El seminarista

pacosuarez

Virgen
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Nov 4, 2012
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EL SEMINARISTA.

Antonio desde niño pensó que Dios lo había llamado. Nacido en San Luis Potosí,tierra de catolicismo acendrado, donde llega a fanatismo, siempre tuvo claroque el sería sacerdote. Desde niño sus juegos eran a ser cura. El casaba a sus amiguitos,los confesaba y les daba la extremaunción cuando en sus juegos de vaqueros yladrones caían heridos. Toda su primaria y secundaria los hizo en escuelas decuras, preparándose para cuando llegara el momento.
Su madre, doña Gabriela, se consideraba feliz por la vocación de su hijo. Paraella era una bendición tener un hijo cura, ya que ella no había podido sermonja. Siendo muy joven la habían casado a fuerzas con un hombre despótico, quelo mejor que había hecho era morirse a los 5 años de casados, así ella pudoeducar a Toñito dentro de las reglas de la santa madre iglesia.
Antonio no era feo, era un jovencito atlético, alto y bien parecido, que vivíaatormentado por el pecado. Cuando tuvo una eyaculación involuntaria durante elsueño, se pasó días en la iglesia pidiendo perdón. Nunca se atrevía a ver a lasjovencitas y sufría enormemente cuando sus amigos hablaban de sexo. Para el,eso era cosa del demonio.
Entre sus amigos se empezó a correr la vos de que era "rarito" o comodecimos en México, puñal, choto, puto, MARICA pues.
Cuando llego el día que ingreso al seminario doña Gabriela sintió que su vidaestaba completa. ¡Un hijo cura! Que alegría.
A partir de entonces solo lo tuvo en casa una vez al año por dos meses durantelas vacaciones. Cada año Antonio se desarrollaba más y se había convertido enun mocetón fuerte, pues hacia mucho ejercicio, y alto.
Doña Gabriela, a sus 38 años era una mujer bastante atractiva, que vivíadedicada a su hijo, cuando lo tenía en casa no descansaba por atenderlo, soñabacon el día en que le dieran su primera parroquia, y esperaba estar viva paracuando fuera obispo.
Estas vacaciones, después de 4 años de seminario, Gabriela esperaba que Antoniola acompañara a todas partes. A sus 20 años quería presumirlo con sus amigas,pues los hijos de ellas eran unos botarates, pecadores y dispendiosos, así quepreparo la recamara de Antonio para que la pasara bien.
Gabriela no tenía vida sexual, toda la vida reprimida, primero por sus padres,luego por su esposo, y después por ella misma, nunca había sabido lo que era unorgasmo. A veces trataba de autosatisfacerse pero el miedo al pecado ladetenía.
Cuando llego Antonio se puso feliz de tenerlo en casa, lo atendía como la niñade sus ojos que era, aunque noto a su hijo algo distante, como un pocomelancólico, <es el llamado de la fe> pensó para sus adentros, así estuvovarios días hasta que se atrevió a preguntarle.
-¿Qué te pasa Antonio? te noto algo raro, como evadido.
-Nada madre son cosas mías.
-¿Y no puedes decírmelas?
-No madre, son cosas de hombres y me daría mucha pena contigo.
Así pasaron varios días más hasta que ella volvió a insistir.
-Bueno Antonio ¿Por qué no me dices lo que sucede?
-Es que me da pena madre, siento que te voy a defraudar.
-Pues si no me lo dices no lo sabremos.
-Madre…..Yo nunca he tenido relaciones sexuales…..si ya sé que es pecado, perotú al menos algunas veces las tuviste. Cuando me ordene voy a jurar castidadpara toda la vida y quisiera probar antes de tomar las órdenes.
Gabriela abrió unos ojos del tamaño de un plato y se quedó sorprendida, perodespués de un rato entendió que su hijo no dejaba de ser un hombre.
-¿Y qué crees que debamos hacer?
-Tú nada, yo soy el que tiene que hacer algo
-Podemos contratar a una prostituta.
-No madre, eso no lo quiero.
-Entonces no veo como, tal vez alguna de esas muchachitas descaradas de ahorase preste a hacerlo contigo, aunque si se entera que eres seminaristas, no creoque se atrevan.
-No madre, yo quiero algo especial. Quiero una mujer hermosa, que me hagasentir amor, que la desee, que me atraiga intensamente, quiero alguien como TÚ.
-¿Queeee? ¿Alguien como yo? Creo que te equivocas Antonio, el amor que yosiento por ti es amor de madre.
-Eso ya lo sé, pero si realmente me quisieras como dices no me dejarías conesta congoja.
-¿Realmente me estas pidiendo que haga el amor contigo?
-No madre, solo te pido que me ayudes a encontrar un modo; ya ves porque noquería decírtelo.


Así pasaron varios días más donde Gabriela estuvo meditando hasta donde seria pecadotener sexo con su hijo. Repasó pasajes de la Biblia, donde se habla de incesto,y entro en lucha consigo misma, hasta que un día ya no pudo más, tenía quereconocer que después de las palabras de su hijo se había excitado, que sehabía acariciado la vagina pensando en él, que lo deseaba. Esa noche decidióenfrentar la situación.
-Antonio, creo que debemos hablar.
-Dime madre, que sucede.
-Estuve pensando lo que me dijiste el otro día y llegué a una solución.
-¿Y?
-He pensado que podemos hacer el amor pero con una condición.
-Cual madre.
-Que cuando tomes las órdenes tú me des la absolución de mis pecados, comocomprenderás sería algo que no me atrevería a confesarlo a otro Padre.
Antonio se quedó un poco mudo, era cierto que deseaba a su madre, pero nuncapensó que ella aceptaría tener sexo con él.
-Si madre, yo te daré todas las absoluciones que sean necesarias.
Ya no hablaron más, simplemente se tomaron de la mano y se fueron a lahabitación de Gabriela, los dos temblaban de emoción, pero ya nada podíadetenerlos. Se desnudaron uno al otro y comenzaron besándose tiernamente.
-Mi amor, yo no soy muy experta pero aprenderé para acerté gozar.
Antonio salió a su recamara y trajo una película pornográfica, Gabriela no seexplicaba donde la había obtenido, pero Antonio le dijo que esa película era lacausa por lo que el había despertado a los deseos. La pusieron en la video y seacostaron desnudos a verla.
Vieron como una rubia despampanante le mamaba la verga a un fulano, como estele mamaba la raja, le metía los dedos en ella, la penetraba vaginal y analmentey terminaba en la boca de ella.
Lógicamente que esto los puso a mil y naturalmente se acercaron a un 69,empezaron a olerse, acariciarse y a lamerse mutuamente.
-Mamá, esto es delicioso
-Hay hijo, nunca había disfrutado tanto.
-Me voy a venir mami, me voy a venir.
-Yo también mi vida, ya no aguanto.
Los dos soltaron sus cuerpos. Antonio con un torrente de semen que su madrerecibió en la boca, tragando toda la que pudo, y ella en la boca de él, que eldisfruto con ahínco.
-Esto es maravilloso madre, nunca pensé que se pudiera disfrutar tanto.
Para Gabriela se derrumbaba toda su vida, ahora entendía que el ser humanonecesitaba estos escapes para ser feliz, sabía que no podría detenerse jamás,ahora sería la mujer de su hijo, con absolución o sin ella.
Después de descansar un rato se aprestaron a seguir adelante, Gabriela acaricioel pene de su hijo que de inmediato respondió al estímulo, se puso boca arribay Antonio se subió sobre ella, ella misma dirigió la verga de su hijo a su rajay con sus piernas, lo empujó hacia adentro. Recibió la estocada en su vagina yempezaron el mete y saca natural.
-Hayy hijo como disfruto, no te imaginas como gozo.
-Tanto como yo madre, esto es la gloria, nunca creí que haría el amor conalguien y menos con mi madre.
Después de un rato a los dos les llego el momento y sincronizadamente tuvieronun orgasmo delicioso que los dejo agotados.
-Te amo madre.
-Y yo a ti mi vida.
Se quedaron dormidos uno en brazos del otro no despertando hasta ya alta lamañana, Gabriela se dispuso a hacer el desayuno en la cocina, donde después laalcanzo su hijo, la abraso por la espalda y besándole el cuello le dijo.
-Gracias madre, me has hecho muy feliz.
-Y tú a mi hijo, y esto no para aquí, tenemos que hacer las demás cosas quevimos en el video.
-Claro que si madre, ya verás cómo gozaremos.
Desayunaron y se ducharon juntos. Realmente estaban viviendo su momento y noestaban dispuestos a dejarlo pasar, después del baño se fueron a la recamara dondepusieron la película otra vez. Estuvieron repasando las escenas de sexo anal,lo que los excito mucho mientras se acariciaban mutuamente,
-¿Quieres romperme el culo mi amor?
-Si madre, me gustaría mucho.
-Pues hagámoslo mi amor, para eso soy tu madre, para hacerte feliz.
Gabriela se puso boca abajo en la cama y Antonio trajo un bote de vaselina, leembarro algo a la entrada del culo y empezó a meterle un dedo, como vio en lapelícula. Gabriela empezó a disfrutar mucho.
-Siii, mi amor, continua que me gusta mucho.
-¿Lo gozas mami?
-Siii, lo gozo mucho mi amor.
-Yo también disfruto metiéndote el dedo.
-Ya méteme la verga mi vida, la estoy deseando.
Antonio le hizo caso, apoyo la punta de la verga el orificio del ano de sumadre y empujo lentamente, poco a poco entro, primero las mitad y después toda,hasta que Gabriela se relajó completamente, empezaron a moverse y al poco ratoestallaron en un orgasmo delicioso, ella lloraba de tanto placer y el dudaba desu vocación, las consecuencias serían después, pero eso tal vez se los cuenteluego.
¿Continua?

pacosuarez.



 
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