Follando en el baño de la uni

Amarantita

Virgen
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Nov 20, 2009
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Estaba claro, no habÃ*a otra salida posible a todo esto, llevábamos demasiado tiempo alargando algo que todo el mundo sabÃ*a que iba a pasar, nos gustábamos, saltaban chispas solo con mirarnos y un dÃ*a, cuando nos quedamos solos en la universidad a las ocho de la tarde después de un duro dÃ*a de estudio en la biblioteca, nos miramos y supimos que era entonces, era el momento... me agarró la cabeza y con un movimiento brusco y preciso acercó sus labios a los mÃ*os, empezamos a besarnos, pero los dos sabÃ*amos que esto no podÃ*a terminar asÃ*. Notaba su lengua en mi boca, abrÃ*endose cada vez más, buscando entre mis dientes, entre mi lengua, entre mi paladar algo que nunca llegaba a encontrar. Cada vez Ã*bamos cediendo más a nuestros impulsos. Ahora las manos jugaban con las ropas del otro. Mi camiseta ya no tapaba mis riñones, mi estómago ni mis pechos, si no que estaba arremangada, recogida casi a la altura de los brazos. AhÃ* fue cuando supe que no habÃ*a nada que hacer, que esto era asÃ* y que llevábamos mucho tiempo queriendo que asÃ* fuera, asÃ* que... me dejé llevar. Y de dejarme llevar, acabamos en el baño de los tÃ*os de la segunda planta, ahÃ* va poca gente, sobretodo después de que han acabado las clases...

A partir de ahÃ* la situación se descontroló. A mi no me importaba que estuviéramos en el baño de la universidad, ni que entrara alguien de improviso. Era poco probable, además, tampoco nos verÃ*an aunque, eso si, seguro que nos escuchaban, porque yo no era capaz de reprimir mis gemidos, cada vez me sentÃ*a más excitada, ya no tenÃ*a camiseta y el sujetador solo me molestaba, cuando me lo quitó ya estaba lista para agacharme, recorriendo su torso con la lengua, me paré en su ombligo, saboreándo su sabor, anticipando lo que vendrÃ*a. Poco a poco fui bajando, con la lengua ansiosa por llegar a su polla. Y por fin llegué. RecorrÃ* lentamente su gran miembro, erecto y enorme, de arriba a abajo, saboreandolo y reteniendo en mi boca el olor que desprendÃ*a. Al metérmelo entero sentÃ* como si me ahogara, como si sus grandes huevos inundaran mi garganta, pero seguÃ* metiendolo y sacándolo de mi boca con la misma fuerza porque me gustaba la sensacion de estar en sus manos. Él me agarraba la cabeza con fuerza, con tanta fuerza como la excitación que sentÃ*a, y yo solo podÃ*a meterme y sacarme su polla de la boca, cada vez con más saliva, cada vez más jugosa, cada vez más preparada para entrar en mi coño.

Yo estaba impaciente, me llevaba las manos a las bragas, pero aún llevaba los pantalones puestos. Él se dió cuenta y no tardó nada en quitármelos, también las bragas y entonces ... fue mi momento. Mi clÃ*toris parecÃ*a estar gritando. Estaba grande, húmedo y ansioso, querÃ*a movimiento. AsÃ* que él bajó la tapa y me sentó en el vater, abrió mis piernas, yo podÃ*a tocar las paredes con los pies, y sin pensarlo dos veces comenzó a chupar y morder mi clÃ*toris sin dilación. Me dolÃ*a, estaba muy exitada y sus pequeños mordiscos me taladraban entera, pero me encantaba, querÃ*a más! y él no podÃ*a parar. Chupaba y chupaba, succionando no solo mi clÃ*toris,también mis labios por donde salÃ*a una gran cantidad de flujo. Yo no podia más, querÃ*a correrme en su cara, pero necesitaba algo dentro de mi. Él lo entendÃ*a, pero el muy cabrón no querÃ*a que me corriera todavÃ*a, no aún no, es pronto, guapita, todavÃ*a tienes que disfrutar más. AsÃ* que ahÃ* seguÃ*a, haciéndome gozar. Cuando creÃ*a que no podrÃ*a correrme, empezó a tocarme con las manos, primero con un dedo, parecÃ*a que nunca me lo meterÃ*a, pero en cinco segundos ya lo tenÃ*a dentro, entrando y saliendo, entrando y saliendo. Pero eso era muy poco para mi, necesitaba más. Mi coño estaba ansioso de más... Él lo entendió perfectamente... un dedo entraba y salÃ*a sin preocupación, asÃ* que empezó con dos y casi inmediatamente con tres. Yo ya no sabÃ*a que me estaba haciendo, ni cuantos dedos tenÃ*a dentro. Notaba como me llenaba el coño con su mano mientras su lengua no paraba de moverse en mi clÃ*toris, asÃ* que me deje llevar, le apreté la cabeza contra mi coño y esperé. El orgasmo llegó al instante. Cuando su boca entera succionaba mi sexo y su mano estaba atrapada dentro de mi, yo me corrÃ* como nunca lo habia hecho. Él estaba de rodillas, en el suelo, frenando mis sacudidas y moviendose cada vez más rápido hasta que ninguno pudo más.

Yo ya habÃ*a tenido un orgasmo, pero seguÃ*a igual de excitada, necesitaba más. Necesitaba sentirle dentro de mi. AsÃ* que en esa misma posición, yo sentada en el vater y el medio arrodillado, me la metió de una vez. No hizo falta nada, yo estaba chorreando, podrÃ*a haber entrado cualquier polla. Y la suya estaba ahÃ*, enorme, brillante, venosa... uuummmhh, solo querÃ*a tenerla dentro. Al principio iba despacio, pero cada vez estaba más cachondo y no podÃ*a parar, aumentaba el ritmo, parecÃ*a que todo iba a acabar, pero entonces, disminuÃ*a el ritmo y hacÃ*a que yo le pidiera más a gritos. Cuando ya tenÃ*a otro orgasmo casi por llegar, decidÃ* que era el momento de manejar la situación. Me desquité y di la vuelta a la situación. Ahora era él el que estaba sentado en el vater. Yo me coloqué encima deseando su polla, pero no iba a ser tan fácil. Me di la vuelta, intenté y probé y tanteé mi culo, querÃ*a ponerle aún más cachondo y sabÃ*a que asÃ* lo conseguirÃ*a. Yo nunca lo habÃ*a hecho por detrás, asÃ* que no estaba dilatado, aún asÃ*, seguÃ*a intentándolo. Él se morÃ*a de gusto, no sabÃ*a que era lo que pretendÃ*a pero le encantaba. Yo no podÃ*a más, asÃ* que opté por metermela en el coño de nuevo, empecé a saltar, arriba abajo, arriba, abajo, haciendo cada vez más largo el recorrido, cayendo cada vez más adentro. Pero él habÃ*a descubierto otra cosa... ahora solo querÃ*a ver mi culo, ver si era capaz de metérmela hasta el final por ahÃ*. Mientras me la clavaba en el coño empezó a mover un dedo bien ensalivado por el culo, cada vez lo iba abriendo más, cada vez lo iba metiendo más. Cuando me di cuenta, ya llevaba dos dedos metidos y un ritmo de mete saca bestial, tanto en el coño como en el culo, yo no podÃ*a más, querÃ*a volver a sentir su cara en mi clÃ*toris para correrme como antes, asÃ* que con me llevé la mano y me masturbé mientras él me llenaba el resto de agujeros. Me corrÃ* como el principio, gritando como una puta en un baño.
Yo ya estaba cansada y bastante satisfecha, pero estaba claro que él no habÃ*a terminado, quedaba lo mejor. Mi culo estaba bastante dilatado, me giro y me puso a cuatro patas sobre el vater. Lo único que hizo fue escupirme en el culo y después me la clavó entera, eso si, a mi no me hacÃ*a falta mucho más, porque ni me dolió, me gustaba y mucho, aunque lo hacÃ*a muy despacio. Cuando vió que yo me dejaba empezó a bombear cada vez más fuerte y para acabar conmigo, me tenÃ*a cogida por el coño, metiéndome el dedo anular cada vez mÃ*s adentro, a la vez que me la clavaba por detrás. AsÃ* estuvo hasta que no pudo más y se salió deprisa. Antes yo agarré su mano e hice que me metiera tres o cuatro dedos a la vez porque me estaba corriendo de nuevo, necesitaba sentirme llena y el culo ya lo tenÃ*a rebosando. Cuando estaba apunto de correrse, me hizo darme la vuelta. QuerÃ*a hacerlo por delante, viéndome la cara, y yo le ayudé con mi lengua. Sus gotas de semen cayeron por mis tetas y mi cuello, yo sentada en el vater y el de pie en el baño de la universidad, yo con el culo y el coño destrozado de tanta polla y él con la polla rota de tanto follar.
 
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