Capítulo VII
El Susto
-¿Quieres bañarte en la piscina?
Claro, hace calor, pero no traje mi ropa de baño.
-No la necesitas
¿También tienes una de mi talla?
-No, pero estaremos solo los dos y ya no hay nada que debas esconder de mí
Está bien, pero tú también estarás sin nada.
-Claro, vamos.
Se desnudó ahí mismo, su uniforme y mi ropa quedaron tirados encima de los sillones, dentro de la casa había aire acondicionado, estaba todo muy fresco, pero afuera el calor era sofocante, llegando a la piscina la cargué y con ella en brazos salte al agua, ella gritó, salió del agua escupiendo agua, me abrasó fuerte y me reclamó, me reí, pronto ella jugaba con el agua, nos estábamos divirtiendo, en uno de tantos juegos comencé a masajear sus senos, ella se dejaba hacer, de pronto se volteó y cogió mi pene, la besé y acariciaba sus nalgas, ya estaba mi miembro encendido, la penetré otra vez y lo hicimos en la piscina, fue un poco cansado para mí, pero estuvo excelente, después salimos a tomar lo último de sol que quedaba, nos tendimos sobre unos cojines inflables, apenas sentí mi pene de nuevo con fuerzas me abalance sobre ella, la hice darme una nueva felación y la penetré en misionero, luego a puse en perrito y le di, seguía metiendo un dedo en su ano, hasta que me vine, ella no se vino eta vez, a pesar que duro como veinte minutos la sesión, la masturbe y no tardó más de un minuto en llegar, abrazados pasamos un rato más, luego ella empezó a mamármela, su iniciativa me sorprendía, no tarde en encenderme, le dije
-Ahora quiero que tu estés arriba, vamos siéntate en el.
Está bien.
Se incorporó y acomodó mi miembro en la entrada de su vagina, seguía apretando mucho, pero ya era algo a lo que los dos nos acostumbramos, lentamente bajo y se ensarto ella sola, completado esto, tomé sus manos y ella comenzó a brincar, otra vez estaba tocando el cielo, con esta lolita cabalgándome como una experta, era increíble que apenas unas horas antes ella era no solo virgen, si no tímida con los hombres y algo inocente, todo me había salido a pedir de boca, eso pensé hasta que estando en plena faena una alerta del sistema de alarma saltó, me sorprendí un poco, luego sonó el timbre, ella también se detuvo.
-Párate, y escóndete un momento.
¿Qué ocurre?
-Voy a averiguarlo, cálmate y no salgas.
Cogí una bata de baño y cancelé la alarma, fui a la puerta, muy pensativo, dudaba si era mi amigo de la inmobiliaria, o alguien interesado en comprar el chalet, que haría si me descubren con ella, la apariencia que había adoptado era muy diferente de lo usual, es al menos sospechosa pensé, revisé antes por la cámara de la entrada, era un tipo que no conocía, era alto, fornido y casi de mi tamaño, mido casi 1,90m, abrí y se trataba de un testigo de jehová, no me fijé en su biblia y que ya era algo mayor, y más atrás su compañera, siempre van en pares, era una chica de unos veinte años, vestida muy recatadamente pero sus enormes senos se dejaban notar, eso me hizo percatarme de que aún tenía una erección de aquellas, mientras el tipo me soltaba su rollo la muchacha desvió su mirada hacia mi entrepierna, intentaba disimular, yo vi sus senos y le puse un pare al tipo, le dije.
-Discúlpeme yo soy católico y ahora estaba ocupado cuando tocaron a mi puerta.
º Pero señor solo queremos conversar un momento la palabra de Dios no es inoportuna nunca.
-Lo siento pero no tengo tiempo me dispuse a retirarme pero el hombre me sujetó del brazo y sin querer me abrió la bata, entonces mi erección quedo totalmente al descubierto, la chica dio un pequeño grito y tardó un poco en taparse los ojos, el tipo me soltó y retrocedió. Yo me tapé la bata, me reí un poco.
º Disculpe señor, no fue mi intención.
-Tampoco la mía darles este espectáculo, pero fue su culpa, ahora si me disculpan, que tengan un buen día.
La chica solo sonrió, el tipo estaba muy apenado, y por fin me dejó ir, revisé en la cámara como se retiraban y enrumbaban a la siguiente casa, cuya puerta quedaba a unos 50m, regresé presuroso pero en media sala me topé con ella estaba ansiosa, había salido a ver qué pasaba y me dijo.
¿Ya está todo bien verdad?
-Sí, pero te dije que te ocultaras.
Pero no pasó nada.
Acto seguido me quité la bata y me senté en el sillón, ella fue hacia mí, y sola se acomodó en mi pene quedando frente a mí, sus manos en mis hombros, retomó su cabalgata, intercambiábamos saliva constantemente, mis manos en su cadera ayudaban a sus movimientos, estaba súper lubricada, por todo lo que había descargado dentro de ella, mi mano derecha bajo a su ano y jugó con él, metí un dedo y lo movía, después de un rato luego con un poco de esfuerzo un segundo dedo logró ingresar, en ese instante me pareció que llegaba otro orgasmo suyo, el mío también estaba pronto, ella continuó hasta sentir mi descarga, ella se desvaneció sobre mi gimiendo y suspirando, la abrasé y nos fundimos en otro beso, así ella se quedó dormida, la lleve al dormitorio la dejé descansar, la contemplé y noté que estaba profundamente dormida, cogí mi cámara de fotos, retrate su cuerpo desnudo, su vagina escurriendo algo de mi semen, sus senos rojos por todo el trabajo que les dedique igual que sus nalgas, mi pene se erectó así dormida como estaba la penetré nuevamente y fotografié la escena desde mi punto de vista, se lo metí en la boca, tomé muchas fotos pervertidas mi pene entre sus senos ella ni protestaba, estaba rendida, metí mis dedos en su anito, esto si la sobresaltó, pero no despertó, entonces vi mi pene y erecto, lo medité un poco, pero pensé es suficiente por hoy, creo que todo salió bien y seguramente tendremos más oportunidades, la siguiente probaremos por aquí, me acosté a su lado y también quede dormido.
Continuara ..............................................................................................................................................................
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El Susto
-¿Quieres bañarte en la piscina?
Claro, hace calor, pero no traje mi ropa de baño.
-No la necesitas
¿También tienes una de mi talla?
-No, pero estaremos solo los dos y ya no hay nada que debas esconder de mí
Está bien, pero tú también estarás sin nada.
-Claro, vamos.
Se desnudó ahí mismo, su uniforme y mi ropa quedaron tirados encima de los sillones, dentro de la casa había aire acondicionado, estaba todo muy fresco, pero afuera el calor era sofocante, llegando a la piscina la cargué y con ella en brazos salte al agua, ella gritó, salió del agua escupiendo agua, me abrasó fuerte y me reclamó, me reí, pronto ella jugaba con el agua, nos estábamos divirtiendo, en uno de tantos juegos comencé a masajear sus senos, ella se dejaba hacer, de pronto se volteó y cogió mi pene, la besé y acariciaba sus nalgas, ya estaba mi miembro encendido, la penetré otra vez y lo hicimos en la piscina, fue un poco cansado para mí, pero estuvo excelente, después salimos a tomar lo último de sol que quedaba, nos tendimos sobre unos cojines inflables, apenas sentí mi pene de nuevo con fuerzas me abalance sobre ella, la hice darme una nueva felación y la penetré en misionero, luego a puse en perrito y le di, seguía metiendo un dedo en su ano, hasta que me vine, ella no se vino eta vez, a pesar que duro como veinte minutos la sesión, la masturbe y no tardó más de un minuto en llegar, abrazados pasamos un rato más, luego ella empezó a mamármela, su iniciativa me sorprendía, no tarde en encenderme, le dije
-Ahora quiero que tu estés arriba, vamos siéntate en el.
Está bien.
Se incorporó y acomodó mi miembro en la entrada de su vagina, seguía apretando mucho, pero ya era algo a lo que los dos nos acostumbramos, lentamente bajo y se ensarto ella sola, completado esto, tomé sus manos y ella comenzó a brincar, otra vez estaba tocando el cielo, con esta lolita cabalgándome como una experta, era increíble que apenas unas horas antes ella era no solo virgen, si no tímida con los hombres y algo inocente, todo me había salido a pedir de boca, eso pensé hasta que estando en plena faena una alerta del sistema de alarma saltó, me sorprendí un poco, luego sonó el timbre, ella también se detuvo.
-Párate, y escóndete un momento.
¿Qué ocurre?
-Voy a averiguarlo, cálmate y no salgas.
Cogí una bata de baño y cancelé la alarma, fui a la puerta, muy pensativo, dudaba si era mi amigo de la inmobiliaria, o alguien interesado en comprar el chalet, que haría si me descubren con ella, la apariencia que había adoptado era muy diferente de lo usual, es al menos sospechosa pensé, revisé antes por la cámara de la entrada, era un tipo que no conocía, era alto, fornido y casi de mi tamaño, mido casi 1,90m, abrí y se trataba de un testigo de jehová, no me fijé en su biblia y que ya era algo mayor, y más atrás su compañera, siempre van en pares, era una chica de unos veinte años, vestida muy recatadamente pero sus enormes senos se dejaban notar, eso me hizo percatarme de que aún tenía una erección de aquellas, mientras el tipo me soltaba su rollo la muchacha desvió su mirada hacia mi entrepierna, intentaba disimular, yo vi sus senos y le puse un pare al tipo, le dije.
-Discúlpeme yo soy católico y ahora estaba ocupado cuando tocaron a mi puerta.
º Pero señor solo queremos conversar un momento la palabra de Dios no es inoportuna nunca.
-Lo siento pero no tengo tiempo me dispuse a retirarme pero el hombre me sujetó del brazo y sin querer me abrió la bata, entonces mi erección quedo totalmente al descubierto, la chica dio un pequeño grito y tardó un poco en taparse los ojos, el tipo me soltó y retrocedió. Yo me tapé la bata, me reí un poco.
º Disculpe señor, no fue mi intención.
-Tampoco la mía darles este espectáculo, pero fue su culpa, ahora si me disculpan, que tengan un buen día.
La chica solo sonrió, el tipo estaba muy apenado, y por fin me dejó ir, revisé en la cámara como se retiraban y enrumbaban a la siguiente casa, cuya puerta quedaba a unos 50m, regresé presuroso pero en media sala me topé con ella estaba ansiosa, había salido a ver qué pasaba y me dijo.
¿Ya está todo bien verdad?
-Sí, pero te dije que te ocultaras.
Pero no pasó nada.
Acto seguido me quité la bata y me senté en el sillón, ella fue hacia mí, y sola se acomodó en mi pene quedando frente a mí, sus manos en mis hombros, retomó su cabalgata, intercambiábamos saliva constantemente, mis manos en su cadera ayudaban a sus movimientos, estaba súper lubricada, por todo lo que había descargado dentro de ella, mi mano derecha bajo a su ano y jugó con él, metí un dedo y lo movía, después de un rato luego con un poco de esfuerzo un segundo dedo logró ingresar, en ese instante me pareció que llegaba otro orgasmo suyo, el mío también estaba pronto, ella continuó hasta sentir mi descarga, ella se desvaneció sobre mi gimiendo y suspirando, la abrasé y nos fundimos en otro beso, así ella se quedó dormida, la lleve al dormitorio la dejé descansar, la contemplé y noté que estaba profundamente dormida, cogí mi cámara de fotos, retrate su cuerpo desnudo, su vagina escurriendo algo de mi semen, sus senos rojos por todo el trabajo que les dedique igual que sus nalgas, mi pene se erectó así dormida como estaba la penetré nuevamente y fotografié la escena desde mi punto de vista, se lo metí en la boca, tomé muchas fotos pervertidas mi pene entre sus senos ella ni protestaba, estaba rendida, metí mis dedos en su anito, esto si la sobresaltó, pero no despertó, entonces vi mi pene y erecto, lo medité un poco, pero pensé es suficiente por hoy, creo que todo salió bien y seguramente tendremos más oportunidades, la siguiente probaremos por aquí, me acosté a su lado y también quede dormido.
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