El semen de mis hijos 3

heranlu

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Pues bien, en mis dos relatos anteriores ya me conocieron completamente, ¿verdad?, soy Mónica, mis hijos sufren de hiperspermia, una enfermedad que desarrolla en enorme medida los niveles de producción de esperma, por consiguiente la cantidad de semen que sale es brutal, demencial, es mucho, por razones de salud de mi hijo y algunas cosas que sucedieron terminé ayudándole a mi hijo Lorenzo a eyacular, en el último relato le colaboré a mi hijo Daniel, pero siento que las cosas se están saliendo de las manos.
Son las 6:55 am, me levanto siempre minutos antes de las 7, me empiezo a alistar, con mis hijos solo ha pasado lo que los lectores conocen hasta el momento, era un día de trabajo, donde entro a las 8:30 am, me voy a duchar, salgo en toalla, como ya saben mis senos son muy grandes, por consiguiente la tolla queda casi flotando en el aire sostenida por mis senos, de pequeña vivía acomplejada por este fenómeno, pero ya me acostumbré y trato de lucirlas, así que me puse un escote muy pronunciado, y una falda hasta la rodilla muy suelta, entro a la habitación de mis hijos para despertarlos, en la cama estaba Daniel, recostado de medio lado, lo toco en el hombro para que se levante, pero no reacciona, así que comienzo a sacudirlo más fuerte, al fin despierta…
-¿Que pasa Mami?; -Es hora de alistarse, le respondí, -No mami, 5 minutitos más, -Está bien, le dije – Solo 5 minutos y te espero abajo. Su respuesta me golpeó muy duro: -Mami, es que tuve una noche terrible, ¿me regalas un abrazo?, y extendió sus brazos sin levantarse, yo me agaché y observé como vio mi escote y lo abracé, él me fue sentando en la cama hasta recostarme, me dijo que me quedara un ratico ahí, y la verdad a mis hijos no les puedo negar a nada, me metí un ratico en las cobijas y lo abracé, él me estaba dando la espalda, de pronto sentí como me tomó la mano y la bajó a su pene, yo la retiré pronto asustada, él me dijo: -Mami, ¿que pasa?, es solo que necesito desocuparme, me ayudas, por favor; suspiré y le dije:
-Claro mi amor, y bajé la mano y empecé a consentirlo encima de la pijama, en eso siento que se levanta Lorenzo de su cama y pregunta que hacemos, Daniel le explica que lo estoy ayudando a desocupase, él de un brinco se lanzó a la cama y se hizo detrás mío, :-Yo también necesito, ¿me ayudas a mi también?, igual tienes dos manos, yo sonreí y me puse boca arriba, no lo podía creer, tenía la verga de cada uno de mis hijos en mis manos, uno a cada lado, sabía que esto estaba mal, era algo que no tenía que hacer, me sentía achantada y ruborizada en todo momento, no los podía ni mirar a los ojos; de pronto, Lorenzo dijo:
- No, esto así nunca va a funcionar, y me puso en el piso, le dijo a su hermano que se levantara, y se pusieron frente a mi, en esas Daniel le dice a su hermano:-¿Sabías que anoche mami se la metió a la boquita?, a lo que Lorenzo dijo porqué yo era así, que si acaso quería más a su hermano, a lo que le dije que no, me dijo que se lo demostrara metiéndomelo a la boca, mi respuesta tenía que ser que no, pero no quería hacerlo sentir mal, en ese momento sentí que esto no podía terminar bien, que me pasaba, estaba obedeciendo todo lo que me pedían, pero es que me daba algo de morbo pensar en esta situación, obediente me lo metí mientras masturbaba a Daniel, Lorenzo dijo:
-Mami, puedo imaginar que eres Mercedes para emocionarme, traté de responder sacando su verga de mi boca pero él no me dejó, me sostenía la cabeza con sus manos, entonces hice un gemido de aprobación, él agarró mi cabello con las manos, (una estaba enyesada) así que con la otra me jalaba el cabello, luego de un rato Daniel dijo que él quería un rato de mi boca, así que Lorenzo sacó su verga y metió la de su hermano en mi boca, me sentía mal, pero no quería hacer sentir mal a mis hijos, Lorenzo dijo: -Eres una puta Mercedes, mira lo puta que eres, yo quería decirle, que es esa no era forma de hablar, pero entendí que solo lo hacía para emocionarse, así que lo dejé, además no tenía que sentirme aludida, ya que yo no era la tal Mercedes…
Luego él empezó a darme palmaditas en la cara y me dijo, Mercedes, tienes que ser muy obediente, o sino toca castigarte, yo le respondí: -Hijo, no debes hablarme así. Y luego pasó lo increíble, me lanzó con su mano una gran cachetada, me pegó muy duro en mi cara una palmada y dijo :-Cállate puta, ahora tú, Mercedes, eres nuestra, y vas a obedecer, yo me asusté mucho, parece que ellos parecía que ya habían planeado todo, Daniel dijo: -Tú obedece y todos seremos felices, ¿quieres vernos felices?, a lo que respondí sobando mi cara: – Claro que si, -Entonces obedece, dijo Lorenzo:ponte de pie y date la vuelta; suspiré un momento, me levanté, me llené de valor y les dije: -No, esto ya no está bien y me salí de la habitación, me encerré en la mía y no entendía porque ellos actuaban así, me fui a trabajar.
En el trabajo no hacía más que pensar en todo este asunto, no quería que llegara la noche, no quería verles la cara, pero al final del día me tocó llegar a la casa, al entrar no había nadie por ahí, me asomé a la habitación de mis hijos y estaban dormidos, me acosté a dormir, al siguiente día al levantarme, fui a despertarlos y sorprendentemente ellos actuaron como si nada, pero estaban muy serios, se fueron al colegio y yo al trabajo, de pronto una llamada que me informaba que Lorenzo estaba en la sala médica del colegio, Salí rápidamente hacia allá, al llegar la enfermera me dijo que no sabía que era, que casi no se podía poner de pie y se quejaba de su parte baja, entré y él estaba en la camilla con pésimo semblante, le pregunté que le pasaba y él me dijo que le dolía mucho los testículos, entonces le pregunté que porque le dolían, y me respondió que llevaba mucho tiempo sin eyacular, eso me dejó fría, le dije que cuanto, me dijo que dos días, lo que para él era demasiado, entonces lo regañé diciéndole que era un irresponsable, que tenía que masturbarse, pero me dijo que lo había intentado pero con el problema que habíamos tenido no había podido concentrarse, que era imposible, y que su hermano tampoco quería masturbarse…
Nos fuimos para la casa y los reuní a los dos en la sala: – Ustedes tienen que entender que si no se masturban se enferman, tiene que hacerlo, a lo que Daniel respondió:-Mamá, es que ya no nos gusta masturbarnos, preferiríamos que alguien nos ayudara, pronto les dije: -Miren niños, yo no les voy a ayudar más, no quiero que esto se salga de control. Lorenzo respondió:-Ya sabíamos que no nos ibas a ayudar, así que tenemos la solución, vamos a contratar una prostituta. Yo me quedé de fría, no podía creer lo que habían dicho, yo jamás permitiría que mis hijos se juntaran con esas mujeres, son muchos riesgos, enfermedades, no lo podía permitir, así que les dije que no, que prefería ayudarles pero que ni pensaran que yo les permitiría ir donde una mujer de esas, pero las sorpresas no terminaban.
Lorenzo me dijo que no, que ya era una decisión, porque ellos se habían dado cuenta que yo no los podría complacer como ellos quisieran. Tomé un respiro y les dije:-Niños, yo les voy a ayudar como ustedes quieran, pero prométanme que jamás van a ir donde una prostituta, Daniel dijo:-Lo prometemos, pero tú haces todo lo que nosotros queramos, yo pensé un momento y acepté dejándoles claro que todo menos penetración, ellos aceptaron, como se podrán imaginar estaba llena de nervios.
Hubo un silencio largo hasta que Lorenzo hizo un gemido de dolor a lo que yo acudí y él se recostó en un sofá y se sacó su miembro, al verlo lo cogi un poco tímidamente y lo empecé a acariciar, le dije a Daniel que trajera agua tibia para su hermano, pero Lorenzo dijo:-No, la mejor agua tibia es tu salida, chupala, me la metí en la boca, estaba grande y lleno de venas, entraba y salía con vibración de mis labios, de hacer esto Daniel se emocionó y se sacó su verga, y cogió mi mano para que lo masturbara, no alcancé a durar 20 segundos cuando me dijo que ya se iba a venir, me cogió la cara y la giró para que el semen cayera en mi rostro, yo no lo podía creer, estaba esperando a mi hijo que me llenara de semen, así que le dije:
-Amor, ¿es necesario que me manches?, y él me dijo,:- Claro que si mami, eso nos excita mucho, pero abre la boquita un poquito, yo lo miré desde el piso, abrí mi boquita un poco y comenzó a lanzar semen, mi primera reacción fue tratar de quitarme pero como siempre lo que logré fue mancharme más, su semen me llenaba por todas partes, mi cara quedó llena de ese fluido blanco y espeso, el problema es que era mucho semen, mi rostro ya estaba completamente lleno, acto seguido él se fue, quedé sola con Lorenzo.
Le dije :-Espérame, me limpio y vuelvo, él me dijo que no, que necesitaba ayuda de inmediato, que continuara así, pero que él quería hacer algo primero, le pregunté que quería, me dijo que quería darme un palmadita en la cara para sacudirme un poco el semen, le dije que no había problema, él se ubicó y para mi gran sorpresa me dio una cachetada durísima que sacudió el semen, yo quedé quieta y sorprendida, él me cogió la cabeza y me puso a mamárselo, seguí haciéndolo mientras él me decía palabras fuertes como, chúpalo perra y eres una puta muy rica, en eso siento que él me manda la mano dentro de mi blusa, yo traté de taparme, pero me ganó en fuerza y sacó un seno y quedó al aire, me tenía como quería, le daba palmadas a mi seno y de pronto dijo que ya era el momento de eyacular, se ubicó y lanzó sus chorros hacia mis senos y mi cara, era uno y otro, no era algo normal la cantidad de semen, quedé empapada, él se fue a su habitación y yo quedé ahí botada en el piso, pensando que esa había sido mi experiencia más fuerte, no tenía ni idea de lo que me esperaba….
 
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