Hija compartida

Pipsqueak

Virgen
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Que alguien te cuente su secreto no es fácil, sobre todo si es algo prohibido por la sociedad actual. Pero si te lo cuenta enseñándotelo y te hace partícipe del mismo ya es sin duda algo excepcional. ¿Qué razones pueden llevar a hacerlo? Quizás el contárselo a alguien con su misma afición o gusto. Imagino que dependerá de cada uno el decidir esa razón por la cual contarlo. En fin, les cuento lo que me ha sucedido.

Hace ya unas semanas que estamos teniendo un calor fuera de lo normal, incluso antes de la llegada del verano el calor era ya elevado, y con ello ya se podían apreciar por la calle a las mujeres, tanto maduras como jovencitas, ligeras de ropa, consiguiendo con ello que la vista no se apartara de sus cuerpos sudorosos por el calor. Con ese panorama es raro el día que uno no termine empapado de solo ver esos cuerpos, y esos atributos mas marcados. Y con ello, hace dos semanas quede con un cliente en su local para suministrarle un material que había solicitado urgentemente. Luis, que así se llama, llegaba tarde, con lo que me toco esperarle en la puerta, tiempo que se hizo más ameno viendo a esas mujeres, y sobre todo a esas jovencitas con sus pantalones cortos, sus camisetas marcadas, y sus canalillos bien morenos.

A los 15 minutos llego Luis todo sofocado y pidiendo disculpas por el retraso. En ese momento no le di importancia pero de pasadas, comento que su hija mayor se la había liado en casa y por ello se retrasó. Al fin entramos en su local, con el aire acondicionado puesto y a cobijo del sol machacante de la calle. Tras ello le deje su pequeño material urgente, y Luis, muy amable me ofreció una cerveza fría, y con el calor era una gran idea para refrescarse. Y así tomándonos una cerveza nos pusimos a charlar. El tema, el calor. Comentamos lo típico, y poco a poco la conversación fue derivando a algo más. Comenzamos a comentar que la parte positiva del calor era ver a las chicas ligeras de ropa, y lo difícil que era en según qué casos conocer la edad de las chicas más jóvenes. Cada día se desarrollan antes, comentábamos. Uno no podía saber si esa chica tenía 18, 21, 25 o 29 años, pues cada día sus cuerpos se desarrollaban antes y una de 18 podía aparentar 19, y una de 20 aparentar 18.

Y entre risas le comente que, hacia unos años, un día iba con un par de amigos, por la calle, y tras doblar una esquina vimos a un grupo de chicas riendo. Eran todas monísimas, adolescentes, que tendrían unos 16 o 17 años, O eso era lo que todos pensamos al verlas, pues sus cuerpos así lo parecían atestiguar. Altas, bajas, todas rubias menos una, pero todas ellas con un buen trasero, un culo digno de ser explorado y unos pechos ya formados y generosos. A los 4 que formábamos el grupo, la idea de agarrarlas y follarlas, se nos pasó por la cabeza. Los comentarios, aunque suenen a tópico eran, “que buenas que están”, “menudo polvo tienen todas”, “tendríamos que invitarlas a algo”, “lástima que sean tan jóvenes para follarlas”. Y todo ello dicho en voz alta por el grupo de cuarentones que éramos. Los que no decíamos imagínense cuales serían. De forma casi inconsciente cada uno fue eligiendo a la suya, jajaj, decíamos, “yo me follaria a la rubia alta”, otro eligió a la rubia tetona, yo me decante por la rubia de pelo corto, y pablo, el cuarto en discordia, se decantó, por decirlo así, por la morena del grupo, la cual era la que más provocativa iba vestida. Y con el reparto hecho llego la sorpresa. Pablo no se había percatado, pues a su jovencita elegida, la medio tapaban su amigas, con lo que solo apreciábamos su cuerpo juvenil, sus curvas, sus pechos y poco más. Con esas elecciones hechas, Pablo se había animado y nos sugirió acercarnos e invitarlas a algo, a lo que todos asentimos y dijimos entre risas, “si, y después nos las follamos”.


Fue terminar de decirlo cuando a Pablo le cambio la cara, “que te pasa”, le dijimos. “Joder, que la morena es mi hija”, respondió Pablo como si quisiera que la tierra se lo tragase. Resulto que esas 4 chicas no tenían 20 o 19 como pensábamos, sino 18 años, y todos habíamos pensado en follarlas. Y esa fue la anécdota que le conté a Luis, de como uno no se puede fiar de lo que puedan aparentar ahora las jóvenes. Luis se echó una buena risotada al escucharla y asintió, comentando la veracidad de ello y de que uno no se podía fiar de los ojos.


.- ¿Y os las hubierais follado los 4 si no hubiera sido la hija de ese amigo.?, pregunto Luis con curiosidad.


.-Si ellas hubieran querido, sin duda, (respondí entre risas).


.-Anda que si os las follais los 4 y luego os enteráis que tiene 18 años.


.-Ya te digo, menudo lio se podría haber formado.


Tanto Luis como yo nos echamos a reír, al tiempo que habríamos una segunda cerveza, y continuamos comentando el tema, lo que hubiera podido pasar si nos hubiéramos follado a esas 4, incluso bromeábamos con el hecho de que Pablo sin saberlo hubiera elegido a su propia hija como su elección para follar. Y al igual que ese día en cuestión, ese comentario de Luis, me excito mucho, e hizo que mi polla se endureciera, pues la idea de ver como pablo se podría follar a su hija era una idea supermorbosa y excitante. De esa manera, se terminó la segunda cerveza y ya cada uno reemprendió la marcha del trabajo. En las sucesivas visitas que fui haciéndole, siempre volvíamos al tema de las jovencitas, de lo morboso que sería follarse a una de 18, o 19, siempre y cuando nadie se enterase, por lo que ello podía ocasionar. Sin duda esas charlas estaban cargadas de mucho morbo, y de mucho cuidado en como decíamos las cosas. Y en una de esas que me toco volver a su local a realizarle una visita comercial y tras una primera hora, en la que estuvimos hablando de productos y novedades me volvió ofrecer una cerveza, y con el relax surgió de nuevo el tema, digamos tabú,


.-Oye Dani, (así me llamo), sabes algo de ese amigo tuyo, si, el de la hija a la que casi se folla.


.-De pablo dices, sí, creo que cuando no se folla a su mujer se folla a su hija, (le dije entre risas.)


.-Me estas vacilando no, de verdad se folla a su hija.


.-No creo, jajá, era por echar unas risas, y si lo hace el muy cabrón no nos lo ha dicho. ¿Te noto muy interesado en el?, (le pregunte con ese punto de morbo).


.-Veras, ahora que tenemos confianza te digo, ese día en que llegue tarde,


.-No me digas que te follaste a tu hija, y que por eso llegaste tarde, “le dije entre risas y cortándole la frase”.


.-No, ¡qué dices!, veras, es que,


.-Tranquilo, dilo sin miedos, hay confianza.


.-Veras, ese día entre en casa para comer antes de quedar contigo, y cuando abrí la puerta me topé con mi hija mayor tumbada en el sofá, completamente desnuda y toda espatarrada.


.-Vaya, menudo panorama, ¿Y qué edad tiene tu hija?


.-18 recién cumplidos. Verónica, mi hija, ni se dio cuenta que la vi así, estaba escuchando música y me quede atontado tras la puerta del salón.


.-Y no se percató de que su padre la estaba viendo desnuda.


.-No que va, andaba cantando y con los ojos cerrados.


.-Buff, que fuerte encontrarte así a tu hija, ¿y cómo es?, (le pregunte todo caliente).


.-Pues tiene el pelo largo, delgadita, ojos azules y rubia.


.-Vaya, menudo bombón tienes en casa, ¿Y en lo otro?


.-vaya, vas al grano, (respondió Luis entre risas). Pues de lo otro tiene. Sus tetas aún son pequeñas, pero ya uno se las podría coger y su coño anda cubierto de pelos, pero tal como estaba en el sofá le pude ver toda su raja.


.-Vaya, así que le viste su huchita, su madriguera y con pelitos para proteger al conejito.


.-Sí. Se lo vi todo y, con confianza te digo, que me excite al vérselo,se me puso dura al verla así.

.-Uff, como para no ponerse dura. ¿Y qué hiciste?

Luis me explico, como tras ver ese primer momento a su hija Verónica y, notar como su polla se le ponía dura, no pudo apartar su mirada de ella. De pie, en la linde de la puerta viendo cantar a su hija, comentaba como su polla no dejaba de oprimirle el pantalón. Al final reconoció que se la saco y se empezó a masturbar viendo a su hija cantar y medio bailar tumbada en el sofá. Joder, hasta yo me la hubiera sacado e hubiera hecho lo mismo. Sin duda que visualizar esa escena que Luis me estaba describiendo hizo que mi polla se pudiera dura. Me imaginaba como Luis se tocaba, como a su polla le salían esos hilillos de pre semen, como sus manos le quedaría pringosa tras la subida y bajada de glande, empapaba con la lubricación de su polla, y como sus ojos agazapados no le quitaban los ojos a su hija desnuda. No pude sino preguntarle,

.- ¿y qué hiciste?, ¿te la cascaste viéndola hasta correrte, o aguantaste?


.-Me la casque y me corrí viendo a mi hija desnuda, la excitación de ver en esa pose a mi hija me pudo.


.- ¿y tu hija no se dio cuenta de nada?


.-No, ella estaba ajena a mí, estaba concentrada cantando y bailando, así que cuando me corrí, me limpie un poco y sin comer me vine a nuestra reunión, y por eso llegue un poco tarde.


Ahora empezaba a entender esas ganas de saber más de mi amigo Pablo por parte de Luis. Sin duda esa escena de su hija le altero la percepción que podía tener de ella, y creo que la veía con otros ojos, y la historia que le conté le dio confianza para contárselo a alguien que pudiera entender esos momentos, de debilidad, de excitación, de morbo, de…….. Sexo.

Días más tarde Luis me mandó un mensaje, en el cual me comentaba si podíamos quedar, que quería comentarme unas cosas y pedirme mi opinión al respecto. “claro”, le respondí, pues con las conversaciones tan morbosas que teníamos fuera del tema laboral, mi interés por su persona aumentaba proporcionalmente al morbo de que cosas para las cuales quería conocer mi opinión, y me daba que no eran precisamente laborales. Así, de esa manera Luis me invito para el día siguiente, viernes, a tomar unas cervezas, que novedad, pero esta vez en su casa, que coincidía además con que su mujer trabajaba de turno de tarde.

Llegado el viernes, a eso de las 5 de la tarde llegue a su casa. Luis me recibió de sport, con un pantalón corto y camiseta, dándome las gracias por haber venido. Al entrar pude ver el sofá donde Luis descubrió a su hija desnuda, y en cuestión de segundos me sumergí de nuevo en sus palabras, imaginándolo en el mismo lugar en donde estaba masturbándose mientras su hija era ajena a ello. Y para más morbo, nos sentamos en ese mismo sofá a tomarnos la cerveza y empezar a charlar.


.-Gracias Dani por venir, quería conocer tu opinión sobre lo que hablamos el otro día.


.- Es sobre tu hija, verdad.


.-Si, así es, desde que la vi desnuda y me excite viéndola así, ando perdido, por un lado sé que es mi hija, y que es algo que está mal, pero por el otro me dan ganas de follarla, y contigo me puedo sincerar tras nuestras conversaciones anteriores. ¿Qué opinas?, ¿Me la debería follar, o dejarlo pasar?


.- ¿Tanto te excito esa situación?, Uff, menudo dilema me planteas, por un lado es tu hija, pero por el otro esa situación morbosa y excitante de verla desnuda y desear su cuerpo también parece intensa.


.-Ese es el fondo Dani, no me la consigo quitar de la cabeza, incluso el otro día follando con su madre, mi mente imaginaba que era ella, y que en vez de estar follandome a mi mujer, lo que hacía era follarme a mi hija, y la excitación era algo enorme e indescriptible por el hecho de pensarlo.


.-Yo Luis te diría, que si al final haces algo con tu hija lo hicieras con su consentimiento, que no intentases algo raro.


.-Si, entiendo lo que me dices, en uno de esos arrebatos de cabeza incluso pensé en entrar en su cuarto estando dormida y acariciarla.


.-vaya Luis, sí que la tienes metida hasta el fondo. Bueno, si te puede servir mi consejo es que hables con ella sobre sexo, y quien sabe igual te pide algo.


.-Gracias Dani, que sencillo es hablar estas cosas contigo, sino, menuda rayada de cabeza que tendría sin contárselo a nadie y sin saber que poder hacer.


De esa forma, seguimos con nuestra conversación sobre su hija Verónica. Luis me seguía contando lo sucedido desde ese día, de cómo cuando estaba en casa siempre iba buscándola, ver que es lo que hacía, intentar espiarla de algún modo pro si podía ver su cuerpo de nuevo desnudo, entraba si era posible al baño mientras ella sr duchaba por verle sus pechos pequeños y turgentes, por si podía apreciar de nuevo ese vello púbico al alrededor de su chochito virgen. Las numerosas escenas que Luis me iba relatando hacían acrecentar el tamaño de mi polla a medida que las oía, y diciéndome para mí mismo, “Joder, como me follaria yo a tu hija Luis”. “Si tu no lo haces, ya me la follare yo”.

Tras una hora de conversación llego Verónica a casa. Por fin le iba a poner rostro a ese deseo de su padre. Espectacular niña, tremenda jovencita preadolescente. Como no iba a tener su padre esos deseos sexuales con ella tras verla desnuda. Verónica saludo a su padre con un “hola papi, que haces”. Luis educadamente me presento a su hija Verónica, a lo que ella respondió “Hola, Que tal”, siendo mi respuesta muy sincera, “Hola, encantado de conocerte.”
Y tan encantado de conocerla, pedazo de niña, con su pelo suelto a medio cuello, con su pantalón corto, marcándole bien el culo, y con una camiseta tipo top que le hacían resaltar esos pechos en formación de una forma hipnótica, de forma que uno deseaba al verla imaginar cómo serían esos pechos, si en forma de pera, quizás firmes y tan duros, o en algún punto intermedio de crecimiento. Sea como fueran, sin duda el imaginar cómo serían hacia que a mi persona, la polla se me pusiera dura, y más al intentar mirarle el canalillo que le formaba el top. Tras el saludo Verónica se fue para su cuarto mientras chateaba con su móvil. Luis me miro y con 1 movimiento de cabeza me pregunto qué tal me había parecido su hija. Mi respuesta fue un suspiro y un “Esta buenísima tu hija”, “ahora entiendo mejor ese dilema tuyo”, “sabes Luis, yo soy su padre y la follo si o si”, “es mas aunque, no sea mi hija me la follaria igual”.


.-De verdad Dani, te la follarias si fueras tu su padre.


.-Ya te digo, y sin serlo también, espero que no te moleste, pero tu hija esta para follarsela ahora mismo.


.-Para nada me molesta, (comento entre risas), he hecho bien en contártelo, jajá, pensamos de forma similar y me he quitado un gran peso de encima al contártelo.


La verdad es que si, pensábamos muy parecidamente en ese aspecto, el con ganas de follarsela, yo con esas mismas ganas, su aliciente era más poderoso, pues aparte de su edad el parentesco entre ellos era un plus de morbo. Mi polla estaba dura y con síntomas de goteo, y aventurándome un poco, podría imaginar que la de Luis estaría de igual modo tras la conversación, gorda, pringosa y sudorosa por probar el coño de Verónica.


.-A que adivino Dani, se te puso dura tras conocer a mi hija.


.-Dura, no durísima.


.-Pues no te cortes, que hay confianza, la puedes sacar si te oprime, (tras lo cual Luis se bajó la cremallera y se sacó su polla chorreante)


No sabía qué hacer, me dejo en shok ver como Luis se sacaba su polla dura y chorreante y empezaba a acariciarla. Sin duda que pensaba en su hija. La mía también estaba pensando en su hija, con lo que siguiendo el consejo de Luis me la saque. De ese modo ambas pollas estaban babeando por el coño, las tetas, los pezones, el culo y por el resto del cuerpo de verónica. Luis me miraba y asentía con la cabeza mientras no dejaba de frotar su glande y de empaparse su mano del liquidillo que de el salía. Mi excitación era elevada viendo como Luis se masturbaba pensando en su hija y que el viese como yo hacía lo mismo con la mía. Mi polla sin duda chorreaba de gusto. Y tras unos minutos así Luis llamo a su hija,

.-Verónica, ven al salón anda.


.-pero Luis que haces, que nos va a pillar con la polla al aire.


.-dime papi, que quieres, “dijo entrando en el salón”


.-anda cariño chúpamela.


.-Pero papi, como dices esto estando tu amigo aquí.


.-Tranquila Vero, él ya lo sabe y no dirá nada.


Uppp, mi pensamiento al oír eso fue, “este ya lo ha hecho”, “Luis se ha follado a su hija”. ¿Entonces toda la conversación de antes para que era?,


.-Luis, no me digas que tú y tu hija…


.-Si, ayer por la tarde….


.-Y entonces lo de hoy para que era.


.-Necesitaba contárselo a alguien para no sentirme mal por si no había hecho lo correcto.


.-Joder Luis, que cabron eres, mira que follarte ayer a tu hija y no contármelo.


.-Ya te contare como fue, tranquilo, ahora disfruta de como verónica me la come.


Mi polla parecía querer explotar con sus palabras, pero era cierto estaba disfrutando como verónica le comía a su padre la polla. Mientras yo permanecía en un lado del sofá, ellos dos estaban enfrascados en lo suyo. Mi mano acompasaba cada lametazo a la polla de Luis con un ligero masaje a mi glande. Se notaba la inexperiencia de verónica a la hora de chupar pollas, pues iba despacio, de forma suave su boca succionaba la polla de su padre, el cual gemía de placer y de gusto. Menuda escena entre padre e hija, pedazo de visión que contemplaban mis ojos y que mi polla sentía como propia. A medida que verónica seguía chupándole la polla y los huevos a su padre, este, le quito ese top que cubría sus pechos, dejándolos al descubierto para mayor deleite de mis ojos. Que ganas tenia de alargar mi mano y tocárselos, pero por el momento eso era solo un placer para su padre, el cual manoseaba esos petos duros, firmes y ya con un buen tamaño a pesar de su edad. Sin duda a medida que los años avanzasen estos crecerían a un tamaño considerable.

.-Dani, que te parece verónica, le chupa bien la polla a su padre.


.-Joder, ya te digo Luis, te la está comiendo de maravilla.


.-Anda verónica, cómesela a Dani, que seguro que también le gustara.


.-Vale papi, (y levantándose se acercó a mí y empezó a pasar su lengua por mi polla embadurnada)


Su boca lamia y sorbía todo mi fluido seminal de forma deliciosa. Su boca rozaba mi glande con tal sensación de placer que tenía que concentrarme mucho por no correrme en esos momentos. Mientras Luis permanecía observando como su hija me comía los huevos, estimulando más fluidos a medida que su mano apretaba mi polla y su lengua recorría la curva de mi glande. Y al igual que hizo Luis, mientras verónica me comía la polla, mis manos alcanzaron sus pechos, tocándolos, manoseándolos y pellizcando sus pezones de forma que su cuerpo también quedara excitado pro la situación, y tal como iba seguramente su coño estuviera chorreando y que su s bragas ya estuvieran empapadas por su fluido vaginal. Menudo placer que la jovencita me estaba dando, con el morbo de que su padre estuviera viéndonos, de que su padre disfrutara de la visión de su hija comiéndole la polla a otro tío, observando como ella comía, lamia, succionaba, mordía y se tragaba toda mi polla en su boca. Y con esa excitación, con esa lujuria, con ese morbo de ver a su hija en la polla de otro tío, Luis en pleno apogeo me soltó,

.-Dani, cabron, quiero que te corras en la boca y en las tetas de Verónica, riega a esa puta con tu leche.


Sus palabras me encendieron todavía más, verónica no dijo nada, seguía chupando y mamándome la polla, y a ese ritmo no tardaría en hacer proféticas las palabras de Luis. Y de esa manera, estando sentado en el sofá, verónica siguió y siguió estrujando mis huevos, lamiendo sin parar mi rabo pringoso, sorbiendo la mezcla de saliva y líquido seminal saliente de mi glande hasta que empecé a notar esos espasmos pre eyaculatorios. En ese momento y acordándome de las palabras de Luis me levante y manteniéndose Verónica medio arrodillada deje que siguiera chupándome y sorbiéndome la polla. Luis advirtió pues que no tardaría en descargar mi leche en su hija, y acercándose, me alentó a correrme en su boca y tetas. Y tras unas arcadas por parte de verónica, pues mi polla se le hundió hasta la campanilla empecé a correrme. Mi leche salía despedida a borbotones por dentro de la boca de verónica, notaba como con cada latigazo de mis huevos, un chorro enorme de leche llenaba su boca hasta el punto que con 3 espasmos le llene su boca de leche fresca, con la consiguiente arcada de ella. Y con esa leche saliéndole por la boca, y deslizándose por su pecho, mi polla libre de su boca siguió vaciándose, soltando más chorros a presión de semen a su cara, lo que hizo que hasta su pelo le llegasen resto de mi corrida, quedándose su pelo algo embadurnado por esa sustancia blanquecina y liquida.


Luis permanecía ensimismado viendo la escena, disfrutando sin duda de ese momento, viendo como su hija era inundada por completo de torso para arriba, su polla semi flácida poco a poco se endureció de nuevo por la excitación que la escena le producía, y más aún cuando sus manos empezaron a frotar sus pechos con los restos de mi lechada que le escurría desde la boca, lo que hizo que estos quedaran embadurnados por mi leche por completo quedando hasta los pezones pegajosos, tras unos minutos, en que la corrida se fue secando y aposentado en ellos.

Mi cuerpo estaba extasiado, un poco agotado por tal chupada, por tal mamada de verónica y por la excitación de lo que estaba allí aconteciendo. Luis, en cambio estaba fresco, su chupada había sido ya hacia un buen rato, y sin duda que su cuerpo quería más. Y con esas levanto a su hija, y con toda mi leche todavía en sus tetas y en su boca, y la tumbo en su parte del sofá, al tiempo que empezó a quitarle el pantalón y la ropa interior a su hija, dejándola completamente desnuda. Sin duda que sabía lo que haría a continuación, y no por ello hizo que me relajara, pues la excitación aumentaba al ver como Luis poco a poco fue pasando sus dedos por el coño de su hija, con un buen felpudo, todavía sin depilar, evacuando todo ese flujo vaginal que Verónica había ido acumulando a lo largo de las mamadas.

Con un gesto de su mano me indico que me acercara, cosa que hice, observando como Luis empezaba a comerle el coño a su hija, entre gemidos de placer de esta. La lengua de Luis lamia esos labios vaginales de su hija como todo un maestro, y con la experiencia de los años, logrando con ello que su hija gimiera de gusto cada vez más, chorreando y chorreando cada vez más, y empapándole la cara mientras este no dejaba de comerle su joven, que ya no virgen , coño. Yo permanencia como ese invitado que observa la situación mientras se recupera del esfuerzo, aunque aparte de observar, mis manos estimulaban con pellizcos y manoseos los pechos de verónica, mientras que su padre la hacía gemir de gusto. En ciertos momentos, eran tan grandes esos gemidos que podrían catalogarse como gritos, y para que no fueran a más mis dedos se metían en su boca para que esta los lamiera con su lengua y calmase esos gritos de placer.

Creo que Luis estuvo como 10 minutos comiéndole el coño a Verónica, la cual estaba a esas alturas en un estado absoluto de placer, pues su joven cuerpo experimentaba convulsiones de forma más que evidente, con todo lo que ello supone de orgasmos en su joven e inexperto cuerpo. Como buen padre, Luis se percato de ese estado de su hija, y tras detenerse, se quitó definitivamente el pantalón de spot que llevaba dejando completamente suelta su polla totalmente endurecida y chorreante, y sin duda lista para follarse a su hija, para volvérsela a follar. Y eso hizo. Sin apenas darle tiempo a verónica a respirar un poco y a relajarse tras la comida que le había echado, Luis le clavo su polla por completo en su joven coño, emitiendo esta un gemido desgarrador de placer. Seguramente el tiempo de follarla despacio seria esa primera vez, pero con esta segunda follada, sin duda que su coño reconocería bien al polla de su padre y este podría darle más presión, y más fuerza a cada envite de polla entrando en su coño.

Mis ojos observaban como el rostro de Luis estaba ensimismado en el coño de su hija, observando como su polla entraba y salía, como sus huevos casi entraban en el joven coño de su hija, y notando sin duda las convulsiones que esta tenia, las cuales serán evidentes para mí, viéndolas desde esa distancia en la cual me encontraba, escasamente a metro y medio de ellos. El rostro de Verónica era un poema, poco a poco gemidos y grito será lo mismo, su rostro se desencajaba de placer, de dolor y de orgasmos mientras su padre la taladraba y taladraba sin parar. Su respiración era rapidísima, gemía y gemía, apenas decía palabras. Sin duda estaba a punto de explotar del placer. De repente Luis paro, y suavemente retiro su polla del coño de Verónica, la cual estaba completamente embadurnada con tanto fluido seminal y con tanto vaginal mezclado, mientras que del coño de Verónica salía una ingente cantidad de líquido blanco y espeso, sin duda obra todo de esos orgasmos sin determinar que hubiera tenido. Luis me miro y dijo, “ahora tú, follatela”.

No iba a negarme ante esa petición, y en segundos mi polla semiflacida recupero dureza y se encamino al coño de Verónica, la cual tuvo unos segundos, quizás un minuto para recuperar algo de aliento tras esa larga follada de su padre. Este se acercó a ella, se colocó a su lado en el sofá, y mirándola le susurro, “mi niña, te gusta como papi te está follando”. Verónica, a pesar de esos segundos de descanso, apenas tenía fuerza para hablar mucho, pero aun así consiguió articular un “Si mucho papi”. Luis, tras esas palabras empezó a comerle la boca a su hija, notando con ello, el preciso momento en que mi polla se metió hasta el fondo en la raja de su hija. Y así, con Luis comiéndole la boca, manoseándole las tetas y el resto del cuerpo, yo empecé a follarme a su hija, la cual pronto empezó de nuevo a gemir y gemir. Mi polla, ya recuperada de la corrida de antes, bombeaba y bombeaba con fuerzas dentro de la madriguera de conejo de Verónica, entraba y salía con fuerza, hasta alcanzar lo más profundo de su coño, produciéndole gemidos de placer, que su padre se encargaba de retener por medio de sus comidas de boca. Mi glande entraba fácilmente entre sus labios vaginales, a pesar de su juventud, quizás por la buena lubricación que Luis le había dado antes. Menudo placer estar follandose a verónica, que sin duda era una muñeca entre dos adultos deseosos de sexo.

No sé a quién de los dos le daba más placer, si a mí, estando follando a la hija adolescente de Luis, y con este mirando, o a él, viendo como alguien se está follando a su hija, mientras él lo observa todo. Imagino que el placer era de los dos sin más. El caso es que 10 minutos estuve follandome a Verónica de esa manera, la cual estaba al borde de un ataque. Su pequeño cuerpo no podría soportar más esas envestidas tan continuadas que le producía mi polla, amén de los dedos que su padre le metía de vez en cuando para un mayor estimulo. Mi segunda corrida no andaba lejos y así se lo hice saber a Luis.

.-Tranquilo Dani, tu sigue follandote a Verónica y córrete dentro.


Esas palabras de Luis me ponían mucho, soltarle la segunda lechada en el coño, así que apreté y apreté el paso hasta que reventé mis huevos, y una nueva eyaculada de estos, empezaron a inundar el coño de Verónica, la cual empezó a convulsionarse de forma evidente, y de forma significativa, pues su rostro se desencajo de manera abrupta, su respiración, sus jadeos eran fortísimos, como si le faltase el aliento, y sus ojos se rompieran en mil pedazos. Luis, viendo semejante panorama se levantó, y sin dejarme vaciarme del todo en el coño, dijo, “apártate ya”, cosa que pensé que era para no colapsar a su hija y que le diera algo, pero no, pues al segundo de apartarme y que esa ultimo espasmo de leche saliese volando hacia el sofá. Y así empezó a follarsela.

Luis empezó a follarla sin descanso, Verónica gritaba desgarradoramente, tapándose la boca para mitigar semejantes desgarros del placer. Era testigo, estaba siendo testigo de una follada, por parte de Luis a su hija, brutal, brutal por el placer que esta soportaba, por la velocidad a la que Luis le metía hasta el fondo la polla, una y otra vez, sin parar, dejándose llevar dentro del cuerpo de su joven hija, la cual no dejaba de gemir y de bufar, si es que se podría calificar así lo que hacía. La pobre verónica estaba llegando a su límite. Ayer no había follado en su vida, y en 24 horas, o un poco más, su padre la había desvirgado, la había vuelto a follar y la estaba compartiendo con mi personal. Sin duda que esto no lo olvidaría en su vida, tanto placer acumulado en poco tiempo por su joven e inexperto cuerpo.

Y tras muchas, muchas, envestidas de su padre sin parar en el coño, este empezó a correrse, Luis empezó a convulsionarse y a soltarle la lechada de padre, una similar de la que un día salió ella. Su coño empezó a soltar la leche, empezó a escupir el sobrante de leche por la comisura que quedaban entre la polla de su padre y su coño, pues seguro que la lechada de Luis seria generosa, a lo que habría que sumar la que yo le había dado con anterioridad, con lo que la mezcla de leche escurriéndose seria abundante.

Tanto padre e hija no podían más, Verónica no se movía, seguía siguiendo y gimiendo sin parar, mientras que Luis permanecía con la polla metida en el coño de su hija. Tras muchos minutos Verónica seguía con una respiración evidente y sin duda con pequeñas convulsiones todavía produciéndose en su joven y ya no tan inexperto coño. Yo permanecía viéndolos con un placer enorme en mi cuerpo, no solo por haber follado, sino por ver como un padre se había follado a su propia hija y me había hecho participe de ello. Menuda tarde llevábamos los 3, despelotados en el salón de casa de Luis, con su mujer trabajando y sin saber la follada a la que habíamos sometido a su hija. Y a pesar de todo lo vivido yo quería saber algo. Y con esa confianza del momento le pregunte a Luis,

.-Cabron folla hijas, ya me contaras como conseguiste pues ayer desvirgar a Verónica.


.- ¿Eso te gustaría saberlo, verdad Dani?, bueno deja que nuestras pollas se recuperen un poco y luego, mientras Verónica nos las vuelve a comer te lo cuento.
 
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veronicca

Virgen
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Buufff, menudo salto de calidad.... Felicidades.
 

Pipsqueak

Virgen
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Buufff, menudo salto de calidad.... Felicidades.
Menudo cumplido viniendo de una maestra como tu, espero estar a la altura en la segunda parte, aunque ya se sabe que segundas partes pocas veces son buenas,jajajaj
 
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