Enganchada al semen de mi hijo 7

heranlu

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Filial, hetero, madre e hijo. Nuestra protagonista nos cuenta sus gustos y placeres sexuales.
Hola de nuevo amig (arroba) s de Marqueze. Estoy aquí de nuevo con vosotros compartiendo mi gran experiencia y que me ha cambiado la vida.
En el ultimo relato que escribí, os conté como la primera vez que Pedro eyaculó en mi interior no fue precisamente por donde yo mas lo deseaba, en mi vagina, sino por mi trasero. Fue el desvirgamiento mas doloroso y a la vez gratificante que recuerdo. Si recordáis me dejó el esfínter de mi trasero enormemente dilatado, tanto que me asusté pues no cabían uno, ni dos ni tres ni cuatro dedos, podía caber mi puño entero. Por el salió durante un buen rato su esperma y en mí provocó efectos similares a posteriori como si hubiera sido un enema de los que se ponían los mayores en sus tiempos a base agua caliente, jabón y algo de laxante para hacer de cuerpo. Mi esfínter no lograba retener nada así que me pase un buen rato en el baño.
Mi culo me dolió durante unos tres días, durante los cuales me costaba caminar y hacer esfuerzos como os podéis imaginar. Mi Pedro me trato como si fuera su reina, colmándome de cumplidos, haciendo las labores de casa y demás para que me recuperar lo mas pronto posible. Por las noches, mientras veíamos la tele se dedicaba a cuidar de mi trasero para observar que no ocurría ningún problema. Me levantaba la falda, me quitaba las bragas, abría mis piernas lo mas que podía y dejaba mi pompis al aire para ver mi ano. Me ponía crema hidratante alrededor del esfínter con mucha delicadeza, de hecho me gustaba y así se lo hacia saber y de vez en cuando con su lengua me mojaba la parte interna del esfínter notando yo un inmenso alivio a la calentura de la zona. Le encanta meter su lengua por completo en mi culito cuando se encuentra así dilatado y a mi me provoca una sensación rarísima pero placentera. Así lo estuvo haciendo hasta que se recupero su aspecto normal. Ahora he de decir que esta mas que acostumbrado a dilatarse de esa manera y paso un gusto horroroso cada vez que lo hacemos de esa manera.
También llevo ahora el pubis totalmente depilado pues uno de esos días, Pedro, al aplicarme los cuidados de los que os he estado comentando, me dijo que quería verme la vagina sin ningún pelo, poder observar como mis flujos mojaban, inundaban mis labios mayores y menores escondiendo el clítoris bajo una capa de blanquecina y pegajosa de flujos de mi matriz. Yo me deje hacer y el se encargo con toda su parsimonia en dejarme cada rincón de mi sexo sin ningún tipo de vello. Para terminar lo que hizo fue regalarme una y otra comida de mi vagina de tal forma que empalmaba orgasmo tras orgasmo, mojando su boca y cara de mis abundantes flujos y a ratos provocándome dolor en mi ano debido a mis propias contracciones incontrolables.
No se si a medida que estoy teniendo mas relaciones sexuales mis flujos van en aumento pero si es así a Pedro no le preocupa pues le encantan en demasía sobre todo cuando llego al orgasmo, pues, como dice el, cuando llego (yo noto en las contracciones vaginales como en cada una de ellas fuera expulsando algún grumo de mi interior) van saliendo líquidos como rebosando de mi vagina a modo de eyaculación, no en chorros evidentemente sino como resbalando de mi interior llenándole la lengua en sus lamidas cosas que a él le encanta y después, ponerla sobre mis areolas para saborearlas minutos después.
Yo cada vez que me hace eso quedo pringada hasta arriba con fuerte olor a hembra cosa que le provoca molestias en los testículos que intento aliviar de la mejor manera que sé: comiéndomela. Durante esos días no hicimos el amor pues introducir semejante tamaño de pene en mi vagina me hacia dolerme el ano de la aventura del otro día así que no lo hicimos durante ese tiempo.
Me encanta ver cuando de sus huevos brota ese semen que a mi tanto me encanta, como si fuera una fuente, rebosando, no de forma salvaje, de ese color tan bonito como es el blanco o como gris perla mejor dicho, llenándome mi boca y mi garganta tragándome todos y cada unos de esos maravillosos 400 o 500 ml de esperma hasta quedarme saciada y con un gusto en mi paladar difícil de igualar con el mejor de los
manjares… Me he llegado a tomar el café con leche de la mañana con su propio esperma mezclado en el café y esos es algo que si alguna de las mujeres que leen mis relatos no ha probado y les gusta el esperma de su marido o amante, lo prueben. Que hagan el café, y cuando este a punto se dediquen las mejores de sus mamadas a su cariño para que deposite su calentita leche en el café. No dejéis de removerlo bien, y no le quitéis los ojos de encima mientras os lo bebéis, relamiéndoos la lengua mientras veréis que noche pasareis. Lo mismo podéis hacer vosotras con ellos con vuestros flujos, en esos días previos a la ovulación donde una mujer secreta mas, o las que tenemos mucho, recogerlos con una cuchara o algo parecido, introducirla dentro para hacer sacar esos grumillos que se quedan en la vagina y dárselos con un buen café.
 
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