Hicimos de todo esa noche

MikeDaBad

Virgen
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Jun 23, 2011
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D.F
Estábamos juntos recostados en la cama, solo uno al lado del otro, hablamos de distintas cosas, el día había sido largo y fue entonces que pusiste una mano en mi pecho y lo acariciaste suavemente, respire muy profundo y trate de mantenerme tranquila, volviste a hacerlo pero esta vez de una manera un poco más insistente, “ si estoy tratando de excitarte por si pensabas lo contrario” me dijiste, esas palabras hicieron que sintiera un punzada entre mis piernas, y que quisiera que empezara a acelerar las cosas, me reí y gire un poco mi cuerpo hacia ti, pase mi mano por todo tu cuerpo y bese tu oreja, tu cuello y después te bese por unos segundos en la boca profundamente.

Te mire a los ojos, sonreí y empecé a besarte el cuerpo, cada beso iba un poco más abajo, bese el interior de tus piernas, pase mi lengua alrededor de tu pene pero sin tocarlo y así volví a subir hasta tu cuello, mientras me concentraba en morder tu oreja, lamerla, besar tu cuello y tu rostro, baje mi mano hasta tu cadera y deslice un dedo hasta tu pene que comenzaba a ponerse rígido, puse toda mi mano en él y lo apreté un poco, pase todo mi cuerpo sobre el tuyo y baje hasta encontrar tu pene con mis labios, lo bese y lo puse entre mis manos, pase mi lengua de la base a la punta y después lo empecé a introducir en mi boca, poco a poco, a la vez que lo acariciaba con mi mano, entonces sentí como te comenzabas a mover, un ligero movimiento arriba y abajo, entonces respire y metí todo tu pene en mi boca, escuche un pequeño gemido de placer y apretaste mi cabello que se extendía por tu abdomen, levantaste mi rostro y fui directo a besar tus labios, acaricie tu rostro y sentí la barba descuidada que aparecía por las noches y que tanto me excitaba.

Me empujaste un poco y me recosté junto a ti, pasaste tu mano desde mi cuello hasta mis piernas. Besaste mi pecho y me mordiste ligeramente el pezón, sentí que mi piel se erizaba y como cada vez estabas más ansioso de entrar en mí, pero dejabas que se prolongara, me encantaba como succionabas mis pezones y de repente, metiste tu mano entre mis piernas, sentí como si desde tus dedos saliera electricidad y corriera por mi cuerpo, me retorcí un poco de placer y me mordiste un poco más fuerte, mi respiración se hacía más rápida cada vez.

Entonces metiste tu cabeza entre mis piernas y pusiste tu lengua en mi clítoris, me estremecía de placer, succionabas y me lamias, sentía también tu barba áspera y eso me excitaba aún más, no parabas y sentía como empezaba a moverme involuntariamente, no aguantaba más mis piernas se tensaron y tuve un orgasmo, gritaba de placer, tomaste mi cara y me besaste, “ te gusta sentir mi sabor en tu boca verdad” preguntaste “ me encanta” te dije yo.

Pase mi pierna sobre ti y ya quería que me penetraras, “ a dónde vas?” preguntaste, te levantaste y entraste en mi fuerte y firme, respire profundo y cerré los ojos, te movías despacio, tomaste mis piernas y las pusiste en tus hombros, las besabas y mordías, te tome por la cintura y te jale hacia mí, quería que estiraras mis piernas y llegaras más adentro, sentía tu cuerpo contra el mío y sentía como tendría otro orgasmo. Gemía, y te detuve, te empuje un poco hacia atrás, era mi turno.

Me subí en ti pero esta vez dándote la espalda, tome tu pene para meterlo en mi vagina, y sentía como ibas entrando poco a poco, cerraba los ojos y tenía mis dedos a tu alrededor para ejercer más presión y sentirte a la perfección. Me movía adelante y atrás rítmicamente, lleve mi cuerpo hacia atrás hasta alcanzarte y te bese, fui hacia adelante y estire mi cuerpo, sentí tus manos como iban subiendo por mis piernas y pusiste un dedo en la entrada de mi culo, comenzaste a presionar suavemente, yo no dejaba de moverme, y con cada movimiento, metías un poco más tu dedo, me gustaba la sensación.

Me jalaste y me pusiste en la cama boca abajo, besabas mi espalda y llegaste a mis hombros, me mordiste y me excitaste mucho, llegaba a grados muy altos. Estaba ahí acostada y me penetraste, podía sentirte todo. Y entonces, empezaste a tratar de penetrarme por atrás, era algo que no había hecho antes, así que fuiste muy delicado, empujabas suavemente una y otra vez hasta que entraste por completo en mí, me gustaba como se sentía, pero no aguante mucho, así que volviste a mi vagina, te movías muy rápido y yo estaba a punto de tener un orgasmos más. Gemía cada vez más alto hasta que no aguante, tome tu cara con una mano y la presione.

Te acostaste al borde de la cama y te empezaste a masturbar, jalaste mi pierna y metiste un dedo en mi vagina, me masturbabas a mí al mismo tiempo, nuestros cuerpos estaban encontrados, así que me acerque y lamí tu pene, y te acariciaba con una mano mientras sentía como me acariciabas y mi cuerpo me pedía que me moviera, pero habías encontrado el punto exacto y si me movía lo perderías. “ Mete tu dedo ahí” me dijiste, decidí hacer lo que me pedias, seguir tus indicaciones “ suave, suave, sin lastimar” me decías, y poco a poco metí todo mi dedo en ti, lo movía suavemente y me decías que te gustaba, comenzaste a hacer más rápidos los movimientos, mi clítoris se tensaba y sentía como estaba muy húmeda. Vi como la mano en tu pene iba más rápido y trataba de aguantar para tener este último orgasmo contigo, no sacaba mi dedo de ti lo seguía moviendo y tu cadera se movía mas rápido, fue entonces que sentí como tu cuerpo se paralizo y tus músculos se tensaron. Entonces relaje mi cuerpo y tuve un orgasmo contigo.

Puse mi mano en tu pene suavemente y después en tu abdomen, me encanta sentir tu semen tibio.

Nos acomodamos en la cama, puse mi cabeza en tu pecho, nos tapamos con las cobijas, y no despertamos hasta la tarde siguiente...
 
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