hanna's sex life

dalenica89

Virgen
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Capitulo 1

Hola, me llamo Hanna y mi historia inicia a mis 10 años de edad, cuando tuve mi primer contacto con el sexo.

En medio de la noche, desperté con sed, supuse que era bien entrada la noche, todo estaba oscuro y todos en la casa dormían o eso pensé en ese momento, Salí de mi habitación a buscar de la cocina, pero los ruidos que provenían de la habitación de mis padres llamaron mi atención, por lo cual me detuve, coloqué mi oído contra la puerta y me dispuse a poner atención.

Parecía una lucha frenética, se escuchaban suspiros y quejidos parecidos a cuando una persona sufre dolor o hace ejercicio a un ritmo alto, todo esto me llevo a mirar por la cerradura del cuarto de mis padres, cosa que había hecho en el pasado pero para verlos discutir o planear salidas de fin de semana, pero lo que mis ojos alcanzaron a distinguir en la penumbra cambio mi vida, termino con mi niñez y abrió mis ojos frente al sexo, desde ese día jamás volví a ver a mis padres como las personas que me criaron y ejercían autoridad en mi corta vida.

Mis padres estaban totalmente desnudos y mi madre estaba sobre mi padre, brincando con mucha fuerza, desde donde yo estaba, podía observar las grandes y morenas nalgas de ella rebotar cada vez que chocaba contra mi padre, su cabello estaba recogido en una cola de caballo y por su espalda bajaban gotas de sudor, mientras los quejidos no disminuían, no sabía quién de los dos se quejaba más.

Por alguna razón que en ese momento no entendía, mi cuerpo reacciono de una forma que jamás había experimentado, sentía muchas cosquillas recorrer mi cuerpo y como mi chochito comenzaba a mojarse, mientras dentro de la habitación mi madre giraba sobre si misma e iniciaba a brincar nuevamente mientras decía “te voy a sacar la leche papi”, he iniciaba de nuevo a brincar, ahora podía ver sus senos bajar y subir a un gran ritmo, mi padre se los masajeaba en ocasiones, mientras por instinto tal vez, yo me pasaba la mano por mi vagina por encima de mi pantalón de pijama, sentía como me mojaba cada vez más, sentía muchas ganas de orinar y de quejarme como lo hacían mis padres.

De pronto me nuble por una ola eléctrica que me hizo caer de rodillas en el suelo mientras mi cuerpo convulsionaba sin control, mis gemidos se fundieron con los de mis padres y moje mis pantis, mi pijama y sentía correr mis jugos por las piernas, tarde unos segundos en poder recuperar el aliento y alejarme de allí en un mar de lágrimas, lloraba por muchas emociones encontradas en mí, mis padres por que hacían esas cosas, sentía repulsión por ellos y culpa por mi comportamiento, miedo de ser descubierta por haberme orinado encima y pena de que alguien me hubiese escuchado hacer ese tipo de ruidos, cambie mi ropa interior, mi pijama y logre dormir.



Desperté antes de que sonara mi despertador y lo primero que vino a mi mente fue ver a mi madre brincar desnuda sobre mi padre, comencé a sentir de nuevo cosquillas y como se mojaba mi vagina, corrí al baño pensando que el agua me refrescaría y sacaría esas imágenes de mi cabeza.

Abrí la ducha mojando mis senos que ya atraían miradas por su tamaño, pero estaban muy sensibles, mis pezones estaban hinchados, sentía como el estimularlos con el agua me ponía muy caliente, comencé a bajar la ducha por mi cintura hasta llegar a mi vagina, los chorros a presión de agua que expulsaba la ducha me hacían sentir sensaciones muy placenteras al rozar mi clítoris, empecé a gemir, con mis ojos cerrados imaginaba que yo era la que brincaba con violencia sobre mi padre y en cuestión de segundos de nuevo me nublaba el placer y queda sin aliento sobre el suelo del baño.

En la tarde luego del colegio logré aclarar muchas dudas sobre lo que sucedía con mi cuerpo, comprendí que lo que vi a mis padres hacer es normal en las parejas que se aman, internet me aclaro que ya había experimentado dos orgasmos y no me había orinado como creí al inicio, había eyaculado en un squirt, pero internet contiene mucha información así que de pasar de página en página encontré algo llamado relatos eróticos y en especial como padre e hijas experimentaban el sexo de manera consensuada.

Aun hoy en día recuerdo vivamente como mis padres follaron aquella noche, en mis sueños yo me convertía en mi madre y follaba como una loba en celo con mi padre, despertaba con mis pantaletas muy mojadas y siempre terminada introduciéndome dos o tres dedos en mi vagina y frotando mi clítoris, fui conociendo mi cuerpo y lograba sacarme tres o cuatro orgasmos, razón por la cual inicié a colocar toallas sobre la cama, debajo de mi cola para no mojar la cama y no ser descubierta.

Pasaban los días, siempre estaba alerta en las noches a ver si mis padres follaban, pero no sucedía, parecía que la llama de la pasión se hubiese apagado, fue hay en una de tan incontables noches, en mi guardia espía tras la puerta de la habitación matrimonial que pude ver a mi madre masturbarse mientras mi padre dormía plácidamente, inicio como lo hacía yo, tocándose suavemente los senos, pasando sus delicadas manos sobre su cuerpo cubierto por su fina pijama de seda que constaba de playera de tirantas hasta el inicio de sus gruesos muslos, en ese momento la falda estaba en su pequeña cintura la cual no aparentaba ser de una mujer que ha dado a luz dos hijos, con la agilidad de una hermosa mujer madura se desprendió de la pijama y de su tanga.

Ver la vagina de mi madre fue algo muy sensual para mí, con el bello recortado con forma de triángulo cuyo extremo inferior terminaba donde salía rosado e hinchado su clítoris, dando paso a unos labios que apartaba con sus dedos para introducir tres dedos, que luego de tocar su húmedo interior, salían brillantes por sus flujos con dirección a su boca, acción que repitió varias veces, luego se inclinó y extrajo de su mesa un objeto con forma de pene de color violeta, muy grueso y con venas muy resaltadas en él y sin más preámbulos, lo lleno de saliva y este gran objeto de unos 22 cm se perdió en la vagina más hermosa que había visto en mi vida.

El ritmo al que mi madre se penetraba con su verga de plástico era asombroso, el ruido de su vagina totalmente humedecida era muy morboso así que sin pensarlo dos veces inicie a masturbarme al mismo ritmo de mi madre, la diferencia es que yo solo tenía mis cuatro dedos para estimularme, mientras mi madre por la cara de placer que hacia estaba llena de verga, mi padre ni por enterado se daba que su mujer y su hija se masturbaban a muy poco distancia al mismo ritmo y llegaban entre suspiros ahogados y squirts simultáneos al orgasmo.
 

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Ramon86

Virgen
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Muy buen relato mi linda y eres muy hermosa me gustaría ver mas fotos tuya si quieres escribe al privado

Capitulo 1

Hola, me llamo Hanna y mi historia inicia a mis 10 años de edad, cuando tuve mi primer contacto con el sexo.

En medio de la noche, desperté con sed, supuse que era bien entrada la noche, todo estaba oscuro y todos en la casa dormían o eso pensé en ese momento, Salí de mi habitación a buscar de la cocina, pero los ruidos que provenían de la habitación de mis padres llamaron mi atención, por lo cual me detuve, coloqué mi oído contra la puerta y me dispuse a poner atención.

Parecía una lucha frenética, se escuchaban suspiros y quejidos parecidos a cuando una persona sufre dolor o hace ejercicio a un ritmo alto, todo esto me llevo a mirar por la cerradura del cuarto de mis padres, cosa que había hecho en el pasado pero para verlos discutir o planear salidas de fin de semana, pero lo que mis ojos alcanzaron a distinguir en la penumbra cambio mi vida, termino con mi niñez y abrió mis ojos frente al sexo, desde ese día jamás volví a ver a mis padres como las personas que me criaron y ejercían autoridad en mi corta vida.

Mis padres estaban totalmente desnudos y mi madre estaba sobre mi padre, brincando con mucha fuerza, desde donde yo estaba, podía observar las grandes y morenas nalgas de ella rebotar cada vez que chocaba contra mi padre, su cabello estaba recogido en una cola de caballo y por su espalda bajaban gotas de sudor, mientras los quejidos no disminuían, no sabía quién de los dos se quejaba más.

Por alguna razón que en ese momento no entendía, mi cuerpo reacciono de una forma que jamás había experimentado, sentía muchas cosquillas recorrer mi cuerpo y como mi chochito comenzaba a mojarse, mientras dentro de la habitación mi madre giraba sobre si misma e iniciaba a brincar nuevamente mientras decía “te voy a sacar la leche papi”, he iniciaba de nuevo a brincar, ahora podía ver sus senos bajar y subir a un gran ritmo, mi padre se los masajeaba en ocasiones, mientras por instinto tal vez, yo me pasaba la mano por mi vagina por encima de mi pantalón de pijama, sentía como me mojaba cada vez más, sentía muchas ganas de orinar y de quejarme como lo hacían mis padres.

De pronto me nuble por una ola eléctrica que me hizo caer de rodillas en el suelo mientras mi cuerpo convulsionaba sin control, mis gemidos se fundieron con los de mis padres y moje mis pantis, mi pijama y sentía correr mis jugos por las piernas, tarde unos segundos en poder recuperar el aliento y alejarme de allí en un mar de lágrimas, lloraba por muchas emociones encontradas en mí, mis padres por que hacían esas cosas, sentía repulsión por ellos y culpa por mi comportamiento, miedo de ser descubierta por haberme orinado encima y pena de que alguien me hubiese escuchado hacer ese tipo de ruidos, cambie mi ropa interior, mi pijama y logre dormir.



Desperté antes de que sonara mi despertador y lo primero que vino a mi mente fue ver a mi madre brincar desnuda sobre mi padre, comencé a sentir de nuevo cosquillas y como se mojaba mi vagina, corrí al baño pensando que el agua me refrescaría y sacaría esas imágenes de mi cabeza.

Abrí la ducha mojando mis senos que ya atraían miradas por su tamaño, pero estaban muy sensibles, mis pezones estaban hinchados, sentía como el estimularlos con el agua me ponía muy caliente, comencé a bajar la ducha por mi cintura hasta llegar a mi vagina, los chorros a presión de agua que expulsaba la ducha me hacían sentir sensaciones muy placenteras al rozar mi clítoris, empecé a gemir, con mis ojos cerrados imaginaba que yo era la que brincaba con violencia sobre mi padre y en cuestión de segundos de nuevo me nublaba el placer y queda sin aliento sobre el suelo del baño.

En la tarde luego del colegio logré aclarar muchas dudas sobre lo que sucedía con mi cuerpo, comprendí que lo que vi a mis padres hacer es normal en las parejas que se aman, internet me aclaro que ya había experimentado dos orgasmos y no me había orinado como creí al inicio, había eyaculado en un squirt, pero internet contiene mucha información así que de pasar de página en página encontré algo llamado relatos eróticos y en especial como padre e hijas experimentaban el sexo de manera consensuada.

Aun hoy en día recuerdo vivamente como mis padres follaron aquella noche, en mis sueños yo me convertía en mi madre y follaba como una loba en celo con mi padre, despertaba con mis pantaletas muy mojadas y siempre terminada introduciéndome dos o tres dedos en mi vagina y frotando mi clítoris, fui conociendo mi cuerpo y lograba sacarme tres o cuatro orgasmos, razón por la cual inicié a colocar toallas sobre la cama, debajo de mi cola para no mojar la cama y no ser descubierta.

Pasaban los días, siempre estaba alerta en las noches a ver si mis padres follaban, pero no sucedía, parecía que la llama de la pasión se hubiese apagado, fue hay en una de tan incontables noches, en mi guardia espía tras la puerta de la habitación matrimonial que pude ver a mi madre masturbarse mientras mi padre dormía plácidamente, inicio como lo hacía yo, tocándose suavemente los senos, pasando sus delicadas manos sobre su cuerpo cubierto por su fina pijama de seda que constaba de playera de tirantas hasta el inicio de sus gruesos muslos, en ese momento la falda estaba en su pequeña cintura la cual no aparentaba ser de una mujer que ha dado a luz dos hijos, con la agilidad de una hermosa mujer madura se desprendió de la pijama y de su tanga.

Ver la vagina de mi madre fue algo muy sensual para mí, con el bello recortado con forma de triángulo cuyo extremo inferior terminaba donde salía rosado e hinchado su clítoris, dando paso a unos labios que apartaba con sus dedos para introducir tres dedos, que luego de tocar su húmedo interior, salían brillantes por sus flujos con dirección a su boca, acción que repitió varias veces, luego se inclinó y extrajo de su mesa un objeto con forma de pene de color violeta, muy grueso y con venas muy resaltadas en él y sin más preámbulos, lo lleno de saliva y este gran objeto de unos 22 cm se perdió en la vagina más hermosa que había visto en mi vida.

El ritmo al que mi madre se penetraba con su verga de plástico era asombroso, el ruido de su vagina totalmente humedecida era muy morboso así que sin pensarlo dos veces inicie a masturbarme al mismo ritmo de mi madre, la diferencia es que yo solo tenía mis cuatro dedos para estimularme, mientras mi madre por la cara de placer que hacia estaba llena de verga, mi padre ni por enterado se daba que su mujer y su hija se masturbaban a muy poco distancia al mismo ritmo y llegaban entre suspiros ahogados y squirts simultáneos al orgasmo.
 

RADIACTIVO88

Veterano
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Muy buen relato, esperamos la continuación y mas fotos por favor. Gracias.
 
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