Historia de su Vida

heranlu

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Mi familia vivia en una casucha en el campo, en la mas absoluta miseria.

La casa tenia dos cuartos, en uno estaba la chimenea y los pocos enseres con los que viviamos y en la otra unos jergones sobre una base de troncos, donde dormiamos todos y luego estaban las cuadras con los animales.

Mi familia estaba compuesta por mi padre, mi madre, mi hermana y yo.

De mi padre no tengo recuerdos, porque murio de pulmonia unos meses después de nacer yo con lo que quedamos mi madre, mi hermana y yo.

Mi hermana era años mayor que yo.

Asi es que mis recuerdos son desde cuando estabamos solos los tres.

Como ya he dicho, dormiamos los tres juntos, mi madre en el medio y nosotros uno a cada lado.

Es facil suponer que en esas circunstancias la intimidad era inexistente, asi es que yo estaba acostumbrado a ver todas las partes del cuerpo, tanto de mi madre como de mi hermana, sobre todo en verano con el calor, que dormiamos los tres prácticamente desnudos.

Según fuí haciendome mayor, empecé a sentir la innata atraccion sexual que sienten los machos por las hembras y como dormía al lado de mi madre, pues su cuerpo fue el primer cuerpo de mujer con el que empecé a satisfacer, mi curiosidad primero y mis deseos sexuales mas tarde.

En invierno, con el frio, nos apretujabamos tanto los tres, que parecíamos uno solo.

Podeis imaginaros lo que suponia para un muchacho tener todo su cuerpo metido entre las carnes de una mujer, aunque esa mujer fuera tu madre y las carnes no fueran muchas.

En aquellos tiempos todos andábamos con pocas carnes, pero las mujeres tenian tetas y ahí si habia donde agarrar, meter la cara entre ellas y chupar los pezones.

Y eso era lo que yo hacia, con las tetas de mi madre, porque para mi en aquel momento, mi madre era la hembra que tenia alli para satisfacer mis instintos mas primarios.

Evidentemente yo no sabia nada sobre el sexo, solo lo que veia hacer a los animales, asi es que me movia por instinto, buscando todo aquello que me producia placer.

El placer, cuando lo empecé a descubrir, era algo que buscaba constantemente, una adicción incontrolable y donde mejor conseguia satisfacer mis deseos pues era por las noches, en la cama con el cuerpo que tenía a mi lado, sin importarme en absoluto a quien pertenecia ese cuerpo.

Durante mucho tiempo las tetas de mi madre y el roce de mi verga con sus muslos, fue suficiente para saciar mis necesidades sexuales.

Mi madre se dejaba hacer y nunca me dijo nada, yo creo que para ella yo era un "hombre" y encontraba normal que me portara como un hombre.

Pero claro, segun fueron pasando los años, mis necesidades biológicas fueron aumentando y empecé a explorar otras partes de su cuerpo...

La noche que, en una de mis exploraciones, encontré el coño de mi madre, entre una abundante mata de pelo, mi instinto hizo todo lo demás.

Sin que nadie me lo dijera, asocié aquel hueco humedo con los coños de las hembras que era por donde los machos las metian su verga para preñarlas, y pensé que por ahi preñarian tambien los hombres a las mujeres.

Cuando llegué a esa conclusion, tambien pensé que si metia mi verga en el coño de mi madre, la preñaria y tendria un niño y eso no me hacia ninguna gracia, porque un niño recién nacido seria un problema para nosotros y una boca más que alimentar.

Esto me retuvo durante algun tiempo y me conformé con meter mis dedos en aquel sitio humedo y caliente, mientras chupaba las tetas y restregaba mi verga con sus muslos.

Y... Me gustaba mucho, pero... Empecé a notar algo nuevo... Mi madre siempre se habia manteniendo en silencio mientras yo apagaba mis ansias con sus tetas y sus muslos, pero desde que empecé a meter mis dedos en su coño y a moverlos dentro de el, noté como movia su culo y como emitia una especie de ronquido y gemidos y eso, sin yo saber muy bien porque, a mi me excitaba mucho.

Pero claro, ocurrió algo mas, ella que hasta ahora, solo se habia dejado hacer, para mi sorpresa, una noche cuando tenia mis dedos metidos en su coño, se giró hacia mi, prácticamente se me echó encima y como si la hubiera dado un ataque, comenzó a restregarse contra mi cuerpo, mientras se comia mi boca y me metia su lengua hasta dentro...

A mi al principio me asustó y además me hizo daño en mi verga y me produjo cierto asco que me metiera su lengua en mi boca, pero cuando mi verga se acomodó, y empezó a sentir el roce de sus carnes, aquello empezó a gustarme...

La abrace con fuerza, metí tambien mi lengua en su boca y durante un rato estuvimos comiendonos nuestras lenguas, hasta que yo me corrí y mi madre separó su boca de la mia, dio un grito, tensó todo su cuerpo y despues se desplomó encima de mi con todo su cuerpo temblando, como cuando yo tenia fiebre.

Durante todo el tiempo que hicimos todo en silencio, mi hermana ni se enteraba, pero esa noche se despertó con el grito de mi madre y como estaba totalmente oscuro, preguntó asustada que que pasaba...

Mi madre la dijo con voz roca y temblorosa, que no pasaba nada, que habia sido una pesadilla y así quedó la cosa esa noche.

Pero claro, aquello lo cambió todo, porque mi madre, sabiendo lo que iba a pasar a partir de entonces, decidió hablar conmigo cuando subió a llevarme el almuerzo (Yo cuidaba el rebaño de todos los vecinos del pueblo).

Estabamos a finales de primavera y hacia calorcito.

Tendiamos la manta rayega que yo siempre llevaba conmigo, a la sombra de una encina, nos sentábamos sobre ella y compartíamos el almuerzo.

Mi madre despues de comer, no se anduvo con muchos rodeos...

Me preguntó si me había gustado lo que habia pasado por la noche.

Yo la contesté que si.

Ella me dijo que si sabia lo que era follar.

Yo la contesté que no.

Ella me dijo de era lo que hacen los animales machos para preñar a las hembras y que si me gustaria a mi meter mi verga donde la metia los dedos.

Yo, sin saber muy bien cual era la intención de mi madre, la pregunté que si yo metia mi verga en su coño, tambien la preñaria.

Ella me contestó que si, que asi era como se preñaba a las mujeres, pero que a ella no la podia preñar, porque ya no podia quedar preñada, pero no me dijo el motivo por el que no podía quedar preñada.

Yo la contesté que si no la podía preñar y ella quería, pues que a mi no me importaba meterla mi verga cuando ella quisiera, pero que no sabia como hacerlo, que me tendria que enseñar.

Ella sin pensarselo dos veces, se quitó las bragas, se puso de rodillas encima de la manta, se levantó el vestido y me dijo.

- Ponte de rodillas detras de mi, apunta con tu mano tu verga a la entrada de mi coño, aprieta y metemela.

Hice lo que me dijo y mi verga resbaló dentro de su coño, hasta que mis cojones chocaron con su culo.

Ella dió un ligero grito y me dijo:

- Ahora agarrame bien por las caderas y mete y saca la verga muchas veces y cuando sueltes tu leche no la saques, ni pares, sigue hasta que yo te diga...

Así lo hice y aquello me empezó a gustar mucho... Empecé a cogerle ritmo, aunque un par de veces la saqué tanto que se salió, pero yo la volvía a meter y seguía follandomela, cada vez más rápido y mejor...

Mi madre no paraba de gemir y decirme que lo estaba haciendo muy bien...

- Así, así, lo estas haciendo muy bien... Fuerte, dale fuerte sin miedo, que no me vas a romper...

A mi aquello me daba un gusto increíble y empecé a vaciar toda mi leche dentro del coño de mi madre, lanzando un rugido de placer...

Mi madre comenzó también a gritar y yo sentí como su coño apretaba mi verga, como si me la estuviera ordeñando...

Ella entre gritos, gemido y jadeos me dijo:

- Sigue, sigue, no se te ocurra parar, dame fuerte, sigue dándome fuerte.

Yo la hice caso y segui dale que te pego, hasta que pasado un rato, ella me dijo:

- Ya puedes parar si quieres, lo has hecho muy bien, para ser la primera vez.

Pero yo no tenía ninguna intención de parar, aquello me seguía gustando mucho y no paré, al contrario, cada vez la penetraba más fuerte y más profundo...

Mi madre cuando vio que no paraba, comprendió que era un macho joven y que iba a seguir...

Una vez que lo había probado, iba a ser muy difícil pararme, así es que se relajó y se dejó seguir follando.

Pasado un rato, volví a soltar de nuevo mi leche dentro de ella y ella volvió a gritar de nuevo... Se ve que al sentir el calor de mi leche ella también explotaba...

Segui un rato más, luego se la saque y ambos nos tumbamos sobre la manta rendidos.

Mi madre, sabiendo que me había abierto el mundo del sexo y que iba a querer estar follando a todas horas decidió contarme cosas, para tratar de controlarme dentro de lo posible.

- Sé que todo esto es nuevo para ti y que a partir de ahora vas a querer follar a todas horas, así es que te voy a explicar lo que vamos a hacer.

En primer lugar solo puedes follar conmigo, con tu hermana ni se te ocurra, porque ella sí se puede quedar preñada y te puedes imaginar el problema que sería eso para nosotros.

Yo a esto la contesté que estaba de acuerdo, que no quería preñar a ninguna de las dos.

Ella asintió y siguió diciéndome...

- Tu lo que necesitas para desahogarte es meter tu verga en un coño y correrte dentro de él y para eso te sobra y te basta con el mío, que estará siempre a tu disposición, pero con algunas cosas a tener en cuenta.

Lo primero es que se lo voy a contar a tu hermana y ella lo va a comprender, porque tu eres un hombre y no puedes dormir con dos mujeres sin tocarlas, así es que la mejor solución es que yo que no puedo quedar preñada te dé lo que tu necesitas y cubra todas las necesidades sexuales propias de tu edad, ya que negartelo sería antinatural.

Y continuó dándome instrucciones:

- Follaremos todos los dias cuando venga a traerte el almuerzo, como hoy, pero me imagino que, por lo menos ahora al principio, hasta que te vayas calmando, no vas a aguantar tenerme al lado por las noches sin metermela, así es que en la cama tenemos que hacerlo de otra manera, que ahora te voy a enseñar.

Y dicho y hecho, se tumbo sobre la manta se levantó el vestido (Seguia sin bragas) abrió las piernas y me dijo:

- Venga, tumbate encima mio, metemela en esta posicion y luego ya sabes lo que tienes que hacer...

Yo no me lo pensé dos veces y como si lo hubiera hecho toda la vida, me metí entre sus piernas, ella elevó sus rodillas y mi verga se metió en su choreante coño sin ninguna dificultad.

Me la folle bien follada en esa posición y volvimos a corrernos los dos una vez mas, con la diferencia que esta vez, nos corrimos comiendonos las lenguas, cosa que ya no solo no me daba asco, sino que me ponia como un burro.

Luego ella se lavo su culo en el arroyo y se marchó feliz para casa, con tres polvos en su cuerpo, despues de muchos años sin hombre.

Y así empezó mi estreno en el sexo.

Se lo contó a mi hermana y ella solo me dijo con una sonrisa cómplice:

- Así que ya tenemos un hombre en la familia...

Yo senti una mezcla de vergüenza y orgullo y la devolví la sonrisa sin decirla nada...

Y asi continuó nuestra vida durante un par de años, en los que mi madre me siguió enseñando mas cosas y todas me gustaban...

La primera vez que me la chupó, buffff.. Que gustazo... Me corrí en su boca y ella se lo tragó todo relamiendose de gusto.

Dentro de nuestra miseria, los tres eramos felices...

A mi hermana se la veia feliz viendonos felices a nosotros y yo eso no lo comprendía muy bien, ya que, pensaba que ella siendo mas joven y sin haber tenido un hombre nunca, debia tener muchas ganas de follar y sin embargo nunca hizo ningun intento de acercarse a mi desde ese punto de vista.

Pero nuestra felicidad no duró mucho...

Una mañana subió mi hermana a buscarme gritando que a madre la pasaba algo, que se habia caido al suelo desmayada y que no volvia en sí...

Bajamos corriendo y mi madre estaba en el suelo y no respiraba...

Murió de un infarto al corazón, con tan solo 50 años...

Fue lo que nos dijeron cuando la bajamos en la burra al pueblo.

La enterramos en el cementerio y volvimos a nuestra casa mi hermana y yo...

Aqui empezó nuestra vida en pareja y lo que esto traeria consigo...

Estábamos a primero de verano y hacia mucho calor, asi es que yo por las noches dormia en mi manta rayega en el porche de la casa, al fresco.

Los dos estabamos muy triste y a mi se me bajó la "calentura" y no pensaba en el sexo, ni mi hermana me hizo mención ninguna al respecto.

Pero fueron pasando los meses y tuve que empezar a dormir con mi hermana en nuestro jergon.

Al principio cada uno se iba para su lado y el contacto era minimo, pero con el paso de los días los dos nos relajamos y empezaron los roces.

A mi cualquier roce con sus carnes me excitaba, sin poder remediarlo y pasé una temporada matandome a pajas.

Porque aunque sabía que me la podia empezar a follar en cuanto quisiera y que ella también lo estaba deseando, el miedo a quedarla preñada (Como me advirtió mi madre en su momento), era lo que me impedía hacerlo.

Tener un niño en nuestras circunstancias era algo inconcebible para mi.

Hasta que un dia, mi hermana ya no pudo aguantar mas y ocurrió lo mismo que en su dia habia ocurrido con mi madre...

Cuando subió a llevarme la comida, despues de comer me dijo que queria hablar conmigo.

Yo inmediatamente supuse por donde iban los tiros y... por ahí iban, pero con un cambio muy importante por medio, que yo no me podia imaginar.

Y mi hermana empezó a hablar.

Me dijo que sabia que lo estaba pasando muy mal, porque para un hombre, despues de estar con una mujer, como yo había estado con la Madre, era muy dificil contenerse, teniendo a su lado una mujer joven como ella y que... tambien sabia que si la estaba respetando era tan solo por el miedo a preñarla.

Yo la dije que así era, que el miedo a preñarla era lo que me impedía follarmela, que no era porque no sintiera atraccion por ella, porque atraerme me atraia mucho, pero que tener un niño en nuestra situación, era un problema muy grande.

Siguió diciendome que eso era tambien lo que la habia retenido a ella, hasta entonces, pero que, como esa situación era insostenible para los dos, en cualquier momento íbamos a perder el miedo y íbamos a terminar follando, porque era algo natural y no íbamos a poder resistir la tentación indefinidamente.

Que sabiendo que esto iba a ser asi, para que perder mas tiempo, cuanto antes mejor.

Pero antes tenia que contarme algo muy importante, algo que solo sabian su madre y ella, algo que habia sido su secreto, pero que ahora creia que tenia que contarmelo a mi, para que yo también lo supiera.

Y me lo contó...

Su padre la habia violado y habia estado follando con ella desde que fue mujer...

Que después de unos meses, la preñó y tuvo un niño.. YO

Que no era mi hermana, sino MI MADRE y que la mujer con la que yo habia estado follando, no era mi madre, sino mi abuela...

Que su madre, cuando la pario a ella, quedó inutilizada para volver a quedar preñada y que por eso no habia tenido más hermanos.

Que como vivíamos aislados, cuando nací, su padre me registró en el pueblo como hijo suyo y de su mujer, con lo que oficialmente éramos hermanos.

Que cuando murio su padre a los pocos meses de nacer yo, todo se quedó así y ella acepto ser mi hermana...

Que lo habia sido hasta ese momento, para mi y que, de cara a los demas lo seguiria siendo toda la vida.

Pero que, dada la situación en la que estábamos, habia considerando necesario que yo conociera la verdad.

Y la verdad era esa, que no era mi hermana, sino mi Madre y que si follaba con ella y la preñaba, no estaría preñando a mi hermana, sino a mi MADRE.

Yo me quedé atonito, frio y sin saber que decir...

Ella como vio que no reaccionaba me abrazó y surgió un sentimiento de amor madre hijo, entre los dos.

Sin poder evitarlo los dos llorabamos, sin saber muy bien porque.

Para mi era una mezcla de sentimientos y para ella supongo que fue la liberacion de un secreto que la llevaba quemando toda su vida...

Aquello, en un entorno de personas normales, visto ahora desde la distancia, hubiera supuesto algo muy fuerte, dificil de asumir y superar y necesitaría de un periodo de adaptación por mi parte.

Pero nuestro entorno era el que era y nosotros no éramos personas normales.

De las lágrimas pasamos a besarnos... Besos de amor, de desesperacion, pero sobre todo de pasion y de liberacion de un deseo contenido durante tanto tiempo.

Para mi la noticia fue una gran sorpresa, evidentemente, pero desde el punto de vista práctico, yo habia estado todos aquellos años follando con mi abuela, creyendo que estaba follando con mi madre, asi es que ahora, la realidad era que iba a follar con mi madre de verdad, en vez de con mi hermana.

Asi es que una vez controlados los sentimientos, el unico problema real era que podia preñar a mi madre y eso cuando follaba con mi "otra" madre nunca fue un problema.

Todo esto estaba pasando por mi cabeza, mientras que físicamente, mi madre y yo nos estabamos comiendo a besos, con nuestras lenguas luchando dentro de nuestras bocas...

Nada ni nadie podria controlar aquella pasion...

Mi madre llevaba sin conocer hombre desde que su padre la preñó y viendo como su madre y su hijo de jartaban de follar a su lado.

Y yo, después de jartarme a follar con mi otra "madre", llevaba ahora meses sin meter mi verga en caliente...

Asi es que pasó lo que tenia que pasar, caimos sobre la manta, nos quitamos la ropa, me metí entre sus piernas y esta vez si, esta vez metí mi verga en el coño que me parió...

Y comence a follarme a mi autentica MADRE... (Ella tenia en ese momento 33 años y yo 18 recien cumplidos)

Los dos estabamos como locos... Follabamos como animales, comiendonos la boca, la cara el cuello...

Yo nunca habia follado con mi abuela con aquella pasion...

En un momento de lucidez, mi madre, ejerciendo de madre, me dijo...

- Hijo, cuando veas que te vas a correr, sácala y correte fuera por favor...

Yo, que estaba acostumbrado a meter mi verga hasta dentro y correrme en lo mas profundo del vientre de mi anterior hembra, esto lo veia muy complicado.

Pero cuando sentí que me iba a correr, como buen hijo, obediente, hice caso a mi madre, se la saqué y me corrí en su vientre, pero por fuera...

Pero, claro, con tanta pasion, y teniendola que sacar para correrme fuera, yo no sentí el mismo placer que cuando me corría dentro de mi abuela y ella al sentir el calor de mi leche me la ordeñaba con las contracciones de su orgasmo.

Y a mi madre no la dio tiempo a correrse, con lo que los dos nos quedamos a medias despues de nuestro atropellado primer polvo.

Yo al fin y al cabo me habia corrido, pero mi madre no y estaba caliente como una burra, asi es que se puso a cuatro y me dijo:

- ¡Te necesito dentro de mi! ...

Metemela otra vez y que sea lo que dios quiera.

Metemela por favor hijo, te necesito dentro de mi yaaaaa...

Mi verga que se habia quedado morcillona, recupero su dureza como por arte de magia al escuchar esto de boca de mi madre y ver su coño peludo allí, expuesto a mi entera disposición.

Asi es que la enfile, agarré a mi madre por sus caderas y se la meti hasta dentro de un solo golpe.

Ella soltó un grito de placer, un alarido de hembra ensartada por su macho.

Y comence a follarmela como si me fuera la vida en ello...

Ella no paraba de gemir y gritar...

El deseo y la pasion la hicieron perder toda precaucion y miedo y me gritaba como loca...

- Follameeee hijo... Follame asiiii... Siiiii

Y correte dentro de miiiiiiii... Quiero sentir el calor de tu leche inundando mis entrañas... Me da igual que me preñesss... Siiiii... Preñameeeeeee... Pero no dejes de follarme... Lo necesito... Te necesitoooooo..

A mi estos gritos de mi madre, pidiendome que la preñara, me volvieron loco y... Cuando mi madre comenzó a tener un orgasmo escandaloso y comence a sentir como las fuertes contracciones de su vagina aprisionaban mi verga, no fui capaz de controlarme, la penetre hasta el fondo y comence a soltar toda la leche que aun me quedaba en mis testiculos, en lo mas profundo de su cuerpo.

La suerte estaba echada, por primera vez en nuestras vidas, me habia corrido dentro del coño de mi verdadera madre y ella sintió, tambien por primera vez, como el semen de su hijo invadia sus entrañas, sin importarla si la estaba preñando en ese momento, o no.

Y... "De perdios al rio"... Como ya me habia corrido dentro de ella, durante los siguientes dias nos los pasamos follando a todas horas.

Metí leche en su coño, como para preñar a una docena de hembras.

Pero tuvimos suerte y a los pocos dias tuvo el periodo, con lo que nuestro debut como amantes, no pudo tener mejor comienzo.

Aquello a mi me animó, porque vi que las mujeres no se quedaban preñadas en cuanto que te corrias dentro de ellas.

Mi madre eso ya lo sabía, porque su padre se la follo muchas veces antes de preñarla.

Asi es que con menos miedo, pero tomando las precauciones que estaban a nuestro alcance, seguimos haciendo vida matrimonial, felices y contentos.

Mi madre que sabía de esto más que yo, porque yo con mi abuela solo tenía que metersela y correrme dentro de ella, todas las veces que quisiera sin ningún peligro, pues me fue enseñando cosas.

Me la chupaba antes de follar y se tragaba toda mi leche, así duraba mas follando y la daba tiempo a correrse ella y así, muchas veces, despues que ella se corria pues yo la sacaba y me corria fuera.

Tambien me inició en el sexo anal, porque su padre tambien se la follaba muchas veces por el culo.

Esto resolvio el problema de correrme dentro, porque cuando me la follaba a cuatro patas y veia que iba a correrme, se la sacaba del coño, se la jincaba por el culo y alli me corria dentro sin ningun problema.

Y así estuvimos felices y contentos, durante mas de un año.

Yo entré en "quinta" y me concedieron la exencion, por ser huerfano y tener una hermana a mi cargo, sin ningun otro familiar cercano.

No voy a entrar en detalles que no son de interes para esta historia, pero si diré que nuestra situación economica fue mejorando.

Arreglamos un poco la casa y compramos una cama de matrimonio. Eramos felices.

Pero cuando todo parecia irnos bien.. ¡Zas!

Mi madre dejó de ver la regla y fuimos conscientes que estaba preñada...

Aquello fue un mazazo para nosotros y no sabiamos que hacer.

Mi madre habló con una mujer del pueblo que ella habia oido que "ayudaba" en casos así.

Pero los tiempos habían cambiado y ya nadie se arriesgaba a hacer un aborto, con lo que, aceptamos lo inevitable...

que tendriamos un crio.

Cuando estaba ya de 7 meses, una de las veces que bajó al pueblo, vino con una buena noticia.

La mujer con la que habia hablado, la dijo que le habia contado su caso a un familiar suyo de la capital y que la habia dicho que habia una Organizacion religiosa, que se hacian cargo de los niños de madres solteras, desde el momento de su nacimiento.

Que los criaban en regimen interno, cubriendo todas sus necesidades.

Que los daban en adopcion si la madre así lo quería.

Y si no queria darlos en adopción, podian permanecer en la Institucion hasta la mayoría de edad (18 año) Recibiendo la formacion correspondiente.

Nos pusimos en contacto con aquella Organización y efectivamente, ellos se hicieron cargo de todo.....

Fue una niña y la registramos como hija de madre soltera, con los apellidos de mi madre, que eran los mismos que los mios, ya que a efectos legales, ella y yo eramos hermanos.

Asi es que, legalmente, los tres teniamos los mismos apellidos, mi madre era su madre y yo era su Tio.

Hasta los 5 años los niños permanecían todo el tiempo bajo la tutela de la Organización y las madres podian visitarlos una vez al mes en el "dia de las madres"...

A partir de esa edad los niños podían convivir con sus madres 15 dias en navidad y un mes en verano.

Y así fueron pasando los años.

Yo busqué y encontré trabajo en una empresa de la capital y nos trasladamos a vivir allí, cuando nuestra hija tenia 4 años, asi es que ella nunca conoció la casa en la que fue concebida.

La primera vez que fue a pasar sus vacaciones de verano con nosotros, con 5 años de edad, ya vivíamos en la capital, en un piso modesto, pero normal.

Siguieron pasando los años y la niña cada vez que iba a pasar sus vacaciones con nosotros, empezó a hacer preguntas a su madre.

Para ella, como para todo el mundo, su madre y yo eramos hermanos y por lo tanto yo era su tio.

Pero, claro, nuestro piso tenía dos dormitorios, uno de matrimonio y el otro con una cama y un armario.

Cuando ella estaba en casa, dormia con su madre y yo en el otro dormitorio, pero segun se fue haciendo mayor, empezó a ver cosas que no la cuadraban y las explicaciones de su madre, las aceptaba, pero no la convencian.

Cuando cumplió los 18 años se fue a estudiar derecho a salamanca, con una beca de la Organización, con el compromiso de trabajar para la Organización durante 5 años despues de terminar la carrera.

Y solo la veiamos de vacaciones en vacaciones.

En Salamanca vivió con varias parejas, pero no duraba mucho con ninguno.

Terminó la carrera y con 23 años volvio a Caceres.

Nosotros ya habíamos cambiado de piso y teniamos uno con tres dormitorios completamente amueblados, así es que se instaló en nuestro piso, teniendo cada uno una habitación independiente.

Yo tenia entonces 43 años y su madre 58.

Dos años despues, con 60 años, su madre enfermó y estuvo ingresada en el hospital 5 dias, hasta que murió.

Durante esos dias, nos turnamos para estar acompañando a la enferma, ella pasó todas las noches con su madre y yo por el dia.

Despues de la muerte de su madre, nos quedamos los dos solos, yo con 45 años y ella con 25 años.

Pasaban los dias y apenas hablabamos.

Ella por su trabajo viajaba mucho y cuando estaba en casa, yo la notaba rara, pero no me atrevía a preguntarla que la pasaba.

Hasta que una noche, después de cenar, cuando estábamos los dos en el salon viendo la tele, me soltó de pronto:

- Lo sé todo...

Yo, sin saber a lo que se referia la contesté:

- ¿A que te refieres cariño? ¿Que es lo que sabes?

Y ella mirandome fijamente, visiblemente nerviosa, me respondió:

- Todo, Papá...

Yo me quedé frio, sin saber como reaccionar y ella continuó diciendome:

- Mamá me lo contó todo antes de morir, me dijo que no podia irse con ello a la tumba, que la perdonaras, pero que tenia la necesidad de desahogarse conmigo.

Yo, sin saber muy bien que decir la dije:

- Dime que es lo que te ha contado.

Ella agarró mis manos con las suyas y mirandome con los ojos vidriosos por las lagrimas que tenia a punto de brotar me dijo:

- Que no sois hermanos, que ella es tu madre y que yo no soy tu sobrina, que soy vuestra hija y que ella te tuvo a ti de la relacion que mantuvo con su padre.

Yo la escuchaba atonito, me imagino que con cara de tonto.

Ella siguio hablando...

- Mamá me ha contado toda vuestra vida, las penurias por las que habeis pasado y que todo ha sucedido así, porque solo os teniais a vosotros mismos.

Que os habeis amado con locura, que tu eres el mejor hijo que una madre puede tener y el mejor amante que una mujer puede desear.

Yo seguia escuchandola sin saber que decir y ella siguió hablando:

- Me hizo prometerla que cuidaria de ti y que nunca te abandonaria y se lo prometí.

Asi es que, eso es lo que haré, siempre estaré a tu lado Papá.

En ese momento rompió a llorar y nos fundimos en un abrazo.

Cuando se tranquilizó, aunque aun entre sollozos, siguió diciendome que todos estos dias habia estado dandole vueltas a la cabeza y informandose sobre el incesto, porque eso es lo que habian sido todas las relaciones de nuestra familia, relaciones incestuosas.

Que al principio sintió panico, por el concepto que tenia de este tipo de relaciones, tanto desde el punto de vista religioso (Ella habia sido educada por monjas), que eran un pecado muy grave, como desde el punto de vista social, que eran tabú.

Pero que despues de darle muchas vueltas, habia llegado a la conclusion que en nuestro caso, habian sido simplemente inevitables, por nuestro modo de vida...

Que nosotros, simplemente, nos habíamos adaptado a las circunstancias y que por lo tanto, todo lo peyorativo de esas relaciones, sobraba en nuestro caso.

Y siguió y siguió hablando...

Lo habia analizado todo, tanto desde el punto de vista legal, como social.

Yo la contesté a todas las preguntas que me hizo y la expliqué todas las dudas que tenia.

Y finalmente nos dimos otro abrazo y nos fuimos a acostar, cada uno a su cama.

Yo esa noche apenas pude dormir, porque no paraba de darle vueltas a mis recuerdos, tratando de verlo todo desde la perpectiva que lo estaria viendo mi hija y lo que pensaria de nosotros.

Pero su actitud a la mañana siguiente, me tranquilizó, porque estuvo muy amable y cariñosa conmigo, ya tratandome como su Papá.

Esto, evidentemente a mi me emocionó, porque ya no tenia que mentirla mas.

Para los demás seguiriamos siendo Tio y Sobrina, pero en nuestra intimidad ya seriamos lo que realmente somos, Padre e Hija y eso me hacia muy feliz.

Pero todo iba a cambiar esa misma noche.

Durante la cena mi hija estuvo muy cariñosa conmigo, cosa que a mi me encantaba.

Despues de ver la tele un rato, nos fuimos a la cama.

Yo me acosté como me acuesto siempre, con tan solo los calzoncillos y cuando iba a empezar a coger el sueño, sentí que alguien levanta la sabana y se metia dentro de mi cama.

Podeis imaginaros el susto, aunque enseguida pensé que no podia ser mas que mi hija.

Di la luz de la mesilla y medio adormilado pregunté:

- ¿Que pasa cariño?

Mi hija, porque, claro, era ella, no podia ser nadie mas, me contestó:

- No pasa nada Papá, solo que quiero "dormir" contigo...

Yo totalmente desorientado y sin entender nada, la pregunte:

- ¿Pero estas segura de que eso es lo que quieres, cariño?

- Totalmente segura Papá...

Quiero continuar la saga familiar...

Quiero que me hagas tuya...

Quiero que me embaraces...

Quiero tener un hijo tuyo y...

Quiero, que cuando sea un hombre, me embarace también y tener un hijo suyo...

Tendré un hijo con mi padre y otro hijo con mi hijo, lo mismo que mi madre...

Yo me quedé sin saber que decir, como atontado, alucinado, porque no me podia creer lo que estaba oyendo.

Mi hija, aquella preciosa mujer, en que se habia convertido, queria que me la follara y la embarazara... Buffff

A pesar del susto y la incredulidad, aquel pensamiento, me produjo una excitacion de forma automatica.

Y sobraron las palabras...

Me di cuenta que mi hija estaba completamente desnuda, asi es que me quité mis calzoncillos de forma semiinconsciente y me dejé llevar por mi instinto de macho, con una hembra a mi lado dispuesta a ser "cubierta"...

En aquel momento me converti en el macho que siempre había sido y sin ningun tipo de prolegomeno me lancé a satisfacer mi instinto mas primitivo.

Mi hija se asustó un poco al ver mi reaccion, pero enseguida adoptó su papel de hembra caliente y abrió sus piernas para facilitarme el acceso.

Yo me metí entre ellas, apunte mi verga, que estaba dura como un palo, y de un solo golpe se la metí hasta dentro..

Entró perfectamente, porque ella venia muy lubricada y mi hija al sentirla dentro, de aquella manera, lanzó un grito mezcla de sorpresa y placer por haber conseguido tan rápidamente lo que ella habia venido buscando...

Y como era habitual en mi, perdí la noción de que la hembra que tenia ensartada con mi dura verga era mi queridisima hija y comencé a follarmela como yo sabia hacerlo..

Ella se habia vuelto loca por la forma en que su padre la estaba follando, no se esperaba algo así y comenzó a gritar, completamente feliz de haber conseguido su objetivo de aquella manera..

- Siiiiii... Papáaaaa... Siiiiii, follame asiiii... Fuerte... Muy fuerteeeee... Bufffff... Joderrrr... Que hombreeee... Me encanta como lo haces.... Siiiiii...

Sus palabras, gritos y suspiros, eran como combustible para mi pasion, así es que la correspondia con penetraciones cada vez mas rapidas y profundas.

Cuando vi que me iba a correr, se la metí hasta dentro, paré y comence a inyectar todo el contenido de mis testiculos dentro del cuerpo de mi amadisima hija..

- Ahahahahahah....

Ella al sentir el calor de mi leche inundando sus entrañas, tuvo un escandaloso orgasmo y mientras que, con las fuertes contracciones de su coño, ordeñaba mi verga, sacando hasta la última gota de semen de mis testiculos, gritaba como loca:

- Siiiiiiii... Papáaaaaa... Siiiiiiii... Correte dentro de mi... Siiiiiii... Llename con tu lecheeeeeee calentitaaaa... Ahahah...

Joderrrrrr... Que placerrrrrrr... Siiiiii... Preñameeeeee.. Embarazameeeee..

Quiero tener un hijo tuyoooooo.. Como tuuuuuu... Siiiiii... Ahahahah...

Cuando terminamos los dos de corrernos, saque mi verga de su chorreante coño y me tumbé a su lado.

Por mi mente pasaron en unos segundos las tres mujeres de mi vida... Acababa de follarme por primera vez a mi hija, hija que habia tenido con mi madre y mi primera mujer, mi abuela, lo que dicho de otra manera mas simple, habia follado con mi abuela, con mi madre y ahora también con mi hija...

Mi hija cuando recobró el resuello, me dijo que habia sido el mejor polvo que la habian hechado en su vida...

Que era un auténtico macho y que asi es como queria que la siguiera follando siempre...

Que desde que tomó la decisión de tener un hijo conmigo, habia dejado de tomar la pildora anticonceptiva, porque si queria poder cumplir su deseo de que ese hijo tambien la embarazara cuando fuera hombre, no podía perder mucho tiempo, porque tenia 25 años y las mujeres eran fértiles hasta los 40/45 años, con lo que iba a andar muy justita.

Yo la escuchaba atonito, pero mi hija, se ve que lo tenia muy claro, lo tenia todo perfectamente calculado y no iba a parar hasta conseguir su objetivo, como me acababa de demostrar.

Esa noche no paramos de follar hasta que nos dormimos, completamente agotados.

Yo me corrí dentro de mi hija tres veces y ella enlazo un orgasmo tras otro.

Desde luego, si tenia algun ovulo disponible, iba a tener millones y millones de espermatozoides deseando fertilizarlo.

Menos mal que mi hija habia escogido la noche de un sabado, porque al dia siguiente no teniamos que trabajar y pudimos descar...

Pero... no habian terminado las sorpresas para mi...

Despues de la sorpresa de meterse desnuda en mi cama y decirme lo que me habia dicho, mi hija aun me tenía reservada otra sorpresa, aun mas sorprendente...

Cuando estabamos desayunando, me lo soltó...

- Papá ya se como nos lo vamos a montar.

Yo pensé, si la pareceria mal como nos lo habiamos montado y la dije:

- ¿Montarnos el que?

- Pues nuestra convivencia, nuestra familia...

He estado viendo toda la jurisprudencia que hay sobre el tema (Ella es abogada) y he llegado a la conclusión que la mejor solucion es que NOS CASEMOS por lo civil.

¡Joder!... Pues si que nos lo ibamos a montar... Me quedé sin saber que decir.

Pero ella si sabia que decir y siguió...

- A ver, te explico, legalmente somos Tio y Sobrina, porque tu figuras registrado como hermano de mi madre.

Los familiares de este grado en linea sanguinea se pueden casar por lo civil, si el sobrino/a es huerfano, como es nuestro caso.

Asi, a efectos legales y ante la sociedad seremos marido y mujer.

Ni tio y sobrina y mucho menos, padre e hija, que es lo que realmente somos.

Siguió dandome todo tipo de explicaciones y detalles... Bla, bla, bla...

Y... Así lo hicimos...

Ella se encargó de todo el papeleo y nos convertimos en matrimonio.

Durante ese primer mes nos hartamos de follar, pero... En el dia que tocaba la vino la regla, asi es que... De embarazo nada de nada y desde luego no seria por falta de espermatozoides, porque follabamos todas las noches dos o tres veces y siempre echandoselo todo dentro.

Pero... Al mes siguiente ya no vio la regla.

El embarazo era una realidad, asi es que el primer e imprescindible paso para el plan de mi hija lo habiamos dado con éxito.

Y el segundo paso, tambien...

A los nueve meses y con 26 años parió un precioso varon... ¡Lo que ella queria!

A partir de ahí nuestra vida conyugar siguió con toda normalidad.

Ella volvió a tomar la píldora y manteniamos las relaciones sexuales normales en cualquier matrimonio.

Con una diferencia muy importante, que cada vez que metia mi verga en su coño, tenia muy presente que se la estaba metiendo a mi Hija y cuando me corría dentro de ella, pues... Mas de lo mismo, el morbo de estar echándole todo, dentro del cuerpo de mi queridisima hija y eso era siempre, siempre, algo muy especial.

Y así fueron pasando los años.

Mi mujer/hija, criaba a nuestro hijo a su manera, preparandole para lo que esperaba de el.

Creó un vinculo tan fuerte entre ellos, que el "Complejo de Edipo" se quedaba corto.

Nuestro hijo sentia verdadera adoracion por su madre y esta hacia todo lo posible para que ese vinculo no solo no se rompiera, sino que fuera cada vez mas fuerte.

Y yo veia como lo iba consiguiendo.

Del cariño propio del hijo por su madre, pasó a un amor evidente y de ahi, con la llegada de la pubertad, a pasion por ella y a esa pasion la faltaba muy poco para convertirse en deseo...

Cuando estoy escribiendo esto, mi hija acaba de cumplir los 40 años y creo que tiene puesto el limite en los 42, asi es que, tan solo quedan dos años para conseguir el objetivo que se propuso desde el momento que su madre la contó la historia de nuestra familia...

Y yo no tengo ninguna duda de que lo conseguirá.

Tendrá sexo con su hijo, como yo lo tuve con mi madre y intentará continuar la saga familiar...
 
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