Folderty

jofrecrema

Virgen
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Nov 8, 2009
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Me llamo Carlos, tengo 30 años y estoy casado.
Una de mis mayores obsesiones es mi cuñada la hermana de mi mujer. Tiene 27 años, un culo perfecto y unas tetas respingonas. Me tiene muy obsesionado, y tengo unas ganas tremendas de follármela, pero de momento tengo que contentarme con hacerme pajas pensando en ella , y más todavÃ*a desde este verano pasado.
Como cada año vamos a pasar parte de las vacaciones a una casa que tienen mis suegros en la costa cerca de la playa. Y este año coincidimos una semana con mi cuñada y su marido. Ya os podéis imaginar la situación; allÃ* estamos todo el dÃ*a en bañador, ya que tenemos una piscina, y mi mujer y mi cuñada van con minúsculos bikinis e incluso ellas se suben a la terraza de arriba de la casa para tomar el sol en pelotas.
AsÃ* es que mi cuñado y yo vamos todo el dÃ*a con un calentito subido,e incluso he visto cómo más de una ocasión a mi cuñado se le iban los ojos -y la polla- detrás de mi mujer.
Conforme iban pasando los dÃ*as de esa semana yo iba tomándome más libertades y confianzas con mi cuñada y ella me seguÃ*a el juego, por lo que yo pensaba que al final llegarÃ*amos a algo, y por eso esperaba cualquier oportunidad para atacar.
Esa oportunidad llegó una mañana que fuimos a la playa, y mi cuñado se quedó en casa, mi mujer y su madre se fueron a una peluquerÃ*a y yo me quedé en la playa con mi suegro y mi cuñada. Para postre mi suegro se fue al espigón de la playa a ver a los pescadores. Estuvimos un rato hablando tumbados en la arena, pero yo tenÃ*a las gafas de sol puestas y no dejaba de mirarle descaradamente el culo y las tetas. Entonces se pusieron cerca nuestro una pareja de chicas a las que me quedé mirando porque la verdad es que estaban muy buenas, y mi cuñada me dijo que tuviera cuidado que se me iban a salir los ojos de las gafas, y luego me preguntó si me habÃ*an gustado, a lo cual respondÃ* con una sonrisa picaresca y le dije que estaban muy bien.
Entonces fue cuando me preguntó: Y yo, ¿cómo estoy?. Mi respuesta fue al grano: Estás para echarte un polvo.
Ella se quedó parada, y yo más , no sabÃ*a cómo le habÃ*a podido decir eso; me levanté y me metÃ* en el agua pensando en las repercusiones de lo que le habÃ*a dicho. Desde el agua la miraba a ella y ella me miraba, hasta que se levantó y se metió en el agua y me preguntó que por qué me habÃ*a ido de repente, le dije que es que me habÃ*a pasado un poco. Ella me contestó que no pasaba nada que ella me habÃ*a preguntado algo y que yo le habÃ*a respondido, y que le habÃ*a gustado la respuesta y que eso iba a quedar entre nosotros dos. Entonces me sinceré y le dije que ella me ponÃ*a a cien . Por la expresión de su cara notaba que aquello que le decÃ*a le gustaba, asÃ* es que decidÃ* ir a por más.
Le cogÃ* con las dos manos por el culo y la apreté contra mÃ*. Ella me dijo que si me habÃ*a vuelto loco que nos podÃ*an ver, pero yo no le hice caso y la cogÃ*a con más fuerza, y nos empezamos a besar, yo la apretaba con fuerza contra mi polla, y la saqué del bañador para que ella la notase aún más.
Le eché la braga del bikini a un lado y le fui a meter la polla, pero ella se separó de golpe y me dijo que no, que estábamos en un sitio que nos podÃ*a ver cualquiera.
Yo le dije que me habÃ*a puesto a cien y que no podÃ*a salir del agua, a lo que ella se sonrió y me cogió la polla y empezó a masturbarme. Me puse detrás de ella a un lado y mientras ella me masturbaba yo le tocaba el culo, y luego le empecé a masturbar a ella, mientras le decÃ*a que querÃ*a follármela de todas las formas posibles.
Pero tuvimos que dejarlo precipitadamente porque vinieron mi suegra y mi mujer, asÃ* que mi cuñada salió primer y al rato salÃ* yo. Después volvimos a casa y le dije a mi cuñada que tenÃ*amos que acabar lo que habÃ*amos empezado, y ella me dijo que tuviera paciencia, pero los hombres para algunas cosas no tenemos paciencia, asÃ* es que me fui a la habitación con la idea de hacerme una paja pensando en mi cuñada, pero cuando llegué a la habitación allÃ* estaba mi mujer cambiándose de ropa y poniéndose el bikini, un bikini que era de su hermana, lo cual ya me acabó de encender del todo, y me lancé sobre ella, que me dijo que me esperase que se quitara el bikini a lo cual yo no le dejé porque aquello me darÃ*a más morbo ya que aquel polvo iba dedicado a mi cuñada.
Empezamos a follar con intensidad, y le dije a mi mujer que la querÃ*a follar por el culo, pero me dijo que no, que no tenÃ*amos tiempo para tanto porque tenÃ*amos que ir a comer. Al momento mi cuñada nos llamó por el pasillo para ir a comer, y mi mujer me dijo que le diera caña para que no se dieran cuenta, asÃ* que la puse a cuatro patas y la follé con fuerza. Mi mujer soltaba unos gemiditos controlados y vi que por debajo de la puerta habÃ*a una sombra que se movÃ*a, imaginé que era mi cuñada que nos habÃ*a llamado y se habÃ*a quedado por allÃ*. Empecé a gemir más alto y hablar más alto controladamente para que mi cuñada nos oyera, poco después descargué toda mi leche en el conejo de mi mujer, y nos fuimos a comer.
Durante unos dÃ*as mi cuñada y yo vivÃ*amos en un entorno de complicidad y coqueterÃ*a sin que llegáramos a más, hasta que una tarde me levanté de la siesta y vi que mis suegros y mi mujer se habÃ*an ido, entonces subÃ* al terrado y encontré la sorpresa, la obsesión de mis fantasÃ*as sexuales estaba allÃ* follando con su marido. Ella estaba sobre él cabalgándolo. Cuando ella me vio me sonrió, y empezó a actuar para mÃ*. Mientras follaba se acariciaba las tetas y se masturbaba, yo medio escondido no paraba de mirar y hacerme una paja, su marido no pudo aguantar aquella cabalgada y se corrió, entonces ella le puso el coño en la boca, y entre la lengua de su cuñado y sus dedos se corrió mirándome fijamente a la cara. Dio un suspiro y le dijo a su marido que iba al lavabo yo me fui rápidamente para abajo y me metÃ* en la casa y ella entró después, se fue directamente a por mÃ*, se puso de rodillas y empezó a chupármela. Yo estaba alucinando pensando que se cumplirÃ*an todas mis fantasÃ*as, noté que me iba a correr asÃ* que se la saqué de la boca y le dije que querÃ*a follarla, pero me dijo que no que no habÃ*a tiempo para eso y que no tenÃ*amos preservativos, con lo que siguió mamándomela y masturbándome, pero le cogÃ* la cabeza y empecé a follármela por la boca, noté cómo la leche me subÃ*a con fuerza y le dije que me corrÃ*a. Ella intentó sacar la polla de su boca pero yo no le dejé y eso fue lo que hice. Empecé a descargar mi leche en su boca mientras veÃ*a cómo ella cerraba los ojos y tragaba con cierto asco, fue una corrida sensacional y ella seguÃ*a chupándome la polla, pero ahora con más suavidad.
Se levantó y con restos de semen aún por la boca me preguntó si me habÃ*a gustado, a lo que le dije que habÃ*a sido fantástico. Me dijo que tenÃ*amos que repetirlo con más tiempo y más tranquilidad.
Han pasado cuatro meses de aquello, y aun ansÃ*o el momento de encontrarme a solas con esa magnifica hembra.
 
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