Hogar feliz II

dalenica89

Virgen
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May 20, 2011
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“Como llegue a esto” seguía pensando una y otra vez “Debes controlarte Hanna, como pudiste dejar que pasara una cosa así, es tu hijo, pero esta tan grande” la culpa la hacia reprimir en su interior los sentimientos que despertaban en ella sus hijos, su padre y su esposo “contrólate, tú puedes razonar y dejar este maldito vicio” desquitaba su furia contra los trastes sucios luego de que las empleadas prepararan el almuerzo para ella, Julian y su esposo, cada vez que se sentía triste o frustrada trataba de limpiar sus pecados en el lavaplatos.

Habían pasado 5 largos días desde el accidente que sufrió Harold, aun Larry no se explicaba como su hijo menor había salido en medio de la noche al techo y lo peor había caído al vacío, no recordaba haberlo escuchado o haberlo visto sonámbulo, pero sabía que era común que algunas personas desarrollaran este tipo de comportamiento en cualquier etapa de vida, tendría que colocar seguros en las ventas para mantenerlo a salvo mientras los médicos le daban una explicación más satisfactoria, delego todas sus ocupaciones para no dejar toda la carga familiar sobre su ya estresada esposa. Por otro lado, Julian estaba muy extraño, a su regreso del viaje más largo en los últimos años, dos meses lejos de sus hijos, lejos de su amada esposa, debieron ser tres pero con lo ocurrido tuvo que volver de improvisto, esperaba un saludo con la efusividad, pero bueno era comprensible ya que su hermano menor había estado inconsciente incluso durante su trayecto al hospital y los médicos tuvieron que inducirlo a coma para proteger su cerebro, la explicación medica había sido complicada y trasmitir esta explicación a su esposa e hijo más aun, pero la repuesta de Julian fue un tanto extraña “crees que recordara por que o como callo del techo papa”.

“Espero que no lo recuerde y es poco probable que lo haga por el sonambulismo” la explicación no calmo a Julian al contrario lo veía muy furioso, preocupado, pero no por su hermano, pero si no era eso, que lo preocupaba, tal vez estar sumergido en sus negocios lo habían alejado demasiado de su familia, pero no conocía otro medio para garantizarles una vida llena de comodidades y no sufrieran las penurias que el paso en su infancia. Hanna estaba aún mas tensa que su hijo, lloraba y se culpaba por el accidente “Son cosas del destino mi amor, como ibas a saber que esto pasaría, no tienes la culpa de que Julian ganara y le tocara el primer turno de la semana para dormir contigo” pero esas palabras le provocaban más dolor aun, lo podía leer en su rostro, se sentía confundido no sabía como consolarla o hacerla sentir mejor así que decidió pedir ayuda a las únicas personas que podían mediar en esta situación sus suegros.

La llegada de su suegro Miguel fue como quitarse un peso de encima, Hanna no lo esperaba y al verlo entrar en la sala de espera del hospital, corrió como una niña pequeña a los brazos de su padre, lloro inconsolablemente un largo rato abrazada a el buscando refugio entre sus brazos, Miguel era un hombre de gran estatura, militar retirado y aun con su edad podía presumir de un cuerpo tonificado, infundía respeto no solo en la familia sino en todo el que lo conocía. Cuando Hanna se lo presento al inicio de su relación, se sintió intimidado, el comportamiento de Miguel le hacía sentir que veía a su hija no solo como su hija, parecía celoso de que su niña menor tuviese un novio.

Hanna se sentaba en las piernas de su papa frecuentemente y las manos de Miguel tomaban las caderas prominentes y firmes de su hija, desplazándose por su cuerpo de forma muy natural hacia sus grandes nalgas, Hanna parecía disfrutar de estar tan cerca de su padre, cada vez que ella cruzaba delante de el recibía una nalgada tierna que hacia que su trasero rebotara como respuesta a el pequeño golpe, no se atrevía a preguntar si eso era normal entre padres e hijas, el no había tenido la fortuna de tener una familia o algo que se pareciera a ello, desde que tuvo uso de razón vivió en hogares de paso y orfanatos, conocer a una chica hermosa como Hanna era ganancia, así que lo que menos quería era echarlo a perder.

Miguel saludo con un firme apretón de manos “Larry como estas, como esta Harold” su voz había tomado un tono de preocupación, era la primera vez que no sentía rastro de autoritarismo en las palabras que pronunciaba su suegro “Ya despertó, no puede hablar aun por la sonda, pero parece que no van a quedar secuelas” los ojos de su suegro se hicieron pequeños, sintió como lo abrazaba y entendió por que Hanna se sentía protegida por aquel hombre.

Su suegro se instaló en la habitación de Harold, ya que en la primera planta la habitación de huéspedes estaba siendo acondicionada para que Harold evitara las escaleras y así tener fácil acceso a la cocina, el jardín, la sala de televisión o la piscina, con una pierna y un brazo quebrados, seria más cómodo desplazarse solo por el primer piso, la familia se encontraba en la sala discutiendo diferentes temas, la llegada de su suegra Margareht renovó el ambiente de la casa, era una mujer muy extrovertida y le encantaba reír, hacia que todos se sintieran a gusto en su presencia, todos irían al siguiente día a recoger a Harold al hospital para llevarlo a casa.

Todos los miembros de la familia se sentían de muy buen humor y no era para menos, ya que el percance sufrido por Harold quedaría como una anécdota y lo recordarían con algo de gracia, sabían que este tipo de situaciones con finales felices como este unirían más a la familia, pero había una persona que no estaba alegre con el regreso del hijo menor, sonreía como los demás pero en su interior podía sentir como se agitaban sus entrañas, observaba con desgano como su abuelo no perdía oportunidad en tocar de más a su madre, la mujer que había tomado su virginidad, la amaba con desesperación, su corazón le dictaba que era la única mujer que podría amar en el mundo.

No dejaba de desear en secreto que su hermano contara lo que había visto la noche del accidente, pero el idiota no recordaba nada, eso le había dicho su madre que fue la primera en hablar con Harold al despertar, el se había cerciorado por su propia cuenta de que fuese así “no recuerdas nada de esa noche Harold” le había preguntado mientras su hermano luchaba por cambiar de posición el la cama del hospital “no solo tengo un vago recuerdo del rostro de una mujer con los ojos cerrados y su boca abierta, pero solo logro ver eso, el rostro me parece familiar, pero es confuso” notaba como su hermano luchaba por encontrar un recuerdo lejano y perdido en el tiempo “recuerdas que esa noche jugamos para ver quien dormía con mamá, yo gane y ella te consoló porque tendrías que dormir solo, ella siempre cierra los ojos para besarnos y consolarnos, tal vez tu recuerdo sea de ese momento” quería golpearlo en la cabeza para que recordara lo que había visto, que lo viera a el de nuevo haciendo el amor con mamá y gritarle al mundo que ella era suya, que recordara para que contara a la familia y así deshacerse de papá, del abuelo y de todos, poder escapar con la mujer que sentía amar con locura sin importar que fuera su madre.

Era una noche calurosa, aun con la venta abierta no lograba refrescarse, se sentía sofocado o solo era la ira de no poder entrar en el cuarto matrimonial y reemplazar a su padre, poder besar cada centímetro de la piel morena de su madre, sentir la calidez de sus senos contra su pecho, poder disfrutar de la humedad de su sexo, tener su pene listo para atacar y volver una vez mas al lugar de donde salió, revisaba constantemente el pasillo vigilando especialmente la puerta de sus padres, no notaba movimientos, se internó en la oscuridad del pasillo sudaba en exceso, pego su oído a la puerta con la esperanza de no escuchar nada, no sabia como reaccionar si su papá estaba dándole placer a su mamá “como puede dejar que el le haga el amor” ella siempre lo encontraría dispuesto y listo para satisfacerla como un esclavo obediente.

De regreso en su habitación, ahogo sus gritos de desesperación con la almohada, golpeo su rostro con algo de violencia, tenia que controlarse, sabia que era imposible que el fuera el hombre de su madre, tendría que compartirla con papá por siempre, no era tan malo, papá casi nunca estaba en casa así que la tendría a disposición, vio el lado positivo de que su hermano se hubiese incapacitado, una vez que su padre retomara su trabajo y los abuelos regresaran a su casa tendría a mamá solo para él, no duraría, Harold se recuperaría y el volvería a sufrir de insomnio, tendría que compartir a su amante con su padre y las noches junto a ella con su hermano, ya hallaría una solución, ahora debía vigilar, estaba dispuesto a interrumpir el coito de sus padres con cualquier excusa “esta noche nadie te tocara amor” se decía a si mismo mientras repasaba fotos de su madre en el teléfono.

Se acostó en el piso para sentir el frio por unos segundos mientras su cuerpo transfería calor y perdería su frescura, escucho leves pasos en el pasillo, pasos sigilosos, alguien no quería ser visto o escuchado, se movió lo más rápido posible para descubrir al intruso, logro ver la silueta de su abuelo alejarse en dirección a las escaleras, era un buen momento para volver a ver a la abuela en pijama.

La abuela solía usar pijamas muy sexys, no recordaba haberla visto usar algo conservador y era lógico ella no quería ocultar su buen cuerpo, era toda una madura capaz de levantar piropos en la calle de hombres de cualquier edad, sus senos operados eran una delicia a la vista, se había practicado la lipoescultura, su cintura hacia que cualquier quinceañera sintiera envidia y por supuesto la marca registrada de la familia, caderas anchas seguidas de un culo de escándalo, su hermano y el siempre disfrutaban de verla pasearse en pijama o bikini cada vez que podían, habían compartido pajas con su ropa interior e inclusive se habían turnado en varias ocasiones para espiarla mientras se duchaba o cambiaba de ropa, pensar en su hermano le dolía, la presión en su pecho se fue convirtiendo en un nudo en la garganta, la maldita culpa se apoderaba de su ser, ver a su hermano tirado en el piso en un charco de su propia sangre afuera de la casa y su primer reacción fue desear por unos instantes su muerte, sabia que el secreto más atesorado para él podría verse expuesto, no lo podía permitir, hacerle el amor a su madre afloro cosas que Julian no sabía que podía sentir, el sexo con mamá había ocurrido por casualidad y no hace más de dos meses, ahora por las estupideces de su hermano estaba a punto de perderlo.

Se trago el nudo que lo ahogaba y despejo las lágrimas de sus ojos, abrió muy lentamente la puerta de la habitación, podía contemplar el cuerpo de su abuela acostada boca abajo, tenia el camisón un poco subido por lo cual notaba el inicio de sus nalgas, abrió un poco mas la puerta, estaba absorto en las gruesas piernas de la madura que yacía en la cama, el ruido a su espalda alertaba que de la puerta de sus padres alguien estaba apunto de salir, con la agilidad de un gato, introdujo su cuerpo que ya denotaba rasgos parecidos a los de su abuelo al interior de la habitación y cerro la puerta con mucha suavidad, todos sus sentidos se encontraban alerta y su mente trabajaba ya en una respuesta si era descubierto en tan incomoda situación, pero no ocurrió, escucho alejarse a uno de sus padres en dirección a la primera planta.

Su primer instinto era salir de allí, regresar a su habitación que ahora parecía la mas fresca de la casa, se paso la mano por la frente y se limpio el sudor que quedo en ella con su ropa interior, estaba a punto de salir de allí “Miguel que haces hay parado, ven acuéstate y duerme amor” la voz de su abuela entredormida, parecía que no había despertado bien y al confundirlo con su abuelo vio una oportunidad única, se metió en la cama de su hermano y pego su cuerpo a el de su abuela.

Sentía como ese culo recibían su ya erecto pene, solo los separaba la tela de su ropa interior y la tanga azul que lucia esplendida metida entre las nalgonas de la abuela “oye hace mucho que no tenias una erección nocturna amor” un rápido movimiento manual de su abuela que sin darse vuelta, liberaba su pene y lo poso en medio de sus maduras nalgas “huy papito que dura la tienes, haber si con esto te relajas” su abuela puso saliva en su mano y procedió a refregarla en la dura verga que sacaba de en medio de sus nalgas “ahora córreme la tanga y méteme esa verga papi” la sangre ya no estaba en el cerebro de Julian, toda se había desplazado a su verga, pero no podía dejar pasar esta oportunidad, se detuvo a pensar que sucedería si su abuelo regresaba, era hombre muerto si lo sorprendían en este momento, no valdría ningún tipo de mentira o explicación, se armaría un escandalo y su madre se enteraría, podría perderla para siempre “vamos mi general, quiero tenerte dentro, métemela ya” sucedió demasiado rápido para poder reaccionar, Julian observo como su abuela se hizo a un lado la tanga y se introdujo de un empujón la mitad de su verga “hayyyy…….papito la siento diferente” su abuela se movió hacia adelante, ese movimiento hizo que se saliera de su interior, era el momento para salir corriendo de allí, pero su rección fue lenta, su abuela ya se había ensalivado la vagina y apuntaba de nuevo la verga de su nieto hacia su interior, no tuvo que hacer mucho esfuerzo, el resultado de haber lubricado la entrada de su vulva fue una penetración completa “papi no te quedes quieto, vamos que la siento muy rica, bombéame con todo lo que tengas”.

Ya no razonaba, su cuerpo respondía instintivamente a las ordenes de su abuela “eso papi... hoy la tienes más delgada, pero me llenas con tu pene…. huyyyyy papito ……. eso dame duro …. Colócame en cuatro amor” los movimientos de la abuela eran rápidos, ya tenía el culo levantado, Julian tomo su pene lo apunto a esa estrecha vagina y de nuevo estaba bombeando sin cesar, veía como esas grandes y carnosas nalgas hacia el mismo movimiento que las de su mamá, con una diferencia, su abuela era más culona y el espectáculo era digno de una buena porno.

“sigue así de duro amor …… vamos dime lo que me gusta ……. Ven amor trátame como la puta que soy … ya me quiero venir …… huyyyy ya dímelo para venirme ….. papitooooo” su voz quería salir del fondo de sus entrañas pero sabia que si pronunciaba una palabra seria descubierto y peor aún no podría llenar con su semen a su abuela “papi dímelo ……… vamos cabron dime puta” Julian soltó las nalgas de su abuela sin disminuir el ritmo de las penetraciones como su madre la había ensañado, llevo su mano derecha por la cintura de su abuela y no se detuvo hasta tenerla sobre su clítoris, una vez allí inicio a flotarlo en diferentes direcciones, podía sentir ese pequeño punto abultarse a su tacto “hayyyy …… hijo de puta …… me vengo amorrrrrrr” la humedad que sintó Julian sobre su duro pene fue la señal de que el trabajo estaba echo.

Su abuela era más ágil de lo que el esperaba una vez tuvo su orgasmo no permito que Julian la tomara de la cintura, saco su pene y giro su cuerpo, al encontrarse boca arriba pudo ver el rostro de su nieto Julian “que haces aquí mijo” se dibujo una mueca de terror en el rostro que hace unos segundo solo denotaba lujuria “Lo siento abuela” Julian quería salir corriendo, su abuela lo tomo de las manos “lo que hiciste no esta bien, que tal si tu abuelo entra o tu mamá, si querías estar conmigo debiste decírmelo” las palabras de la abuela calmaron sus ganas de llorar y desaparecerse de la fas de la tierra “ven vamos a tu habitación y hablamos con mas calma”.

Al entrar en la habitación guiaba a su nieto de la mano sabía que él le devoraba el culo con la mirada, volvió a verlo, su dura verga amenazaba con abrir un hueco en el techo “veo que sigues caliente mijo, quiero que te acueste y dejes que la abuela cuide de ti” le dio un pequeño empujón y Julian dejó caer todo su peso sobre la cama, se quitó el camisón, el brasier y su tanga, sintió que su nieto la recorría con la mirada y le permitió observar el paisaje de su cuerpo desnudo sin ningún tapujo “ya viste lo que te vas a comer, ahora te voy a dejar seco mijito” sin perder tiempo lo monto permitiéndole comerse sus senos, tomo una vez más el miembro de Julian y sin esfuerzo lo hizo desaparecer en su interior, lo cabalgo sin descanso, sin detenerse, cada vez más rápido, contraía su vagina con cada penetración, con toda su experiencia sabia que el chico no tardaría en eyacular y así sucedió, le encantaba ver el rostro de su amante de turno, la forma como se tornaba rojo, Julian apretaba sus ojos y abría la boca, esa dulce expresión que conocía muy bien, era idéntico a su esposo Miguel, sintió como su vagina recibía uno, dos, tres, cuatro disparos de leche, un quinto menos intenso, lo había conseguido su nieto había tenido un dulce orgasmo dentro de su abuela.

Le beso los labios esta vez no como lo hacen los seres queridos, esta vez fue como dos amantes que acaban de ser cómplices de algo prohibido, se levantó y saco a Julian de su interior, sintió escurrir la leche aun tibia que acababa de ordeñar, su esposo también la llenaba así “Te pareces mucho a tu abuelo mijito” se coloco su pijama de nuevo, mientras su nieto no lograba conjugar dos palabras “tranquilo mijito esto queda entre los dos, lo que acabó de hacer es en agradecimiento por el orgasmo que me relagaste, puedo confiar en que guardaras el secreto” sabia que su nieto era de confianza, sabia que el y su hermano se masturbaban con su ropa interior “si abuela, te amo y nunca te traicionaría” de nuevo lo beso en los labios, le beso la frente y volvió a su habitación, su esposo aun no regresaba, pero eso no le preocupaba sabia donde y con quien estaba, si regresaba y ella aun no dormía le contaría las buenas nuevas, pero no fue así, hacia mucho tiempo que no tenia una verga joven “los jóvenes siempre me dejan agotada” pensó en voz alta antes de que callera vencida por el esfuerzo que significo ir uniendo a la familia y formar un solo hogar feliz.
 

RADIACTIVO88

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Vaya. esto se esta poniendo caliente, tenemos a otra incestuosa familia en puerta. A ver que pasa cuando Larry conozca el secreto de su esposa y suegros y/o cuando Harold recupere la memoria, ¿Sera una Bacanal? Esperemos que si. ☢️
 
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