Espionaje y Seducción Parte 3:

MikeDaBad

Virgen
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Espionaje y seducción: El sexo casero siempre es mejor.

Nota del autor: El siguiente relato es la tercera parte de Espionaje y seducción por lo que recomiendo leer las 2 anteriores para una mejor comprensión. Esta basado en el punto de vista de varios de los protagonistas. Espero lo disfruten y comenten.

Relatado por Nadia:

-Te digo que no pasa nada…

-Y si nos pillan?

-Quien nos va pillar prima, mi madre esta en el trabajo, mi padre jamás se presenta y mi hermano y mi primo se fueron de vagos… tenemos la casa para nosotras solas…

Mi prima Sabrina se quedó pensativa:

-No lo sé…

-Ya déjate de andar de reservada que por eso ningún chico te ha puesto un dedo encima prima… tú hazme caso y verás que no pasa nada malo…

Mi prima me miró a los ojos y al fin me dio el si.

-Esta bien pero en cuanto alguien llegue a la casa la paramos…

-Claro… !!

Aquella tarde había logrado tomar un DVD porno de la habitación de mi hermano sin que este se diera cuenta. El motivo: quería enseñárselo a la santurrona de mi prima quien desde que había llegado presumía su virginidad y su deseo de santidad hasta el matrimonio mismo.

Después de cerrar cortinas y encender el reproductor, mi prima y yo nos sentamos en el enorme sofá que estaba frente a la televisión de la sala.

Sabrina parecía un poco incómoda pero poco a poco se fue relajando y su concentración se posó en el televisor.

Yo no sabía cómo iba a reaccionar mi prima cuando se enterara que el DVD era de incesto. -“ Incesto a la italiana” llevaba como título y, aunque estaba en italiano, tenía sus subtítulos en español.- Aún así, quise arriesgarme y ver cual era su reacción.

En la primera escena una joven bastante bonita llegaba a vivir con sus tíos luego de haber sido abandonada por sus padres. Eran como 5 minutos en los que el tío comenzaba a fijarse en su sobrina hasta comenzar a espiarla mientras se bañaba y cambiaba de ropa. Mi prima parecía inconforme sin embargo no decía, ni hacía nada para evitar ver la película.

Como al minuto 6 de la película, el tío al fin invadía la privacidad de su sobrina metiéndose de noche en su alcoba a escondidas. La chica lucía sorprendida y atemorizada pero rápidamente era sometida por su tío quien mostraba un tremendo pollón!

Luego de una serie de maniobras, el tío al fin lograba someter a su prima y la hincaba para que esta comenzara a mamarle la polla.

-Me iré si me la mamas… solo así te dejaré en paz… - le decía a la chica quien inocentemente sucumbía a los deseos de su tío esperanzada de que la pesadilla terminara pero, lejos de terminar, el tío, en cuanto pudo, la posó a cuatro patas sobre la cama y rasgándole de un jalón la pantaleta, le comenzó a hundir la polla en el culo.

Claramente pude ver en ese momento la cara de excitación que tenía mi prima. Sus mejillas coloradas y sus ojos despavoridos la delataban de cualquier mentira.

Mi prima aguanto toda la escena sin apenas hacer un solo movimiento y con los ojos fijos en la pantalla mientras el protagonista se merendaba a su sobrina de una manera salvaje hasta que se corría sobre la cara de esta.

Supuse que mi prima se quedaría así de boba durante toda la película así que hice lo primero que se me vino a la mente para acabar con su jueguito de inocente que me tenía hasta el gorro.

Desabrochando mis pantalones vaqueros, directamente eche mano a mi coño y comencé a masturbarme como solía hacerlo: tumbada boca arriba, con las piernas abiertas, las bragas puestas y juntando dos dedos para así frotarme arriba y abajo con caricias cortas y rápidas justo encima del clítoris.

Jamás olvidaré la cara de mi prima Sabrina quien incrédula me dijo:

-Que haces… ???????’

-Lo que tengo que hacer… estoy cachondísima… no puedo quedarme así… es malo para la salud… - Yo estaba que ardía. No se si era la película o saber que estaba tratando con una mojigata lo que hizo que me pusiera así pero el caso es que mis palabras sembraron en mi prima una curiosidad que le hizo hablar más de lo debido.

-Es malo para la salud?

-Si… muy malo… es que acaso no sientes mojada la pantaleta?

-Un poco… - contestó tímidamente Sabrina.

-Entonces que esperas para masturbarte?

Mi prima me miró confundida, luego miró la pantalla, los alrededores y dijo:

-No se como hacerlo…

-Pues así como estoy haciéndolo yo… sácate la blusa… anda…

Mi prima parecía no mover un dedo por lo que yo misma le ayude a sacársela al igual que hice con su sujetador hasta dejarla con sus tetitas al aire.

-Ahora sóbatelas…

-Así… ?- preguntó llevando su mano torpemente hacia sus senos para comenzar a masajearlos ligeramente.

-Si… pero hazlo con ambas manos… acaríciate, cierra los ojos e imagina que es un hombre quien te provoca dichas caricias… soñar no cuesta y no tiene nada de malo…

Sabrina pronto encontró el placer guardado por tantos años y se puso a mil. Ahora fue ella quien se quitó el pantalón y las bragas hasta quedar completamente desnuda. Me miró y, poniendo sus dedos como yo lo hacía, comenzó a frotarse su vagina.

La escena me excitó bastante. Jamás pensé que ver a otra mujer acariciándose me produjera tal placer.

Estuvimos masturbándonos una delante de la otra hasta que la película mostró la tercera escena. Llevada por la excitación, había logrado que mi prima actuara por mucho bastante distinto a lo habitual. Pero lo que estaba por venir no se comparaba en lo que habíamos hecho.

La tercera escena mostraba una escena donde la tía y la sobrina sostenían un encuentro lésbico.

-Nunca antes había hecho esto… - le decía la sobrina a su tía quien comenzaba a mostrarle placeres hasta ese entonces desconocidos.

Algo en el ambiente hizo que mi prima y yo cruzáramos una mirada llena de lujuria pero ninguna de las 2 decía nada. Era como si ninguna se atreviera a decir lo que pensaba. Loca de la excitación, no pude contenerme un minuto más. Me puse de pie, caminé hacia mi prima e interponiéndome entre ella y la televisión, comencé a manosearme las tetas hasta chuparme los pezones mientras me movía sensualmente como si fuera una serpiente.

Mi prima no decía nada simplemente seguía masturbándose mientras sus ojos se posaban en mi cuerpo y mis actos.

Justo cuando estaba a punto de tener mi orgasmo, le acerque mis senos a mi prima y mientras con un dedo me dedeaba esta pareció entender lo que quería y llevando su boca hasta mis pezones, comenzó a mordérmelos con coraje.

-AAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH HMMMMMMMMMMMMMMMMMMMM… - Gemí incontrolablemente.

Luego caí rendida sobre mi prima y, sin más remedio, la bese en la boca. El beso fue respondido con todo y su lengua hasta que ambas nos relajamos un poco y pudimos volver a la cordura.

-Que ha sido todo esto… ???- me pregunto mi prima a lo que yo le respondí.

-Un juego… simplemente un juego prima…

En eso estábamos cuando escuchamos que alguien había llegado a la casa; era mi madre quien venía de trabajar. Tomamos nuestra ropa y enseguida salimos corriendo cada una a su habitación.

El resto de la tarde me la pase pensando en lo ocurrido. Acababa de tener un acercamiento lésbico con mi prima! Y jamás había imaginado que me fuera a gustar tanto…

La noche llegó y con ello las insistencias de mi hermano Jonathan por tener sexo:

-No Jonathan ya te dije que esta noche no… - la verdad es que aunque me sentía bastante excitada no quería que mi hermano me la metiera esa noche. No se, sentía algo extraño desde el encuentro con mi prima que me hacía sentir rara…

-Ándale que nadie se entera… te espero en mi cuarto a la media noche o soy capaz de venir por ti y follarte aquí mismo...- sentenció mi hermano.

-Pues ya te dije que no y si quieres seguir teniendo sexo conmigo tendrás que atenerte a mis condiciones…

-Ni hablar, creo que entonces tendré que salir con mi primo a beber unas cubas pues si me quedo aquí en casa soy capaz de violarte… - me dijo mi hermano y tras darme un beso abandonó la habitación.

Desde mi primer encuentro sexual con Jonathan, mis pensamientos estaban en evitar la monotonía pues, de alguna manera, sentía que no debía caer en la desdicha de 1 solo hombre en mi vida y terminar seriamente afectada psicológicamente como todas aquellas mujeres que se reprochan no haber experimentado más allá pero hasta ahora no se me había presentado una oportunidad serie con un hombre.

Relatado por Sabrina:

Desde la experiencia con mi prima aquella tarde, de mi vagina no paraba de emanar ese líquido que empapaba mi pantaleta y me hacía sentir una enorme necesidad de tocarme ahí abajo.

Ni si quiera quise bajar a cenar. Estaba tan abstraída en mis pensamientos que pensé que lo mejor sería tratar de conciliar el sueño e imaginaba, que con eso, al día siguiente todo volvería a la normalidad.

Como a las 12 de la noche mi tío tocó a mi puerta.

-Pasa… - le dije fingiendo haber sido despertada.

-Tú hermano estaba abajo, viene bastante borracho y no he podido subirlo. Jonathan viene en condiciones similares y a Nadia no he querido darle problemas porque mañana tiene cosas que hacer temprano así que vengo a pedirte tu ayuda…

Rápidamente salí de la cama y baje junto a mi tía para intentar subir a mi hermano. Luego de varios intentos por ponerlo de pie, al fin logramos guiarlo hasta el cuarto que compartíamos.

Entre mi tía y yo lo acostamos en la cama:

-Vamos a quitarle el pantalón para que este más cómodo… - me dijo mi tía y enseguida le bajamos el pantalón a mi hermano dejándolo en bóxer. En ese momento inconscientemente mi mirada se posó sobre el bulto de su entrepierna y la raja se me humedeció aún más de lo que ya estaba.- Así es como suele dormir cierto?- me pregunto mi tía y yo asentí con la cabeza a sabiendas que en vez de bóxer usa siempre short pero bueno, ya suficientes molestias le había causado a mi tía como para encima decirle que le pusiéramos su short de dormir a mi hermano.- Bueno creo que será mejor que ya no lo despiertes… mañana hablaré con Jonathan para que no lo ande sonsacando al alcoholismo.

Mi tía se despidió y me dejo con mi hermano en la recamara. Yo me metí bajo las sábanas a lado suyo y trate de dormir.

Mi mente pensaba y pensaba en lo que había visto momentos antes, cerraba los ojos y el recuerdo del bulto de su pene se hacía más intenso. Quería dormir pero tenía miedo de que al moverme en la noche involuntariamente me fuera a acercar a su cuerpo. Dicen que el cuerpo tiene memoria y cuando a uno se le mete algo a la cabeza es bastante riesgoso dejarlo actuar por sí solo.

Tuve que prender la luz sentándome en la cama y fue entonces que noté que mi hermano se había destapado y el bóxer se le había subido de manera que de una de los agujeros del bóxer se asomaba la punta de su miembro.

Lo miré sorprendida por varios segundos, quise taparlo pero tuve miedo de que se despertara. Me arrinconé en la pared alejándome de su cuerpo pero sin bajarme de la cama. En eso recordé a mi prima, la manera en que se acariciaba aún seguía al rojo vivo en mi mente. Separé las piernas un poco y llevé mi mano hacia mi coño. Me lo toqué y acaricie hasta que el placer comenzó a desbordarse y me arrebató un ligero gemido:

-Hmmm… - gemí y lejos de parar me subí el blusón que traía para dormir y me acaricie mis senos.

En ese momento miraba dormir a mi hermano. Era un tipo guapo, jamás le había visto como ese día. Su pene se asomaba discretamente por su bóxer y prometía ser fiel a cualquier batalla en la cama.

Mi prima seguía también en mi mente, recordé la manera en que me había metido los senos a la boca y en ese momento quise hacer lo mismo y meterle mis senos a la boca a mi hermano para que me los chupara.

Conforme pasaban los segundos la calentura crecía en mi cuerpo. Pensé en tocarle la punta de su miembro pero me dio mucho miedo que se fuera a despertar. Que le diría???

Fue entonces que se me ocurrió llamarlo por su nombre.

-Andrés… Andrés??... Andrés????- le llamé en tres ocasiones y nada. No se despertó.

Mire a los alrededores, no había nadie. Trate de agudizar el oído al máximo y tampoco escuchaba ruido alguno en la casa. Seguramente todos estaban ya dormidos en sus respectivas habitaciones. Bueno, todos menos mi primo Jonathan a quien su mamá prefirió dejar dormido en el sofá de la sala como castigo.

Fue entonces que me armé de valor y, acercando mi mano, lentamente le fui bajando el bóxer hasta que su verga quedó expuesta.

Yo sudaba de la emoción y nervios, nunca antes había visto un pene y ahora lo veía con todo y sus dos bolas que lleva de testículos.

Ya estando así las cosas finalmente se la agarré y, automáticamente, comencé a acariciársela. Se sentía blanda y suave pero conforme iba pasando el tiempo comenzaba a tomar dureza y se volvía más caliente. Una sensación asombrosa la que sentí aquella vez al tener por primera vez el pene de un hombre entre mis manos.

No se cuanto tiempo estuve así, acariciándole el pene a mi hermano hasta que repentinamente sentí como la punta se hinchaba y comenzaban a salir regados miles de chorros de un líquido blanco y viscoso el cual fue a dar por todas partes manchando las sábanas, mis manos y mi blusa.

Me espanté y enseguida solté el pene de mi hermano quien en ningún momento se despertó. No sabía que hacer, el líquido se impregnaba a mi piel duramente y tenía un olor bastante raro.

Como pude le subí el bóxer a mi hermano y lo tapé con la sábana. Luego apagué la luz y, bajándome de la cama, sigilosamente salí de la habitación.

Relatado por Jonathan:

Tremenda noche de fiesta la que habíamos tenido mi primo y yo en aquél table dance. Con poco menos de media botella de tequila bastó para que a mi primo Andrés se le olvidara como hablar y caminar.

A duras penas pude sacarlo del lugar y subirlo al carro. Manejé hasta la casa y pensé que lo mejor sería llegar los dos “ borrachos” . Mi madre me regañaría toda la noche si me veía consciente así que lo mejor sería fingir un alto grado de alcoholismo para evitar el regaño.

El plan resultó como lo había fraguado desde el inicio. Mamá terminó dejándome a dormir en el sofá de la sala como “ castigo” y sabía que al día siguiente no tendría que verla pues siempre se salía temprano a trabajar.

Apenas me dejó arrumbado en el sofá no pude contenerme y, poniéndome de pie, fui hacia la habitación de mi sabrosa hermana a reclamar mi buena dosis de sexo casero.

Llegue y me metí bajo sus cobijas. Enseguida comencé a manosearla. Que sabrosa estaba la condenada!! Incluso mucho mejor que las bailarinas que acababa de ver…

-Suéltame imbécil… donde andabas????

-Por ahí… - le dije sin dejar de sobarle el culo y las tetas.

-Seguramente andabas de puto en un burdel verdad??? Que te hace pensar que puedes venir a meterte conmigo después de haber follado con alguna esquinera?

Mi hermanita al parecer estaba celosa…

-No folle con nadie… yo solo follo contigo… llevé al idiota de Andrés para que se volviera hombre pero el muy imbécil se ha puesto tan ebrio que no puede ni siquiera sostenerse por sí mismo.

-No me importan tus mentiras… a mí me dejas en paz y no regresas hasta que se te quite ese aliento de borracho que traes contigo… -Me dijo mi hermana sumamente molesta y a empujones me sacó de su cama.- Ahora vete o soy capaz de gritarle a mamá…

-Y que le dirás?? Que no quieres follar conmigo como lo has hecho todos estos días?

-Le diré que tratas de aprovecharte de mí y con tu condición de borracho a quien crees que le creerán?

No quise discutir más, me di la media vuelta y salí de su habitación cerrando la puerta tras de mí. Pensé en volver al sillón pero era tan agotador que preferí subir a mi cuarto y de una vez aprovechar para masturbarme viendo alguna porno o foto de mi hermana.

Subí las escaleras y al llegar a la planta alta me percaté de que había luz en la habitación de mi primo. Se me hizo raro ya que ellos suelen apagarla temprano. Caminé hacia su habitación y lleno de curiosidad miré por el hueco.

Lo que vi me sorprendió como no tienen idea. Mi prima se encontraba masturbando a un adormilado primo que tenía la verga tiesa apuntando al techo. Insólito!!- pensé y sin despegar el ojo miré hasta que del pene de mi primo saltaron los chorros de semen.

Cuando mi prima se puso de pie no supe que hacer, di un paso hacia atrás pero jamás me retiré a pesar de que sabía que en cualquier momento mi prima saldría de la habitación.

Nuestras miradas se toparon de frente en cuestión de segundos y mi prima me miró sorprendida.

-hola… - balbuceó apenada y temerosa.

Esa era mi oportunidad para sacarle jugo a tremendo cuerpecito que se cargaba. Había llegado la hora de pagar los impuestos por dormir bajo mi techo.

-Lo he visto todo… me pregunto que dirán mis padres… - le dije amenazante.

Mi prima enseguida soltó las lágrimas y me pidió que no dijera nada.

-Tengo que hacerlo… esto no puede seguir pasando… mi primo se encuentra inconsciente y mira lo que has hecho… vergüenza debería darte…

Mi prima me suplicaba y se arrodillaba frente a mí en un acto que lejos de causarme lástima acrecentaba mi excitación.

-Les diré a menos que…

Mi prima me miró a los ojos y su lloriqueo ceso por unos segundos:

-Debes prometerme que te portaras bien…

-Lo prometo… lo prometo Jonathan… seré buena de hoy en adelante…

-Pero debes portarte muy bien entiendes?

-Si, si, entiendo… no digas nada por favor…

-Debes portarte bien sobre todo conmigo… - le dije y en ese momento mi prima guardo absoluto silencio.- Anda ven… yo se que hacer para que ya no andes portándote mal… - La tome del brazo y la guié hacia mi habitación. Cerré la puerta con cerrojo y le dije.- No tienes la culpa de nada… es tu cuerpo y la naturaleza misma la que exige que actúes de esa forma pero debes tener en cuenta que actuando con tu propio hermano puede resultar fatal… el tipo es un monje disfrazado… si se hubiera despertado seguramente estarías metido en un tremendo lío… quizás a un orfanato te hubieran enviado… o a una correccional… pero conmigo no debes preocuparte… yo siento lo mismo que tú estas sintiendo… eres virgen no es así?

Mi prima asintió con la cabeza.

-Yo también lo soy… - le mentí.- sin embargo ya no puedo soportarlo más. Creo que tú y yo podemos llegar a un acuerdo del que ambos salgamos beneficiados… - mientras le decía eso, mis manos buscaron su cuerpo y comencé a acariciarla lentamente.

Mi prima vestía tan solo un blusón por lo que mis manos viajaban sin dificultad alguna por toda su piel desnuda.

Al tocar sus pezones noté que estaban duritos, eran pequeños y puntiagudos. Los pellizqué y mi prima reflejó de inmediato una cara de placer inmensa. Sabía que no podía detenerme, no si quería que su secreto permaneciera a salvo, no si quería acabar con ese fuego en su entrepierna que no la dejaba dormir en paz y que yo nunca hubiera imaginado quien fue capaz de encenderlo.

Conforme pasaban los segundos me importaba menos si mi prima era consciente o no de lo que estaba a punto de suceder.

Mi mano viajó hasta su entrepierna y acaricié su mojada pantaleta.

-Hmmm… - gimió delicadamente mi prima.

Repetí los movimientos de mis dedos y cuanto antes la tuve sucumbiendo al placer mientras con la otra mano seguía pellizcándole su pezón que estaba más duro e hinchado que antes.

Mi prima estaba aprendiendo que jugar con un primo no era lo mismo que jugar con un oso de peluche.

Comencé a rozar ligeramente el elástico superior de sus bragas amenazando con bajárselas en cualquier momento. Su respiración se había convertido en un jadeo suave y sordo y notaba como mi prima discretamente empujaba su pubis contra mis dedos.

Varias veces había paso mi dedo índice por el interior del elástico y había notado una pequeña mata de finos pelos. Pero en una de esas alargué mi índice más de lo normal y noté como se abría ligeramente su cerradura permitiendo que mi dedo se deslizara entre sus labios vaginales sumamente húmedos.

-Soy virgen Jonathan… soy virgen… hmm… - me repetía una y otra vez a lo que yo contestaba:

-Yo también lo soy prima… yo también.- Aquello parecía darle cierta confianza y valor.

-No puedo hacer esto Jonathan… recuerdo alguna vez prometerle a mi padre que llegaría virgen al altar…

-Pero tú padre no sabe lo que la naturaleza te exige prima… nunca sabrá que tus pechitos ya se ponen duros al contacto, que les encanta ser acariciados y tocados por las manos de los hombres… - le susurré al oído mientras le acariciaba los senos cada vez con mayor intensidad y ternura.- nunca sabrá que el sabor de tus labios es delicioso… - le dije después de besarla por primera vez.- que tu cuello te hace temblar cuando lo besan… y sobre todo, nunca sabrá que tu primo fue el afortunado en encontrar este lindo tesoro… - le dije metiéndole un dedo en la cuquita ligeramente.

-AAAHHHHH HMMMM… - Eso fue el acabose para mi primita quien se dejo llevar por el momento y terminó permitiéndome apoderarme completamente del coñito más dulce que había tocado hasta ese momento.

Empecé a jugar con sus labios vaginales frotando su escasa pelusa que lo cubría y separando los labios para rozar su clítoris.

Ya le había quitado las bragas y recostado sobre mi cama. Mi prima gemía con descaro pero yo la callaba con besos apasionados.

Sabrina yacía estirada sobre mi colchón mientras se dejaba dedear intensamente por mis dedos.

Cuando pude me acomodé entre sus piernas y llevé mi boca a probar su delicada cuquita. Su aroma era inconfundible, ese era el aroma de una virgen.

-Ohhh que me haces??- Gemía y preguntaba mientras sus manos me acariciaban el cabello.

No se cuanto tiempo estuve con la cabeza hundida entre sus piernas pero bebí tanto jugo como nunca. Luego lleve su mano hasta mi entrepierna y, mientras me desnudaba, mi prima me sobó la verga asombrada con su tamaño.

-Es mucho más grande que la de tu hermano no es así?

Mi prima asintió con la cabeza.

-Quieres verla?

-Si… - contestó apenada y enseguida me bajé el pantalón con todo y calzoncillo.

Ahora si ambos estábamos completamente desnudos. Su mirada se fijaba en mi pene y en ningún momento retiraba su mano de este:

-Es bastante grande… y gorda también…

-échale saliva para que patinen bien tus manos… - le dije y mi prima obedientemente dejó caer saliva de su boca mojando sus manos y mi polla.

-AAAHHHHHH HMMMMMMMMMMMMMMM… - Gemí descontrolado.

Luego me desesperé y no pude aguantar un momento más. Cuando mi prima estaba más entusiasmada que nunca con las subidas y bajadas de piel de mi pene, la tiré de espaldas y me acomodé encima de ella con la verga apuntando a su virginal vagina.

-Que haces??- preguntó intrigada.

No le contesté, tan solo posé mi pene en la entrada de su coño y empuje un poco. Enseguida noté como sus labios se abrían ante mi empuje, empujé un poco más fuerte y noté como los labios abrazaban mi capullo dispuestos a acogerlo en su interior.

-AAHHHH Aquí va prima… llegó el momento de ser mujercita… - empujé con fuerza y mi pene se hundió completamente en su tunel.

-AAAUUUGGHHHHHHHHHHHHH HMMMMM… - Sabrina gimió largamente e intentó retirar sus caderas pero yo la tenía bien agarrada por lo que no se lo permití.

Estuve metiendo y sacando mi pene hasta ese punto en el que la resistencia ya no existía dentro.

-AAAHHH HMMMMMMM SIIIIIII… - Gemía de puritito placer mi prima animándome a acelerar el ritmo de mis embestidas.

Mi pene entraba y salía ya sin ningún obstáculo de su vagina. Ambos nos abandonamos al placer y follamos hasta que el cuerpo nos lo permitió.

-Ya son las 5 de la mañana… vístete y regresa a tu habitación… el despertador de mi madre esta a punto de sonar… - le dije a mi prima quien había pasado la noche entera en mi cama.

-Volveremos a hacerlo… ?- preguntó con un brillo sexy en sus ojos.

-Por supuesto… esto es solo el inicio… ya nos la ingeniaremos para que vengas a dormir conmigo todas las noches…

Mi prima se despidió de mí con un sonoro beso en los labios y después huyo de mi habitación…
 

saby

Virgen
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