El semen de mis hijos 2

heranlu

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Ago 31, 2007
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Hola mi nombre es Mónica, este es mi segundo relato, el primero que envié, por falta de experiencia no le coloqué nombre y muy amablemente le colocaron “me bañó con su semen”, en realidad mi idea era: “el semen de mis hijos”, pero en fin, agradezco mucho a esta página por permitirme transmitir mis experiencias ya que es un desahogo para mí.
En el relato anterior les contaba la historia de mis hijos que sufren de una enfermedad llamada Hiperspermia, lo cual genera enormes cantidades de semen en ellos, sus nombres son Daniel de 18 y Lorenzo de 19, soy separada, mis medidas son muy normales, bueno a excepción de mi busto que es algo grande (105) y como leyeron en el relato anterior por razón no buscadas termine empapada del semen de Lorenzo, mi hijo, ya que se había fracturado su mano derecha y no podía hacer lo que el sabía hacer, y pues por colaborarle ahora no podía verle ni la cara…
Ese día para mi desgracia era domingo y no tenía donde ir, y pues no quería ver a Lorenzo, Daniel estaba en el cuarto con su hermano, yo no sabía si estarían hablando del tema o yo estaría armando mucho lío con algo simple, llegó la hora del almuerzo y llamé a Daniel para que le llevara a su hermano el almuerzo, al bajar le pregunté a Daniel:
-Amor, ¿Que estabas hablando con tu hermano?, a lo que me contestó: -Me dijo que tú le habías ayudado a desocuparse, nada más, a lo cual me achanté, pero parecía que no había mucho problema, el problema al parecer solo estaba en mi cabeza, Daniel le subió el almuerzo a su hermano y yo almorcé sola abajo, como a las 3 de la tarde Daniel entró a mi habitación y me dijo:
-Mami, te necesita Lorenzo, a lo cual me pasó un escalofrío enorme, no sabía que hacer y lo que no entendía era porque sentía como nervios en mi pancita, nervios como ricos, casi excitación, me armé de valor y fui a su cuarto, Lorenzo me dijo:-¿Mami estás bien, o estás brava conmigo? – Brava, no amor, ¿como se te ocurre, porque?, -Porque no volviste, no mi corazón, dime que necesitas;
-Mami necesito nuevamente el favor es que ya me empezó a doler.
Sentí que el mundo se me venía encima, como decirle que no, si en el fondo no me disgustaba del todo la idea,-Claro amor que te voy a ayudar, pero hay que tener más cuidado, ya que no queremos que me vuelvas a untar toda, ¿no? :-¿Te molestó que te manchara Mami? – No amor, pero es muy complicado limpiarme, -Ah, ya, es que me fascinó verte así, pero no hay problema, -Lo siento amor, pero no.
De esta forma él se colocó de pie y yo lo acomodé de perfil para que no me ensuciara, en eso me doy cuenta que Daniel continúa en el cuarto, a lo que le digo que se salga, él se enoja mucho y me dice porqué tengo tantas preferencias con Lorenzo, le explico que es por su mano, él me dice que solo quiere quedarse que también en su cuarto, no le digo nada pero muy incómoda empiezo con mi trabajo, le bajé los bóxer y su pene salió, se lo acaricié muy bien y pude observar como nunca sus testículos, los cuales eran muy gordos, y grandes…
Los cogí con la otra mano como pulsándolos, otra cosa impresionante era el tamaño de la cabeza de su pene, era enorme, es decir se marcaba mucho, le sobresalía como un ancla, pero algo andaba mal, porque nada que eyaculaba, así que le dije, amor, piensa en Mercedes, dale, a lo que me sorprendió diciendo: -Mami es que esta mañana me imaginaba que tú eras Mercedes, lo siento, pero es cierto, y como estabas delante mío, era muy real, pero de esta forma no puedo.
Le dije que no se preocupara, que se imaginara que yo era, y volteé su cuerpo quedando su pene en mi cara, estaba en eso cuando siento que Daniel se acerca con un gran bulto en su pantalón, se lo acariciaba con disimulo, yo traté de no prestar atención, Lorenzo gritaba sus barbaridades: dale Mercedes que rico, chupala, que rico, (yo solo lo estaba acariciando con mis manos), chupala Mercedes que rico, cuando de pronto se detiene de gritar y me dijo, ¿puedo tocar tu cabello, para imaginar que es el de ella?, no le vi nada de malo, y le dije que si.
Él colocó cada una de sus manos a los lados de mi cabeza, acariciándome la cabeza y el cabello, la verdad esto ya estaba un poco raro, pero continué, al rato empezó a amarrase mi cabello en sus manos y a jalar fuertemente, casi me dolía, le dije: – Suave amor, a lo que me sorprendió su respuesta:-Cállate mercedes y chupalaaaaaaaa, yo no dije nada porque sentí que no era conmigo, ya que yo no se la estaba como él dice chupándosela, y yo no me llamo Mercedes, así que no dije nada, entre el ajetreo del cabello y sus caderas moviéndose, me tocaba hacer un gran esfuerzo para que su pene no entrara en mi boca, me rozaba las mejillas y los labios.
De pronto cambió su forma de moverse y sentí que ya era la hora, le dije:-¿ya casi amor? Y no recibí ninguna respuesta, de pronto me alejó jalándome mis cabellos, me tomó duro, en especial con su mano izquierda, ya que la otra estaba lesionada, cuando empezó a eyacular no pude mover mi cabeza y no hice fuerza para no lastimarme, el primer chorro no lo olvidaré, ya que iba a decir algo cuando entró de un golpe en mi boca, luego sentí como subía por mi cara y me cubría los ojos, perdí casi el control, pero sentía como él movía mi cabeza para mancharme más de la cuenta, pasaron como 10 segundos y seguí a toda fuerza, y de pronto bajó un poco más mi cabeza empapándome el cabello de semen, duró mucho.
Al terminar, me soltó y caí en el suelo, él se acostó diciéndome:
-Mami, gracias, eres la mejor, te amo, ¡Tú me amas?, en el piso sin poder abrir los ojos por la cantidad de semen, le dije: -te amo mi amor, ¿te sirvió? ¿Te aliviaste?, -Si, Gracias…
Me paré como pude y dije:-Daniel ayúdame, él se acercó y me llevó al baño, me quité la chaqueta sucia de semen y quedé en una blusa demasiado pequeña, donde tiene pequeñas tirantas que casi no pueden tener mis enormes senos, se me ve como un escote enorme, yo frente al espejo me empecé a limpiar con una toalla, lo cual era imposible, pero Daniel, se sentó en el borde de la bañera y lo vi muy triste, fui enfrente de él y le pregunté que pasaba;
-Mami, es que después de verte, no puedo creer que tú no me ayudes solamente porque no tengo una mano rota, parece que quisieras más a Lorenzo que a mi,-No mi amor, ¿como crees eso? -es que a mi también me duele, llevo todo el día sin hacerme la paja por estar pendiente de mi hermano y de ti, y yo no recibo ninguna ayuda.
Viéndolo de esa forma le dije :-A ver amor, te voy a ayudar pero solo con una, ¿te parece? :-No, ¿porque solo una, ¿porqué mi hermano tiene más privilegios que yo?; pensé un momento y le dije que está bien algunas veces, él sonrió y yo arrodillada, él se bajó la pantaloneta y se sacó su pene, el cual estaba semi erecto, yo estaba aún muy manchada en el cabello y la cara, empecé a acariciarle el pene y sus testículos, y empezó a crecer, él me acomodó y me dijo que si me molestaba que él me viera los senos, que eso le ayudaba, a lo que creo que por el momento le dije:
-Amor para compensarte haz lo que quieras que te ayude a eyacular, entonces pronto y sin pensarlo bajó una mano a un seno mío.
Yo pronto le retiré la mano, pero él me dijo que le fascinaban los senos, que eso le excitaba mucho, que no era porque fuera yo, a lo que le dije que bueno, pero solo por encima del topcito, de la blusita, él aceptó, pero, daba casi igual por lo delgadito del material de la blusa, él me redondeaba el pezón con sus dedos, a lo que reaccioné y me empecé a excitar, le acariciaba el pene en frente mío, y por un arrebato incontrolable, saqué un poquito la lengua y se lo toqué, él sintió y me dijo:
-Ay mami, no me digas que tú sabes hacer sexo oral, parece que no; -¿Porque no?, -pues porque en tu época eso no se hacía, a ver métetelo un poquito; -No, amor no, pero no porque no sepa, es más mira solo un poco, me lo metí en la boca y al no ser tan grande sentí como me cabía en la boca y me la llenaba, lo saqué y él hizo un gesto de placer que me fascinó, lo volví a meter y él no aguantó más, y me llenó la boca de semen, en solo tres chorros ya el semen no cabía en mi boca…
La abrí y salieron cantidades enormes de semen en mis senos y él se tomó el pene dirigiéndolo a mi cara, luego mi cabello y con la otra mano sentí como refregaba el semen en mi cabellos, como si fuera shampoo, al terminar me metí en la bañera y me duché, él salió y se fue a su cuarto, me sentí mal, como humillada, pero no se porqué me gustó tanto, este relato es completamente exacto y verídico.
 
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