Historia de Madre e Hijo 002

heranlu

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Habían pasado cuatro meses de felicidad entre mi hijo y yo, cuatro meses en los que prácticamente no nos separamos uno del otro. Nada mas se va doña Chelito y nos subimos a la recamara a hacer el amor y los fines de semana desde el viernes compramos comida y nos encerramos a piedra y lodo en la casa.

La primera sorpresa que me lleve es que mi Pedrito es todo un degenerado, que le gustan todas las prácticas sexuales que ve en películas o lee en algunos relatos, y como yo lo complazco en todo, también me he aficionado a ellas. Lo primero que me pidió fue que me comprara una colección de ligueros y sostenes, pues a el le gustaban mucho de las películas porno que veía.

-Me encantaría verte así, con tu culo y tus tetas cubiertas con esas telas tan suaves. Lógicamente que al día siguiente lo primero que hice fue ir a comprármelos.

En la tarde me hizo la primera petición, me pidió que se la mamara.

-Mamita, ¿me harías un favor?

-El que tú quieras mi vida.

-Es que nunca me he venido en la boca de nadie y me gustaría hacerlo en la tuya.

-Pues tu padre nunca se vino en mi boca, así que será la primera vez para los dos mi amor.

Agarre su verga y me la metí en la boca, como la tiene bastante grande no me cupo toda, pero yo la disfrute inmensamente. Mientras le pasaba la lengua por la cabeza y el cuerpo, con otra mano le acariciaba los huevos, lo que lo puso a mil.

-Así mamita, así que lo haces riquísimo.


-Glups glops glaps- le conteste.
Después de unos minutos intensifique el ritmo y el descargó su semen en mi garganta, a pesar de que nunca había tragado la leche de nadie no me desagrado el beberme la lechita de mi bebé, por lo que tragué lo mas que pude.
La siguiente sorpresita fue al tercer día. Me pidió el culo y claro que no se lo iba a negar. Lo que no me imagine que me aficionaría tanto al sexo anal.
-Mami……
-Si mi vida dime.
-Te puedo pedir algo.
-Lo que tú quieras mi amor.
-Bueno…..es que tienes un culo hermoso y me gustaría disfrutarlo.
Lógicamente que yo ya me esperaba algo como esto, así que no me negué.
-Esta bien mi amor, nada mas házmelo con cuidado pues nunca nadie ha entrado por ahí.
-¿Eres quintito del culo?
-Si mi amor, a tu padre nunca se lo di, aunque el no insistió mucho, cuando me lo pidió las cosas ya no andaban bien entre los dos.
Esa noche fue maravillosa, después de cenar descansamos un rato y después nos fuimos a mi recamara donde nos desnudamos bajo una lluvia de besos y caricias. El me coloco boca abajo en la cama y de pronto empezó a besarme el culo.
-¡Ayyy mi vida, que rico siento!
De algún modo introdujo su lengua en mi ano provocándome oleadas de placer que hicieron que me mojara toda, era una nueva sensación desconocida por mi pero me gustaba mucho, metió unos 5 o 6 centímetros de su lengua en mi orificio anal volviéndome loca.
-¡¡Por favor mi vida, méteme tu vergota!!
Trajo un tarro de crema y me introdujo un dedo en el ano, fue tan deliciosa la caricia que no pude evitar tener mi primer orgasmo de la noche. Estuvo un buen rato masajeándome el culo y de pronto se coloco detrás de mí, apunto su larga y cabezona verga contra mi orificio, empujo suavemente y me introdujo un buen pedazo. Mi ano se relajo y permitió la entrada total, después de un buen rato en que me acostumbre a tremendo pene.
-¡Me gusta mi vida, me gusta que me des por el culo!
-Lo tienes muy apretado mamita, me haces gozar mucho, es el mejor culo que me he tirado y te juro que será el último, te amo mamita.
El mete y saca fue desenfrenado y a pesar que me lastimaba un poco lo disfrute inmensamente, teniendo dos orgasmos mas antes de que el descargara un torrente de semen en mi adolorido ano, después de lo cual nos quedamos en nuestra sección de besos y caricias como cada vez que hacemos el amor.
En fin, nuestra vida se volvió muy placentera y el ya no quería salir de casa. Arreglaba su recamara, sacaba la basura, en la noche lavaba los platos, en fin, se convirtió en un hijo modelo. Eso si, nuestras sesiones sexuales eran maratónicas, pues el a sus veinte años es muy jarioso. A veces llegaba a mi consultorio a media mañana y yo tenia que enviar a mi recepcionista a alguna diligencia, que durara lo menos dos horas, tiempo que aprovechábamos para encerrarnos en mi oficina y ahí en el sofá hacíamos el amor, y cuando digo hacíamos significa que se la mamaba y me penetraba vaginal y analmente. Varias veces Paty, la recepcionista, estuvo a punto de sorprendernos y esto le daba más emoción a nuestra relación.
Todo era maravilloso cuando de pronto sonó la alarma.
"Querida Nora, con la novedad de que me han nombrado directora de la clínica Verher de Guadalajara por mis conocimientos en inseminación artificial, por lo que dentro de un mes Dorita y yo iremos a vivir allá. Me gustaría llegar a tu casa por mientras conseguimos la nuestra, pues no quisiera comprar lo primero que me ofrezcan y quiero tener el tiempo suficiente para elegir. Si no te afecto por favor dímelo pata empezar a enviar algunas cosas. Un beso"
Lidia
-¿Qué hacemos mi amor, le decimos que no?
-¿No crees que seria mejor que hablaras con ella y le cuentes la verdad? No creo que nos denuncie.
Nos decidimos por esta opción y cuatros días después nos trasladamos a León. Paramos en un hotel céntrico y después de hacer el amor nos fuimos a casa de mi hermana, la que nos recibió con mucha alegría. Dorita se había convertido en una adorable chiquilla de 19 años con un culin regordete y unas teticas bien desarrolladas, tenía un gesto lujurioso en la mirada y no me quitaba la vista de encima, cosa que imagine que era por el parecido total entre su madre y yo. Lidia ya estaba avisada de que quería hablar con ella, así que se las ingenio para que Dorita y Pedrito se fueran a la calle a recorrer el centro de la ciudad.
-¿Pasa algo Nora, acaso no podemos ir a tu casa?
-Si y no Lidia, mira hermanita mi casa esta abierta para ti y Dorita por el tiempo que quieras y no nada mas un mes, el problema tal ves no lo entiendas y creí que era mejor venir a decírtelo personalmente y tomaras una decisión.
-Pues….tu dirás.
-Mira Lidia lo que me digas yo ya me lo dije, las recriminaciones que me hagas yo ya me las hice, así que todo lo que me digas con respecto al tema sale sobrando.
-¡¡¿¿Pues que pasa hermanita??!!
-Pues lo único que sucede es que Pedro y yo somos amantes desde hace seis meses, que nos amamos y hacemos el amor como pareja, que dormimos juntos todas las noches y queremos seguir así. Si tu y Dorita lo aceptan son bienvenidas, si no, pues tendrás que buscarte un hotel.
Lidia se quedo callada por unos segundos, como si meditara su respuesta y luego me dijo.
-Por mi no hay problema y en cierto modo te entiendo. Teniendo en casa un hombre tan guapo como tu hijo y siendo una mujer joven todavía es natural que a la alarga sucediera. Por dorita tampoco creo que haya objeción; ella tiene sus propios pecadillos con que lidiar, hasta cero que le divertirá la situación.
-¿Algún problema?
-Si….es lesbiana y desde hace varios meses me acosa, ha intentado seducirme en varias ocasiones.
<<Vaya con la niña, con que le gustan las tortillas>>
En ese momento se me ocurrió una loca idea y aunque no la tuve clara empezó a germinar en mi cerebro un plan.
-Bueno Lidia, ya esta enterada de nuestro gran secreto.
-Así quedamos hermanita, dentro de un mes estoy en tu casa.
Dorita y Pedro regresaron de donde andaban y lidia se llevo a su hija a la recamara donde la puso al corriente de nuestra situación, al salir venia con una gran sonrisa y nos dijo.
-¡Guau, si lo que me dijo mi madre es cierto los felicito! Se me hace lo máximo que tengan una relación incestuosa, nunca había conocido a alguien así. Tiene que contarme sus experiencias.
Mi hijo y yo nos quedamos viendo a los ojos un poco sacados de onda pero de pronto el me beso en la boca delante de ellas. Un beso profundo introduciendo su lengua en mi boca y yo se lo conteste ante la cara de asombro de mi hermana y mi sobrina. El siguiente paso lo di yo acariciándole la verga sobre el pantalón provocándole una erección de inmediato.
-Lidia, ¿Nos prestas una recamara?
-Si…pásenle a la mía.
Nos metimos a la recamara de Lidia, dejando la puerta abierta para que nos pudieran ver le pegué una tremenda mamada a mi bebe, que en un dos por tres le saque la lechita ante la mirada azorada de mi hermana y mi sobrina.
-Bueno, ahora ya lo saben y ya lo vieron, cuando quieran son bienvenidas en nuestra casa.
Al regresar a Guadalajara continuamos con nuestra vida normal en espera de la llagada de Lidia y Dorita. Teníamos un mes para adaptarles las recamaras, hacerles pequeños arreglos para que estuvieran mas cómodas. Yo continué con mis consultas y Pedro en la Universidad y la vida transcurriendo. A los 15 días de haber regresado de León nos fuimos a pasar el fin de semana a Morelia, donde nadie nos conocía por lo que podíamos hacer público nuestro amor. El sábado mientras paseábamos por la plaza principal de pronto me doy de frente con ella. Si………Verónica…….no importa. Ella y su hijo-pareja paseaban delante de nosotros. Al vernos sonrió ampliamente y de inmediato se dio cuenta de nuestra situación pues me dijo.

-La felicito doctora, creo que me hizo caso y brinco al abismo.

Me acerqué a ella y le dije.

-¿Podemos platicar un rato?

-Claro que si doctora-¡a ver Miguel, invítale un refresco al hijo de la doctora!- ahora si, lo que usted diga.

Mi hijo y el de ella se alejaron a unos metros platicando y Verónica y yo nos sentamos en un café al aire libre.

-Antes que nada quiero agradecerte, si no fuera por ti mi vida estaría igual de vacía que antes.

-Se lo dije doctora, el incesto es lo más maravilloso que le puede pasar a una mujer. Cuando una brinca al abismo solo encuentra placer y felicidad. Nada mejor para hacer feliz a una mujer que su propio hijo.

-¿Están de paseo?

-Si, estamos festejando que dentro de dos meses tendremos nuestro primer hijo.

-¿Cómo? Si no te ves embarazada.

-Muy fácil doctora, contratamos un vientre y la chica se dejo embarazar por inseminación artificial implantándole un ovulo mió inseminado por el semen de mi hijo, dentro de dos meses tendremos un hermoso bebe.

-¿Y donde te hicieron el tratamiento?

-En la clínica Verher de Guadalajara.

Continuamos platicando de cosas intranscendentes,, pero a mi se me había metido una idea. Quería tener un hijo con mi Pedrito de la misma manera y el vientre de alquiler ya lo conseguiría, aunque si actuaba con inteligencia a lo mejor Dorita se prestaba a mis deseos, lógicamente prestándome yo a los suyos.

Esa noche nos encontramos en un club nocturno y estuvimos las dos parejas sentados juntos, mi hijo y Miguel parecían dos jóvenes que se habían ligado a dos mujeres maduras y algunas parejas nos miraban con curiosidad.

-Imaginate si supieran que son nuestros hijos, me dijo Verónica.

-¿Te acuerdas cuando lo querías hacer publico?

-Yo no, Miguelito que siempre insiste en lo mismo, míralo como platica con tu hijo, se siente feliz de conocer otra pareja igual a nosotros.

Esa noche nos retiramos hasta las cuatro de la mañana, ya con unas copas de más, el haber estado bailando nos puso más cachondos que de costumbre y al llegar al hotel mi bebito me dio una tremenda cogida. Aun recuerdo como nada mas cerrar la puerta me desnudó, me empinó sobre la cama y me lamió el culo. Me introdujo su larga lengua en el ano provocándome oleadas de placer mientras me metía un dedo en la raja. Después me volteo para comerme la raja mientras me metía un dedo en el culo. Se saco su hermosa verga y de un solo golpe me la dejo ir. Estaba desconocido y a pesar de su brusquedad yo estaba loca de placer. De pronto me volteo y me dijo.

-Te la voy a meter por ese hermoso culo.

-Tu sabes que es tuyo mi vida-le dije, mientras me habría los globos de las nalgas con mis manos, para facilitar la enculada.

Poco a poco me metió su tremendo pedazo de carne y yo lo recibí gustosa.

-¡Dámela toda mi amor, sabes que me encanta sentirla adentro, no se porque me gusta tanto si antes de ti nunca la había probado por ahí!

-¡A mi también me encanta mamita, lo disfruto mucho!

Fue una noche deliciosa, preludio de nuestro regreso al otro día. Cuando llegamos a Guadalajara continuamos a la espera de mi hermana y mi sobrina, las que llegaron en el tiempo pactado. Las instalamos cómodamente y comenzamos la vida en común. De inmediato me di cuenta de que Dorita no desaprovechaba ocasión para acercarse a mi, en cuanto podía restregaba su cuerpo con el mió o "accidentalmente" me tocaba. Yo la deje correr permitiéndole ciertas actitudes para irla poniendo "a tono" hasta que llego el momento en que ella me enfrentó.

-¿Tía, puedo hablar contigo?

-Si hija, dime.

-Bueno…….estoy enamorada de ti.

-Y…….. ¿Que quieres que haga?

-Que me des una oportunidad.

-Mira hija…….yo nunca he tenido una relación lesbica y tu bien sabes que Pedrito y yo nos amamos. Yo no podría engañarlo con nadie………aunque.

-Aunque que, tía, dímelo por favor.

-Bueno, si Pedrito lo permite y esta de acuerdo yo podría complacerte, aunque lo mas seguro es que el también quiera participar (me atreví a la mentira para lograr mis fines).

Dorita se quedo un rato meditando su respuesta hasta que se decidió.

-Mira tía, yo nunca he estado con un hombre, por lo que soy virgen, si Pedro quiere estar conmigo estoy dispuesta a participar en el juego, solo le pediría que me tenga paciencia y mas viendo el tamaño de verga que tiene.

-No te preocupes mi vida, mi bebé es muy delicado y tierno. Ahora déjame hablar con el en la noche y veras como vamos a disfrutar.

Esa noche, después de mi "servicio completo" chico, grande y mameluco, le propuse a mi hijo los deseos de Dorita, pintándole la cosa como cosa de ella y aunque al principio no estuvo muy de acuerdo, termino cediendo a mis ruegos. Al otro día hable con Dorita y esa misma noche tuvimos nuestro primer encuentro. Antes de acostarnos nos tomamos unas copas y cuando Lidia se fue a acostar nos esperamos un rato prudente a que se durmiera, después mi hijo se retiro a nuestra recamara y un rato mas tarde entramos Dorita y yo. Ella venia con un negligé transparente dejando ver su bien formado cuerpo, sus teticas no muy grandes pero duras y paradas, su culito regordete, sus piernas largas y finas. A mi bebé se le escapo una mirada de lujuria, lo que a mi me dio gusto pues significaba que mis planes avanzaban, nos acercamos a la cama donde mi hijo nos esperaba y nos desnudamos las dos diciéndole a mi sobrina.

-Mientras le mamo la verga a tu primo tu mamame la raja a mí.

Me lleve la verga de mi hijo a la boca y comencé a mamársela mientras dorita se hundió entre mis piernas empezando una deliciosa mamada. A mi me gusta mucho como me la mama mi hijo pero debo reconocer que la mamada de una mujer es diferente, las dos maneras las disfruto mucho y aunque esta era la primera vez con una mujer, el placer fue grande.

-¡¡Ayy tiíta!! Que rica raja tienes, hace mucho tiempo que la deseaba.

-¡¡Sigue mi vida, danos placer a tu primo y a mi, mira lo dura que se pone la verga de tu primo nada mas de vernos!!

Yo estaba desatada, por un lado el placer de la verga de mi hijo en la boca y por otro, el placer de la boca de mi sobrina en mi raja, no pude soportar tanto y me vine en la boca de Dorita, que trago mis jugos con deleite, hasta la ultima gota.

-¿Te gustó tiíta, te gustó venirte en mi boca?

-Si mi vida, pero ahora tenemos que ayudar a tu primo pues mira como esta de empalmado, si no descarga revienta.

Dorita entendió el mensaje y se acomodo entre las piernas de mi hijo, se metió la verga en la boca y comenzó a mamarsela. Se notaba la inexperiencia, pero la buena voluntad la suplió, durante unos minutos estuvo dándole a la lengua hasta que mi bebé descargo un torrente de semen en su boca. Yo pensé que le seria desagradable, pero ante mi sorpresa se trago lo más que pudo, al preguntarle el motivo, ella me contestó.

-Si Pedro va a ser mi hombre, de ahora en adelante me voy a esforzar por darle el máximo de placer, no fue muy agradable, pero lo soporte y creo que con el tiempo lo voy a disfrutar, como disfruto los jugos de una mujer. Estoy descubriendo que soy bisexual y no me disgusta, al contrario, creo que tengo que agradecértelo a ti. Bueno, lo prometido es deuda.

Al decir esto se coloco en la cama boca arriba, en posición de recibir la verga de mi hijo, quedo a la vista su raja rosadita y virgen totalmente mojada, no pude aguantar las ganas y me hinque ante ella y comencé a mamarsela, primero con temor y al darme cuenta que en lugar de asco sentía placer, con fruición (gozo, placer intenso) lo que hizo que Dorita tuviera un orgasmo en mi boca quedando lista para recibir el pene de mi hijo.

Para mi fue maravilloso agarrar esa hermosa tranca y guiarla a la entrada de la vagina de mi sobrina, tallé la cabeza a lo largo de la entrada y luego guié la misma a su hendidura, mi bebé, como todo un experto, tuvo mucha delicadeza para empezar a introducir el pene y al voltear a ver la cara de dorita le note algo tensa, por lo que lleve mi boca a sus labios, dándonos un tierno beso, en el momento en que la verga de mi hijo rompió el himen Dorita dejo escapar un <<con cuidado primito>> muy tenue que mis labios acallaron y al entrar toda la verga mi sobrina se estremeció entre mis brazos.

-Tranquila mi vida, que ya esta adentro. De aquí en adelante solo será gozar, ya veras que felices vamos a ser los tres.

Dorita sonrió mientras mi hijo comenzaba el movimiento de mete y saca acelerándolo cada vez mas, lo que hizo que mi sobrina empezara a jadear de placer y apretarse a mi dándome besos en la cara y la boca, poco a poco subió la presión hasta que los dos estallaron en un orgasmo delicioso, lo que hizo exclamar a Dorita.

-¡Ufff, que delicia! Les juro que de ahora en adelante seré vuestra esclava sexual, estoy dispuesta a todo por ustedes, pero no me quieten este placer.

Dentro de mi solo pensé "ya te tengo donde quería"​
 
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