suesclavaana
Virgen
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[FONT="]Experiencia Bondage[/FONT]
[FONT="]Experiencia 1: Mi hermanita[/FONT]
[FONT="]Mis relatos son 100% reales. [/FONT]
[FONT="]A mi me encanta el bondage, much�*simo, lo práctico desde los 15 años, y recuerdo como un d�*a todo cambio para mi cuando lo practicaba.[/FONT]
[FONT="]Estaba inquieta, trataba de moverme, sobre mis rodillas [/FONT][FONT="]conteniendo a duras penas un furioso gruñido de dolor mientras miraba por enésima vez hacia la puerta del trastero. Ningún ruido. ¿Dónde se hab�*a metido Rebeca? ¡Ya hab�*a transcurrido de sobra el tiempo acordado, estaba segura de ello! Un nuevo hilo de saliva resbaló desde mi amordazada boca hasta el fr�*o suelo de baldosa tras hacer una breve escala en mis rotundos pechos, desafiantemente empujados hacia delante por las crueles ligaduras que manten�*an mis brazos atados en paralelo detrás de mi espalda, obligándome a arquearme de forma dolorosa.
[/FONT]
[FONT="]Aunque para dolor, el que sent�*a en mi boca, cabello y rodillas. Me hallaba completamente desnuda, apoyada en precario equilibrio sobre las rodillas, atada de pies y manos con múltiples rollos de cuerda que mord�*an con crueldad mi delicada piel de adolescente. Llevaba el cabello, negro, liso y extraordinariamente largo, recogido en una prieta y tirante cola de caballo, lo que hab�*a sido aprovechado para atarlo a una argolla del techo mediante una tensa cuerda que me manten�*a eficazmente inmovilizada en el sitio sin permitirme descansar sentándome sobre las posaderas. Para mayor brutalidad, tampoco pod�*a apoyar los pies y repartir un poco el peso: un fino cordel un�*a mis dedos gordos con las muñecas, pegándome los talones al culo. Y, para rematar, la enorme mordaza de bola que tenia metida en la boca, además de obligarla a babear sin control, estaba a punto de dislocarme la mand�*bula. ¡Cuando Rebeca viniera a desatarme se iba a enterar de lo que era bueno! ¡Hab�*a dicho media hora no tres d�*as![/FONT]
[FONT="]
Suspire de resignación que solté e hice que un chispazo de placer me recordara que hab�*a sido yo misma la que hab�*a exigido a mi hermanita de 11 años que me atara de aquella manera. Era mi vició, no el de ella, sólo que me ten�*a dominada; para eso era la mayor con 16 recién cumplidos. La fina y prieta cuerda que se hund�*a en mi sexo hab�*a cumplido bien su función, me hab�*a corrido media docena de veces… ¡Pero ahora estaba cansada y quer�*a que me soltaran de una vez! ¡Ya no era divertido![/FONT]
[FONT="]De pronto, un ruido. ¡Por fin! Casi hubiera sonre�*do de no ser porque el apretad�*simo cinturón de cuero clavado en mis carrillos me imped�*a hacer otra cosa que morder la colosal bola embutida dentro de mi boca.[/FONT]
[FONT="]
—¡Mmmhhh! —chillé a través de la mordaza apremiando a mi hermana para que abriera la puerta rápido y me desatara.[/FONT]
[FONT="]
Y entonces sent�* que un l�*quido fr�*o sustitu�*a la sangre que corr�*a por mis venas. Fuera sonaban voces, dos al menos… y una de ellas era grave, masculina. ¡Quien estaba manipulando la entrada del trastero no era Rebeca! Una congoja incontrolable, mezcla de miedo, pudor e indefensión, se apoderó de mi, paralizándome todos mis músculos con aun mayor eficacia que hac�*an mis ligaduras. ¿Y si era mi padre? ¿Cómo iba a explicarle aquello? Y aún peor: ¿y si era el portero, o Rebeca acompañada de cualquier otra persona que la hubiera engatusado? ¡Sólo era una cr�*a! ¿Cómo iba a saber ella lo que quieren hacerles a las adolescentes guapas y bien dotadas como yo? [/FONT]
[FONT="]Aterrorizada intentó desesperadamente soltarme, pero todo era inútil. Estaba muy bien atada, ¿acaso no hab�*a dedicado horas y horas a enseñar a mi hermanita a hacer nudos de primera?
[/FONT]
[FONT="]Y la puerta empezó a abrirse. Trate de desatarme de muchas maneras al ver la puerta casi abierta, la saliva ya ca�*a y se escurr�*a por todo mi cuerpo, mis lagrimas sal�*an sin parar de mis ojos, mis muñecas me dol�*an por las ligaduras incluyendo mi cabello y los dedos de mis pies y la maldita bola de goma, que me causaba un fuerte dolor en la mand�*bula.[/FONT]
[FONT="]Cuando la puerta se abrió por completo solo vi uno o dos flashes, era Rebeca mi hermanita, que me hab�*a tomado una o dos fotograf�*as, con una cámara, que le regalo mi padre, se acerco a mi y me dijo al o�*do " Papá, regreso por unas cosas, ahorita está en su cuarto, le dije que no estabas, as�* que no te preocupes, pero mañana quiero que me lleves a la Quinta, y si no me llevas o me castigas, le enseño las fotos a papa".[/FONT]
[FONT="]Me sent�* completamente dominada por primera vez, y sent�* mucho miedo, lo único que pude hacer es asentir con mi cabeza, y ver con mis ojos con lagrimas, como ella me sonre�*a y me dice "cuando Papá se vaya regresare y te libero" y se fue dejándome ah�*.[/FONT]
[FONT="]Como lo prometió, me libero y trate de descansar un poco, ya que ahora deb�*a cumplir su promesa o su orden.
[/FONT]
[FONT="]Continuara...[/FONT]
[FONT="]Si quieren que lo continúe, déjenme sus comentarios o escr�*banme a mi correo [email protected]., ya que en la Quinta hice otras cositas, y muchas más.[/FONT]
[FONT="]Experiencia 1: Mi hermanita[/FONT]
[FONT="]Mis relatos son 100% reales. [/FONT]
[FONT="]A mi me encanta el bondage, much�*simo, lo práctico desde los 15 años, y recuerdo como un d�*a todo cambio para mi cuando lo practicaba.[/FONT]
[FONT="]Estaba inquieta, trataba de moverme, sobre mis rodillas [/FONT][FONT="]conteniendo a duras penas un furioso gruñido de dolor mientras miraba por enésima vez hacia la puerta del trastero. Ningún ruido. ¿Dónde se hab�*a metido Rebeca? ¡Ya hab�*a transcurrido de sobra el tiempo acordado, estaba segura de ello! Un nuevo hilo de saliva resbaló desde mi amordazada boca hasta el fr�*o suelo de baldosa tras hacer una breve escala en mis rotundos pechos, desafiantemente empujados hacia delante por las crueles ligaduras que manten�*an mis brazos atados en paralelo detrás de mi espalda, obligándome a arquearme de forma dolorosa.
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[FONT="]Aunque para dolor, el que sent�*a en mi boca, cabello y rodillas. Me hallaba completamente desnuda, apoyada en precario equilibrio sobre las rodillas, atada de pies y manos con múltiples rollos de cuerda que mord�*an con crueldad mi delicada piel de adolescente. Llevaba el cabello, negro, liso y extraordinariamente largo, recogido en una prieta y tirante cola de caballo, lo que hab�*a sido aprovechado para atarlo a una argolla del techo mediante una tensa cuerda que me manten�*a eficazmente inmovilizada en el sitio sin permitirme descansar sentándome sobre las posaderas. Para mayor brutalidad, tampoco pod�*a apoyar los pies y repartir un poco el peso: un fino cordel un�*a mis dedos gordos con las muñecas, pegándome los talones al culo. Y, para rematar, la enorme mordaza de bola que tenia metida en la boca, además de obligarla a babear sin control, estaba a punto de dislocarme la mand�*bula. ¡Cuando Rebeca viniera a desatarme se iba a enterar de lo que era bueno! ¡Hab�*a dicho media hora no tres d�*as![/FONT]
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Suspire de resignación que solté e hice que un chispazo de placer me recordara que hab�*a sido yo misma la que hab�*a exigido a mi hermanita de 11 años que me atara de aquella manera. Era mi vició, no el de ella, sólo que me ten�*a dominada; para eso era la mayor con 16 recién cumplidos. La fina y prieta cuerda que se hund�*a en mi sexo hab�*a cumplido bien su función, me hab�*a corrido media docena de veces… ¡Pero ahora estaba cansada y quer�*a que me soltaran de una vez! ¡Ya no era divertido![/FONT]
[FONT="]De pronto, un ruido. ¡Por fin! Casi hubiera sonre�*do de no ser porque el apretad�*simo cinturón de cuero clavado en mis carrillos me imped�*a hacer otra cosa que morder la colosal bola embutida dentro de mi boca.[/FONT]
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—¡Mmmhhh! —chillé a través de la mordaza apremiando a mi hermana para que abriera la puerta rápido y me desatara.[/FONT]
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Y entonces sent�* que un l�*quido fr�*o sustitu�*a la sangre que corr�*a por mis venas. Fuera sonaban voces, dos al menos… y una de ellas era grave, masculina. ¡Quien estaba manipulando la entrada del trastero no era Rebeca! Una congoja incontrolable, mezcla de miedo, pudor e indefensión, se apoderó de mi, paralizándome todos mis músculos con aun mayor eficacia que hac�*an mis ligaduras. ¿Y si era mi padre? ¿Cómo iba a explicarle aquello? Y aún peor: ¿y si era el portero, o Rebeca acompañada de cualquier otra persona que la hubiera engatusado? ¡Sólo era una cr�*a! ¿Cómo iba a saber ella lo que quieren hacerles a las adolescentes guapas y bien dotadas como yo? [/FONT]
[FONT="]Aterrorizada intentó desesperadamente soltarme, pero todo era inútil. Estaba muy bien atada, ¿acaso no hab�*a dedicado horas y horas a enseñar a mi hermanita a hacer nudos de primera?
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[FONT="]Y la puerta empezó a abrirse. Trate de desatarme de muchas maneras al ver la puerta casi abierta, la saliva ya ca�*a y se escurr�*a por todo mi cuerpo, mis lagrimas sal�*an sin parar de mis ojos, mis muñecas me dol�*an por las ligaduras incluyendo mi cabello y los dedos de mis pies y la maldita bola de goma, que me causaba un fuerte dolor en la mand�*bula.[/FONT]
[FONT="]Cuando la puerta se abrió por completo solo vi uno o dos flashes, era Rebeca mi hermanita, que me hab�*a tomado una o dos fotograf�*as, con una cámara, que le regalo mi padre, se acerco a mi y me dijo al o�*do " Papá, regreso por unas cosas, ahorita está en su cuarto, le dije que no estabas, as�* que no te preocupes, pero mañana quiero que me lleves a la Quinta, y si no me llevas o me castigas, le enseño las fotos a papa".[/FONT]
[FONT="]Me sent�* completamente dominada por primera vez, y sent�* mucho miedo, lo único que pude hacer es asentir con mi cabeza, y ver con mis ojos con lagrimas, como ella me sonre�*a y me dice "cuando Papá se vaya regresare y te libero" y se fue dejándome ah�*.[/FONT]
[FONT="]Como lo prometió, me libero y trate de descansar un poco, ya que ahora deb�*a cumplir su promesa o su orden.
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[FONT="]Continuara...[/FONT]
[FONT="]Si quieren que lo continúe, déjenme sus comentarios o escr�*banme a mi correo [email protected]., ya que en la Quinta hice otras cositas, y muchas más.[/FONT]