El voluptuoso cuerpo de mamá

heranlu

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El voluptuoso cuerpo de mamá


Lo primero que quisiera contarles es de cómo está compuesta mi familia, mi nombre es Alex, tengo 18 años, se podría decir que soy dotado porque hago diferentes deportes, pero especialmente es gracias a mi madre, que exigió tanto a mi padre en comprar un mini gimnasio en el galpón de casa para ella y para mí, ya que él no hace ejercicios. Se podría decir que estamos muy bien económicamente gracias a mi padre, él se llama Manuel, tiene 48 años, es calvo y delgado, no es de hacer ejercicios por causa del trabajo porque se pasa casi todo el día afuera, se va a las 6 de la mañana, viene a las 15:00 a descansar 1 hora y luego se va de regreso hasta la hora de la cena, si bien no paso tanto tiempo con él, pero aprecio mucho el esfuerzo que hace para darnos los gustos. Y por último tenemos a mi madre, Elizabeth, el tesoro de la casa, por como la llama mí padre, tiene 38 años, tiene un cabello muy largo de color negro, si bien tiene una belleza particular que atrae a cualquier hombre, pero a mí me molestaba a veces, luego sabrán el porqué, además de su belleza, tiene un cuerpo esplendido, unos pechos grandes, no son caídos sino bien redondos y firmes que no te abarcan en la mano, aun si tienes la palma abierta a mas no poder no cabe bastante carne, con unos pezones que te incitan a comerlos, una panza plana bastante sexy con unas cinturas de infarto, pero lo más asombroso es su cola, es como si fueran de otro planeta, me quedaría todo un día admirando a su redondo trasero, cada vez que camina pareciera que aplauden, a veces cuando lleva jeans te da la impresión de que se fueran a romper y cuando lleva ropa interior, mi boca instantáneamente empieza a babear y me hace querer clavar mi cara profundamente en sus nalgas, gran parte de su cuerpo lo ha logrado gracias al gimnasio que tenemos en casa.

Un día como cualquier otro, estaba estudiando en mi habitación cuando escuché gritos de mi madre, me preocupé demasiado entonces me levanté de mi asiento y salí corriendo al ****** de casa, vi a mi madre abrazando a mi padre tras su llegada acompañado por unas máquinas de ejercicios, me tranquilice al saber que sus gritos era de felicidad.

-Graciaaas cariño, no lo hubieras hecho por mi

-Como que no? Siempre deseaste con querer hacer gimnasia y nada mejor que hacerlo en casa no?

-Sí, pero no tengo ropa para hacer ejercicios amor, no puedo hacer con esta ropa.

-No te preocupes por eso Eli (la dice así por su nombre Elizabeth) que más tarde te doy plata para que mañana vayas a comprar ropa cómoda y te puede acompañar Alex si es que quiere.

Mientras tanto yo me había sentado en un sillón al lado de ellos mirando tv, ya me lo tomaba con normalidad de que mi padre le traiga regalos así que no le di tanta importancia.

- De verdad Ale? Me acompañarías? No quiero ir sola al shopping

- Si si, como vos quieras ma

-Gracias cielo

Se me acerca para darme un beso en la mejilla y al estar demasiado cerca me roza el hombro con uno de sus pechos. Hice como si nada pasara y seguí mirando tv.

Al día siguiente estaba durmiendo y siento una mano moviéndome el brazo.

-Ale, despertate, tenemos que irnos al shopping, ya está el desayuno, baja a comer

Abro despacio los ojos y la primera cosa que veo es el grandioso escote que tiene mi madre de sus grandes pechos, que agradable vista para arrancar el día pensé, “NO! pero que estás pensando Ale, es tu madre”. Me puse nervioso al instante.

-Emm s… si ma, ahora me levanto

Ella se levanta de la cama y empieza a caminar hacia la puerta, al hacerlo me deja la visión más agradable del mundo, sus dos enormes cachetes moviéndose a cada paso que da, no podía despegar la vista de esa hermosa vista, no entiendo lo que me estaba pasando, sí ella se diera vuelta a verme en ese momento, me hubiera visto la cara de bobo que tendría, me imaginé tal escena en ese momento, una vez que atravesó esa puerta miré hacia abajo y vi mi polla erecta, me dije a mi mismo “será mejor que deje de pensar en esto”, inmediatamente empecé a hacer otras cosas para que se me bajara la maldita erección.

Una vez que terminé de desayunar me fui a mi cuarto a cambiarme de ropa, lo mismo hizo mi mama, me vestí lo más rápido posible y me conduje hacia el comedor de casa. Mientras la estaba esperando encendí mi laptop para hablar por micrófono con mi mejor amigo Max, después de 5 minutos escuché ruidos de pasos en la escalera, definitivamente era ella, entonces le avisé rápido a mi amigo

-Max me tengo que ir, que ya llegó mi mama

-Bueno mandale saludos, me imagino que sigue estando tan buena como siempre, con esa gran cola que tiene, yo si la tendría en mi casa todos los días no dejaría ni un día en follarmela

-Bastaaa! ¡Que es mi madre! Si vivieras cerca voy a tu casa y te cago a piñas, bueno me vo….

Escuche ruidos provenientes de la escalera, miré hacía esa dirección y lo que vi me dejó con la boca abierta, mi mente se nubló, mi madre estaba con su pelo negro recogido, se había maquillado dejando su cara más bonita de lo que ya era, se puso una remera cortita, que algunos le dicen top, dejando al descubierto su ombligo plano sin ningún rastro de grasa, vestida así parecía una adolecente y finalizando con un jean bastante adherido a su cuerpo qué hacía parecer su segunda piel. Ella vio mi cara de asombro e inmediatamente, al parecer le ha gustado ver que todavía puede provocar algo a chicos de mi edad, dio un giro haciendo una especie de desfile y al momento en que ella giró, mi vista se perdió en su impresionante cola, parecía que le iba a reventar de tan apretado que le quedaba el jean, era suficiente carne para retenerla con esa prenda, era cosa de otro mundo.

-Alex, me escuchas?? Aleeex! ¿Estás ahí?

Di un salto de la silla, era mi amigo al otro lado de la pantalla en Skype que me estaba llamando, recordé que aún seguía la llamada en línea, en ese momento me di cuenta que mi madre ya había acabado de darse la vuelta y me estaba mirando cara de bobo que puse mientras ella se reía.

-Hijo te está llamando tu amigo, jajaja

Volví a la realidad, no supe que hacer, que vergüenza que me dio!! Tenía que salir de esta situación lo más rápido posible, con mi madre riéndose de mí y Max llamándome como loco. Miré hacia la laptop y le dije a mi amigo.

-Me tengo que ir, disculpa, hablamos otro día

Corté la llamada y cerré la tapa de la notbook, mi madre se puso su camperita y me dijo

-Ya estás? Vamos? Y antes de irnos límpiate la baba que tenes tonti

Si antes estaba nervioso, ni se imaginan ahora, me puse colorado enseguida, se ve que a mi mama le estaba empezando a gustar hacerme sentir así. Me levanté de la silla y me conduje hacia la puerta de casa. Nos subimos al auto y empecé a manejar, mi madre en el asiento del acompañante, en el transcurso del viaje se me hizo interminable, varias veces mi vista se desviaban hacia los grandes muslos de mama, los cuales estaban cruzados, haciendo mas apetecible a la vista, daban ganas tocarlos y poseerlos, estiré mi mano hasta su muslo y mi madre no hizo nada, empecé acariciarlo despacio, sentir esa calidez era como estar en el cielo, moví mi mano más para arriba a punto de llegar a su entrepierna, estaba disfrutando cada movimiento que hacia en ese maravilloso cuerpo, llegué a mi objetivo y sentí el calor que desprendía de su entrepierna, la respiración de mi madre empezó a agitarse, echó su cabeza hacia atrás cerrando los ojos, ya me estaba empalmando otra vez, ver a mi madre en ese estado la hace mas hermosa. Sus grandes muslos me apretaban la mano, le hice un gesto de que abra las piernas, pensé que no iba a acceder a tal petición, pero por mi sorpresa fue mucho mayor, empezó a abrirlas, ya estaba tocando el cielo, fui subiendo un poco mas en su concha y llegué a tocar el botón de su jean, mis dedos actuaban por si solos, despacio hice fuerza para desabrochar el botón, se me hacia agua en la boca, ya no podía resistir tanta presión, una vez que el botón accedió, vi su tanga negra, estiré mi mano para tocarlo y…

-Hijo mira hacia la calle que vamos a chocar!! Y saca esa cara de bobo otra vez mirando mis piernas jajaja

Escuché la voz de mi madre y fue como volver a la tierra, claro, fue todo mi imaginación, nunca había tocado a mi madre, nunca desabroche el botón de mi madre, me empecé a imaginar todo desde que vi las piernas de mama, sucedió todo eso en 3 segundos, para mi fue una eternidad, ya era la segunda vez que me atrapa viéndola con esta cara de embobado. Puse mi vista en la carretera y en 10 minutos mas llegamos al shopping.


Ya en el shopping me sentí más calmado, no estar a solas con mi madre me haría pensar en otra cosa, al menos por unas horas me vendría bien. Cuando entramos al shopping, las miradas de los hombres no pasaron desapercibidas, hombres de todas edades miraban a mi madre de arriba abajo, sin ningún descaro, hasta me di cuenta que cuando pasaban al lado de ella trataban de rozarla con su mano metiendo de escusa que no la vieron o que se tropezaron y para terminar su hazaña se daban vuelta para mirarle el culo, o mejor dicho el CULAZO que se cargaba mi madre. A todo esto, soy celoso, pero no sé qué me pasaba últimamente porque nunca antes estuve celoso de mi madre, pero algo en mi cambio, la empecé a mirar con otros ojos y me di cuenta del pedazo de mujer que tenía viviendo en mi propia casa, una verdadera milf como se decía.

Luego de soportar a muchos pervertidos del shopping, ya la sangre se me estaba subiendo a la cabeza de tanto enojo, me daban ganas de pegar a estos tipos por querer manosear a mi mama “incondicionalmente”.

- ¡Lo que te haría en la cama mi amooor!!! – Gritó un chico acompañado por un silbido de su amigo de un grupo de jóvenes, eran 7/8 en total

Era obvio que ese grito fue dedicado para mi madre, pero lo que más me sorprendió es que mi mama no hacia ni un gesto de desagrado, miraba las vidrieras de las tiendas como si nada pasara, me di cuenta de que ya estaba acostumbrada de soportar estas palabras de los pervertidos en la calle

- ¡Entrega ese ojete mamitaaa!! – Esta vez el grito provino del chico más musculoso del grupo

Cuando dijo esto, ya no podía más de la paciencia, me voltee y lo mire con cara de enojo, no soportaba más que le digan esas cosas a mi madre, me quise acercar a donde estaba el grupito de chicos para enfrentármelos, caminé unos pasos queriendo encarar al más dotado de la manada, sé que yo no era un musculoso que estaba seguro que le iba a ganar en pelea, pero tampoco me quedo callado, al menos para decirle algo de enfrente al joven, no estaba muy seguro de lo que estaba por hacer hasta que sentí un brazo que me agarró, era mi mama rodeándome con sus brazos en una especie de abrazo y apegándose a mi cuerpo, de esta forma podía sentir el costado de su pecho

- No te preocupes cariño, no vale la pena molestarse por esos tontos, además vos sos mucho más lindo que ellos

Al instante en que mi madre me dijo eso en el oído y terminando con un beso en el cachete, lo miré al grandulón con una sonrisa desafiante y ganadora al mismo tiempo dando a entender “ella es mía, la tengo yo y vos no”. Lo cual me sentí un afortunado por estar con tremenda mujer, al que todos los hombres la miran, por su belleza, por su escultural cuerpo que no pasa desapercibido en ningún lado

Me propuse dejar de lado al grupo de pervertidos y me dediqué a pasar mejor la salida con mi madre. Subimos al 3er piso del shopping y nos encontramos un local de ropa llamada “Miss Kiss”, ya desde lejos se notaba que era un local para mujeres, entramos y sin dudas era un local lleno de ropa para chicas, lo cual era un desierto para hombres dentro de este lugar. En este momento veía demasiadas chicas viendo ropa de todo estilo, leggins, calzas, bikinis, zapatos, hasta que vi a una rubia preciosa con un mini short de jean que apenas le llegaba a cubrir el inicio de su cola, no tenía nada de pechos, pero lo que le faltaba lo recompensaba con su culo, era grande y relleno pero no le superaba a mi madre, definitivamente mi madre le gana el duelo, me di cuenta que también la rubia se sentía un poco incomoda y molesta por ver a semejante mujer entrando al local, lo cual era mi madre, envidiaba su cuerpo y se preguntaba de seguro “¿Cómo puede una mujer de esa edad tener semejante cuerpo?” . Sí, yo también me preguntaba lo mismo, era increíble ver ese escultural cuerpo de arte, parecía tallado por los dioses, esas curvas te daban un infarto al verlas, era cosa de otro mundo. No podía apartar mi vista de la cola de la rubia, era sorprendente, parecía hipnotizado hasta que la chica deja de ver sus prendas y me mira con sus ojos verdes claros, me dedicó una sonrisa provocativa insinuando algo, pero no pude descifrarlo.

Me puse un poco nervioso, no sabía que hacer o para donde mirar entonces traté de buscar a mi madre y al final estaba al lado mío mirándome con una cara de decepcionada y haciendo el gesto de “no” dando a entender “otra vez mirando con cara de bobo este chico”, se me quedó mirando por unos segundos hasta que por fin habló

- Vamos a buscar la ropa para el gym y larguémonos de acá de una vez Alexandro.

Se ve que metí otra vez la pata, cuando mi madre me llama así es porque se enojó, todo me está saliendo mal últimamente, será mejor seguirla antes de suceda alguna otra cosa vergonzosa.

Se acercó al sector de calzas y joggings, agarró una calza roja con detalles blancos a los costados, pero lo más interesante que vi es que esa misma calza era media transparente, empecé a imaginarme las millones de posibilidades de cómo le quedaría a mi madre con o sin bragas, con ese inmenso culazo haciendo ejercicios en la máquina de cinta que sirve para caminar / correr, sus nalgas moviéndose de un lado para otro a cada paso que daba, sin mencionar de lo increíble que sería estar ahí atrás mirándole mientras ella está haciendo ejercicios o sus deberes de casa hasta que escuché un sonido que me sacó de mi trance.

- ¿Qué opinas hijo? ¿Te gusta este color para mí? – Preguntó mi madre con una voz distinta y sensual

Yo no entendía muy bien, hace un rato la noté enojada y ahora amorosa y tierna? Pues bueno, es difícil de entender a las mujeres

- Emmm… Sii ma, está muy bueno- Respondí tímidamente

- No sé si comprármelo porque lo veo un poco bajo de talla para mi cariño

Con sus manos empezó a estirar y fijarse bien la calza, la notaba que no estaba muy segura, tenía algo en mente, pero no me animaba a preguntarle, tenía miedo de cómo iba a reaccionar o que me iba a contestar, pero al final respiré profundo y le pregunté

- ¿Por qué no te lo probas primero?

Se quedó pensando un momento mirando la calza, yo no sabía si la había fastidiado o no le habría gustado lo que le dije hasta que respondió

- Mmm okey, pero solo con una condición

- ¿Qué condición?

Que me pida lo que sea, con tal solo de ver esos muslos bien tallados y tener alguna imagen con que hacerme la paja

- Si me decís si es que me queda bien o no

Yo estaba que me desmayaba, no me esperé que me pidiera eso, había pensado otra cosa como limpiar los platos por una semana o poner la ropa en la lavadora, pero esto superó mis expectativas. Se me puso la pija dura enseguida, no sabía cómo hacer para que no se me notara, si alguien hubiera estado mirándome en este momento, me hubiera visto la erección. Además, no sabía porque me había puesto así y por qué estaba pensando así de mi madre, ella era una mujer muy respetuosa, amable, educada y buena madre.

- Emmm S… Sii!! – No sabía cómo responderle ante una gloriosa petición

Se fue hasta el vestidor y tuve que esperar 3 minutos, lo cuales me fueron una eternidad, mientras tanto estuve espiando algunas prendas de la tienda, había de todo tipo, conjuntos sexys, lencería, corpiños, jeans, agarré una tanga muy pequeña que no tenía tela, solamente eran hilos que no cubrirían para nada, me empecé a imaginarme de cómo le quedaría esto a mi madre, con tan solo pensarlo se me ponía dura. Escuche la voz de mi madre, era señal para que pueda entrar a verla, apenas ingresé mis ojos se desviaron hasta sus piernas, ese color tan llamativo me atrajo enseguida, parecía un himan, me quería abalanzar y tocarlo, apretarlo, besarlo o todo lo que se imaginan con todas las ganas, esa calza le quedaba muy pegado a su piel, no sabía cómo la tela no se desgarraba o se rompía, era grandioso, le marcaba perfectamente las cuervas, los muslos parecían dos cañones grandes que te aseguro que ni con tres manos la abarcas completa, hasta parecía que era su segunda piel. Se dio vuelta para mostrarme como le quedaba por detrás y definitivamente era igual que en mis imaginaciones, su espalda era tan plana y recta que en la parte de abajo de su espalda empezaba una cuerva tan pero tan grande que indicaba el inicio de su cola, era sorprendente ver esa obra de arte. La calza le quedaba muy ajustadísimo que se estiraba demasiado para abarcar tremenda carne, pero lo que más fue que se me pusiera la pija dura a mas no poder fue verle la tanga que llevaba puesta, un pequeño triangulo negro en la parte de arriba de sus nalgas se hacía presencia para que luego la parte faltante de la tanga se perdiera entre sus cachetes, yo ya estaba que me corría sin tocarme, era demasiado gigante su culo, le estaba por dar una palmada en su culo pero me resistí

- Se ve que te gustó la calza jajajaa

Levanté la vista y mi madre me estaba mirando dada vuelta, en ese momento me di cuenta que tenía la boca abierta a punto de babearme todo por semejante espectáculo. Ella no para de reírse, ni me quiero imaginar lo que el vendedor estará pensando en este momento de nosotros, por suerte teníamos la cortina.

- ¿Eso es lo que pienso que es? – Me lo dijo señalándome con su dedo la parte de bajo de mi cuerpo

Miré hacia la dirección que me estaba apuntando y al final era el tremendo bulto que se me había formado en mi jeans, estaba más empalmado que nunca, se había dado cuenta de mi erección, me tapé enseguida con mis manos, no supe que hacer ni en donde meterme, esta vez sí que la he jodido, me puse rojo como un tomate, me quise matar en ese momento, estoy muerto ahora, estoy muerto…

- No te avergüences hijo, es normal que a un adolescente le suela pasar esos tipos de cosas, tus hormonas están muy alteradas y ver a una mujer es obvio que te pase eso – Respondió ella con una tranquilidad de como si fuera lo más natural del mundo

Me lo dijo con la intención de tranquilizarme y realmente lo logró, empecé a respirar más lentamente, mi pulso se fue relajando, pero el problema ahora es mucho más grande, mi erección no se bajaría tan simple, al menos tendré que esperar adentro del vestidor unos minutos más.

- Bueno vamos saliendo Alex, me voy a comprar a esta calza, parece que te gustó y demasiado jajaja

Ahora sí que estoy más jodido aun, no quería salir con esta erección afuera y que todos me miraran y pasara vergüenza otra vez, así que le dije a mi madre

- ¿Podemos esperar unos minutos más? – Le pregunté a mi hermosa madre mientras seguía tapándome la erección que llevaba encima

- ¿Por qué? – Respondió ella con una cara de desentendimiento

- Es que no quiero salir en este estado ma, perdóname – Ya no podía mirarla a los ojos

Ella no entendía a lo que me refería, me miró con una cara de desentendimiento, volvió a mirar en la parte donde estaba tapando con mis manos y ahí pareció entender

- Si haces bajar esa cosa, cuando lleguemos a casa te doy un premio

Se me acercó y me dio un beso en el cachete, estaba sorprendido, tenía mucha intriga de saber cuál era ese regalo, ¿y si era mi comida favorita? Se me ocurría miles de posibilidades, pero no podía estar pensando en esto ahora mismo, tenía que enfocarme en lo que me había pedido mi madre y la pregunta es cómo voy a bajar la calentura que tenía en este momento, estuve pensando unos segundos… hasta que se me ocurrió algo, cerré los ojos y empecé a imaginarme jugando a la play con mis amigos, me desconcentré lo que más pude y despejé mi mente.

Sentí como mi pija se fue disminuyendo y perdiendo su grosor, lo logré!! Abrí los ojos y vi a mi madre sonriéndome. Salimos del vestidor y le pagamos a la vendedora, ya hicimos todo, era hora de regresar a casa, estaba impaciente por llegar y recibir mi premio.

Salimos del shopping y mi felicidad pasó de mayor a menor, en la esquina de la calle estaba el grupo de jóvenes que nos encontramos adentro del shopping, como lo llamaba yo “el grupo de los pervertidos”, los mismos que le gritaban guarradas a mi madre. Me acordé del más dotado, estaba ahí parado en el medio, me miró y se empezó a acercarse a nosotros con cara de enojo, lo mismo hicieron su grupo, sabía que algo malo iba a pasar, así que le agarré a mi madre del brazo y la empujé un poco para que se me alejara y que quedara afuera de esto.

Vino con pasos largos preparándose para pegar, cuando ya estuvo lo suficientemente cerca enfundó su primer golpe directo a mi cara, por suerte pude predecirlo y me agaché lo suficiente para esquivarlo, era momento perfecto para contra atacarlo, levanté lo más rápido que pude mi brazo y con toda la fuerza que tenía le pegué en la cara sorprendiéndolo, cayó enseguida al suelo, me abalancé sobre él para seguirle pegando en el piso pero al momento de ponerme encima, sentí una patada en la cara que me hizo alejarme, habían llegado sus amigos que venían atrás, no pensé que habían llegado tan rápido, pero se ve que vinieron corriendo para proteger a su colega, me tiraron al piso y me empezaron a pegar entre 5 chicos, mientras todo esto sucedía, escuché los gritos de mi madre pidiendo que pararan de golpearme, la miré como pude y estaba retenida por 2 chicos que la estaban manoseando el culo y las tetas. Empezó a llorar mi madre por ver a su hijo golpeado por una manada al frente de ella y que encima se estaban abusando de su propio cuerpo.

El musculoso se levantó del piso y me pegó cuatros piñas junto con sus amigos, luego se detuvo y caminó hacia mi madre, una vez que estuvo al lado de ella, los chicos me dejaron de pegar y me hicieron mirar.

- ¡¡¡¡¡No le hagas nada a mi madre!!!! – Le grité al musculoso con toda la bronca posible

- Así que esta es tu madre – Respondió el a la vez que llevaba una de sus manos a las tetas de mi mama, empezó a manosearla y apretarlas, no le abarcaba entera en su mano, era demasiada carne – Pero que tetas más buenas que tiene, ¿o no chicos?

Todos gritaron que sí, los 2 chicos que la estaban sujetando le sacaron la remerita top que llevaba puesto dejándola únicamente con su corpiño blanco, se le podía ver casi todas sus tetas, solamente le cubría la parte de su pezón hacia abajo. Todos quedaron sorprendidos por lo grande que eran los pechos de esta mujer. Mi madre a todo esto trataba de oponer resistencia, pero no podía, la tenían sujetada bastante fuerte, con cada movimiento que ella hacía, sus tetas se movían de un lado a otro. Yo no podía moverme, estaba todo dolorido en el piso sujetados por 5 chicos.

- ¿Alguien quiere probar los pechos de la madre de este maricon?

- Yooo!!!! – Todos gritaron casi al mismo tiempo

El dotado le sacó el corpiño por detrás y por fin quedaron al aire los pechos de mi madre sin ningún objeto que le tapase, el corpiño que tenía les hacía presión a sus pechos que, al momento de ser liberados, las tetas de mi madre rebotaron de arriba abajo. Lo primero que vimos todos fueron sus pezones, una cosa que te dejaba sin aliento, tenía las areolas pequeñas de color un poco marrón con un pezón no tan grande, muy apetecible a la vista que te daban ganas de saborearlos a gusto. A pesar de ser madre, sus pechos no estaban para nada caídos.

Todos los chicos se pusieron en fila, menos dos, uno que la tenía agarrada por los brazos a mi madre y el otro me estaba sujetando en el piso para que no haga nada. El primero en estar en la fila era el musculoso, al que le había golpeado, se acercó a ella y se agachó a la altura de los pechos de mi madre, empezó a lamerlos, arrancó por el izquierdo, succionaba y lamia los pechos de mi madre, lo mismo hizo con el derecho, hasta que el muy cabrón bajó su mano hacia la entrepierna de mi madre y empezó a tocarle la concha por encima de su jeans, en ese momento me di cuenta que tenía muy grande los labios vaginales, a medida que pasaba los segundos, su mano aumentaba de velocidad, mi mama no sabía si seguir llorando, pedir ayuda o si entregarse al placer que le estaban dando, luego de 20 segundos, pareció que terminó su hazaña, mi madre estaba con la boca abierta mirando hacia arriba, retiró su mano de la concha de mi madre y dejó de chuparle las tetas, se me acercó y me dijo

- Mira como me dejo tu mami la mano, toda mojada!!! – Me puso su mano bien cerca de mis ojos para que pudiera contemplar la humedad de mi madre

Y así fueron pasando cada uno de los chicos, chupando sus gigantescas tetas y tocándole la concha a mi madre, ella se entregó al placer, no le quedaba otra, gemía a cada rato

- ¡Ahhhhh…!

Y así estuvieron 2 minutos y medio más hasta que terminaron, me soltaron al igual que a ella y antes de irse, uno de ellos le dio una fuerte nalgueada a mi madre. Se puso rápido su corpiño y su remerita y vino hacia mi corriendo, yo estaba tirado en el piso sangrando

- Ya terminó mi amor, ya se fueron, todo está bien, todo está bien – Me dijo eso mientras me abrazaba

Lo último que escuché fue a mi madre llamando a la ambulancia con su teléfono móvil. Me desperté y estaba acostado en una cama del hospital, al lado mi madre, sentada en una silla, dormida con la cabeza en mi cama, se ve que se había quedado toda la noche acá. Al día siguiente el doctor me dijo que tenía fracturado algunas partes de mi cuerpo y que no las podía mover hasta por unos días o semanas más, me dio el alta y me dejaron irme a mi casa, llegamos a casa y mi madre me ayudó a llegar hasta mi cuarto.

- Te quedas acá acostado, si necesitas cualquier cosa me podés avisar a mi o tu padre, acordate que el doctor te dijo que no tenes que mover tus brazos ni tus piernas

Llegó la noche y mi madre me trajo mi comida favorita al cuarto, estaba vestida con su bata blanca con un escote bastante largo y dejaba ver gran parte de sus piernas, estuvimos conversando un rato hasta que le pregunté

- ¿Y ma, vos estas mejor también?

- Si, a mí no me lastimaron, no te preocupes por mi cariño, que aquí el héroe sos vos, que me defendiste como todo un valiente

- Noo, yo no pude hacer nada, ni siquiera te pude defender – Miré hacia abajo como apenado por mis acciones

- ¡Nada de eso! Vos me defendiste como pudiste y estoy muy orgullosa de vos – Se levantó y me dio un beso en el cachete, muy cerca de la boca – Y como recompensa, no te voy a dar solo premio, como te prometí, sino dos!! Me podes pedir lo que sea

Yo estaba que no me lo creía, no pensé que se iba acordar del premio que me debía, tenía que pensar muy bien en lo que le iba a pedir, quería verla en tanga sin nada que le cubriese la cola, desde que la vi ayer en el vestidor con su calza semitransparente resaltando su diminuta tanga he tenido el sueño de querer verla únicamente con su pequeña prenda, pero no estaba muy seguro de si iba aceptar o si se iba a enojar por lo que le estaba por pedir, pero era ahora o nunca

- Hay algo que quiero pedirte, pero no sé si está bien o si es que te vas a enojar

- Haber, ¿qué es?

- Quisiera verte sin nada abajo, únicamente con la tanga ma, es mi sueño

No sabía para donde mirar, me moría de vergüenza, cerré los ojos esperando mi cachetada, pero después de unos segundos no sentí nada, abrí los ojos y ahí estaba ella, parada en frente mío con la cara sorprendida, no podía creer lo que le estaba pidiendo su hijo, parecía que no pasaba más el tiempo, hasta que por fin respondió

- ¿Vos te das cuenta de lo que me estas pidiendo?! ¡Soy tu madre!

Y se fue lo más rápido que pudo de mi habitación, parecía que estaba llorando, lo he estropeado todo, soy un tonto, como le pude pedir eso a mi propia madre, la que me crío con todo amor, respeto y comodidades, siempre me ha dado todo lo que quería y estoy muy agradecido por eso, pero pedirle esto ya es de otro nivel, estaba afuera de sus expectativas, parecía un enfermo, ya estaba dudando si es que ella me mandaría a un psicólogo o algo por el estilo y así con todo ese remordimiento que tenía encima me fui a dormir

Al día siguiente me levanté y apenas pude moverme, me dolía todo el cuerpo, mejor va a ser quedarme acostado mirando la tele o jugando a la play, me decidí a por la play, estuve hablando mientras con mi amigo Max por llamada, le conté todo lo que sucedió, pero nada sobre que abusaron de mi madre ni de lo que le pedí la noche anterior. Y así fue transcurriendo la mañana hasta que eran las 2 de la tarde, escuché que alguien golpeaba mi puerta

- Alex! ¿Estás despierto? Necesitamos hablar

Era la voz de mi madre, parecía que no tenía un tono de enojada, sino más de cariñosa, eso me alegró un poco

- Siii, pasa!!! – Le respondí con un grito ya que se escuchaba el volumen de los videojuegos muy fuerte

Abrió la puerta y apareció con su misma bata de anoche, pero esta vez era ella misma que sostenía con sus manos la bata para que no se abriera completamente, tenía el pelo recogido con forma de caballo como le dicen algunos y su bella cara angelical maquillada, no podía estas más hermosa

- ¿Estas ocupado ahora cariño? – Me lo dijo con una voz de nenita inocente

Es imposible estar ocupado preguntándomelo de esa manera

- No ma, justo terminé de hablar con Max, ¿Qué pasa?

- Es que como tu padre se fue a trabajar, quería que hablemos sobre lo de anoche, sabes que no está bien que me pidieras eso, pero estuve pensando anoche antes de dormirme y siempre te he dado todo lo que me pediste y sabes nunca te puedo decir que no, agregando más lo que hiciste por mí y en el estado en el que estas vos, me dio un poco de lastima y te voy a dar lo que me pediste… ¿Querés verme en tanga hijo?

Fue lo único que escuché, esa pregunta me retumbó por toda mi mente una y otra vez, no podía creer que me viniera a pedir eso ella misma. Yo, un tonto invalido recibiendo una petición de una mujer tan hermosa y voluptuosa deseada por un montón de hombres y que encima sea mi madre, lo hacía más morboso todavía, como dice el dicho “lo prohibido es más excitante” o era algo así, no lo sé, en este momento no podía pensar con exactitud. Ella, una madre tan guardada, viniendo a mi propia pieza para preguntar si se podía desvestir al frente de su hijo era de lo más excitante que tuve en mi vida, ¿Por qué me sucedía todo esto a mí? No lo podía creer, era un suertudo

Ahí estaba ella, parada enfrente mío, esperando mi respuesta en puntitas de pie y con los brazos atrás de su cuerpo, era imposible negarse a cualquier cosa que te pedía en esa forma

- ¿Q…? ¿Qué? - Alcancé a decir muy bajito

Con verme la cara de sorprendido y de felicidad, ya había obtenido la respuesta que ella necesitaba, me sonrió con una cara de gatita satisfecha y empezó a actuar.

Empezó a recorrer su cuerpo con las manos arrancando desde sus piernas hasta su cabello haciendo al mismo tiempo un baile demasiado caliente, me hizo recordar a las chicas que hacen strip-tease en los clubes, ya se me estaba poniendo la pija dura con solo ver como su cuerpo se movía de una forma tan provocadora, no pensé ni por un momento de que mi mama me podía hacer eso y para mí sólo.

Agarró con sus dos manos la pequeña abertura que había en la parte de arriba de sus pechos de la bata dando a entender que estaba a punto de abrirla para mostrarme todo su excelente cuerpo, pero la muy forra se quedó esperando unos segundos así para darme más suspenso, me miraba con esa cara de puta que no la conocía, pero me encantó.

Lentamente fue separando cada extremo de su prenda y fue apareciendo sus redondos pechos, era increíble, tenía un sujetador de color rojo, pero prácticamente no tapaba casi nada, era demasiado chico, pero a la vez muy excitante, esos pechos te daban ganas de verlos desnudos, quería saltar encima de ella y arrancarle a la fuerza ese sujetador, pero no podía, mira si arruinaba todo y la asustaba, nunca más me iba a dar otra oportunidad. Dejó caer completamente la bata al piso y ahí estaba ella, en lencería muy sexy de color rojo enfrente mío, bajé mi mirada hacia su entrepierna y ahí tenía su tanga tan deseada, mi posición me dejó ver su entrepierna de una manera muy clara. Casi me da un ataque ahí mismo. Se le marcaban los labios de la concha en la tanga roja que tenía puesta. Pero de una forma escandalosa. Podía advertirse que mi mama tenía los labios bien grandes y se notaba la rajita en el medio, marcándose todo en la tela. Se dio vuelta para que pueda mirarle su trasero y casi me muero de un infarto, no le cubría nada esa tanga, solo unos hilos en la parte de arriba de su cola para después se metiesen, entre esas escandalosas cachetes, se la miraba y se notaba que era muy redonda, firme, sensual, excitante… y sus piernas no se quedaban atrás, mi mama parecía una de esas modelos que tenían un tremendo cuerpo… tenía unas piernas bien trabajadas por el ejercicio que hacía cada tanto. Si la mirabas desde arriba tenía la forma de un corazón, era extremadamente grande su culo, me miró de reojo y me dijo…

- ¿Y… te gusta?

Me preguntó mirándome con su cara angelical, le respondí que si moviendo mi cabeza ¿Qué si me gustaba? Dios mío, mi mama tiene una cola perfecta y me la estaba mostrando, nunca pensé que se vería todavía más grande sin nada que le tapase, solo unos diminutos hilos que aparecía en la parte de arriba de sus nalgas.

Por un momento pensé en mover mi mano hacia allí, esta vez estaba casi desnuda y sin nada nada que le cubra esos hermosos cachetes, pero me contuve.

Estuve unos segundos más mirándosela… Cuando mi madre me pregunta

- ¿Ya estas satisfecho?

Se reía, me hubiera gustado pedirle si se podría abrir los cachetes de su culo para verle cuanto le tapaba esa tanga su concha y su agujerito, pero eso ya era pasarse de la raya y estaría yendo muy rápido.

- Siii ma, muchas gracias, sos la mejor madre del mundo – Le dije con tremenda erección encima

Se dio la vuelta y me dio un beso en el cachete de despedida, luego se inclinó bien hacia delante para juntar su bata del piso sin flexionar las rodillas y me dejó la mejor vista que me pudo haber entregado, se le abrieron mucho los cachetes de la cola… tanto que le pude ver un pedacito del agujerito. Me aguanté como pude el gemido. Y más abajo le pude ver su concha tapada por una fina tela. Tenía los labios abiertos, un poco separados por la inclinación, no sé de donde saqué las fuerzas para no abalanzarme hacia ese panadero, correrle la tanga y chuparle todos sus agujeros. Se levantó lo más normal posible y se fue moviendo ese culazo de una manera tan sensual, la muy zorra sabía cómo moverlo para dejarte con la pija parada, era increíble lo que pasó. Tenía que masturbarme, me saqué el short que llevaba puesto como pude e intenté pajearme, pero no pude, me dolía demasiado los brazos, claro, ahora recordaba, el doctor me había dicho que no iba a ser capaz de mover demasiado mi cuerpo por unos días. Al final no podía pajearme por cuenta propia, así que tuve que pasar el resto del día con esta calentura.

Al día siguiente me desperté por unos ruidos que provenían del comedor, escuché a mi madre gritando al igual que mi padre, estaban discutiendo, no había dudas. ¿Le habría contado ella de lo que sucedió ayer? Se me vinieron millones de preguntas, traté de escuchar, pero no oía nada. Pasaron 5 minutos y escuché un puertazo bastante fuerte y a continuación el ruido del auto de mi papá, se había enojado de verdad, de seguro que se iba a ir a un bar a emborracharse o a su trabajo para aliviar lo que había sucedido.

Mi madre vino hacia mi cuarto y tocó la puerta, preguntó si podía pasar y le dije que sí, la notaba con una voz esforzosa, abrió la puerta y se me acercó corriendo para darme un abrazo.

- Vos eres el único bueno en esta casa hijo, no sé qué haría sin ti mi cielo – Me lo dijo llorando.

Si ella sabría de todas las cosas que le quiero hacer no pensaría lo mismo. No sabía cómo actuar, le acaricié el pelo y la espalda para que se tranquilice.

- ¿Qué sucede ma? Me estas preocupando.

- No sé si contártelo, es cosa de tu padre y yo.

- No tengas vergüenza, sabes que podes contar conmigo en lo que sea.

Se quedó pensativa un momento, podía sentir sus tetas en mi pecho, era hermoso sentir esa gran voluptuosidad aprontándose en mi cuerpo, no quería que se alejara ni por un segundo, hasta que dijo

- Bueno te lo contaré, pero me tenes que prometer que no se lo dirás a nadie.

Ya me estaba preocupando, nunca antes la había visto así a mi madre, le dije que “si” lo más rápido que pude, se despegó un poco de mí.

- Ayer cuando tu padre dormía, escuché su celular sonar, atendí lo más rápido que pude para que no despertara y alguien del otro lado dice “¿Amor cuando vas a venir? Te estoy esperando”. Era la maldita zorra de su secretaria, al final tu padre tiene un amante, yo quedé como una estúpida, no dormí en toda la noche, hasta que él se levantó y le dije todo en la cara, lo negó como pudo, se enojó y me golpeó y se fue, de seguro que se fue a revolcarse con la otra perra.

Yo estaba que no me lo creía, nunca pensé que mi padre podía hacerle una cosa así a mi madre, siempre lo vi fiel y buen hombre, me he dado cuenta que últimamente mis padres no se hablaban mucho, pensé que era normal, pero al final era eso que lo mantenía alejado de mi madre. Esa maldita perra que era mucho más joven que él, la he visto un par de veces me acuerdo, es linda pero mi madre le supera por demasiado a esa niñata, no entiendo como mi padre puede acostarse con otra mujer teniendo a una mujer en su propia casa y con tremendo cuerpo.

- ¿En dónde te pegó?… ¿Te duele? – Le acariciaba el lugar en donde le pegó el muy hijo de puta.

- Sí, no te preocupes hijo, no fue nada, pero estoy pensando seriamente en que puedo hacer con tu padre, no me puedo divorciar de él porque si no nos quedaríamos sin dinero y estamos muy bien económicamente ahora.

- Tenes razón, es mejor que no te separes por ahora de él hasta que veamos cómo solucionar esto, yo siempre te voy a querer ma.

- Aww sos tan hermoso hijo, gracias – Me dio un beso muy cerca de la boca

Se quedó acostada en mi cama mirando tele y así pasaron 2 horas, hasta que me dijo.

- Estoy aburrida… ¿Queres que hagamos algo? – Dijo ella poniéndose boca abajo y moviendo sus patitas como toda una adolescente.

- Emmm Sii… ¿Tenes pensado algo?

- Ayer me compré un conjunto de ropa interior nueva, quería saber... si podrías decirme como me queda

Me lo dijo con la misma cara de gatita que me puso ayer, no sé si estaba soñando o qué, pero no dudé ni un segundo en responderle.

- ¡¡¡Siiiiii!!!

Ya se me estaba poniendo la pija dura con solo pedirme eso. Se levantó y me dijo que esperara. Sentí que pasó una eternidad, hasta que veo que se abre la puerta y apareció mi madre, esta vez no llevaba ni su bata ni nada por el estilo, estaba solo con su corpiño y tanga de color violeta, mis ojos se enfocaron en esos pares de pechos gigantes, te daban la impresión de que se iban a salir de tanta presión que le hacia ese sujetador, juro que si estiraba un poco la prenda hacia abajo le podía ver perfectamente sus pezones, esas curvas te daban un infarto, se me hacia la boca de agua, esas pares de tetas tan unidas formaban una línea en el medio que te incitaban a meterte entre ellas. Y su tanga era todavía más pequeña que la anterior, la tela llegaba más abajo que lo usual, le cubría lo justo y necesario. Se da la vuelta veo esos cachetes grandes, esta vez no llevaba los hilos, sino un pequeño triangulo arriba de su inicio de su cola, eso me encantaba más todavía. Empezó a desfilar en mi habitación, parecía esas modelos de televisor que cuando llegaba hasta el final de la pasarela, posan para las cámaras, pero esta vez mi madre estaba posando para mí haciendo de cuenta que yo era la cámara. Las piernas eran grandes y su cola no se quedaba atrás, ese contoneo al caminar hacía que su cola y sus pechos se movieran de un lado para otro, yo estaba tocando el cielo, mi erección no se tardó en hacer presencia, me estaba doliendo de tan apretada que estaba y mi madre se dio cuenta de mi gesto de dolor, así que se paró y me dijo.

- Hijo, ¿Qué te pasa?

- No es nada, no te preocupes por mí… Estas hermosa con ese conjunto.

- Aww gracias, sabía que te iba a gustar, pero anda, decime que te está molestando, como dijiste ayer, vos también podes contar conmigo.

Me moría de vergüenza, no sabía si decirle o no la verdad, tenía miedo de que se enojara

- ¿Me prometes que no te vas a enojar conmigo si te digo la verdad?

- Ayy no tonti, no me voy a enojar contigo, te lo prometo

- Bueno, lo… lo que pasa… es que… me está molestando mi cosa – Señalándole mi pija

Ella inmediatamente miró en donde me estaba señalando y puso una cara de asombro.

- ¿Eso es lo que creo que es?

Estoy muerto, ahora sí que la he jodido, me moría de vergüenza y a la vez intriga de lo que podía llegar a pasar, le dije que sí moviendo mi cabeza.

- ¿Se te puso así por mirarme? – Se empezó a dibujar una sonrisa en su rostro

- S… Sii

- No pensé que podía provocar esto a mi propio hijo jajaja – Tapándose su boca por la risa

- Lo siento ma, realmente no lo puedo controlar, es que tienes un cuerpo espectacular que todo hombre quisiera tener a su lado.

Realmente no sé cómo dije eso, se me escapó por completo, pero ya no me importaba nada, era ahora o nunca.

- ¿Eso es lo que piensas de tu madre? ¿Qué tiene un cuerpo espectacular? Yo me veo un poco gorda

Me lo dice a la vez que mira y toca sus tetas, lo hace para arriba y para abajo como comprobando el peso que tiene, yo estaba con la boca abierta, jugaba con sus pechos apretándose una, luego la otra. En un momento se da la vuelta y mira de reojo su cola, dirige una mano hacia un cachete y lo aprieta, se le escurrían de las manos por tanta carne que tenía, esa mano no podía abarcar toda su cola, era demasiada grande, después empieza a darse nalgueadas ella misma en cada cachete de su culo y la vez me dice.

- ¿Quién va a querer esto? Nadie va a querer a una gorda como yo – Y lleva sus dos manos para agarrarse sus tremendas nalgas

¿Lo decía de broma?, yo estaba que me desmayaba ahí mismo, me estaba provocando la muy zorra, no había dudas.

- ¿Ma vos me estás jodiendo? Tenes el cuerpo más perfecto que he visto en toda mi vida, cualquier hombre mataría por tener un cuerpo como el tuyo en la cama.

- Aww mi vida, como te quiero, al menos no pensas lo mismo que tu padre.

Deja de tocarse y me mira con sus ojos brillosos, sabía que algo más iba a suceder aquél día.

- ¿Te sigue molestando tu cosa? – Me pregunta señalándome mi pija

No me había dado cuenta de que mi pija seguía erecta, por todo lo que había sucedido se me había olvidado del dolor, hasta que me hizo recordar mi mama y empezó a dolerme otra vez, mierda, ahora que haré para que se me vaya.

- Emm… Sii, me aprieta, pero…

- Shhh, basta de rodeos, sácatelo, sino te va a seguir doliendo, no tengas vergüenza, soy tu mama Alex, además ya te he visto el pito cuando eras chiquito.

- ¿En serio? Pero me da vergüenza

- No te olvides que somos familia hijo, no te tiene que dar vergüenza

No podía contrariarla, cuando algo se le mete en la cabeza es difícil sacárselo, así que sin más me levanté como pude a pesar del dolor de mi cuerpo y me fui sacando el short y el bóxer y me senté de nuevo, pero esta vez con mi pija apuntando hacia el techo.

- Wooow hijo, ¡sí que has crecido!

- Ma basta! Me da vergüenza

Se me acercó lo más que pudo y me la miro de frente, estaba con los ojos bien abiertos y sorprendida.

- Ahora que te la miro mejor la tenes más grande que tu padre

Hice una pequeña risa, ese halago realmente me calmó muchísimo, pero aun así tenerla a mi madre tan cerca de mí y con la pija a todo mi esplendor me sentía un poco incómodo, no sé cuántas veces he soñado con tenerla así al frente mío y solo con su sujetador y tanga.

- Bueno hijo, te dejo tranquilo, se te va hacer medio imposible dormir con esa cosa en ese estado, así que te dejo para que puedas hacértelo tú mismo a esa tareita.

- Pero ma, ese es el problema, no puedo hacerlo, me duele todo el cuerpo cuando intento hacerme la paja

Al escuchar esa palabra mi madre puso una cara de incomodidad, aunque luego volvió a su cara normal y eso me tranquilizó un poco.

- Así que mi nenito necesita la ayuda de su mami, no?

Me lo dijo con su voz tan sensual y provocadora que mi pija dio un saltito por la excitación. Moví mi cabeza diciéndole que sí. No esperó más y se me acercó nuevamente, se puso de rodillas y su mano hizo el primer contacto con mi pija, me la acariciaba tan despacio como cuando un animal investiga la zona de su presa, me empezó a tocar desde la base hasta la punta con una mano y con la otra mis bolas, los manoseaba y los apretaba. Me tocaba el glande de una forma que me derretía, ella estaba tan cerca viendo como su nenito había crecido tanto, parecía hipnotizada, sentía su respiración en mi pito, recorría cada rincón hasta que empezó a mover su mano hacia arriba y abajo, al principio lo hacía lento hasta que sus movimientos se fueron acelerando que ya me estaba haciendo una paja asombrosa.

Podía ver como sus pechos se movían de una forma tan excitante, arriba y abajo, arriba y abajo, se le estaba por escapar una teta de su corpiño si continuaba así, me estiré para atrás y apoyándome sobre la pared estuve más cómodo y podía disfrutar más. No podía creer que mi mama me estaba haciendo una paja, movía su mano de una forma tan asombrosa que sentía que era un sueño, ella se acomodó mejor y se puso en 4 patas y me siguió pajeando, sin dejar de pajearme puso su cara encima de mi pija y dejó caer un poco de saliva.

- Así se desliza mejor bebe

Me dijo tras sonreírme, sentí como su mano se deslizaba mejor sobre mi glande y mi tronco, se escuchaba el ruido de la paja, subiendo y bajando con su mano, repleta de humedad y yo aguantando como podía.

- ¿Te gusta que mami te haga la paja?

Al escuchar eso ya no pude aguantar más, era la primera vez que la escuchaba hablar así, y lo hacía para calentarme más, moví mi cabeza diciendo "si" y ella sonrió.

- Ohhhhhhh – No pude aguantar el gemido al escucharla hablar así

Ella se dio cuenta que estaba por acabar y apretó mi pija hasta que salió el primer chorro que fue a parar a su cara, el segundo y tercer chorro fue con menos potencia que terminó en su mano, que quedó completamente manchada. Mi madre se levantó y llevó uno de sus dedos hasta su cara, pasándose por el semen que le dejé y una vez que juntó todo se lo llevo hasta su boca para saborearlo, sacó su lengua y se limpió toda la otra mano que tenía lleno de semen con la que me había pajeado, la dejó limpia a su mano, se acomodó bien su corpiño.

- Buenas noches hijo, ahora si vas a poder dormir bien – Me dijo eso y se fue caminando moviendo ese tremendo culo que tiene sabiendo que la iba a mirar.

Abrí los ojos despacio, la luz del sol que desprendía desde la ventana me cegaba la vista, me imposibilitaba a abrirlos por completo, me pregunto por qué habrá tanto sol afuera, casi toda la semana estuvo nublado y con lluvia, pero hoy era distinto. Sentía un calor inmenso en mi habitación que casi no se podía respirar. Me levanté con demasiado esfuerzo y muy cuidadoso, no quería tropezarme con nada y sufrir otra herida que me haga ir de nuevo al hospital, ya no siento mucho dolor, ¡mi cuerpo va mejorando de a poco! Claramente eso me pone más feliz, podré pasar más tiempo con mi mama y acompañarla en su gimnasio, no veo la hora en que eso llegue.

- ¿Pero, por qué tengo puesto mi short?

Recién me había dado cuenta de lo que sucedió ayer, me masturbó mi madre con su mano y su lencería puesta, pero… dejando de lado eso, tengo el short puesto, yo me acuerdo de que me lo había quitado, ¿En qué momento me lo puse? ¿Habrá sido todo una imaginación mía o un sueño lo que sucedió ayer? ¿Y si hubiera sido real, le habrá dicho a mi papá? ¿Cómo reaccionaría? ¿Me castigará? Todas estas preguntas no me están ayudando para nada, mejor será averiguar si realmente pasó o no, pero no puedo preguntarle así de la nada, se tiene que dar la situación o tengo que ver cómo reacciona al verme o algún indicio de que lo que ayer sucedió sea real.

Escuché ruidos en el ******, al parecer mi papá estaba de regreso hablando con mi madre, se oía muy llevadora la conversación, me alisté como pude y salí de mi habitación, bajé muy despacio las escaleras y a los 3 segundos ya notaron mi presencia.

- ¡Ayyy mi hijo ya puede caminar! Mira Manuel, nuestro hijo ya puede andar solo– Dijo mi madre saltando de la alegría

¿Pero qué está pasando acá? Se ve que mi padre regresó después de aquella pelea que tuvieron, no entendía muy bien, ¿Se habrán arreglado? No lo sé, pero mejor va a ser quedarme callado y dejar que ellos vean sus problemas.

Miré a mi madre y casi me caigo del asombro, traía puesta una remerita muy ajustada de los “Guns n Roses” que le marcaba perfectamente la figura de sus redondos pechos acompañado solamente con unos shorts cortos de jeans que le llegaba hasta un poquito más arriba de su muslo, se le veía grandísimo su cola, ese tremendo culo pedía guerra y ¡lo va a tener!

- Jajaja ya me estoy mejorando de a poco – Me senté en la silla más cercana que tuve, no podía aguantar tanto tiempo parado, el dolor se hacía presente.

- ¿Querés que te prepare algo para desayunar?

- Sii, lo que sea está bien ma

Se fue hasta la cocina de una forma muy sensual contoneando esa cola, de un lado para otro ayudándose con su cintura para hacer más provocativo su andar, sí que sabe cómo moverla la muy zorra, me acordé del “sueño” que tuve con ella en lencería y en 4 patas pajeandome, espero que sea verdad y no solo un jodido sueño erótico.

- ¿Te contó tu padre sobre lo que vamos hacer hoy? – Comentó desde la cocina

Miré a mi padre y el seguía absorto con su televisor, ni un pelo se le movía cuando él estaba tirado en el sofá mirando su programa favorito así que ni ahí le saco una palabra, eran de esos tipos de que cuando llegan a su casa prenden la tele y ven lo que se les da la gana mientras espera que la esposa le lleve la comida a su mano. No sé cómo hacía para no prestarle atención a tremenda mujer que tenía en su casa, aunque mi mama ya lo había descubierto, tenía su propio amante en su trabajo, el lugar donde pasaba casi las 24 horas al día, claro ahí le satisface todo lo que quiere su secretaria y mi madre acá rompiéndose el lomo para hacerle de comer y darle todo lo que le pida, hasta me daba bronca lo que hacía, pero no le podía decir y hacer nada contra él, era mi padre y tenía que respetarlo por más que me duela. Pero respecto a mí, me toca un papel muy importante y necesario en todo esto, el que es ayudar a mi madre y estar con ella en todo lo que necesita, sé que para ella no es fácil todo esto, ver a su propio marido irse al trabajo que sabe que allá le está esperando su secretaria para hacerle todos los mimos y placeres que quiera y ella quedándose en casa limpiando y cocinando por el bien de la familia, al menos tiene ahora su mini gimnasio que lo va a poner en el quincho si no me equivoco para distraerse un poco.

- No, no me lo contó, ¿Qué es? – Le pregunté a mi madre al saber que él no me lo iba a decir

- Nos vamos a ir a la playa tonti después de almorzar, vos te podés quedar acostado en la arena así no te duele el cuerpo, ¿qué opinas? ¿querés ir conmigo y tu padre?

Lo estaba dudando, cuando voy a la playa me gusta ir a nadar o jugar al futbol y disfrutar, pero estando así con mi estado, casi inmóvil, con los brazos con yeso, no sé si sería buena idea. Pero por otro lado tengo a mi madre, ver su voluptuoso cuerpo en bikini o en tanga es un espectáculo que pagaría miles de pesos solo por verla y estar en primera fila, ese trasero suyo que con el andar forma una vista hipnotizante para la vista que podes mirarlo horas o días seguidos y nunca te aburrirías, y además de eso con su crema solar encima de su cuerpo, ya con solo imaginarme se me puso dura la pija, va a ser mucho mejor ir y sufrir todo el dolor que me dé con tan solo ver esa bella de arte, así que accedí. Cada uno nos fuimos para nuestros cuartos para cambiarnos y salimos a dicho lugar.

Pude ver que en la playa era escasa la gente, pero las que habitaban estaban muy separados entre ellos, cada uno en su privacidad. Nos ubicamos en un lugar medio despoblado, pero aun así había gente. Me senté como pude con el rayo del sol apuntándome en la cara, ya sentía gran calor, así que le pedí a mi madre que, si me podía ayudar a sacarme la remera, con gusto lo hizo y luego ella lo mismo con la suya, de a poco fue apareciendo su cuerpazo en ese diminuto bikini de color rojo. Uff le quedaba espectacular, esos grandes pechos hacían demasiada presión sobre la prenda que te daban la impresión que se iban a romper, juraría que si saltaba varias veces al menos una teta se le escapaba, cubría lo justo y necesario. Y ahí estaba ella, atándose con sus manos su pelo con una colita mientras miraba hacia el mar, en ese momento pude apreciar lo más vanidoso que tenía mi mama, su tremendo culo, dividido solo por una fina tela que se le metía entre los cachetes, era increíble ver la curva que se le hacía en su cuerpo a causa de su cola y empecé a preguntarme cuanto le medirá, más de 120 seguro.

- Ma no pensé que fueras tan bella, déjale un poco a las demás que si no se ponen celosas – Le dije sin ninguna vergüenza

- Jajaja gracias, no pensé que mi hijo fuera tan tierno, pero por lo que veo no todos piensan lo mismo que vos cariño – Dice mirándolo a mi padre

Y ahí estaba mi padre, mirando a un grupo de chicas, no le sacaba la vista ni por un segundo, se ve que le gustaban las jovencitas, pero no puedo creer del pedazo de mujer que tenía a su lado y no se daba cuenta, con tremendo cuerpo y un bikini que casi no le tapaba nada, solo lo justo y necesario, estaba para follarsela todo el día, si, saben de quien estoy hablando, de mi grandiosa madre. Le dije un par de cosas lindas a ella y al final le pude subir el humor por lo sucedido, estábamos conversando por unos 5 minutos hasta que ella misma se puso bronceador por todo su cuerpo, se lo pasaba tan despacio por su piel que cada movimiento que hacía a mí me parecía muy sensual, con su boca media abierta y sus labios tan carnosos, sus grandes pechos brillaban por el sol, se tallaba con su mano la redondez de sus tetas, no quedaba ni un lugar en donde no brillaba, daba la impresión de que trataba de provocarme o llamar la atención de mi padre, pero era imposible, él estaba mirando a esas adolescentes que ni ahí le superan en cuerpo a mi madre, una vez que terminó de pasarse crema por todo su cuerpo, se acostó boca abajo mostrando toda su cola en su esplendor, por los costados de su cadera aparecían unos finos hilos de su tanga que terminaba arriba de su cola con un pequeño triangulo rojo y una parte de eso se metía entre sus abundantes cachetes, y sus pechos aplastados por la arena sobresalían una gran parte por los costados.

Ver esa voluptuosidad me excitó bastante, ya no lo podía controlar más, mi pija se empezó a parar a una manera descontrolada, mi short no lo podía ocultar, es más, cedía a mi erección y no tenía como ocultarlo, por suerte mi padre habló:

- Dentro de un rato vengo, voy a comprar algo para beber

Se fue caminando hacia la dirección de las chicas, no pude ver con exactitud si se quedó hablando con ellas o si siguió de largo, pero ya no me importaba, tenía algo más interesante que ver y era mi mama, luego de eso enfoqué mi vista hacia la cola de mi madre con unas ganas terribles de pajearme y así estuve varios minutos hasta que escuché una voz.

- Alex! Aleeex!

Era ella mirándome a mis ojos y sabiendo donde yo estaba mirando, y ahí fue el único momento en donde desvié mi vista para mirarla, pensé que me iba a mirar con una cara de enojo o desentendimiento, pero, todo lo contrario, tenía una sonrisa pícara de haber conseguido lo que quería.

- Jajajaja otra vez con esa cara, sí que no aprendes eh! – Me dijo mi madre riéndose

- Lo siento ma, no lo volveré a hacer, te lo prometo

- Shh no prometas algo que nunca podrás cumplirlo hijo, además no me molesta que me mires así, es más, por un lado, me pone contenta saber que al menos a alguien le parezco llamativa y que aún puedo despertar ciertas cosas en los hombres– Y me señala con su dedo mi pito

No lo podía creer, se había dado cuenta de mi erección y no hice nada para disimularlo, recién me doy cuenta de lo abultado que tenía mi short, me puse rojo como un tomate y quería pensar en otra cosa para que se me bajara y no seguir en este pozo de vergüenza.

- Emm… Lo lo si… en... to

- No te disculpes cielo, está todo bien, si haces que se baje tu erección ahora, cuando lleguemos a casa te daré un premio – Y giró su cabeza otra vez en dirección al mar

¿Un premio? ¿Qué clase de premio sería este? ¿Sería como el anterior cuando se sacó la bata? ¿Me mostrará algo en especial de su cuerpo? ¿Se pondrá en 4? Todas estas preguntas y más se me vinieron a la cabeza, me había convertido en un pervertido y todo es culpa de mi madre.

Y así pasaron varios minutos hasta que mi madre se gira hacía mi para mirarme e inmediatamente se fija otra vez en mi paquete, yo también me había fijado y ¡todavía no se ha bajado! Era ridículo, todos estos pensamientos me mantenían excitado y no he logrado en lo que mi madre me había dicho, mierda, perdí mi premio, que tonto soy.

- Así que tu amiguito sigue despierto, de alguna o de otra manera vas a tener que bajarlo, ¿qué te parece si mami te ayuda?

Ahora se había confirmado todo, sin duda lo que sucedió ayer por la noche era verdadero, mi madre me había hecho la paja sin ningún pudor. Pero lo que me pidió ahora era mucho más atrevido, ayudarme a acabar al aire libre y con algunas personas en la playa tenía muchos riesgos, pero no podía rechazar la ayuda de una tremenda mujer con unas tetas y un culo grandísimo.

- Sii por favor, pero ¿y las personas? Nos pueden ver ma

- No te preocupes por ellos, cada uno está en su vida y nadie nos va a decir nada, vos solo disfruta

Se levantó de donde estaba y vino caminando hacia mí de una manera muy sensual contoneando sus caderas, se iba acercando lentamente poniendo cada pies enfrente del otro pareciendo que hacía una pasada en la pasarela como las modelos. Cuando llegó a mi lado, fue bajando hasta arrodillarse y estiró sus manos hasta agarrar los bordes de mi short y fue bajándolos, de a poco fue apareciendo mi erecta verga a su máximo esplendor, costaba bajarlos por la presión que hacía en mi prenda, una vez que quedó en mis tobillos, lo dejó ahí e inmediatamente su vista se enfocó en su nueva paquete.

Escupió su mano y la dirigió a mi verga, cuando hizo su primer contacto mi pija sintió un calambre de placer, la agarró con su mano, empezó a subir y bajar, sentía como su saliva se deslizaba por todo mi tronco, estaba completamente mojada y se deslizaba más facil facilitando su tarea, a ella no le importaba si alguien nos estaba mirando, continuaba con su trabajo y no tenía intenciones de parar hasta terminarlo, estuvo así unos segundo hasta que sumó su otra mano libre a mi pija y ahí estaba mi madre, masturbándome con sus dos manos, yo sentía un placer increíble, mucho mejor que la de anoche, miraba alrededor por si alguien nos estaba mirando y nadie, cada uno en su vida y charla, eso me tranquilizó más y volví a mirar a mi madre que estaba mirando atentamente a mi pija con su boca semi-abierta, podía ver como aceleraba su respiración y sus pechos rebotaban por el movimiento de sus brazos, quería verlos de nuevo sin nada que le tapase, me fije en su corpiño y pude ver sus pezones un poco más grandes a través de la tela, al parecer se estaba excitando. Los únicos ruidos que se escuchaban era la paja que me estaba haciendo mi madre y las olas del mar. Mi mama de vez en cuando cambiaba de mano, con una me masturbaba y con la otra me tocaba los huevos y me los apretaba despacio produciéndome un placer indescriptible, ya se estaba secando mi verga y le dificultaba a mi madre seguir, así que se agachó un poco y aproximó su cara y tiró saliva encima de mi pija y continuo. En un momento ella me mira y ve que yo estoy enfocado en sus grandes tetas y dijo:

- ¿Querés verlas? – Sin dejar de masturbarme

Yo estaba en la gloria, moví mi cabeza diciendo si y ella sonríe, suelta mi pija y lleva sus manos atrás de su espalda para desabrocharse su mini corpiño, cuando lo desata lleva sus manos de vuelta a mi pija y empieza a acariciarlo, me fije en sus tetas y no se sacó el corpiño, solo lo desabrocho por detrás:

- Quítamelas

Me quedé con la boca abierta, no dudé ni un segundo, acerqué mi cara a sus grandes pechos y entre el medio de sus dos pechos agarré el hilo de su corpiño con mis dientes, pude sentir el tacto de sus tetas en mi nariz y cachetes, aproveché y hundí un poco mí cara, era tan suave y calentito, me quedaría a vivir ahí, luego de 5 segundos empecé a retirar el hilo con mis dientes para sacar su corpiño, cuando le saqué por completo quedó ante mi vista sus extraordinarios pechos, eran los mejores pechos que había visto en mi vida y los tenía enfrente mío, sus pezones chiquitos apuntaban directamente a mi cara pidiendo que los comiera, sus aureolas no eran ni demasiado grande ni demasiado pequeños, lo justo para hacerlo perfecto. Mi madre continúo dándome placer con sus manos y yo no desaproveché la oportunidad, me abalancé sobre sus grandes pechos y empecé a lamerlos, alternando de un pecho a otro, ella no dejaba de subir y bajar su mano sobre mi pija, gemía a causa de lo que empezaba a sentir.

- Ahhh… Ahhh… Ohhh

Esos gemidos eran música para mis oídos, aumentaba más mi placer y las ganas de seguir comiéndoles sus pechos, mordía un poco sus pezones lo cual a mi madre le encantaba.

- Mmmm… Sii hijo… Siii… Come las tetas de mamá

No aguantó más de la excitación y llevó una de sus manos a su concha y empezó a frotarse su clítoris por encima de su tanga, de repente me empuja hacia un costado para que deje de chupar sus tetas y lleva su cara a mi pija, abre su boca grande y se empieza a tragar mi verga, centímetro por centímetro, empiezo a sentir la calidez de su boca y como su lengua iba abarcando mi pija de a poco, con la mano que me estaba haciendo la paja la llevo a mis huevos, lo manosea mientras su cabeza va descendiendo de a poco para poder tragarse mi tremenda pija, siento como su nariz toca mi pelvis, era señal de que se metió toda mi verga, llegué a su garganta y su lengua estaba tocándome la base de mi pito, escuchaba sus arcadas, sentí un placer indescriptible, estaba en el cielo, no sé cuánto tiempo estuvo en esa posición pero para mi fue una eternidad y luego empezó a sacársela

- Mmmmm… Que rico mi vida, que rica pija que tenés

Y volvió a metérsela, subía y bajaba su cabeza, ya no me importaba las personas si es que nos estaban viendo o no, solo disfrutaba de la boca de mi madre, me lamia todo el tronco y volvía a metérsela, me lamía mis huevos y con su mano me pajeaba, estaba en 4 patas chupándome la pija. Podía ver como ella se seguía masturbando con su mano la concha, tenía los labios grandes y jugosos, me estaba dando demasiado placer mi madre con su boca, subía y bajaba rápido su cabeza, era toda una experta dando oral, se la tragaba completo, podía escuchar los sonidos que hacía cuando me la chupaba, no podía aguantar más, le avisé lo más rápido que pude a mi mama.

- M… Me… ven… go maaaa!!!

Mi madre no paró, al contrario, aumentó la velocidad, no se quería sacar mi pija de la boca por nada del mundo, siguió mamándomela, mi verga empezó a hincharse y se dio cuenta, se tragó entera mi pija, llegué al límite y empecé a largar mi semen en su garganta, chorros tras chorros salían con gran potencia en la boca de mi progenitora que los recibía con gusto, vi cómo se le llenaban los cachetes de mi leche y se le escapaban por la comisura de sus labios, sentía como se tragaba todo aún con mi verga adentro, una vez que acabé por completo, mi madre se sacó mi pija de su boca, luego se sacó su lengua y se lo pasó por alrededor de sus labios recolectando el semen que le había quedado.

Bajé mi vista a su entrepierna y su mano estaba adentro de su tanga que seguía moviéndose de una manera muy rápida, claramente se estaba tocando su clítoris, pude darme cuenta de que tenía la concha depilada, ni un rastro de bello, continuó 5 segundos más masturbándose hasta que vi como su espalda se contraía y se estrujaba los pechos con su otra mano, “si ella me ayudó a acabar, yo también la ayudaré” pensé enseguida, me abalancé directo a sus tetas, cuando sintió mi boca en uno de sus grandes pechos se asustó, no se lo esperaba, tenía que actuar rápido antes de que suceda algo, así que empecé a chupar y absorber su pezón izquierdo mientras con mi mano le agarraba su otra pecho y la apretaba, no me entraba entera en mí mano, era demasiada carne, cuando la apretaba se me escapaban gran parte entre mis dedos. Mi madre se entregó al placer que su hijo le estaba dando y empezó a gemir más fuerte, fue perdiendo fuerza y fue echando su cuerpo hasta recostarse en la arena boca arriba, me puse a un costado y continué chupando sus grandes tetas, iba de un pecho a otro lamiendo y disfrutando por tener algo tan deseoso en mi boca, ella se tocaba su concha hasta que empecé a sentir como se arqueaba su cuerpo, era señal de que estaba por tener un orgasmo, sentía como su mano libre me apretaba la cabeza hacia su pecho para que siguiera comiéndoselos, llevó su cabeza hacia arriba mirando el cielo y tuvo su gran orgasmo.

- Ahhhhhhh!!! – Gimió mientras se acariciaba su clítoris a más no poder

Cuando terminó de correrse, se quedó descansando un rato acostada con los ojos cerrados, era increíble ver a una tremenda mujer con un tremendo cuerpo, estaba semi desnuda, solo tenía su tanga, iba admirando su cuerpo que brillaba por el sol, sus grandes piernas juntas las hacía más grande todavía, su abdomen plano sin ningún rastro de gordura la hacía cada vez más bella y no nos olvidemos de sus pechos, cada vez que los miro me dan ganas de comerlos. Luego de una sección placentera, mi pija quedo flácida con restos de semen, mi madre no es ninguna tonta y se dio cuenta, agarró mi verga y empezó a limpiarme la pija ahí acostada con su lengua dejándomela reluciente, recorriéndola muy despacio desde la base hasta la punta sin dejarme ningún rastro de leche y así repitió unas 2 veces más hasta que se metió por completo mí pija en su boca haciéndola desaparecer, le acaricie su pelo en esa posición, se mantuvo así un ratito hasta que empezó a sacarse mí verga, una vez que terminó, agarró mi short y me lo puso de vuelta, empezó a fijarse en donde había dejado su corpiño y una vez que lo encontró se lo puso de vuelta, con una sonrisa de oreja a oreja me dijo:

- Me parece que me hice adicta a tu leche jijiji

Estaba muy contenta y se le notaba en su expresión, parecía una adolescente cuando obtiene su vestido preferido. Se acostó boja abajo mostrando ese culo reluciente y grande con su tanguita roja que se metía por sus cachetes, esos muslos anchos y gordos la hacían más perfecta. Luego de 10 minutos aparece mi padre con su cerveza re feliz, si se hubiera enterado lo que estaba haciendo su mujer hace un rato le cambiaria completamente su rostro y entonces digo:

- ¡Gracias ma por lo que hiciste!

- Gracias a vos hijo

Y me guiñó el ojo mi madre, mi padre no entendía nada, pero hizo como que no escuchó nada y volteó a seguir mirando a las chicas. Yo recién me acordé de las personas y me fijé si alguien nos estaba viendo cuando estábamos haciendo eso con mi madre y me di cuenta que los más cercanos que teníamos eran ese grupo de chicas al que mi padre se quedaba mirando desde que llegamos a la playa, así que las miré y había 2 chicas del grupo que estaban mirándome con cara rara tratando de descifrar algo.

Ya se estaba haciendo de noche y decidimos que sería lo mejor volver a casa, en el trayecto empiezo a imaginarme todas las cosas que tengo en mente para hacer con mi madre mañana cuando mi cornudo padre se vaya a trabajar.

En el transcurso de vuelta a casa, no podía asimilar lo que sucedió en la playa, aún sentía mi pija un poco mojada por la mamada que me hizo mi propia madre. Nunca pensé que ella me podía dar tanto placer, era como si le encantaba saborear y comerse entera mi polla, al menos me demostró eso.

He descubierto una nueva forma para darme placer que no sea mi propia mano, sino mi madre, esa mujer con grandes tetas y un culo de no creer estaba conviviendo en mi propia casa y no me había dado cuenta y tampoco he sacado provecho, o se ve que nunca antes me había fijado en ella como una mujer u objeto para satisfacerme, siempre me había fijado en mis compañeras del colegio o las chicas que veo por las calles, algunas flaquitas, otras con grandes piernas pero sin gran trasero o pechos, pero solo terminaba en falsas imaginaciones que no veía la hora de llegar a casa y encerrarme en mi propio cuarto para hacerme una paja.

Es raro ver a mi mama sentada en el asiento del acompañante en el auto ahora, esa sonrisa es que algo ha conseguido y es feliz, mi padre la miraba de vez en cuando con una cara rara de no entender que le pasa.

- ¿Elii que te sucede? - Dice con la mirada en la carretera - Elizabeth!

Ella estaba en su mundo mirando hacia la ventanilla del auto, mi padre insistió unas 2 veces más hasta que por fin obtuvo respuesta

-¿Eh? ¿Dijiste algo? - Sinceramente mi madre está en otro mundo

- Olvídalo mujer.

Me causó gracia, mi madre de seguro se habrá quedado con el pensamiento en la playa al igual que yo. Al recordar de todo lo que sucedió me estaba excitando de nuevo, al estar en el asiento de atrás por suerte me podía colocar bien mi paquete para que no me molestara tanto y que no me vieran, cuando terminé de hacerlo, miré a mi madre por el espejito del medio que usa mi padre para ver atrás si es que se acerca un auto y la pude ver a ella que me estaba mirando con una sonrisa peculiar, mierda! Me había visto mientras me la acomodaba.

Le estaba por decir algo para salir de esta escena vergonzosa cuando de repente sonó mi celular, me fijé quien era y era mi amigo Max, me preguntaba qué estaba haciendo y que estaba aburrido estos días, así que me propuso en que si podía venir a mi casa a pasar la tarde. Les pregunté a mis padres y me dijo que no había problemas, es más, mi madre se mostró tan alegre que va a preparar una torta para nosotros, así que le dije a mi amigo que venga mañana a la tarde.

- Que pena hijo, no podré ver a Max antes de que me vaya – Añadió mi padre, era cierto, me había olvidado, él se va mañana por la mañana de vuelta pero esta vez a España lo cual por unos días no voy a contar con su presencia.

Por fin llegamos a casa, eran las 21:50 de la noche y todos estábamos cansados, mi madre calentó algo rápido para comer y cenamos. Cada uno nos fuimos a acostar, en mi caso tenía muchísimas ganas de hacer otra travesura con mi madre pero no podía, tener a mi padre en la casa es un peligro, así que me tuve que ir a dormir con una tremenda erección encima.

Al día siguiente me desperté más temprano de lo habitual, al igual que mi pija, me dolía por tenerla tan dura, me levanté y noté algo diferente en mí, ya no sentía dolor en mi cuerpo, ni calambres, podía mover mis brazos otra vez sin ninguna molestia, también podré hacer más cosas con mi madre que antes no podía, estaba re contento!. Miles de ideas se me vinieron a la mente enseguida, las ganas de ver a mi madre eran inmensa, nunca pensé que podía estar tan impaciente por levantarme de la cama y ver a mi progenitora.

Bajé las escaleras casi corriendo, había olor a comida, estoy más que seguro que mi madre está en la cocina, apenas entré y me quedé en shock, mi mama estaba con una tanga negra que no le tapaba nada los cachetes del culo, dejaba su espectacular cola al aire, esa tela casi no servía para nada, solo un diminuto triangulo en la parte de arriba se hacía presencia, era increíble ver ese panorama en la mañana. Mi mama se dio vuelta para buscar un ingrediente para la torta que estaba preparando y se encontró con mi presencia, yo parecía hipnotizado, levanté un poco la vista y pude ver su delantal blanco de cocina que le llegaba hasta sus pechos dejando gran escote a la vista, pude ver gran parte de sus tetas por el costado de su delantal, me di cuenta que no llevaba corpiño!! El delantal solo le tapaba un poco sus pechos hasta la mitad de sus muslo, pero en la parte de atrás no tapaba nada, solo un unas tiritas del delantal que se abrochaba en su espalda, Era de no creerlo.

Ella se dio cuenta de mi expresión y le gustó, pero hizo como si no estaba, agarró el ingrediente y se dio otra vez la vuelta. Su gran culo quedó a mi vista otra vez, no podía más, esta mujer me estaba provocando vistiéndose así, algo tenía que hacer, no me podía quedar ahí parado sin hacer nada. Caminé hasta tenerla enfrente de mí, podía sentir su perfume, era dulce y tan rico. Fui bajando hasta arrodillarme, mi madre no se dio cuenta, seguía en su labor. Era la primera vez que tenía su cola enfrente de mi cara, se me hizo más grande de lo que ya era, tener esa voluptuosidad enfrente de mi cara era sorprendente, estaba para sacarle una foto en ese momento, lástima que dejé mi celular en mi habitación, capaz para otra ocasión la saque, llevé mi mano a los costados de su tanga y se lo fui bajando de a poco, pensé que me iba a decir algo pero como no vi ninguna queja en ella continué con mi hazaña, ya iba por la mitad de su culo su tanga y volví a mirar a mi madre por las dudas, ella estaba en lo suyo continuando la torta lo más feliz del mundo así que continué con mi objetivo, como sus piernas estaban juntas me costaba un poco bajárselas, mi madre entendió enseguida mi inquietud y abrió un poco las piernas, fue como si me leyera el pensamiento, no lo podía creer, mi madre me estaba dejando que le saque la tanga, era un sueño, estaba impaciente por ver a mi madre sin ninguna prenda que le tapase su culo, y así fue, logré sacarle por completo su tanga, era tan pequeña esa prenda que solo parecían hilos, casi me caigo para atrás por ver lo que tanto desee, esa tremenda cola enfrente de mi cara sin nada que le tape, se me hizo agua en la boca, esa redondez me volvía loco. Llevé mis manos a ambos cachetes y los separé, ante mi cara apareció una tremenda imagen que no me la olvidaré nunca, estaba completamente rasurada, su rajita rosa con esos labios grandes hacían más apetitoso a la vista, y su ano ni hablar, ese pequeño agujero se abrió un poco cuando separé sus cachetes, tenía un color rosado que era lo mas precioso que he visto. Tenía que aprovechar esta oportunidad que tenía lo más rápido posible, me abalancé sobre su culo y saqué mi lengua, empecé a lamer su culo como un salvaje.

- Ahhhh – Escuché el gemido de mi madre

Era señal de que le gustaba, lo cual me motivó más en hacer mi trabajo, ese gusto que tenía mi madre era delicioso, nunca pensé que fuera tan adictivo su culo, metía mi lengua un poco en ese agujerito y lo más increíble era que cedía, se abría un poco cada vez que la penetraba con mi lengua, en un momento me alejé para admirar esa obra de arte, con mis manos en ambos cachetes las mantenía abierta hasta que las solté, al hacerlo sus nalgas se juntaron enseguida provocando un sonido hermoso “Paff”, era como si aplaudieran, quería escucharlo otra vez, así que llevé mis manos de vuelta a su panadero y los separé lo más que pude, ante mi vista volvió aparecer sus dos agujeros, tan apetecible como siempre, hundí mi cara y le di una lamida larga de su vagina hasta su culo, me alejé y volví a cerrarlos, y así una y otra vez, “Paff” “Paff” Paff” “Paff”, cada vez que los abría le daba una deliciosa recorrida con mi lengua, ella gemía cada vez que mi lengua hacía contacto con sus partes íntimas, sus cachetes hacían una especia de ola cada vez que se chocaban entre ellas, me parecía tan embriagador ese movimiento, no me quiero ni imaginar lo que sería verlo cuando mi madre está corriendo o saltando. Observe a mi madre y estaba con la boca semi abierta y su respiración media agitada intentando continuar con la torta, estaba con su pelo recogido dejando a la vista todo su cuello, se la veía tan sensual. Abrí sus cachetes y escupí encima de su vagina, mi saliva y su fluido vaginal hacía que su concha estará demasiado lubricada, llevé mi mano hacía allí y le metí un dedo en su concha, me costaba meterlo, al parecer la tenía muy cerrada, se ve que mi madre no tenía sexo desde hace tiempo, que tonto mi padre, lo que se estaba perdiendo. Fui metiendo mi dedo de a poco hasta que lo tuve todo adentro, la dejé un rato quieta para que se acostumbrara, mi madre solo respiraba más profundo, empecé a meter y sacar mi dedo, cada vez se me hacía más fácil así que era tiempo de meterle un segundo dedo y hasta un tercer dedo.

- Ayyy hijo, más despacio!… Ahhhh!!

No le hice caso, mis dedos entraban y salían de esa cueva tan rápidamente que se escuchaba como mis dedos salpicaban contra los fluidos de su vagina, era tan excitante que mi propia madre se entregó al placer, gemía cada vez que la penetraba, quería darle más placer todavía, así que acerqué mi cara y empecé a lamerle su ano, pasaba mi lengua por todo su orificio mientras mis dedos hacían su trabajo en su concha.

Mi madre dejó la torta y apoyó sus manos en la mesada, ya no se podía concentrar en cocinar por el placer que le estaba dando su hijo. La miré y estaba con sus ojos cerrados y sus pechos cubierto solamente por el delantal subiendo y bajando a causa de la respiración agitada. Sentí como las paredes de su concha se contraían apretándome mis tres dedos y su espalda se arqueaba, se estaba acercando a su orgasmo, no había dudas, así que aumenté mis lamidas y la penetraba más rápido, era increíble como mi lengua se adentraba en su culo.

- Asiii hijo, asii!! Más rápido bebe!! Mmmm...

Lo decía tan fuerte que tenía miedo de que los vecinos la escuchen, sus gemidos aumentaban al igual que mis dedos. Mi madre levantaba cada vez más su cola para facilitarme mi tarea, me podía quedar días comiéndoles sus agujeros, era mi nuevo néctar.

- Ayyy me estas volviendo locaa!!... Ahhhh

Les temblaban las piernas, seguí 5 segundos más así hasta que se vino, fluidos tras fluidos no paraban de salir de su concha, saqué mis dedos y empecé a lamer toda su raja, no paraba de probar y pasarle mi lengua por sus partes, ese sabor dulce me pareció riquísimo, me llenó toda la boca y barbilla de su humedad hasta que terminó de correrse, me separé de su cola y observé como el interior de sus muslos también estaban mojados por sus fluidos. Le di una sonora nalgueada y me levanté, yo aún seguía con mi pija dura a más no poder, ella se dio la vuelta y me dijo

- Gracias hijo – Y me dio un pico en la boca – Hace mucho que no… tenía un orgasmo tan intenso como este, la hiciste muy feliz a mama y por eso vas a tener tu recompensa.

Fue descendiendo quedándose arrodillada sobre sus tacones altos, con sus manos agarró su flequillo y se lo puso atrás de su oreja para que no le incomodara, me empezó a bajar mi short junto con mi bóxer y de a poco fue apareciendo mi virilidad, ella me miraba con esa sonrisa tan provocadora a los ojos, se la veía tan coqueta de lo normal con esos labios pintados de rojo fuerte.

- Y nos volvimos a encontrar – Añadió

Se acercó y le dio un beso en la puntita, puso saliva por todo mi tronco, sacó su lengua pasándola desde mi base hasta la punta, cuando terminó colocó sus manos en cada pierna mía y acto seguido abrió lo suficientemente grande su boca para tragarse mi pija centímetro por centímetro, le fue costando pero se ayudaba con sus brazos en mis piernas, mis 21 cm quedó todo adentro de su boca y garganta, la mantuvo ahí por unos segundos y se la fue sacando lentamente, aún no me lo podía creer que mi madre se tragaba con tanta facilidad toda mi polla, parecía una experta.

Estaba endemoniado, necesitaba sentir más placer como ese ahora, agarré su cabeza con mis manos.

- Prepárate ma

Ella sabía a lo que me refería y sonrió como pudo con mi pito en su boca, le enterré mi barra de carne hasta el fondo y se la saqué, hilos de saliva desprendían de ahí, una y otra vez entraba por esa cavidad y salía, la empecé a penetrar muy fuerte y rápido, mi madre solamente tenía la boca abierta recibiéndolo hasta su garganta, era tan placentero y húmedo. La sacaba por completo y le daba golpecitos en su cara con mi pija, ella solo gozaba con saborear, sacaba la lengua cada vez que mi polla se acercaba a su cara, mis deseos iban más allá que estos, quería más, quería disfrutar de esta tremenda mujer con un cuerpazo, la quería penetrar ahora mismo.

- Te quiero follar ma, no aguanto más – Ella me miró y no dijo nada

Le hice un gesto para que se levante y obedeció, llevé mis manos atrás de su cola y la levante, mi madre rápidamente llevó sus piernas alrededor de mi cintura para sujetarse, en verdad no pesaba nada, pero mi dolor de mis piernas y brazos se hicieron presentes de la fractura que recién me estaba recuperando, la cargué y la hice sentarse en la mesa de la cocina, justo al lado de donde estaba preparando su torta. Todavía tenía el delantal puesto, desenredé lo más rápido que pude las tiras que tenía en su espalda y se la saqué enseguida, ante mis ojos aparecieron sus magníficos pechos, la manoseé con una mano una teta, se la apretaba y pellizcaba su pezón, con la otra agarré mi pija y la dirigí a su vagina, ella suspiró al sentir el tacto que provoqué, estar tan cerca generaba sentir el calor que emana su chochito. Le fui pasando la punta de mi glande a lo largo de su rajita, apenas mi glande rozó su clítoris, a mi madre le provocó una corriente de placer que hizo temblar sus piernas.

- Siiiii, que gustooo!!!! - Gimió con delicadeza mi mama

Son tan suaves sus labios vaginales, le pasaba toda la largura de mi tronco haciendo que se empapen con sus fluidos. Ella estaba con la cabeza para arriba con sus ojos en blanco, solo gemía. Dirigí mi polla a su entrada y al hacerlo mi glande se cuela inmediatamente en su raja, empecé a empujar y a cada tacto se sentía genial, las paredes de su vagina se abría ante mi y me abrazaban, esa calidez que sentía era asombroso, ya no había marcha atrás, mi madre está abierta de pierna esperando a que le llene su chochito, me cargué de energía y embestí toda mi polla haciendo que entre por completo, ambos gemimos en esa unión entre madre e hijo, pero el gemido de ella fue mucho más fuerte de lo normal que me asusté.

- Estas bien ma? - Le pregunto

Asiente con la cabeza, era obvio que le costaba un poco que alguien invadiera su vagina luego de tanto tiempo, entonces retiro mi polla y al hacerlo me provoca una sensación que me encanta, cada movimiento que hago es un camino al paraíso, se la saqué hasta dejar mi glande solamente adentro de su chocho, entonces volví a la carga de nuevo y le empalo toda mi pija hasta el fondo, al hacerlo mis huevos chocan contra su culo que provocó otra corriente de placer pero esta vez en ambos. Agarré sus piernas y las coloqué en mis hombros, me aferré a su cintura y comienzo a entrar y salir de su concha, viendo la belleza de su cara emitiendo gemidos cada vez que mi polla se adentra al fondo de su raja. La penetro despacio para poder disfrutar más el momento. En ese momento me atrevo a besarla, que por cierto no lo rechaza, sentir esos labios carnosos pintados de un color rojo fuerte era un momento único, nuestras lenguas se entrelazaban entre si mientras la penetraba.

Me alejé tanto que mi polla salió de su cavidad con unos hilos de fluidos, agarré a mi madre de sus caderas y la hice bajar de la mesa e inmediatamente la hago girar entregándome su tremenda cola a mi disposición, me agacho hasta quedar otra vez mi cara en su culo y le empiezo a lamer su ano.

- Ayy hijo, no pensé que me darías tanto placer – Le meto mi lengua un poco adentro de su orificio – Me vas hacer correr!!!

Saqué mi cara de sus cachetes y veo la torta al lado de ella, una idea se me vino a la cabeza, no sé si funcionara o le gustará a ella, pero debo intentarlo. Agarro con un dedo gran trozo de crema que tenía el pastel y lo llevo a la cola de mi mama, separo con una mano un cachete dejando en vista su pequeño culito, entonces le paso toda la crema por encima y alrededor de su ano dejándolo repleto de crema. Ella siente lo frió que está la crema y da un suspiro, le separo con ambas manos sus tremendos cachetes y empiezo a lamer y succionar su culo, mi lengua pasaba por todo lado sin dejar ningún rastro de crema, entonces agarró otro pedazo más grande de crema y se lo meto adentro de su orificio, mi madre empieza a gemir ante la pequeña penetración en su delicado hoyo, le meto dos dedos haciéndolos entrar y salir, mama se moría de placer, mantuve la penetración hasta que no hacía tanto presión su culo y le metí un tercer dedo, era increíble como lo recibía. Entonces me levanto y le paso la polla por toda su concha para juntar sus fluidos y le coloco la punta en su ano, ella al sentir ese tacto abrió los ojos y se asustó.

- Shhh tranquila – Le dije mientras llevaba mi mano a su concha para acariciar su clítoris

- Pero hijo... Mmmmm – Gimió al sentir mi mano en su clítoris – Es... que... nun... ca antes Ahhhh… Me hab... habían dado por… el culo.

¿Queee? No me lo podía creer, mi padre nunca antes le había reventado el culo a mi madre teniendo tremenda cola que está para partirlas. No me podía ni asimilar que mi madre era virgen del culo.

- No te preocupes, no te dolerá, te lo prometo, luego vas a sentir lo placentero que es coger por ahí – Añado

Mi madre no dice nada, solo se aferra más a la mesa, lleva una mano a su teta y aprieta su pezón mientras yo le estoy tocando su abultado clítoris, agarré la base de mi polla y la dirigí otra vez a su culo, podía sentir lo caliente que está su entrada, casi me corro, hice un poco de presión y su culo se abrió un poco dejando que una parte de mi glande entrara. Miré a mi madre y tenía los ojos cerrados tratando de enfocarse en el placer de su concha, empujé un poco más y entró otro poco, costaba demasiado ingresar en ese orificio, su culo me apretaba de una forma muy fuerte y a la vez placentero, se sentía muchísimo mejor que su concha, ingresé centímetro por centímetro hasta dejarle mi pija enterrada hasta la mitad, mi madre emitió un gemido de dolor y a la vez de placer, tratando de soportar lo que tenía su culo. Me quedé unos minutos quieto para que su culo se adaptara, luego de esperar un rato su culo dejó de hacer presión y se fue acostumbrando a su nuevo invasor. Me incliné un poco hasta quedar cerca de su cuello y le dije.

- Estás preparada ma? - Añadí muy cerca de su oreja

- Siii cielo, llénale el culo a tu madre – Con su respiración agitada

No dudé ni un segundo más, le empecé a besar su cuello mientras le fui metiendo mi pija de a poco, su culo cedía como podía abriéndose paso, de nuevo me empezó a apretarme y paré, junté un poco de saliva y se lo puse al borde de su culo y en mi polla, intenté entrar un poco más y esta vez se deslizaba con mayor facilidad, mi madre no para de gemir, di un último empujón y mi verga entró por completo en su delicioso culo. No lo podía asimilar todavía, le metí toda mi virilidad en su ano, mis huevos tocaron su vagina, la tenía empalada entera a mi madre. Empecé a meterle y sacarla despacio, llevé mis manos a sus grandes pechos y los apreté mientras le penetraba mi palo por detrás, mi madre no aguantó estar tanto tiempo parada y se fue cayendo al piso, yo la acompañé sin abandonar su culo. Mi mama colocó su cara contra el piso de la cocina mientras ponía en pompa su culo para que yo le taladre como me plazca. Cada movimiento que hacía dentro de ella se sentía increíble, era indescriptible, como su culo abrazaba mi verga mientras le metía hasta el fondo para que luego le sacara por completo y volviera a la carga. Miré hacia su cola y la imagen era una obra de arte, sus tremendas nalgas de forma de corazón era dividida por mi tronco que salía y entraba en ese orificio tan pequeño. Saqué toda mi pija de su ano y pude presenciar lo más hermoso que he visto en mi vida, su culo que hasta hace un rato era virgen ahora está re abierto. Quería reventarle el culo lo más que podía, agarré la bolsa que contenía la crema para la torta y le tiré encima de su ano, una parte entró adentro y toda la otra parte quedó en la entrada de su hoyo, llevé mi pija hasta ahí y se la volví a meter, la crema servía de lubricante, se la metía y se la sacaba por completo para admirar a cada rato como su culo quedaba abierto. Mi madre estaba en el cielo, no sabía si se había desmayado o que, tenía los ojos en blanco y su boca abierta gimiendo como loca, me di cuenta enseguida que estaba teniendo otro orgasmo, fluidos salían de tremenda concha empapándome toda mi pierna. Agarré mi pija y se la metí hasta el fondo de su vagina que entraba fácilmente con la ayuda de sus líquidos, se la saqué y la metí en su culo, y así la penetraba, una embestida en cada orificio, iba alternando

- Ahhhh!!! Ahhhh!!! Ahhh!!! - Pronunciaba mi mama al metérsela en el fondo en sus orificios – Me estás partiendo hijooo

Yo ya no aguantaba más, sentí que ya me estaba por correr, entonces puse ambas piernas al costado de mi madre como subiéndome encima y se la coloqué en su ano, empecé a taladrar su culo lo más fuerte que podía, mi madre ya no tenía fuerza, se corrió demasiadas veces que ya ni siquiera sabía que salía por su concha, se estaba por acostar boca abajo completamente pero no la dejé, la agarré de sus cintura y la sostuve así para que no se cayera su culo, la tuve que sostener con mis brazos mientras la penetraba, cada embestida mi pelvis chocaba contra la parte de arriba de su culo produciendo un sonido tan erótico que eran música para mis oídos, sentí que me estaba por venir, se la metí 4 veces más y se la enterré hasta el fondo de su culo y me corrí, chorros tras chorros salían de mi polla llenando su culo de mi leche, mi madre gimió lo más fuerte que pudo al sentir como se llenaba su ano y se corrió una vez más.

La fui soltando de a poquito haciéndola acostarse en el piso, ella estaba boca abajo con sus pechos apretados por el piso que se asomaban por los costados por la presión, me fijé otra vez en su culo y esta vez me pareció más grande de lo normal, formando esa cuerva tan voluptuosa y grande que me excité otra vez, mi pija se empezó a recuperar por la tremenda visión que tenía enfrente, y yo como estaba encima de sus piernas y mi pija a la altura de su cola, le abrí como pude con mi mano su cachete izquierdo y vi que su ano estaba lleno de leche, la encaminé a su agujerito que estaba rebalsando de mi semen mientras mi madre estaba acostada boca abajo con sus piernas juntas y yo encima de ella, se la fui metiendo, su culo cedía fácilmente, mi mama al sentir que la penetraba de vuelta emitió un gemido y se llevó una mano a su concha, como mi leche fue bajando hasta su raja se lo fue pasando por su clítoris y por todo su grandotes labios, en esta ocasión mi leche sirvió de lubricación mientras la fui penetrando, aunque mucho no servía la lubricación porque mi madre ya tenía re abierta su culo, mi polla fue entrando hasta la mitad cuando de repente...

*Riiiiing*

Se escucha el timbre de la casa, los dos nos quedamos quietos enseguida, mi madre con su cara de terror me miró, yo con la excitación que llevaba encima no entendía nada, mi pija estaba metida hasta la mitad en el culo de mama cuando miro hacía el reloj que teníamos en la cocina, me fijo y marcaban las 1:20 pm, tan rápido pasó el tiempo? Entonces recuerdo que ya era la tarde, había arreglado con mi mejor amigo Max que vendría a casa y ahora está ahí, a solamente una puerta de distancia mientras yo le estaba penetrando a mi madre y ambos desnudos en el medio del salón.

Se oía el timbre de la casa, los dos nos quedamos quietos enseguida, mi madre con su cara de terror me miró y en mi caso con la excitación que llevaba encima no asimilaba nada, mi pija todavía estaba enterrada hasta la mitad de su agujero cuando observo en el reloj que teníamos en la cocina que marcaban las 13:20 pm, "¿Queee? ¿Tan rápido pasó el tiempo?". Así que le pregunté.



- Maa que hacemos?



Yo no podía pensar con claridad, me quedé perplejo ante el susto que me agarró, el ser descubiertos me aterraba pero a la vez me daba más morbo al estar haciendo esto con mi madre. Instantáneamente mi cuerpo actuó por si solo como si el diablo se apoderaba de mí y mi polla se fue adentrando por completo en su apretado agujero.



- Ahhh... ba... sta hijo... levantate... mmmm... -Decía entre gemidos mi madre



- ¿Por qué querés que pare? ¿Ehh? Si te está gustando o no putita?



Mi lado salvaje apareció, nunca había actuado de tal manera y no sé como me atreví haberle dicho eso pero me excitó demasiado.



- ¿Cómo... me llamaste, pendejo? Soy tu madre!! No me llames así!! - Hice hacia atrás mi cuerpo haciendo que mi glande saliera de su cueva y volví a enterrársela hasta lo más profundo de su culo- Ahhhh.... No soy una... puta...



- Ah noo? Y quien es la que está metiéndole los cuernos a su marido y se viste como tal por las mañanas? -Por cada palabra que pronunciaba la penetraba



No me contestó, se quedó pensando en lo que le dije, pensé y en realidad mama no tiene la culpa, mi papá no le daba la atención que necesitaba y por lo que me contó ella no tenían sexo hace bastante tiempo, se empezaba a sentir sola y despreciable para los hombre, en cambio yo le hice demostrar lo contrario, le di toda la atención y le hice demostrar que aún sigue teniendo buen cuerpo y...



*Riiiiing*



De vuelta sonó el timbre, ese sonido me hizo volver a la realidad, tenía que ir a atender pero no quería que esto acabara, realmente estaba disfrutando de mi madre. Se la saqué y sin levantarme dirigí mi miembro a su chocho, rápidamente mi madre se dio cuenta y tapó su vagina con su mano.



- Noo, te dije basta, no ves que hay alguien tocando la puerta? -Me dijo un poco enfadada.



- No me importa



Le aparté la mano y su concha quedó a la vista otra vez, volví a apuntar y de un solo empujón entró toda mi pija.



- Ahhhhh



- Ohhh... siii ma... se siente tan bien... ¿Te gusta no? Podría hacer esto todo el día...



- Para... hijo nos pueden... ahhhh... escuchar...



- Entonces no hagas ruido



Llevé mi mano izquierda a su boca y se la tapé, con la otra mano agarré su pelo y la jalé hacia atrás haciendo que su espalda se arquee.



- Mmmmmm –Creo que quiso decir algo o gimió, no le pude entender



Ella abrió bien grande los ojos por tal acción mía y trataba de decir algo pero mi mano la estaba tapando. Su cola rebotaba hacia adelante y atrás por mis embestidas, mi erecto pene salía casi por completo para luego volverse a meter en su cavidad, me estaba poniendo loco, tenerla a mi madre así me excitaba bastante, nunca pensé en poder tener a una tremenda mujer en esta situación.



Ya me costaba mantener esta posición, mis pobres piernas se cansaban, se la saqué de su concha y me puse de pie, pude observar bien a mi mama sumisa que estaba de boca abajo con sus piernas juntas y su cola en pompa, las curvaturas de su cuerpo eran de admirar y más con su piel bronceada y un poco sudorosa a causa del calor que la hacía más apetecible a la vista, enfoque mis ojos a sus pies pequeños y fui subiendo la vista, cada vez que subía sus piernas torneadas crecían y se hacían más anchas, cuando llegabas a su cola te dejaba sin palabras, lo grande y redondo que la tenía te producía agua en la boca.



Pero yo ya no daba más, necesitaba descansar mis piernas, ya me producía dolor el estar parado. Visualicé rápido el sofá y me fui a sentar, mi madre seguía acostada con su boca abierta tratando de recuperar el aliento. Pasaron 2 minutos casi y alzó la vista hacia mí, ambos sabíamos que esto no había terminado todavía, se levantó y se quedó parada enfrente de mí, la tenía completamente desnuda, todo su cuerpo brillaba por la luz del sol. Las mujeres con el abdomen plano me gustaba muchísimo y mi madre era una de ellas. Se volvió a recoger el pelo dando a entender que se estaba preparando para lo que se venía.



- Estás listo para mami? -Añadió con una sonrisa



Ella también se había transformado completamente, no entendía nada, hasta hace un ratito estaba pidiendo que parara y ahora es ella la que pide. Moví mi cabeza diciéndole que sí, arrancó a caminar despacio hacia donde estoy a la vez que movía sus grandes piernas y caderas pareciendo que estaba desfilando y provocándome, una vez que llegó a mí, puso ambas piernas a cada lado de las mías y se fue sentando, pude sentir el calor que producía su cuerpo, sus pechos quedaron a la altura de mi cara, mi madre llevó su mano atrás de su cuerpo hasta alcanzar mi pija y lo encontró, me empezó a masturbar, yo no dude ni un segundo y agarré uno de sus pechos y lo lleve a mi boca, los chupaba y succionaba a gusto.



- Siiii!!!... Mmmmmm... Chupalos como cuando eras bebe.



Dirigió mi verga a la entrada de su chocho y de a poquito se fue sentando en ella, sus paredes se empezaron abrir, una vez que se lo incrustó hasta el fondo, empezó a subir y bajar, sus tetas se balanceaban lo cual se me hacía imposible comérselas pero las sostuve con mis manos para continuar mi hazaña.



- Ayyy no deberíamos estar haciendo esto... pero me encanta... -Decía entre gemidos con la cara apoyada en el respaldo del sofá.



Mi madre parecía poseída, saltaba encima de mi verga de una manera descontrolada. Luego de deleitarse con mi verga se detuvo, dejó todo mi pito dentro suyo y se acostó sobre mi cuerpo y empezó a mover solamente su culo, de arriba para abajo y en forma circular, me estaba matando, el placer que estaba sintiendo era indescriptible, la abracé rodeando mis brazos su espalda mientras tenía mi cara en medio de sus pechos, el clímax me estaba viniendo, yo trataba de resistir lo que más podía, se me hacía difícil no acabar. En un momento miré hacia un costado y visualicé un espejo que teníamos en la sala que justo en ella nos reflejábamos nosotros y parte de la tv, contemplé el bello cuerpo de mi madre pegado al mío y como su tremenda cola se movía de una manera increíble, hacía arriba y hacia abajo a la vez que se tragaba por completo mi tronco. Mama emitía gemía por cada sentada que daba, sus caderas eran de maravilla, se movía como una profesional.



- Mamiii... que buena estás!!



- Mmmm... ¿Te gusta cielo?... ¿Te gusta como mami te da placer? -Añadió, por cada palabra que decía se incrustaba mi polla.



- Ahhh siii... me encanta



- Entonces esto te va a encantar más



Se sacó mi pija de su chocho levantando únicamente su cola y con su mano la dirigió a su culito, con lo dilatada que estaba fue entrando sin problemas, a mi madre le costaba acostumbrarse coger por ahí, pero la veía que no estaba sufriendo de dolor esta vez sino que estaba comenzando a gozarlo.



- Ahhhh que grande... -Dijo ella a medida que bajaba de a poco



Y ahí estaba ella, mi propia madre encima mío metiéndose mi erecto pene en su delicado agujero, la miré y tenía los ojos cerrados como enfocándose en su tarea, se iba sentando hasta que sentí como su culo hizo tope contra mis piernas, lo cual significa que se la ha metido entera, permaneció quieta por unos segundos para acostumbrarse a su nueva invasor, respiraba costosamente. Ambas manos la llevé a su cola y se la apreté, es tan grande y suave que me daban ganas de reventárselo, y así fue, empecé a mover mi pelvis hacia arriba y abajo, a medida que la penetraba mis movimientos se hacían más veloces, llegué a tal punto de que me la estaba cogiendo bien fuerte.



- Ahhhh... aahhhh... aahhh... -Gemía tan fuerte que tenía miedo de que los vecinos nos escucharan



- Quee ricooo maa



- Ayyyy... siiiiii... no pensé... que se sentía tan rico... coger por acá...



Yo ya estaba que acababa, su culo se contraía a cada momento que me apretaba la pija de una manera deliciosa, mi madre se empezó a acariciar su clítoris.



- Más rapidooo bebee... mas rapidooo... me vengoooo!!! -Gritó mi madre.



En ese momento erupcionó mi madre, me mojó todo mi pelvis y huevos, cada embestida que daba se escuchaba el sonido de su húmeda vagina chocar contra mi cuerpo, sentir todo esto me llenaba de placer.



- Yoo tambieeen!!!



Al momento en que escuchó eso mi madre, saltó de mi pene y se arrodilló enfrente mío.



- Lo quiero todo en mi cara hijo, dale la lechita a mami...



Esta mujer es increíble, me estaba por matar ahí mismo de las cosas que me decía. Sin moverme me empecé a pajear enfrente de su cara, ella sacó la lengua esperando mi descarga, la belleza de su cara con los labios pintados de rojo y sus ojos deliñados de negro la hacían más bella. Apunté mi miembro a su cara y se lo pasaba por todo su rostro hasta que no aguanté más y mi leche empezó a salir, chorros tras chorros salían disparados a su frente y cejas, otros pares en el lado izquierdo de su cachete y otro poco logró atrapar mi madre con su boca.



La agarré con ambas manos su cabeza y la atraje hacia mi pija haciendo que me la chupe. Esta mujer es de maravilla, su cálida boca abrazaba mi miembro con tanta ternura a tal punto que me la embadurnaba de saliva, la dejó bien limpia hasta que fue perdiendo la erección dentro de su cavidad. Se la fue sacando bien despacio hasta que salió toda, la solté y caí rendido en el sillón, cansado y satisfecho de habérmela cogido. Ella juntó todo la leche que le había dejado en su cara y se lo llevó directo a su boca.



- Wooow ma, graciaaas -Le dije con una tremenda sonrisa- Sos la mejor madre del mundo.



- Ya calla... te dije que pararas pero no me hiciste caso mocoso.



- Perdon... es que me dejé llevar por tu hermoso cuerpo.



- Andaa baboso... ya vas a tener tu merecido.



Agarró mi pija con su mano y me la apretó bastante fuerte.



- Auuch!



- Cuando te digo que pares, paras ok?



- Siii... pero ya suéltame.



- Así me gusta



Lo soltó y se levantó del suelo, la observaba muy detalladamente pero no importa cuánto tiempo trate de encontrarle un defecto en su cuerpo porque nunca lo voy a encontrar.



- No era que estaban tocando el timbre hace un rato? -Preguntó ella



Max! Es verdad, que habrá pasado con él, yo como un tonto me olvidé completamente, ahora recuerdo que mientras estaba con mi madre en algunos momentos se escuchaba el timbre, ¿pero él no habrá escuchado los gemidos de mama?



- Es cierto –Respondí levantándome de golpe del sillón- Emmm, haber me voy a fijar, quédate acá



Fui a recoger mi ropa en la cocina lo más rápido que pude y me volví a poner mi short que había quedado en el piso, al lado de mi prenda estaba la tanga de mi madre y su delantal, los agarré y se lo llevé. Cuando me dispuse a abrir la puerta al otro lado no había nadie, que raro.



-Afuera no hay nadie.



- Gracias a dios, sería una vergüenza si alguien ve todo este despelote en la sala, vos ordena por castigo, yo me voy a bañar.



No me queda otra que limpiar, que me de todos los castigo que quiera, yo estoy más que feliz. Una vez que terminé con mis haceres, me dirigí a mi cuarto para mandarle un mensaje a Max.



- Ey gil, por donde andas?



Luego de 5 minutos suena mi teléfono.



- Me atrasé un poco, tuve que ir a comprar algo a mi hermana que está resfriada.



- Ohh que bajón, espero que se recupere pronto.



- Sii, la estuve cuidando estos días así pronto se va a mejorar, no te preocupes... en 20 min paso.



Su hermana, Guili, me acuerdo perfectamente de ella, con un año menos que nosotros, 16 años, tiene un cuerpo divino, lo que más se destaca de ella es su curvilíneo cuerpo, no tiene casi tetas pero si un culo respingón, grande y redondo. Cada vez que iba a la casa de Max, en muchas ocasiones su hermana andaba en shorts apretados o con un piyama rosa que le hacía resaltar demasiado su atributo, yo en muchas veces me la he imaginado como sería verla con una tanga diminuta. No es por exagerar pero todos los chicos de la escuela andan fantaseando con poseer ese culazo y a mi amigo no le hace ninguna gracia, y hasta se puso a pelear con uno de los molestones por esa causa.



Llegó mi tan desaparecido amigo y nos pusimos al tanto de todo lo que nos había sucedido, y todo eso mientras jugábamos a los videojuegos. Una que otras veces nos interrumpía mi madre en mi cuarto para preguntarnos si necesitamos algo, siempre preocupándose por nosotros. Así transcurrió todo el día, hasta el día siguiente que se tuvo que ir Max a su casa porque lo necesitaban allá. Yo estaba más que feliz de volver a estar a solas con mi madre y poder hacerlo de nuevo.



- Llamame algún día de estos así nos juntamos otra vez –Dijo él mientras nos despedíamos.



- Sii obvio, así venís de vuelta y te gano en el fifa jajaja.



- Pfff tuviste suerte esta vez, la próxima te gano.



- Chauu Max, que tengas cuidado en el regreso a tu casa –Pronunció mi madre que estaba al lado mío.



- Hasta luego Elizabeth, muy rica la comida y todo.



Se acercó para darle un beso de despedida y pude ver como Max se aproximó más a mi madre a tal punto que llegó a tocarle sus pechos con su brazo. Ella hizo como si no sucedió nada regalándole una sonrisa muy coqueta a nuestro invitado que se estaba yendo, que por cierto, mi madre llevaba puesta una remera de color purpura con un cuello de forma en V que dejaba ver gran parte de sus abultados senos y el canalillo en el medio, en la parte de abajo tenía un short bastante producido que parecía unas tallas más chica que la normal haciéndole marcar más su tremenda cola. Yo estaba rogando que se vaya rápido mi amigo para poder disfrutar otra vez del mi voluptuosa madre. Apenas cerré la puerta de casa, me abalancé sin dudar sobre ella que dirigí mis manos a su divino trasero, estuve a punto de tocarlo cuando rápidamente mama me apartó la mano.



- Noo, tenemos que hablar, estuvo mal lo que hicimos.



Yo no escuchaba nada, mi vista y mis pensamientos se enfocaban solamente en el abultado cuerpo de mama que intentaban otra vez poseer lo y tocarlo.



- Bastaaa!! No podemos hacer esto.



- Por qué no?



- Somos madre e hijo, es pecado lo que hicimos ayer, ni te imaginas lo arrepentida que estuve, realmente me la pasé toda la noche llorando –A medida que lo decía, lágrimas de sus ojos empezaron aparecer– El sentir que le estoy siendo infiel a mi marido me hace una peor esposa, pero por un lado también entiendo de que sos un adolescente y tus hormonas están alterados todo el tiempo y que te excites enseguida apenas ves a una mujer, pero no está bien que esa mujer sea tu madre, que van a pensar las demás gente y ya vas a encontrar a una chica que te parezca linda y atracti...



- Sabes lo decepcionante que va a ser para mi tocar a otra mujer después de haber tocado el tuyo? No va a ser lo mismo ma, vos tenés tremendo cuerpo comparado a las demás chicas y no quiero tocar a otra. Yo realmente disfruté demasiado lo que estábamos haciendo, y vos también o no?



- Emmm... si... pero ese no es el punto hijo. Lo que hicimos no está bien visto.



- Pero nadie tiene porque enterarse, si ambos disfrutamos esto... somos hombre y mujer que tenemos necesidades, yo te he visto varias veces masturbándote y no me parece justo que estés sola y papá ahí divirtiéndose con su secretaria, al menos déjame hacerte feliz, como me lo haces vos a mí, es peor engañarle con alguna persona desconocida que conmigo... es mejor en familia o no?



Se quedó callada pensando, sabía que yo tenía razón, estar escabulléndose de noche con algún tipo de anda a saber de donde es para tener sexo sería bastante peligroso y tampoco daría buena imagen de mujer, pero si lo mantiene todo en secretos dentro de casa se le resulta mejor y más práctico, y estar follando con alguien que ya conoces y amas por mi opinión es muchísimo mejor y más si es en familia que lo hace prohibido pero a la vez morboso y único.



Luego de un momento de estar callada por fin habló.



- Es verdad, lo hace mejor, yo a tu padre realmente lo quiero y por eso se me va hacer muy difícil seguir adelante con esto, pero vos también me tenés que ayudar a lidiar con esto, por eso he pensado una cosa...



-Que pensaste?



Me estaba matando la ansiedad, no quiero perder todo lo que he logrado, mi afinación con mi madre se ha hecho bastante más cercana, nos contábamos cualquier cosa, de lo que sea gracias a lo que logramos hacer.



- Podemos seguir con esto, pero... no podemos tener sexo.



- Queeee?!?! - Mi susto y desesperación se hizo presente- Por qué no??



- Tenés que entenderme cariño, no es fácil para mí, podemos satisfacernos mutuamente, todo lo que se te imagine, pero sexo no.



- No entiendo... Si antes lo estábamos haciendo y te gustaba, porque ahora no lo podemos hacer?!?!



- Es lo que te ofrezco hijo, tómalo o déjalo.



No puede ser, es bastante difícil entender a las mujeres, yo me pregunto cómo es que no me deja cogerla si mi padre se anda follando todos los días a su empleada, pero me parece que se le es complicado asimilar lo que sucedió ayer o no quiere engañar a su esposo con sexo, no lo sé, pero me parece que esto es mejor que quedarse sin nada.



- Está bien, algo es algo.



Mi madre hizo un gesto con su cara dando a entender que era lo único que me quedaba. Poder aprovechar ese cuerpo no es algo que uno tiene todos los días a su disposición.



- Entonces trato hecho! Mi plan es este... cuando alguno de los dos necesite darse placer, puede acudir al otro y se pueden satisfacer mutuamente pero no con sexo, okey?



- Pero todo lo otro está permitido? -Tengo algo en mente.



- Si bebe.



- Geniaal!!



Mientras todo esto se estaba tornando oscuro para mí, al fin pude ver una pequeña luz de salvación. Ella me dio un beso en la frente y se fue hacía su habitación sin antes decirme.



Me voy a cambiar e iré a hacer algo de gimnasia en el quincho.



Se me ocurrieron ideas bastantes alocadas y excitantes que luego las aplicaré, pero primero tenía que conseguir un sex-shop, me fui para mi cuarto y encendí la laptop, enseguida localicé una tienda que me quedaba a 6 cuadras de mi casa, busqué la ropa más cercana que tuve y me fui corriendo a tal lugar. Al llegar el vendedor que estaba al lado de la puerta me miró con una cara rara, de seguro que se está preguntando que hace un chico de mi edad por este lugar. Empecé a observar muchas cosas que no tenía ni idea para que servía, me dirigí para el sector "accesorios" y pude reconocer algunos objetos mediante vídeos que algunas actrices usaban, recogí lo que más me llamaban la atención y las compré.



Una vez en casa me fui directo a mi habitación y las guardé con suma seguridad para el momento adecuado. Empecé a excitarme con tan solo imaginarme puesto las cosas que compré en mamá, me saqué la remera que tenía puesto y solamente en short me fui hacía el mini gimnasio de casa.



Ahí estaba mi escultural madre, en la cinta de correr con su calza negra que se le marcaban a la perfección sus tonificadas piernas y culo, en cada paso que daba su gran cola se movía de un lado para otro, me volvía loco mirándosela, y pensar que ayer estuve ahí adentro y lo bien que se sentía por dios!. En la parte de arriba tenía un top de color azul claro que le tapaba casi solamente las pechos, y se le marcaban los pezones!!



Yo estaba más empalmado que nunca, quería arrancar cuanto antes así que le avisé a mi madre.



- Maa



- Que pasa hijo? -Me dijo sin dejar de caminar sobre la máquina.



- Tengo... -Me daba pudor y vergüenza decírselo– ganas de...



Mi madre comprendió enseguida a lo que me refería.



- Yaa? No podes aguantar hasta que termine de caminar?



- Nooo ma, lo necesito ahora.



Ella giró su cabeza hacia mi dirección y se fijó en mi entrepierna, al ver que la tenía bien parada se mordió su labio inferior.



- Masturbate mientras hasta que termine de caminar, me faltan 4 minutos todavía.



No me quedaba otra, me saqué el short y me senté en una silla que estaba al lado mío, comencé a pajearme mirando como mi madre hacía ejercicios, como mama estaba de espaldas a mí, eso me permitía ver su tremendo trasero a gusto. Cómo me tentaba demasiado ese señor culo, no me pude resistir al ver semejante cosa, me levanté de la silla y fui caminando hacia ella, una vez que estaba enfrente de mi objetivo, mi mano derecha la puse sobre su cola, mi madre se sorprendió de tal acción.



- Que haces? - Preguntó mirándome.



No le respondí, seguí tocándole su divina cola mientras se movía, con mi mano izquierda continuaba mi paja y con la derecha le sobaba a placer. Ella levantó sus ojos hacia arriba y volvió su cabeza hacia adelante como si nada hubiera pasado dando a entender que no tenía remedio este chico, desde más de cerca su culo me parecía más grande, me hipnotizaba ese vaivén que generaba.



Me coloqué a su costado y mi vista se enfocó en sus grandes pechos que subían y bajaban contenidas por su remerita top. Dejé de manosearle su culo y la dirigí a sus tetas, ella se dejaba. Me fijé en la pantalla de la máquina y aún le quedaban dos minutos, las apretaba y pellizcaba sus pezones por encima de su ropa, eso provocó leves gemidos de mi madre.



- Mmmmmm.



- Mami, te puedo levantar la remerita?



Esperé su respuesta pero no obtuve nada, lo cual lo tomé como un sí. Dejé de pajearme y llevé mi mano a la parte de abajo de su pecho izquierdo, lo cual se me era difícil seguirle el ritmo del movimiento, con mis dedos agarré el borde de su prenda y empecé a subirla, tuve que estirarla hacía adelante debido al tamaño de sus tetas, llegué a levantarla hasta el inicio de su areola y se trabó debido a que el lado derecho de su pecho no estaba subido, lo cual pude escuchar una risita de mi madre por tal gesto de bronca que puse al ver mi tarea interrumpida. Mamá llevó su mano a su prenda y la fue levantando lentamente hasta igualar la altura del otro dejándome a mí terminar mi placentera gana. Pude ver sus unidos pechos desnudos de la mitad para abajo, acaricié la parte desnuda lo cual me parecían demasiados suaves, necesitaba verlos completos otra vez y mi madre notó mi impaciencia entonces levantó ambos brazos manteniéndolos allá arriba. Estiré mi mano a la parte del medio de sus tetas y fui levantando la parte restante de su apretada prenda, de a poco fue apareciendo sus pezones a tal manera que se hizo totalmente visibles, y luego le subí lo que faltaba quedando al aire libre sus redondos y grandes pechos. Abrí la boca por tal vista, sus tetas se movían juntas por la caminata que ejecutaba su dueña, era increíble, no las tenía para nada caídas y encima son naturales. Instantáneamente reanudé mi paja a su favor y justo mi madre paró de correr, ha cumplido su tiempo, ella se bajó de la máquina y acto seguido comenzó a bajarse también su calza hasta la mitad de los muslos, pude ver que no tenía bombacha, no me lo podía creer, estaba entrenando únicamente con la calza puesta. Mi madre me hizo una seña con su dedo para que me acercara a ella, cuando estuve enfrente de ella mi pene chocó contra su pelvis y mi pecho contra sus tetas. Agarró mi pija y se la ubicó en su entrepierna tocando apenas su choncha, ella tenía las piernas juntas lo cual solamente el único hueco que había era su entrepierna.



- Anda bebe, deslizalo hacía dentro y afuera – Dijo mi madre.



Obedecí, ambos de pie cada uno enfrente del otro arranqué a meter mi pija en el medio lo cual era demasiado apretado y caliente, a medida que iba avanzando los labios de su vagina tocaban con la parte de arriba de mi tronco y la parte de abajo con sus muslos, "mierda!, es la misma sensación de como si la estuviera cogiendo", su clítoris rozaba mi verga, era grandioso, cuando llegué al fondo mi pelvis chocó contra la suya, era demasiado placer la ida, no me quiero ni imaginar la vuelta, empecé a retroceder sacando de a poco mi miembro y salía empapada por los fluidos que largaba mi madre de su concha lo cual me facilitaba la tarea, empecé un mete y saca continuo, ambos gemíamos.



- Ahhh siii... mmmmm –Pronunciaba mi madre.



- Ohh maa, se siente... taaan... ricoooo.



Yo como tenía sus pechos a mi altura los mordía y lamía, ella a recibir tan placer en su clítoris, se lamió un dedo y se lo llevó a su cola, se lo metió en el medio de los cachetes y empezó a hacer círculos en su ano, yo con mi pene lo tocaba apenas a su dedo, hasta que no lo sentí más, me fijé si su mano había regresado pero no, seguía aún allí, lo cual significa que se metió su dedo adentro! Pude ver como hacía movimiento con su mano adelante y atrás.



- Ahhh... ahhhhhh!!



Es inmenso el placer que ambos recibíamos, con mis manos me aferré a su cintura y mi pija empezó a entrar y salir más rápido.



- No haces esto con papá, o si? - Quería provocarla.



- Mmmm no.



- Admítelo, te encanta no?



Mi madre tenía la cabeza hacia arriba con la boca abierta gimiendo.



- Ahhh siii hijo... me encanta.



Que zorra era mi madre, cosas que no pudo hacer y le gustaba con su marido, lo practicaba con su hijo. Se sacó su dedo de su agujero y lo llevó a su boca para lamerlo, pero esta vez empezó a chupar dos dedos y se lo volvió a meter por atrás.



- Dame tus dedos ma, quiero probar tu culo.



Luego de 1 minuto dejó de penetrarse y me ofreció sus dos dedos, los tenía todo limpio, empecé a lamerlos a gusto, ese sabor que tenía era riquísimo, me tenía loco ese culo, no aguanté más, quería probarlo ya, le bajé su calza hasta sacársela y únicamente se quedó con sus zapatillas deportivas y su top, le dije.



- Agarrate mami



Llevé mis manos atrás de sus muslos y ejercí fuerza hacía arriba levantándola, mamá me rodeó con sus brazos mi cuello al igual con sus piernas alrededor de mi cintura. Visualicé por alrededor nuestro en busca de algún lugar para acostarla a mi bella madre, hasta que encontré una cama angosta para hacer pesas y la cargué hasta ahí, me incliné con ella para recostarla y ella me soltó. Abrí sus piernas y ante mi aparecieron su concha y su agujerito, levanté con mis manos un poco su cola para que quedara a la altura de mi boca, no dudé un segundo más y me abalancé a comerle su culo, como ella tenía sus piernas al aire, se las llevó para atrás de sus hombros y cabeza, no sabía que mi madre era bastante flexible. Mi lengua daba lamidas a todo su agujero, ella llevó una mano a su concha y empezó a darse palmadas sobre su clítoris lo cual le daba tremendo placer.



- Siguee hijo... sigue... no pares por favor!!!



Como su culo estaba un poco abierto, mi lengua entraba fácilmente a esa cavidad, entraba y salía lo cual se dilataba más, era delicioso, podía estar todo el día lamiéndosela, mis ojos subieron un poco y se encontraron con los labios gruesos de mama que te incitaban a comerlos también. Saqué mi lengua y la llevé a su concha, mi madre retiró su mano y la llevó a mi cabeza, lamía con ferocidad sus labios y clítoris, mientras hacía eso conduje mi mano a la boca de mama que gustosamente me los chupo, una vez que estaba lleno de saliva la llevé a su culo y empecé a meterle dos dedos.



- Ahhh dios! Que gusto!!! - Gimió mi madre.



Podía sentir como su vagina empezó a contraerse en mi boca, yo no paraba de chupársela hasta que mi madre gimió tan fuerte que se corrió, me empapó toda la cara con sus fluidos. Ella seguía con las piernas atrás de su cabeza dejándome a su disposición sus dos agujeros, yo quería acabar, era demasiado para mí, entonces me paré y coloqué mi pene sobre la concha de mamá que inmediatamente se mojó con sus líquidos. Tengo unas ganas de metérsela y follarla, pero el trato que hizo mama antes sobre no tener sexo tenía que cumplirla porque mirá si se la meto ahora y después se enoja y pierdo todo esto. Resistí como pude y me conformé con lo que tenía, empecé a frotar mi pija a lo largo de su chocho logrando una paja. La veía un poco inquieta, no sé qué estará pasando por su cabeza ahora pero tenía ganas de decirme algo.



- Mmmm para hijo... para... me vas a volver loca.



No le hice caso, seguí con mi movimiento, dirigí mi verga a la entrada de su culo dejando mi glande sobre su entradita y empecé a pajearme con mi mano, en algunos momentos mi glande hacía presión y se metía apenitas adentro haciendo que su agujero se abra.



- Ahhhhh... no aguanto más... metemela... la necesito adentro!!! -Dijo ella.



- Pero y el trato?



Me hacía el rígido, quería verla suplicar.



- A la mierda el trato!! Necesito que me folles ahora!!



Eso era suficiente para mí, me bajé de la camita y me fui hacía donde había dejado mi short.



- A dónde vas?!?! - Exclamó mi madre.



- Un segundo ma.



Busqué entre los bolsillos de mi short y saqué un pote de lubricante que había comprado en el sex-shop, regresé corriendo a mi madre que ya se estaba tocando el clítoris. Abrí la tapa de la botella y tiré gran parte del contenido sobre su concha y culo, un poco en las piernas y en mi pene. Empecé a esparcírselo con mis manos por toda la zona que le había tirado, quedó completamente brillante mi madre.



- Wooow, a donde lo conseguiste? –Preguntó.



- Lo compré en una tienda de sexo... y no fue lo único que compré –Le dije guiñándole el ojo.



- Jajajaja que chico más pervertido me ha salido.



Me reí junto a ella, coloqué su pene sobre su culo y la fui metiendo despacio, sus paredes ya no me apretaban como la primera vez, sino que la recibía con gusto, una vez que hice tope, ambos gemimos.



- Ahhhhhhhhh



Se la fui metiendo y sacando, la penetración era mucho más fácil con la ayuda del lubricante, entraba y salía sin problemas, me encantaba ver como mi pija aparecía completa para que en un segundo después desaparezca dentro de su agujerito, ella se tocaba su concha con sus ojos cerrados y su boca abierta. Luego de estar varios minutos follandomela le pregunté.



- Te la puedo meter por la concha ma?



Ella abrió los ojos y me dijo.



- No, puedo quedar embarazada... ese lugar es solamente para tu padre.



No le repliqué nada, me encantaba cogérmela por el culo, es más, me parece mucho más excitante y placentero que por adelante. Continué con mi mete y saca más rápido de lo normal, ella para resistir a mis embestidas se agarraba del palo de las pesas que tenía encima suyo.



- Siiiiiii... nunca pensé que... ahhhhh... que fuera... tan ri... co... ahhh... coger por atrás –Decía mi madre.



Yo ya no aguanté más y enterré mi pija en el fondo de su ano llenandola de leche, no podía contar cuantos chorros solté pero si sé que fue demasiado. Ya exhausto fui sacando mi tronco de adentro de su delicado agujero, una vez que salió se escapó un poco de semen de adentro. Le dí una larga lamida a su concha y me levanté.



- Auch! Me arde un poco –Y se tocó apenas su culito– Me lo reventaste pendejo.



Yo me reía, ella lo disfrutó tanto como yo. La ayudé a levantarse y mientras se iba cambiando le pregunté.



- Podemos hacerlo de nuevo?



- Sii hijo... mi culo es tuyo ahora... podes usarlo cuando quieras y donde quieras si es que querés.



Todas las ideas que me surgían con las cosas que compré en la tienda eran infinitas, que luego las aplicaré con mi hermosa madre.















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entrarr

Virgen
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excelente relato tener una madre buenisima para verla diario
 
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