Gang bang con su Hijo y sus Sobrinos

heranlu

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Mentiría si dijera que nunca pensé en follar con mi hijo. De hecho siempre ha sido una de mis fantasías. Lo que nunca pensé es que lo haría con él voy con los hijos de mi hermano al mismo tiempo.

Todo sucedió en la casa de la playa. Mi hijo cumplía 18 años y salió con sus primos, de 19 y 21. Llegaron ya de madrugada y yo los esperaba despierta en el balcón debido al calor. Habían bebido un poco y venían comentando sin cortarse que no habían podido ligar y que se habían quedado con ganas de follar, sobre todo mi hijo que era virgen todavía, aunque yo no lo sabía

El mayor de mis sobrinos dijo, medio en broma medio en serio, que allí había una madura interesante refiriéndose, lógicamente a mí. El alcohol, o quizás el deseo, hizo que mi hijo me dijera que qué pensaba del incesto. Yo le respondí que era algo que podía estar bien si luego no iba a provocar comeduras de cabeza.

Mis sobrinos dijeron que a ellos no se las iba a provocar y yo les invité a pasar al dormitorio. Entonces le pregunté a mi hijo qué pensaba hacer y su respuesta fue contundente: voy a follarte

Entramos en el dormitorio y entre los tres me desnudaron, quitándose ellos también la ropa. Yo no podía apartar la vista de la enorme erección que presentaba la polla de mi hijo. Me arrodillé y los invité a ponerse en círculo alrededor mis y comencé a mamarles la polla a los tres. Tengo que decir que la dotación de todos me sorprendió, como también los espesos chorros de semen caliente con que llenaron mi boca, mi cara y mis tetas correspondiendo a mis mamadas. La leche de mi hijo quise recibirla en la boca y tragármela, lo que lo excitó muchísimo

Por ello, y jaleado por sus primos, se lanzó a hacerme una comida de coño. Su inexperiencia se compensaba con su ardor y con el morbo y me corrí rápidamente en su boca. Mi sobrino mayor lo apartó y me penetró vaginalmente mientras que su hermano empezaba a lubricarme el culo con saliva para penetrarme analmente. Cuando los dos estaban dentro y yo gemia como una loca mi hijo comenzó va abofetearme y decirme que le encantaba lo zorra que soy.

Sus primos se corrieron dentro de mí primero el que me penetró vaginalmente y luego el que estaba reventando mi culo. Con la leche de su primo aún en mi vagina, mi hijo me penetró y me echó uno de los mejores polvos de mi vida, corriéndonos los dos al mismo tiempo

Mis sobrinos mientras habían buscado unas cuerdas y me amarraron a la cama de piernas y brazos. Con pinzas de la ropa comenzaron a torturar mis pezones. Mientras mi hijo, al que no había visto fumar nunca, fumaba un cigarrillo y me echaba la ceniza encima. Me vendaron los ojos y me hicieron jugar a adivinar de quien era cada polla que me metían en la boca y de quien era la leche que me tragaba. Tengo que decir que no adiviné ninguna vez, pero si que disfrute mucho. Y más cuando mis sobrinos comenzaron a comerme el coño los dos, llevándome a una tercera corrida que me dejó exhausta a mí y a ellos también pero con ganas de repetir
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Sé que habrá quien le parezca mal, pero yo creo que el sexo entre padres e hijos puede ser divertido y placentero. Desde que mi hijo cumplió 18 años yo tenía ganas de catarlo pero no sabía cómo planteárselo. Su mejor amigo, un par de años mayor que él y con él que me he acostado varias veces, sabía de esa fantasía mía.

Hace unas semanas me llamó y me contó que en un local de otro amigo que ya no funcionaba como comercio habían construido un glory hole "casero" y que habían invitado a mi hijo a una sesión donde estarían cinco chicos y cuatro chicas, que faltaba una boca dispuesta a mamar y que si me apuntaba él se encargaba que por el agujero ante el que yo me arrodillaría saldría la polla de mi hijo.

Así que el día previsto fui y entré con las cuatro chicas por un sitio diferente a los chicos. A todas las conocía de haber ido por casa, pero por su actitud noté que no les daba corte verme allí y que estaban al tanto de lo que iba a suceder.

Enseguida desde el otro lado del tabique, construido con planchas de madera y que presentaba cinco orificios para que los tíos pasaran polla y huevos, una voz que era la del amigo de mi hijo que frecuenta mi cama nos dijo que eligiéramos sitio. Entre risas que demostraban que estaban al tanto de lo planeado las chicas me indicaron un agujero ante el que me arrodillé. Pronto apareció una gran verga todavía no erecta. Me quedé sorprendida del tamaño aunque por experiencia sé que los chicos delgaditos y bajitos como mi hijo suelen tener la polla grande.

Me la metí en la boca y empezó a crecer y yo a chupar como no lo había hecho nunca posiblemente. Del otro lado del tabique se escuchaban gemidos y también como mi hijo decía "chupa, puta, chupa", lo que me puso a cien. Las demás chicas también estaban haciendo disfrutar a los chicos. A los pocos minutos la que estaba a mi lado recibió un gran chorro de leche en la cara. Instantes después mi hijo descargó sus huevos en mi boca y me tragué toda su leche, muy abundante. Escuché como decía "toma merienda, zorra".

Saboreando todavía el semen me fui a casa. Al rato llegó mi hijo con cara de satisfecho, le pregunté que de donde venía y me dijo que de estar con sus amigos. Yo seguía caliente y no me pude contener y le pregunté qué tal el glory hole. Se quedó un poco cortado y me preguntó cómo lo sabía y le dije que porque yo fui una de las que mamaron. Me preguntó que en qué agujero y le contesté "te la he chupado a ti".

Yo no esperaba que su reacción fuera decirme, "pues ya que me la has chupado y tragado mi leche y tengo más ganas voy a follarte". Tengo 40 años y tengo buen físico y eso, como me dijo, le excitaba. Fuimos al dormitorio y nos desnudamos. Mi coño estaba muy húmedo y él se empalmó rápido y me la clavó hasta el fondo mientras me decía puta y zorra, corriéndose a los pocos minutos dentro de mí.
 
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