En el Caribe de Orgias

heroher

Virgen
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Jul 31, 2012
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Viernes por la noche, tenemos una fiesta en el club con una pareja de amigos, Laura y Max. Elena y yo, Ernesto es mi nombre, nos alistamos para el festón, llegamos al lugar mas o menos a las diez de la noche encontrándonos con Laura y Max, luego de los saludos y las presentaciones comenzamos a departir, beber y bailar. La reunión se desenvolvía normalmente, cuando un joven de 35 años aproximadamente sacó a bailar a mi esposa Elena, el bailaba pegado a ella y no sé que le conversaba que la hacia sonreír, por ratos me parecía ver que le ponía su rodilla entre las piernas y a ella le gustaba, y a mí también. Sentía como se me iba parando la verga, yo en mi sitio me la agarraba muy discretamente ya que me hacía mucha presión, pero no dejaba de observarlos sin que se dieran cuenta, terminado el baile él la acompaño hasta la mesa donde nos encontrábamos sentados con una pareja de esposos amigos nuestros, que también regresaban de bailar. Elena mi esposa se fue al tocador y nosotros continuamos charlando, todos estábamos algo bebidos, y nuestras conversaciones se tornaron risas ya eran más de las dos de la madrugada y seguíamos bebiendo, mi amigo Max se enfrascó en una conversación con otra persona, Laura, su esposa y yo conversábamos de otras tonterías, mientras que empezaba otro baile la saqué a bailar, mi esposa no regresaba del baño de damas, yo no me preocupaba de nada ya que sabía que aquel hombre intentaría sacarla a bailar nuevamente y ella aceptaría, y así fue mientras yo me divertía con la esposa de mi amigo Elena fue interceptada saliendo del tocador por aquel hombre que por cierto tenia buena presencia, llevándola a bailar a un lugar mas alejado de nosotros. Mientras Laura y yo reíamos y nos movíamos al compás de la música como si estuviéramos sincronizados en nuestros movimientos, Laura que a sus 38 años tiene unas hermosas caderas y sabía como moverlas. Pero se dio cuenta de aquel hombre que ya había sacado a mi esposa tres veces seguidas a bailar y me preguntó: - No te molesta que ese tipo saque a bailar seguido a Elena? - No le respondí, me gusta que se divierta…le respondí…además solo bailan - Pero bailan muy pegados, - No creo que la este cogiendo parada cierto?...jajajaja Reímos a carcajadas, y continuamos bailando. - Ojala Max fuera así como tú - Pero estamos bailando seguido y no nos dice nada……jajaja - No seas burlón … me dijo - Tu eres su mejor amigo, y te aseguro que si tu intentaras algo ni siquiera lo notaria Seguimos riendo y bailando. - A ver si hacemos algo cuando el este mirándonos, si no nos dice nada, tu ganas si nos dice algo yo gano..ok? - Acepto..contestó Laura Entonces le di una vuelta y la cogí de las caderas y me pegué a ella sobándole las nalgas con la pelvis y le pasé la voz, Max volteó y nos saludó muy sonriente a pesar que me sobaba con su esposa. Ella se ruborizó un poco pero siguió con el juego. - Te lo dije… así es que yo gané - Cierto…y que voy a pagar por la apuesta perdida - No sé déjame pensarlo …después te digo Seguimos con nuestro baile hasta que se terminó y nos fuimos a la mesa a sentarnos, luego de unos minutos llegó Elena, sonriente ella, Laura le preguntó en tono sarcástico: - Y tú donde te fuiste? - Estuve bailando y conociendo gente - Y quiénes son? - Es un empresario que trabaja para una petrolera, es muy buen conversador. - A que bien, entonces nos lo vas a presentar? - Si lo veo venir se los presento A lo que yo dije: - De seguro lo veremos otra vez. Llegada la hora de retirarnos nos despedimos no sin antes acordar vernos el siguiente fin de semana, y con una mirada picara Laura me dijo: - De hecho tienes que pagar tu apuesta Elena me miró con cara de interrogante pero no me dijo nada. Tomamos un taxi y llegando a casa, nos quitamos toda la ropa dejándola tirada en el camino a la habitación, nos tumbamos a la cama y le dije: - Cuéntame de tu nuevo amigo, se ve que te divertiste bailando con él, porque te vi la cara de complacencia, anda cuéntame. - Está bien te voy a contar… Se llama Luigi y como ya te dije antes es un empresario en una petrolera, me dijo que yo era muy atractiva y que te felicitara por tener una esposa como yo, es una de las cosas que me hizo sonreír, me contó que viaja mucho y que le gustaría conocerme más, yo le dije que era casada, el me dijo que ya se había dado cuenta, pero que de todas maneras le gustaría conocerme más, le dije: y que le hace pensar que podría aceptar el conocerlo?. Me dijo que se iba a las playas del Caribe y que sería buena oportunidad para poder hacer nuevos amigos. - Y te gustó? - Si es un hombre interesante y sexy - Y qué opinas entonces. - Ya sabes que es lo que quiere - Si ya lo sé por eso cuando te metía la rodilla entre las piernas la verga se me paró al máximo - En serio? - Si y tú qué crees? - El verte que te agarren de esa manera me pone a mil. - Y que dice de la invitación entonces? - Ya sabes que nadie te regala un viaje a las playas del Caribe, así que mi querida Elena has todos los arreglos necesarios con tu amigo Max y se sutil como tú lo sabes ser, has como que yo no sé nada del asunto..Ok? - Ok querido esposito. Luego de esta conversación Elena y yo nos metimos un buen polvo excitados tanto por lo que había visto en la fiesta como por lo que se venía. Hice que me chupara la verga pegajosa por el líquido seminal que había goteado mientras la veía bailar con el empresario, luego la puse piernas al hombro cogiéndola fuertemente y arrancándole gritos de placer para terminar la puse en cuatro se la metí por su anito y en unas pocas embestidas le dejé el culo lleno de mi leche, sudados y cansados nos dormimos. Al día siguiente domingo durante las horas de la mañana Elena recibió la llamada de Luigi, luego de una larga conversación la cual no escuché, muy contenta vino y me contó que todo había quedado arreglado para viajar el martes próximo, pero que Luigi nos esperaría en el aeropuerto, se presentaría como un antiguo amigo de universidad de mi esposa para hacerlo más sencillo, así es que empezamos a preparar las maletas en las cuales solo llevaríamos ropa ligera y de baño. Por fin llegó el día martes, nos dirigimos al aeropuerto y nos encontramos con Luigi el supuesto amigo de la universidad de mi esposa, nos presentamos y subimos al avión, durante el vuelo me senté junto a la ventana y me dormí para que sigan con su jueguito, a sabiendas que Elena me contaría todo sobre lo que sucedería en el vuelo. Luego de varias horas de vuelo, llegamos a nuestro destino bajando del avión Luigi se despidió de nosotros pretextando tener que ir a arreglar unos asuntos particulares y luego nos iría a ver al hotel donde nos había reservado una habitación, pidió un taxi y enrumbamos al hotel. Durante el trayecto le pregunté: - Y cuéntame todo lo que pasó durante el vuelo. - Claro cuando estemos en la habitación te cuento con lujo de detalles. Llegando al hotel nos registramos subimos a una bonita habitación matrimonial, muy exótica con adornos propios de la zona. Arreglamos el equipaje, nos duchamos tomamos unos tragos nos echamos desnudos en la cama y Elena empezó a relatarme lo que sucedió en el avión: - Ernesto cuando tú te dormiste o así lo pensábamos Luigi me invitó a tomar un trago en el bar del área VIP del avión, sin hacer ruido nos fuimos y Luigi le dijo a una de las azafatas que te atendiera bien si requerías algo, nosotros nos sentamos en unos sillones de cuero muy cómodos, se escuchaba una música muy suave y solo había otra pareja un poco más allá y el barman, me dijo que le daba gusto que te convenciera para ir de viaje, me prometió que nos íbamos a divertir, no entendí si se refirió a los tres o solo él y yo, esta vez fue más atrevido en sus conversaciones, dijo que tengo bonita figura y que le hubiera gustado conocerme mucho antes pero que eso tenía solución, que como tenía cinco días de diversión pasaríamos momentos muy agradables. Como los muebles eran angostos, estábamos muy cerca uno del otro tanto que mi pierna la crucé casi por sobre la pierna de él, se hacía agua mi conchita, la pareja que estaba casi junto a nosotros parecían europeos, comenzaron a besarse muy apasionadamente tanto que el pequeño ambiente se cargó de un aroma especial, Luigi y yo mirábamos de rato en rato muy discretamente y ya con el segundo trago encima nos quedamos mirando muy fijamente volteamos a ver a la pareja que seguía en lo suyo y sin decir palabra alguna nos acercamos decididamente y nos besamos con un poco de temor pero con ganas, su lengua buscó a la mía nos abrazamos y nos dejamos llevar por la pasión del momento, durante cinco minutos nos desconectamos y no nos importó si nos veían o no, aproximadamente cinco minutos después y bastantes calientes nos separamos cogimos nuestras copas y dimos un buen sorbo a la bebida, luego nos seguimos besando ya sin reparos, yo lo agarré del cuello y él me sobaba de la cintura a la cadera y de allí hasta llegar a mis pechos, yo dejaba que hiciera lo que quería, era un momento de tierna lujuria, las ansias aumentaron y el nerviosismo también, por momentos mirábamos alrededor como buscando un lugar más intimo, luego seguíamos besándonos como dos adolescentes, me entraron unas ganas de coger y me imagino que Luigi también las tenía, de pronto se levantó y me dijo ya regreso, lo vi alejarse un poco y hablarle a una azafata, regresó y me tomó de la mano y siguiendo a la azafata por unos cuantos metros entramos a un pequeño cuarto donde había una cama y ropas de mujer obviamente era el de las azafatas, muy sonriente la mujer nos hizo pasar rápidamente, Luigi volteó y le dio una sustanciosa propina, Cerró la puerta y me cogió por la cintura y me besó desenfrenadamente sin más palabras nos quitamos la ropa, como si fuera una competencia a ver quién de los dos se quedaba desnudo primero, al vernos frente a frente completamente desnudos miré con descaro su verga y la comencé a palpar sintiendo como latía, me agarró las nalgas apretándolas y abriéndolas de par en par, eso me calentó aun mas, me echó en la angosta cama y abriéndome las piernas metió su cabeza entre mis piernas llegando con su lengua a mi labios vaginales y clítoris, me chupó y lamió varios minutos como si absorbiera el jugo de una fruta, yo tenía que taparme al boca para no gritar, me vine tantas veces que hasta mojé la cubrecamas, le pedí que se detuviera y que me dejara respirar agitada y transpirada levante su rostro hasta el mío y lo besé sintiendo el aroma y sabor de mis jugos vaginales luego me levantó las piernas dejándome vulnerable a su vergota oscura gruesa y babeante, la colocó muy despacio en la entrada de mi vagina y empujó lentamente mientras yo lo sostenía de los hombros para que no cayera sobre intempestivamente, ya me sentía llena de él cuando bajé la mirada y vi con gran sorpresa y agrado que faltaba aún la mitad, le dije muévete despacio, y él me contestó lo haré como tú quieras, y poco a poco empezó a moverse haciéndome sentir un enorme placer al sentir su enorme verga cada vez más adentro, cada vez que la tenía adentro me faltaba la respiración tenía que respirar por la boca tratando de no asfixiarme, y a la vez en lo más profundo de mi, sentí como su glande empujaba mas y mas haciéndome desbordar los jugos que brotaban a chorros de mi conchita. Así estuvimos hasta que de pronto sentí que se aceleraban sus movimientos ý las magnitud de sus verga iba en aumento lo cual me indicó que ya estaba por venirse, yo no dejaba de gemir tapándome la boca, lo aprisioné con mis piernas y él entendió que podía venirse dentro de mí, así lo quería yo, entonces llegando al clímax descargó su lechita en tal cantidad que se empezó a desbordar de mi vaginita al mismo tiempo que juntábamos nuestras bocas para apagar el grito de placer de ambos, después del clímax quedamos pegados durante varios minutos besándonos y acariciándonos hasta que su verga disminuyó su tamaño, descansamos más o menos treinta minutos nos arreglamos y salimos al bar a tomar unos refrescos y luego regresamos a nuestros asientos a descansar. Al terminar de escuchar el relato de mi esposa, tenia los huevos llenos de leche y por la punta de la verga me goteaba, le dije a Elena que me la chupara, lo cual hizo muy hábilmente chupando mi glande como si fuera un chupete, me agarró los huevos y los masajeó con especial cuidado, luego los lamió a la vez que me hacia una paja, hasta que provocó mi venida, me estremecí y cogiéndola por la nuca descargué mi semen en grandes cantidades que corrieron garganta abajo, no dejando escapar ni una sola gota. Luego de mi venida Elena y yo nos pusimos de acuerdo en varios detalles para nuestra estadía, terminamos nuestros tragos y descansamos plácidamente hasta la hora de almuerzo. Por la tarde nos encontramos con Luigi, nos invitó a un Spa, al llegar nos dieron toallas y una contraseña para los roperos donde guardamos nuestras ropas, desnudos y solo con las toallas encima entramos a un cámara caliente para empezar a adaptarnos al calor , allí había varias personas entre hombres y mujeres, jóvenes y adultos todos desnudos algunos se cubrían con las toallas otros no, y así indistintamente. Los tres ingresamos a la cámara, buscamos unos lugares nos sentamos y entre conversación y conversación Luigi me dijo que me felicitaba por tener una esposa tan bonita e inteligente, yo le di las gracias, estuvimos relajados varios minutos y yo mirando disimuladamente a tantas mujeres desnudas de todas las tallas, me imaginaba una orgía con todas esas personas, pero lo más interesante era que había cámaras de vapor más pequeñas, donde podías entrar en parejas o sea algo mas privado, mientras a Luigi se le acercaban entre hombres y mujeres a saludarlo y él nos presentaba a nosotros, como sus amigos íntimos, yo seguía haciéndome el desentendido. Luego hice lo acordado con mi mujer, ella le mencionó un supuesto dolor de espalda a Luigi y él inmediatamente me llevó a una sala de masaje donde me dejó en manos de una bella joven masajista. Luego del masaje que duró casi una hora me eché a descansar en uno de los ambientes dejando a mi instruida esposa con Luigi para que sigan con lo suyo. Luego de tres horas de descanso profundo y reparador, me fui a la habitación y esperé a mi cachonda esposa para escuchar con placer su relato. A los 15 minutos aproximadamente llegó ella aún con la toalla puesta y con la ropa en la mano caminando descalza, contenta y con una expresión de satisfacción se echó a la cama junto a mí y empezó así: - Ernesto, te cuento fue algo espectacular lo que he vivido en ese spa, recuerdas que me dejaste en la cámara de vapor con Luigi? pues muchas de las personas que estaban allí se le acercaban para saludarlo y no eran cualquiera eran hombres de negocio o familiares que viajan con ellos por todo el mundo, poco a poco fueron juntándose hasta que hicimos un grupo mas o menos de nueve o diez personas todos conversábamos con todos, me preguntaban de donde era, como conocí a Luigi, en que trabajaba,,etc. etc., lo mas excitante fue que pocos andaban con las toallas puestas en la cintura y otras al cuello, hombres y mujeres desnudos de lo mas natural, el calor aumentaba tremendamente y nos echábamos agua con una ducha de mano que estaban colocadas alrededor de la cámara, eso nos refrescaba un poco, luego Luigi mando traer refrescos y tragos para todos, yo bebí un trago exótico con bastante hielo, pero después de tomarlo y refrescarme se me subió a la cabeza y me fui desinhibiendo poco a poco hasta que me quité la toalla para secarme el rostro y las partes del cuerpo que no me cubría y me quedé desnuda totalmente sin ningún complejo, la conversación se fue haciendo mas amena y Luigi me hacia poner de pie para echarme agua con la ducha de mano, en esos momentos todos me observaban y hablaban con Luigi sobre no alcanzaba a escuchar muy bien pero se que se referían a mi, algunos de los hombres abrazaban y besaban a las mujeres del grupo pero de rato en rato cambiaban unas con otras, hasta ese momento Luigi me besaba a mi solamente, en un instante sentí unas manos que me acariciaban desde los hombros hasta mi trasero y no eran las manos de Luigi, eran las manos de uno de los hombres maduros del grupo, yo sentada y reclinada sobre Luigi, dejaba expuesta toda expuesta mi espalda hasta mis nalgas, quise incorporarme para voltear pero Luigi, me abrazó de la cintura y muy delicadamente me retuvo, yo me dejé llevar por él así es que sea quien fuese dejé que me siga acariciando toda mi parte posterior, Nos fuimos dejando llevar por el deseo, ya no eran un par de manos sino varias las que me acariciaban todo el cuerpo, la mismo tiempo que recibía chorritos de agua, por el intenso calor, ya de pie Luigi me masturbaba por delante y otros dedos entraban a mi ano, separé mis piernas para no perder el equilibrio, Luigi se puso a mi costado sin dejar de besarme cediéndole el lugar a otros dedos que lo remplazaron en su labor masturbatoria, igualmente de mi ano salían y entraban dedos de diferentes tamaños, unos mas gruesos y otros mas largos, lo que provocaba que me chorree por las pajas que me hacían, mis jugos vaginales se confundían con el sudor provocado por el calor del vapor, luego de ser acariciada y manoseada e invadida con manos y dedos extraños Luigi me volteó empujo suavemente mi cabeza para agacharme con su pie empujo el mió hacia un lado y me la metió por la conchita ya preparada, uno de sus amigos me puso la verga en la boca mientras que mis tetas eran manoseadas y mamadas por dos mujeres, luego otro ocupó el lugar de Luigi otros a mis dos tetas y otra verga a mi boca, mientras seguían echando chorritos de agua para refrescarme, después de un buen rato en esa pose disfrutando de nuevas vergas, no recuerdo cuantas vergas nuevas y cuantas repitieron, me incorporé un poco cansada por la postura, me senté y bebimos de nuestras copas mientras que uno de ellos me mamaba las tetas y otro me chupaba mis labios vaginales, yo seguí bebiendo durante varios minutos y por mi clítoris pasaron como ocho personas entre mujeres y hombres, me corrí 3 veces, una de las mujeres aprovechó mis piernas levantadas para meterse mi pié en su rajita suave y mojadita, era delicioso sentir su concha con los dedos de mi pié, y a ella le encantaba mucho porque me mojó el pie con emisiones de su vagina, luego uno de ellos me puso la verga en la boca para que se la mamara, eso hacia cuando sentí una descarga de semen en mi boca la cual yo tragué, exprimiéndole hasta la ultima gota, otro también me puso la verga para chupársela pero al venirse me la sacó de la boca y me echó su semen en toda la cara, un olor fuerte y agradable, una de las chicas se sentó en mi muslo y empezó a masturbarse con el, yo sentí como sus labios vaginales recorrían mi pierna dejando un aroma a sexo, dos mas me echaron la leche en las tetas, y así cada uno de ellos esperó su turno para echarme su semen sobre mi cuerpo, yo me sobaba la leche que se volvía crema en mi cuerpo, las chicas me lamían en diferentes partes, hasta que uno de los hombres maduros agarró uno de mis pies y echó su semen a mis dedos para que después una de las mujeres, me pareció su esposa me chupara cada dedito del pie absorbiendo todo el semen, después de haberme venido ya otras tres veces mas, me echaron agua con las duchas manuales y sobaron mi cuerpo hasta dejarme limpiecita. Todos ellos se despidieron de mi, muy agradecidos por el placer proferido. Luigi y yo salimos y nos despedimos hasta el día siguiente a la hora de la cena. - Que espectacular lo que has vivido mi amor, ahora dame el culito para dejarte mi lechecita. - Claro mi amor, por el único lado por donde no me la metieron fue por mi anito, Agarre a mi esposa y la puse en cuatro y abriéndole las nalgas le escupí el ano y fui metiéndole mi verga, varios minutos cogiéndola en esa pose y recordando cada detalle de su relato sentí que me iba a correr le saqué la verga y se la puse en la boca donde le descargué mi semen, ella se lo tragó y me chupó la verga hasta dejarla limpiecita, nos echamos abrazados y descansamos para encontrarnos con Luigi a la hora de la cena....
Durante el día disfrutamos de un buen desayuno todo pagado por Luigi, fuimos a la playa nos divertimos nadamos y luego a almorzar, luego al cuarto del hotel a descansar hasta las siete y media de la noche, completamente relajados, nos duchamos, nos cambiamos y fuimos al hall del hotel a esperar a Luigi, a los 15 minutos llegó y nos llevó en un taxi a un restaurante típico del lugar donde cenamos platos a base de mariscos y pescados, bebimos tragos exóticos, que nos devolvieron las fuerzas y ganas de tener sexo, al memos a mi si me dieron muchas ganas, porque me puse alegrona y muy cachonda. Conversamos de diferentes cosas, Luigi y yo nos fuimos conociendo mas entrando en confianza, Yo le daba indicios que mi esposa y yo éramos de mente abierta, todo para que se manifieste abiertamente ante mi, y poco a poco fue dando resultado. Luego de terminar nuestros tragos y estar nuevamente a tono, Luigi nos dijo: - Bueno amigos los voy a llevar a una disco para bailar pero lo particular de estos lugares es la gente liberal que asiste,…espero no te moleste Ernesto? - No te preocupes Luigi, somos también de mente amplia… verdad cariño? Respondí mirando Elena con cara de burlón - Cierto Luigi, no te preocupes lo que queremos es divertirnos….contestó Elena - Bueno entonces, pongámonos en camino A una sola voz todos……SALUD!!!...dijimos alzando nuestras copas. Rumbo a la disco los tres nos sentamos en el asiento de atrás del taxi, Elena en medio de los dos, riendo y conversando, atrevidamente puso una mano en la pierna de Luigi y la otra en mi pierna, eso me gusto y ya me iba excitando Luigi se quedó mudo por unos segundos pero después al ver que yo no decía nada siguió la conversación, recorrimos la autopista paralela a las playas, durante 20 minutos aproximadamente, luego entramos en dirección a la playa por lo menos otros 8 o 10 minutos, hasta que llegamos a nuestro destino, bajamos y entramos al lugar por cierto muy discreto, pasamos la entrada principal y luego otra puerta de donde se escuchaba música muy alegre, llegamos nos situamos en una mesa pedimos algo de beber, algunas parejas se acercaron a nuestra mesa a saludar a Luigi, el nos presentaba y saludaban a Elena como una vieja amiga todos la besaban y abrazaban, ella me decía muy discretamente que las conocía del sauna, con razón me saludaban efusivamente, -con toda la leche que le echaron encima-, pero bueno, empezamos a bailar al principio Elena y yo, luego Luigi con ella, y luego aquellos que me habían presentado formamos un gran grupo de baile que por cierto las mujeres estaban buenísimas, aunque maduras pero deliciosas y liberales, Luigi y Elena me miraban cuando aquellas mujeres me colocaban el culo y se sobaban muy sensualmente y ninguno de sus esposos o parejas lo tomaban a mal así es que con un gesto cómplice le indique a mi esposa que incitara a Luigi. Fue entonces que Elena se puso de espaldas a él y empezó el juego, los demás aplaudían los movimientos que ella le hacía a Luigi mientras que yo disfrutaba de las caderas que tenía entre mis manos, seguimos durante largos minutos con los bailes, Elena bailaba hasta con dos en un intercambio de manoseo erótico, de rato en rato cruzábamos miradas, hasta que me fui a sentar aun sofá con la mujer que bailaba para besarla y sobarle las tetas, ella calentona como estaba se arrodilló para sacarme la verga y chupármela con desesperación, Luigi me miraba de lejos y levantaba su copa en señal de satisfacción, Elena al verme desde donde bailaba muy eróticamente abrazó a una de sus parejas de baile, luego al otro y así se desató la pasión, yo me imaginaba que esto iba a acabar en orgía, pero mas me excitaba el echo de verla a mi esposa coger con otros. Y así fue, en un momento ya cuando la situación se había encendido donde todos se abrazaban, besaban, manoseaban las luces cambiaron de color y bajaron su intensidad, la mujer que me la chupaba me dijo quítate la ropa al mismo tiempo que ella se la quitaba, quedándonos desnudos, se puso en cuatro y le comencé a meter mi verga al mismo tiempo que otro hombre igualmente desnudo y con una gran verga gruesa y larga se la daba por la boca, miré a mi esposa y estaba entre dos hombres y una mujer, hacia un 69 con la mujer mientras que Luigi se la metía y otro le daba la verga por la boca, los ruidos de chupadas, gemidos y suspiros se escuchaban por toda la sala, yo miraba como se turnaban para coger a mi esposa en diferentes poses y era delicioso verla y oírla gemir de placer, yo imitaba todo lo que hacían los demás y me cogí a las esposas o parejas de otros inclusive un hombre me mamó la verga tan deliciosamente que no objete el que lo haga, no podía sorprenderme de nada así es que así continuamos hasta que me sacaron toda la leche dos polvos por lo menos, después de acabar me acerque al grupito de Elena que por cierto la tenían en una doble penetración, sus gritos se sentían por toda la sala terminaban en su concha y en su culo y otros dos tomaban los lugares de los que acababan, la hicieron venir muchas veces. Al terminar todos nos sentamos y seguimos bebiendo, el olor a semen y emisiones vaginales, se mezclaba con el aroma de los licores, Luigi se sentó conmigo y Elena y me felicitó por la faena y por la esposita que tengo, lo cual yo agradecí desde lo mas profundo de mi corazón. Pero ahí no terminaba la diversión, me dijo que ya se había hecho una costumbre entre los integrantes del grupo proponer a la nueva integrante para un espectáculo, yo me excité y comenzaron a volverme la s fuerzas, mi verga comenzaba a reaccionar parándose poco a poco, Elena no se imaginaba que podría ser, bailar desnuda posar, etc. Pero fue algo mas que eso, vino uno de los hombres del grupo y la llevó al centro de la sala, a su vez pusieron un mueble de forma ondulada sin espaldar, de cuero y de color rojo, apagaron las luces, todo quedó oscuro por unos segundos, se encendieron las luces que alumbraban el centro de la sala donde ella estaba parada y atrás de ella se encontraban dos jóvenes morochos de pelo largo corpulentos y con músculos por todo el cuerpo, espaldas anchas, pectorales que se movían por si solos, sus piernas parecían robles, Elena mide 1.64 mts. y les llegaba a la altura del pecho con las justas, los jóvenes medirían 1.95 mts. Aproximadamente, tenían puesto una truza que parecía piel de leopardo, muy ceñida al cuerpo, lo cual les resaltaba un gran bulto entre las piernas, al ver esto la gente aplaudió, las mujeres le gritaban .-suertuda-. .-te cambio de lugar-. Y mi esposa con un dedo en la boca los miraba y sonreía un poco confundida, el espectáculo comenzó, uno de los jóvenes inclinándose un poco la tomó entre sus brazos y la besó, luego la soltó y el otro la cogió y besó también, la echaron en el mueble con una pierna en cada lado, lo que dejaba expuesta su hermosa conchita depilada, .-que por cierto por esa noche dejaría de ser conchita-. Uno de ellos levantó abriendo sus piernas y metió su cabeza para darle lenguazos como si fuera una animal salvaje botando abundante saliva sobre su vagina y culo, el otro le besaba las tetas como un oso que le chupa las ubres a su madre, se escuchaban lenguazos y chupadas salvajes, y los gemidos de Elena que acariciaba la espalda de uno de ellos, así estuvieron largo rato ante la mirada silenciosa del público presente, solo en esos primeros momentos los dos machos le arrancaron a Elena varios orgasmos, yo miraba alrededor y veía como los hombres se hacían una paja al igual que las mujeres se masturbaban con las piernas abiertas, gozando del espectáculo, luego los dos jóvenes se levantaron de sus posiciones y dando frente al publico se arrancaron la truza que llevaban puesta, dejando libre sus grandes, gruesas y cabezonas vergas, en es momento se escucho en el público un OOOOOHHHHHH, como si fuera una barra deportiva. Cada verga mediría por lo menos unos 25 cms., de largo y unos 5 cms. de diámetro. La magnitud de las vergas provocó expresiones de miedo y deseo, la escena se tornó en una especie de sacrificio humano, Elena aún no había visto el tamaño de esas vergas, cuando los dos jóvenes se voltearon ella se cubrió la boca en un gesto de susto pero sin dejar de mirarlas, se sentó y ellos se colocaron a ambos lados de ella, cogió con temor una de las vergas, con las dos manos la palpó, la pajeo lentamente sin dejarla de mirar, quizás media con la vista el tamaño e imaginaba introduciéndola en su conchita, con la punta de la lengua la tocó en la cabeza delicadamente, quizás con el afán de dominarla, la besó con ternura, luego poco a poco entreabrió sus labios y fue probando la punta, y poco a poco fue abriendo mas su boca para intentar chupar la inmensa cabeza, luego, dejó aquella verga para voltear y probar la otra, la cual ya estaba erecta como una espada, la pajeó, le dio besitos para tranquilizarla y la chupó con mas firmeza, y así estuvo chupando y pajeando aquellas vergas, durante varios minutos, al mismo tiempo besaba los testículos que las adornaban se los metía en la boca un por uno provocando la máxima erección en ambos jóvenes, después de un largo, ya un poco cansada de chuparlas, los dos jóvenes se echaron en el mueble los dos en la misma posición, ella se montó en un de ellos y fue acercando su conchita a la punta de la verga y la fue introduciendo lentamente, .- las mujeres del público la alentaban gritándole tu puedes.- y todos a la vez comenzaron a animarla diciendo a una sola voz: si se puede!!, si se puede!!, si se puede!!.- Elena tomó valor y se sentó mas decididamente hasta que llegó hasta la mitad de la verga, mientras se inclinaba hacia adelante y apoyada en el pecho del joven y con los ojos cerrados empezó a realizar movimientos cuidadosos de arriba abajo ayudad por las fuertes manos del joven que la sostenía de las nalgas para evitar que por cansancio se clavara involuntariamente, así siguió hasta que agarró ritmo, se le notaba que cada vez mas se arrechaba por el placer infundido por ese tremendo tronco, se vino rápidamente dos veces seguidas, el publicó ovacionó sus venidas, y ella seguía con su movimiento y con los ojos cerrados quizás concentrada en su tarea de poder comerse toda esa verga, sudaba a chorros era comprensible por la magnitud de su esfuerzo, ya tenía adentro tres cuartos de la verga, cuando pidió un descanso, se levantó muy despacio y al ponerse de pie puso un pie en el suelo y el otro lo junto despacio cerrando sus piernas temblorosas, un caballero le llevo un refresco helado y otro le llevó una jarra de agua que le echó en el cuerpo, una mujer ayudó a secarle la cara y parte del cuerpo, le dio un beso en la boca y le dijo: .- suerte. Luego el publico gritando le pedía .- la otra!!, la otra!!, la otra-., entonces ella le hizo una seña al otro joven para que se levantara y ella se echo boca arriba, el joven levanto sus piernas dejando ver el coño de mi mujer ya bastante irritado y mojado, el apuntó su verga y metió con mas facilidad su verga ya que su amigo ya le había anchado el camino del placer así que empezó a moverse de adelante hacia atrás, arrancado gritos de placer a mi esposa, lo hacia con cuidado sabía hasta donde había entrado su amigo, así es que no empujaba del todo pero si lo hacia rápidamente como una maquina, luego de varios minutos bombeando, mi mujer se vino en un múltiple orgasmo soltando un chorro de orines que parecía una pileta, el publico volvió a ovacionarla, Los dos jóvenes y mi esposa estaban ya desenfrenados, aumentaron el ritmo del coito, la concha ya lubricada de mi esposa facilitó las penetraciones siguientes, los dos se turnaron para darle piernas al hombro ella seguía arrojando chorros a doquier, luego el desenfreno de mi esposa aumentó, quería comerse aquellas descomunales vergas por el culo, .-yo pensé estará borracha o poseída.-, la única pose que la creo capaz de hacer eso es sentándose sobre cada una de ellas, otro caballero del publico le llevo un pote de vaselina los jóvenes untaron sus dedos los fueron introduciendo uno, dos, tres hasta cuatro dedos en el culo, Elena hizo echar nuevamente a los dos jóvenes en le mueble y se subió sobre uno de ellos dando cara al publico, con su mano dirigió el pene hacia su anito y ella se fue sentando sobre el, primero hizo pequeños movimientos tentatorios, rápidos y cortos para ir dilatando su agujero, con gran maestría y motivada por su arrechura su anito fue cediendo y devorando la cabeza la cual le arrancó lagrimas de placer, respiraba por la boca a veces soplaba como si eso la ayudara a soportar el dolor, de rato en rato el otro joven le secaba el sudor de la frente y el rostro relajándola con besos luego que el glande pasó el anillo anal su ano sintió cierto alivio y el resto de la verga entro fácilmente hasta el fondo cerrando los ojos orinándose en el mueble y con los ojos llenos de lagrimas se comió hasta el ultimo centímetro de verga, 25 cms de verga por e de grosor, todos dieron vivas y aplaudieron, entonces ella comenzó a moverse de arriba hacia abajo rápidamente, su ano dilatado completamente ya no ofrecía resistencia sino placer, con gran facilidad su ano se clavaba en esa enrome estaca, luego saltó de su posición, para ponerse en cuatro y sin mas aviso el otro joven abriéndole las nalgas colocó la verga en la entrada de su ano que mostraba un camino oscuro pero ancho, se la metió fácilmente y empezó a bombearla, de solo ver a mi esposa en esa pose me lleno los huevos de leche otra vez, luego de unos minutos y alternándose el culo de Elena, los jóvenes ya daban muestras de que el final se acercaba, le hizo una seña al joven para que le saque la verga y ella se quedó en cuatro entonces los chicos se pusieron al costado y cada uno abrió una nalga mostrando el enorme anillo anal de mi esposa después de la cogida, el cual mostraba el interior de su intestino rojo y mojado, el publico se enardeció y gritaban .- Elena..! Elena! Elena!, yo quise llorar de la emoción al escuchar tal ovación me sentí un ganador, todos se me acercaban para felicitarme, me invitaban tragos por aquí por allá, bueno y para terminar, los jóvenes se hicieron una paja para culminar su orgasmo, cuando estuvieron a punto le echaron la leche en la boca cara y pechos, mi esposa se relamía y frotaba la leche en su cuerpo. Todos dieron un aplauso final, los jóvenes se despidieron de mi esposa y todos se le acercaron para felicitarla, besos cachondos y abrazos, terminaron con esta reunión. Nos duchamos, secamos y retornamos con Luigi al hotel, el cual nos dio un maletín diciéndonos: - esto es de parte del club, ya son miembros y así les dan la bienvenida. Llegando al hotel nosotros bajamos y Luigi se fue con el mismo taxi y quedamos en vernos al día siguiente. Llegamos a nuestro cuarto, y sin esperar nada abrimos el maletín y la sorpresa fue tan grande que nos quedamos mudos, eran puros billetes de cien dólares, el maletín estaba hasta el tope de ellos y una tarjeta que decía: “gracias por hacernos pasar gratos momentos de placer, eres única”. P.D.: vuelvan pronto. Firmado “El club de los dorados”. Nos quedamos callados unos segundos y luego nos abrazamos de la emoción, yo pensaba, gracias por tener a la mujer tan arrecha, gracias gracias, yes yes. Así terminó nuestro día, nos quedamos dormidos, pensando que podría suceder el día siguiente.
Al día siguiente nos despertamos muy tarde, yo con el cuerpo totalmente relajado y Elena con el cuerpo y en especial el culo adolorido, pero bueno, pedimos el desayuno a la habitación, luego nos quedamos echados para conversar de todo lo acontecido el día anterior, yo abrazaba a mi esposa con mucho cariño, y se me dio por voltearla y abrirle las nalgas para poder ver como había quedado su ano, ese rico y delicioso ano que se había comido semejantes vergas y nos había hecho integrantes vip del club y con pago incluido. A medio día llamó Luigi a Elena y le dijo que hoy día saldremos más temprano, después del almuerzo para ser más exactos, íbamos a la casa de una de las participantes del fiestón de la noche. Y que sería una reunión de puras mujeres así es que Luigi solo la dejaría. Estaba claro que yo me quedaría en el hotel, pero bueno eso me comenzó a excitar. Llegó la hora de recojan a Elena, se fue vestida con ropa de baño por el calor, y encima una falda muy fina, sombrero para el sol y lentes oscuros, Luigi la saludó e inmediatamente se despidió de mi, no sin antes decirle que la cuide, el me respondió, que no preocupara, que le traería san y salva, cerrando la puerta de la habitación. Luego de aproximadamente seis horas de angustia viendo películas porno de todo tipo y de hacerme una paja, se abrió la puerta del cuarto y entró Elena caminando apenas y toda agotada por la faena, llegó hasta la cama y se dejó caer sobre ella. Yo preocupado y arrecho, le pregunté - Amor, estas bien?.. cuéntame que te sucede, me pidió u n refresco bien helado, .-se lo serví cual un rayo-., y me dijo - Mira amor siéntate porque lo que te voy a contar te va gustar tremendamente. Así lo hice, me senté y me quedé callado esperando que comience su relato. - Llegamos a una casa de playa bastante grande con piscina y todas las comodidades había un grupo de diez señoras maduras y algunas jóvenes, y la anfitriona quien me recibió en la entrada, hasta donde llegó Luigi, teniendo que retirarse, me dijo que pasaría a recogerme. Pasamos a la sala y todas las mujeres me saludaron muy efusivamente, me besaron, me abrazaron, me hicieron comentarios del show de anoche, yo parecía una estrella de cine, pero todas estábamos contentas, me contaron de sus experiencias sexuales las cuales te contare después, luego como los tragos nos hicieron subir la temperatura, nos metimos a la piscina todas desnudas, seguimos conversando de sus aventuras sexuales con y sin sus maridos, fue algo muy divertido escucharlas, luego de beber, refrescarnos y bailar desnudas entre nosotras, nos secamos y entramos a la sala nuevamente a servirnos unos bocaditos muy agradable, para esto ya nos habían puesto un pantalla gigante, para ver películas, entonces todas se acomodaron, apagaron las luces y pusieron una película donde salían varias de ellas en una de las orgias que organizaban, donde se veía que les hacían de todo, así como a mi, mi amor. Observamos las películas y eran bien cachondas, en una de ellas se les veía a ellas en una orgia metiéndose consoladores y vibradores y otros objetos sexuales de diferentes tamaños en el culo y en la concha, las mismas que se encontraban a mi alrededor manoseándose y pajeándose. Luego otra película donde aparecía otra de las mujeres con diez tipos cogiéndosela y llenándola de leche por todos lados, eso me calentó bastante. Y así nos pasamos viendo películas durante un par de horas mas o menos, mientras que corría la película la anfitriona y otra mujer mas me llevaron a la habitación y me dijeron que para nuestro próximo juego tenían que ponerme un enema, yo me sorprendí un poco pero si era por la higiene, que venga entonces dije. Me hicieron echar boca abajo en la cama con toallas debajo de mi, trajeron el aparato con el liquido que habían preparado, me dijeron que eran hierbas medicinales y aromáticas, me dieron unos masajes previos y luego me introdujeron la cánula en el culo, eran aproximadamente un litro y medio de liquido que tuve que soportar para luego ir al baño y botarlo, me sentí aliviada cuando salió todo el liquido y mis intestinos quedaron limpios, repitieron la operación dos veces más, para que quede bien limpia por dentro,, me dijeron. Me di un duchazo y salimos a la sala nuevamente, luego me secaron, y luego me echaron exquisito perfumes, de diferentes aromas, por todo el cuerpo, aromas que de por si provocaban la excitación. Al salir a la sala ya algunas de las presentes habían empezado a liarse entre ellas, se chupaban todo el cuerpo, se metían los dedos al culo a la concha después se los chupaban, habían puesto colchonetas por todos lados, cuando estuve en medio de la sala algunas de ellas se me acercaron por delante por detrás , por los costados a olerme y besarme muy delicadamente, las caricias poco a poco se fueron convirtiendo en manoseos, una se arrodilló detrás de mí y comenzó a besarme las nalgas y mi anito, otras me chupaban las tetas etc., cualquier parte de mi cuerpo que esté libre. Luego me echaron en la colchoneta y metieron una a una su lengua en mi clítoris, chupaban hábilmente mis labios vaginales, me vine muchas veces y cada emisión mía era absorbida por la que estuviera de turno entre mis piernas, yo estaba calientísima, recibía besos en mi boca y chupadas de tetas de todas ellas, me levantaron las piernas quedando mis rodillas a la altura de mis hombros y otra me lamia hasta el ano metiendo dos,, tres hasta cuatro dedos, que bien lubricados entraban fácilmente a mi anito, todas saborearon mis jugos vaginales y disfrutaban chupando sus dedos con los cuales habían dilatado mi ano. Me pusieron en cuatro para lamer con mayor facilidad mi ano, me mordisqueaban mis nalgas abriéndolas una de cada lado, mientras que otra metía toda su lengua dentro de mí, luego una de ellas de contextura delgada y de manos finas, me lubricó el ano untándome alguna crema, y fue metiendo primero tres dedos, luego cuatro, para después meter poco a poco y bien juntos sus cinco dedos, sentí como se iba dilatando mi culito hasta que sentí la parte de los nudillos, una de ellas se me acercó al oído y me dijo .-puja Elena , para que se te haga más fácil, ya veras-.asi lo hice puje como cuando voy al baño y automáticamente sentí como la mano pasaba por mi anillo anal con gran facilidad, llenándome el intestino y sacando todo el aire que podría haber, mientras que tenían mis nalgas agarradas para mantenerlas abiertas y ayudar a la inserción de la mano, sentí un gran placer por dentro de mi cuando la mano haciendo un semi puño entraba hasta adentro quizás hasta el codo. -suponía yo-.ya que miré a mi estomago y veía un bulto recorrer todo mi vientre. Recién con el puño adentro pude ajustar un poco para poder sentir placer en mi ano, la mano y el antebrazo de la mujer parecía un gran consolador, y ella lo disfrutaba tanto como yo, no soporté mas y me comencé a correr ya que la mano de una de ellas me frotaba el clítoris, tanto que solté un chorrito de orines, que gustosamente succionaron algunas, ya mi ano estaba bien dilatado y mi concha quería también algo adentro, y yo les dije entre gemidos y pujos .-y para adelante no hay nada?-. todas rieron y me dijeron .- no te preocupes vamos despacio.- una a una lubricándose las manos fueron metiéndome cuidadosamente sus manos por mi culo y también por mi conchita, que por cierto estaba ya bastante lubricada y dilatada por tantos orgasmos. El sentir ambas manos saludándose desde mi interior me hizo arrojar borbotones de jugos vaginales, después de haber sido sodomizada, me dieron un descanso lo único que atiné fue echarme sobre la colchoneta boca abajo con el culo parado ya que aun me latía después de aquellas penetraciones manuales. Luego de unos refrescos, y ya pasados 10 minutos sentí que me echaron aceites perfumados y una experta me dio masajes reavivantes, mi sangre volvía a fluir rápidamente, volvió mi excitación, aquellos masajes me despertaron totalmente, me pusieron boca arriba y levantaron mis piernas y pusieron dos o tres cojines debajo de mi cintura, quedándome con los piernas hacia arriba y mis orificios a la vista y acceso de todas ellas, nuevamente metieron sus manos por mi conchita, haciéndome gemir de placer, luego la sacaron y atacaron nuevamente mi ano, así se turnaban para meterme las manos una vez en la concha y otra en el culo, hasta que las metieron por mis dos agujeros al mismo tiempo, unas masajeaban mis pies, otras mis muslos, mis nalgas. Unas aprovechaban la pose en que estaba para ponerme sus conchas en la cara para lamérselas, las hacia venir con gran facilidad, mi cara estaba mojada con líquidos vaginales a chorros, otras me besaban pasando la lengua por toda mi cara, para luego entrelazar nuestras lenguas en besos apasionados. En varias ocasiones solté chorritos de orines los cuales me mojaban y ellas lamian, eran momentos de infinito placer, suspiros, gemidos y risas y palabras de aliento se escuchaban conjuntamente con la música, mientras algunas me hacían gozar, otras se daban placer también metiéndose el puño por la concha y el culo, era un gran bacanal, muchas de ellas iban teniendo orgasmos y mojándose entre ellas, a mi me mojaron varias de ella, y yo las moje a ellas también con mis emisiones, al terminar de venirse la última del grupo fuimos a las duchas de la piscina nos dimos un buen baño mutuamente y terminamos todas juntas en la piscina. Ya se acercaba la hora de Luigi viniera por mí, así es que me cambié y lo esperé en la antesala, no sin antes despedirme de todas y recibir el aprecio y el agradecimiento de cada una de ellas. Y eso amorcito es lo que sucedió, Luigi me dijo de camino acá que mañana regresamos a casa, así es que estemos preparados. Después de aquel relato le dije a mi esposa que me haga una paja y que recibiera mi leche en su boca, luego de eso arreglamos nuestras cosas y nos dispusimos a descansar para el viaje de retorno a casa. A la mañana siguiente Luigi nos llevó al aeropuerto no sin antes agradecernos por los mejores días de placer que pasamos con él, ya en el aeropuerto nos dió otro maletín casi igual al anterior y nos hizo prometer que no lo abriríamos hasta estar en casa. Nosotros cumplimos con sus deseos, nos subimos al avión y el se fue en otro avión rumbo a Inglaterra, diciéndonos que estaría en contacto, y yo le dije .- cuando quieras amigo-. Llegando a casa la curiosidad nos invadió y sin deshacer el equipaje abrimos el maletín, habían billetes igual que en el otro pero también encontramos CDs y una nota que decía: “los momentos de placer no deben quedar en el olvido, y para poder recordarlos siempre les dejo las filmaciones y fotos de nuestros momentos de place” firmado Luigi. Emocionado abracé a mi mujer dándole tierno un beso en la boca, y con nuevos aires en nuestras vidas, que obviamente tomaría otro rumbo.
 

cyrus666

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muy bueno!!, super caliente!!
 
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