Historias con mi Tía 004

heranlu

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Un nuevo día en la casa de mi tía, me despierta con el café en la cama, charlamos y fumamos desnudos un largo rato, como siempre. Me pide que la acompañe a comprarse zapatos, le encantaba usar zapatos de aguja de yegua puta y tenía una gran colección.

Nos vestimos para salir y noto que se pone un vestidito corto verde ajustado pero sin tanga, ella nota que me doy cuenta y ya sé por dónde va…

Entramos en una tienda y llama a un vendedor joven y apuesto, se sienta y le dice que le traiga varios tipos de zapatos de tacón, el muchacho servicial vuelve al cabo de unos minutos con 6 cajas para que mi tía elija, yo estoy sentado en frente de ella. Ella abre las piernas y se descalza dejando que el muchacho agachado le vaya poniendo los zapatos uno a uno, cuando comienza enseguida ve la concha depiladita de mi tía… así va probando uno a uno, y a medida que lo hace su verga va creciendo (y la mía..) dentro del jean apretado que lleva. Al fin mi tía decide comprar 3 pares y le pide al empleado que se los lleve a casa esa tarde. Salimos sin decir palabra, pero ambos sabemos que algo está por suceder.

Cuando llegamos a casa sonriendo me dice que esta tarde íbamos a jugar un ratito… yo ya empezaba a estar excitado, así nos pusimos a organizar su plan.

Cuando llegó el muchacho estaba todo listo, en el salón lo esperábamos mi tía, Olga su amiga (ver "Mi tía siempre me sorprende….) y yo. Las dos yeguas estaban con tangas y en tetas, habían estado tomando sol y estaban aceitaditas, todos estábamos fumando. Yo estaba desnudo como siempre. El empleado no podía creer lo que estaba viendo. Ella le dijo que querían probarse los zapatos delante de él para que les diera su opinión, así fueron desfilando las dos yeguas con esos tacones altísimos mientras movían sus culos aceitados, yo empezaba a empalmarme viendo como el muchacho se excitaba. Lo invitaron a ponerse cómodo y él poco a poco se fue desnudando, su verga era descomunal…

Mi tía le dijo que si quería comerse a las dos, primero tenía que comer verga de su sobrino, los dos nos sorprendimos, ella le explico que quería que mantuviera mi pija en su boca pero que no hiciera ningún movimiento, sólo quería que su baba fuera empapando mi trozo de carne lentamente. Primero lo dudó pero luego se sentó a mi lado e introdujo su boca apenas tocando mi verga y así permaneció mirando a las potras caminar. Yo estaba durísimo, la saliva iba cayendo lentamente hasta mis huevos, y me iban lubricando el palo…

Así estuvimos un largo rato, mi pija estaba toda babeada, empapada, sumado a mis líquidos que iban saliendo del glande lentamente. Mi tía le pidió que se pusiera en cuatro patas y así Olguita podía comerle el culo, a Olga le encantaba comer ortos de macho le encnataba ese olor fuerte de carne, transpiración y caquita, introducía la lengua afilada que tenía y lo iba culeando lentamente. El muchacho cada vez chorreaba más saliva y se metía mi verga hasta los huevos. Poco a poco mi tía se acercó a su verga e introdujo su boca casi sin tocar la carne, intentando hacer lo mismo que él hacía con mi pene. Así quedamos unidos los cuatro un buen rato, los palos estaban durísimos y él tenía su culo muy dilatado. Después de unos minutos, mi tía me ordenó que lo clavara por el ano, Olga retiró su lengua y yo le metí la pija de una estocada, a él le encantó, estuve culéandolo un buen rato mientras las dos putonas fumaban y se calentaban mirándonos. El iba a explotar, su verga estaba morada, yo le daba y le daba… Pasando unos momentos, mi tía le pidió que se sentara en el sofá y que ellas se lo cogerían un rato, así alternando se iban sentando en su pija primero olga y lego mi tía, introducían su pene en el culo y lo sacaban, sólo una vez cada una… Así hasta 10 veces, el muchacho no podía más, cuando estaba por acabar, ella me agarró de los pelos y me obligó a sentarme en su verga, él explotó en leche dentro de mi culo, fue hermoso sentir el chorro de leche caliente dentro mío. Yo quedé empalmado pero no me importaba, despedimos al muchacho que estaba alucinado y nos quedamos en el salón tomando café y fumando, al ver mi tía que mi pene no se relajaba, se sentó disimulada encima de mí con leves movimientos hizo que mi verga estuviera dentro suya, a la vez charlábamos con olga como si nada, reíamos y fumábamos, así seguimos, cada tanto ella al reírse me bombeaba en la verga, yo no aguantaba más y poco a poco la lechita caliente fue saliendo de mi pija, Olga disimulaba pero estaba excitada como una yegua puta mientras veía que me estaba corriendo, cuando acabé me fui al baño, al volver, ví como Olga en cuatro patas bebía la leche caliente que caía de la concha depilada de mi Tía…

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Hace poco recibí una llamada de ella en la que me invitaba a su casa, hacía poco que se había mudado y me insistió en que fuera a visitarla y que por supuesto podía llevar la compañía que quisiera ya que ponía a disposición mía una suite para disfrutar de esos días, la idea me excitó y a partir de ese momento me puse a idear mis "Vacaciones". Llamé a Ale por teléfono, una amiga "trans" muy femenina pero con una pija espectacular, yo hacía mucho tiempo que quería culearme a Ale pero nunca se había dado la oportunidad. Ale aceptó de mil amores a acompañarme, le dije que se tenía que hacer pasar por mi novia, por supuesto.

Preparamos todo, y salimos rumbo al morbo y el placer.

Llegamos a la mañana, mi tía nos recibió muy alegre, estaba encantada con Ale, me felicitó por "tener una novia bien hembra" según sus palabras, yo sonreía al comprobar que la primera parte del plan había funcionado.

Nos acomodamos en la suite y bajamos para almorzar, mi tía lucía exuberante, llevaba un vestidito blanco apretado y corto, sin ropa interior y calzaba unos tacones de yegua puta. Ale bajó descalza con un vestidito corto negro y también –según mi consejo- sin nada debajo. Cuando se vieron se abrazaron y rieron por los colores que llevaban, era precioso ver a las dos putitas abrazadas y yo empezaba a sentirme realmente excitado. Bajé con un bóxer argumentando que tenía mucho calor y nos dispusimos a almorzar.

Noté que se gustaban y la idea de follarme a las dos me obsesionaba.

Comimos tranquilamente, y después del postre fumamos y tomamos café. Ale se sentó encima mío y mientras charlábamos amasaba mi verga con su culo moreno. Yo levanté un poco su vestido y acariciaba sus nalgas duras, la hija de puta de mi tía se daba cuenta de todo pero disimulaba como la puta que siempre había sido. Luego de un rato se puso a ordenar la cocina y se agachaba dejándonos ver su concha húmeda y depilada. Ale estaba muy caliente y me susurró que quería darle duro a mi querida tía, yo sonreía mientras le acariciaba los huevos…

La anftriona nos recomendó que nos acostáramos un rato para después estar un rato en la piscina, accedimos y subimos a la suite. Nos desnudamos y nos acostamos, los dos nos habíamos quedado muy calientes con todo lo que nos esperaba, pero decidimos no hacer nada aún, sólo queríamos excitarnos más hasta que llegara el momento de explotar de lujuria, así que acordamos con Ale mamarnos la verga un rato pero sin llegar a corrernos, así que hicimos un 69 precioso un rato, permanecimos con la verga del otro en la boca, humectándola, casi sin movernos, saboreando esos jugos ardientes hasta quedarnos dormidos.

Bajamos a la piscina, Ale bajó con un tanga diminuto negro y en topless y yo bajé desnudo como solía hacerlo siempre, mi tía nos esperaba en una reposera totalmente desnuda y boca abajo. Su culo brillaba con la crema bronceadora, Ale no podía creer semejante espectáculo…su pene casi no cabía en el tanga, para disimular decidió darse un chapuzón. Al salir le pidió a mi Tía que le pasara crema por la espalda, yo me senté a disfutar del espectáculo mientras fumaba plácidamente, disimulando abrí un periódico y oculté mi rostro y mi rabo…

Ellas entendieron que de esa manera podrían hacer cositas sin que yo me diera cuenta.

Mi tía masajeaba la espalda de Ale suavemente, poco a poco fue bajando hasta su culo y cada vez lo hacía con más fuerza. Bajó su tanga –para no mancharlo, según sus palabras- y con el dedo corazón empezó a trabajar en el agujero de Ale, mientras ésta fumaba y disimulaba. Poco a poco el ano de mi "novia" estaba dilatado y preparado para una buena embestida. Al notar mi tía que ese culo estaba desesperado le recomendó a Ale que se diera un chapuzón que -quizás "tu novio" quiera acompañarte…-

Así lo hizo, se metió en la piscina y apoyó los brazos en el borde mirando hacia mi tía, permanecía de pie, yo entré disimulando y me acerqué a ella, mientras charlábamos los tres de bueyes perdidos... Al cabo de un rato Ale bajo su tanga dejando ese orto al descubierto, yo introduje mi nabo hinchado en su culo, y poco a poco fui empujando hasta que llegué a estar todo adentro, mi tía disimulaba fumando y charlando como si nada estuviera pasando, la realidad era que me estaba culeando a Ale enfrente de ella, era una situación tremendamente morbosa. La voz de Ale se quebraba a veces, cuando yo la bombeaba lentamente, y mi Tía sonreía y seguía dándole charla, quería oír a la putita de mi "novia" mientras le metía la barra de carne hasta el fondo. Así seguí dándole duro hasta llenarle de leche el culito, en el mismo momento que me estaba corriendo mi tía se acercó y cogiéndome de la nuca me pidió susurrando si no les preparaba un batido de plátano. Yo apenas pude responder entre gemidos que sí, que lo haría de mil amores.

Al ir hacia la cocina, ví como mi tía invitaba a salir a Ale del agua, y poniéndola en cuatro patas bebía la leche que yo había derramado en su ano. No podía creer que fuera tan puta.

Después de semejante espectáculo pensaba que ya nada podía superarlo, pero me estaba equivocando. Les llevé los batidos y nuevamente me fui hacia la cocina ya que sentía curiosidad por lo que harían mis dos putitas, efectivamente la tarde aún no había terminado. Mi tía había descubierto la enorme verga de Ale y no iba a deja pasar ese trozo sin disfrutarlo, así que mientras bebían el batido de leche y plátano, le comentó a Ale que estaba bueno pero que a ella le gustaba con más leche. Ale sin dudar le dijo que podía ayudarla y que si quería le podía traer más leche de la cocina, mi tía le dijo que no hacía falta que fuera tan lejos, que podían conseguir lechita fresca sin casi moverse. Se acercó poco a poco a su vientre, y empezó a lamerle los huevos desesperadamente, estaba completamente depilada y los huevos brillaban al mojarse con la baba de la puta de mi Tía, mientras saboreaba sus bolas, con su mano pajeaba ese enorme trozo lentamente. En poco tiempo Ale estaba a punto de explotar, en ese momento dejó de pajearla y solamente siguió lamiendo sus bolas, mientras acercaba el vaso a la punta de la pija, así poco a poco la leche caliente fue saliendo a borbotones y cayendo dentro del recipiente… al acabar me llamaron y me invitaron a tomarme el batido, yo lo hice sin rechistar.

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Aquel verano nos invitaron a mi Tía y a mí a cenar en casa de unos amigos, ella me contó que cada año lo hacían y festejaban hasta altas horas de la madrugada. Esa noche se arregló como una yegua puta…nunca la había visto tan potra, llevaba un vestido cortísimo ajustado y negro, no se podía agachar ya que se le veía la conchita, el diminuto tanga no hacía nada por evitar que ese hermoso culo quede a descubierto, llevaba unos tacones de aguja altísimos y se le notaba excitada. Yo aún desnudo y fumando la contemplaba completamente empalmado, ella me preguntaba que tal estaba, la gota que salió de la cabeza de mi pene fue suficiente respuesta, ella se hizo la distraída y con una suave caricia en mi culo me dijo que me arreglara. Al salir de la habitación me quedé espiando un ratito y vi como ella se colocaba un gel en su ojete y poco a poco introducía la gota de cristal que yo le había regalado en su agujero negro (ver Mi tía tiene una duda...). Pensé que esa noche prometía.



Al llegar noté con sorpresa que todos los concurrentes a la fiesta eran hombres, pensé que las mujeres estarían en otro sitio, pero me equivoqué…



Tomamos mucho vino y fumamos antes de cenar, luego la cena estuvo muy bien, observé que los hombres eran jóvenes y guapos todos, y que mi tía se movía con confianza entre ellos, la notaba caliente y a medida que pasaban las horas más suelta, al pasar entre ellos a veces les acariciaba la verga imperceptiblemente, poco a poco los bultos se hacían más grandes en esos pantalones ajustados. Yo imaginaba su culo que para esas horas estaría dilatado y listo para culear a destajo…Después de cenar fuimos al salón y seguimos bebiendo champán. Las conversaciones iban de todo un poco pero cada vez giraban a temas más picantes, ella dijo que cuidaran el vocabulario ya que yo era un joven "inocente", los machos rieron burlonamente. Ella estaba muy borracha y noté que no podía aguantar su calentura, se me ocurrió pedir descansar un momento en alguna de las habitaciones para así dejar a mi Tía sola y liberada, los hombres que en ese momento de la noche eran 6, accedieron amablemente. Subí las escaleras y al poco tiempo me asomé sigilosamente para espiar, sospechaba que algo estaba por pasar.



Fue grande mi sorpresa al ver a mi tía vestida solamente con los tacones altísimos de yegua puta, en cuclillas entre los machos, mientras estos la bañaban con champán, lluvia dorada pensé, y en efecto el champán se mezclaba con las meadas sucesivas de esas vergas hinchadas, ella recibía todo en su boca, en su cara, estaba muy caliente, jugaba con el champán y la orina en su boca y luego lo dejaba caer todo en sus tetas…



La trataban como la verdadera puta que era, le ordenaron que caminara como una gata en cuatro patas encima del líquido derramado y que fuera bebiendo, la gota de cristal asomaba de su orto abierto y a punto. Uno de ellos se lo retiro suavemente, y empezó a comerle el orto salvajemente mientras ella saciaba su sed de yegua, a estas alturas estaba todos desnudos con sus vergas enormes, le vendaron los ojos y le ordenaron que mamara cada verga un buen rato, eran unos hijos de puta y la maltrataban escupiéndola en la cara, pero a ella parecía excitarle esta situación, mientras chupaba carne dura a unos, los otros la culeaban con la lengua, así mucho rato. Comía los huevos y la verga con verdadera devoción, era precioso ver esa cara llena de baba lamiendo desesperada, además su culo se contraía y expandía rítmicamente, el agujero era muy grande, todos la estaban pasando muy bien, yo tenía mi verga afuera y me acariciaba suavemente viendo semejante escena. Cuando pensé que estaban por clavarle el culo con esas vergas a punto de explotar, uno de ellos me vio en la escalera, sigilosamente se acercó a mí y agarrándome del cuello y tapándome la boca me condujo al salón, haciendo señas a los demás, me hizo arrodillar y acercó a mi tía cogiéndola de los pelos de la concha, su culo estaba abierto listo para ser amasado, el tipo me agarró la verga, me la escupió y la introdujo de un saque en ese orto maravilloso, yo no aguanté más y empecé a bombear de forma desquiciada, sin parar, violentamente, ella gritaba desesperada – más, dame más…! Seguí sin parar, mis huevos hacían ruido al golpear sin parar en la puerta de su orto bronceado, lo machos iban pajeándose y derramando su leche en la cara de mi tía, uno hasta se corrió en mi cara, los seis habían derramado su néctar dejándola a ella con una mascarilla divina, ella iba recogiendo la leche caliente con su lengua mientras gritaba – más…, dame más! Seguí dándole duro hasta que llené su ano de semen espeso y caliente, fue la acabada más espectacular de mi vida, bombeé un ratito más y poco a poco retiré mi pija de esa cueva húmeda, uno de los tipos me agarró de los pelos y me hizo acercar a la boca de mi tía para que me lavara la verga con su saliva, ella desesperada de placer, me la dejó reluciente, a estas alturas se había tragado toda la lechita de su cara… yo silenciosamente subí las escaleras y me retiré a la habitación. Al rato apareció ella y me dijo suavemente que era hora de irnos. Ya de vuelta en el coche le pregunté qué tal la había pasado y ella contestó que nada del otro mundo… pero su sonrisa de yegua puta la delató. Había gozado como la verdadera puta que siempre había sido…​
 
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