Filial, hetero, madre e hijo. Necesitaba semen para un análisis y como no se motivaba con nada, su madre le echó una mano
Hola de nuevo amigo/as de marqueze.net y aprovecho de nuevo la ocasión para dar gracias a todas esas mujeres que me envían correos electrónicos a lauracad (arroba) mixmail.com para contarme sus experiencias y compartir ese secreto tan intimo como es amar a un hijo hasta sus ultimas consecuencias.
Bueno paso a relataros la segunda parte de mi primer relato que no pude acabaros.
Si recordáis, acabé diciéndoos como terminé masturbándome en el baño cuando me duchaba pensando en que mi hijo había cogido mis braguitas manchadas de excitación de la mañana y aprovechó para hacerse una soberana masturbación cosa que supe pues estaban limpias de mis flujos y a cambio había restos que olían a hombre.
Cuando salí de la ducha, me vestí, me arreglé lo más guapa que una puede ponerse a sus 38 años y me recogió mi amiga para ir a buscar un regalo para su hermano pues era su cumpleaños. Mientras paseaba, y a pesar de que ella me hablaba, no podía dejar de pensar en mi hijo, en lo que había hecho, en lo que haríamos y que sé yo… el tema me estaba obsesionando y en lugar de sucederme cosas que me hicieran recapacitar y olvidar el tema no hacían mas que pasar situaciones por el o por mi, la culpa es lo de menos, que nos llevaban irremediablemente el uno al otro. Una de esas fue pasados dos día, pues tenia hora con el urólogo para hacerse un control de esperma como era costumbre cada 5-6 meses desde la última vez que lo visitamos. Hasta ahora la única recomendación era que el se tenia que masturbar cada dos días como mínimo para descargar a sus testículos de tan enorme cantidad de semen que producían sus jóvenes células y así de paso controlar que la función espermática para lo cual un hombre ha nacido estuviera dentro de lo normal. Yo hasta ahora nunca había visto a mi hijo tener un orgasmo, por el amor de Dios!! Era impensable, lo pensaba pero nunca hubiera sido capaz. Como sabéis a lo sumo a lo que llegué fue a secarle el cuerpo en el baño y verle los genitales las veces que habíamos ido al medico(y recuerdo como si fuera hoy que cada vez que pasaba pensaba en lo que debería medir semejante pene que en erección tenia por lo menos 18 cm y que si seria verdad las medidas que el medico había tomado cada vez que Pedro tenia una eyaculación, pues por mucho que una mujer se imagine una corrida de esperma, imaginarse a su hijo es otro tema, y mucho mas imaginarlo eyacular unos largos 5 minutos, hasta soltar 750 ml como en ocasiones había medido el urólogo).
Bueno pues ese día tocaba control y ese día fue el día que marco mi actual relación con mi hijo y que me ha llevado a contaros esto y confesarlo a los lectores de Marqueze antes de empezar el año 2002. Estábamos en la consulta esperando y como era habitual, salió la enfermera y le dio a mi hijo de forma muy discreta un frasco, mas grande de lo habitual en estos casos, para que depositara en el su esperma, su semen, el semen de mi hijito para su posterior control y análisis. El lo cogió, se levantó y se dirigió hacia los baños que estaban en el piso de abajo. Ya lo había hecho en otras ocasiones, pero esta vez tardaba mas de lo habitual, hacia ya como 20 minutos que se había marchado y no apareció por ahí. Salió la enfermera para recoger la muestra pero le dije que lo sentía mucho que no había subido. Hizo una sonrisa picara que a mi no me gustó la verdad y dijo no pasa nada seguiremos con el resto. Fui a buscarlo, espere en la puerta del baño 5 minutos pero nada, así que armada de valor y realmente preocupada por mi niño entré en el aseo y toqué la puerta. Pedroooooooo!! Estas ahí!!! Un silencio……………………. ……………………. y después de unos segundos contestó, si aquí estoy mama!!. Te pasa algo cariño, , no nada, ufffff,………… Puedo pasar le dije? Si por favor mamá.
Me abrió la puerta y ahí estaba mi hijo, mi Pedro sentado en la taza de wc cerrada y los pantalones subidos pero sin abrochar. Ya has
acabado? Me respondió: no mamá no puedo hoy no se que me pasa, sabes que normalmente puedo controlarme y cuando lo necesito tengo la muestra que necesita el medico pero hoy no hay manera es como si no quisiera darle nada, insisto pero no puedo.
Jo, Pedro cielo no te preocupes, ahora subo y le digo que vaya llamando a la gente y mas tarde iremos pero sabes que no podemos esperar otros 6 meses a que nos de hora, lo sabes verdad?. Si mamá, lo sé. Me dio pena, y al mismo tiempo vergüenza pues estaba hablando con mi hijo del porque no eyaculaba en un bote, que corte!!!. Le dije: que pasa, no puedes pensar en alguna amiga tuya a ver si te animas,….. No mamá.
Ante la tesitura, di un abrazo a mi hijo, y en cierto modo excitada me armé de valor, y pensando en lo que mi hijo había hecho hacia unos días con mis bragas, le dije: quieres que te de mis braguitas y las uses para excitarte? Me miró asombrado, colorado(yo me sorprendí de cómo fui capaz de decirle eso a mi hijo,,,,, aunque no podía hacer nada ya estaba dicho), ………, mamá, lo siento es que ……… le cerré los labios y le dije no pasa nada mi amor, sabes que te quiero y haría lo que fuera por ti. Dime, que quieres, me quito las bragas y te las doy?. Si mamá pero quiero que lo hagas tu, contigo que seguro podré, de verdad.
Mira Pedro, eso se no está escapando de las manos y aunque tu eres mi hijo, ante todo soy mujer y lo que tu me pides, no se pide a una madre sino a una mujer; así que luego intentar que ambos nos comportemos como madre e hijo es difícil,… sabes lo que quiero decirte?. Sí mamá, me respondió, sabré recompensarte te lo prometo. Yo estaba avergonzada, pero excitadísima, no se una sensación muy rara.
Armada entonces de valor, me desabroche la blusa para que mi hijo viera mis pechos y pezones empalmados como nunca, mi areola oscura que luchaba por arrugarse mas de lo que podía. Dime, te gustan? Oh si mamá tienes unos pezones magníficos, y al mismo tiempo que decía esto estiraba su mano hacia ellos, tocándolo, jugando con el y con la otra mano sopesando mi pecho, que por poco abarcaba su mano entera. Yo cerraba los ojos porque era incapaz de mirarlo pero la cosa no podía seguir así no estaban esperando así que di mi ultimo empujón de lujuria a la situación y le dije venga manos a la obra, cielo. Lo puse de pie, le baje los pantalones, quedándome mirando esa estupenda verga que todavía no tenia una erección, y esos testículos que no me cansare de repetirlos, eran los mas grandes que nunca había visto, pesados, enormes, comparándolos con algo familiar, a cada uno de ellos eran mas o menos como los de una manzana de esas Golden grandes. Lo dicho, cualquier mujer estaría orgullosa de tener una macho como el, y mas su madre.. Me senté en el Wc de cara a la cisterna, y mi hijo se sentó sobre mis piernas con sus genitales apoyándose en mi barriga y mirando hacia la puerta de l baño, así el tenia acceso a los pechos que podía mirar y tocar y yo con mis manos lo empecé a masturbar con cuidado sin mirarle a los ojos. Con una mano sujetaba lo que podía los testículos, amasándolos y acariciándolos y con la otra empecé un sube y baja lento pero apretando bien la mano. En unos pocos segundo su pene creció sobremanera, tanto que me sorprendí y le dije que si que es verdad que tenia razón el medico, era unos genitales muy desarrollados. El grosor de su pene era mayor de lo que abarcaba mi mano, era como los rodillos que usamos nosotras para amasar la pasta cuando hacemos repostería y su longitud era grande muy grande debía medir 23 o 24 cm así de vista y no pude evitar decirle, Pedro, esto que tienes es enorme hijo……… si mamá, no pares te quiero mucho, en casa podrás medirlo si quieres, pero son 26 cm. No se lo que eran(ahora si, y siendo realistas son 25 cm bien medidos sin bajarle los testículos para aumentar los cm) pero a mi me llegaba en esa postura casi hasta los pechos. De pronto y cada vez mas deprisa mi masturbación, me dijo que estaba a punto de correrse, así que me levante, lo deje sentarse al borde del wc y yo de rodillas seguí masturbándole mientras que el sujetaba el bote y parte de sus testículos cogiendo mi mano. Noté perfectamente como su pene se hinchó, lo suficiente como para apuntar hacia el bote para no perder ninguna gota que era vit
al para el control, y como sus testículos se contraían en la palma de mi mano, para de golpe empezar a salir borbotones de leche, de esperma , del semen de mi hijo, sin ninguna violencia pero si abundancia que empezaba a llenar el dichoso bote de muestras. Me quede estupefacta a verla salir, chorro detrás de chorro, sin parar, blanca, muy blanca, espesa , espesa, machacando ligeramente mi mano que sujetaba su mástil y así 5-6 minutos largos hasta que ceso en su vaciado testicular. El resultado fue ni para imaginarlo, había llenado el bote casi por completo y si la medida no estaba mal, eran casi un litro de esperma, que para ser sincera me hubiera gustado disfrutar en mis carnes, mi boca e incluso por su aspecto usarlo de relleno en algún que otro pastel(otro día os contare las ideas majaras que este hijo mío me ha provocado). Lo tapo, se vistió y le dije sube y ves a dárselo disimuladamente. Yo me quede para acicalarme y no pude resistirme en lamer con ansias los restos de semen que Pedro había dejado en mi mano.
A los pocos minutos subí y visitamos al urólogo. Al día siguiente supimos el control: resultado de semen positivo(normal) con mucha probabilidad de embarazo en caso de inseminación por la alta cantidad d espermatozoides móviles que habían y una cantidad de 836 ml de esperma. Sin duda creo que fui yo quien provocó tanta leche.
Hola de nuevo amigo/as de marqueze.net y aprovecho de nuevo la ocasión para dar gracias a todas esas mujeres que me envían correos electrónicos a lauracad (arroba) mixmail.com para contarme sus experiencias y compartir ese secreto tan intimo como es amar a un hijo hasta sus ultimas consecuencias.
Bueno paso a relataros la segunda parte de mi primer relato que no pude acabaros.
Si recordáis, acabé diciéndoos como terminé masturbándome en el baño cuando me duchaba pensando en que mi hijo había cogido mis braguitas manchadas de excitación de la mañana y aprovechó para hacerse una soberana masturbación cosa que supe pues estaban limpias de mis flujos y a cambio había restos que olían a hombre.
Cuando salí de la ducha, me vestí, me arreglé lo más guapa que una puede ponerse a sus 38 años y me recogió mi amiga para ir a buscar un regalo para su hermano pues era su cumpleaños. Mientras paseaba, y a pesar de que ella me hablaba, no podía dejar de pensar en mi hijo, en lo que había hecho, en lo que haríamos y que sé yo… el tema me estaba obsesionando y en lugar de sucederme cosas que me hicieran recapacitar y olvidar el tema no hacían mas que pasar situaciones por el o por mi, la culpa es lo de menos, que nos llevaban irremediablemente el uno al otro. Una de esas fue pasados dos día, pues tenia hora con el urólogo para hacerse un control de esperma como era costumbre cada 5-6 meses desde la última vez que lo visitamos. Hasta ahora la única recomendación era que el se tenia que masturbar cada dos días como mínimo para descargar a sus testículos de tan enorme cantidad de semen que producían sus jóvenes células y así de paso controlar que la función espermática para lo cual un hombre ha nacido estuviera dentro de lo normal. Yo hasta ahora nunca había visto a mi hijo tener un orgasmo, por el amor de Dios!! Era impensable, lo pensaba pero nunca hubiera sido capaz. Como sabéis a lo sumo a lo que llegué fue a secarle el cuerpo en el baño y verle los genitales las veces que habíamos ido al medico(y recuerdo como si fuera hoy que cada vez que pasaba pensaba en lo que debería medir semejante pene que en erección tenia por lo menos 18 cm y que si seria verdad las medidas que el medico había tomado cada vez que Pedro tenia una eyaculación, pues por mucho que una mujer se imagine una corrida de esperma, imaginarse a su hijo es otro tema, y mucho mas imaginarlo eyacular unos largos 5 minutos, hasta soltar 750 ml como en ocasiones había medido el urólogo).
Bueno pues ese día tocaba control y ese día fue el día que marco mi actual relación con mi hijo y que me ha llevado a contaros esto y confesarlo a los lectores de Marqueze antes de empezar el año 2002. Estábamos en la consulta esperando y como era habitual, salió la enfermera y le dio a mi hijo de forma muy discreta un frasco, mas grande de lo habitual en estos casos, para que depositara en el su esperma, su semen, el semen de mi hijito para su posterior control y análisis. El lo cogió, se levantó y se dirigió hacia los baños que estaban en el piso de abajo. Ya lo había hecho en otras ocasiones, pero esta vez tardaba mas de lo habitual, hacia ya como 20 minutos que se había marchado y no apareció por ahí. Salió la enfermera para recoger la muestra pero le dije que lo sentía mucho que no había subido. Hizo una sonrisa picara que a mi no me gustó la verdad y dijo no pasa nada seguiremos con el resto. Fui a buscarlo, espere en la puerta del baño 5 minutos pero nada, así que armada de valor y realmente preocupada por mi niño entré en el aseo y toqué la puerta. Pedroooooooo!! Estas ahí!!! Un silencio……………………. ……………………. y después de unos segundos contestó, si aquí estoy mama!!. Te pasa algo cariño, , no nada, ufffff,………… Puedo pasar le dije? Si por favor mamá.
Me abrió la puerta y ahí estaba mi hijo, mi Pedro sentado en la taza de wc cerrada y los pantalones subidos pero sin abrochar. Ya has
acabado? Me respondió: no mamá no puedo hoy no se que me pasa, sabes que normalmente puedo controlarme y cuando lo necesito tengo la muestra que necesita el medico pero hoy no hay manera es como si no quisiera darle nada, insisto pero no puedo.
Jo, Pedro cielo no te preocupes, ahora subo y le digo que vaya llamando a la gente y mas tarde iremos pero sabes que no podemos esperar otros 6 meses a que nos de hora, lo sabes verdad?. Si mamá, lo sé. Me dio pena, y al mismo tiempo vergüenza pues estaba hablando con mi hijo del porque no eyaculaba en un bote, que corte!!!. Le dije: que pasa, no puedes pensar en alguna amiga tuya a ver si te animas,….. No mamá.
Ante la tesitura, di un abrazo a mi hijo, y en cierto modo excitada me armé de valor, y pensando en lo que mi hijo había hecho hacia unos días con mis bragas, le dije: quieres que te de mis braguitas y las uses para excitarte? Me miró asombrado, colorado(yo me sorprendí de cómo fui capaz de decirle eso a mi hijo,,,,, aunque no podía hacer nada ya estaba dicho), ………, mamá, lo siento es que ……… le cerré los labios y le dije no pasa nada mi amor, sabes que te quiero y haría lo que fuera por ti. Dime, que quieres, me quito las bragas y te las doy?. Si mamá pero quiero que lo hagas tu, contigo que seguro podré, de verdad.
Mira Pedro, eso se no está escapando de las manos y aunque tu eres mi hijo, ante todo soy mujer y lo que tu me pides, no se pide a una madre sino a una mujer; así que luego intentar que ambos nos comportemos como madre e hijo es difícil,… sabes lo que quiero decirte?. Sí mamá, me respondió, sabré recompensarte te lo prometo. Yo estaba avergonzada, pero excitadísima, no se una sensación muy rara.
Armada entonces de valor, me desabroche la blusa para que mi hijo viera mis pechos y pezones empalmados como nunca, mi areola oscura que luchaba por arrugarse mas de lo que podía. Dime, te gustan? Oh si mamá tienes unos pezones magníficos, y al mismo tiempo que decía esto estiraba su mano hacia ellos, tocándolo, jugando con el y con la otra mano sopesando mi pecho, que por poco abarcaba su mano entera. Yo cerraba los ojos porque era incapaz de mirarlo pero la cosa no podía seguir así no estaban esperando así que di mi ultimo empujón de lujuria a la situación y le dije venga manos a la obra, cielo. Lo puse de pie, le baje los pantalones, quedándome mirando esa estupenda verga que todavía no tenia una erección, y esos testículos que no me cansare de repetirlos, eran los mas grandes que nunca había visto, pesados, enormes, comparándolos con algo familiar, a cada uno de ellos eran mas o menos como los de una manzana de esas Golden grandes. Lo dicho, cualquier mujer estaría orgullosa de tener una macho como el, y mas su madre.. Me senté en el Wc de cara a la cisterna, y mi hijo se sentó sobre mis piernas con sus genitales apoyándose en mi barriga y mirando hacia la puerta de l baño, así el tenia acceso a los pechos que podía mirar y tocar y yo con mis manos lo empecé a masturbar con cuidado sin mirarle a los ojos. Con una mano sujetaba lo que podía los testículos, amasándolos y acariciándolos y con la otra empecé un sube y baja lento pero apretando bien la mano. En unos pocos segundo su pene creció sobremanera, tanto que me sorprendí y le dije que si que es verdad que tenia razón el medico, era unos genitales muy desarrollados. El grosor de su pene era mayor de lo que abarcaba mi mano, era como los rodillos que usamos nosotras para amasar la pasta cuando hacemos repostería y su longitud era grande muy grande debía medir 23 o 24 cm así de vista y no pude evitar decirle, Pedro, esto que tienes es enorme hijo……… si mamá, no pares te quiero mucho, en casa podrás medirlo si quieres, pero son 26 cm. No se lo que eran(ahora si, y siendo realistas son 25 cm bien medidos sin bajarle los testículos para aumentar los cm) pero a mi me llegaba en esa postura casi hasta los pechos. De pronto y cada vez mas deprisa mi masturbación, me dijo que estaba a punto de correrse, así que me levante, lo deje sentarse al borde del wc y yo de rodillas seguí masturbándole mientras que el sujetaba el bote y parte de sus testículos cogiendo mi mano. Noté perfectamente como su pene se hinchó, lo suficiente como para apuntar hacia el bote para no perder ninguna gota que era vit
al para el control, y como sus testículos se contraían en la palma de mi mano, para de golpe empezar a salir borbotones de leche, de esperma , del semen de mi hijo, sin ninguna violencia pero si abundancia que empezaba a llenar el dichoso bote de muestras. Me quede estupefacta a verla salir, chorro detrás de chorro, sin parar, blanca, muy blanca, espesa , espesa, machacando ligeramente mi mano que sujetaba su mástil y así 5-6 minutos largos hasta que ceso en su vaciado testicular. El resultado fue ni para imaginarlo, había llenado el bote casi por completo y si la medida no estaba mal, eran casi un litro de esperma, que para ser sincera me hubiera gustado disfrutar en mis carnes, mi boca e incluso por su aspecto usarlo de relleno en algún que otro pastel(otro día os contare las ideas majaras que este hijo mío me ha provocado). Lo tapo, se vistió y le dije sube y ves a dárselo disimuladamente. Yo me quede para acicalarme y no pude resistirme en lamer con ansias los restos de semen que Pedro había dejado en mi mano.
A los pocos minutos subí y visitamos al urólogo. Al día siguiente supimos el control: resultado de semen positivo(normal) con mucha probabilidad de embarazo en caso de inseminación por la alta cantidad d espermatozoides móviles que habían y una cantidad de 836 ml de esperma. Sin duda creo que fui yo quien provocó tanta leche.
