda esa carne de mi grandma, con todo y que atendía su pequeño spa, se vino la pandemia, la cual nos jodió a todos, me tuve que salir temporalmente de la escuela, porque la verdad, el tener clases en línea, no me molaba y ella tuvo que buscar otra opción económica, ya que casi cerró su negocio, de no ser porque me tenía a mí, que le sabía a las plataformas, sabía de fotografía, sabía de vídeo y no me importaba verla en poca o nada de ropa.

Porque un día platicando, de esos días en que ella andaba más ligera de ropa de lo normal, estando solos, con calorcito encima, viendo la televisión, sentados en el mismo sillón, oímos y vimos en un programa de esos de chismes la noticia de que una artista de talla internacional caracterizada por su bella voz y su gran hermosura, decidió empezar en el negocio de la creación del contenido para adultos en una de las varias plataformas de internet que se dedican a eso.

- Johnny, ¿qué tan buen negocio será ese de vender contenido para adultos?

Me pregunta al visualizar esta noticia amarillista en ese programa.

- Me parece que muy bueno abue, ahí se gana en dólares porque la mayoría de estas plataformas son gringas (de Estados Unidos, así les decimos los latinoamericanos a todo lo que pertenece a ese país).

- Órale, crees que si nos metemos a ese negocio ¿nos iría bien?

Me tomó de sorpresa esa pregunta de mi abue.

- ¿Que?

- Jajajajaja, ay mi amor, si vieras tu cara, jajajaja.

- No creo que hables en serio abue.

- ¿Por qué no?, si todavía tengo lo mío.

Se incorpora, se pone recta, se lleva las manos a la cintura, saca más los pechos, sonriendo y coqueteando, se da media vuelta, parando más sus enormes nalgas enfundadas en ese short blanco de algodón que transparenta su tanguita negra.

- ¿A poco no mi amor?, ¿crees que este cuerpo maduro no vendería buen contenido?

Me pregunta retándome, esa pregunta me hace sincerarme un poco.

- Pues si abue, pero, ¿tan mal estamos de dinero que tenemos que optar por hacer eso?

- Pues, la verdad es que tenemos para comer, pero comeríamos mejor si logramos tener un poco más de entradas de dinero mijo.

- Eso sí, la verdad que sí ya quiero volver a comer filetes, más botanas, más bebidas, más cosas ricas abue.

- Te digo mijo, pero no me contestaste lo que te pregunté.

- ¿Crees que con el cuerpo que tengo no pueda vender contenido de calidad?

Dudé en qué contestar, me tardé unos segundos, pero al fin contesté.

- Yo creo que sí abue, pero es cuestión de probar.

- ¿Y que se necesita mi amor?

- No sé bien, pero lo principal lo tenemos, solo hay que investigar si las cuentas de banco que tenemos pueden servir.

- Pues te encargo mi amor, tienes todo el día de hoy para investigar, y hazlo, porque la verdad tenemos que ganar algo de dinero tu y yo, y además, será divertido, ¿no crees?

- Tal vez si, y ahí aprovecharía mi conocimiento.

- Pues si mi niño, y fíjate que te iba a decir desde hace días, pero hasta ahorita me acordé viendo a esta mujer que se animó a crear su cuenta en esa plataforma.

- Ya lo tenías pensado entonces abue?

- Pues casi, solo tenía que saber si estabas dispuesto.

- Lo estoy abue.

- Muy bien mi amor, entonces, manos a la obra, pero voy a hacer pis, mientras investiga porfi.

- Si abue.

Decir si era sencillo, pero eso cambiaría nuestra vida casi por completo, ella estaba dispuesta, pero el problema era, si yo iba a saber contenerme como lo había hecho hasta ahorita, y no, ninguno de los dos nos pudimos controlar

Después de haber ido a hacer sus necesidades mi abue, subió a su habitación, y en lo que yo investigaba todo eso que había que tener para crear una cuenta, ya se imaginarán, casi hasta el acta de defunción te andan pidiendo, pero yo decidí que además de las fotos y videos que decidiéramos crear, también estaría más morboso el contar la historia de cómo se iba desarrollando nuestra aventura y la evolución de nuestra relación, por eso decidí mejor crear una cuenta en Patreon, solo ahí podía subir todos estos elementos de nuestra morbosa convivencia.

Antes de que bajara Guadalupe fui a hacerme una súper paja, ya que el imaginármela de hoy en adelante aún más atrevida, más exhibicionista, más cachonda, todo eso que conllevaría el crear contenido audiovisual con ella, todo eso me puso la pija súper dura.

De tan intensa que fue esa masturbación, ya me estaba ganando el sueño en mi habitación, y tal vez me dormí cinco minutos, no lo sé, ¡toc toc toc!, hasta que tocaron a mi puerta, era mi abuela.

- Mandé! (Le contesté a mi sabrosa abuela).

- Abre porfa (me contestó).

- Aguántame porfa (recogí los restos que había dejado de mi masturbación en un santiamén y procedí a abrirle la puerta de mi alcoba).

- ¿Ya checaste eso precioso?

- Si abue.

Vi que traía unas prendas, se veía que era lencería.

- Y que tal, ¿en cuanto tiempo podemos empezar a generar ganancias?

- Pues, tal vez en una semana, mientras podemos hacer unas cuentas en las redes sociales.

- Mmm, yo nada más uso el Facebook.

- Si pero ese Facebook no nos va a servir mucho porque ahí tiene agregadas a personas conocidas abue.

- ¿Hay que hacer otro?

- Si, y a parte hacer un Instagram y un Twitter (hoy llamado equis o simplemente X).

- ¿Y esos para qué?

- Porque ahí no hay tanta censura.

- Oh ya.

- Si abue, en esta semana podemos ver cuántos seguidores ganas, y si muchos de ellos son capaces de donar dinero para verte con más poca ropa y en poses más sexis.

- Al final ¿terminaré enseñando todo verdad?

- Uy abue, cuando te muestres desnuda estaríamos apenas acabando el comienzo de tu éxito en esta aventura en la que nos vamos a enfrascar.

- Ay Dios, ya hasta me está dando mello, pero hasta no ver los billetes no me voy a dar por vencida, ojalá y nos vaya bien, porque si no para que me voy a encuerar, que vergüenza Johnny, imagínate si no funciona.

- Abue, no te preocupes, me tienes a mi, solo hay que cuidar que ninguno de nuestros conocidos se entere, o bueno, alguien que nos pueda arruinar el negocio.

- Si mijo, y pasando a otra cosa, mira, te quiero enseñar unas prendas que yo creo que nos pueden servir.

Me quedé maravillado cuando extendió un baby doll negro con bra de encaje y cachetero a juego.

- Orale, que bonito abue.

- ¿Verdad que si?

- Solo que a mi me quedan algo chirris esas prendas (chirris significa pequeñas).

- Pues si, comprendo porque abue (le doy un repaso de arriba abajo).

- Jijijiji, pillín, pues los demás conjuntos están mejores.

- Ay abue, si que nuestra relación se va a fortalecer con esto.

- Jijijiji, si que me vas a conocer muchos secretos bebé, espero y también conocer algunos de ti eh.

- Eso ni lo dude abue, aunque pues debo decirle que estos conjuntos serán como para la segunda etapa, el gancho será sacarte primero algunas fotos con ropa normal, porque en primera instancia, con tus curvas no necesitas mostrarte tan semidesnuda, con ropa normal alimentas la imaginación de los que quieran ver tu voluptuoso cuerpo con menos ropa.

- Bueno, tu eres el que sabes mijo, entonces, así como estoy vestida, ¿así está bien para unas fotos?

- De hecho abue, mas bien sería que te pusieras un pantalón entallado, una falda mas o menos pegada, algo así, unos tacones altos, algo para empezar, con ese escote estás bien, pero de abajo muestras demasiado para las primeras fotos.

- Ok Johnny, pues ve por tu cámara, yo voy a ponerme un jean y unos zapatos de tacón.

- Vale abue, mmm, te espero en la sala, ahí hay mas iluminación.

- Muy bien mi amor, no me tardo.

Me esmeré en preparar mi cámara, abrí las cortinas y de pronto oí unos tacones acercándose, para posteriormente bajar las escaleras. Tenía puesto un jegging de esos deslavados que hacían sus piernas verse aun con mas carne, se había maquillado un poco, recogido el cabello, se puso unas arracadas que la hacían verse mas delgada de su hermosa cara, y para rematar unos tacones negros de aguja y plataforma, yo me quedé anonadado.

- Bien mi niño, ¿Cómo me pongo?

Lo primero que se me vino a la mente era que se pusiera en cuatro, pero aunque a esas íbamos finalmente, también en este caso teníamos que ir in crescendo.

- Uy abue, te vas a poner a practicar todas las posiciones del yoga.

- Jijijiji, payaso, ¿Cómo me veo?

- Muy bien abue eh, pero a ver, una vueltecita, ¿no?

- Tararararara, (tarareo una canción para striptease, dándose una vuelta, mostrando ese gran nalgaje, sus grandes montañas de carne se partían por el medio, no se mostraba las costuras de sus bragas, por lo que deduje que tenía puesta una tanga que desaparecía entre ese señor culo)

- Muy bien abue, pues vamos con la primera postura, ponte derecha, de pie y pon tus manos en tu cintura, te sacaré fotos alrededor.

- Listo, manos a la obra mi amor.

En esa pose enmarcaba mas sus grandiosas curvas, sacando el pecho y parando provocativamente su enorme culazo.

- Ahora, así como estás, cruza tus piernas (ella hacía cada pose que le sugiriera).

- Ahora agáchate con tus manos en tus piernas (esa pose hacía que sus pechos se juntaran y por la gravedad cayeran un poco, viéndose más enormes de lo que ya eran)

- Siéntate en el sillón recta (para sacarle fotos por arriba y por debajo)

- Recuéstate con las piernas juntas (para que se abultaran mas y su abultada vagina saliera en las fotos, también una foto por arriba para mostrar su escotazo)

- Ahora ponte de rodillas en el suelo (sacándole fotos desde arriba, por abajo, por detrás, por delante)

- Bien abue, con esas fotos tenemos, te sugiero no quitarte tu jegging, si en estas horas tienes muchos likes, sacaremos unas fotos mas atrevidas al rato.

- Muy bien mi amor

Oh si que estaba bien, ya quería ver la tanga que traía debajo de ese jegging mas al rato, seguro estaba que al menos 100 likes en horas si los iba a tener.
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heranlu

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Jonathan y su Abuela – Capítulo 02



Después de sacarle esas primeras fotos me puse a postear sus fotos en cualquier pagina de Facebook y de Equis, cualquiera donde las maduras fueran el tema de conversación, y sí, para las cuatro de la tarde ya había tenido mas de 100 likes sumados en varias publicaciones de las dos plataformas, entonces procedí a avisarle esto a Guadalupe, que se alegró al saberse deseada por muchos, entonces le propuse subir fotos mas picantes, cosa que ella aceptó.

- ¿Entonces que hago? ¿un striptease?

- Pues, casi eso harás, pero hay que ir antojando poco a poco a nuestros seguidore.

- Bueno, tu me dices que hacer, pero dime, ¿por qué pusiste que era tu casera?

- Es obvio abue, porque si pongo que eres mi abue, muchos me van a condenar en las redes, en lo que he visto todo este tiempo, en las redes suelen aparecer cuentas que según son de incesto reales, y no duran mucho que las hackean o dan de baja, y muchas cosas que comparten, muchas veces son falsas y los seguidores las descubren, haciendo que los dueños de las cuentas tomen represalias y se dan de baja.

- Oh ya, que cosas, entonces ¿has visto cuentas de abuelas y nietos?

- No hasta el momento abue.

- Bueno, pensé que si.

- Mira, quizás con el tiempo vamos a revelarlo, pero por el momento no.

- Muy bien mi amor, y entonces, manos a la obra, ¿no?

- Si gustas, ¿te gustó tener tantos likes verdad?

- Ay si bebé.

- Y eso que no viste los comentarios.

- ¡Eh!, ¿a poco hay comentarios?

- Claro, ¿te los enseño?

- ¿Qué pasó niño? ¿cómo que me los enseñas? Jejeje.

- Los comentarios los comentarios.

- Pues también si quieres, jijijiji.

- Jejejeje 😂, mira.

- A ver.

Le mostré que muchos hacían comentarios decentes, pero muchos mas hacían comentarios subidos de tono.

- Que pedazo de orto que tiene tu

- Está bien buena esa madurita.

- Yo también quiero vivir ese sueño Don Pool.

- Debes tener un vergón para destrozar ese culazo compa

- Mostrala más, tiene mucha ropa puesta.

Se sonrojó con estos comentarios.

- Ay no manches que pasados.

- ¿Te molesta Abue?

- No, para nada, y si me molestaran pues no estaría de acuerdo con todo esto.

- Si cierto.

- Entonces, vamos a hacerles caso, ¿no?

- Ok, ahora si, vas a hacer como que estuvieras limpiando.

- Ok, deja traigo el mandil.

- No no no, nada de mas ropa, al contrario, sácate ese bra, solo el bra, para que se marquen tus pezones en la blusa.

- A la orden mi general.

Hizo ese movimiento de sacarse el bra por arriba, sin quitarse la camiseta que traía, magia diría yo, el bra era negro, de encaje, transparente casi por completo.

- Ahora, has como que estás recogiendo la basura.

Sus pezones estaban por completo marcados, se veía que esta situación le excitaba, fue por una escoba, recogedor y un papelito, procedió a romperlo en pedacitos tirándolo al suelo, tomó la escoba y el recogedor, empezando a barrer.

- Quieta ahí tantito.

Me pasé al frente de ella, fotografiando esas tetorras que colgaban, tiré el control de la tv junto con la basura.

- Recoge el control sin doblar las rodillas.

Se agachó aun mas, saliendo casi por completo sus pezonazos, ya se asomaban sus aureolas, que por lo que podía ver, eran grandes, quizás de unos 6 cm de diámetro.

- Quieta ahí.

Le fotografíe esas grandes mamas, colgando, mi polla ya estaba al palo, no podía disimularlo.

- No te muevas hasta que te diga, me pasaré atrás para fotografiarte de espaldas.

Desde atrás podía ver que se le marcaba su tanguita y se perdía entre los grandes cachetes de su culote, que también se tragaba su jegging,.

- Muy bien, terminamos, con tres fotos bastarán.

- ¿Nada más? ¿seguro?

- Sip, hay que ir calentando a tus admiradores.

- Y no son los únicos que se calienta, ¡eh!.

Dirigió su mirada a mi bultote.

- Ups, perdón abue, es involuntario.

Me tapé con mis dos manos

- ¿y para que te tapas pillín?, si ya te vi cómo estás.

- Bueno, me destapo pues, que cosa.

- Pero igual hijo, no eres el único, la verdad tampoco puedo evitar sentirme algo cachonda.

- ¿algo? Yo no diría, que estas digan que algo.

Le señalé los pechazos, que parecían querer traspasar la blusa, a contraluz podían divisarse casi desnudos.

- Jajajaja (se carcajea malévolamente)

Toma con sus dos manos ambas ubres, apretándolas, moviéndolas de arriba abajo.

- Todavía las tengo buenas mi rey.

Junta ambos hombros, apretando ambas tetonas, meciéndolas a los lados.

- Ándale, eso hay que grabarlo para nuestros calenturientos seguidores, a ver, vuelve a moverlas

- Lo que diga mi hombre.

Procedió a mecerlas nuevamente.

- Ahora Agáchate como antes, pero primero toma un trapo, y has como si estuvieras limpiando la mesita.

- Jijiji, que ideas tan pervertidas tienes mi amor.

- Todo es por el bien del negocio abue.

- Cierto papi, cierto.

Se veía hipnotizante ese movimiento, mientras se bamboleaban ambas perotas debajo de la camiseta que traía, yo sacaba un video.

- Tambien mueve tus caderas abue, como si estuvieras limpiando algo a ritmo de música.

- Pues ponme algo de música.

- Va.

Procedí a poner Careless Whisper.

- Ándale mi niño, esa música es muy buena.

- Lo sé abue, lo sé.

Su colota hacia todo tipo de movimientos, me la imaginaba haciendo eso, pero en mi vergón, pero no me iba a conformar, tambien quería tocar.

- Abue, esto es por el negocio, me vas a tener que perdonar.

- ¿Qué?, ¡ay, Johnny, eres tremendo!

- Perdón abue, en estos casos tambien sirve la improvisación.

- Ay pues tu eres el que sabe, ay, que cosota se te siente.

- Ahí humildemente abue.

Si, le estaba pegando todo mi bulto a su culazo, ella permanecía estática y complaciente. Primero se lo pegaba poco, después se lo acomodé en la raja de sus montañas de carne.

- Ay si, humildemente, no mi amor, siéntete orgulloso, se te siente buen tamaño.

- ¿si?

- Claro, está enorme, y pensar que yo estoy provocando esto.

- No abue, no exactamente, es la situación.

- ¿si verdad?, que situación tan cachonda.

Hizo unos movimientos de lado y en círculos, casi me hacía venir pero me despegué de ese tremendo derrier.

- Ya abue, ya estuvo, porque si no como dices, esta situación se está pasando de cachonda.

- Jijijiji, si es cierto.

Se volteo hacia mí abrazándome por la cintura, pegando nuestros pubis y sus tetotas a mi pecho.

- Sabes, hace mucho que no me sentía así.

- ¿Así de cachonda?

- Ay si papi, parece que han pasado siglos que no me sentía así.

Ella me abrazaba y casi tenía sus manos en mis nalgas, yo tampoco desaprovechaba, y también tenía mis manos en donde inician sus nalgotas, sintiéndole las costuras de su tanga.

- A poco el abuelo ¿no te da mantenimiento abue?

- Uy no, ese no se mantiene ni a si mismo, y ya ni en sus tiempos mozos, se te comparaba mi amor, tienes una cosota tremenda, casi me atraviesas bebé, jijijij.

- No es para tanto abue, no creo que no aguantes algo así.

- Ya estoy viejita mi amor.

- No que va, ya viste lo que provocas en las redes.

- Jijijjiji, bola de pelados, pero aun así, una cosota como la tuya siento que me parte y me mata.

- Matarte pero de placer abue.

- Ay no sé, voy a quedar paralitica.

- Primero si, después ya no, acuérdate que una mujer a la larga se acostumbra.

- Y seguramente a la gruesa también, jijiji.

- Tal vez.

- Ay no mi amor, mejor me voy a bañar, para bajarme esta calentura, ay no no (se despegó de mi encaminándose a su habitación, cadeandose exageradamente)

- Vale pues abue, yo también iré á darme… un baño.

- Jijijiji, que tremendo eres, ahí me avisas que mas comentan con lo que vas a subir.

- Si abue, yo te aviso.

- Vale mi niño.

Yo tambien me fui a mi habitación a hacerme una mega paja, la segunda del día, consciente estaba de que todo esto iba a llegar a más, era inevitable, ya había conocido muchos casos en los que las modelos de plataformas se cepillaban a sus fotógrafos, lo que seguía era, ahora si, exhibirla con poca ropa.

Después de la bestial chaqueta, masturbación, paja que me hice, me quedé dormido de nuevo, ustedes dirán, que pajero es que hasta se queda dormido, y pues la verdad si, la mayoría de las veces una paja normal no precisamente da sueño, pero si te relaja, en cambio estas masturbadotas de plano eran de las grandes, ya que, es demasiado todo este asunto, siendo yo un ser humano normal, con deseos sexuales a flor de piel, la leche se me salía por los poros de la piel, no podía sin mas que proceder a vaciarme los huevos cada que me calentaba viendo ese cuerpo de jamona madura pasear por la casa, con sus mini shorts, sus escotazos, mini faldas, mini vestidos, ahora que me había mostrado sus tetas casi al descubierto y de paso le di una arrimadota de camarón que casi me hace venirme en mi ropa, todo eso era demasiado.

Al despertarme de la pequeña siesta, procedí a publicar de nuevo, no sin antes revisar las anteriores publicaciones, ya llevábamos mas de 500 likes en solo unas horas, lo que seguía era preguntar a los fans si estaban dispuestos a seguirnos en nuestras plataformas de paga, a cambio de mostrar a mi casera en paños menores y sin ellos.

El gancho claro que era mostrar sus tetotas, sus grandes nalgas y su deliciosa vagina, ya si querían verla culiando, eso era mas adelante, no había que apresurar las cosas, o si, dependía de si aportaban o no lo suficiente, yo creo que mi abuela estaba lo suficientemente dispuesta, y lo digo porque sentía que estaba conteniendo su calentura, lo noté cuando la tuve abrazada a mí, con sus pezones a punto de salírsele de la blusa, dejándose manosear y pegando su caliente pubis a mi enhiesta carpa de circo que traía entre mis piernas.

Otro asunto igual estaba en que ya no lo soportaba y ya quería culiarla, claro que, eso no iba a concordar con los pasos a seguir para crear la cuenta en plataforma y que me la aprobaran, para que de la misma manera empezara a generar ganancias, pero podía sacar fotos y videos mientras me la culeaba y nos mamábamos nuestras ansiosas partes genitales, estaba pensando en todo lo que podría suceder, hasta que oí a mi abuelo vociferar desde la entrada, ya eran las siete de la noche.

- Lupeeee – gritó mi abuelo, que venía alterado buscando a mi sabrosa abuela.

Casi inmediatamente salió mi abuela, en seguida yo tambien me asomé.

- Dame de comer mujeeer.

- Viejo bolsa, ¿Qué horas son estas de llegar?

- ¿Qué? ¿eres policía?

- Viejo loco, ¿pues si tienes hambre por qué no comiste en la calle?

- Porque no quiero, ¿me calientas de comer o me regreso a la cantina?

Mi abuela lo pensó unos segundos, volteo a mirarme y se dirigió a mi abuelo.

- Pues hay sopa y huevos nada más.

- ¿pero hay salsa?

- ¡Obvio!

- ¡A huevo!

Se dirigió a la cocina mi abuelo, miré a mi abuela venir hacia mí, traía una bata de esas que tapan casi todo, debajo se notaba que no traía bra, tal vez tampoco traía algo por pantaleta, habría que averiguar.

- Mi amor, tu abuelo viene otra vez hasta el gorro, le voy a dar mas de tomar y con eso se va a quedar dormidote en la sala, porque igual, en mi cama yo no lo quiero así.

Y si lo decía en serio, ya que últimamente pasaba mucho esa situación, mi abuelo llegaba hasta la madre y mi abuela lo mandaba a dormir a la sala, algo en lo que estaban de acuerdo, el dormía ahí cómodo y briago con la televisión prendida, y ella dormía cómoda en su cama matrimonial, a sus anchas y sin soportar a su borracho esposo.

- Así que, si quieres, podemos hacer mas fotitos, y subirlas de tono, así quizás se animan mas a comprar nuestro contenido.

En lo que íbamos bajando las escaleras íbamos platicando juntitos, con ella sosteniéndose de mi brazo, si, ella iba provocándome con una de sus enormes tetas pegada a mi codo, mi verga estaba volviendo a su estado viril.

- A ver a qué hora Lupe, jic – decía mi abuelo ya con hipo de tanto alcohol que había ingerido, sus ojos se le veían rojos y ya entrecerrados, estaba desparratado en su silla, su grande barriga sobresalía, todo lo contrario, a mi abuela, que aparentaba años menos, jovial, en buena forma, mi abuelo todo lo contrario, de unos meses para acá ya aparentaba tener 70 años, todo por el vicio.

- Si, como el señor se embriaga, ya no puede ni prender la estufa – lo atacaba mi jamona abuela.

- De que puedo, puedo, pero no me vaya a quemar las pestañas, hic.

- Lo que te estás quemando son tus órganos, viejo borracho.

Yo solo callaba entre tanta tensión.

- Borracho, pero bien macho.

- Uy, pues, ay, sin comentarios mejor, no quiero decirte tus cosas en frente de tu nieto.

- Mi nieto también es bien macho, es más, dale una cerveza, para que brinde conmigo.

- ¿quieres una mi amor? – me preguntaba mi hermosa abuela.

- Mmm, si abue, por qué no – le contesté afirmativamente.

- Ok mi amor.

- Ay si, mi amor, a mi desde cuando no me dices mi amor, vieja.

- Pues tu tampoco me lo dices, viejo.

- Hic, eso si, ya déjalo así.

Fue mi abuela al refrigerador a sacar las bebidas, al agacharse se le marcaron sus enormes nalgas en esa bata de baño, pero también traía puesta debajo una tanga, entonces ahí me di cuenta que al menos eso traía debajo, no se cómo, pero volteo a verme, aprovechando que mi abuelo estaba de frente a mi y de espaldas a ella, me cachó viéndole el culazo y me sonrió, al momento de dale la cerveza a mi abuelo, se agachó, casi provocando que sus grandes ubres salieran de su bata, sin embrago si se asomaban sus grandes aureolas, sus pezones completamente marcados, y se movía exageradamente, le hice una seña de que se esperara, mi abuelo en lo suyo, comiendo sus sopa y saboreando su cerveza, le tomé foto a Guadalupe, que sonriendo se dejaba capturar.

- Abue – le dije – pásame del refri la salsa por favor– ella me captó la indirecta, fue hacia el refri, se empinó de nueva cuenta, marcando ese gran derrier, volteando a verme otra vez, sonriendo, decidí hacer algo mas.

- ¡No!, esa no, a ver, deja voy a ver si está – ella me esperó ahí, en la misma posición, yo iba grabando un vídeo, al llegar detrás de ella, su traserote llenaba la pantalla, sin darse cuenta mi abuelo que ensimismado en comer y tomar ya casi se acababa su cerveza, acomodé mi bulto hacia arriba, para hacérselo sentir a mi grandma, poco apoco se lo refregué, ella se movía como buscando por todos los rincones del refri, pero en realidad lo que hacía era sentir la longitud de mi ya enorme carpa, puse una de mis manos sobre una de sus caderas, sosteniendo con la otra el celular, sin dejar un solo detalle de su culazo, claro que esa mano abarcaba mas que sus caderas, antes de que mi abuelo volteara me aparté.

- Esa abue, ándale – ella tomó el tupper con la sustancia y volví a mi lugar – ella también procedió a sentarse, muy cerca de mi.

- Mas te vale que dejes de tomar tanto viejo porque tampoco tenemos mucho dinero que digamos para vicios – atacó mi abuela.

- Ah shinga, solo eso me faltaba, que me reclamaras ¡mi! Dinero.

- Pues si, es de tu pensión, pero acuérdate que es nuestra principal fuente de ingresos ahorita.

- Pues ponte a trabajar mas vieja, y deja de estar fregando.

- Cabrón, pues si hubiera mas clientes lo haría.

- Ese no es mi pedo vieja, yo no voy a dejar de disfrutar la vida.

- Ah bueno, pues a ver entonces quien te da de comer, porque la comida tambien cuesta.

- Ots, por un pinche plato de sopa y unos huevos me la haces de pedo.

- Pues lo caro son los huevos, y aquí por lo visto van a faltar de ahora en adelante.

Aquí es donde entré yo.

- Abues, ya no se peleen.

- Perdóname, mi amor, es que tu abuelo – se defendió Guadalupe, mi abuelo solo la miró.

- Bueno pues, yo tambien vivo aquí, tambien como, y tengo una idea, bueno, varias.

- Ay mi amor, no hace falta, a ti no te pedimos nada – se me pegó mi abuela melosa, su mano fue a parar entre mis piernas, una de sus ubres quedo pegada a uno de mis codos.

- No no vieja, déjalo que hable a tu nieto, ya es un hombre y se quiere hacer hombre – expresó mi abuelo.

- Bueno, está bien, ya eres todo un hombre, así que, habla papi – me habló melosamente Guadalupe.

- Verás que, puedo decirles a unos compañeros que juegan fútbol, ellos muchas veces quedan bien molidos, y en los spas les cobran mucho, si quieren puedo traerlos después de los partidos a que les des un servicio, y pues puede resultar un poco incomodo, porque pues tu casi a puras mujeres les das masajes, pero pues en este caso casi serían puros hombre, chavos en su mayoría.

- Mmm, pues a mi no me parece mal – dijo mi abuela, mi abuelo la secundó.

- Solo que en este caso vendrían ya entrada la noche – les aclaré.

- No importa mi amor, yo estaré preparada, no manches, si me lo hubieras dicho desde antes, ya lo habríamos hecho, y no tendría el negocio tan triste – mencionó Guadalupe.

- Vale, entonces está dicho – finalicé la conversación.

- Pues bueno, yo ya terminé, me voy a ver el futbol en la sala y no me molesten – vociferó mi abuelo, que se levantó, yendo al refri por otra cerveza y retirándose de la cocina se dirigió a la sala, donde seguramente se dormiría al poco tiempo.

Al salir el, nosotros nos miramos sonriendo.

- Y pensar que voy a tener en mi local a jóvenes como tu con las hormonas alborotadas, con sus cuerpos atléticos, ay no, hasta me dan ñañaras, estaré nerviosa.

- Jejeje, pues tal vez al principio, pero lo que si te digo es que, como tu tienes grandes atributos, arriba y abajo, fea no eres y pues, tu por tu experiencia sabes como manejar a los hombres, y entonces, usarás todo eso a tu favor, ya pue si ellos quieren masajes con final feliz pues, eso depende de ti, y de cuánto les cobres, ya que, yo tambien me llevaré mis ganancias.

- Ay, eres un cabrón pero bien cabrón, o sea que permitirías que tu abuela haga esas cosas, no hombre, me sorprendes eh.

- Ah eso si, jamás se enterarán que eres mi abuela, yo solo les diré que es una señora vecina, que está de muy buen ver, que hace masajes relajantes, y que se viste bien sexy.

- Jijijiji, por no decir bien puta, jijijij.

- Es como quieras abue, ya sabes que en muchos casos, la que no enseña no vende.

- Eso si, y pues sí, me gusta tu idea, pero, ¿Cuándo sería?.

- Déjame checar con ellos, creo que juegan pasado mañana.

- Vale, estaré preparada para entonces.

- Muy bien, y mientras, creo que estaría bien que aprovechemos la situación con mi abuelo, y vayamos a sacar unas fotos, ¿no crees?

- Me leíste la mente, eso te iba a pedir.

- Pues vamos, que el tiempo es oro.

- Vamos.

Pasamos por la sala, ya estaba totalmente dormido mi abuelo, el envase de su cerveza estaba a medio terminar, rápido me tomó de la mano y me condujo a su habitación.

- ¿Qué hago, como me pongo, que me pongo?

- Bien, yo me sentaré acá, tu agáchate a recoger algo.

- Muy bien papi.

Fue por un par de zapatos, los puso en el suelo, se agachó, sus tetas casi se escaparon.

- Así quédate abue - empecé a tomarle fotos por el frente, de lado, detrás, logré captar uno de sus pezonazos asomándose al estar su tetota colgando dentro de la bata.

- ¿Se me ve una chichi?

- Si, jjejejeje, nomás poquito.

- Bueno, pues ya la viste, que importa si te enseño la otra, ¿no?

- Pues si, es natural, además por como vistes a veces, casi casi me las sé al 90 por ciento.

- Jijiji, si es cierto.

- A ver, ahora sube una de tus piernas acá, en tu cama – procedió a realizar la acción, su piernota se asomó por completo, su tanga se asomó ligeramente, se notaba su monte de venus mas o menos poblado de vellos púbicos, ya que la tela era semitransparente de color blanco, de esas de algodón, fotografíe en primer plano ese gran detalle, la tela ya se tornaba un poco húmeda, y olía ligeramente a hembra en celo.

- ¿Se ve todo bien desde allá abajo? – me preguntó mi abuela que sonriente veía como fotografiaba su parte inferior.

- Se ve genial abue, y se va a ver mas más genial, porque, ahora te pido que te desates tu bata – ella solo sonreía y obedecía, quedó ante mi su figura de madura jamona asomando sus turgentes pechos, su chochazo completamente marcado, casi toda su hermosa piel morena aperlada mostrándose, de perfil se le notaban aún mas sus voluptuosas caderas y sus muy pronunciadas nalgas, se notaban tan suaves al tacto que me estaba costando demasiado tocarla por todas partes, esas piernas llenas de carne incitaban a morderlas, a chupetearlas, a apretarlas hasta saciarme por completo, tomé varias tomas, arriba, abajo y de perfil, llegó el momento culmen.

- Ahora si abue, el momento decisivo, desde aquí no hay vuelta atrás, así que, quítate la bata o desde aquí nos rajamos.

- Yo nunca me rajo mi amor – y dejó deslizar la bata hasta el suelo, quedó semidesnuda, solo con el tanga puesto, me quedé embobado viendo sus hermosas tetas de mujer madura., reaccioné de pronto.

- Jijijiji, ¿están lindas aun verdad? – me preguntó mi jamona parienta.

- Preciosísimas, esto hay que inmortalizarlo – me dispuse a sacar fotos a diestra y siniestra, centrando sus grandes tetas y sus formidables asentaderas, estaba con una calentura, que muy pco tiempo y con muy poco me venía dentro de mi ropa.

- Muy bien abue, ahora has como estás acomodando la cama – así se dispuso, se agachó, su culo quedó en pompa, saqué tantas tomas como pude por todos lados.

- Ay mijo, ya estás como un burro – me lo dijo pícaramente, mirando mi gran bulto.

- Si abue, es que la neta si estás bien buena – se carcajeo y se lo decía mientras sacaba tomas de sus tetas colgando – ahora abue, te vas a subir y te vas a poner en cuatro.

- Si mi rey, lo que digas – se subía moviendo como perra en celo su sabroso y enorme culote - ¿asi papi? – ronroneaba coquetamente.

- Si abue, así, pero, te voy a tomar mas fotos – seguía sacando fotos a lo bestia.

- Ay papi, acuéstate que estás muy tenso.

- Yo creo que si, te hago caso - procedí a recostarme, inmediatamente me montó y empezó a frotarse encima de mi paquetón, me tomó por sorpresa – abue ¿Qué haces?

- Ay papi, perdóname, ya estoy demasiado caliente, y se te siente tan durooo, aaaah, ay que ricooo - seguía meciéndose como poseída.

- Abue, si sigues me vas a hacer venir – ya no aguantaba sus frotamientos, sus tetas bamboleándose golpeaban mi cara.

- Vente, papi, para que nos vengamos juntooos – me lo expresaba completamente excitada.

- Abueeee.

- Johnyyyy

Y zas, nos venimos ahogando nuestros gemidos y gritos, abrazándonos y con nuestros cuerpos completamente pegados, que si no fuera por la tanga de mi abuela y mi bermuda, ya estaríamos completamente compenetrados, nos costó un poco recuperarnos, aun jadeando ella me dijo.

- Que rico papi, que cosota se te siente.

- Y eso que solo es por fuera.

- Ay papi, se me hace agua a la boca – me empieza a golpear la cara con sus tetotas, que lucían con los pezones por completo empitonados, abrí mi boca, atrapé una con la boca, mi abuela volvió a gemir.



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heranlu

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Jonathan y su Abuela – Capítulo 03



Guadalupe tenía años sin sentirse así, tan deseable y deseosa, al tener a un universitario en casa, se atrevió a seducirlo, al ver que no le era indiferente, podía sentir la mirada en sus grandes pechos, en sus aun bien formadas nalgas, y sus piernas aun firmes, ella se mantenía aun en forma con su dieta saludable, nunca fue de comer mucho, siempre prefirió alimentos no tan grasos, aparte de que era sensible del estómago, por eso no consumía muchos azucares, grasas e irritantes, si es que se le antojaba un antojito con esas características, era muy de vez en cuando, ahora tenía otro antojo, esa buena verga que tenía su nieto, la cual se marcaba siempre que ella vestía prendas ligeras, andando de acá por allá con sus pronunciadas formas bamboleándose, esa polla se le veía de buen tamaño, como la que alguna vez tuvo dentro vengándose de la infidelidad que su esposo lo hizo, esa fue la primera y última vez que fue infiel, despues de eso su marido volvió a retomar la relación con ella, y según el ya nunca le fue infiel, o mas bien ella pensó que siempre fue ya mucho mas cuidadoso con sus aventuras y ya ella nunca se dio cuenta de que le pintaran los cachos, sin embrago, ella dentro de su mente decía o quería seguir siéndole infiel con ese joven universitario, que ya nunca más volvió a ver, ya que el salió de su carrera y le perdió la pista, pudo haber probado mas veces ese gran miembro que le hizo acabar muchas e incontables veces, tan solo en un día que follaron tres veces por toda su casa, cosa que nunca volvió a repetir, ya años habían pasado de eso, y los recuerdos volvieron al tener a otro joven, tambien atractivo, alto, tambien estudiante, y sobre todo, con una pija igual o mas dotada que la de aquel pasado amante que tuvo por un día en su casa follándole en todos lados, en la cocina, en la sala, en su recamara, en la ducha, en las escaleras, últimamente recordaba ese día y tenía ganas de repetir una experiencia así con alguien semejante, y para eso estaba su nieto, el podía cumplir todas sus expectativas, o así lo pensaba ella, por el tema del incesto, eso no le preocupaba en absoluto, ya que desde que empezó a notar las miradas de su nieto, y sus constantes erecciones, se adentró en el mundo del porno incestuoso, hasta en foros, donde leyó tantos comentarios, sobre todo de hotwifes que disfrutaban de todo el colágeno que pudieran de jóvenes que siempre estaban calientes y les daban las mejores cogidas de su vida, ellas contaban con placer como habían vuelto a vivir, a sentirse jóvenes, llenas de energía, pero sobre todo con ganas de fornicar, había tambien muchos casos de mujeres que lo hacían con sus propios hijos, incluso anécdotas locas, casi todas inventadas de hijos que embarazaban a sus madres, eso era una locura que ella no se habría permitido, pero ahora ya no era fértil y quería retomar esa putería que tuvo en ese día de su tortuoso pasado, ahora no quería que fuera un día, quería todos los días que se pudiera, su marido ya casi no estaba en casa, tenía ya un año sin atenderla sexualmente, autoayudándose ella a base de pajas, de su pene de plástico y su vibrador, que mas daba si se iba a coger a su nieto, el estaba caliente con ella, ella con él, ante todo eran macho y hembra deseosos el uno por el otro y nadie mas se iba a enterar de su aventura que comenzaron desde aquel día se propusieron empezar ese nuevo emprendimiento, vender contenido para adultos en línea.

El nieto por su parte, estaba mas que convencido de haber hallado la salida a sus pajas diarias, por lo menos tres pajas se hacía en esta endemoniada pandemia, no podía salir a follar con sus amiguitas, ya que todo estaba super restringido, ya meses sin follar, la única opción era su voluptuosa abuela, que cada día lo provocaba más, el tenía amigos que habían vivido experiencias con maduras como Guadalupe, y según esas anécdotas, las milfs eran unas completas putas complacientes, lo que las jovencitas de su edad lo hacían con esfuerzo, ellas lo hacían sin poner reparos, echándole todas las ganas del mundo, cogiéndoselas por todos sus agujeros, mamando poronga como si se les fuera la vida en ello, siendo la mayoría muy sumisas en el momento de estar siendo utilizadas por estos machitos jóvenes, y sobre todo, la mayoría de estas mujeres ya no eran fértiles, por lo que podían deslecharse sin problema estos manes en sus jugosos coños hambrientos de lefa, asi pues este chaval quería experimentar todo eso, y que mejor que su abuela, que tenía unas tetotas, un culote firme, unas piernotas tan sedosas y una carita apenas afectada por las arrugas, esa mujer que, cuando el era niño si es que mostraba algo era de las rodillas para abajo y apenas el nacimiento de sus pechos, eso si, el culote no lo podía esconder, se pusiera lo que se pusiera, y había cambiado al paso del tiempo, en estos meses que el había estado ahí, mostrando cada vez mas sus mejores partes, esta pandemia ayudó a que ellos intimaran mas, y al momento de accidentalmente arrimarle el bulto a su abuela, el empezó a calarla cada vez mas, y esto parecía que a ella le gustaba, puesto que no hacía el intento por quitarse, y hasta ella provocaba que se dieran esos roces, tanto así que poco a poco, y con el pretexto de iniciar un nuevo negocio, estaban ahora en una cama casi por completo desnudos, las tetas de la voluptuosa mujer rozaban la cara del calenturiento joven, que a su vez tenía las manos ocupadas en las grandes nalgas de su abuela, amasándolas como a la harina para pan, se estaban recuperando de sus orgasmos, cuando el abrió la boca como teniendo hambre.

- Aaaah, Johnyyy – exclamaba la abuela, mientras tenía debajo al nieto, que estaba entretenido comiéndose esos melones, su cara se perdía entre ellos al ser tan grandes.

- Abue, toma el celular y saca fotos de mi mamando tus pechos, y tambien un pequeño video – le mencionaba Johnatan a su caliente abuela, la cual estaba poseída por Asmodeus, el demonio de la lujuria.

- Ay si, mi amor, ya se nos había olvidado – mencionaba Guadalupe con la voz entrecortada y casi suspirando.

- No abue, yo todo el tiempo he estado grabando, porque si, nos estamos divirtiendo y disfrutando, pero mi responsabilidad no la dejo – decía esto Johny, mientras le pasaba el celular a su cachonda parienta.

- Ay, mi amor, gracias por ser tan amable y responsable, mientras yo aquí nomas montadota sin hacer nada.

- No diría que hacer nada abue, porque ante todo se te ve dejándote llevar, y disfrutando, algo que a tus seguidores les va a encantar – le decía esto a la señora, a la vez que posaba y actuaba para las fotos y el vídeo, mientras ella desde arriba fotografiaba y grababa como el se hacía de sus grandes ubres, mamándolos como becerro hambriento, provocando que sus pechos quedaran mas puntiagudos que nunca, gimiendo ella mientras tanto, en cambio abajo, la polla de el seguía sin perder su erección, nadando entre los flujos de su inundada vagina y su fértil semen que tenían por completo manchados los calzones de el y la tanguita de ella.

- Ay paaapi, ¿así se las mamabas a tu mamá de bebé?, aah que rico – mientras terminaba el video y las tomas la caliente abuela, para pasarle el celular a el, que desde abajo sacaba una toma de esas preciosas tetorras, que lucían sus bien erectos pezones, ensalivados, húmedos e hinchados como globos recién inflados.

- No se abue, no me acuerdo, jejeje, pero yo creo que sí, que buenas tetas tienes, lo malo que no sacan leche, jejeje.

- Jijijiji, no mi amor, quisiera que sacaran para darte de comer, jijiji, ay mi amor, ojalá que ganemos buen dinero y no me arrepienta de lo que estamos haciendo y de lo que estoy a punto de hacer – no pudiendo mas con el infierno que le quemaba dentro de su útero, se puso de pie, para tomar su tanga y bajarla hasta sus pies, mientras veía como su nieto hipnotizado veía entre sus tetonas colgando como grandes papayas, ella se quitaba la ultima prenda que cubría su hambrienta vagina, dejándola caer a sus pies y echándola a un lado, esa totona, hinchada, brillante de tantos jugos que manaba de su interior, era una postal para el recuerdo, cuando ella a punto estaba de volver a su regazo, a el se le ocurrió una brillante idea.

- No abue, no te bajes aun, déjame sacarte unas fotos – mientras se apresuraba de nuevo por su celular.

- Ay papiii, ya estoy muy caliente, no sabes cuando he estado esperando por esto – decía esto mientras se llevaba una mano a su coñazo, y se contoneaba deseosamente, añorando ya estar habiendo esos movimientos encima de la bien dotada pijota de su nieto.

- Tranquila abue, recuerda que primero que nada, lo que deja, y despues lo que apendeja – le decía esto Johny, mientras le grababa desde abajo, viéndose ella tan deseable, con esa cara de arrecha, esas ubres como de vaca lechera y esa hermosa pucha que estaba mas que lista para recibir su miembro que de nuevo estaba listo para la acción.

- Ay mi amooor, yo ya estoy super apendejada con tu cosota – lo decía refiriéndose a su abultadísima verga, que ya salía por arriba del bóxer.

- Bien abue, pues ya terminé, puedes hacer lo que te plazca.

- Ay al fin papi, ya no aguanto – de una Guadalupe liberó el venoso e hinchado miembro de su nieto, quitándole la ropa interior, al verlo le daban ganas de saborearlo y metérselo hasta la garganta, pero el deseo de su coneja era mucho mas grande, ríos de flujo caían por sus piernas.

- ¿Cuánto tiempo llevas sin esto?

- ¿Sin una cogida? Como medio año, si a eso se le puede llamar cogida.

- ¿Ya no te llena mi abuelo? – una pregunta con cizaña, probándola a soltarse y liberarse.

- Uy, mi amor, tu abuelo nunca me ha llenado por completo, es mas si es que me ha provocado unos dos que tres orgasmos, eso ya es mucho.

- Y obvio, por lo que me contestas, nunca te ha sido suficiente por lo que veo.

- No mi amor – mientras conversaban, ella se recreaba acariciando la buena barra de carne de su nieto, el se mantenía sacando fotos a diestra y siniestra de todo lo que hacía ella, hasta que Guadalupe acomodó su redondeado cuerpo encima del regazo de su caliente descendiente, para dirigir su hinchada polla a su ansiosa vagina, el siempre grabando y tomando fotos.

- Aaahhh – pronunciaron ambos al unísono.

- Ay abue, estás demasiado húmeda y caliente – le decía Jonathan, que sentía como su poronga era engullida por la hambrienta pucha de su abuela, compenetrándose como si un cuchillo se adentrara en la mantequilla.

- Ay si mi amor, tantos años sin buen sexo, y todo un matrimonio contando los orgasmos, y tu sin metérmela me sacaste uno, me tienes ansiosa desde que te descubrí por primera vez viéndome los pechos, desde que vi esta cosota marcada en tus pantalones, solo me imaginaba como se sentía por dentro, y ahora me estás llevando a la gloria mi amooor – cabalgaba ella, moviéndose en círculos a punto de alcanzar la cúspide del placer, llenando ya esa pija de sus flujos.

- Te llevaré muchas veces mi hermosa abue – la tarajo mas hacia el tomándola por sus abombadas nalgas, adentrándose hasta el tope de su útero, arrancándole al instante un grito, seguido de un gran orgasmo, el cual ella no esperaba, que sin embargo estaba viviendo y le hizo temblar las carnosas piernas, emanando flujos que mojaban ya la cama matrimonial de la cachonda madura.

- Aaaah Johnyy – balbuceaba ella al sentir como ese gran pene tocaba lo mas recóndito de su ser, tal como aquel joven amante que tuvo hace años dentro de ella, cogiéndosela por todos los rincones de su casa, ahora quizás el orgasmo había llegado antes, simplemente por el hecho de que esta vez el morbo y excitación eran mucho mas grandes al ser partícipes de ese gran pecado y tabú que significaba el estar realizando incesto.

- Que rico te vienes abue, ¿eres multiorgásmica?

- Siii mi amor, lo soy, yo creo que me vas a dar muchos orgasmos, estoy muy segura de eso.

- Y yo quiero dártelos abue – arreciando las penetraciones a su abuela, que volvió a tener otro orgasmo en no mas de diez profundas penetraciones que el chico le dio.

- Aaaah, papi, tu me vas a llevar a la gloria, pero literal – lo mencionaba sintiéndose fuertemente complacida la señorona.

- No abue, tu aguantas mas, mucho mas, fuera otra, ya se estaría sintiendo adolorida de los vergazos que te estoy dando – mencionaba Jonathan sintiéndose completamente seguro y con el ego muy alto.

- Ay paapi, es que si duele, pero delicioso, tienes una vergota que me toca hasta el ombligo, yo creo que me voy a enviciar con ella.

- Y yo con tu deliciosa papayita abue.

- ¿La sientes rica?

- Uy si, de las mejores que he probado.

- Y eso que no has probado mis mamadas, y mi culito.

- ¿te gusta mamarla?

- Me encanta.

- ¿te gusta que te den por el culito?

- Me re encanta, me fascina.


Todo esto lo conversábamos mientras le daba algo duro y dejé de sacarle fotos, mientras que la video cámara seguía en chinga grabando la cogida, con ella encima de mi, sus chichotas en mi cara, y mis manos separando esas grandes cachas que tiene por nalgas, al momento de estar nuestros rostros cerca, de frente, fue inevitable, besarnos, obvio yo no le rechacé el beso, ya que como les digo, su cara a penas y tenía arrugas, aun tenía un rostro muy bello, además, fue solo el primer beso con el que probé su boca y pude concluir que nadie besa como ella, nunca nadie me había besado así, y asi como íbamos, es seguro que iba a ser la mejor amante que me habría tocado en la vida.

Arrecie mis movimientos sin dejar de ponerle atención con mi boca a sus enormes tetorras, cosas que hicieron que se le produjera otro orgasmo, llegando incluso a tener un squirt, dejándome el pubis y los huevos completamente mojados.

- Ooooooh Johnyyyy, oooouuuooh – exclamaba tras el fuerte orgasmo que experimentaba.

- Ay abue, nadie me había mojado así – le decía mientras amainaba las estocadas a su sabroso coñazo

- Perdón papi.

- No abue, no te disculpes, me gustó causartelo, voy a provocarte otro.

- Johnyyyyy, aaaaahh – gritaba mi abuela mientras le sacaba otro orgasmo con estocadas aun mas fuertes, volviendo a llenarme la entrepierna de sus jugos, los cuales al sentirlos, dejé de darle, mientras le metía una falange de mi dedo medio en el culito, que se contraía por las pulsaciones de su orgasmo.

Como yo en ese entonces era un flacucho de 65 kg y 1.74 metros, pues me cansaba de tener encima de mi a una jamona mujer de 58 kilogramos bien repartidos en todo su cuerpo, así que opté por decirle al oído en voz bajita.

- Abue, quiero darte de perrito.

- Dame mi amor, soy tu perra de hoy en adelante – mientras se desmontaba y me dejaba ponerme detrás.

- ¿Serás mi perra siempre que quiera encularte?

- Siii papi, mi vulva es tuya, mi boca es tuya, mi culo, mis nalgas, mis tetas, todo lo mío, solo no dejes de cogerme seguido por favor, mi amor.

- Prepárate puta que me voy a venir haciéndote mi perra.

- Ay siii, soy tu perraaa, aaaaaahhh, ouuuuuh – exclamaba mientras le daba fuertes embates, aue al cabo de quizás dos minutos le sacaron varios orgasmos y me deslecharon dentro de su dilatada vagina.

- Me vengo abueeee.

- Vente papiiii, aaaaahh.

Me derrumbé en su espalda, le llené tanto la panocha que hasta se salía por los lados, y ella quedó tirada ahí, casi desfallecida y temblando, el sueño nos venció.
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heranlu

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Jonathan y su Abuela – Capítulo 04




Como a las 4 de la madrugada me despierta mi abuela, puesto que mi abuelo podría venir, el es de los que se levanta a las cinco de la mañana, aunque sea para estar de ocioso, y peor aun si se duerme temprano por ponerse briago.

- Mi amor, despierta, te tienes que ir a tu cuarto, puede venir el borracho de tu abuelo – me despertó con besitos.

- Ay, si abue, ya me voy – al incorporarme siento algo, no soy el único despierto, mi polla estaba morcillona, la luz que entraba por la luna medio iluminó mi magistral erección, ella lo notó inmediatamente asi como estaba, recostada.

- Uy, tu no has despertado bien, pero alguien mas si, y va a hacer que despierte la mia, ya la está despertando de hecho – me tomó la verga con la mano, jalándomela suavemente.

- Si, asi estoy todas las madrugadas abue.

- Bendita juventud, esto hay que aprovecharlo – volteo a ver a la cámara – si que dura esa cámara eh, que bueno – se lanzó a engullirla con su deliciosa boca de algodón, haciéndome gemir bajito – ay que rica me sabe así con todo el sabor a sexo, jijijiji – se lanza otra vez, tres engullidas mas con garganta profunda, poniéndomela como fierro al rojo vivo – que rico está esto, pero, mejor vámonos a tu cuarto que puede venir tu abuelo, ya casi se despierta.

- ¿No hay peligro de que nos descubra allá?

- No papi, puse botellas para que las tire cuando se levante, jijiji.

- Ah bueno, asi se oirá si se levanta, y de todos modos le pondremos seguro a mi puerta.

- Si papi vámonos – me jala de la reata, llevándome asi por el pasillo hasta mi habitación, tomando yo la cámara sin dejar de enfocar todo lo que hacemos, llegando a mi cama, en la cual se sienta atrayéndome hacia ella quedando de frente a mi, clavándose de nuevo mi enhiesta poronga, chupeteándola como si fuera una paleta de hielo, alternándose con mis huevos que chupa con gran enjundia, hace una, dos tres, cuatro, cinco gargantas profundas, quedando bien ensalivada mi verga a causa de su gran labor mamatoria – ya papi, clávamela de nuevo.

- Lo que ordenes abue – se puso boca arriba con sus piernas bien abiertas, sin darme en lo absoluto trabajo para empotrarla una y otra vez, arrancándole al menos tres orgasmos, ya que como les dije, mi abuela era fácilmente multiorgásmica, mi verga dentro de ella no dejaba de estar erecta, al verla con su rostro gozando por completo, sus grandes tetas bailaban por todos lados debido a las embestidas que le propinaba, todo esto tambien me la ponía mas dura, pero tambien me hacían querer explotar en su interior.

- Ay papito, ¿ya te quieres venir verdad? – seguro lo notaba que ya me estaba conteniendo.

- Ay si abue, es que tengo mucha carga – le contestaba sin dejar de moverme en su matriz.

- Dámelo de ladito mi amor, asi nos vamos a dormir otro ratito, quiero dormirme llena de ti papito.

- Si abue, eso me parece formidable – me acomodé rápidamente y ella tambien. parando el culo en posición fetal, lista para penetrarla de nuevo.

- Papi, aaaah – me lo dice volviendo yo a estocarla.

- ¿Qué pasó?

- ¿Alguna vez has ahorcado a una mujer mientras le das?

- No abue, nunca lo he hecho.

- Ah pues esta va a ser tu primera vez mi amor.

- ¿Quieres que te ahorque?

- Siii, mi amor, ay que rico me das, que delicioso.

- ¿Cómo abue?

- Asi mira, pasa este brazo por acá, y este por acá – indicándome que pusiera un brazo debajo de su cuello, y otro lo pasara entre su brazo y su pecho, para de esta manera tener un buen agarre de su cuellito, apreté lo suficiente, sin lastimarla, y comencé a picarla de nuevo – ay siii papi, así, dame duro, ahorcame, aaah, dame durooo.

- ¿Así puta? – se me ocurrió de pronto llamarla así, a ella para nada le desagradó.

- Ay si, asi me gustaaa.

- ¿Eres mi puta?

- Ay siii, soy tu putotaaa, ouuhh, oooh, dame durooo – tuvo un orgasmo dándole duro y apretándole el cuello, aminoré las penetraciones, pero sin dejar de mverme en círculos profundamente en su útero.

- Es genial, creo que asi te vienes mejor abue, me encanta ver y sentir como te vienes.

- Ay papitoo, a mi no me gusta, a mi encantaaa, eres el mejor macho que me ha cogido, aun te falta, pero eres el mejor papito.

Me sorprendió con esa confesión, sobre todo porque una mujer como ella, tan experimentada en la vida me lo dijera , me impresionó tanto que dejé de moverme perdido en mis pensamientos.

- Papi, ¿porque dejas de moverte?

- Ay perdón abue, es que me sorprendiste.

- El que me sorprende eres tú papito, ¿Dónde aprendiste a moverte así eh?

- Pues, por ahí se aprenden unas cosas, tambien viendo porno, leyendo y experimentándolo, sobre todo.

- Ay travieso, pues ¿qué cosas lees?

- Relatos eróticos abue.

- Ay que rico suena eso.

- Pero es mucho mejor vivirlos.

- ¿Ah si?, ¿ya viviste varios?

- No abue, solo contigo.

- ¿Ves porno de abuelas cogiendo con sus nietos?

- Si abue, pero casi no hay abuelas tan buenas como tú.

- Lo se papi, lo sé.

- Y además ahí, no hay tanta seducción como acá, se olvidan muchos detales.

- Ay si, yo supongo que si.

- Y en algo concuerdo contigo abue.

- ¿Ah si? ¿en qué?

- Tu tambien eres la mejor hembra con quien he estado – renuevo las embestidas contra su encharcada vagina.

- ¿Siii?

- Si abue, y por mucho – seguía dándole sin parar.

- ¿Soy tu mejor puta?

- No he estado con ninguna puta.

- ¿No?, ¿no las has hecho tus putas a las que te has cogido?

- No tanto abue, solo a una, que si me la mamó como tu, las otros solo se ponen para que les de.

- ¿Y soy mejor que esa puta?

- Mucho mejor.

- Ay si, soy re puta, soy tu puta.

- Ay si, que puta de lujo tengo cogiendo.

- Y le encanta ser tu puta, la mas puta de todas, ay papiii, ¿Por qué te detienes?

- Ay perdón.

- Ya papi, dame tu lechita, quiero dormirme con tu lechita adentro.

- ¿Quieres lechita?

- Si, quiero lechita.

- ¿Tu coneja quiere su lechita?

- Ay si, mi coneja es una golosa de lechita.

- ¿Tu coneja quiere lechita?

- Siii, quiere mucha leche, a diario.

Mientras teníamos esa conversación por demás caliente, la seguía taladrando sin parar, todo su cuerpo temblando, aproximándose un nuevo orgasmo, tanto para ella como para mi.

- Vamos a darle leche.

- Ay si, dale leche a mi conejaaa, ah, ah , ah.

- ¿Te veniste?

- Ay siii, nomás tantito, es que todo esto me calienta.

- ¿Y por qué no me esperaste?

- Ay papi, perdón, es inevitable, es que me lo haces muy rico, delicioso.

- No me esperaste puta, te voy a castigar – le solté un nalgazo.

- Ay si, castígame, siii - otro nalgazo.

Decidí que ya era hora de venirme, así que empecé a darle mas duro, unos vergazos que hacían mover toda la cama, empezó a emitir unos gemidos muy altisonantes, tanto que tuve que volver a ahorcarla y taparle su deliciosa boca con la otra mano, paraba el culo lo más que podía, viniéndose en un orgasmo demasiado largo, y después de estar dándole como un minuto sin parar, mi leche al fin salió, inundándole su hambrienta concha, ella se estaba desfalleciendo en uno de esos orgasmos que dejan a las mujeres por completo satisfechas y relajadas.

Y si, se durmió casi inmediatamente, entre temblores y convulsiones, me parecía que ya dormida aún seguía viniéndose, yo me quedé así, pegado a su culazo, con toda mi verga adentro, completamente ordeñada, la observé, estaba perdida de sueño, finalmente le seguí la corriente.

Estuvimos dormidos como hora y media, la habitación olía por completo a sexo, apenas de madrugada y estábamos completamente mojados de tanto sudor, mi verga poco a poco fue saliéndose hasta volver a su estado normal sin la mínima erección, la leche se le salió en su mayoría mojando las sábanas, dormidos en un sueño profundo nos despertó el sonido de botellas de vidrio cayéndose al piso, era la señal de mi abuelo despertándose de su embriagante letargo, también mi abuela reaccionó al instante de su sueño, procediendo a ir a su habitación, saliendo completamente desnuda de la mia, yo no me inmuté y seguí durmiendo.

Pasaron otras varias horas, y yo seguía durmiendo, la bella voz de mi abuela me despertó.

- Hey dormilón, despierta, ya es hora de tus clases.

- Ay, hoala abue, ¿Qué hora es?

- Diez para las nueve, asi que ponte algo y no estés encuerado, ponte una gorra o algo que te cubra tu pelo todo revuelto que tienes.

- Si abue, gracias.

- De nada mi amor, ya sabes que aquí está tu hembra – me suelta un beso en los labios, beso que me despertó el ímpetu sexual, sus tetas colgando como peras se visualizaban en el transparente conjunto de cama que traía puesto, despues salió bamboleando el culote – ahorita te traigo de desayunar mi machote – lanzándome una mirada por demás coqueta.

Me dirigí a mi computadora, a tomar pase de lista de mi profesor, mi abue entró con mi desayuno, venía vestida con una de esas batas gruesas, me dejó el desayuno sin dejar de mirarme a los ojos y con una sonrisa que yo perfectamente conocía, algo se traía, posteriormente se salió, volviendo en un momento con utensilios de limpieza, entrando a mi baño que estaba de espaldas a mi recámara y a un costado de mi escritorio, donde estaba sentado, lo que se traía entre manos lo demostró despojándose de su bata que cayó al suelo, volteándome a ver socarronamente, mientras yo ahí sin poderme concentrar en la clase.
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