Hoy va para hacer un año de la noche más loca que pueda recordar, yo por aquel entonces ya hab�*a perdido toda esperanza de disfrutar del cuerpo de aquella chica, la chica más bonita que jamás he conocido.
Ella era en palabras de casi todos los t�*os que pasaban por la tienda: una visión celestial, y a fe que yo también lo pienso, 1″70, 52 kilitos, pelirroja con larga y rizada melena, ojos grandes color miel, una boquita de fresa que cada vez que hablaba se te derret�*a el alma, y por supuesto un cuerpo de ensueño, unas maravillosas tetitas talla 95 que desafiaban a la ley de la gravedad y un culito que te entraban ganas de agarrarlo cada vez que lo ve�*as, y por si esto no fuese suficiente era dulce y simpática sin esfuerzo alguno.
Os diré que esta chica estuvo conmigo trabajando durante 10 meses y que por motivos que ahora no vienen al caso dejo de hacerlo, yo la hab�*a perdido el rastro completamente hasta que una tarde del mes de Febrero apareció por la puerta de la tienda, sonriente, alegre, jovial y muy hermosa, pero rápidamente me di cuenta en cuanto empezamos a charlar de que algo hab�*a cambiado en ella, aparte de su vestimenta que no era la que acostumbraba, mallas muy ceñidas que le marcaban por completo el chochito y un jersey muy ajustado que dejaba ver que no llevaba sujetador al marcársele los pezones, después de un ratito de charla banal, decid�* probar suerte e invitarla a que después de cerrar yo la tienda nos fuésemos a tomar unas copas, ella acepto e incluso me dijo que si quer�*a pod�*amos ir a cenar, que hoy me aceptaba la invitación que tantas veces la hab�*a hecho.
As�* que después de cerrar la lleve a un restaurante de un amigo m�*o con el fin de intentar abordarla en algún lugar apartado e intimo que nos pudiese facilitar, la cena transcurrió muy agradablemente, yo no dejaba de perderme en sus ojos y apreciar que sus tetas cada vez se marcaban mas en su jersey, y por si no fuese bastante debido al calor que nos facilitaba el buen vino que yo no dejaba de servirla se lo quito y se quedo con una camisetita de tirantes escotada que termino de ponerme a cien.
As�* pues no pod�*a dejarla escapar, con lo cual y debido a que depend�*a totalmente de m�* para volver a su casa, ya que no hab�*a autobuses que pudiese coger a esa hora decid�* ir a tomar unas copas a un garito cercano, entre el vino y los cubatas que consegu�* hacerla beber, su estado de embriaguez era bastante considerable con lo cual decid�* llamar a su madre y decirle que hoy su hija se quedaba a dormir en mi casa, que se nos hab�*a hecho tarde y que yo hab�*a bebido y no pod�*a conducir, su madre accedió gustosa, siempre me considero el mejor partido para su hija, as�* que después de tomar unos 3 cubatas nos metimos en mi coche.
Fue entonces cuando por fin sucedió, no hab�*amos avanzado mas que un par de kilómetros cuando se quito el jersey y la camiseta y con las tetas al aire me miro y me dijo: ¿te gustan?¿quieres tocarlas? Y antes de que yo dijese nada se abalanzo sobre m�* y me desabrocho el pantalón agarro mi polla que por entonces ya hab�*a alcanzado un buen grado de esplendor y se puso a mamarla, busque un lugar donde aparcar y detuve el coche, mi polla desaparec�*a dentro de su boca casi por completo me estaba haciendo la mejor mamada que me hicieran jamás, estaba a punto de correrme cuando levanto la cabeza y mirándome se quito las mallas y el tanguita negro que llevaba y se subió encima de mi, con un movimiento casi perfecto se acoplo mi polla en su coñito húmedo y depilado y comenzó a moverse arriba y abajo, yo saboreaba sus tetas las chupaba como si fuese a alimentarme de ellas y el placer que experimentaba era inmenso, fue entonces cuando por fin me corr�* por completo en su interior y al momento lo hizo ella también, entonces decid�* que ya era hora de tomar yo las riendas, recline los asientos todo cuanto pude y colocándola a cuatro patas le met�* dos dedos en su culito, estaba apretado, se dir�*a que por all�* aún era virgen, y cuando mi polla estuvo recuperada se la coloque en la abertura y con un fuerte golpe se la introduje, el alarido fue considerable ella jadeaba y gritaba mi nombre una y otra vez, mientras me ped�*a que volviera a follarmela por el chochito, no se cuanto tiempo estuvimos as�*, se que fue mucho por que cuando llegamos a mi casa ya casi eran las cuatro
de la mañana, la tumbe en la cama ya que después de hacerlo se quedo dormida en el coche, y al tumbarla se despertó se agarro a mi cintura y me saco la polla de nuevo, se puso a mamarla y de nuevo estaba empalmado, la recline en la cama y la desnude la abr�* las piernas y comencé a saborear los jugos calientes de su conejito, mi lengua se mov�*a hasta alcanzar su completo éxtasis, y de nuevo la penetre, ahora suavemente, con dulzura para que disfrutara del momento igual que yo, estuvimos casi dos horas mas haciéndolo y después estuve besándola por todo su cuerpo dulcemente hasta que llego la hora de irme a trabajar, me di una ducha y sal�* de casa dejando a la chica de mis sueños en mi cama, cuando regrese por la noche ella ya no estaba y tan solo hab�*a una nota encima de mi cama: Gracias y hasta siempre.
Casi a pasado un año desde entonces y no la he vuelto a ver, llame a su madre y me dijo que estaba trabajando fuera de Madrid, y que la dar�*a el recado, pero ella no llama y empiezo a creer que igual todo aquello no fue mas que un sueño.
Ella era en palabras de casi todos los t�*os que pasaban por la tienda: una visión celestial, y a fe que yo también lo pienso, 1″70, 52 kilitos, pelirroja con larga y rizada melena, ojos grandes color miel, una boquita de fresa que cada vez que hablaba se te derret�*a el alma, y por supuesto un cuerpo de ensueño, unas maravillosas tetitas talla 95 que desafiaban a la ley de la gravedad y un culito que te entraban ganas de agarrarlo cada vez que lo ve�*as, y por si esto no fuese suficiente era dulce y simpática sin esfuerzo alguno.
Os diré que esta chica estuvo conmigo trabajando durante 10 meses y que por motivos que ahora no vienen al caso dejo de hacerlo, yo la hab�*a perdido el rastro completamente hasta que una tarde del mes de Febrero apareció por la puerta de la tienda, sonriente, alegre, jovial y muy hermosa, pero rápidamente me di cuenta en cuanto empezamos a charlar de que algo hab�*a cambiado en ella, aparte de su vestimenta que no era la que acostumbraba, mallas muy ceñidas que le marcaban por completo el chochito y un jersey muy ajustado que dejaba ver que no llevaba sujetador al marcársele los pezones, después de un ratito de charla banal, decid�* probar suerte e invitarla a que después de cerrar yo la tienda nos fuésemos a tomar unas copas, ella acepto e incluso me dijo que si quer�*a pod�*amos ir a cenar, que hoy me aceptaba la invitación que tantas veces la hab�*a hecho.
As�* que después de cerrar la lleve a un restaurante de un amigo m�*o con el fin de intentar abordarla en algún lugar apartado e intimo que nos pudiese facilitar, la cena transcurrió muy agradablemente, yo no dejaba de perderme en sus ojos y apreciar que sus tetas cada vez se marcaban mas en su jersey, y por si no fuese bastante debido al calor que nos facilitaba el buen vino que yo no dejaba de servirla se lo quito y se quedo con una camisetita de tirantes escotada que termino de ponerme a cien.
As�* pues no pod�*a dejarla escapar, con lo cual y debido a que depend�*a totalmente de m�* para volver a su casa, ya que no hab�*a autobuses que pudiese coger a esa hora decid�* ir a tomar unas copas a un garito cercano, entre el vino y los cubatas que consegu�* hacerla beber, su estado de embriaguez era bastante considerable con lo cual decid�* llamar a su madre y decirle que hoy su hija se quedaba a dormir en mi casa, que se nos hab�*a hecho tarde y que yo hab�*a bebido y no pod�*a conducir, su madre accedió gustosa, siempre me considero el mejor partido para su hija, as�* que después de tomar unos 3 cubatas nos metimos en mi coche.
Fue entonces cuando por fin sucedió, no hab�*amos avanzado mas que un par de kilómetros cuando se quito el jersey y la camiseta y con las tetas al aire me miro y me dijo: ¿te gustan?¿quieres tocarlas? Y antes de que yo dijese nada se abalanzo sobre m�* y me desabrocho el pantalón agarro mi polla que por entonces ya hab�*a alcanzado un buen grado de esplendor y se puso a mamarla, busque un lugar donde aparcar y detuve el coche, mi polla desaparec�*a dentro de su boca casi por completo me estaba haciendo la mejor mamada que me hicieran jamás, estaba a punto de correrme cuando levanto la cabeza y mirándome se quito las mallas y el tanguita negro que llevaba y se subió encima de mi, con un movimiento casi perfecto se acoplo mi polla en su coñito húmedo y depilado y comenzó a moverse arriba y abajo, yo saboreaba sus tetas las chupaba como si fuese a alimentarme de ellas y el placer que experimentaba era inmenso, fue entonces cuando por fin me corr�* por completo en su interior y al momento lo hizo ella también, entonces decid�* que ya era hora de tomar yo las riendas, recline los asientos todo cuanto pude y colocándola a cuatro patas le met�* dos dedos en su culito, estaba apretado, se dir�*a que por all�* aún era virgen, y cuando mi polla estuvo recuperada se la coloque en la abertura y con un fuerte golpe se la introduje, el alarido fue considerable ella jadeaba y gritaba mi nombre una y otra vez, mientras me ped�*a que volviera a follarmela por el chochito, no se cuanto tiempo estuvimos as�*, se que fue mucho por que cuando llegamos a mi casa ya casi eran las cuatro
de la mañana, la tumbe en la cama ya que después de hacerlo se quedo dormida en el coche, y al tumbarla se despertó se agarro a mi cintura y me saco la polla de nuevo, se puso a mamarla y de nuevo estaba empalmado, la recline en la cama y la desnude la abr�* las piernas y comencé a saborear los jugos calientes de su conejito, mi lengua se mov�*a hasta alcanzar su completo éxtasis, y de nuevo la penetre, ahora suavemente, con dulzura para que disfrutara del momento igual que yo, estuvimos casi dos horas mas haciéndolo y después estuve besándola por todo su cuerpo dulcemente hasta que llego la hora de irme a trabajar, me di una ducha y sal�* de casa dejando a la chica de mis sueños en mi cama, cuando regrese por la noche ella ya no estaba y tan solo hab�*a una nota encima de mi cama: Gracias y hasta siempre.
Casi a pasado un año desde entonces y no la he vuelto a ver, llame a su madre y me dijo que estaba trabajando fuera de Madrid, y que la dar�*a el recado, pero ella no llama y empiezo a creer que igual todo aquello no fue mas que un sueño.