Enseñando filosofía a una cosplayer y a un drag queen

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Ene 4, 2025
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Thiago lleva tres meses sustituyendo al profesor titular de la asignatura Historia de la Filosofía, en una universidad para adultos. El primer día que llegó al centro intuía que muchos alumnos no iba a tener, pero tampoco esperaba encontrar el panorama tan desolador que encontró en clase: dos alumnos solamente, una chica cosplayer y un chico drag queen.



Alba, que así se llama la alumna, lleva una estética de algún personaje femenino de anime o manga japonés (peluca blanca, blusa del mismo color, corbata azul, falda corta roja, pantis blancos y zapato de plataforma color dorado). Gael, que así se llama el alumno, lleva una blusa color negro, una minifalda plisada a cuadros, unas medias color carne y unas botas altas con plataforma. De rostro se parece mucho a Boy George de joven, incluso lleva sombrero.



Por fin acabaron con la etapa de la filosofía medieval y escolástica de pensadores como San Agustín o Tomás de Aquino, que no son del agrado ni del profesor ni de los dos alumnos. Hace unas semanas comenzaron con los filósofos materialistas, como Jean Meslier, Barón de Holbach, Diderot, Karl Marx, Friedrich Nietzsche, y un largo etcétera, que son más del agrado de Thiago, Alba y Gael.



Thiago les encargó traer un trabajo de unas 1000 palabras, exponiendo su parecer sobre Dios.



--A ver, Gael. Sal al encerado y léenos tu trabajo –dice Thiago, con cierta ansiedad por observar el modelito que lleva el drag queen.



--Al trabajo le puse por título “Dios, ese talismán para supersticiosos” –comenta Gael.



--Muy bien. Me parece un título de categoría. Comencemos.




Soy ateo, no creo en ninguna forma de deidad. Aunque sería muy cómodo el crearme a un dios o diosa a mi imagen y semejanza. Los teístas conservadores se crean un dios misógino, clasista, xenófobo y homófobo. Los teístas progresistas se construyen una deidad antitaurina, vegana, omnibenevolente (aunque los terremotos, maremotos, virus, tumores, etc., se lleven la vida de muchas personas justas a temprana edad), y por supuesto, un dios feminista, obrerista y simpatizante del movimiento LGTB”.



--Muy buen comienzo, Gael. Tu voz sensual también ayuda a escuchar la exposición sin perder el hilo –dice el maestro, que no disimula algunos tocamientos en su entrepierna.



El maestro es de mediana edad y no muy alto. Es atractivo sin ser un Adonis. Hoy va con ropa sport (camiseta roja, pantalón vaquero y zapatos de piel color marrón).



Alba no se corta ni un pelo y pregunta al profesor:



--Profe, ¿puedo masturbarme por encima de la ropa mientras Gael, con su morbosa voz, continúa leyendo?



--Por supuesto, cariño. Tampoco yo tardaré mucho en hacer lo mismo --contesta el maestro--. Continúa instruyéndonos, Gael.




Los deístas (personas que creen en una deidad que creó el universo pero que no interviene en su desarrollo ni se manifiesta a la Humanidad), se cuentan con los dedos de las manos, por lo tanto, no merece la pena dedicarles ni una línea. Los teístas, por el contrario, creen en un dios revelado, que interviene en el universo y en los asuntos humanos”.



Esto es una reflexión personal y no pretenderán que me muerda la lengua para no ofender a los creyentes. El título del artículo no lleva a engaño a nadie. Al que no le guste que le contradigan en sus prejuicios le aconsejo que deje de leer. La censura y mucho menos la autocensura, no van conmigo”.



--Exactamente. Mientras los religiosos se permitan el lujo de ofender nuestros sentimientos ideológicos, nosotros tendremos el deber de ofender sus sentimientos religiosos. Las reglas de juego deben ser igual para todos. Perdona la interrupción. Sigue, Gael.




El creyente desde la desfachatez que le proporciona la osadía que le insufla su ignorancia me suelta: “Alguien tuvo que haber hecho todo esto. Las cosas no se hacen solas”. “Todo efecto tiene su causa”. Pero cuando les preguntas por la causa que provocó el efecto llamado Dios, te dicen que Dios es su propia causa, la causa incausada. Es eterno e increado. Omnipotente, omnisciente, omnipresente… y por supuesto, omnibenevolente. También es inmaterial, aespacial y atemporal. Y se quedan tan panchos”.



Cuando les preguntas por qué no puede la energía, la materia, el cosmos, etc., ser eternos e increados, ser la causa incausada, te contestan que eso contradice a la Biblia. Entonces llegamos a un argumento circular: “Dios existe porque lo dice la Biblia. La Biblia es un libro sagrado porque fue inspirado por Dios””.



Thiago observa a Alba. Esta tiene la minifalda remangada y se frota el higo con intensidad a través de la tela de las bragas. Estas están empapadas en sus jugos. Thiago también observa a Gael. El drag queen tiene unos buenos jamones y una cintura bien esculpida. El maestro se saca la polla de la bragueta, toda dura, y se la pela disfrutando con la imagen de golfas lujuriosas de sus dos alumnas. A continuación dice:



--Alba, ¿por qué no te acercas y me haces una buena garganta profunda mientras Gael nos sigue deleitando con su oratoria y su sapiencia?



--Eso está hecho, maestro –le contesta Alba, que se aproxima al profe con el ansioso deseo de zamparse su butifarra.



Gael sigue leyendo:




Las religiones reveladas, con sus dogmas, doctrinas, rituales y amuletos (llamados reliquias), pueden causar un efecto placebo en algunos cerebros poco formados. Psicológicamente habrá gente que se conforme y se reconforte con los crece-pelos sofísticos de sus chamanes, gurús o sacerdotes. Yo no me conformo”.



--Haces bien en no conformarte, mi querido Gael –comenta el maestro--. Por cierto, ¿por qué no nos enseñas lo que escondes entre esas braguitas de encaje? Tanto Alba como yo estamos deseando verlo.



Gael se medio desnudó, dejándose puesto solo el sujetador, los ligueros, las medias y las botas. Alba aprovechó para hacer lo mismo y quedarse con las mismas prendas que su compañero. El maestro se despelotó completamente.



Thiago se acomplejó un poco al comprobar que una de sus chicas posee una verga más gorda y larga que la suya. Se supone que el macho alfa es el maestro. Este propuso:



--¿Qué tal si hacemos un castillo de tres pisos? Yo recostado en mi asiento, Gael sobre mí dándome la espalda y clavándose mi rabo en su trasero y tú, Alba, sobre Gael, dándole la espalda también y clavándotela en el coño o en el culo.



--Yo, viendo la diferencia de tamaño entre tu polla y la de Gael, prefiero que sea este el que se recueste en el asiento y te la clave a ti, y tú, colocado en medio, me la empurras a mí –asevera Alba.



--Como tu digas, mi querida Alba. Por ti haré ese sacrificio. Que Gael me cornee a mí en lugar de a una chica tan atractiva y elegante como a ti, es lo mínimo que uno debe hacer por una dama –comenta Thiago y continúa--. Pues pongámonos manos a la obra y construyamos ese edificio tan morboso.



Gael con su sombrero y su peluca ondulada se recuesta en el sofá del maestro. Su miembro viril (de 19 cm de largo por 13 cm de perímetro), estaba todo enhiesto y apuntando hacia el techo. Sus piernas cubiertas de aquellas medias color carne le dan un cariz muy sensual a aquel cuadro. Thiago se sienta sobre el colo del drag queen y se va tragando por el ojete toda aquella tranca.



Thiago no era virgen por la puerta de atrás, pero tampoco tenía mucha experiencia. Solo lo sodomizaron en tres ocasiones. La tranca de Gael le estaba provocando bastante dolor. Cuando Gael, al maestro, ya lo tenía bien calzado, este se recuesta sobre el torso del drag queen y ahora le toca el turno a Alba.



Alba se mete en el chumino, de una sola asentada, el rabo de 17 cm de largo por 12 cm de perímetro de Thiago.



Comienza el bombeo. Al maestro, al ser el que se sitúa en el centro, le toca el puesto de remero principal. Gael se limita a separarle las nalgas al profe y de vez en cuando le pega unos buenos caderazos, para que su polla no se desinfle y entre más en profundidad en el recto de su amante. Alba se limita a recibir las embestidas de Thiago. En ocasiones se pasa la polla del maestro del coño al culo y viceversa. Thiago, con sus meneos de cadera, o cornea (a Alba) o es corneado (por Gael). Bufa y gime, no se sabe cuándo es por placer o por dolor.



--Alba, tú que tienes las manos libres, coge el manifiesto de Gael y sigue leyendo –sugiere Thiago.




En un viaje que hice en tren desde mi localidad natal a la capital de España (Madrid), el compañero del asiento contiguo, para mi desgracia, rompió el hielo preguntándome por el libro que iba leyendo.



--Estoy leyendo Tratado de Ateología de Michel Onfray.



--¿Ateología? ¿Qué es eso de ateología? Teología sé lo que significa, pero ateología… --comenta el pobre hombre.



--Pues si la teología significa la ciencia que trata de Dios fundada en los textos sagrados, la tradición y los dogmas, la ateología significa todo lo contrario. El prefijo a niega el significado de la palabra a la que va unida. Es como político o apolítico –le comento.



Entonces me suelta el argumento ya tratado anteriormente de que alguien tuvo que haber hecho el universo, etc, etc, etc. Y también recurre al argumento de la moral.



--Si Dios no existiera todo estaría permitido, como dijo Dostoyevski –me suelta el pobre simplón.



--Todo lo contrario, hombre. En nombre de Dios todo está permitido. La guerra santa es un ejemplo de ello. Las Cruzadas, la Inquisición, el apoyo a regímenes fascistas en el siglo XX, son otros tantos ejemplos. Si Dios no existiera habría que inventarlo, dijo Voltaire. El populacho necesita de guías, ¿no?”




El hombre era católico conservador y comenzó a alabar las azañas de Franco en España, de Salazar en Portugal, de Mussolini en Italia, de Pavelic en Croacia, de Pilsudski en Polonia… y hasta del católico Hitler en Alemania. También, como era de esperar, alabó a los católicos Pinochet en Chile y a Videla en Argentina, entre otros tiranos del Cono Sur. Todos unos grandes ejemplares de la “moral verdadera” necesaria en las escuelas, para que nuestros niños no se coman entre ellos, en el recreo. Yo prefiero la moral que nos enseña el Barón de Holbach (un gran ateo ilustrado del siglo XVIII), en su libro titulado Etocracia: el gobierno fundado en la moral”.



En fin, la conversación duró casi dos horas pero no les quiero aburrir. Por suerte, llegados a Madrid, me alejé de él para no volverlo a ver más en mi vida y me sacudí la caspa que me soltó”.



--¿Y a este facha no lo sodomizaste con tu mástil como me estás haciendo a mí? --pregunta Thiago.



--Era un viejo seboso –contesta Gael.



--Eso da aún más placer, cariño. Bombear el trasero fofo de un facha viejuno produce un éxtasis inimaginable –sigue comentando el maestro--. Pero que siga leyendo Alba.




Entre tantas religiones reveladas, dogmas y doctrinas, ¿cuál es la verdadera? Cada uno lleva el ascua a su sardina y dirá que la suya. Las apariciones marianas solo le ocurren a católicos. ¿Alguien conoce algún caso de que a un budista se le apareciera la Virgen del Rocío? Todo es un fenómeno cultural que acaba afectando a nuestra psique”.



A los cristianos ultramontanos se les llena la boca hablando de los miles de millones de crímenes (con el paso de los años van aumentando la cifra a su capricho), que tal o cual ideología ha cometido, pero deberían ser más prudentes a la hora de poner sobre la mesa y contabilizar los cadáveres cometidos por sus adversarios. Importantes historiadores, entre ellos el estimado Karlheinz Deschner, hablan de alrededor de 400 millones de víctimas las cometidas en nombre del cristianismo desde el siglo IV hasta finales del siglo XX”.



Después también están los católicos supuestamente progresistas, como Nicolás Maduro, qué decir de esta corriente. La politización de la espiritualidad del ingenuo pueblo tiene estas cosas”.



Ni la astrofísica, ni la biología le dejan mucho sitio a Dios. A medida que la ciencia avanza, Dios se hace más pequeño y sus partidarios se ven obligados a alejarlo más de nosotros. Ahora los ángeles ya no habitan en las nubes. Ahora Dios, los ángeles, los arcángeles, el Paraíso Celestial y las almas de los muertos residen fuera del universo en un espacio aespacial y en un tiempo atemporal”.



Un Paraíso muy aburrido, ¿no? Estar eternamente alabando a Dios y si no lo haces, te expulsa del lugar el Ser Supremo de amor infinito. El Paraíso Celestial, ¿no se parece a un régimen de Monarquía Absoluta como dos gotas de agua? Las teocracias que hubo en la Edad Media y que siguen habiendo en algunos países, corroboran mis palabras. La Monarquía Absoluta entronada por el Dios bíblico es el Paraíso deseado por millones de masoquistas religiosos. Que les aproveche”.



Algunas mujeres, gays, lesbianas y obreristas ingenuos creen que la solución está en democratizar a las diversas Iglesias cristianas y hacerlas más accesibles al pueblo y actualizarlas al mundo moderno. Por mucho que se democratice la falsedad, falsedad se queda. La solución está en dejar derrumbar un edificio carcomido por la inmundicia y construir sociedades sanas, que no crean en teorías fantásticas. Los placebos no curan los tumores”.



--Y ya se acabó el manifiesto titulado “Dios, ese talismán para supersticiosos” –concluye Alba.



--Muy bueno. Gael sacará un 10 en el examen. La fase oral (práctica), y la escrita, son excelentes –dice el maestro, mientras el drag queen le calca con ímpetu su rabo en las entrañas.



--Bueno, el manifiesto de Gael es más ateo. El mío es más antiteo. No basta con negar la existencia de Dios, hay que injuriarlo, vejarlo, ridiculizarlo… ¡romperle el ojete al muy cabrón! --suelta Alba, al mismo tiempo que disfruta de un orgasmo salvaje.



--Me gustará escuchar tu manifiesto, Alba. También sacarás un 10 en el examen. Tu examen práctico está siendo muy bueno, seguro que tu examen escrito será sensacional –dice Thiago, entre sofocos y jadeos.



Gael se acerca al oído de Thiago y le dice:



--¿Te gusta que te sodomicen duro, eh?



--Si es una chica cis, una chica trans o un travesti, sí. No me gusta que me sodomice un hombre de pelo en pecho. Me excita el sentirme sometido por una buena hembra –contesta el maestro.



Thiago se sujeta a las caderas de Alba. En ocasiones le acaricia los pantis blancos. Le pone mucho que la hembra de turno se deje puesta la ropa interior mientras follan.



--Me corro, cariño. ¿Sientes mis chorros de esperma inundar las paredes internas de tu chumino? --le pregunta Thiago a su alumna.



--Sí, joder. Préñame. Quiero que riegues con tu simiente mi útero.



A los pocos minutos le sigue Gael.



--Toma toda mi lechada en tu trasero, maricón. Préñate tú de mí, también. ¡Joder, qué culazo de marica poligonera tiene el maestro!



Gael le pega buenos caderazos, dentro de sus límites de movimiento, a Thiago. Este recula, buscando introducirse la máxima cantidad de rabo del drag queen en sus entrañas.



Se toman un descanso. De las dos horas de clase han consumido una.



En la siguiente sesión de filosofía de vida práctica, Gael se coloca en la postura de perra y Thiago se la va introduciendo, poco a poco, por el culo a su drag queen. Alba se sienta delante de Gael y le muestra el chocho, para que se lo lama a conciencia.



Después de estar unos viente minutos en esta pose, Alba se anima y decide probar la polla de Gael en su coño. Montan un trenecito en donde la chica hace de locomotora y el maestro, de vagón de cola.



La guarra de Alba chilla de placer anunciando su segundo orgasmo. Gael se la saca del chocho y se la incrusta en el trasero.



--¡Toma polla de la buena, putón verbenero! ¡Qué placer me das, joder! --suelta Gael, todo envalentonado.



El drag queen no puede aguantar más y se vacía en el culo de la chica. Thiago, después de estar bombeándole el trasero a Gael casi media hora, decide que ya es hora de eyacular en el interior de las entrañas de su amante.



--El culo de las maricas es más estrecho que el de las mujeres. ¡Qué goce me da tu esfínter! ¡Parece mismamente que me lo está exprimiendo, joder!



Las clases de filosofía de Thiago, Alba y Gael eran tan instructivas que daba gusto escucharlas… y sobre todo verlas.
 
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