El Plan Capitulo 4 Un pequeño preambulo

Sirango

Pajillero
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Capítulo IV
Un Pequeño Preámbulo

-¿Por qué te escapas del colegio?, pareces una buena chica
Me aburro en él, nadie me comprende, es igual que con mi madre, todos piensan que soy lo peor, mientras sacaba buenas calificaciones los profesores me sonreían, pero algunas compañeras me molestaban, mi madre me dejaba en paz, no es buena conmigo desde que papá se fue pero …
Ella empezó a contarme mucho acerca de sus problemas, incluso la noté relajada, me contó como empeoró la relación con su madre cuando rompió con Luis, su pretendiente ya que en una de las veces que se quedó a dormir su madre lo descubrió espiándola mientras se bañaba y a pesar de ser ella inocente, fue acusada de andar coqueteándole, me pareció absurdo, ella aunque muy sensual era muy inocente, también me enteré de cómo sus dos amigas la convencieron de comenzar a faltar al colegio Luciana era como la líder, y Fernanda aunque menor era más aventada que ella, me dijo que esa había sido la única vez que se atrevió a robar algo, para demostrarle a Fernanda que ella no era la más quedada, cuando le pregunte por lo del viejo que pago por ver sus bragas se sorprendió, no se había dado cuenta de eso, Luciana las engañó para sacarle los billetes al viejo, que solo un par de veces se había emborrachado, la primera fue en casa de Luciana, un día que se quedaron las tres a dormir, consiguió la llave del bar de la sala y tomaron un par de botellas y las llevaron a la habitación, al día siguiente el Hermano mayor de Luciana las encubrió, ya que tenían resaca, tuvieron que quedarse más, ella notaba como el la miraba igual que Luis (Tal vez igual que yo), la segunda vez fue la que yo había filmado en su casa, Fue Fernanda la que robó de otra tienda el licor barato de ese día, tuvo suerte de que su madre llegó muy de madrugada ese día y no se percató de que no fue al colegio, en ese instante comenzó a sonar un celular, era el suyo, un modelo básico y bastante antiguo, era Luciana, seguramente extrañada por su ausencia, contesta le dije, pero excúsate y no le cuentes nada de lo que pasó, ella asintió y cogió el móvil.

Aló, ¿Luciana?


L: ¿Qué te pasó? Hace más de dos Horas que deberías estar acá, te estamos esperando como dos idiotas.

Lo siento tuve un contratiempo, no podré llegar, disculpa por no avisar pero casi me descubren por favor arregla mi asistencia de hoy, mañana nos vemos en el colegio, tengo que colgar.

L: ¿Quién te descubrió?, no se te ocurra decir nada de mí.

Tranquila, dije casi, no me descubrieron, mañana nos vemos (ella colgó).
-Bueno, esto tiene que empezar a cambiar, está bien que te diviertas, y sé que no te entienden, tú eres una chica genial, yo te ayudaré, pero debes comenzar a mejorar tus calificaciones, el celular, puedes quedártelo, es más adecuado para ti.

¿En serio? (Dijo sonriendo)


-Seguro, pero ¿podrás explicarle a tu madre de donde lo sacaste?

No hay problema, ella no sabe de estas cosas, no lo notará, según ella todos son iguales, no tiene idea.
Lo más seguro es que tuviera razón, en intrusión que hice a la red de su apartamento, no logré descubrir mucho de la madre, la computadora de la casa la usaban las hijas, desde otro punto de vista es alguien más protegido contra mí, no logré hallar una cuenta de correo ni nada de ella, apenas un par de fotos de ella y sus hijas en un par de paseos de ya hace un par de años.

-Ok, pero debes cambiarle a tu propio SIM, además creo que debo enseñarte a beber, vas a destruir tus riñones e hígado si bebes estas porquerías.

Ella me miró y sonrió, el hielo entre los dos se había roto, pasó a estar relajada y contenta, mi pene seguía erecto cuando ella se levantó por su teléfono la volvía atraer, esta vez acomodé mi pene más abajo para dejarlo entre sus piernas, no protestó, en ningún momento había dejado de acariciarla, desde su espalda hasta sus piernas, deteniéndome es sus nalgas, jugaba tiernamente con ellas y toqueteaba su anito, la cogí de las caderas y comencé a frotar mi pene es sus labios mayores, sentía sus jugos ya lubricando mi glande, tal vez por la conversación distendida, o su propio placer, ella se dejaba hacer, de pronto amague la penetración unas cuantas veces, esta vez sí hubo reacción.

Continuara....................................................................................................................................................................

 
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