Hija compartida 3-El enculamiento

Pipsqueak

Virgen
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Continuacion de los relatos http://javichuparadise.com/foros/relatos-eroticos/1109441-hija-compartida.html y de
http://javichuparadise.com/foros/re...ija-compartida-2-luis-veronica-su-inicio.html


Tras casi una semana en la que no he dejado de pensar en Luis y Verónica, en lo que podrían haber hecho, o dejar de hacer, y sin saber de ellos, imaginando a esa rajita tragarse sin parar el rabo de su padre, conteniendo entre sus labios vaginales toda la leche caliente, todo ese semen que, corrida tras corrida se fuera depositando al fondo de su coño, fluyendo por sus muslos, embadurnándole todo su pequeño y joven cuerpo, con esas convulsiones y con esos gemidos de satisfacción, mientras que su padre sin duda que gozaría envestida tras envestida, lametón a lametón, de ese cuerpo pecaminoso en que se había convertido el de su hija. Con estos pensamientos en mi cabeza, con posibles escenas de esos dos follando en cualquier lado como conejos, fornicando como animales a todas horas, y dando rienda suelta a su relación incestuosa, Luis me envió un menaje,


.-Dani, ¿podemos hablar?, ¿estas ocupado?

.-Dime Luis, que tal va todo. ¿Cómo esta Verónica?

.-Todo bien, y Verónica, bueno, imagínate como esta.

.-Si, jaja, seguro que desatada, o quizás tu eres el desatado. Espero que no te la estés follando todos los días.

.-Bueno, tanto ella como yo hemos follado algo, pero, bueno, ese es el favor que te quería pedir.

.-Seguro qué la has dejado bien rellena. Ya sabes que si necesitas ayuda en follarla, estaré encantado de aportar mi granito de arena, o de leche.

.-No lo dudo Dani, jaja, no lo dudo, la cosa es que mi mujer el otro día casi nos pilla, con esta semana de turno de mañana, nos faltó bien poco para que nos pillase follando tras comer.

.-Uff, menuda papeleta si ve cómo te estas follando a su hija, jajaj, quien sabe igual se os hubiera unido.

.-que cabron eres Dani, seguro que le da un sincope si ve como Verónica cabalga sobre mi polla. El favor es para evitar que nos pille. Nos podrías dejar tu casa cuando vaya de turno de mañana, así podemos follar sin que nos pueda sorprender, ahh, y tu estarías invitado a unirte, qué menos.

.-Mmmm, un favor difícil de rechazar. Sin problema podéis pasaros por mi casa cuando queráis. Luis una pregunta te quiero hacer, ¿te la has follado por el culo? ¿Se lo has abierto ya?

.-Vaya pregunta Dani, vas directo al grano. No, que va, Verónica es virgen todavía por el culo. Se lo he propuesto pero le da miedo.

.-Mmm, interesante, interesante. Te lo preguntaba por qué, me gustaría follarselo, ¿me dejarías hacerlo?.

.-Y a mí también, pero no sé si nos dejara Verónica.

.-Bueno hacemos una cosa, cuando queráis pasaros por casa, y probamos si eso, eso sí, como tú le desvirgaste el coño, déjame a mí para que le desvirgue el culo.

.-Jajaja, lo dicho Dani, eres un cabron, bueno, si ella se deja, dejare que seas tú quien se lo abra, y así yo veré su cara de dolor y de placer al recibirla.

Y de esa forma acordamos que ellos dos podrían pasarse por mi casa cuando lo necesitasen, cuando necesitasen un sitio para follar tranquilos, y yo, obtuve el placer, aparte de ver como follasen, de participar en el folleteo de ambos, y encima, si Verónica se dejase, sería el desvirgador de su culo, y con su padre mirando, mmmm, solo de pensarlo, e imaginarme esa escena hacia que mi polla recobrase aliento y se me llenara de sangre fresca en busca de placer.
No tarde Luis tiempo en decirme que se pasarían por casa, apenas unas horas desde nuestra conversación inicial. “sin problemas Luis, venid cuando queráis”, fue mi contestación a su mensaje por Wassap. Un poco pronto, casi no me dieron tiempo para comprar un poco de lubricante, para el culo de Verónica, así como un pequeño regalo para ella, para que en sus ratos libres y aburridos los emplease bien.

A eso de las 3 de la tarde, en pleno solazo en la calle, llamaron al portero. Mi polla al timbrazo del mismo reacciono ipso facto, llenándose rápidamente de sangre y haciendo que se me hinchara, que se me pusiera bien dura. Segundos después oí como el ascensor se movía y se dirigía a ese tercer piso en donde vivo, y mirando por la mirilla de casa la puerta del ascensor se abrió, con Verónica agarrando a su padre y, como diciéndole, “venga papi, date prisa que quiero follar”, lo fue acercando a mi puerta.
Ni siquiera les deje llamar a la misma, al verles llegar cogí y les abrí sin más, completamente desnudo y totalmente empalmado y con gotas cayendo por mi glande. Luis al verme así se sorprendió mucho, “pero Dani, como abres de esa guisa, que te van a ver”. Verónica no dijo nada, simplemente me agarro la polla y empezó a sobarla y a masturbarla un poco. Luis seguía sorprendido por mi presentación y por la reacción de su hija, “conteneros un poco, esperad a que cerremos por lo menos la puerta”, murmuraba Luis por lo bajo. “Tranquilo Luis, mi vecina no está ahora, bajo a hacer la compra”, le respondí cerrando a continuación la puerta.

Al entrar les dije la norma fundamental para cuando ellos vinieran, ropa fuera. Si iban a utilizar mi piso como su picadero, nada de ropa, en pelota picada, totalmente desnudos por casa. Luis se sorprendió, pues en nuestra conversación no le dije nada de eso. Le explique que se me ocurrió después de hablar con él, y ya que no se iba a jugar al parchís, sino a follar, pues lo mejor era quedarse totalmente desnudos por casa y así un tiempo que ganaban, o que ganábamos todos. Verónica tardo segundos en empezar a quitarse su camiseta y su pantalón, sin decir nada se quedó en braga y sujetador. Uff, menuda imagen, estaba tremenda la niña de esa manera, enseñando sus dos atributos gemelos y su braguita de hello Kitty. No sé si era posible, pero me dio la impresión que sus pechos, que sus tetas eran más grandes, no sé si en una semana las tetas de una adolescente en crecimiento, podrían crecer tanto para que se le notaran más grandes, pero a mí me lo parecían, y más aún cuando se quitó el sujetador y dejo que se le vieran las mismas, con esos pezones totalmente duros. Quizás tanto follar con su padre y tanta hormona habían logrado que estas aumentaran de tamaño más de lo normal, no sé, quizás un médico lo sabría mejor.

Viendo pues Luis, como yó ya estaba desnudo y su hija también, al quitarse las braguitas de la kitty, empezó a desnudarse, dejando ver a su polla en una más que evidente erección. Y ya de esa guisa les fui dando una visita guiada por el piso, y al llegar al dormitorio, les pregunte si querían quedarse ya aquí o ir al salón, a lo que la muchachita respondió que en la habitación. Sin duda que Verónica no quería perder mucho el tiempo y tras tumbarse en la cama le pidió a su padre que le comiera el coño.
Sus palabras a Luis fueron directas, y este fue a complacer a su hija, pues le abrió las piernas, dejando ver su rajita ya totalmente depilada, y empezó a comérselo por completo, soltando Verónica sus primeros gemidos de placer , al tiempo que ella misma empezó a manosearse las tetas y a pellizcarse los pezones. Yo me aparte un poco, me excitaba ver esa escena de Luis comiéndole el coño a su hija, y como esta lo disfrutaba, con lo que me senté en un sillón que tenía al lado de la cama y empecé a observarlos mientras me empezaba a masturbar viéndoles.

Sin duda que era un suplicio y un placer ver como Verónica gozaba con la boca de su padre en su coño, pues mi polla estaba bien dura y mis intenciones eran disfrutar también de ese cuerpo adolescente, y no solo mirar como padre e hija follaban sin cesar. Y en esas, entre lamida y lamida de coño, entre suspiros y gemidos, Verónica me miro y con su voz sensual me dijo, “ven Dani, follame la boca”. Uff, de voz sensual nada,jaja, voz de guarra sin duda, jajaja, y haciéndole caso, me levante y con mi polla ya chorreando se la acerque a su boca, lo que hizo que empezara a comérsela sin parar, y menudas chupadas, sin duda había practicado mucho con la de su padre, pues, debo reconocer que lo hacía como si llevase ya años comiéndose pollas a mansalva, y su lengua recorría todos los pliegues de mi glande como si nada, llegando hasta los rincones más ocultos de mismo, haciendo que me temblasen las piernas con tanto placer.

De nuevo estábamos los tres practicando el buen sexo, Luis comiéndole el coño a su hija, y esta, comiéndome la polla a mí, y yo disfrutando de su lengua, al tiempo que le manoseaba a Verónica sus tetas, y pellizcaba sus pezones sonrosados. “Joder que tetas tienes Verónica, te han crecido desde que tu padre te folla”, le solté entre lametón y lametón, palabras que a Luis le debieron de poner mucho, pues a continuación de pronunciarlas, dejo de comerle el coño y se dispuso a follarla. Con toda esa lubricación saliendo del coño de Verónica, Luis le acercó su polla y se la inserto de golpe, como motivado para que esas tetas, para que esos pechos se hinchasen como globos con cada envestida de su polla.

Mi polla notaban los envites violentos, por parte de Luis, pues verónica, con cada metida de polla de su padre hincaba sus dientes en mi polla, en mi glande, pues necesitaba aliviar ese momento de placer mordiendo algo, y sin ser muy fuerte esos mordiscos, eran lo suficientemente como para notarlos, pero siendo a la vez placenteros. Y así envestida tras envestida de Luis, su hija seguía comiéndome la polla, subiéndome las pulsaciones y la tensión en los huevos. En esas Luis agarro a su hija, la levanto un poco y se la puso encima. Verónica dejo pues de comerme la polla, la cual salió de su boca totalmente pringosa, embadurnada de su saliva y, blanquecina por mis restos de fluido seminal al punto de nieve.
Sin duda que esa era una posición en que ya habían estado follando mucho, pues a ambos se los veía muy sueltos. Luis agarraba a su hija de la cintura, acompasando los movimientos de Verónica encima de su polla, cabalgando como una vaquera domando a un caballo, o a un toro. En esa postura, los pechos de Verónica tomaban verdadera forma de cómo eran, botaban sin cesar, con los pezones duros y excitados, listos para sacarle un ojo a quien los chupase o mordiese. Mmmm, excitante escena veían mis ojos, y más pensando, que tal como estaban amos, una metida por el culo a Verónica la dejaría totalmente destrozada.

Así, mientras padre e hija seguían follando, me tome un descanso, el cual aproveche para abrir un cajón del armario y sacar un regalito para Verónica y un poco de lubricante. Fue sacarlo y Verónica, como si tuviera ojos en el culo pregunto entre gemido y gemido, “Oye Dani eso que es”, “esto dices, Es lubricante”, le respondí ante tal vista de la muchachita. “No, ese bote no, lo rosa”, “ahh, esto rosa, es un regalo para ti”.
Lo que había visto Verónica era un pequeño vibrador de unos 10 cm de largo y de unos 3 o 4 centímetros de diámetro, mas o menos como un dedo pero un poco más largo, el cual al girarle la base, como su nombre indica vibraba. Era un pequeño regalito para Verónica, a fin de que lo pudiera llevar y se pudiera dar gusto en cualquier momento, útil para llevarlo en el bolso, en la mochila, o metido directamente en el coño, jajaj, y así evitar que se lo vieran. Además era idóneo para lo que su padre y yo habíamos hablado, el follarla por el culo, pues siendo pequeño, seguro que a su culo le resultaría mucho más fácil tragárselo que a una polla, y así poco a poco, jugando con él , ir abriéndoselo para cuando tocase meterle una polla, mi polla.

.-De verdad que es un regalo para mí.

.-Si Verónica, pero antes te lo tendrás que ganar y cuesta un poco el ganarlo.

.-Que bien Dani, hare lo que haga falta por tenerlo.

.-Bueno, pues si quieres te digo lo que te tocara hacer.

.-Si, dímelo, dímelo, (respondió Verónica, mientras seguía cabalgando sobre la polla de su padre).

.-Bueno, pues lo que tendrás que hacer es, (y dejando unos segundos de intriga, le dije), dejar que te folle ese culazo que tienes.

.-El culo no Dani, que me dolerá mucho, mi papi ya lo intento y me dolió.

.-Si Verónica, el culo, y veras como no te dolerá mucho.

Verónica miro a su padre un poco asustada, y Luis no le dijo nada, solamente le metió un par de dedos en la boca y siguió disfrutando de la cabalgada de su hija. Mientras yo, seguía observando como esos pechos le botaban sin cesar, oyendo como sus gemidos aumentaban con cada inserción de polla, con cada empalada que Verónica le hacía a su padre, subiendo y bajando su cuerpo encima de la polla de este y empapándose con el líquido seminal que Luis, sin duda le daba al coño de su hija.

Así, tras mucho folleteo de esos dos en esa postura, Luis de nuevo movió a su hija, pero esta vez la echo hacia delante suya, y agarrándola bien fuerte, abrió sus piernas hacia los lados y empezó frenéticamente a follarle el coño. La pelvis de Luis se movía desenfrenadamente, dando un movimiento elevador a su polla y a sus huevos, al tiempo que sujetaba bien a su hija para que no se moviese con tanta envestida. Sin duda que Luis estaba a punto de correrse, y que mejor manera que hacerlo así, bombeando con fuerza , con muchísima fuerza en el coño de Verónica, la cual sufría las envestidas de su padre con unos gemidos y unos gritos de placer contenidos. Y Así con ellos tumbados sobre la cama, dándome la espalda podría apreciar perfectamente como la polla de Luis entraba sin problemas en el coño rasurado de Verónica, viendo como ese glande, como ese rabo paternal le entraba y entraba hasta los mismísimos huevos. Y en esa posición privilegiada pude observar el momento en que Luis paro, para de envestirla con fuerza y empecé a observar esas palpitaciones en la polla de Luis, como con el capullo, con el glande metido en el coño de Verónica, y con el resto de la polla al aire, esta palpitaba de placer y empezaba a bombearle todo el semen, toda esa leche atrapada en sus huevos, y como tras cada palpitación Luis se la volvía a clavar con fuerza y a continuación se la volvía a sacar para la siguiente eyaculación, y así una tras otra, soltándole todo ese líquido blanco en el coño.

A saber cuánta cantidad le echo, que volumen de leche le habría dado Luis a su hija, pero tal como estaban, este se le escurría a Verónica con cada movimiento que hacía de forma involuntaria, pues el placer y las contracciones vaginales, ante tanto folleteo, harían mella en ella y en como su cuerpo se adaptaba a todo aquello. La pobre estaba agotada y sufriendo esos espasmos post coitales después de una buena follada, de una gran follada, mientras que Luis estaba de bajón, mejor dicho, su polla estaba en retirada y disminuyendo de tamaño pasos agigantados, con la consiguiente salida del esperma del coño de Verónica.

En esa situación, Verónica se desmonto de la polla flácida de su padre y se echó a un lado de la cama, permaneciendo Luis al otro, agotado y extenuado. En cambio mi polla estaba en pleno apogeo y esperando su turno, el cual estaba sin duda por llegar. Así, y para evitar que la pobre Verónica se enfriase después de sudar y sudar me dispuse a poner mi granito de arena para evitarlo. Con ella, sufriendo esos espasmos vaginales, le di, le deje ver su regalo, ese juguetito que sería para ellas con esa condición tan especial, morbosa y lujuriosa.

Verónica empezó a tocarlo con su mano, mientras le fui explicando cómo hacerlo funcionar, como si no fuera sencillo saberlo, jaja, pero bueno, en esos momentos de calma, bien le vendría tomarse unos segundos de respiro. Así pues sujetándolo con su mano le dije como conectar el vibrador, notando como el pequeño juguetito tenía una gran potencia de movimiento, el cual comprobó rápidamente dentro de su boca mientras se lo fui acercando para que lo chupase, cual polla que se comiese. Tras esos primeros momentos en su boca, y con esa lubricación bucal, se lo cogí, y mientras ella seguía tumbada se lo acerque a sus labios vaginales, tras lo cual empezó a gemir de nuevo con una respiración algo entrecortada. Uff, sin duda su coño estaba reaccionando a esas vibraciones, a esos movimientos ondulantes que se trasmitían desde la superficie externa de su chochito hacia el interior del mismo, llegando hasta esa campanita de placer que llevaba dentro.

Frotando y frotando sobre su clítoris, rozando y rozando sus labios vaginales, poco a poco, su respiración aumento y aumento considerablemente, y así de esa manera iba conociendo como usarlo en un futuro, si es que lo conseguía, claro. De esa manera estuve un cuarto de hora relajándola, haciendo que se corriera de gusto con semejante aparatito, y preguntándome con que estaba gozando más, si con el pequeño vibrador rosa, o con la polla de su padre. Y con ese calor uterino en su coño, se lo dije, “verónica, ahora lo iré metiendo en tu culo”. La pobre muchacha no sabía lo que le venía encima, o quizás sí, pues con su voz entrecortada tras orgasmo tras orgasmo dijo, “Dani, mi culo está cerrado, me dolerá mucho”. Tras oírla tenía que tranquilizarla, así que le fui comentando como se lo haría.
“Primero utilizare ese lubricante para que el culito no roce mucho, y así que se vaya metiendo poco a poco. Iré despacito, suavemente, y lubricándolo si hace más falta y si notas que te molesta algo, dímelo y parare un poco. Así poco a poco lo meteré hasta que te entre todo y te lo dejare un rato para que tu culo lo sienta y se acostumbre a él, y cuando se haya hecho con él, iré moviéndolo poco a poco y te lo sacare y lo volveré a meter, para que coja forma, igual que cuando tu padre ter follo por primera vez y tu coño se adaptó a su polla”.

La exhausta Verónica no estaba muy por la labor de perder la virginidad de su culo, pero estaba agotada y, como se suele decir estaba bajo mi control, jajajaj, así que echándole un chorrito de lubricante al vibrador y a su culito se lo empecé a meter. Y mientras, Luis, su padre mirándola sin hacer nada, observando desde su posición como le empezaba a meter y a abrirle su culito con aquel pequeño vibrador rosa. Tras acercarle la puntita del mismo, el cual estaba sin conectar el vibrador, empecé a apretarle la punta sobre su culo cerrado. Verónica emitió un quejido de dolor, suave pero evidente y con gran aspavientos me pedía que parase. Así lo hice, deje de oprimir más el aparatito sobre su culo, y tras calmarla un poco, le eche algo más de lubricante y de nuevo empuje. De nuevo volvió a gemir de dolor, de pero esta vez vino acompañado de un Uffff, que interprete como algo de placer. Bien ya tenía medio vibrador en el culo metido, y antes de forzar más su agujerito se lo deje un rato mientras con mis dedos empezaba a tocarle ese coño ardiente que aun tenia, consiguiendo con ello que se relajase y no notase tanto ese objeto entrando por su culo.

“Mira Luis, mira cómo le va entrando a Verónica el vibrador”, a lo que este, sin duda excitado por lo que sucedía, se levantó y vio perfectamente como su hija tenia medio aparatito rosa dentro de su culo. “que rico Dani”, “puedo”, pregunto conociendo que ese momento era mío, “claro Luis, adelante”, le respondí, con lo cual y tras seguir toqueteándole el coño a su hija, Luis empezó a metérselo un poco más, con el consiguiente suspiro de placer y de dolor por parte de Verónica.

Ya lo tenía todo dentro, Luis había conseguido metérselo todo en su estrecho culo, y su hija gemía de gusto al sentirlo, o quizás era el placer de mis dedos rozándole, tocándole esos labios vaginales, mmm no sé, quizás fuera una mezcla de ambas cosas. En fin de esa manera su culo iba tomando la forma y haciendo que sus músculos, que las paredes del culo cogieran elasticidad para lo que le iba a venir más tarde. Así, y tras un pequeño receso, empecé a sacárselo del culo, a echarle más lubricación al mismo y a volver a metérselo. Poco a poco fui aumentando la velocidad, suavemente al principio pero sin detenerme, volviéndoselo a hundir dentro, Verónica empezó a gemir ya de gusto, tras esos primeros momentos de dolor, su culo ya empezaba a dar placer, con lo que fui repitiéndoselo más y más veces para darle buena formal mismo, y para conseguir que se relajase más le conecte ya el vibrador, con lo cual, con cada clavada del mismo, su culo vibraba de placer al mismo tiempo.

Ya estaba lista la muchacha para su primera polla por el culo, así que se lo saque definitivamente del mismo, dejándose ver esa forma inconfundible de culo dilatado, el cual palpitaba de gusto queriéndose cerrar y así volver a su posición inicial. “Luis, toma, puedes ir a lavarlo al baño, que lo necesitaremos limpio”, “Claro,”, respondió el, llevándose al baño el vibrador con restos de caquita, y así lavarlo para luego poder utilizarlo.

Tardo bien poco en salir del baño con el vibrador limpio, tiempo en que el culo de Verónica intento cerrarse, pero al cual mantuve a raya metiéndole un par de veces uno de mis dedos, para así mantener algo abierto la cueva de AliBaba abierta. “Guarda tú el vibrador”, le dije a Luis, “por si Verónica lo necesita, y ahora observa como me follo su culo”. Luis se quedó mirando como mi polla, como mi glande, totalmente chorreante, se acercaba a su culito parcialmente abierto, y empezó presionar sobre su cavidad anal. Verónica, lanzo un grito enorme, pues el grosos de mi polla no era el mismo que el del vibrador. El primer momento lo aguanto bien, no dijo que parase, y tras un chorro de lubricante entre mi polla y su culo seguí empujando, seguí metiéndosela.

.-Papi, papi, Dani me está matando, (le dijo Verónica a su padre con la voz rota).

.-Aguanta princesa, que ya te queda bien poco.

Y con esas palabras de Luis, termine metiéndole toda mi polla en su culo, Verónica por fin tenía una polla dentro de su pequeño y estrecho culo. Un desgarrador gemido soltó la pobre tras clavársela por completo, seguido de una acompasada respiración, que más bien parecía la de una parturienta en plena contracción. Sin duda la estaba sintiendo muy bien, dentro de ella, hasta el fondo, haciendo que su culo se contrállese y palpitase al mismo tiempo. Sin duda mi polla podía sentir esas contracciones que su culo producía. Mi rabo todo hundido en su culo, quita, inmóvil y notando como su culo bombeaba sus paredes a si de adaptar su tamaño al de mi polla. De esa manera permanecí sin moverla durante un minuto, haciendo con ello, que su culo se dilatase lo suficiente para lo que vendría.
Que era sin duda una buena follada de culo. Así, con su culo palpitando empecé a sacársela, poco a poco, la cual fue saliendo y al sacar el glande, el capullo de mi polla de su culo, Verónica no pudo aguantar y grito una blasfemia, jaja, “Dios”, esa fue su blasfemia, decir el nombre del señor en vano, jajajaj, y tras su palabra y con mi polla fuera su culo estaba enorme, su agujero estaba sobredimensionado, y se veía como le palpitaba. Luis se quedó mirándolo, observándolo y relamiéndose los ojos como nunca, El culo de su hija había sido perforado, desflorado y su culo palpitaba de gusto, y, o tal vez de dolor. Eso lo dejo a valoración de aquella persona que lo haya sufrido y sepa bien describir ese momento.

De esa manera y tras haberle descorchado su culo con mi polla esa primera vez repetí la operación, esta vez con más facilidad, pues su culo todavía mantenía una forma más o menos grande, y no se había cerrado mucho. De nuevo la encule, y de nuevo empecé a metérsela hasta el fondo, como ese sacacorchos que entra en la botella y luego le saca el corcho, con ese ruido típico de descorchamiento, en el momento de sacarle de nuevo el glande de su culo. Así una y otra vez, haciéndole que su culo se agrandara a base de clavadas de polla, a base de sacarle el corcho y volviéndoselo a meter, así, una y otra vez, notando como con cada follada de culo, con cada penetración la pobre Verónica lo pasaba mal, mal de gusto, mal de placer, pues su respiración se hacía irregular, gemido tras gemido su coño chorreaba a mansalva. Su padre de vez en cuando le metía algún dedo, le rozaba el clítoris con ellos, la hacía chorrear de gusto mientras mi polla le abría y abría su pequeño culo.

Y con cada envestida su culo oponía menos resistencia, cada vez podía coger más ritmo, más velocidad y la pobre adolescente gozaba de su primera enculada, gimiendo y gimiendo de placer. Ya no se quejaba de dolor, se dejaba llevar por su desvirgamiento anal, mientras su padre la besaba, la manoseaba las tetas y jugaba con su coño para aliviarle un poco, o no, los orgasmos que podía estar teniendo.
Tanto esfuerzo por parte de mi polla en entrar en su culo sin duda hizo que pronto empezara a notar como los huevos estaban con ganas de reventar y de soltar su premio blanco. Su culo, a pesar de estar bien dilatado ejercía todavía una buena fuerza sobre mi polla, sus paredes aprisionaban a las de mi polla de manera que la sensación de placer era aun mayor por mi parte. Viendo que el control sobre mi polla iba a ser difícil empecé a follarla a destajo, sin miramientos, quería saborear su culo en todo momento y llenárselo de semen, explotarle mis huevos dentro de su culo y colapsárselo con toda la leche caliente que le podría ofrecer.

Y así lo hice. Durante casi dos minutos la folle a saco, con su padre metiéndole el vibrador por el coño, haciendo que se corriera completamente en el, su respiración era indicativo que estaba teniendo orgasmos uno detrás de otro, y mi polla seguía destrozándole el culo, Así, de esa manera empecé a correrme, Mis huevos explotaron y empezaron a expulsar chorros de leche a presión dentro de su cueva, con cada espasmo más leche brotaba de mi polla hundida en su culo y más se lo llenaban, y así, arcada tras arcada de mi polla, hasta no dejar ni gota en mis huevos, momento en que deje de moverme, pues el dolor de polla era evidente.

Con la polla metida aguante unos minutos más, notando esas contracciones de su culo sobre mi polla, deleitándome con su rostro desencajado de dolor y de placer. “te has ganado tu regalo”, Verónica sonrió pero no dijo nada, estaba destrozada y no podía más que gemir, suspirar y respirar acaloradamente. Así, que tras esos minutos, le saque mi polla semi flácida viendo, tanto Luis como yo, como su culo permanecía dilatado y con un buen tamaño y lo más importante palpitando por querer cerrarse. Sin duda que era digno de tomarle una foto a semejante culo, a su estado de revista, y tras tomársela, Luis sin mediar palabra se la metió sin avisarla.

Ufff, Verónica no se lo esperaba y menos con tal virulencia, y su grito fue desgarrador. Su padre se la había hundido hasta el fondo, sin miramientos y con toda mi leche saliéndole por el culo. Sin duda que Luis también quería probarlo, su recién estrenado culo y no espero a más tarde, la empitono en esos momentos. Que decir que el culo de Verónica estaría para el arrastre pero se tenía que tragar otra polla más, y soportar sus envestidas, pues Luis no escatimaba en fuerza, sin duda estaba muy muy caliente, y muy cachondo, puesto que no dejaba de follarse a su hija analmente, Una y otra vez, sin cesar le iba destrozando más y más el culo. “Menos mal que lo tiene lubricado”, pensé con tanta envestida, pues un desgarro en esos momentos y deja a su hija para el medico especialista en destrozos anales.
De esa manera Verónica seguía gimiendo, bufando como un animal y con la respiración colapsada con tanta envestida de su padre, y tanto soportaba su cuerpo que término meándose, literalmente de gusto, con tanto placer, con tanto orgasmo su cuerpo colapso y empezó a soltar meadas con fluido vaginal. Su padre quedo pringado de cintura para debajo de esa sustancia, empapándose la polla con ella, y con cada clavada de esta, el característico, chofff chofff, sonaba cuando le hundía la polla con todo ese líquido en contacto con su culo. Y así con Verónica corriéndose, su padre enculandola y yo manoseándole las tetas, Luis empezó a gemir de manera muy muy ostensible, se estaba corriendo. Su leche inundaba el culo de su hija, volviéndole a llenar toda esa cueva de esperma, de semen, de leche caliente, y que sin duda iba a mezclarse muy bien con la que le quedara de mis huevos.

Asi, Luis también le reventó el culo a su hija, después de que yo se lo hubiera desvirgado, y tanto padre como la hija, bueno más la hija que el padre, acabaron reventados, destrozados por tan intenso momento, con la respiración desfasada con las contracciones del cuerpo, chorreando Verónica por coño y culo y con los huevos de Luis y los míos vaciados en el culo de Verónica. Sin duda que tras esos momentos los tres necesitábamos un buen descanso, sobre todo la pobre chica, así que tras serenar nuestros cuerpos tumbándonos en la cama los tres, fuimos a la cocina, desnudos, pues era la norma que les dije nada más entrar y empezamos a reponer líquidos perdidos como el tomar algún alimento para reponer energías que sin duda gastaríamos en un momento no muy lejano.
 

kamuix99

Pajillero
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Es raro encontrar relatos buenos, y este definitivamente se ira mis favoritos
 
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