Capítulo XL
El Culito de Kelly
Mientras Viviana lamia a Kelly, saqué una mordaza de bola de la bolsa, se la coloqué a la distraída Kelly, no se volvió a escuchar nada reconocible por un buen rato, solo gritos y gemidos, saqué unas cuentas anales de cuatro diferentes tamaños y un lubricante (por suerte halle un sex-shop abierto las 24 horas cerca de ahí), le mostré a Viviana como estimular el esfínter, y de que una vez acostumbrado subiera el tamaño, las más grandes eran un grosor poco menor que el de mi miembro, lo suficiente para que sienta dolor, pero no tanto como para hacerle daño, fui a preparar un trago, además de la cámara, al regreso Viviana usaba la segunda talla, intentaba ser gentil pero por momentos ella se movía demasiado, no quedó más remedio que acomodarla en una posición similar pero en la mesa, con las piernas estiradas y separadas atadas a las patas de la mesa, los gritos no eran totalmente ahogados por la mordaza, estaba seguro que si pedía piedad su amiga no sería capaz de continuar, Viviana constantemente aplicaba lubricante, yo controlaba que no le haga daño, con cada aumento de tamaño que fuera más lento y haga algún movimiento vibratorio y lateral, minutos después subió de medida, al ver a Viviana en cuatro patas haciendo tan singular trabajo pensé en penetrarla, pero mejor guardar las primeras ansias para ese culito, por fin llegó a las últimas, la cara de Kelly estaba muy roja y se le caían las lágrimas, pero ya ahora intentaba calmar sus gritos, no podía creer que tan rápidamente esas cuentas ya se deslizaran adentro y afuera de ese culito y cada vez con más rapidez, era hora de estrenar un culito pensé, filmé un poco más el trabajo de Viviana, y la retiré, le dejamos adentro las cuentas, le di la cámara y le indiqué que me dé una mamada, unos minutos después la separé y le dije que comience con la grabación, le quité la mordaza, se escurrió un montón de saliva, ella tomó aire por la boca y gemía un poco.
K: ¿Ya terminó?, suéltame por favor, quítame eso maestro, no lo soporto.
V: Suéltala por favor maestro, puedes metérmela, aguantaré, pero ella ya no puede más, mírala.
-Esto acaba de empezar, si la dejó ahora habrá sido todo una pérdida de tiempo, de todas maneras lo haría después, sería más sufrimiento, después de esto ya no le dolerá, no tanto al menos, además la preparaste bien, seria diez veces más terrible si no lo hubieras hecho, esta decidido lo haremos.
K: ¿Por favor, que me vas a hacer?
-Voy a estrenar tu ano, te voy a romper el culo.
Le quité las cuentas muy lentamente, ella se quejaba con cada una, al sacarlas todas el orificio quedo abierto del tamaño de un pico de botella de whisky.
-Ahora filma, no pierdas detalle, y tú se valiente, no hagas fuerza, intenta abrirte lo más que puedas o te dolerá de verdad.
Me coloqué en posición, agregué algo de lubricante, Viviana filmaba desde el frente, tomaría su cara, se había solidarizado por un momento con ella pero al parecer se desquitaría un poco de todas maneras, empujé un poco, entró fácilmente la punta de mi pene, de un fuerte empujón metí todo el glande, ella gritó muy fuerte, más grande aún fue el grito al segundo gran empujón donde introduje un 70% de mi miembro, la dejé reposar un poco, cuando dejó de dar alaridos, y calculando que no lograría meter más ese día procedí con las embestidas, ahora sus gritos salían de su pecho, dejaron de ser tan agudos, eran casi gruñidos, le indiqué a Viviana que ponga la cámara en el trípode y la dejé filmando, le ordené que se arrodillara debajo de nosotros, antes de hacerlo se acercó a Kelly y le dijo algo al oído, la beso en la boca y acató mis órdenes, le pedí que lamiera la vagina de Kelly, además de lamer mis testículos cada cierto tiempo, después de diez minutos aproximadamente los gritos se mezclaron con gemidos, Kelly estaba bañada en sudor, no lo esperaba pero detecté placer en sus ahora jadeantes quejidos, revisaba periódicamente que no salga sangre, me detuve un momento para revisar mejor, entonces lo saqué todo, Kelly suspiró aliviada, entonces lo introduje nuevamente, repetí la operación muchas veces, ella gritó en cada una, pero disminuyendo la intensidad, retomé las embestidas, de pronto me pareció que solo emitía gemidos, aceleré, hasta terminar, cuando terminé se me escapó un gran gemido, que casi fue acallado por uno más fuerte y largo de Kelly, me quedé dentro suyo hasta que mi pene perdió un poco de grosor, entonces lo saqué lentamente, Viviana había continuado con lo suyo, al sacarlo Kelly se corrió, nos lo hizo notar con otro grito, un chorro de semen salió, cayó en la cara de Viviana, ella había aprendido la lección, no hizo nada, la levanté y la llevé hacia la cara de Kelly, la hice lamerle la cara, cuando la dejó limpia, la hice limpiar mi pene con su lengua, aún estaba agitada, su ano estaba abierto casi al tamaño de mi pene, me separé, aún con ella gozando un poco no habían dejado de salir lágrimas de sus ojos, mientras la desataba, Viviana la abrasaba como intentando consolarla, le daba besos tiernos, y ayudó a levantarla, se sentaron en el sillón, Kelly sintió algo de dolor al hacerlo y se colocó de costado, luego se recostó en el regazo de Viviana, ella acariciaba su larga cabellera, traje una crema para la irritación y se la esparcí por el ano, dejó notar un poco de alivio.
-Lo has hecho muy bien, te quejaste mucho pero has aguantado, incluso lograste disfrutar un poco. Puedes descansar un momento, tú también Viviana, veremos tu grabación mientras descansan.
Revisamos el video, ambas se apenaban con cada grito, también al ver la cara embarrada de Viviana y a Kelly limpiándola con su lengua, luego lo propio con mi pene, Kelly quedó dormida en el sillón, Viviana aún la tenía en su regazo.
V: Maestro, ¿porque le hiciste eso?, ¿no ibas a tomar su virginidad?
-Se me antojo estrenar primero su culito, todavía tenemos tiempo.
V: Pero, ¿porque fue diferente conmigo?
-Ya te dije se me antojo usar ese orden con ella, y al revés contigo.
V: ¡No a mí no me des por ahí!, me portare bien, no necesitaras castigarme, ya tuviste mi virginidad.
-Descuida, no será como con ella, apresuré un poco las cosas por castigarla, pero a ti te prepararé un poco, tengo una idea, empecemos, acércate.
V: Pero yo no…
-Date prisa, no la despiertes, échate en mi regazo, como si te fuera a dar nalgadas.
V: Si maestro.
En esa posición comencé hurgar en su ano, el lubricante ayudaba mucho, comencé con las cuentas, rápidamente cambié al segundo tamaño, ella no se quejaba mucho, no era necesario atarla, al pasar a la tercera medida hubo un poco más de dificultad, empezaba a ponerse roja y pujaba cada vez que metía o sacaba las cuentas, con mucho esfuerzo logré meter las últimas cuentas, parecía imposible que jugaran, su ano era más pequeño aún que el de Kelly, cambiaria de estrategia con ella.
-Ahora te lo dejaras metido todo el tiempo, por la noche o tal vez mañana estarás lista.
V: Pero, no podré aguantar, es una sensación muy extraña, no puedo soportarlo.
-Si podrás, intenta no pensar en ello, ¿no querrás que Kelly te supere tan fácilmente?, hasta anoche ibas por delante de ella, ahora mismo, sigue siendo virgen pero ya probó algo más fuerte que tú.
V: Yo…
Se quedó pensando en lo que le dije, no replicó más, se me ocurrió que a Kelly tampoco le haría mal algo más de entrenamiento anal, saqué el último de los artilugios que mi malicia me hizo comprar, era uno de esos consoladores con cinturón de los que usan las lesbianas, era del mismo grosor que las cuentas más gruesas, lo lubriqué y sin despertarla se lo introduje a Kelly, su incomodidad se hacía notar pero no despertó, la dejé descansar un poco más, a Viviana la hice poner un poco de orden, estaba su ropa de ayer y la de hoy tiradas por toda la sala, pasó más de una hora y Kelly despertaba, al intentar sentarse, notó el intruso en su recto, llevo una mano hacia él, al palparlo volteó a verlo, comenzó a extraerlo, no parecía dolerle, entonces Viviana al percatarse la contuvo.
Bueno Aqui se los dejo por esta Semana seguire subiendolos la otra Eso si seran de mas larga duracion para compensar la Espera ademas subire mis otros relatos que he tenido abandonados como los del pequeñin que se que muchos tambien me han pedido que continue y el de sobrinitas complacientes tambien lo continuare
El Culito de Kelly
Mientras Viviana lamia a Kelly, saqué una mordaza de bola de la bolsa, se la coloqué a la distraída Kelly, no se volvió a escuchar nada reconocible por un buen rato, solo gritos y gemidos, saqué unas cuentas anales de cuatro diferentes tamaños y un lubricante (por suerte halle un sex-shop abierto las 24 horas cerca de ahí), le mostré a Viviana como estimular el esfínter, y de que una vez acostumbrado subiera el tamaño, las más grandes eran un grosor poco menor que el de mi miembro, lo suficiente para que sienta dolor, pero no tanto como para hacerle daño, fui a preparar un trago, además de la cámara, al regreso Viviana usaba la segunda talla, intentaba ser gentil pero por momentos ella se movía demasiado, no quedó más remedio que acomodarla en una posición similar pero en la mesa, con las piernas estiradas y separadas atadas a las patas de la mesa, los gritos no eran totalmente ahogados por la mordaza, estaba seguro que si pedía piedad su amiga no sería capaz de continuar, Viviana constantemente aplicaba lubricante, yo controlaba que no le haga daño, con cada aumento de tamaño que fuera más lento y haga algún movimiento vibratorio y lateral, minutos después subió de medida, al ver a Viviana en cuatro patas haciendo tan singular trabajo pensé en penetrarla, pero mejor guardar las primeras ansias para ese culito, por fin llegó a las últimas, la cara de Kelly estaba muy roja y se le caían las lágrimas, pero ya ahora intentaba calmar sus gritos, no podía creer que tan rápidamente esas cuentas ya se deslizaran adentro y afuera de ese culito y cada vez con más rapidez, era hora de estrenar un culito pensé, filmé un poco más el trabajo de Viviana, y la retiré, le dejamos adentro las cuentas, le di la cámara y le indiqué que me dé una mamada, unos minutos después la separé y le dije que comience con la grabación, le quité la mordaza, se escurrió un montón de saliva, ella tomó aire por la boca y gemía un poco.
K: ¿Ya terminó?, suéltame por favor, quítame eso maestro, no lo soporto.
V: Suéltala por favor maestro, puedes metérmela, aguantaré, pero ella ya no puede más, mírala.
-Esto acaba de empezar, si la dejó ahora habrá sido todo una pérdida de tiempo, de todas maneras lo haría después, sería más sufrimiento, después de esto ya no le dolerá, no tanto al menos, además la preparaste bien, seria diez veces más terrible si no lo hubieras hecho, esta decidido lo haremos.
K: ¿Por favor, que me vas a hacer?
-Voy a estrenar tu ano, te voy a romper el culo.
Le quité las cuentas muy lentamente, ella se quejaba con cada una, al sacarlas todas el orificio quedo abierto del tamaño de un pico de botella de whisky.
-Ahora filma, no pierdas detalle, y tú se valiente, no hagas fuerza, intenta abrirte lo más que puedas o te dolerá de verdad.
Me coloqué en posición, agregué algo de lubricante, Viviana filmaba desde el frente, tomaría su cara, se había solidarizado por un momento con ella pero al parecer se desquitaría un poco de todas maneras, empujé un poco, entró fácilmente la punta de mi pene, de un fuerte empujón metí todo el glande, ella gritó muy fuerte, más grande aún fue el grito al segundo gran empujón donde introduje un 70% de mi miembro, la dejé reposar un poco, cuando dejó de dar alaridos, y calculando que no lograría meter más ese día procedí con las embestidas, ahora sus gritos salían de su pecho, dejaron de ser tan agudos, eran casi gruñidos, le indiqué a Viviana que ponga la cámara en el trípode y la dejé filmando, le ordené que se arrodillara debajo de nosotros, antes de hacerlo se acercó a Kelly y le dijo algo al oído, la beso en la boca y acató mis órdenes, le pedí que lamiera la vagina de Kelly, además de lamer mis testículos cada cierto tiempo, después de diez minutos aproximadamente los gritos se mezclaron con gemidos, Kelly estaba bañada en sudor, no lo esperaba pero detecté placer en sus ahora jadeantes quejidos, revisaba periódicamente que no salga sangre, me detuve un momento para revisar mejor, entonces lo saqué todo, Kelly suspiró aliviada, entonces lo introduje nuevamente, repetí la operación muchas veces, ella gritó en cada una, pero disminuyendo la intensidad, retomé las embestidas, de pronto me pareció que solo emitía gemidos, aceleré, hasta terminar, cuando terminé se me escapó un gran gemido, que casi fue acallado por uno más fuerte y largo de Kelly, me quedé dentro suyo hasta que mi pene perdió un poco de grosor, entonces lo saqué lentamente, Viviana había continuado con lo suyo, al sacarlo Kelly se corrió, nos lo hizo notar con otro grito, un chorro de semen salió, cayó en la cara de Viviana, ella había aprendido la lección, no hizo nada, la levanté y la llevé hacia la cara de Kelly, la hice lamerle la cara, cuando la dejó limpia, la hice limpiar mi pene con su lengua, aún estaba agitada, su ano estaba abierto casi al tamaño de mi pene, me separé, aún con ella gozando un poco no habían dejado de salir lágrimas de sus ojos, mientras la desataba, Viviana la abrasaba como intentando consolarla, le daba besos tiernos, y ayudó a levantarla, se sentaron en el sillón, Kelly sintió algo de dolor al hacerlo y se colocó de costado, luego se recostó en el regazo de Viviana, ella acariciaba su larga cabellera, traje una crema para la irritación y se la esparcí por el ano, dejó notar un poco de alivio.
-Lo has hecho muy bien, te quejaste mucho pero has aguantado, incluso lograste disfrutar un poco. Puedes descansar un momento, tú también Viviana, veremos tu grabación mientras descansan.
Revisamos el video, ambas se apenaban con cada grito, también al ver la cara embarrada de Viviana y a Kelly limpiándola con su lengua, luego lo propio con mi pene, Kelly quedó dormida en el sillón, Viviana aún la tenía en su regazo.
V: Maestro, ¿porque le hiciste eso?, ¿no ibas a tomar su virginidad?
-Se me antojo estrenar primero su culito, todavía tenemos tiempo.
V: Pero, ¿porque fue diferente conmigo?
-Ya te dije se me antojo usar ese orden con ella, y al revés contigo.
V: ¡No a mí no me des por ahí!, me portare bien, no necesitaras castigarme, ya tuviste mi virginidad.
-Descuida, no será como con ella, apresuré un poco las cosas por castigarla, pero a ti te prepararé un poco, tengo una idea, empecemos, acércate.
V: Pero yo no…
-Date prisa, no la despiertes, échate en mi regazo, como si te fuera a dar nalgadas.
V: Si maestro.
En esa posición comencé hurgar en su ano, el lubricante ayudaba mucho, comencé con las cuentas, rápidamente cambié al segundo tamaño, ella no se quejaba mucho, no era necesario atarla, al pasar a la tercera medida hubo un poco más de dificultad, empezaba a ponerse roja y pujaba cada vez que metía o sacaba las cuentas, con mucho esfuerzo logré meter las últimas cuentas, parecía imposible que jugaran, su ano era más pequeño aún que el de Kelly, cambiaria de estrategia con ella.
-Ahora te lo dejaras metido todo el tiempo, por la noche o tal vez mañana estarás lista.
V: Pero, no podré aguantar, es una sensación muy extraña, no puedo soportarlo.
-Si podrás, intenta no pensar en ello, ¿no querrás que Kelly te supere tan fácilmente?, hasta anoche ibas por delante de ella, ahora mismo, sigue siendo virgen pero ya probó algo más fuerte que tú.
V: Yo…
Se quedó pensando en lo que le dije, no replicó más, se me ocurrió que a Kelly tampoco le haría mal algo más de entrenamiento anal, saqué el último de los artilugios que mi malicia me hizo comprar, era uno de esos consoladores con cinturón de los que usan las lesbianas, era del mismo grosor que las cuentas más gruesas, lo lubriqué y sin despertarla se lo introduje a Kelly, su incomodidad se hacía notar pero no despertó, la dejé descansar un poco más, a Viviana la hice poner un poco de orden, estaba su ropa de ayer y la de hoy tiradas por toda la sala, pasó más de una hora y Kelly despertaba, al intentar sentarse, notó el intruso en su recto, llevo una mano hacia él, al palparlo volteó a verlo, comenzó a extraerlo, no parecía dolerle, entonces Viviana al percatarse la contuvo.
Bueno Aqui se los dejo por esta Semana seguire subiendolos la otra Eso si seran de mas larga duracion para compensar la Espera ademas subire mis otros relatos que he tenido abandonados como los del pequeñin que se que muchos tambien me han pedido que continue y el de sobrinitas complacientes tambien lo continuare