Hija compartida 2- Luis y Veronica(Su Inicio).

Pipsqueak

Virgen
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Jun 7, 2019
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Continuacion de http://javichuparadise.com/foros/relatos-eroticos/1109441-hija-compartida.html


Tras un merecido descanso, en el cual poder recuperar algo de fuerzas tras la larga, extensa, y morbosa follada a Verónica, me desperté de una buena siesta recuperadora. Al abrir los ojos aprecie como Luis y su hija Verónica estaban todavía dormidos, desnudos y bien abrazados, menuda estampa post coital entre un padre y una hija, así que sin dudarlo abrí la cámara del móvil y les saque fotos para poder recordar ese momento en un tiempo. Verónica era un ángel durmiendo agarrada a su padre, con la polla flácida de este a escasos milímetros de su coño, rozándole ese matojo de pelos que tenía, mientras que una mano de Luis quedaba apoyada en uno de sus pequeños pechos, lo que hacía una imagen digna de admirar. Daban sin duda ganas de volver a follar a Verónica y saborear su joven, carnoso y embriagador coño.


Con esa imagen y ese pensamiento, mi polla reacciono al momento y la sangre volvía a inundar esa ubicación cavernosa, haciendo que triplicase su tamaño en segundos. Sin duda señal inequívoca que estaba totalmente recuperada, lista para ser usada de nuevo si hiciera falta, eso sí, los huevos, en ese espacio de tiempo no habrían llenado toda su capacidad, pero bueno, no se puede pedir todo. Al rato Luis despertó, manteniéndose un tiempo en esa pose junto a su hija. Su mirada no dejaba de observarla, viendo lo relajada y tranquila que se había quedado tras ese interminable goce de su cuerpo. Se la veía tranquila, apacible tras ser follada por dos adultos sedientos de sexo. En estas Luis me miro, vio mi polla totalmente dura y se echó a reír. Mi reacción fue también echar unas risas al tiempo que le decía, “la jodida tiene vida propia, no lo puede evitar, es ver a una buena hembra y saludarla. Luis siguió riéndose mientras se levantaba, dejando a su hija descansar en el sofá.

Los minutos pasaron, y Verónica seguía durmiendo. Luis me sugirió que comiéramos algo, aparte del conejo de su hija, jajajaj, con lo que nos fuimos a la cocina e improvisamos algo rápido. Huevo fritos con chorizo, Buena comida para recuperar nutrientes, jajaja. En esas, Verónica se despertó y le pregunto a su padre donde estaba, a lo que Luis le respondió que estábamos en la cocina, haciendo unos huevos fritos y si quería unos. “Si”, un escueto si fue su respuesta, con lo que también se le prepararon a ella unos huevos fritos para comer. Con ello los, tres no pusimos a comer, saboreando esa yema caliente mezclada con el choricito o con un trozo de pan, que por lo menos a mí me sabia casi a gloria. Hablar no hablábamos, comíamos sin decirnos nada. A mí me andaba rondando todavía como Luis, en qué momento se decidió a follar a su hija, y como esta, acepto, se dejó, o lo que fuera lo que sucedió, así que terminando se lo volví a preguntar a Luis,


.-Oye Luis, acuérdate que me tienes que contar como te conseguiste follar a Verónica ayer.


.-Si si, tranquilo, ahora en terminar te lo cuento. Espero que este regalo que te he hecho por tus consejos de estos días te haya gustado.


.-ya lo creo Luis, no había conocido a nadie que se follase a su hija, y mucho menos que encima la compartiera.


.-Sabes, la idea me excitaba mucho Dani, y tras follar ayer con Verónica me apetecía compartirla contigo, pues gracias a ti me anime a proponérselo.


.-Pues imagínate yo lo encantado que estoy de que la compartas, Cuando quieras repetimos.


.-Seguro, jajaja, no creo que sea la última vez que nos follemos a Verónica,. ¿Verdad cariño?


.-Si papi, follaremos muchas veces.


.-Vale Luis, pero no te folles a Verónica todos los días, jaja deja algo para mí, que si ella quiere pasarse algún día por mi casa me la puedo follar yo solo, y así que tu polla descanse.


.-Me lo pensare, (respondió Luis echándose una gran risa).Bueno Dani te cuento como convencí a Verónica para follar.


.-Si claro, cuéntame que paso ayer.


.-Te cuento, pero antes, ¡Verónica!, ¡tienes que practicar lo de las mamadas de polla!, así que mientras se lo cuento a Dani, puedes practicar con nuestra pollas, así que agárralas y no dejes de comértelas hasta que yo te lo diga.


.-Si papi, voy pues a practicar la comida de polla para mejorar.


Y de esa manera Luis y yo nos volvimos a sentar en el sofá, bien juntos, mientras que Verónica se arrodillo delante nuestro y empezó con los deberes que su padre le había impuesto. Sin duda que bajo la supervisión de Luis, su hija seria pronto muy, muy guarra y una experta mamadora de pollas. Y sin perder tiempo verónica agarro nuestras pollas con sus manos y empezó a masturbarnos, y como solo podía comerse una polla a la vez, lo que fue haciendo mientras su padre me contaba lo sucedido ayer jueves, fue ir cambiando de polla cada cierto tiempo, y así mantenía ambos rabos bien lubricados, bien duros y sin perder ese endurecimiento, y mientras su boca y lengua devoraban una de las dos, la otra disfrutaba de un suave, pero delicioso masaje por parte de una de sus manos. Eso era lo que Verónica fue haciendo, practicando y practicando, durante el tiempo en que Luis me contaba lo siguiente.

Tras la conversación en la que me confeso que vio a Verónica desnuda oyendo música, Luis me comentaba que se había obsesionado con ese coño tan joven, que vérselo de esa manera, con su matojillo de pelos vírgenes, con esos labios vaginales ya bien marcados y en esa pose de piernas abiertas, su pensamiento era follarla. Por lo que me seguía diciendo, cualquier escusa en los días siguientes valía con tal de verle un pecho, de observar cómo se cambiaba de ropa, verla en ropa interior, incluso llego a quitar las toallas del baño para que su hija Verónica lo llamase para que le diera una, y claro, entrar al baño y verla desnuda. Pajas, no pajotes decía que se estaba haciendo con el pensamiento de su hija, y como un chaval con las hormonas a tope cogiéndole las bragas y los tangas a su hija y soltarle en ellas su leche de padre, escondérselas, que se secara la leche y luego volverlas a dejar para que su hija se las pusiera con esos restos de semen resecos en ellas.


Con todas esas vivencias, anécdotas, artimañas y demás cosas que hacia Luis para apreciar a su hija preadolescente llego ayer jueves. Como hoy, Luis me contaba que su mujer se fue a trabajar al hospital, a hacer el turno de tarde en la planta de trauma. Con esas trabajando y su mujer en proceso, Verónica se había quedado sola en casa. Pasadas las 3 y media de la tarde llego el a casa, y de nuevo, como plegarias oídas en el cielo Verónica estaba, de nuevo, desnuda en el sofá, oyendo música y a su ritmo bailando. Como era de espera, Luis me seguía diciendo, que no pudo sino sacarse su polla del pantalón y empezar a disfrutar de nuevo del coño de Verónica, de ver como abría y cerraba las piernas al compás de la música de los cascos, y sin percatarse de la presencia furtiva de su padre. Cada vez que esta abría y cerraba las piernas, su coño quedaba totalmente visible a su padre, con esos labios vaginales vírgenes, sus todavía pequeños pechos, esas tetas aún en fase de crecimiento le botaban hipnotizándole por completo, y logrando con ello que su mano se acolase a ese ritmo morboso. Su mano subía y bajaba por el glande, empapándose de fluidos pre seminales a una velocidad tremenda.

En esas, Luis me comentaba, (mientras su hija seguía haciéndonos unas ricas mamadas y avanzando en su cometido de dominar el arte de chupar pollas), que estuvo a punto de entrar en el salón, agarrar a su hija y empitonarla y no parar de follarla hasta correrse por completo. Menos mal que recordó mis palabras de no hacer algo de lo que se arrepintiera luego, pues no lo hizo, al darse cuenta que entonces, estaría violando a su hija y que esta no se lo perdonaría, aparte de poderlo denunciar a la policía. Luis echo una risa al recordarlo y suspiro, “uff menos mal que no lo llegue a hacer, y seguí cascándomela”. A esas alturas, entre lo que me contaba Luis y la mamada de Verónica, mi polla estaba extasiada de placer. Luis entre gemido y gemido de placer y gusto por la chupadita de su hija me seguía contando lo sucedido. Me explicaba, como, tras un tiempo bailando, cantando un poco la música, aprecio como la mano derecha de su hija empezaba a acariciar ese chochito suyo, a ver como rozaba con sus dedos, primero uno, después dos, y así con el resto sus labios vaginales: Su hija se masturbaba, se estaba tocando el coño con intención de darse placer, y no era la primera vez que lo hacía, (según Luis, claro), pues sabia como debía de tocárselo y sus pequeños gemidos no eran de sorpresa de experimentar la primera vez. Y mientras Verónica se tocaba y suspiraba, Luis, me comentaba, que no se lo podía creer lo que veia, que su hija de 18 años ya se estuviera tocando, que se estuviera masturbando, y el viéndolo como espectador vip. Yo me imaginaba esa escena en mi mente, tanto padre e hija masturbándose al mismo tiempo, casi en el mismo lugar. Luis viendo a su hija hacerlo, y está autosatisfaciendo sus deseos carnales descubiertos.


Y el momento en que todo lo cambio para Luis fue cuando en una de esas metidas de dedos y en uno de esos gemidos, Verónica exclamo, “ayy papi, que rico me lo haces”. Luis entonces pudo oír, de boca de su hija, como esta se estaba masturbando pensando en él, en su padre, y que eso la estaba excitando. Luis caliente, excitado, lleno de lujuria por esas palabras se lanzó. Con un gemido de placer, por culpa de la lengua de su hija, mientras le comía la polla, siguió contando como en ese momento se desnudó por completo, y tras coger aire entro en el salón, se dirigió a su hija, la cual seguía masturbándose, (¡ahh!, y con los ojos cerrados), se arrodillo, y empezó a comerle el coño a su hija. Verónica, al notarlo, abrió los ojos y al ver a su padre así, comiéndole el coño le soltó entre gemido y gemido, “pero papiiii, que haces”, siendo la respuesta de Luis, (según me estaba contando), “lo que tú has dicho que te hacia rico”. Al ver Luis como su hija no se echaba para atrás, ni decía que parase, ni nada por el estilo, siguió y siguió comiéndole el coño a Verónica. Todo esto contado por Luis, y corroborado por Verónica entre chupada y chupada a mi capullo. Sin duda que ambos estaban gozando de ese momento de sexo furtivo.


Luis reconoció, mientras me lo contaba, que esos 10 minutos comiéndole el coño a su hija, fueron los más intensos, los más excitantes y lujuriosos que había tenido hasta entonces con una mujer, ni su primera vez, ni cuando se follo a la madre de su hija, ni ningún otro momento hasta entonces le habían hecho llegar a ese momento de lujuria. Aunque diciéndome eso, al segundo de después aclaro que, solo superado por el momento de meterle la polla a su hija en el coño y follarsela. Dicho esto, me siguió contando como fue yendo la cosa. Tras esos muchos minutos de conejo al dente, Luis dejo de comérselo, y con la boca pringosa, se levantó agarro una mano de su hija, la puso en su polla y empezó a masturbarse con ella. Verónica no daba crédito (segun me explicaba Luis), la polla de su padre en la mano, mientras este se la seguía sacudiendo con ella. “ahora tu sola princesa”, cosa que hizo Verónica sin rechistar, y tras soltar su padre su mano, esta siguió subiéndola y bajándola por toda la polla de Luis, dejándose bien empapada su pequeña mano con tanto fluido que salía del glande. Al rato, tras unas buenas sacudidas por parte de la mano de Verónica, Luis le sugirió, “ahora chúpasela a papi”, aunque más bien era una orden, pero fuera lo que fuera Verónica se la chupo y chupo por completo, (tal y como nos la está chupando ahora), pero con esa inexperiencia por ser su primera polla y su primera mamada.


En como lo contaba, y en sus palabras, se podía saber, apreciar, lo intenso de ese momento, de la excitación, de ese morbo, de ese deseo carnal que se estaba produciendo entre ambos. Y evidentemente la cosa no podría acabar de otra manera posible, y que iba a ser el desvirgamiento de Verónica a manos de la polla de su propio padre. Y así me lo contaba Luis, cuando totalmente extasiado por esa boca lamiéndole el glande, por esa lengua recorriendo su troco cavernoso, y por el hecho de que era su hija la quien se lo hacía, no pudo más e iba a consumar el momento. Luis seguia comentando como, entre chupada y chupada de polla, como agarro a su hija, la sentó en el sofá, le abrió las piernas, dejando al aire a la madriguera y empezó a darle unos lengüetazos a su coño, a fin de lubricárselo lo mejor posible para la entrada de su polla. “princesa, el papi te la va a meter y te va a follar como a mami”, “si te duele dímelo”, fueron las palabras que Luis le dirigió a su hija antes de meterle todo el rabo por ese coño deseoso. Y así Luis empezó a meterle la punta, a introducirle el glande por su estrecho y virgen coño a Verónica. La pobre notaba como le entraba y empezó a gemir de dolor.”Papi me duele”, a lo que inmediatamente Luis se detuvo y le saco el trocito de polla que había conseguido meterle. Lo siguiente que me conto, es que escupió en su polla, escupió en el coño de Verónica y se la fue metiendo de nuevo, esperando que con esa lubricación extra le entrase con más facilidad.


Sin duda que esos primeros momentos de Verónica, con la polla de su padre dentro no serían fáciles, algo dolorosos, pero sin duda extremadamente placenteros, una vez superados esos momentos iniciales. De esos instantes, se me quedo que Luis no comentara nada de si su hija mancho de sangre el sofá, o si su polla salió con sangre. Supongo que no sangraría y que el himen se le rompería en un momento anterior a esa penetración, quizás si ella misma se hubiera metido algo por su coño para probar esa sensación.

La cosa es que Luis seguía explicando cómo, poco a poco fue clavándosela más, despacito, lentamente, fue metiéndole la polla hasta el fondo, con los consiguientes quejidos de Verónica, pero que en ningún momento le dijo de parar. Y ya, con toda la polla dentro, a toda la profundidad que su tamaño le permitía fue moviéndola y moviéndola más y más rápido. Sin duda que la respiración de la muchacha le cambiaria y que empezaría a gemir de placer y a notar esa tranca dentro de ella. Por las explicaciones, su padre era quien mandaba, quien marcaba los tiempos, y la jovencita solo se dejaba llevar por esa nueva sensación de placer que le estaba brindando su padre. Sin duda que ese coño sería un poema y un pozo de fluidos, tanto vaginales, como seminales. Podía hacerme una idea de cómo la polla de Luis le entraba y salía, de cómo le chorrearía todo ese jugo cuando el glande del papi se quedaba a la vista, y su coño abierto dejaría escapar algo antes de cerrarse un poco. Y así envestida tras envestida, aprovechando el tiempo para follar y follar. Para gozar y gemir, para sentir la sensación de orgasmos palpitando dentro de su coño inexperto.

Luis no me pudo concretar el tiempo de estar follando a su hija, de estar penetrándola por primera vez, solo estaba centrado en coger un buen ritmo, en agarrarle sus pequeñas tetas , en besarle su boquita de vez en cuando, y en disfrutar de ese momento. Y al final va tantas veces el cántaro a la fuente que…. Termina por explotar. El papi le empezó a soltar toda esa leche calentita, todo ese semen del que un día salió ella dentro de su ya no virgen coño. Era tanta la excitación y el placer de correrse así, que con cada chorro de Luis dentro de su hija lo acompañaba de una clavada brutal de polla, lo que hacía que su hija se desencajara de dolor y de placer. Y a lo imagino sacándose la polla hasta l apunta y al notar el chorro de semen saliendo de sus huevos empujar con fuerza, de forma violenta toda esa polla pringosa dentro del coño, y así una y otra vez hasta que la última gota quedase dentro del coño de su hija.

Ni que decir tiene que, a esas alturas mi polla estaba a reventar, entre las palabras de Luis, mi imaginación viéndolos follar, y las chupadas de Verónica, la pobre estaba medio destrozada de gusto y placer. ”Perdona Luis, pero necesito follarme a tu hija”, le solté interrumpiendo sus palabras. “claro,jejej, follatela”, respondió Luis, con lo que me levanté del sofá, agarre a verónica, la senté en mi lugar del sofá y sin más se la clave en su coño. Mmmmmmm me sabía a gloria ese húmedo, sonrosado y carnoso agujerito suyo. No podía dejar de empujar, de hundirle toda mi polla tras el relato de su padre, de cómo fue follada por primera vez. Luis al ver mi ímpetu, se levantó, con lo que su hija se pudo medio tumbar en el sofá, y así, conmigo follandola, y sin mediar palabra le acerco la polla a su boca y verónica siguió comiéndosela, quedando una escena más o menos así, pero con sofá por medio.

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Tanta excitación contenida con su historia que era puro morbo el estar follandome de nuevo a Verónica, la cual, con la polla de su padre metida, estaría disfrutando también de lo lindo. Desgraciadamente no me duro mucho, a los pocos minutos de estar empotrándola sin parar, note como mis huevos explotaban, y como le empezaba a soltar semen calentito dentro de su ardiente coño. Luis se dio cuenta de mi corrida y en una hábil maniobra le saco la polla de la boca a su hija e hizo señas de que me apartara y empezó el a follarla con toda mi leche dentro. Al ver como mi polla todavía sacaba algún hilillo de leche calentita, y para no desperdiciarla hice como Luis, le plante la polla en la boca, y aun estado de bajada, pero toda pringosa, de que verónica la rebañase y le exprimiera hasta la última gota que mis huevos podrían sacar ya, y que el grande hubiera retenido. Y en ese plan, Luis volvió a follarse a su hija, calentado por la historia, por las mamadas de su hija, por mi folleteo previo, y sin duda por esas ganas de lujuria desenfrenada, que se estaba produciendo desde el comienzo de la tarde, y apurando más, diría que desde ayer en el momento que Luis se topó de nuevo con Verónica desnuda en el salón. Luis tampoco tardo mucho en correrse dentro de su hija, mezclándose dentro de su coño mi semen con el suyo, uff menuda mezcla, menudo coctel que tenía metido verónica ahí dentro.

Caímos rendidos nuevamente los tres, y en ese estado me termino de contar lo ocurrido ayer. Luis me explicaba que tras correrse en su hija y ver cómo le chorreaba por su recién estrenado coño, ambos quedaron rendidos y agotados. Pasó un tiempo antes de que se movieran, y fue para darse una ducha y eliminar todo ese sudor y ese olor a sexo que tenían. Verónica entro en la conversación comentando lo divertido que fue darse una ducha con su papi, y como le divertía enjabonarle la polla su padre con la mano mientras el, le enjabonaba las tetas. Si fuera mal pensado, pensaría que esos dos terminaron o empezaron de nuevo en la ducha a follar. Pero no, no follaron en la ducha,jaja, se lo pregunte, pero me dijeron que no, “en la ducha no follamos”, “volvimos a follar, pero en la cama de Verónica, antes de dormir y de que viniera su madre”, y añadió Luis todo caliente y excitado. “la puse de cucharita en su cama, y como buen padre la fui follando para que se quedara dormidita”.


Tremenda imagen de esa segunda vez y ya, de forma normalizada la follada entre esos dos, que viendo lo ocurrido hoy ni, será la última entre ellos, y creo, o espero, que ni la última conmigo, jajajaja. Sin duda que lo mejor para guardar un secreto es estar, o formar parte de ese secreto. De esa manera la tarde se acabó y tras lavarnos un poco y reponer algo de líquidos me despedí de Luis y de Verónica, no sin antes comentarles que cuando ellos quieran lo podíamos repetir. “Eso dalo por echo Dani, verdad princesa”, respondió Luis, ·”si papi repetimos”, fue la contestación e su hija. Y de esa manera abandone su casa con la sensación de que esos dos, tendrían una tercera follada hoy.
 
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