Esto sucedió el verano pasado. Mi mamá es una muy exitosa profesional de Informática. Llegó al puesto de Gerente en una empresa a fuerza de trabajo y sacrificio. Tiene 43 años y un cuerpo súper cuidado. Tres veces por semana al gimnasio y otras tres a andar en bicicleta. Todo ese ejercicio es no solo para mantener su físico espectacular, sino para limpiar su cabeza de trabajo, y seguramente de no tener una pareja estable hace unos tres años. Desde hace 15 años está divorciada de mi padre.
Yo tengo 25 años y este año me recibo de Ingeniero de sistemas, trabajo en el mismo rubro que mi madre, pero en distinta empresa. Desde hace 4 me fui a vivir solo, ya que conseguí un trabajo en esa época y me permitió independizarme. Todos los días que ella va al gimnasio nos vemos y compartimos un café al terminar de entrenar. Conoció varias “amigas”, y siempre hace bromas sobre los “cadáveres que quedaban a mi paso”.
“Tim, tengo ganas de hacer un viaje a Bahamas en verano, vi unos resorts en las Exumas hermosos. Este año cobre un bono muy, pero muy lindo. Te invito, vamos juntos con tu pareja si querés, yo me encargo de todos los gastos mayores, estadía, pasajes y comida. Vos lo que quieras hacer por tu cuenta fuera de eso. Mi idea es alquilar dos cabañas frente al mar. Después te paso las fotos y te fijas. Pensalo y Contame que te parece.
“Desde ya genial, pero ¿cuánto tiempo querés ir, yo solo tengo una semana?”
“Genial, es suficiente. Miro las fotos, lo charlo con Rita y te aviso”
“Dale”.
Lo charlé con Rita y le encantó la idea. Le conté a mi madre, y al día siguiente, con casi seis meses de anticipación teníamos la reserva hecha.
Faltando siete días mi novia se enfermó y decidió no viajar. Imposible modificar la reserva porque estaba todo pago.
Volamos a Nassau y de allí a Staniel Cay. El lugar tremendo, las cabañas directamente a la playa, a 15 metros, con nuestras reposeras, sombrillas, kayaks para disfrutar. Todo lo que se puede pedir. Una chica que se ocupa de recibir y limpiar las cabañas, nos acompañó y mostró todo. En algunos momentos me miraba y sonreía seductora. Su nombre era Lía
“Los dos se hospedan solos, porque figura una pasajera con Ud.” dijo Lía
“Si, es mi novia, pero no viajó” le contesté
Cenamos en el resort, nos sentamos en la playa a disfrutar la noche y charlar
“Lástima que no pudo venir Rita, ahora estas clavado con tu vieja” me dijo mi madre.
“Si, te faltó decir chota, arrugada y obesa” contesté
“Gracias, es lindo escuchar eso de un hijo”. Me dijo como haciendo pucheros
“Mamá, que no le tengas paciencia a los hombre que se te cruzan no significa que seas vieja, y mucho menos chota, arrugada y obesa. Te aseguro que Rita si te ve en malla se sentiría opacada por vos”
“Dale, no me hagas bromas” contesto
“Vos sabes que significa MILF, no te hagas la tonta. Vos sos una MILF perfecta”
“Epa, fuerte lo que me decís, medio subido de tono”
“Pero es lo que pienso”.
Se quedó callada, pensando en lo que le había dicho.
La mañana siguiente, cansado por el viaje, me desperté tarde. Puse la malla sobre la cama doble, y un toallón para secarme cuando saliera de la ducha. Me quedé un rato largo bajo la ducha. Me sequé un poco con la toalla del baño, la dejé colgada y salí del baño. Mi sorpresa fue grande cuando descubrí que en mi habitación estaba Lía, comenzando a limpiar.
Tal fue mi sorpresa que no atiné a taparme. Ella me miró, sonrió y me dijo
“Buenos días, no sabía que estaba en la ducha, perdone. Puedo pasar después, no se preocupe.” Dijo, casi sin sacar la vista de mi verga.
“He, bueno si querés no hay problema” dije confundido.
“A menos que necesite algo de mi parte” dijo ella sin levantar la mirada
“Quizás que me alcances la toalla sería un buen detalle de tu parte”, le dije ya recompuesto
La toalla estaba a solo centímetros de mi pierna, era estirarla y agarrarla
“Si, por supuesto, un gusto poder dar un buen servicio a un cliente como Ud.”
Se acercó hasta estar a milímetros mío, tomó la toalla y me miró sonriendo. Sin sacarme la mirada de mis ojos, comenzó a secar mi verga.
“Secar a los clientes no está incluido en el servicio, pero en este caso, le aseguro que será mi placer hacerlo”
Siguió y cuando estuvo bien dura, se agacho y me comenzó a chupar con ganas. De pie como estaba, solo atine a ponerla de forma de poder tocar su culo y su cancha por debajo de la pollerita del uniforme. Ya estaba mojada, y tenía unas formas de locura, como la mayoría de las mujeres del caribe. Me chupó y chupó hasta hacerme acabar en su boca. Se relamió, acomodó el uniforme y yendo hacia la puerta me dijo:
“Espero que haya sido de su satisfacción, de no ser así luego me avisa y veo como lo soluciono.” Dijo
“Gracias, debo meditarlo, cualquier cosa te aviso”
Era el paraíso total, levantarse con una bella mujer haciéndome gozar con su boca, y en ese paraíso, con las cortinas corrida, viendo el azul del océano.
Mi madre estaba sentada en la galería de su cabaña pensativa. Fui a buscarla para ir a desayunar.
“Hola hermosa, ¿cómo está?”
“Hola, bien hijo”
“Que pasa, estabas muy pensativa mirando el mar, hasta podría jurar que hablabas sola”
“Nada hijo, solo pensaba. Viste que lindo está el lugar, como en las fotos” me dijo.
“Si, ojalá pudiéramos trabajar acá todo el año.”
“Si, sobre todo por el servicio que dan, ¿viste que bueno? Pero descubrí que a algunos clientes los atienden mejor que a otros, hasta verifican que se hallan lavado bien sus partes, con la cara muy pegada…” dijo riéndose
“Vos… viste, entiendo”
“Lástima que no hay hombres para dar un servicio similar a las pasajeras” dijo, y se fue corriendo a meterse en el mar. Tenía puesta una malla enteriza que hacía que se viera espectacular.
La seguí y me metí al mar atrás de ella. Jugamos en el mar, nos tirábamos agua, empujábamos y en algunos movimientos hubo algunos roces.
Yo estaba feliz de poder disfrutar con ella, compartir tiempo, hacía mucho que no lo hacíamos, solo el café después del gim.
En un momento dado ella se quedó mirando el horizonte del mar y yo la abrace por detrás.
Puse mi cara junto a la de ella y le dije
“Te amo vieja, gracias por estos días para compartirnos. Casi que me alegro que no haya venido Rita”
“Y yo a vos Tim, hijo, pero sos malo, pobre Rita”
“Es que de esa forma soy todo para vos” le dije, sin ningún doble sentido.
Yo la seguía abrazando y nos quedamos en silencio. Sinceramente no sé cuánto tiempo pasamos abrazados. El silencio lo perturbó mi madre.
“Tim, cuidado, me parece que o te picó algo o algo se te metió en la malla” dijo separándose
Yo, con cándida inocencia, me miré y solamente estaba mi pene erecto por completo.
“¿Te das cuenta que el también piensa que sos una MILF?” Le dije para retrucar su broma
“Tim, sos un bestia, como me vas a decir eso”
“Por medio segundo olvídate que soy Tim tu hijo, ¿No te hace sentir bien, orgullosa, deseada, que un tipo de 25 años, un pendejo como decís vos, tenga tremenda erección solo por estar apoyado en vos?
Me miró tan seria que pensé que se había enojado, esquivándome volvió a la arena, se sentó en la reposera y se reclinó a tomar sol. Fui e hice lo mismo. Casi como susurro escuche que decía
“Si, claro que sí”
Fuimos a almorzar, y a caminar por el pueblo. Compramos varias cosas, tonterías, y volvimos a las cabañas. Cuando bajaba el sol, ella me dijo que no iba a cenar, pero que iba a pedir que traigan un trago caribeño con ron que nunca había probado. Se lo trajeron y le gustó mucho. Al rato yo decidí que tampoco quise cenar, solo pedí un sándwich, una cerveza y ella aprovechó para pedir otro trago.
Cuando retiraron el servicio, ella pidió otro.
“¿Qué pasa, nunca te vi tomar tanto alcohol?”
“Es que es muy rico, y te juro que no se siente el alcohol”
Desde la mañana, esas habían sido sus únicas palabras. Pero al parecer el tercer trago le dio valor para hablar
“Como mujer es lindo que un hombre se excite con una. Sabes cuánto hace que un hombre no me demuestra su calentura así, mucho. Y una piensa que ya no tiene esa magia, y cada día es peor, y hasta no querés estar con hombres para no sentir eso.
Y ahora, que estoy en la cima, que gano lo que nunca pensé ganar, que tengo un buen físico, que me mantengo bien, que visto y me maquillo bien, que ya no tengo que tomar pastillas, nada. Ni un solo orgasmo con un hombre en años.
Perdoname, no sé porque te cuento esto. Al fin de cuenta le estoy contando a mi hijo mis desventuras sexuales”
“Creo y siento que en este momento soy más un amigo. En serio. Claro, cuando nací la diferencia de edad era notoria, pero ahora, caminamos juntos y bien podríamos ser pareja. Creo que eso te da la confianza. Me vez como hombre y no como hijo”
“Es que sos un hombre ya. Gracias, amigo, por escucharme”
“De nada, Su.” dije, y usando por primera vez su nombre.
Pidió el cuarto trago y yo el primero. Mientras esperábamos los tragos, fui al baño de mi cabaña. Estaba por salir cuando golpearon la puerta. Abrí y era ella con los dos tragos. Sin dejarme decir nada, entro a mi cabaña. Puso los tragos sobre una mesa y se puso de rodillas frente a mí. Me quitó la malla y respiró hondo, y comenzó a chupar mi pija. Vi que bajaba su mano y se acariciaba por su vagina corriendo la malla.
Le baje los breteles y la parte superior de su malla, ella ayudaba con sus brazos. Sus pechos, redondos y firmes, sin una cirugía lucían un esplendor casi juvenil. Ella gozaba, por sus palabras por primera vez en años.
La hice poner de pie, y la recosté en la cama. Levanté sus piernas, y comencé a chupar su clítoris, mis dedos buscaban su punto G, entrando y saliendo. Su respiración se entrecortaba, gemía y suspiraba. Pude sentir claramente un fuerte orgasmo. Sorprendiéndola, llevé mi lengua a su ano, jugaba con él, lo apretaba con mi lengua y lo soltaba. Cada movimiento era un gemido. Cuando fui a meter un dedo, ella me dijo:
“No, nunca…”
No intenté seguir, la respeté. Volví a su concha y le saqué otro orgasmo. Fui a besar sus pechos y pezones, y lentamente fui acercando mi verga a su concha. La fui penetrando lentamente, dejando que disfrute ese momento y no sufra dolor. Al paso se iba abriendo dejándole paso. Ella gemía y suspiraba. Mis movimientos se aceleraron, ella movía su cadera acompasadamente para seguir mis movimientos, usaba sus músculos para apretar mi verga y soltarla. Que claro que sabía perfectamente como buscar el placer propio y el de su pareja.
Llegó a un orgasmo y me pidió subirse a mí. Se puso de espaldas a mí, tomó mi verga y la introdujo en su concha. Movía su cadera en círculos, de adelante hacia atrás, buscaba sentirse llena, pequeños orgasmos hacían que se pellizque los pechos. Cambió la forma de moverse, ahora subía y bajaba.
Se volteó a mirarme, y se mordió los labios. Extendió su mano y tomo la mía. Se llevó los dedos a la boca y los chupó uno por uno mientras me miraba y subía y bajaba. Tomo el índice, y lo condujo a su ano. Se quedó quieta y ella lo fue introduciendo lentamente, hasta enterrarlo por completo. Nuevamente comenzó a moverse, dejando quieto mi dedo. Ella misma se penetraba con mi verga y mi dedo. Al rato lo sacó y volvió a chupar los dedos. Cuando los humedeció bien, tomó dos, y realizó el mismo procedimiento. Soltó mi mano y se movía gozando con todo.
Sin pensarlo, golpee sus cachetes con mi mano. Ella saltó y gimió con todo y sus movimientos se aceleraron, le di otro, y tuvo el mismo efecto. Llegó a otro orgasmo y se bajó. Como hiciera yo con ella, me levantó las piernas y me chupaba la verga. Con una mano me masturbaba muy lento, y besaba mis pelotas, su lengua fue bajando lentamente hacia mi ano. Eso generaba una electricidad tremenda, mojó bien mi ano e introdujo un dedo.
Nunca ninguna mujer y mucho menos un hombre había ni siquiera hacerlo, y fue tan rápido que cuando quise reaccionar ya estaba adentro. Me miró con mucha lascivia, me miraba mientras lamia mi verga y su dedo encontraba lo que buscaba: mi próstata. Mi verga por primera vez superaba todo tamaño, en largo y grosor. Estaba roja y fenomenalmente dura.
Ella humedeció sus dedos y no pude ver donde los metía. Subió nuevamente y otra vez dándome la espalda. La tomó, me miró y sin dejar de hacerlo, la acercó a su ano, y fue bajando para que la penetre. Un grito ahogado con un gemido intenso marcaban que ya estaba adentro. Con movimientos lentos y continuos, logro que entre toda. Al hacerlo, y sin quitarme la mirada pidió.
“Pegame”
Mi reacción no se hizo esperar. Dos fuertes chirlos uno en cada nalga estallaron. Aumentó su velocidad, y pidió más y obtuvo lo que pedía. Los siguientes no los tuvo que pedir, cuando por la fuerza de mis golpes se dio cuenta que estaba por acabar, sentí como por lo menos tres dedos los metía en su concha.
Llegamos juntos, se recostó un momento sobre mi pecho, para después girar y acostarse a mi lado.
Ella se sentó con las piernas cruzadas, mirándome. Me hizo un mimo y comenzó a hablar.
“Si en este momento me reventas la cara de un sopapo o una trompada, va a ser entendible. Soy tu madre y casi que te violé. Lo sé. Y… no me arrepiento. No me arrepiento porque en ningún momento te vi como a mi hijo, solo como a un flaco con el que me había calentado y el conmigo.
Y no me arrepiento de los orgasmos que me sacaste, del placer que me hiciste sentir, ni siquiera de haber entregado mi ano por primera vez. Hasta por allí me diste placer.
También quiero decirte que con tu charla y lo de recién levantaste mi autoestima exponencialmente. Volví a sentirme mujer. Mujer, nada menos.
Tu golpe no llega, y puede ser por respeto. Ese que quizás sientas que te perdí, pero vos guardas hacia mí.
Solo dos palabras me quedan: Gracias por hacer que vuelva a quererme un poco y Perdón si por egoísmo se quiebra nuestro lazo.
Si querés decirme algo, te escucho atentamente.”
“Su, sos una estupenda amante. No recuerdo otra que me haya cogido como vos. Espero que sea el comienzo de una nueva vida sexual para vos, probando todo lo que quieras, Open Mind, como dicen.
Por mi parte, queda decirte que fue un gusto estar en la cama con vos, Su, y este, tu amigo Tim, va a estar siempre para vos”
Tras eso, la acompañé a su cabaña, nos dimos un beso en la puerta y fuimos a dormir.
La mañana siguiente de haber sido cogido por mi madre me desperté temprano, me duché y me fui la galería de la cabaña. Al rato vino Lía, que sonriendo dijo:
“OH, veo que hoy no va a necesitar la toalla”
“No, la toalla no, quizás otro servicio de tu parte… pasa.”
“Lía, no te quiero ofender pero tengo un pedido para hacerte, pero entenderé totalmente, que no des esos tipos de servicios”
“Señor, sus pedidos, créame son totalmente posibles de cumplir para mí y un gran placer también”
“Viste que en la cabaña de al lado, esta una mujer, bueno en realidad no es mi madre, sino que soy el amante.” Le dije.
Le conté mi idea, y le brillaron los ojos.
“Señor, créame que va a ser un verdadero placer complacerlo”
Fuimos a la cabaña de mi madre, y como estaban corridas las cortinas, vimos que dormía profundamente.
Entramos, y con cuidado de no despertarla, la destapamos. Dormía totalmente desnuda, eso facilitaba nuestros planes. Lía se quitó la ropa, y mirándola, me chupaba la verga metiéndose dedos en la concha. Me pidió ayuda para separar sus piernas un poco, y comenzó a chupar su clítoris. Yo me fui al baño, para ver su reacción. Aún dormida empezó a gemir, luego a acariciarse los pechos. Se llevó dos dedos a la boca y los chupaba.
Se fue despertando y sorprendida miraba a Lía que le chupaba la concha.
“¿Qué pasa, que es esto? Dijo mi madre
“Buen día señora, el Sr. Tim me dijo de su disconformidad porque no hay hombres para servicios especiales y yo me ofrecí a tratar de compensar esa desatención” le dijo y volvió a chuparla y ahora le metió dos dedos en la concha
Totalmente entregada a ese caliente despertar, se recostó dejándose hacer. Yo proveche, para salir del baño y apoyar mi pija en su boca. Abrió los ojos y se puso a chupar como loca.
“Desgraciado, mira lo que me está haciendo”
“Veo Su, te pega una buena chupada de concha, y te gusta. Y no sé si te gusta más la chupada o que sea una mujer la que te lo da. De todos modos, disfrutá”
Se dejó hacer, sin problemas, los orgasmos llegaban uno detrás del otro. Soltó mi verga y atrajo a Lía. Se pusieron de rodillas y se prodigaban besos y caricias, pero siempre una de ellas, me masturbaba lentamente. Estuvieron así un rato. Su le dijo algo al oído a Lía y hablaron unos segundos así, susurrándose al oído.
Su se puso con la cabeza colgado de la cama boca arriba y Lía formó el 69. Lía me dijo: “Cogeme”. Se la metí mientras mi madre le chupaba la concha y Lía le devolvía el favor, pero en el ano. Yo disfrutaba verlas, Su por momentos chupaba mis bolas, pero seguía ocupada en Lía. Le dio un chirlo en el culo, y Lía gimió. Como la tenía a mi madre con las piernas levantadas pude ver como le metía dos dedos en el culo. Y los movía en círculos. Su hizo que saque mi pija de su concha y me la chupó, no le importó que esté cubierta de los jugos de Lía. La puso en el ano de Lía y me dio un chirlo en el culo.
Metí toda la cabeza, Lía gimió. “Su deseo es que acabes en su culo, lo quiere lleno de tu leche”
Me puso loco, empecé a entrar y salir de ella como loco. No tardé mucho en acabar. Fue un orgasmo fuerte. Cuando la saqué, Su que no se había movido, comenzó a chuparla. Haciéndolo, y con la ayuda de lía en su culo y concha, llegó a un orgasmo.
Segundos después, Lía se paró, y dijo: “Sr., Sra, espero que haya sido de su satisfacción. Fue un total placer servirlos. Y si requieren nuevamente de mí, por favor, no duden en decirme.” Antes que se vaya y sin que se dé cuenta, puse 500 dólares en su bolsillo.
“Sos un hijo de puta, o sea mío. Esa jugada nunca la esperé. Otro debut más en la isla, con una mujer” dijo mi madre.
“Pero, te gustó”
“Y como…”
Nos bañamos desnudos en el mar, nos pusimos las mallas y unas remeras y salimos a caminar. Almorzamos en un barcito comida típica de la isla y seguimos caminando. Contratamos una lancha y fuimos a recorrer otras islas. Cuando volvimos tomamos sol, nos bañamos, y nos sentamos mirando el mar.
“Que loco, como de una idea pura, salió todo esto. Realmente hoy me seguí descubriendo. Vos, ya lo habías hecho?”
“Si, claro”
“Ah, lástima que Rita es tu novia, porque pensándolo bien, es muy deseable.”
“Si, pero te aseguro que le decís, como me pasó y sale corriendo.
Ahora, entre nosotros, cuál es tu máxima locura sexual”
“¿Aparte de cogerme a mi hijo, entregarle el culo, y hacerlo con una mujer, todo en menos de 24 h?”
“Si” le dije.
“Una vez, hace algunos años, estaba muy caliente, y una amiga, me invitó a una reunión en su casa. La cosa es que tomé de más, y terminé en un baño, con dos pijas en mi boca, y otra en mi concha. Para ellos, era una cosa, para mi ellos solo servían para llegar a un orgasmo, pero placer, cero”
“¿Y con mi viejo?”
“Solo te tuvimos a vos. Supongo que te dice algo”
“Si claro”
Cuando anocheció fui hasta el restaurant del resort y encargue para una hora después, un mezclado de mariscos y una botella de vino blanco.
Cenábamos en la galería de su cabaña. Y charlábamos.
“Su, ¿alguna fantasía, algo que siempre hayas querido o que ahora quieras hacer?
“Huy, dos, una un trio, no me importa como dos hombre o un hombre y dos mujeres, pero que yo sea el centro de atención y me hagan gozar como loca. Y el otro, filmarme, y mandarle el video a un hombre para calentarlo. Ponerlo bien loco, y que cuando me vea, descargue su calentura en mí. Quiero verlo hervir por mí, y si tengo un orgasmo, bien, genial, pero si no, no importa, quiero sentir furia.”
“Guau, te estas desatando”
Terminamos de cenar y como era temprano, y el pueblo tenía lo negocios abiertos hasta tarde, fuimos a caminar. Ella llevaba un bolso al hombro para no cargar las cosas si comprábamos algo. Efectivamente, compramos unas cosas que nos faltaban para regalar, y yo me detuve en uno que vendía cosas de fotografía.
“Ya vengo, esperame acá” me dijo mi madre
A los pocos minutos regresó, caminamos un poco más y volvimos pero al bar del resort. Ella pidió otro trago distinto al del día anterior. Yo un Gin nos sentamos en una terraza, frente al mar, estábamos solos. Nos lo trajeron. Charlamos de cosas de familia, y de pronto me preguntó
“¿Rita, en la cama, te satisface, o es medio pelotuda”
“Y… “
“Bastante pelotuda” dijo mi madre. “No se da cuenta que para que funcione una pareja la cama es fundamental. Una mujer puede no cocinar bien, pero si tiene una buena cama con su hombre, zafa todo. ¿Y vos sos feliz?“
“¿Su, me dejas la cabeza en paz? Estamos de vacaciones” le dije.
“Perdoname, tenés razón. Pero si ella te satisficiera, seguro no tendrías problemas en hablar”
“Mamá”
Hizo una seña y fue Lía a la mesa. Sugestivamente, se paró muy cerca de mi madre
“¿Hola, cómo están?” dijo
“Hola Lía, bien, disfrutando de la isla” dije
De pronto veo que la mano de Su estaba bajo la minifalda, y la acariciaba. Lía suspiró
“¿Van a desear algo más de tomar? Y dio un leve gemido.
“Si, quiero repetir” Dijo Su, al tiempo que Lía hizo un movimiento como si la hubiera pellizcado, o peor, penetrado
“Vos Tim, ¿querés repetir el gin?” me preguntó Su.
“Bueno, así será” dijo Lía al tiempo que miró a Su, y se retiró.
“Su, eso fue mucho.” Le dije.
“Bueno, fue solo un juego” me dijo y me guiñó un ojo.
Al rato cuando fuimos a pagar, pasé por la barra y pedí que lleven la cuenta a la mesa, y fui al baño.
Cuando salí era Lía la que estaba cobrándole a Su.
“Hasta mañana, que tengan una buena noche y mejor despertar” dijo picante Lía.
Estábamos llegando a mi cabaña cuando mi madre, o Su, dado que estaba un poco picada por el alcohol.
“Perdoname, pero estoy cansada, ¿No te enoja si me voy a dormir?”
“Para nada, empezó temprano y estoy cansado”
Nos dimos un besito, y me metí en la cama, como había dejado la cortina abierta podía ver la luz de la luna reflejándose en el mar. De pronto, golpean a mi puerta. Era uno de los chicos del bar.
“Sr., su vecina le envía este trago y pide que los disculpe por estar cansada”
“Gracias”
Quedé sorprendido sin saber que pensar. Me senté en la cama y lo probé. Sí que tenía ron eso. Pero la mezcla de jugos frutales y de hielo, invitaban a tomarlo. De pronto veo que pasa Lía con una bandeja y un trago para la cabina de mi madre. Otra no podía ser porque era la última. Segundos después hace el camino inverso.
Tomando el trago me sentí tonto estando dentro de la cabaña, me fui a sentar junto al mar. Estuve pensando en todo lo pasado en la isla y cuando lo terminé volví adentro. Mi teléfono marcaba con una luz un mensaje. Pensé que era Rita, pero no. Era un video de Su.
Estaba tomado desde arriba, seguramente desde los estantes que estaban en una pared
“Hola, sabes, estos tragos sí que son picantes, y me pusieron picante.” Decía su apareciendo delante de la cámara
“y por suerte como vos sos un flojo, tengo una amiguita que tiene ganas que juguemos un poco” dicho esto apareció Lía completamente desnuda y comenzaron a besarse y meterse mano. Se masturbaban, se besaban y todo delante de la cámara. Hicieron un 69 y contaban los orgasmos mirando a la cámara. Algo le dijo Su a Lía, que ella tomo un teléfono y parecía que llamaba a alguien. Siguieron dándose orgasmos y contándolos. Se escuchó que golpeaban la puerta y segundos después una chica más estaba con ellas dos. Ahora eran tres chupándose y besándose. Lía hizo que Su se ponga en cuatro y del bolso de Su, sacó dos consoladores. Uno juraría que era una copia de mi verga. El culo de Su apuntaba a la cámara. Lía puso algo en sus dedos, posiblemente una crema o aceite, y dándole un terrible golpe en el culo se los enterró. Miraba a la cámara y me relataba como entraban y salían fácil. La otra chica se puso delante de Su, y le metió el consolador en la boca, se puso de rodillas al costado y mientras lo metía y sacaba de su boca le pellizcaba con furia sus pezones o le daba cachetadas en la cara. Lia tomó el consolador y se lo enterró a Su, que se empezó a mover como loca.
Lía tomó el teléfono y lo acercó al culo y a la concha de Su, que goteaba jugos intensamente.
Mi pija estaba explotando en el short. Después mostraba como al mismo tiempo casi le metía la mano en la concha, sin sacarle el consolador del culo. Su gemía de placer, ahogada por el otro consolador. Ahora llevaba el teléfono a la cara de Su. Le sacaron el consolador de la boca y mirando el teléfono dijo:
“Mirá lo que armé porque a vos no te dan las pelotas para romperme bien el culo, dormí tranquilo, Tonto”
Allí terminó
Tiré el teléfono y fui a la cabaña, sin que me vean, pude ver por la ventana que las tres seguían jugando. Me quite la malla, y entré.
Lo primero que hice fue levantarla a Su, tomarla de los pelos y decirle: “a vos te dejo para el final” y le tiré en la cama y le metí el consolador más grande en la concha “Entretenete y mirá como me gozo a tus amiguitas”
Tomé a Lía y la otra chica de los cabellos, Lía para que me chupe y a la otra a besarla y tocarla por todo el cuerpo. Era menudita, casi sin tetas, con una concha bien húmeda. Cuando quise tocar su ano no se dejaba. Me calentó más aún. Las cambié de lugar, mientras la miraba a Su, que estaba absorta en lo que nos veía hacer.
La chica no tenía muchas ganas de chupar, y yo le metía mano a Lía que se abría todos los agujeros para que pueda meter mis dedos.
Protesté porque la pendeja no chupaba bien y Lía la hizo parar, la tomó del cuello y haciéndole faltar al aire, le pellizcaba los pezones, le daba sopapos, en la cara, hasta que casi se desmaya. La tiró boca abajo en la cama y ella se sentó en su espalda, no sin antes darle dos sopapos en la cara y un golpe en la panza que la hizo doblar de dolor.
Las piernas de la chica colgaban de la cama. Con sus dedos aún con crema le metió uno en el culo.
“Mi hermana es muy puta, pero le gusta el dolor, que la castiguen, ¿ahora ve como se calmó? Me dijo. “Dejeme chuparlo mientras se la preparo a esta puta.” Le puse la pija en la boca y era demasiado caliente la escena, Su ahora se masturbaba el culo al ritmo de los dedos de Lía que entraban y salían del culo de la hermana, que gemía de placer.
Lía vio Su que se metía el consolador en el culo-
“Sr Tim, sostenga a esta puta, y no dude en darle un buen golpe si se quiere mover.” Dijo Lía al tiempo que se corría apenas, para darle tremenda bofetada a Su. “Nada del culo, eso es para el Sr. Tim, Sra. Puta, ahora, como castigo va a tener que sacarme un orgasmo con la boca” le dijo y se sentó en su cara.
“Ve Sr. Tim, como hay que tratar a estas putas” y pasó su lengua por los labios en muestra de placer.
La hermana atinó a moverse y le di una buena bofetada en la cara y girándola un poco pellizque un pezón hasta hacerla gritar de dolor. Ahí empezó a gemir con mis dedos en su culo.
Ver eso y el trabajo de Su en su concha la hicieron acabar a Lía, que volvió a sentarse sobre la hermana.
“Perdón Sr. Tim, ya estoy de vuelta con Ud.” y me volvió a chupar la pija y sin sacar mis dedos, metió otros dos en el culo de la hermana.
“Sr. Tim, cuando guste, su verga está bien dura, rómpale es culo a esta pendeja” hizo que saque mis dedos, y con los dos de ella me mostraba que estaba casi abierto para mi.
La penetré de una, haciendo golpear mis pelotas contra su concha. Lía se sentó de forma de que le chupe la concha, y poder darle sopapos o pellizcarle los pezones. La pendeja se retorcía de placer con ms penetraciones y los golpes.
“Pendeja puta, si no haces gozar al Sr. Tim, en casa te voy a atar a la cama, te voy a meter el palo en el culo como la otra vez y vas a dormir con el palo en el culo. Acordate, dos días te cagaste encima, pendeja”
Mientras Su jugaba con su concha y la baba de calentura caía de su boca. Ella misma se pellizcaba los pezones de tal manera que se hacía doler. Lía la miraba y sonreía sádica.
La pendeja se movía como loca, gritaba de placer, hasta que llegó a un tremendo orgasmo.
Lía a Su, en la misma posición que había puesto a su hermana, se acostó sobre ella y le dijo:
“Sra. Puta, Ud. quiso este jueguito de calentar al Sr. Tim que es tan bueno. Ahora mejor que se esmere para que acabe porque le voy a hacer lo que le hice a mi hermana, y por dos días no va a poder salir del baño por miedo a cagarse.” Le dio una bofetada y le pellizcó con todo una teta y le dijo “¿Está entendido?”
Su solo asintió con la cabeza.
Se sentó sobre su espalda y le dijo a su hermana que se ponga en cuatro al lado de ella, con su culo hacia mí, le metió un consolador en el culo y le dijo que se masturbe el culo. Ella chupó mi pija y al tiempo golpeaba los cachetes de Su. Se detuvo y me miró.
“Sr. Tim, esta Sra. Puta quiso hacerlo calentar, hacerlo poner loco. Mire ese culo. Está cerrándose, rómpaselo y hágale sentir el error que cometió al burlarse de Ud.”
La hija de puta, sabía cómo hacerme calentar. Mojó apenas la punta de un dedo índice, lo apoyo en el ano, le miró a Su, que estaba con cara de terror, y dijo: “Sra. Puta, para que vea que soy buena, ya lo lubrique”. Su pedía por favor que no lo haga. Ver a la pendeja llorando y masturbándose para mí, la mirada de lujuria de Lía, hicieron que sin medir consecuencias para acá, se la entierre hasta el fondo. Su gritó de dolor y comenzó a llorar. Lía sostenía sus cachetes para que pueda meterla hasta el fondo.
Yo entraba y salía como enloquecido. Vi que un hilo de sangre salía del borde de su ano. Poco a poco Su empezó a gemir, cada vez más fuerte.
“Sr. Tim, mire la Sra. Puta como está disfrutando que le rompa el culo, se lo deje sangrando bien abierto. Siga, gócela con todo”
Lía se puso en cuatro arriba de Su, y me puso el otro consolador en la mano. Escupió la suya y la pasó por su ano.
“Sr. Tim, por favor, métame ese consolador, quiero yo también sentir su calentura.
Se lo metí hasta el fondo y seguía el ritmo de ms envestidas al culo de Su. Lía apoyo su cabeza contra la de Su y le dijo:
“Sra. Puta, no se juega con los hombres. Pueden ser muy feroces gozando a una mujer. Mira, estamos las tres enculadas por él. Y mientras él no acabe, no nos va a dejar en paz.”
Escuchar eso hizo que Su comience a subir y bajar su cadera, abriéndose ella misma el culo. No tardé mucho en acabar adentro de ella. Cuando lo hice, metí los dos consoladores hasta el fondo, y dejándolos adentro. Estuve un momento más, le di una cachetada en el culo a Su, que hizo que tuviera un orgasmo con todo, lo mismo cuando sintió que se la sacaba.
Lía se dio vuelta, y mientras limpiaba mi pija, juntaba la sangre, mi semen y jugos que salían del culo de Su, y los repartía en las bocas de su hermana y Su. Solo cuando dejo de salir y ella había limpiado mi pija se sacó el consolador, y luego el de la hermana. Las miré y me fui.
Cuando miré la hora antes de acostarme eran las 2 de la mañana. A las 8 de la mañana me despertó la voz de Lía: “Sr. Tim, vengo a limpiar el cuarto, necesita Ud. algo en especial?”
“No, Lía, gracias he tenido una noche agitada, hace lo tuyo tranquila que me voy a bañar”.
Cuando salí de la ducha me esperaba con la toalla
“Gracias Lía, es todo, gracias”
“Como Ud. diga Sr. Tim”
Me yendo al mar a darme un chapuzón y veo salir corriendo a Su de su cabina, mirando hacia todos lados, y cuando me vio, vino hacia mí.
Lía corriendo atrás con un consolador en la mano.
“Sra. Tim, solo estaba limpiando la habitación, ella se despertó y le pregunté donde lo metía, y salió corriendo” dijo Lía
Caí de rodillas en la arena de la risa.
Mi madre se tapaba como podía al ver lejos otros turistas.
Al rato vino a acompañarme al agua.
“¿Te acordás de la fantasía mía de estar con dos hombres? Me dijo
“Si, claro.”
“Pues olvídate de ser uno” y se largó a reir.
Las noches que quedaban hicimos el amor en la playa, en una lancha que alquilamos, en un banco de arena en el medio del mar. Fueron un goce total.
Cuando nos retirábamos, saludamos a todos, y Lía nos dijo que esperaba que hayamos disfrutado de las cabañas, del mar y de los servicios.
“Excelente todo, sobre todo los servicios, de primer nivel” dije
“Impecable, realmente sobresaliente. Por favor transmitan a los dueños nuestra satisfacción” dijo mi madre.
En el avión cuando volvíamos apoyo su mano en mi brazo y me dijo
“Bueno, Tim, ahora vos volves a tu vida, yo a la mía. Madre e hijo. Esto que pasó no puede cambiar las cosas de tal forma. Y yo quiero encontrar mi camino”
“Por supuesto, estoy de acuerdo” le dije.
Y fue así, por dos meses. Estábamos tomando el café en gimnasio.
“Mamá conocí una chica, te juro que un volcán, me mató en la cama”
“¿Y Rita, porque hasta hace dos días estabas con ella?”
“Pasó a engrosar tu lista de cadáveres” le dije sonriendo
“Me alegro. Yo justo te iba a contar que hace quince días estoy saliendo con un muchacho, le llevo 5 años, pero es genial”
“Que bueno, te lo merecías”
“Tim, ¿vos pensas que para el invierno, cuatro meses, sería correcto irnos de vacaciones los cuatro?
“Al resort?, no Su, no sería correcto. Le respondí
“Si, por supuesto.” Me dijo con cierta congoja.
“Si queres, y solo porque te veo muy estresada”, te puedo acompañar
Ella metió la mano en el bolso, el mismo donde había guardado los consoladores cuando los compró.
“Mamá!!!” le dije
“Tranquilo” me dijo sacando la notebook, eso está guardado para futuras ocasiones con Rob, mi chico.
“Seguimos charlando y unos minutos después al mirar la notebook su cara fue de sorpresa total, se quedó con la boca abierta y la giró para que lea.
“Estimada Sra. Susana:
Es una alegría que vuelva a pensar en nosotros para pasar unos días en Bahamas. Queda hecha la reservación de dos cabañas para fecha a coordinar del mes de Enero.
Y por su consecuencia y sus conceptos al retirarse del resort, le informamos que tienen un descuento del 50% en estadías, consumos y servicios.
Queremos hacerle saber que hemos agregado servicios, siempre para satisfacer aún más a nuestros huéspedes.
Los saluda
Lía, Propietaria del Resort Stanyel Cay”
Nos quedamos helados. Lía era la dueña y proveedora de “Servicios”
“Su, si vos querés obviamente, no tenés la noche ocupada, te espero a cenar. Ah., aprendí a hacer esos tragos que tanto te gustaban. Si querés…”
“Será un gusto degustarlos, ah y te quiero mostrar un par de cosas que me compré…”
Yo tengo 25 años y este año me recibo de Ingeniero de sistemas, trabajo en el mismo rubro que mi madre, pero en distinta empresa. Desde hace 4 me fui a vivir solo, ya que conseguí un trabajo en esa época y me permitió independizarme. Todos los días que ella va al gimnasio nos vemos y compartimos un café al terminar de entrenar. Conoció varias “amigas”, y siempre hace bromas sobre los “cadáveres que quedaban a mi paso”.
“Tim, tengo ganas de hacer un viaje a Bahamas en verano, vi unos resorts en las Exumas hermosos. Este año cobre un bono muy, pero muy lindo. Te invito, vamos juntos con tu pareja si querés, yo me encargo de todos los gastos mayores, estadía, pasajes y comida. Vos lo que quieras hacer por tu cuenta fuera de eso. Mi idea es alquilar dos cabañas frente al mar. Después te paso las fotos y te fijas. Pensalo y Contame que te parece.
“Desde ya genial, pero ¿cuánto tiempo querés ir, yo solo tengo una semana?”
“Genial, es suficiente. Miro las fotos, lo charlo con Rita y te aviso”
“Dale”.
Lo charlé con Rita y le encantó la idea. Le conté a mi madre, y al día siguiente, con casi seis meses de anticipación teníamos la reserva hecha.
Faltando siete días mi novia se enfermó y decidió no viajar. Imposible modificar la reserva porque estaba todo pago.
Volamos a Nassau y de allí a Staniel Cay. El lugar tremendo, las cabañas directamente a la playa, a 15 metros, con nuestras reposeras, sombrillas, kayaks para disfrutar. Todo lo que se puede pedir. Una chica que se ocupa de recibir y limpiar las cabañas, nos acompañó y mostró todo. En algunos momentos me miraba y sonreía seductora. Su nombre era Lía
“Los dos se hospedan solos, porque figura una pasajera con Ud.” dijo Lía
“Si, es mi novia, pero no viajó” le contesté
Cenamos en el resort, nos sentamos en la playa a disfrutar la noche y charlar
“Lástima que no pudo venir Rita, ahora estas clavado con tu vieja” me dijo mi madre.
“Si, te faltó decir chota, arrugada y obesa” contesté
“Gracias, es lindo escuchar eso de un hijo”. Me dijo como haciendo pucheros
“Mamá, que no le tengas paciencia a los hombre que se te cruzan no significa que seas vieja, y mucho menos chota, arrugada y obesa. Te aseguro que Rita si te ve en malla se sentiría opacada por vos”
“Dale, no me hagas bromas” contesto
“Vos sabes que significa MILF, no te hagas la tonta. Vos sos una MILF perfecta”
“Epa, fuerte lo que me decís, medio subido de tono”
“Pero es lo que pienso”.
Se quedó callada, pensando en lo que le había dicho.
La mañana siguiente, cansado por el viaje, me desperté tarde. Puse la malla sobre la cama doble, y un toallón para secarme cuando saliera de la ducha. Me quedé un rato largo bajo la ducha. Me sequé un poco con la toalla del baño, la dejé colgada y salí del baño. Mi sorpresa fue grande cuando descubrí que en mi habitación estaba Lía, comenzando a limpiar.
Tal fue mi sorpresa que no atiné a taparme. Ella me miró, sonrió y me dijo
“Buenos días, no sabía que estaba en la ducha, perdone. Puedo pasar después, no se preocupe.” Dijo, casi sin sacar la vista de mi verga.
“He, bueno si querés no hay problema” dije confundido.
“A menos que necesite algo de mi parte” dijo ella sin levantar la mirada
“Quizás que me alcances la toalla sería un buen detalle de tu parte”, le dije ya recompuesto
La toalla estaba a solo centímetros de mi pierna, era estirarla y agarrarla
“Si, por supuesto, un gusto poder dar un buen servicio a un cliente como Ud.”
Se acercó hasta estar a milímetros mío, tomó la toalla y me miró sonriendo. Sin sacarme la mirada de mis ojos, comenzó a secar mi verga.
“Secar a los clientes no está incluido en el servicio, pero en este caso, le aseguro que será mi placer hacerlo”
Siguió y cuando estuvo bien dura, se agacho y me comenzó a chupar con ganas. De pie como estaba, solo atine a ponerla de forma de poder tocar su culo y su cancha por debajo de la pollerita del uniforme. Ya estaba mojada, y tenía unas formas de locura, como la mayoría de las mujeres del caribe. Me chupó y chupó hasta hacerme acabar en su boca. Se relamió, acomodó el uniforme y yendo hacia la puerta me dijo:
“Espero que haya sido de su satisfacción, de no ser así luego me avisa y veo como lo soluciono.” Dijo
“Gracias, debo meditarlo, cualquier cosa te aviso”
Era el paraíso total, levantarse con una bella mujer haciéndome gozar con su boca, y en ese paraíso, con las cortinas corrida, viendo el azul del océano.
Mi madre estaba sentada en la galería de su cabaña pensativa. Fui a buscarla para ir a desayunar.
“Hola hermosa, ¿cómo está?”
“Hola, bien hijo”
“Que pasa, estabas muy pensativa mirando el mar, hasta podría jurar que hablabas sola”
“Nada hijo, solo pensaba. Viste que lindo está el lugar, como en las fotos” me dijo.
“Si, ojalá pudiéramos trabajar acá todo el año.”
“Si, sobre todo por el servicio que dan, ¿viste que bueno? Pero descubrí que a algunos clientes los atienden mejor que a otros, hasta verifican que se hallan lavado bien sus partes, con la cara muy pegada…” dijo riéndose
“Vos… viste, entiendo”
“Lástima que no hay hombres para dar un servicio similar a las pasajeras” dijo, y se fue corriendo a meterse en el mar. Tenía puesta una malla enteriza que hacía que se viera espectacular.
La seguí y me metí al mar atrás de ella. Jugamos en el mar, nos tirábamos agua, empujábamos y en algunos movimientos hubo algunos roces.
Yo estaba feliz de poder disfrutar con ella, compartir tiempo, hacía mucho que no lo hacíamos, solo el café después del gim.
En un momento dado ella se quedó mirando el horizonte del mar y yo la abrace por detrás.
Puse mi cara junto a la de ella y le dije
“Te amo vieja, gracias por estos días para compartirnos. Casi que me alegro que no haya venido Rita”
“Y yo a vos Tim, hijo, pero sos malo, pobre Rita”
“Es que de esa forma soy todo para vos” le dije, sin ningún doble sentido.
Yo la seguía abrazando y nos quedamos en silencio. Sinceramente no sé cuánto tiempo pasamos abrazados. El silencio lo perturbó mi madre.
“Tim, cuidado, me parece que o te picó algo o algo se te metió en la malla” dijo separándose
Yo, con cándida inocencia, me miré y solamente estaba mi pene erecto por completo.
“¿Te das cuenta que el también piensa que sos una MILF?” Le dije para retrucar su broma
“Tim, sos un bestia, como me vas a decir eso”
“Por medio segundo olvídate que soy Tim tu hijo, ¿No te hace sentir bien, orgullosa, deseada, que un tipo de 25 años, un pendejo como decís vos, tenga tremenda erección solo por estar apoyado en vos?
Me miró tan seria que pensé que se había enojado, esquivándome volvió a la arena, se sentó en la reposera y se reclinó a tomar sol. Fui e hice lo mismo. Casi como susurro escuche que decía
“Si, claro que sí”
Fuimos a almorzar, y a caminar por el pueblo. Compramos varias cosas, tonterías, y volvimos a las cabañas. Cuando bajaba el sol, ella me dijo que no iba a cenar, pero que iba a pedir que traigan un trago caribeño con ron que nunca había probado. Se lo trajeron y le gustó mucho. Al rato yo decidí que tampoco quise cenar, solo pedí un sándwich, una cerveza y ella aprovechó para pedir otro trago.
Cuando retiraron el servicio, ella pidió otro.
“¿Qué pasa, nunca te vi tomar tanto alcohol?”
“Es que es muy rico, y te juro que no se siente el alcohol”
Desde la mañana, esas habían sido sus únicas palabras. Pero al parecer el tercer trago le dio valor para hablar
“Como mujer es lindo que un hombre se excite con una. Sabes cuánto hace que un hombre no me demuestra su calentura así, mucho. Y una piensa que ya no tiene esa magia, y cada día es peor, y hasta no querés estar con hombres para no sentir eso.
Y ahora, que estoy en la cima, que gano lo que nunca pensé ganar, que tengo un buen físico, que me mantengo bien, que visto y me maquillo bien, que ya no tengo que tomar pastillas, nada. Ni un solo orgasmo con un hombre en años.
Perdoname, no sé porque te cuento esto. Al fin de cuenta le estoy contando a mi hijo mis desventuras sexuales”
“Creo y siento que en este momento soy más un amigo. En serio. Claro, cuando nací la diferencia de edad era notoria, pero ahora, caminamos juntos y bien podríamos ser pareja. Creo que eso te da la confianza. Me vez como hombre y no como hijo”
“Es que sos un hombre ya. Gracias, amigo, por escucharme”
“De nada, Su.” dije, y usando por primera vez su nombre.
Pidió el cuarto trago y yo el primero. Mientras esperábamos los tragos, fui al baño de mi cabaña. Estaba por salir cuando golpearon la puerta. Abrí y era ella con los dos tragos. Sin dejarme decir nada, entro a mi cabaña. Puso los tragos sobre una mesa y se puso de rodillas frente a mí. Me quitó la malla y respiró hondo, y comenzó a chupar mi pija. Vi que bajaba su mano y se acariciaba por su vagina corriendo la malla.
Le baje los breteles y la parte superior de su malla, ella ayudaba con sus brazos. Sus pechos, redondos y firmes, sin una cirugía lucían un esplendor casi juvenil. Ella gozaba, por sus palabras por primera vez en años.
La hice poner de pie, y la recosté en la cama. Levanté sus piernas, y comencé a chupar su clítoris, mis dedos buscaban su punto G, entrando y saliendo. Su respiración se entrecortaba, gemía y suspiraba. Pude sentir claramente un fuerte orgasmo. Sorprendiéndola, llevé mi lengua a su ano, jugaba con él, lo apretaba con mi lengua y lo soltaba. Cada movimiento era un gemido. Cuando fui a meter un dedo, ella me dijo:
“No, nunca…”
No intenté seguir, la respeté. Volví a su concha y le saqué otro orgasmo. Fui a besar sus pechos y pezones, y lentamente fui acercando mi verga a su concha. La fui penetrando lentamente, dejando que disfrute ese momento y no sufra dolor. Al paso se iba abriendo dejándole paso. Ella gemía y suspiraba. Mis movimientos se aceleraron, ella movía su cadera acompasadamente para seguir mis movimientos, usaba sus músculos para apretar mi verga y soltarla. Que claro que sabía perfectamente como buscar el placer propio y el de su pareja.
Llegó a un orgasmo y me pidió subirse a mí. Se puso de espaldas a mí, tomó mi verga y la introdujo en su concha. Movía su cadera en círculos, de adelante hacia atrás, buscaba sentirse llena, pequeños orgasmos hacían que se pellizque los pechos. Cambió la forma de moverse, ahora subía y bajaba.
Se volteó a mirarme, y se mordió los labios. Extendió su mano y tomo la mía. Se llevó los dedos a la boca y los chupó uno por uno mientras me miraba y subía y bajaba. Tomo el índice, y lo condujo a su ano. Se quedó quieta y ella lo fue introduciendo lentamente, hasta enterrarlo por completo. Nuevamente comenzó a moverse, dejando quieto mi dedo. Ella misma se penetraba con mi verga y mi dedo. Al rato lo sacó y volvió a chupar los dedos. Cuando los humedeció bien, tomó dos, y realizó el mismo procedimiento. Soltó mi mano y se movía gozando con todo.
Sin pensarlo, golpee sus cachetes con mi mano. Ella saltó y gimió con todo y sus movimientos se aceleraron, le di otro, y tuvo el mismo efecto. Llegó a otro orgasmo y se bajó. Como hiciera yo con ella, me levantó las piernas y me chupaba la verga. Con una mano me masturbaba muy lento, y besaba mis pelotas, su lengua fue bajando lentamente hacia mi ano. Eso generaba una electricidad tremenda, mojó bien mi ano e introdujo un dedo.
Nunca ninguna mujer y mucho menos un hombre había ni siquiera hacerlo, y fue tan rápido que cuando quise reaccionar ya estaba adentro. Me miró con mucha lascivia, me miraba mientras lamia mi verga y su dedo encontraba lo que buscaba: mi próstata. Mi verga por primera vez superaba todo tamaño, en largo y grosor. Estaba roja y fenomenalmente dura.
Ella humedeció sus dedos y no pude ver donde los metía. Subió nuevamente y otra vez dándome la espalda. La tomó, me miró y sin dejar de hacerlo, la acercó a su ano, y fue bajando para que la penetre. Un grito ahogado con un gemido intenso marcaban que ya estaba adentro. Con movimientos lentos y continuos, logro que entre toda. Al hacerlo, y sin quitarme la mirada pidió.
“Pegame”
Mi reacción no se hizo esperar. Dos fuertes chirlos uno en cada nalga estallaron. Aumentó su velocidad, y pidió más y obtuvo lo que pedía. Los siguientes no los tuvo que pedir, cuando por la fuerza de mis golpes se dio cuenta que estaba por acabar, sentí como por lo menos tres dedos los metía en su concha.
Llegamos juntos, se recostó un momento sobre mi pecho, para después girar y acostarse a mi lado.
Ella se sentó con las piernas cruzadas, mirándome. Me hizo un mimo y comenzó a hablar.
“Si en este momento me reventas la cara de un sopapo o una trompada, va a ser entendible. Soy tu madre y casi que te violé. Lo sé. Y… no me arrepiento. No me arrepiento porque en ningún momento te vi como a mi hijo, solo como a un flaco con el que me había calentado y el conmigo.
Y no me arrepiento de los orgasmos que me sacaste, del placer que me hiciste sentir, ni siquiera de haber entregado mi ano por primera vez. Hasta por allí me diste placer.
También quiero decirte que con tu charla y lo de recién levantaste mi autoestima exponencialmente. Volví a sentirme mujer. Mujer, nada menos.
Tu golpe no llega, y puede ser por respeto. Ese que quizás sientas que te perdí, pero vos guardas hacia mí.
Solo dos palabras me quedan: Gracias por hacer que vuelva a quererme un poco y Perdón si por egoísmo se quiebra nuestro lazo.
Si querés decirme algo, te escucho atentamente.”
“Su, sos una estupenda amante. No recuerdo otra que me haya cogido como vos. Espero que sea el comienzo de una nueva vida sexual para vos, probando todo lo que quieras, Open Mind, como dicen.
Por mi parte, queda decirte que fue un gusto estar en la cama con vos, Su, y este, tu amigo Tim, va a estar siempre para vos”
Tras eso, la acompañé a su cabaña, nos dimos un beso en la puerta y fuimos a dormir.
La mañana siguiente de haber sido cogido por mi madre me desperté temprano, me duché y me fui la galería de la cabaña. Al rato vino Lía, que sonriendo dijo:
“OH, veo que hoy no va a necesitar la toalla”
“No, la toalla no, quizás otro servicio de tu parte… pasa.”
“Lía, no te quiero ofender pero tengo un pedido para hacerte, pero entenderé totalmente, que no des esos tipos de servicios”
“Señor, sus pedidos, créame son totalmente posibles de cumplir para mí y un gran placer también”
“Viste que en la cabaña de al lado, esta una mujer, bueno en realidad no es mi madre, sino que soy el amante.” Le dije.
Le conté mi idea, y le brillaron los ojos.
“Señor, créame que va a ser un verdadero placer complacerlo”
Fuimos a la cabaña de mi madre, y como estaban corridas las cortinas, vimos que dormía profundamente.
Entramos, y con cuidado de no despertarla, la destapamos. Dormía totalmente desnuda, eso facilitaba nuestros planes. Lía se quitó la ropa, y mirándola, me chupaba la verga metiéndose dedos en la concha. Me pidió ayuda para separar sus piernas un poco, y comenzó a chupar su clítoris. Yo me fui al baño, para ver su reacción. Aún dormida empezó a gemir, luego a acariciarse los pechos. Se llevó dos dedos a la boca y los chupaba.
Se fue despertando y sorprendida miraba a Lía que le chupaba la concha.
“¿Qué pasa, que es esto? Dijo mi madre
“Buen día señora, el Sr. Tim me dijo de su disconformidad porque no hay hombres para servicios especiales y yo me ofrecí a tratar de compensar esa desatención” le dijo y volvió a chuparla y ahora le metió dos dedos en la concha
Totalmente entregada a ese caliente despertar, se recostó dejándose hacer. Yo proveche, para salir del baño y apoyar mi pija en su boca. Abrió los ojos y se puso a chupar como loca.
“Desgraciado, mira lo que me está haciendo”
“Veo Su, te pega una buena chupada de concha, y te gusta. Y no sé si te gusta más la chupada o que sea una mujer la que te lo da. De todos modos, disfrutá”
Se dejó hacer, sin problemas, los orgasmos llegaban uno detrás del otro. Soltó mi verga y atrajo a Lía. Se pusieron de rodillas y se prodigaban besos y caricias, pero siempre una de ellas, me masturbaba lentamente. Estuvieron así un rato. Su le dijo algo al oído a Lía y hablaron unos segundos así, susurrándose al oído.
Su se puso con la cabeza colgado de la cama boca arriba y Lía formó el 69. Lía me dijo: “Cogeme”. Se la metí mientras mi madre le chupaba la concha y Lía le devolvía el favor, pero en el ano. Yo disfrutaba verlas, Su por momentos chupaba mis bolas, pero seguía ocupada en Lía. Le dio un chirlo en el culo, y Lía gimió. Como la tenía a mi madre con las piernas levantadas pude ver como le metía dos dedos en el culo. Y los movía en círculos. Su hizo que saque mi pija de su concha y me la chupó, no le importó que esté cubierta de los jugos de Lía. La puso en el ano de Lía y me dio un chirlo en el culo.
Metí toda la cabeza, Lía gimió. “Su deseo es que acabes en su culo, lo quiere lleno de tu leche”
Me puso loco, empecé a entrar y salir de ella como loco. No tardé mucho en acabar. Fue un orgasmo fuerte. Cuando la saqué, Su que no se había movido, comenzó a chuparla. Haciéndolo, y con la ayuda de lía en su culo y concha, llegó a un orgasmo.
Segundos después, Lía se paró, y dijo: “Sr., Sra, espero que haya sido de su satisfacción. Fue un total placer servirlos. Y si requieren nuevamente de mí, por favor, no duden en decirme.” Antes que se vaya y sin que se dé cuenta, puse 500 dólares en su bolsillo.
“Sos un hijo de puta, o sea mío. Esa jugada nunca la esperé. Otro debut más en la isla, con una mujer” dijo mi madre.
“Pero, te gustó”
“Y como…”
Nos bañamos desnudos en el mar, nos pusimos las mallas y unas remeras y salimos a caminar. Almorzamos en un barcito comida típica de la isla y seguimos caminando. Contratamos una lancha y fuimos a recorrer otras islas. Cuando volvimos tomamos sol, nos bañamos, y nos sentamos mirando el mar.
“Que loco, como de una idea pura, salió todo esto. Realmente hoy me seguí descubriendo. Vos, ya lo habías hecho?”
“Si, claro”
“Ah, lástima que Rita es tu novia, porque pensándolo bien, es muy deseable.”
“Si, pero te aseguro que le decís, como me pasó y sale corriendo.
Ahora, entre nosotros, cuál es tu máxima locura sexual”
“¿Aparte de cogerme a mi hijo, entregarle el culo, y hacerlo con una mujer, todo en menos de 24 h?”
“Si” le dije.
“Una vez, hace algunos años, estaba muy caliente, y una amiga, me invitó a una reunión en su casa. La cosa es que tomé de más, y terminé en un baño, con dos pijas en mi boca, y otra en mi concha. Para ellos, era una cosa, para mi ellos solo servían para llegar a un orgasmo, pero placer, cero”
“¿Y con mi viejo?”
“Solo te tuvimos a vos. Supongo que te dice algo”
“Si claro”
Cuando anocheció fui hasta el restaurant del resort y encargue para una hora después, un mezclado de mariscos y una botella de vino blanco.
Cenábamos en la galería de su cabaña. Y charlábamos.
“Su, ¿alguna fantasía, algo que siempre hayas querido o que ahora quieras hacer?
“Huy, dos, una un trio, no me importa como dos hombre o un hombre y dos mujeres, pero que yo sea el centro de atención y me hagan gozar como loca. Y el otro, filmarme, y mandarle el video a un hombre para calentarlo. Ponerlo bien loco, y que cuando me vea, descargue su calentura en mí. Quiero verlo hervir por mí, y si tengo un orgasmo, bien, genial, pero si no, no importa, quiero sentir furia.”
“Guau, te estas desatando”
Terminamos de cenar y como era temprano, y el pueblo tenía lo negocios abiertos hasta tarde, fuimos a caminar. Ella llevaba un bolso al hombro para no cargar las cosas si comprábamos algo. Efectivamente, compramos unas cosas que nos faltaban para regalar, y yo me detuve en uno que vendía cosas de fotografía.
“Ya vengo, esperame acá” me dijo mi madre
A los pocos minutos regresó, caminamos un poco más y volvimos pero al bar del resort. Ella pidió otro trago distinto al del día anterior. Yo un Gin nos sentamos en una terraza, frente al mar, estábamos solos. Nos lo trajeron. Charlamos de cosas de familia, y de pronto me preguntó
“¿Rita, en la cama, te satisface, o es medio pelotuda”
“Y… “
“Bastante pelotuda” dijo mi madre. “No se da cuenta que para que funcione una pareja la cama es fundamental. Una mujer puede no cocinar bien, pero si tiene una buena cama con su hombre, zafa todo. ¿Y vos sos feliz?“
“¿Su, me dejas la cabeza en paz? Estamos de vacaciones” le dije.
“Perdoname, tenés razón. Pero si ella te satisficiera, seguro no tendrías problemas en hablar”
“Mamá”
Hizo una seña y fue Lía a la mesa. Sugestivamente, se paró muy cerca de mi madre
“¿Hola, cómo están?” dijo
“Hola Lía, bien, disfrutando de la isla” dije
De pronto veo que la mano de Su estaba bajo la minifalda, y la acariciaba. Lía suspiró
“¿Van a desear algo más de tomar? Y dio un leve gemido.
“Si, quiero repetir” Dijo Su, al tiempo que Lía hizo un movimiento como si la hubiera pellizcado, o peor, penetrado
“Vos Tim, ¿querés repetir el gin?” me preguntó Su.
“Bueno, así será” dijo Lía al tiempo que miró a Su, y se retiró.
“Su, eso fue mucho.” Le dije.
“Bueno, fue solo un juego” me dijo y me guiñó un ojo.
Al rato cuando fuimos a pagar, pasé por la barra y pedí que lleven la cuenta a la mesa, y fui al baño.
Cuando salí era Lía la que estaba cobrándole a Su.
“Hasta mañana, que tengan una buena noche y mejor despertar” dijo picante Lía.
Estábamos llegando a mi cabaña cuando mi madre, o Su, dado que estaba un poco picada por el alcohol.
“Perdoname, pero estoy cansada, ¿No te enoja si me voy a dormir?”
“Para nada, empezó temprano y estoy cansado”
Nos dimos un besito, y me metí en la cama, como había dejado la cortina abierta podía ver la luz de la luna reflejándose en el mar. De pronto, golpean a mi puerta. Era uno de los chicos del bar.
“Sr., su vecina le envía este trago y pide que los disculpe por estar cansada”
“Gracias”
Quedé sorprendido sin saber que pensar. Me senté en la cama y lo probé. Sí que tenía ron eso. Pero la mezcla de jugos frutales y de hielo, invitaban a tomarlo. De pronto veo que pasa Lía con una bandeja y un trago para la cabina de mi madre. Otra no podía ser porque era la última. Segundos después hace el camino inverso.
Tomando el trago me sentí tonto estando dentro de la cabaña, me fui a sentar junto al mar. Estuve pensando en todo lo pasado en la isla y cuando lo terminé volví adentro. Mi teléfono marcaba con una luz un mensaje. Pensé que era Rita, pero no. Era un video de Su.
Estaba tomado desde arriba, seguramente desde los estantes que estaban en una pared
“Hola, sabes, estos tragos sí que son picantes, y me pusieron picante.” Decía su apareciendo delante de la cámara
“y por suerte como vos sos un flojo, tengo una amiguita que tiene ganas que juguemos un poco” dicho esto apareció Lía completamente desnuda y comenzaron a besarse y meterse mano. Se masturbaban, se besaban y todo delante de la cámara. Hicieron un 69 y contaban los orgasmos mirando a la cámara. Algo le dijo Su a Lía, que ella tomo un teléfono y parecía que llamaba a alguien. Siguieron dándose orgasmos y contándolos. Se escuchó que golpeaban la puerta y segundos después una chica más estaba con ellas dos. Ahora eran tres chupándose y besándose. Lía hizo que Su se ponga en cuatro y del bolso de Su, sacó dos consoladores. Uno juraría que era una copia de mi verga. El culo de Su apuntaba a la cámara. Lía puso algo en sus dedos, posiblemente una crema o aceite, y dándole un terrible golpe en el culo se los enterró. Miraba a la cámara y me relataba como entraban y salían fácil. La otra chica se puso delante de Su, y le metió el consolador en la boca, se puso de rodillas al costado y mientras lo metía y sacaba de su boca le pellizcaba con furia sus pezones o le daba cachetadas en la cara. Lia tomó el consolador y se lo enterró a Su, que se empezó a mover como loca.
Lía tomó el teléfono y lo acercó al culo y a la concha de Su, que goteaba jugos intensamente.
Mi pija estaba explotando en el short. Después mostraba como al mismo tiempo casi le metía la mano en la concha, sin sacarle el consolador del culo. Su gemía de placer, ahogada por el otro consolador. Ahora llevaba el teléfono a la cara de Su. Le sacaron el consolador de la boca y mirando el teléfono dijo:
“Mirá lo que armé porque a vos no te dan las pelotas para romperme bien el culo, dormí tranquilo, Tonto”
Allí terminó
Tiré el teléfono y fui a la cabaña, sin que me vean, pude ver por la ventana que las tres seguían jugando. Me quite la malla, y entré.
Lo primero que hice fue levantarla a Su, tomarla de los pelos y decirle: “a vos te dejo para el final” y le tiré en la cama y le metí el consolador más grande en la concha “Entretenete y mirá como me gozo a tus amiguitas”
Tomé a Lía y la otra chica de los cabellos, Lía para que me chupe y a la otra a besarla y tocarla por todo el cuerpo. Era menudita, casi sin tetas, con una concha bien húmeda. Cuando quise tocar su ano no se dejaba. Me calentó más aún. Las cambié de lugar, mientras la miraba a Su, que estaba absorta en lo que nos veía hacer.
La chica no tenía muchas ganas de chupar, y yo le metía mano a Lía que se abría todos los agujeros para que pueda meter mis dedos.
Protesté porque la pendeja no chupaba bien y Lía la hizo parar, la tomó del cuello y haciéndole faltar al aire, le pellizcaba los pezones, le daba sopapos, en la cara, hasta que casi se desmaya. La tiró boca abajo en la cama y ella se sentó en su espalda, no sin antes darle dos sopapos en la cara y un golpe en la panza que la hizo doblar de dolor.
Las piernas de la chica colgaban de la cama. Con sus dedos aún con crema le metió uno en el culo.
“Mi hermana es muy puta, pero le gusta el dolor, que la castiguen, ¿ahora ve como se calmó? Me dijo. “Dejeme chuparlo mientras se la preparo a esta puta.” Le puse la pija en la boca y era demasiado caliente la escena, Su ahora se masturbaba el culo al ritmo de los dedos de Lía que entraban y salían del culo de la hermana, que gemía de placer.
Lía vio Su que se metía el consolador en el culo-
“Sr Tim, sostenga a esta puta, y no dude en darle un buen golpe si se quiere mover.” Dijo Lía al tiempo que se corría apenas, para darle tremenda bofetada a Su. “Nada del culo, eso es para el Sr. Tim, Sra. Puta, ahora, como castigo va a tener que sacarme un orgasmo con la boca” le dijo y se sentó en su cara.
“Ve Sr. Tim, como hay que tratar a estas putas” y pasó su lengua por los labios en muestra de placer.
La hermana atinó a moverse y le di una buena bofetada en la cara y girándola un poco pellizque un pezón hasta hacerla gritar de dolor. Ahí empezó a gemir con mis dedos en su culo.
Ver eso y el trabajo de Su en su concha la hicieron acabar a Lía, que volvió a sentarse sobre la hermana.
“Perdón Sr. Tim, ya estoy de vuelta con Ud.” y me volvió a chupar la pija y sin sacar mis dedos, metió otros dos en el culo de la hermana.
“Sr. Tim, cuando guste, su verga está bien dura, rómpale es culo a esta pendeja” hizo que saque mis dedos, y con los dos de ella me mostraba que estaba casi abierto para mi.
La penetré de una, haciendo golpear mis pelotas contra su concha. Lía se sentó de forma de que le chupe la concha, y poder darle sopapos o pellizcarle los pezones. La pendeja se retorcía de placer con ms penetraciones y los golpes.
“Pendeja puta, si no haces gozar al Sr. Tim, en casa te voy a atar a la cama, te voy a meter el palo en el culo como la otra vez y vas a dormir con el palo en el culo. Acordate, dos días te cagaste encima, pendeja”
Mientras Su jugaba con su concha y la baba de calentura caía de su boca. Ella misma se pellizcaba los pezones de tal manera que se hacía doler. Lía la miraba y sonreía sádica.
La pendeja se movía como loca, gritaba de placer, hasta que llegó a un tremendo orgasmo.
Lía a Su, en la misma posición que había puesto a su hermana, se acostó sobre ella y le dijo:
“Sra. Puta, Ud. quiso este jueguito de calentar al Sr. Tim que es tan bueno. Ahora mejor que se esmere para que acabe porque le voy a hacer lo que le hice a mi hermana, y por dos días no va a poder salir del baño por miedo a cagarse.” Le dio una bofetada y le pellizcó con todo una teta y le dijo “¿Está entendido?”
Su solo asintió con la cabeza.
Se sentó sobre su espalda y le dijo a su hermana que se ponga en cuatro al lado de ella, con su culo hacia mí, le metió un consolador en el culo y le dijo que se masturbe el culo. Ella chupó mi pija y al tiempo golpeaba los cachetes de Su. Se detuvo y me miró.
“Sr. Tim, esta Sra. Puta quiso hacerlo calentar, hacerlo poner loco. Mire ese culo. Está cerrándose, rómpaselo y hágale sentir el error que cometió al burlarse de Ud.”
La hija de puta, sabía cómo hacerme calentar. Mojó apenas la punta de un dedo índice, lo apoyo en el ano, le miró a Su, que estaba con cara de terror, y dijo: “Sra. Puta, para que vea que soy buena, ya lo lubrique”. Su pedía por favor que no lo haga. Ver a la pendeja llorando y masturbándose para mí, la mirada de lujuria de Lía, hicieron que sin medir consecuencias para acá, se la entierre hasta el fondo. Su gritó de dolor y comenzó a llorar. Lía sostenía sus cachetes para que pueda meterla hasta el fondo.
Yo entraba y salía como enloquecido. Vi que un hilo de sangre salía del borde de su ano. Poco a poco Su empezó a gemir, cada vez más fuerte.
“Sr. Tim, mire la Sra. Puta como está disfrutando que le rompa el culo, se lo deje sangrando bien abierto. Siga, gócela con todo”
Lía se puso en cuatro arriba de Su, y me puso el otro consolador en la mano. Escupió la suya y la pasó por su ano.
“Sr. Tim, por favor, métame ese consolador, quiero yo también sentir su calentura.
Se lo metí hasta el fondo y seguía el ritmo de ms envestidas al culo de Su. Lía apoyo su cabeza contra la de Su y le dijo:
“Sra. Puta, no se juega con los hombres. Pueden ser muy feroces gozando a una mujer. Mira, estamos las tres enculadas por él. Y mientras él no acabe, no nos va a dejar en paz.”
Escuchar eso hizo que Su comience a subir y bajar su cadera, abriéndose ella misma el culo. No tardé mucho en acabar adentro de ella. Cuando lo hice, metí los dos consoladores hasta el fondo, y dejándolos adentro. Estuve un momento más, le di una cachetada en el culo a Su, que hizo que tuviera un orgasmo con todo, lo mismo cuando sintió que se la sacaba.
Lía se dio vuelta, y mientras limpiaba mi pija, juntaba la sangre, mi semen y jugos que salían del culo de Su, y los repartía en las bocas de su hermana y Su. Solo cuando dejo de salir y ella había limpiado mi pija se sacó el consolador, y luego el de la hermana. Las miré y me fui.
Cuando miré la hora antes de acostarme eran las 2 de la mañana. A las 8 de la mañana me despertó la voz de Lía: “Sr. Tim, vengo a limpiar el cuarto, necesita Ud. algo en especial?”
“No, Lía, gracias he tenido una noche agitada, hace lo tuyo tranquila que me voy a bañar”.
Cuando salí de la ducha me esperaba con la toalla
“Gracias Lía, es todo, gracias”
“Como Ud. diga Sr. Tim”
Me yendo al mar a darme un chapuzón y veo salir corriendo a Su de su cabina, mirando hacia todos lados, y cuando me vio, vino hacia mí.
Lía corriendo atrás con un consolador en la mano.
“Sra. Tim, solo estaba limpiando la habitación, ella se despertó y le pregunté donde lo metía, y salió corriendo” dijo Lía
Caí de rodillas en la arena de la risa.
Mi madre se tapaba como podía al ver lejos otros turistas.
Al rato vino a acompañarme al agua.
“¿Te acordás de la fantasía mía de estar con dos hombres? Me dijo
“Si, claro.”
“Pues olvídate de ser uno” y se largó a reir.
Las noches que quedaban hicimos el amor en la playa, en una lancha que alquilamos, en un banco de arena en el medio del mar. Fueron un goce total.
Cuando nos retirábamos, saludamos a todos, y Lía nos dijo que esperaba que hayamos disfrutado de las cabañas, del mar y de los servicios.
“Excelente todo, sobre todo los servicios, de primer nivel” dije
“Impecable, realmente sobresaliente. Por favor transmitan a los dueños nuestra satisfacción” dijo mi madre.
En el avión cuando volvíamos apoyo su mano en mi brazo y me dijo
“Bueno, Tim, ahora vos volves a tu vida, yo a la mía. Madre e hijo. Esto que pasó no puede cambiar las cosas de tal forma. Y yo quiero encontrar mi camino”
“Por supuesto, estoy de acuerdo” le dije.
Y fue así, por dos meses. Estábamos tomando el café en gimnasio.
“Mamá conocí una chica, te juro que un volcán, me mató en la cama”
“¿Y Rita, porque hasta hace dos días estabas con ella?”
“Pasó a engrosar tu lista de cadáveres” le dije sonriendo
“Me alegro. Yo justo te iba a contar que hace quince días estoy saliendo con un muchacho, le llevo 5 años, pero es genial”
“Que bueno, te lo merecías”
“Tim, ¿vos pensas que para el invierno, cuatro meses, sería correcto irnos de vacaciones los cuatro?
“Al resort?, no Su, no sería correcto. Le respondí
“Si, por supuesto.” Me dijo con cierta congoja.
“Si queres, y solo porque te veo muy estresada”, te puedo acompañar
Ella metió la mano en el bolso, el mismo donde había guardado los consoladores cuando los compró.
“Mamá!!!” le dije
“Tranquilo” me dijo sacando la notebook, eso está guardado para futuras ocasiones con Rob, mi chico.
“Seguimos charlando y unos minutos después al mirar la notebook su cara fue de sorpresa total, se quedó con la boca abierta y la giró para que lea.
“Estimada Sra. Susana:
Es una alegría que vuelva a pensar en nosotros para pasar unos días en Bahamas. Queda hecha la reservación de dos cabañas para fecha a coordinar del mes de Enero.
Y por su consecuencia y sus conceptos al retirarse del resort, le informamos que tienen un descuento del 50% en estadías, consumos y servicios.
Queremos hacerle saber que hemos agregado servicios, siempre para satisfacer aún más a nuestros huéspedes.
Los saluda
Lía, Propietaria del Resort Stanyel Cay”
Nos quedamos helados. Lía era la dueña y proveedora de “Servicios”
“Su, si vos querés obviamente, no tenés la noche ocupada, te espero a cenar. Ah., aprendí a hacer esos tragos que tanto te gustaban. Si querés…”
“Será un gusto degustarlos, ah y te quiero mostrar un par de cosas que me compré…”